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MI PARTIR Deorinda Vallecillo Guerra Valladolid España.
En mi pueblo y con orgullo quisiera ser yo enterrada y que las campanas lloren y el cielo las puertas abra. El cementerio en silencio allí sobran las palabras, cruces de mármol y yerro, el sepulcro de las almas. Sus cipreses centenarios con sus flores marchitadas, siempre repito lo mismo flores No, salve rezada. Porque yo siento la fe, y quiero morir cristiana, si me equivoque, piedad, en ti Señor mi esperanza.
EL VIEJO ROSARIO Deorinda Vallecillo Guerra Valladolid EspaĂąa.
Colgado en un clavo negro debajo de la escalera el rosario de mi madre reluce sus blancas cuentas. bendito santo rosario, cuanto sobre el mundo alienta de gozo dolor y gloria, clara fe, lumbrosa estrella. Asociado al ultimo sus piro, reliquia en las manos muertas, consuelo en los afligidos el alma siente su huella. Para mi amparo y consuelo colgado en mi cabecera reluce el viejo rosario sus blancas y bellas perlas Es la herencia mas hermosa, con onda fe, y mucha pena, en dĂas de sufrimiento sigo desgranando cuentas.
LA NOCHE Ramón de Jesús Hernández Olivares Veracruz, México Un sentimiento que lastima, eco apagado dentro de mi voz, por los recuerdos de la brisa y los mensajes de estrellas fugaces. La soledad tiene el color de la tristeza de mis ojos, y mis labios texturas olvidadas de tus cálidos besos. Está triste la noche, abro mi ventana y escucho a los grillos, se escuchan ecos de fantasmas. Manecillas imaginarias se colocan en mi pecho, rompiendo mis ansias, un sentimiento fluye en el alma, y sin sabores en mis lágrimas . Busco tu perfume en cartas olvidadas por el tiempo, silva el viento melodías nostálgicas de una tarde de playa. Un manto de estrellas me cubre, cuida las ilusiones ¿Y yo? Enloqueciendo, queriendo hilvanar con mi sangre tu nombre.
Culturas Miguel Ángel Llinas G México Un par de manos brotan del concreto Una lengua nace de las entrañas de un soldado el sentimiento ardiente por destrozarlo todo; aún lo no concebido es la tierra de nadie donde todos reclaman su derecho a ser libres. Máscaras; un baile interminable de sonrisas sobrepuestas. variados colores algunas con malicia otras con tristeza es la comprension del inteligente sobre el inculto. o tal vez la lástima o la gentileza de un alma noble.
Los errores de los pioneros se pagan con creces la sangre ha corrido en ríos infinitos (tal ves el tiempo sea incorrecto y sigan buscando el mar) las posesiones humanas han superado las materiales ¿Donde están las civilizaciones antiguas? ¿El latín, Mozart, Da vinci? Los glaciares responden con un golpe en el mar antártico. y los humanos seguimos con la soberbia enaltecida.
TU PARTIDA Miguel Ángel Llinas G México Manecillas inquietas congeladas bajo el frío paralizante que dejó ...tu partida. ¡Pobre reloj! Te llevaste contigo su alma precisa. Ahora su semblante es triste e impávido sin prisa ni demora existe (Si puede llamarse existencia ha estar muerto en vida) Suspendido en la pared verde que no es símbolo de esperanza. Desde que te has marchado las cosas no suceden; las escaleras extrañan tus pasos cansados y los rosales del jardín de vez en vez lloran tu ausencia y sus lágrimas se confunden con el rocío de la alborada que nunca llega a mi vida.
