Poetas sin fronteras
Memorias del Tiempo
Junio 2019 AĂąo 6 Ejemplar 65
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Ramón Hernández Olivares Director y Editor
A MI PADRE. José Luis Ayala Veracruz, México José Luis Jiménez Ayala Derechos reservados A MI PADRE. JOSÉ JIMÉNEZ GARCÍA. (QEPD)
34 años+ Gracias por ayudarme a lograr, a razonar, a crecer y a madurar, por decirme que a las estrellas podemos llegar, si lo visualizas. Gracias por creer en mis sueños y decir, "tu los puedes alcanzar" y el precio de todos tus deseos debes con compromisos pagar. Fuiste en la vida un rey de virtudes. Desde niño encauzaste mi energía. Al entender mis ideas de cada día me empujaste a lograr, con valores. Siempre dijiste, cuida de tu persona. Me enseñaste lo ético y lo positivo, a ser prudente, excelente y creativo, y a agradecer a Dios,que es el guía.
Fuiste un hombre de gran corazĂłn de ayuda constante de personas dando consejos, el apoyo y acciĂłn, diste a todos felicidad y sonrisas. Partiste hace ya tantĂsimos aĂąos, y en mi mente hoy te sigo viendo, me parece el ayer estar viviendo. Mi viejo, sigo fiel a tus consejos.
HEREDERA Sandra Gudiño Santa Fe Capital República Argentina A mi padre. De tanto hundir las manos en la tierra te invadieron los cielos. Te tragaste de golpe el hechizo azul de tu cuento de niño y nos dejaste el arco iris vagando por las venas. De tanto bajar a las profundidades de la noche terminaste por mirarnos con los ojos llenos de estrellas a la vuelta de un otoño cualquiera. Tus huellas en la arena se ahogaron con la espuma que llega desde el mar desvaneciendo el olor a costumbre de la casa donde nunca estuviste.
De tu estadía en los jardines de rosas quedan algunos gestos esparcidos a lo largo de otros gestos, barquitos de papel a la deriva, mensaje sin eco, ni distancia, ni botella. Solloza tu sombra en el espejo un sábado de Gloria. Resucita tu aliento detrás de la ventana. Estoy hecha de vos, sin vos. Despiadado amor que sube desde la intimidad de un silencio en silencio. Pureza de no "ser" ya, con nada en las manos, a donde siempre regreso cuando estoy más oscura. Mi verso calla, la voz del universo te toma de la mano (padre mío) y grita mi nombre. Lo demás se hereda en el olvido.
Papá Erinís Córdoba Veracruz, México Tu, mi primer amor el hombre de mis sueños mi héroe perfecto. Gracias por darme alas y guiarme en este mundo tan incierto, me hiciste fuerte y valiente, una princesa coherente, que ama la vida y el arte, sin saberlo, también me lo mostraste. Aprendí que siempre hay opciones, que cada quien decide sus pasiones, y aunque conmigo hoy no coincidas, sé, que tu amor no tiene medida.
AIRES DE TI Santa Velia Flores Sabinas, Coahuila. MĂŠxico. En nocturnas reflexiones camino por los recuerdos esos que quedaron latentes en Mi. Recuerdos de tus enseĂąanzas, consejos y vivencias, que todo padre deja como valiosa herencia, que no caduca, que no termina, que con orgullo portamos tus hijos, con sublime amor. Recuerdos que nos transmiten aires de Ti. Sacudo el polvo con olor a olvido que celoso de tu ejemplo te quiere cubrir. Pero me he propuesto que tu recuerdo perdure hasta la ultima gota de sangre, de tu sangre, a travez del tiempo.....Padre.
Hoy tiré tu camisa. Octavio Ponzanelli Son 10 años de que te fuiste, hay momentos en que tu ausencia se manifiesta como polvo en mis ojos, se me irritan y se humedecen. Tengo mucha de tu ropa y en mi afán por sentirte, la uso muy seguido, mil veces lavada, mil veces planchada, ya está muy gastada, ya no se ve bien. Fue difícil deshacerme de tu camisa, pero es el primer paso para dejarte ir. 10 años, tus ropas, tus zapatos, tus risas, tus consejos, tus regaños, tus enojos.
