POETAS SIN FRONTERAS AGOSTO 2016

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Agosto 2016 AĂąo 5 Ejemplar No. 26


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Te pruebo, me deleito Alejandra Inclán Veracruz, México Te pruebo y siento tu espíritu que me reanima, que me invita a volver a la vida, a hacer una pausa y a no ir tan deprisa. A saborear los momentos, al percibir junto contigo que estoy en el no tiempo, porque he olvidado mis preocupaciones, el estrés, las personas, los espacios. En mi mente no cabe nada, más que palabras, pensamientos, humanos, amor para mis íntimos; sabores a chocolate y vainilla si la noche es fría, a menta y a té verde si me cubre la luz del día. Y todo esto nace desde dentro, como activado por tu textura que degusta mi boca. Irónicamente vienen de dentro estas sensaciones y al mismo tiempo provienen de fuera, del líquido que forma tu alma, de tu esencia en granos como chispa divina, y de la taza que te contiene, dando forma a tu cuerpo… me doy cuenta que te asemejas a los humanos, y puede que sin saberlo, esté descubriendo, que alguien más grande también nos bebe y se maravilla con nosotros, con lo dulce y fresco, con mil sabores que proceden sólo de uno, con mil sensaciones, sintiendo la luz que únicamente puede dar un café negro. Te bebo, te pruebo, me deleito…


Plegaria América Guerrero González México Me acerco con pie suave y reverente; a tu presencia. ¡Señor! Refleja el corazón llama dorada en mar pulsante de sol, de agua azul… revestido de paz, tranquilidad, sonrisas y momentos mágicos. Azahares abiertos; reposan su esplendor sobre las olas. Tenues parpadeos de Luz salen del alma. Brillan ojos de querubines. Llamas de maestría consiente, de amor, fe, voluntad, esperanza. Se agita silente corazón de fuego entre plumas de ángeles. ¡Ayúdame Dios mío! Sostenme en línea recta. Manda al arcángel Rafael a paliar mi enfermedad, a darme fuerza para seguir adelante, a derramar su sustancia sanadora en mí. A iluminar mí esperanza, con su rayo verde de sanación. A bañarme con su brisa cálida, a darme fuerza, confianza y cubrirme con sus alas protectoras.


Diosa musitante Clemente Mújica Ponce Xalapa, Veracruz, México Y es que la luna tiene un embrujo... me tortura y me seduce. No quiero pensar en sus hechizos ni en sus engaños, pero me quita el sueño en las noches de verano. Repentinamente baja desnuda y acompañada de las musas. Y cierro los ojos para no verlas pero es inútil, me rodean y desnudas en mi lecho... Cuentan historias del amor y de la pasión de los poetas. Y es que la luna crea latidos... para suspirar y para anhelar. Me resisto pero no puedo, las musas que la acompañan; tocan mi piel y besan mi alma. Y escucho el canto de los amores pasados. La luna ha evocado esos sentimientos y besa mis labios. Sus manos seducen mi cuerpo atrapándome en su conjuro de amor. Las visiones de amores nonatos, me atrapan y crean suspiros. Y es que la luna es diosa suprema... Susurra en mi oído, de amores y desencantos. Me aferra a la vida con encuentros mundanos que nombran al amor entre verdades y mentiras ciertas. Las musas son sus cómplices y perfuman mi cuerpo con versos etéreos. El hechizo habla de amar y ser amado, de vivir y de existir... y repentinamente estoy sumido entre deseos de mortales ¡Y de diosas de la noche!


ÁSPERA Hilda Roccia Río Tercero-Argentina Áspera, la lengua leva el relieve geográfico de la zafra. Afluente es mi garganta cuando tu enjundia desconecta los iones de la tierra, y consciente suspendo el aire para prenderme fuego. Para exaltar la destemplanza del óleo que prendes, lamiendo las depresiones en cada espacio. ¡Basta, no me tortures más, pues estoy ardiendo! Culmina pronto esta tarea que has comenzado sin promesa, sin licencia ni banderas… y cópiame en la carne un evangelio de obscena procedencia. Mas devuélveme pronto la partitura del relente, expatriado implacable de mi pecho. Llegas a la cumbre y escarbo con mis dedos tus realces aplanando la liviandad del cuerpo. En gacela me convierto, mientras la espera inclemente me envuelve con certezas.