Magali Héctor Daniel Paz Argentina ecorriendo partes de mi vida, me encuentro cada mañana con lo que pasó y con lo que me espera. El presente, es la ilusión de la palabra. El instante y la suma de instantes se amontonan en un tris. Así recuerdo, y así proyecto. En esta mañana, seguramente por el sueño nocturno que juega entro lo consiente y lo inconsciente, me levanté pensando en el valor de las personas y lo que dejan. Algunos dirían el legado o la herencia. n cuanto a la primera palabra, el valor, recuerdo que hace más de treinta años en un viaje a Estados Unidos, un colombiano a cargo del restaurante de un importante hotel, cuando trataba de desasnarme de la vida en ese país, me dijo: -Aquí, las personas valen por el carro que estacionan frente a su casa. No importa si alquilan, no importan si deben el vehículo. Lo que la gente juzga para darles valor a las personas, definitivamente, es el carro. No había observado con detenimiento esta conducta en mi país, pero apreciando con atención, noté que había algo de ello y a medida que el tiempo avanzó, también creció esa conducta. Cierto es, concluí. Qué éxito para las empresas automotrices, la venta va por lo que se aparenta. ¡Un éxito! Como cadena, algo lejano se ató a una conversación en República Dominicana. Dado que al respecto algo hablamos y una palabra lleva a otra y así la conversación toma forma y las personas se comunican. osotros somos diez hermanos, me dijo esta joven dominicana, nacimos en las afueras de Santo Domingo. Mi padre tenía un campo y trabajábamos la
tierra, cuando la mayoría de los hermanos éramos jovencitos. Y como en muchos lugares la educación es esquiva y decididamente forma parte del progreso, mi padre decidió, entonces, dejar el campo y afincarse en la capital para que nosotros tengamos mejores posibilidades de progresar. Al principio vivimos ajustadamente, como la palabra lo dice. En aquella época, regresando un día en el bus a casa, y en mi desconocimiento y despreocupación de las cosas de la vida, diría propias de la edad, venía mirando el camino, cargado de plantas que en su humedad trataban de invadir la ruta. Una figura solitaria, a la distancia, me pareció conocida. –Esa figura ¿De quién es? Pensaba, mientras sabía que como cultura o valor en este país, el del hombre era un trabajo que menoscaba, en alguna medida, a las personas y en cierta forma yo también lo había asumido. Mis ojos se clavaron en ese sombrero, en la forma de su cuerpo. El individuo, con azada en mano, al calor de la siesta y entre nubes de mosquitos, peleaba en cada golpe, contra las plantas que cubrían los costados de la calle solitaria. El autobús se aproximó y lo sobrepasó sin saludarlo. El hombre, sacándose el sombrero se secó la frente y después de mirarnos, unos segundos, se puso a trabajar de nuevo, como si alguien estuviera controlándolo ¡¿en esta soledad?! Mis ojos se completaron de lágrimas y muda, me bajé del micro, para llegar a casa y abalanzarme a mi madre. –Madre, explícame ¿de que trabaja papá? El llanto no escucha, por lo que cuando me tranquilicé ella me contó porque nos habíamos mudado a este lugar, y me explicó que el trabajo es trabajo y nada habla sobre las cualidades de un hombre. Con el tiempo, y hoy a cargo de este importante puesto en el hotel, agradecí la erencia
que mi padre me dejó. Con sacrificio me mostró que lo que se deja, para que sea de utilidad, debe ser invisible. oy recuerdo esa imagen cuando los días se ven difíciles o cuando tengo algo que agradecer a la vida. Lo que hicieron mis padres fue extraordinario, son los hijos los que tenemos que aprender a mirar. stas historias, que te cuento, son para Ti, porque a veces pienso que algo debemos cambiar para ser mejores, entiéndase como mejores, no a santos beatos que llenos de dogmas, hipócritamente suben a dar sermones de decencia, sino a una evolución de todos para cuidar la vida. Y en esto de la existencia están las bibliotecas de acciones que nuestros cercanos parientes y amigos derraman, en esta corta existencia, para aclarar e iluminar nuestros pasos. ue este ejemplo, nos sea para bien. racias, Magali.
¡Mira mis manos! Héctor Daniel Paz Argentina Son fuertes, seguras y saben de callos. Palpitan sólo cuando voy a su lado. Se parecen a las del cirujano, obran con premura, cuando se es necesario. Diría, que ellas hablan y pueden medir el gesto de las personas que cruza. Míralas, casi se deformaron por el esfuerzo, ya que les gusta lo que hacen. Son sensibles y sé confiar en ellas, si me lo exigen. A veces lloran, a veces. Se creen las del músico, que juegan movimientos extraños, al dar melodía. Dóciles, se coordinan con todo mi cuerpo para alcanzar los mejores logros. Míralas, ellas parecen sucias mas es el color de mi oficio, que tanto valoro. Son abrigadas, ya que en los días fríos se miman. A veces, secan lágrimas. Se sienten las del que golpea piedras en la mina. Sabedoras y entrenadas. Duramente negocian con gracia el trabajo, cada día. Zarandean escobas. Míralas, cuando rezo se juntan. Se ven transparentes, elegantes y con luz.