Papá James Coonor Monterrey México Regálame tu imagen Esa que tanto me gustaba Donde corrías para abrazarme Regálame lo que en tu ejemplo te sobraba tu valentía en la prueba Pero regálame tus besos Esos que me han faltado... Regálame Tus palabras de esperanza de esas que ya no escucho Desde que te fuiste al cielo, Pero guardo en mi corazón Quítame este peso que oprime por tu ausencia. Que sin ti, iba a morir en mis miedos Iba a ser vagabundo del tiempo errático... de soledades pérdidas Regálame hoy un instante papá... Un minuto al recordarte...
Aunque no estés... José Rafael Rivero Venezuela Desde tiempos pasados, en la premura de tu partida, viví momentos intensos, sólo un vago recuerdo tengo de ti, era muy niño y me había caído al suelo, con raspones en las rodillas y lágrimas en los ojos, sentí tu fuerza y cobijo alzándome en las alturas y ver todo desde arriba. Recuerdo aquella vaquita de goma que tu hermana, mi tía, me regaló como aliciente de recuperación. La tuve conmigo por 15 años y la cuidé como un tesoro hasta perderla. Representaba tu presencia. Aunque no estés, vives muy dentro de mi, en pensamiento y muchas veces en obra. Hoy día agradezco esas visitas que me haces mientras duermo, sé que lo haces y lo aprecio y valoro, te pido por mi madre bella y sé que la cuidas en la distancia de lo posible. ¿Cómo no respetarte? Si llevo tu sangre con honor y en cada paso tú estás presente. Así paso la vida de un minuto a otro, entendiendo que el ciclo para algunos es más corto que para otros, ascendiendo a las alturas del infinito sin despegarte de tus seres amados, así te recuerdo, con esa sonrisa altiva y poderosa, con tu temple de buen hombre, con la fortaleza de tu gran corazón. Por eso hoy te rindo un homenaje en las memorias del tiempo, entregando el suspiro de aquel pequeño niño que tuvo que decir adiós muy pronto, pero que hoy te ama como siempre. Para tí, Papá...
"Lluvia" Víctor Araujo Veracruz, Ver. Alrededor de las cuatro de la tarde, comenzó a llover en la ciudad. Suave, fresca y constante son las idiosincrasias que posee. En una linda casa de la Avenida Hudson, un niño de 9 años de edad llamado Paco, contempla el gran espectáculo. Colocado en la ventana tipo californiana de la sala principal, observa plácidamente como las gotas de lluvia se impactan en las calles, en los árboles y tejados de las casas de sus vecinos. En eso escucha la voz de su mamá – ¡Está lloviendo muy fuerte! Espero que tu papá llegué con bien – mientras ella se mantenía cruzada de brazos y con una inquietud ante la incertidumbre de la llegada de su esposo. Paco le respondió – Va a estar bien. Lo sé, estoy seguro – lo dijo con tal seguridad, que ni siquiera volteó a ver a su preocupada madre. Y así, la lluvia continuó y continuó, parecía no tener fin. A las seis y media de la tarde, a lo lejos apareció un hombre. Paco se levantó y gritó desde la ventana - ¡¡Papá!! ¡¡Mamá, ya llegó mi papá!! – ella se aproxima con celeridad hacia la puerta para abrirla a tiempo. El padre de Paco al fin ingresó a su morada - ¡Qué lindo día! Ya tenía rato que no llovía, justo para refrescar esta noche – comentó muy sonriente.