PERDIDA Hilda Roccia Río Tercero - Argentina Te busco inconsciente entre los hilvanes de mi espectro, entre la boca lunática de mi escote tórrido, entre los nervios que se dejan escapar por las laderas del destierro resbalando enfermos hacia el silencio. ¡Por Dios, niégame si no fue un genocidio asesinar con deshonra a nuestros besos! aquellos, que no dimos y que esperaban para unirse entre los labios, muriendo sin sostén en el trayecto. Las rosas que he guardado -ya incolorasdeshojan los pétalos sobre el sostén de los reversos, donde las vértebras gastadas (como capullos marchitos) no soportan las manías de la vida para inventar otro comienzo. Y mientras te exilio convencida, observo triste nuestra insolvencia de memorias. Tú allá, tan solo… y yo aquí… perdida.


MOMENTO CULMINANTE Hilda Roccia Río Tercero - Argentina Sagaz, me interpretas y con un beso despiertas los descaros que soñaban. Se alborotan y te lamen subyugados frente a la patria grande que me ofreces. Gravitan tus puños sosteniendo el apuro de los cuerpos. Descontrol y hambre desayuno y carne en una mañana de trinares. Afuera está la alondra. Adentro, tu pecho con mi pecho, tu abdomen conquistado. Mientras se arroja la existencia sobre la corola amplia de las voracidades. Gloria y canto suavidad y brisa, y en la caricia, otro mundo sin fragmentos sin fronteras, sin adúlteros fantasmas ni mediáticos tabúes al acecho. Amarnos en el momento ecuánime, es el punto culminante cuando de dos, pasamos a ser uno.


Ecos… luz Isidoro A. Gómez Montenegro. México La Luz está en el mundo, y El mundo ha sido hecho por ella: Pero el mundo no la ha conocido. Juan I,10

Recinto borrado de siete vientos, antro abierto a la luz abrevándose desértico. Vasto lugar oculto, fruto maduro, pesado. Cuenco de flores amor destila. Abre voces de adivinación. Las arenas beben el rapto virtual de aguas lapidarias. Entre huellas cadenciosas agua embriagadora de manantiales velados. Bajo la roca se deshila, humedece bulliciosa mariposa, higo tomado del cesto ocre. Vuelve sin luz y tacto reverbera insólito tejido de primavera. Se extiende hacia adentro el huerto. Destellos finos, bronce de hojas, escanciadas gotas escasas. Malla deslindada y lúbrica de diosa son tus labios. Brillo apacible, anhelante calidez. Eyecta por instantes entresijo verbal. Libran cadencias… Decrece en términos lentos voluptuoso oleaje sabor durazno. ¡Ecos!, ¡luz!


LOLA(FRAGMENTO) José Luis Yepez Sosa Veracruz, México Hacía varios meses que Lola ya no tenía marido ni tampoco trabajo, ella y sus dos hijos pequeños sobrevivían de las rifas que organizaba, el vecindario y los padres de familia de la escuela de sus niños eran sus clientes habituales, sin embargo a últimas fechas ya no vendía números como en un principio, una porque los compradores de siempre empezaban a fastidiarse por no sacar premio alguno y la otra porque varios de sus vecinos y conocidos compraban boletos y no le pagaban, el negocio con estas dificultades no funcionaba bien, esto le llegó a desesperar a tal grado que pensó en cambiar de aires y sobre todo buscar un trabajo que le generará lo suficiente para comer , pagar sus deudas y darles una mejor vida a su prole. Lola se sabía admirada, no había día en que no llegara a su casa llena de piropos, algunos por ciertos muy subidos de tono, que hacían alusión a su bien torneado cuerpo. Como toda mujer sola y de muníficas carnes era asediada por varios caballeros y otros digamos no tan honorables. Cerca a su casa había una carnicería, cuyo dueño siempre le dejaba sentir sus cumplidos amorosos, pero ella no daba paso a nada, pese a que más de una vez éste la invitó “a dar una vuelta por ahí” siempre lascivo en el respeto y con una mórbida galantería, rematada con lo que parecía ser una sonrisa cínica, al pronunciar eso de “dar una vuelta por ahí”. Algunas veces Lola con tal de llevar a casa un poco de carne, “aunque sea para la sopa” como ella lo decía, le permitía a Melchor el carnicero pasarse un poco de la raya, dejándolo que acariciara sus manos mientras galantemente, le cantaba a todo pulmón una bien entonada melodía de José José , claro está que esto sucedía cuando no había clientes a la vista. Solo ella y él trazando lo que parecía ser un eminente encuentro amoroso, pero no, una vez que ella conseguía lo que quería (la carne para la sopa) emprendía como los toreros la graciosa huida, dejando al carnicero con todas las carnes alborotadas. -Canta usted muy bonito pero ya me tengo que ir….se me hace tarde para la escuela… dejé solos a los niños…. Estos eran algunos de sus mejores pretextos para salirse con la suya, sin importarle las demandas de su carnicero seductor. -Gracias Don Melchor, se lo quedo a deber, me lo apunta por favor le decía sonriente, mientras salía a toda prisa del local contoneando sus exuberantes caderas.