Son recias al cargar el balde, los trapos y cepillos. Suaves al frotar el vidrio. Se ven magníficas, al dejarse trajinar por los brazos, al friccionar los pisos. Dignas, aguantan el dolor de la espalda, cuando la tarea es mucha. Besan. Mira mis manos como trabajan, que alegres. El salario, no es tan sensible. Míralas, que no tiemblen tus ojos. Ellas se hicieron de sacrificio y esfuerzo. Son mucho de lo que tengo y que feliz me hacen. Bendícelas, que también son parte de tu alegría. ¡Mira mis manos!
No era el momento María Estela Rodríguez Argentina No era el momento Pude ver en el cielo de su mirada una nube gris que la opacaba mientras sus labios intentaban decir otras palabras dejaba entrever el temblor de sus labios y los recuerdos vinieron a su encuentro; gruesas lágrimas rodaron por su rostro, quise acercarme y sacarles con mi pañuelo pero me detuve, quede paralizada por el miedo, me dije,-ese es su duelo, no tengo derecho-. El dolor que se ha ganado en su pecho ocupa todas sus noches de desvelo, las paredes hablan, en cada rincón hay un recuerdo que solo lo podrá borrar el paso del tiempo. El tiempo... se encargará de marcar un destino hablamos de cosas banales, las palabras salían sin sentido una mezcla de ansiedad, dolor y desencuentro tal vez no era lo que queríamos decir tal vez... no era el momento.
RECORDANDO A NICASITO Nelli Dermachi Argentina Recuerda: la Romero Juana. En su mundo de recuerdos ve crecer al Nicasito, parece que fuera ayer cuando montaba el petiso. Muy juntito al Antenor montaban el alazán para orgullo de su padre que al pueblo… lo iba a mostrar. Entre el río y la montaña Nicasito fue a la escuela, por el camino que sube se agrandaba su silueta, guadameco cruzadito “si parece que lo viera” Un carta llegó un día llamándolo a Nicasito, “con firmas que no entendían” la patria lo llama al hijo. La Juana y el Antenor, se pusieron muy contentos lo fueron a despedir y al volver… llegó el silencio. Volvieron ya sin hablar Muy vacíos, como huecos, “es toda grieta la Juana” y el cielo, se ha puesto lejos. Se dice que al Antenor lo envolvieron los silencios, y que nunca más lo vieron allegarse por el pueblo. Muy puros de sentimientos,
el Antenor y la Juana, “las firmas que no entendieron” les desgarraron el alma. Nueve años de silencio, iban secando a la Juana, siendo sus fieles testigos el algarrobo y el tala, que por el paso del tiempo van mezclando … sus ramas. La figura desgreñada de una madre, que aún espera, “prestó su hijo”, a la Patria, y bajando las montañas quisiera ver que regresa.
¿Cuántas veces? Autor: José Flores Larkspur, California. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Raíz de mis sentimientos, de este amor que me alimenta, amante fiel de mis sueños. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Sed de tus besos traviesos, recuento de estrellas en tu pecho o el firmamento de tu espalda. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? En cada beso desplegado en tu piel, en tus poros, en la vida, en tu vientre besos inadecuados o fiebre eterna. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Contando luces en el cielo en ese divino momento de celo, donde los ombligos coinciden. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Desgastando mis lágrimas en tu pecho, devastando tu piel en mis manos en caricias suicidas, escribiendo tu nombre. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Si en cada palabra digo tu nombre desde el crepúsculo hasta el ocaso delirando mis ensoñaciones en tus piernas. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Si en vano es poder dormir,
sin tu aroma en mi pecho, sin tenerte en mi torso. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Sacrificando mis versos, diciendo tu nombre secreto, declamando tu amorío. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Llorando en estas noches serenas silente memoria de tus besos de tu piel húmeda. ¿Cuántas veces te he dicho te amo? Si en cada canción esta nuestra historia, en cada verso esta tu esencia, en cada amanecer la promesa de amarnos. ¿Cuántas veces te he dicho te amo?