Su esposa lo mira con incredulidad, y sin decir nada sólo se da media vuelta y se retira de nuevo a la cocina para terminar de preparar la cena. Paco abraza a su padre muy fuerte y le dice que está feliz de que haya llegado sin ninguna lesión. - ¿Por qué los días de lluvia te ponen muy feliz? – le preguntó a su papá. El señor se acercó al oído derecho de su hijo y le dijo – Te lo cuento después de cenar – Levantó la mirada con vista a su pequeño y le guiño el ojo, Paco sabía muy bien que eso significaba una diversión asegurada, de ahí los dos se dirigieron con rumbo al comedor para cenar. La hora de la cena, es siempre considerada un momento de tranquilidad, en dónde una familia recapitula todo lo acontecido durante el día, era algo que no se debía omitir. Una vez que acabaron de cenar, la exhausta madre se dispuso a hablar por teléfono con una amiga de su juventud. Es ahí cuando Paco se entera el porqué su padre estaba muy emocionado por la presencia de la lluvia. Su padre se dirigió al armario que está debajo de la escalera, y sacó dos impermeables y botas de caucho. - ¿Por qué sacas todo eso papá? ¿A dónde vamos? – Dijo Paco, con tanto asombro. Su padre le indica que no haga ruido y guarde silencio, ambos se dirigen a la entrada de la casa; al inquieto niño le es colocada una playera de manga larga, el impermeable y las botas… el señor hace lo mismo.
Abren la puerta principal, y aún continua lloviendo, aunque en menor intensidad. Paco extiende su brazo y las gotas de la lluvia caen en su mano, - ¡Está fría el agua! – mencionó Paco y empezó a secarse la mano con rapidez. – ¿Recuerdas la película que vimos la semana pasada tú y yo? – El niño se pone a recordar y parece que se desconecta de este mundo por un momento. – ¡Ah, ya! ¿Es la película del hombre que baila bajo la lluvia?– 1 Su padre lo ve y asienta con la cabeza, él se agacha y le dice a su pequeño, - ¡Vamos a hacer lo mismo en este momento! ¿Qué te parece la idea? – Paco se emociona y enseguida sale corriendo hacia la banqueta. Su padre le sigue, y a partir de ahí se pasan jugando bajo la lluvia; corriendo, saltando sobre los charcos, deslizándose sobre el verde pasto de su casa y para sorpresa de ellos, otros dos niños se les unen al momento de ocio… ¿alguna vez han visto algo así? Sólo aquellos niños que aprovechan cualquier instante para divertirse y convertir lo ordinario en algo extraordinario y aquellos adultos que sin importar su edad, compromisos laborales y presiones siguen conservando al “niño que llevan dentro.” El maravilloso momento se ve terminado, cuando la madre de Paco, grita desde la entrada: “¡Ya métanse a la casa! ¡Se van a enfermar, tontos!”
En eso los dos corren rápido a la entrada y a pesar de que ella les dio un buen regaño por su actitud pueril; aquella experiencia entre él y su padre fue algo que siempre conservará en su corazón, una gran lección le dejo su padre ese día: “Disfruta tu vida al máximo, no dejes pasar ninguna oportunidad que te brinda la naturaleza y recuerda… niño y hombre puedes ser.” FIN. 1. En referencia a la película de 1952, “Cantando bajo la lluvia” (título original: Singin' in the Rain), con Gene Kelly, Debbie Reynolds, Donald O'Connor y Rita Moreno.
PADRE Igual a maestro de vida. Bertha Laraf. Veracruz México Si tuviera que decir que fue mi padre para mí, sería la consecuencia de mis abuelos paternos y su vivir. Mis extensas anécdotas cúmulos de canciones de Lara, poesías que gustaba de declamar, versos y mas versos. También Salvador Díaz Mirón, era de sus favoritos. Aquella que dice no intentes convencerme con tus delirios de tu mente loca, mi razón es al par luz y firmeza, firmeza y luz como el cristal de roca. Heredé una libreta de notas donde plasmaba frases célebres. Mi favorita es una de Carlyle. "La mayor convicción no tiene valor mientras no se convierta en acción" Mi padre daba clases de filosofía solo platicando, convertía la sala de la casa en cdmx en un ágora improvisada. Un maestro muy honesto daba lecciones, era su forma de ser. Me pregunto porque llegamos a ser de los padres su imitación, repetimos sus frases, sus hábitos en una tierna copia, pero de eso se trata para aprender a existir, necesitamos o hacen falta mínimo, tres vidas.