NACER AL CIELO José Luis Yepez Sosa Veracruz, México Tomaste del copo de nube El dulce besar del viento Con las gotas de lluvia prístina Empapaste de ti mi sentimiento Yo era el inquieto cirrus volátil A merced del Dios del trueno Pájaro fugitivo del infierno Volé hacia ti entre el estruendo Tú me diste nido y aposento Con tus rayos de luna el alimento Y en la onírica voz del silencio Con tu lira de estrellas calmaste mi tormento. Noche, juntos fuimos las olas del mar irreverente Entre el fragor de los astros expulsados del antiguo firmamento Dejamos nuestra piel en los Estrechos laberintos del destino Y en lo más profundo de las Entrañas del camino Depositamos la flor para nuestro nuevo cielo.


EL LOBO Y YO. Lucila Reyes González México Recuerdo aquella noche, En que, perdida yo en el bosque, tiritando de frío, la piel de un oveja encontré, Era suave y tibia, y sobre mi espalda la coloqué; sintiendo calor y calma mi viaje continúe. A lo lejos, escuche un triste canto, suave aullido, que el recordarlo me ha estremecido, Siguiendo la dulce melodía de pronto vislumbré, un maravillo espectáculo que nunca imagine. Cantándole a la luna, en la noche recortado, encontré un lobo, sobre un gran montículo escarpado Veía a su luna amada, con ternura le hablaba de su amor, de su belleza, de esplendor, y de su hermosura.


No pudiendo resistirme poco a poco me acerque, y, con la piel de oveja, cubierta, cerca del lobo llegue. Mirando con desdén mi disfraz a su amada siguió cantando, había tanto dolor en su canto que con él me identifiqué. Reconocí en su melodía, el mismo dolor que yo había tenido, sintiendo en su canto la agonía, de un amor no correspondido. Olvidando el peligro aún más cerca llegue asegurando mi abrigo hasta el llegué. Queriendo acariciar este portento de belleza, perdí la prudencia y mi mano sobre él coloqué. Con sorpresa sentí su cabeza rozar mi mano, suave, en forma de caricia, al verme tan tranquila. levanto al cielo la frente y comenzó a cantar de la tristeza en su mente, sentí deseos de llorar.


En sus palabras había tristeza, hablaba de las cosas de la vida, me sorprendió la destreza y el arte de hablar que poseía. Analizaba, los sentimientos, los hechos, los afectos, y había en todos estos una gran sabiduría. Me habló de la amistad la confianza, las ilusiones de la maldad, la bondad y las malas intensiones. las desilusiones y la desconfianza, embelesada, olvidando mi disfraz levante la cabeza y la piel de cordero cayó con presteza. Volteo rápidamente, desconcertado, enojado, herido, tantas emociones lo tenían perdido, estaba airado hasta hacerlo enfurecer. Presa de ira se tornó contra mi ser clamando con aires de venganza lo que pensó era una trampa una horrible trampa en contra de él. ¿A que has venido? rugió con potencia ¿me cazas? ¿me vigilas? responde antes que pierda la paciencia y acabe con tu vida.