AMAR SIN VER Nelli Edhit González Acosta Uruguay Hoy caminé descalza tus orillas tus arenas húmedas me acunaron y en un vaivén de olas yo te amé. Caricias que llegaron desde lejos besos que de ti nunca probé tu amor llegó despacio hasta mis pies, como una fría magia que hizo hervir mi sangre ¡Y yo te amé! En silencio yo te amé. Lo supe ayer cuando a tu orilla me acerqué No estabas tú ni el beso y la caricia pero estaba tu huella en la arena ¡Y lo supe! Yo te amé. Te amé sin verte. Caminé a tu vera mojando mi morada con tus aguas saladas, sabiendo que el tiempo iba a pasar vendría quizás, un frío otoño para amar. ¡Y te amaré! Te amaré cuando cansada me recueste junto a ti, me sienta amada porque tú eres el ser que no me deja más dormir, solo escuchar el corazón latir algo que yo no sé decir.
CUÉNTAME Nelli Edhit González Acosta Uruguay Camina y cuenta cada paso ¡Camina y cuenta! Mira y escucha el sonido de tus pies al caminar descalza bajo el sol. Descubre en la brisa una caricia, encuentra esa mano que te hace temblar y eriza tu piel cuando te toca. Siente como corre el viento entre los árboles pero nunca detengas su pasar. Mira el río viajar eterno y silente y escucha que en lo hondo, se agitan susurros de amantes y el grito que una mano hizo callar y aún nadie pudo descubrir. Oye los trinos alegres bajo el cielo y descifra el grito del Crispín que deambula sonámbulo en la tarde. Luego me dices si es verdad Si es verdad lo que ya sabes… ¡ Y yo no!
LETRAS DE PAPEL. Nelli Edhit González Acosta. Uruguay El sol salió escondido esta mañana. Me ha visto salir bajo la lluvia caer en algún charco y reír sin darme cuenta La vida es presurosa que no importa si corro, río, bailo, lloro o caigo. Soy feliz, puedo decírtelo esta vez no sé decir nunca, tal vez… Quiero salir al mundo en busca de algo, algo que solo está en mi corazón. ¡Es mi razón! Es la razón de mi existir buscar aquello que me hace vivir, viajar por el espacio detenerme un minuto escaso, y volar de nuevo hasta el ocaso. Decir que soy luna o estrella fugaz Quiero volar. Volar. Volar muy junto a ti. No me detengan, soy así Soy un camino sin final un vuelo largo hasta el umbral y desde allí a la eternidad. ¡Yo soy así! Verso y amor. Albor que inicia cada día la vida que me espera golpeando mi ventana. Soy así. La sal, el agua, la miel, el pajarillo y la flor No soy barreras no hay diferencias, no.
En mi locura sí hay amor y no lo vez porque el silencio es mi escudo, mi magia plena y la música silenciosa que acaricia mis oídos y me llena. Esa flor, esa luz que pasa, ese poema ¡Esa soy yo y no lo sientes! Soy como el sol que no ha llegado hoy que oculto tras las nubes me ha robado una sonrisa se ha quedado dormido viéndome caer y levantarme riendo de mí y de todo Esa soy yo Un poema a flor de piel escrito con letras de papel. ¡Aquí estoy!
RECUERDO José Iván Montoya Vázquez México Mire en sus ojos El tiempo ya una vida hecha Un sin fin de aprendizajes Una mueca en su sonrisa Un pelo añejo por los tintes Un rayo lleno de esperanza Un alma llena de vida Y un secreto turbio Describirla era un misterio Aunque su cuerpo Estuviera descubierto Sus montes firmes y hermosos Su piel morena y su rico aroma a café Sus besos amargos por las malas experiencias Sus palabras amargas y obscenas Como la hiel, y sin embargo Era perfecta era dama y puta Era el sueño de todos aunque para mí Hoy es nada y lo es todo Hoy su nombre no tiene importancia Porque me gusta llamarla recuerdo.
Lágrimas transparentes Maruca Rodini Argentina Deja caer esas lágrimas que humedecen tu rostro agobiado por el dolor. Deja pasar esas penas que fluyen en tu corazón, aleja los tormentos que te invaden. Si tu alma es fuerte! que no se desate el llanto, sino se inundará de tristezas. deja que quejas las lleve el viento. Déjame enjugar tus lágrimas, son gotas transparentes que se evaporarán deja que te acaricie y todo pasará.