Padre. Autor: Omar Efraín Martínez Meza. País. Ecuador. Símbolo de trabajo sin ningún atajo, eres complementario y le amas ami madre a diario. Hombre de fuerza, y lleno de pureza, atizas destellos de amor, y llenas la casa de calor. Todo lo conviertes en obra de arte por tu inspiración llegas a cualquier parte, no desmayas en la lucha diaria, y haces una convivencia solidaria. Padre complaciente de palabras sutiles, brindas consejos útiles, y me has enseñado a caminar siempre valiente. Solo poesía para tus ojos. (Picardía y sal).
YO PENSABA EN QUE HAY UNA EDAD… Osvaldo Pettinicchio (Daniel Vattimo). ARGENTINA. Nada. Pasa que cuando te da por pensar y te pones a escribir algunas cosas, viene aquel y te pregunta. Pero… ¿Qué te está pasando?, tú no debes… ¡No te preocupes, de todos modos aquí no hay nadie!. Aquel puede ser un amigo, un pariente, una sombra, una foto de la Luna, un cuadro de Dalí, un polvo sobre el piano, un tango, las Estaciones de Piazzolla... Bueno, yo pensaba que hay una edad en que sentimos que tenemos la edad de todo el mundo, las caras de todos, las manos de todos, los días de cada uno, el abrazo y el corazón de todo el mundo.
Siento que eso sucede cuando en la vida aprendemos que allí nomas, al costado del vino del cada día, hay otras caras, otras manos, otro abrazo, otra lágrima. Es carne bajo piel. Y un cruel vació. Solo se trata de ir atendiendo, ¿vio? y dejar de andar mirándose la camiseta. ¿Cuántas veces vas seguir contando tus agujeros?. Cuando sentimos que la historia nos pasó por encima, quiere decir que ya somos parte de esa historia. No hay engaño, no hay fracaso, Solo vivimos y alguien se dio cuenta. El viejo abrazo se bate con el tiempo, el corazón le tiembla un duelo a los inviernos y se nos viene aquello de pensar que venimos de la guerra interminable de estar vivos, de sentir que nada más somos eternos...
Pá. Maruca Rodini. Rio Tercero, Cba.Argentina. Las nostalgias quedan detenidas, en memorias del tiempo, restan en mí, añoranzas, desde siempre lo fue en momentos compartidos… Miro la luna y las estrellas, atestiguan y demuestran un reflejo en el cielo inmenso, donde busco su presencia, y no la encuentro. Solo medito ante la luz, un bello recuerdo de mi padre……
GRATITUD Carmina Heidegger México Sé que no he llenado de orgullo tu mirada, sé que mi camino no ha sido el que tu pedías, bien que se, que no tengo la opulencia en mis manos, pero también sé, que aun así me amas. Llevo la información de tu linaje en cada célula, llevo la historia de la costa y el valle en mi piel, llevo un resumen tatuado la esencia de tus padres, tus abuelos y los abuelos de ellos. Y amo todo eso que llevo, Si cuestionar más, se acabaron las preguntas retadoras, ahora, construyo la verdad que no dijiste. Inclino mi faz ante la memoria del tiempo, memoria de amor, que nace, se renueva y se construye, …esferas de luz se levantan en mi andar.
A TI, PADRE... Guadalupe Espinoza Lagunas Tijuana BC México No hubo merito en cuidarte, Pues tú lo hiciste primero Cuando de niña enfermaba Tú eras siempre mi enfermero Hoy siempre que te recuerdo Tarareando tu canción, Silbando siempre, ocultabas Aquel terrible dolor Recuerdo tu valentía Tu honestidad, tu tesón Tu integridad, y tus dichos Mi padre… mi inspiración Hoy que ya no estas conmigo Y mis letras no leerás Solo quiero a tu memoria Mi sentir hoy dedicar, Por todas las cosas buenas Que de ti pude aprender -Que trabajar no nos mata… Y si nos da de comer.