Dime que morbosa pasión te guía ¿Por qué vienes aquí a buscarme?. ¿Alguien te envía, O solo quisiste molestarme? En mi confusión y mi torpeza, sintiendo el alma en un hilo aturdida aún por la sorpresa, comencé a hablar bajito. Lo siento, lo siento, no era mi intención hacerte enojar, sólo quería saber el porque de tanta tristeza y desolación. ¡No mientas! rugió el lobo has querido engañarme y mereces castigo pues jamás se acerca disfrazado quien pretende ser tu amigo. Te lo digo honestamente has errado tu método pues si te acercas con la verdad hubieras ganado mi amistad. ahora no me siento seguro contigo me iré, me marchare lejos, mas allá de los valles de la noche y jamás volverás a encontrarme en tu camino. Nooo, por favor! grite entre sollozos me iré yo, perdona si te confundí el error ha sido mío, soy yo quien debe partir, llevaré el recuerdo de la melodía que oí.


Espera, antes de irte, dime me has engañado ¿ cuál es la razón? conteste lentamente, y le dije: me deje hechizar por tu canción. No quise asustarte y cometí un gran error no fue malicia, ni espiaba nada, me deje llevar por el amor no te preocupes mas, ahora me voy. Espera, dijo nuevamente, y ya había cambiado el todo de voz, sonaba más tranquilo, ¿acaso lo conmovió mi desazón? me dijo, -acércate- cantemos juntos en esta ocasión pero; no estés muy cerca de mí, ni tanto tiempo, porque puedo desgarrar tu corazón. Me acerque de nuevo y ví en sus ojos tanta emoción que abracé por un momento ese gran portento, de belleza y desolación. Desde entonces… voy a verlo y siempre cantamos juntos la misma canción.


¡Castigo! Lucila Reyes González México Si el castigo por mis celos Es no verte vida mía Tendría que acabar con ellos Y aun así, no te recuperaría. Dispuesta estoy, entonces a perderte, Aunque en ello me arrebate el llanto Pues la sóla idea de no verte, Hace que me cubra un negro manto. Curada de celos, entonces quisiera Que por fin tus ojos vieran, lo que tu alma ignora, Un corazón que por ti sufre y llora Esperando una mirada siquiera, que me diese un indicio de tu amor, Pero como eso no sucediera. ¡No ahogaré mi alma en el dolor!. Mientras a mi prado llegue otra primavera Que me convierta en fuego de verano Y se quede conmigo todo el año Dándome el amor que no me dieras, Quizá entonces sucediera Que volviese yo de nuevo a florecer Y en un nuevo amanecer Olvidarte, entonces, pudiera…..


DAFNE YARAH Maria Luz Olivares Aldana Veracruz, México Hay vacíos surgiendo sin medida Tratando de encontrar una respuesta Ante el gigante remolino de la vida Cautelosamente hacia mí llegas. Con preguntas opacadas por el llanto De cristalinas lágrimas de niña Y corazón que un volcán semeja Hambrientos de caricias. Con mirada interrogante y picaresca Parece que escudriñan mis reflejos Cuando posan tus manos en las mías Pidiendo a tus preguntas mil respuestas.


CUANDO CESE LA LLUVIA Mirna Marquez Córdoba,Argentina

Ring, ring, ring; suena el teléfono, corro, descuelgo el tubo y su voz amada me dice-cuando cese la lluvia, cuando cese la lluvia, amor nos encontraremos-¿dónde?, le dije ansiosa su voz me responde-en el lugar de siempre ¡amor! - si allí estaré. Por fin deja de llover, ya estaba lista, por las dudas llevo el paraguas y saltando los charcos con alegría; llego al lugar del encuentro, aún no estaba. Caminé por los senderos húmedos para aplacar mi nerviosismo, pasan los minutos, las horas, cae la noche y él no llegó, nuevamente comienza a llover. Lentamente desando el camino a casa; No sé si pienso oh tal ves Se atropellan los pensamientos y no logro esclarecerlos. Llego, abro la vieja puerta de hierro, coloco la llave en la cerradura y entro, prendo la luz, ¡que fría está la casa!, no sé porque corre por mi cuerpo un extraño sacudón, pongo la pava, preparo todo, prendo la tele, es la hora de la novela. Me acomodo en el sillón, mientras tomo mate miro sin ver, escucho sin escuchar, ¡de pronto!, aparece una noticia de último momento, - el arroyo llevó el puente y junto con el un auto que en ese momento lo cruzaba; - helada de pánico, escucho el nombre,-oh ¡no!,- el es el, - lo llevó la corriente- no lo encuentrany el locutor dice, cuando cese la lluvia, cuando cese la lluvia, se encontrará su cuerpo.