Atardecer en Poesía Maruca Rodini Argentina Bajo un sol de ilusiones nos sumergimos en nostalgia para reflexionar, soñar y volar en un crecimiento espiritual... Las palabras escritas, no se las lleva el viento quedan ahí cultivadas envolviéndose en los recuerdos… En ese maravilloso mundo de letras, se va formando versos en poesías. Y buscan el sendero con Flores, donde son acariciadas por un torrente de agua cristalinas que vienen y van disfrutando la magia de un atardecer en poesía.
“Cuerpo sin alma " Patricia C Cervantes Domínguez Veracruz, Veracruz México ¿Qué valor tiene una palabra? ¿El valuador es quien la escucha o quien la habla? ¿Qué sentido tiene hablar sin decir nada? ¿Qué sentido tiene amar mientras se calla? ¿Qué me darán a mi tus palabras? ¿Por qué se tiene que amar algo sin calma? ¿Qué prisa tiene de poseer aquel que habla? ¿Qué sentido tiene ser cuerpo sin alma? ¿Acaso sabes tú con tu palabra ¿Dar amor a aquel que aclama? Dime tu que entregas... ¿entregas piel, entregas alma? Sabes tú amar en libertad... ¿entregas alas?
QUIERO Guadalupe Espinoza Lagunas México La noche es fría y llena de bruma con gran temor por la oscuridad, deja su cama, y va a la ventana, mira hacia afuera a la soledad... En esa esquina bajo el farol; yace temblando aquel indigente quien esa tarde pedía vehemente, tan sólo un poco de compasión. Quedó grabado en su alma inocente el rostro triste y tierno mirar de ese pequeño, cuya sonrisa tan dulce y franca no ha de olvidar... Mamá despierta un poco enojada, le dice: Hijo, vete a dormir, dime qué pasa, dime qué quieres, y ya mañana te he de cumplir. Contempla al niño, entre las penumbras que al exterior, vuelve a asomar mirando triste a aquel que en la calle, sin esperanza sueña un hogar...
Mamita linda, lo que yo quiero es muy difícil de conceder, quiero que todos los que ahora sufren vean en su vida el amanecer. Para ellos quiero una nueva vida, una familia llena de amor, la noche tibia, llena de estrellas y un día glorioso lleno de sol. Que no haya guerra, ni existan armas que no haya hambre en ningún lugar que no haya odios, ni haya prejuicios que ya no exista desigualdad. Quiero que el mundo sea diferente con gente buena, llena de amor que no haya niños abandonados que nunca sufran ningún dolor. Verlos jugando en sonrisa abierta de todo pueblo y toda nación negros, cobrizos, blancos, mestizos no importen razas ni condición... Mamita linda, dime ¿cómo hago? para este sueño ver florecer un limpio río, un fresco lago donde el sediento pueda beber.
Ver nuestra tierra, verde y florida dando sus frutos cual bendición limpia de tanta mugre y basura ya sin peligro de destrucción...
Sólo eso quiero, Mamita linda tú dime cómo pudiera ser, ¿Cómo se logra alcanzar el sueño? ¡De ver por fin, el amanecer!
Hasta pronto Francisco Pradolini Blesa Argentina No voy a decir hasta pronto por qué sería mentir un adiós. Un hasta pronto es distinto a un hasta mañana o hasta luego, pronto significa hasta algún día. Me dirás hasta pronto porque te falta coraje para despedirme y dejar clavada la incertidumbre en el alma, en una espera interminable, en el pensamiento eterno y evitar que llegues a ser recuerdo. No hay certezas en las palabras cuando no existe futuro y la improbabilidad de acertar cuanto es el tiempo de un pronto. No saber cuánto tiempo durará ese silencio, o cuando será la prontitud de tu regreso. Tal vez adiós sea mejor que hasta pronto, saber decididamente que te alejas, que te marchas sin más, y que debo archivar los momentos, las charlas, las sonrisas y matar las esperas, para que pronto...algún día, pueda recordarte.
Agradecimiento a todos los participantes en esta edici贸n, bendiciones y abrazos de su amigo
Ram贸n de Jes煤s Hern谩ndez Olivares Director y Editor