-Que la palabra es sagrada Y se debe respetar, Cumplir siempre aunque se pierda Buen nombre nos ha de dar. -Mejor es tener amigos, Que dinero en abundancia Porque el amigo sincero Es hermano en la desgracia. Mi padre… Mi gran maestro Mi héroe allá en la niñez Como recuerdo tus manos Siempre buscando que hacer Manos ásperas y fuertes Callosas por la labor Nunca ociosas, nunca quietas Siempre un gran trabajador. Hoy quiero que en estos versos Mis letras hablen de ti Que el mundo así te conozca Sepa que estuviste aquí Un humilde campesino Que supo sembrar amor, Que aún más allá de la muerte Se enfrentó y venció al dolor
Me veo en tu reflejo Marisol Sotomayor Puerto Rico Me transportó en un mar de recuerdos y veo el amor grande que tienes para mis dos hermanos y para mí. Nos amas y proteges más te olvidas de que ya no somos niños. Yo soy tu hija mayor y me presentas a tus amigos como que soy tu niña y soy una mujer adulta. Lo dices con orgullo y amor porque ante tus ojos sigo siendo tu princesa. Eres un padre que me ha enseñado a vivir y a llevar una vida normal y plena así llevándome a superar todos mis impedimentos. Padre,soy muy feliz por tu crianza basada en valores los cuales me han ayudado a ser la mujer que soy. El amor y la dedicación paternal es grande cuando se proyectan correctamente en la familia y con todo esto jamás olvidaré cada una de tus valores y enseñanza. Tu ejemplo nos muestra el camino a seguir para educar correctamente a mi hijo y poder ser guía de mi propia familia. Te amo papá y estos recuerdos no se olvidan jamás.
MEMORIAS DEL TIEMPO Ma. Guadalupe Martínez Bernal Coatzacoalcos, Ver.
Está mi padre sentado en su sillón favorito, tiene entre los dedos de la mano derecha un cigarro, con la otra mano sostiene el cenicero. Sobre el escritorio hay un vaso con hielo y brandy. Su cabello es chino, negro, tiene un mechón de canas a la Tongolele del lado derecho, se toca la nariz tratando de limpiar el sudor que escurre al mismo tiempo que cruza las piernas con una pose del pensador. Cerca al escritorio hay un librero que realizó siguiendo las instrucciones de la revista “Hágalo usted mismo”. Acaba de encuadernar su colección de revistas “Los Agachados” de Rius. Confieso que a escondidas la he leído… Diseñó una pasta dura, la segunda portada es una mezcla de tinta y aceite con dibujos caprichosos plasmados a la hora que las escurrió. Con una plantilla de letras adheribles colocó el título, estas letras las hay en negros, café, dorado y plateado.
Cuida con esmero todas sus herramientas de encuadernación: pinzas, resistol, regla, tijeras, exacto, hojas blancas, papel cascarón, cartón, y otros tantos elementos de los cuales no sé sus nombres, tengo 10 años, hay palabras que son difíciles para entender. La hora preferida en que realiza dicha actividad son de las 10 de la noche en adelante, pone en su tocadiscos a sus cantantes preferidos, no se cansa de escucharlos; Marco Antonio Muñiz, Pedro Infante, Lucha Villa, Javier Solís y Sonia López (esos acompañados de bebidas con alcohol) porque tiene otros artistas para situaciones diferentes. Cacahuates y palomitas también hay en la mesita cerca del escritorio. Mi mamá ya sabe que debe acercarle alguna botanita. Lo observo cuando voy al sanitario o a la cocina por agua. Entre libros y notas musicales mi padre brilla. Su rostro es sereno a esa hora, no tiene la frente arrugada como cuando nos regaña a mi hermana Olivia y a mí. Sé que disfruta su tiempo para él. No sabe todo lo que me enseña al estar en silencio siendo pleno. No fumo, una vez lo intenté, no funcionó. Heredé sus libros y discos de acetatos, ese encuadernado que menciono se lo llevó mi hermano Manuel.
El amor por los cacahuates y palomitas de maíz inicia en esa época ¡Ay! en realidad, por todas las botanas. En estos 43 que ya presumo empiezo a encuadernar hojas tamaño carta que contienen mis textos. Espero honrar a mi progenitor con estas líneas, entre agua de colonia cítrica y una playera de algodón suave antes de colocarse la guayabera con alforzas, lo evoco… así, creativo e inteligente. Me quedo con las ganas de regalarle un Old Spice clásico de tapa roja y envase níveo para el domingo. Su memoria me acompaña siempre.