Soñar Mirna Márquez Córdoba, Argentina Por entre la bruma comencé el recorrido, hacia el bosque de los sueños. No fue fácil llegar.....El Duende Azul me dijo que si lograba pasar por el puente colgante, encontraría la senda. El puente me da miedo se mueve mucho ¡demasiado!. Por más que me aferro, más se mueve,...ya no puedo regresar, ¡tengo que continuar el viaje!. Y cerrando los ojos marché, ¿quién puede caminar así?....¡yo! Porque imaginaba ir por un sendero bordeado de flores,....Y ¡LLEGUÉ!. Al abrir los ojos, ¡lo vi!, ¡era tan hermoso!. El canto de los pájaros, el aroma de los verdes, y ¡ese mágico lugar! Por el cansancio quedé dormida. Soñé que el príncipe, mi príncipe llegaba a mi y sonriendo me decía, también yo vengo de lejanos países. ¿.Me dejas descansar a tu lado?, emocionada con la cabeza le dije que si, ambos nos quedamos dormidos tomados de la mano. Sentí un calor recorrer mi cuerpo. Era el sol que entraba por la ventana. Miré desorientada, angustiada, ..¡pero como!, ¡qué pasó!. Entonces comprendí que todo fue irreal, ¡solo un sueño!,. Mientras un fuerte dolor en el pecho, lentamente me dejaba sin aire. Comencé nuevamente a recorrer un camino, ¡un largo camino!, al final una luz me enceguecía y me atraía, atraía, atraía.


SOÑANDO Mirna Márquez Córdoba, Argentina Ve,¡¡ve a dormir!!, descansa tal vez mañana, el sol entre por tu ventana, destruyendo la oscuridad de tu vida, y podrás correr los fantasmas, esos fantasmas que te acorralan, llevando tus sueños, como un tornado, dejando ruinas de ilusiones, que por el fango se hunden, se pierden en los abismos del tiempo. Ve, descansa que tal vez mañana la luz penetre por tus entrañas, y nuevamente den rienda suelta a los sentires, en busca de la quietud en un lago de aguas mansas. Ve y descansa que tal vez mañana arribes al puerto que anhela tu alma. Duerme niña, duerme y sueña, sigue soñando.


ALMAS. Nelli Edhit González acosta Paysandú. Uruguay. Agosto 2016 Cargadas y en penumbra van como sombras en la noche. Deslucidas y torpes, ignorando su fortaleza y su ingenio. Ojerosos colgajos de infortunio y soledad. Estériles seres que se envuelven cual serpientes entre si, sin un viento fuerte que empuje el velero oscuro y los deje en la otra orilla sin piedad. Dejan desparramados los enseres de sus propias calamidades, adoran ídolos de fango y queman ilusiones y cuando revisan el balance ¡Ya no queda nada en el arca! Entonces sueñan. Sueñan, se agitan y corren en busca del premio. Rebuscan bajo arcadas lujuriosas lo perdido ¡Y ya no queda nada! Solo hay una senda por delante, un horizonte que se pierde a lo lejos y cambia. Cambia y… ¡No saben por qué cambia! Y así están, solos. Solo entonces, tal vez cansados, verán hacia atrás el camino sin huellas por donde han pasado. Entonces saldrán del lodo, apartando las nenúfares. Crecerán, sin darse cuenta ¡En otro plano! ¡Pero nunca dejaran de reconocer que un día, aquí estuvieron!


AMIGOS Nelli Edhit González Acosta Paysandú. Uruguay. Agosto de 2016.

Amiga, amigo, momentos de complicidades abrazos que calmaron tempestades, manos que se unieron para levantarnos y un pañuelito blanco que recogió lágrimas. Oído de mis sentimientos locos boca que quedó cerrada solo para escuchar con calma palabras que no se dijeron o dijeron más, cuando el momento era una hoguera en viva llama. Y la razón nada decía o nos dejaba el alma tras la puerta para escapar de aquello que ya no queremos pero que sin embargo perseguimos. Amiga, amigo, momentos cómplices, una vida despierta. Recuerdos contados en noches que pasaron volando y siempre queda más para contar y seguir andando Charlas que no acaban jamás ni el tiempo ha de dejar pasar Amiga, amigo, cómplices de mi forma de amar. Amiga, amigo mis ángeles en libertad y en sus hombros cargando la mochila de mi felicidad


"Adiós amor mío" Patricia C Cervantes Domínguez Veracruz, Veracruz México Sentada bajo el árbol del olvido, tu fría indiferencia ya me alcanza. El aire me susurra al oído que sólo nunca pierda la esperanza. Soy hoja que se suelta de tus ramas... Qué el aire se lleva a donde quiera. Soy el alma a quien nadie ama, La que a todos ve y a la que nadie viera. Soy lluvia que sale de tus ojos... Qué beben tus hermosos labios. Soy momento que pasa presuroso... Soy recuerdo que guardaste en tu armario. Soy la brisa del mar a tus espaldas, que te mira caminar con tal sigilo. No es la brisa, sólo son mis lágrimas., Qué brotan al saber que ya has partido


GAVIOTA Ramón de Jesús Hernández Olivares Veracruz, México Viajera del tiempo que se desliza entre nubes y olas llama a la luna para que bese al sol en eclipse de amor. Toma mis sueños y elévalos al firmamento desprende cada uno y llévalos al viento, caerán como gotas de arcoíris lloverán versos e historias sublimes. Busca al navegante perdido, que trae como estandarte su furia del mar, que en su piel tatuada está y en sus labios, besos de sirenas y mar. Ave de ilusiones pasajeras busca tesoros en islas, alcantarillados y rivieras, tráeme un cofre de virtudes lo cubriré de flores, guardaré anhelos perdidos, rosas marchitas y estrellas fugaces que un día cumplieron deseos. Gaviota, amiga, en tu último suspiro entre mar y estrellas regálame tu plumaje más bello, prometo escribir mil historias bellas.


..Y TE FUISTE Santa Velia Flores Barrón Sabinas, Coahuila México Hoy mi corazón habla reclamando el tiempo que se perdió en esos instantes negros de reclamos y celos. Hoy...con una sensación de nostalgia y amor, este corazón matizado de alivios te dice: ...y te fuiste Cuando apenas vivíamos los sabores del perdón. Cuando apenas valorábamos tiempos, amor y respetos. ...y te fuiste Sin imaginar la profundidad de tu ausencia ...te fuiste Dejando mis miradas que te hablaban, palabras que ya no escuchaste, sonrisas que ya no viste, palpitares que ya no sentiste. ...y te fuiste me faltarán tus palabras, me faltarán tus miradas, ...me faltarás Tú, Y hoy te doy un adios eterno con una naciente lágrima que nace desde mi alma.


Destino Zaradyel España

Del polvo para el polvo, de las cenizas para las cenizas, de las esperanzas al firmamento, poniéndose en pie cubierto de gloria. Un universo por cielo, la bóveda celeste por manto de guerra y de sueños forjada la espada, con el brillo de las lágrimas derramadas, Un deseo sublime de añoranza ilimitada, con el alma floreciente en pos de batalla y por escudo el amor mas puro. Librad, librad la batalla en una guerra ya perdida desde el nacimiento, dejad que caigan las cenizas y que el polvo las cubra con afligida soledad, Sobre eones de vivencias muertas, entrelazadas en el telar del destino, tajado por la cuchilla de la lucha, guerrero que no detiene su fortaleza ni ante la batalla perdida. Polvo de estrellas como suave lluvia limpia el campo fúnebre de almas perdidas, pero que con aguerrida potencia se elevan sobre sus rodillas.


Mirad al cielo, el torrente sanguĂ­neo circula cual palpito de un corazĂłn viviente, y en una estela de siniestra fuerza sigue latiendo, demostrando que a pesar de todo a ganado. Bajad las aguas del cielo, y bebed de las arenas del tiempo, por que aun que el destino se forje en acero, el hombre puede cambiarlo con su anhelo.


Seguimos con el sueño de compartir lo que nos dicta el alma y el creador del universo. Eterno agradecimiento a nuestros colaboradores

Ramón de Jesús Hernández Olivares Veracruz, México


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