POETAS SIN FRONTERAS ENERO 2018

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Poetas sin Fronteras

Enero 2018 AĂąo 5 Ejemplar No. 42 1


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Otilia América Guerrero González. México El día de la natividad, en tierra baja, cerca del río Coatzacoalcos, entra la sombra del maligno al hogar de Otilia. Ella es pescadora, tiene siembra de alevines, siempre ha vivido a la margen del río, lo conoce, nada en él. Con sed de mieles escarmena su pelo frente al espejo, sonríe a la vida, baja al río a tender las redes de pesca, piensa en su compañero, mañana estará crudo, se prepara para tenerle un caldo de pescado a su gusto, picoso, para sacar la resaca. Encalla “La nao de Mina”, es el nombre del cayuco, recoge el remo y regresa a casa. Prepara la cena de esa noche, ve por la ventana venir a su hombre, regresa al espejo, vive con la zozobra de la edad, ella es mayor que él, de lejos lo ve fuerte, viril. Siente a su espalda penetrar la sombra negra, la sombra malévola, se le erizan los vellos del cuerpo, el remo lo puso tras la puerta. Joel viene de Mina visitó los tugurios del Playón, a últimas fechas están plagados de prostitutas, ya no puede uno pararse por esos lugares por temor a ser confundida y empiecen a faltarle al respeto, no distinguen los hombres a las mujeres decentes, madres de familia, en esos lupanares sólo corre cerveza, drogas y perversión. A él le gusta visitar el mogote de Magüe, mujer salvadoreña, lo atiende, le ha envenenando el alma con chismes de su mujer, él ha dejado que le truene el chicharrón al oído, le sobe el pelo, decía la abuela Agustina de Montenegro a su nieto: ¡No dejes que te soben la cabeza las mujeres!, así los amansan. Por fin llega a la puerta, Otilia corre a abrazarlo, siente el fuerte olor a cerveza _ ¡déjame! le dice y la retira de un manotazo.

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Los ojos inyectados de lumbre, el vaho que despide podría incendiar la casa, el alcohol lo tiene fuera de sí. _ ¡Ya me dijeron que cuando vas a recoger la pesca te ves con un fulano, no se te quita lo p... , entre más vieja más p… , no sé por qué vivo contigo, ya estoy cansado de verte, por qué no te largas al infierno maldita mujer! Sorpresivamente toma el remo que descansa tras la puerta, se lanza contra Otilia y le asesta un golpe fuerte entre quijada y oreja, allá fue a dar el cuerpo con mirada de tanto espanto, así quedó. Al ver lo sucedido, hasta el pedo se le bajó, parecía trompo chillador, dando vueltas y vueltas alrededor de Otilia, sin saber qué hacer, en un arranque de desesperación la levanta y la esconde en el ropero. Sale de la casa dando gritos de auxilio a los vecinos. _ ¡Ayúdenme, ayúdenme, ayúdenme a busca a Otilia! se cayó al río, iba borracha, no la encuentro. Los vecinos asombrados salieron a buscarla, entre ellos la madre de Otilia, nada, no la encuentran, cansados regresan y le dicen a Joel que al amanecer reiniciarán la búsqueda, hace frío, es navidad y todos quieren estar con su familia. Antes del amanecer, cuando el sueño vence a los vecinos, carga el cuerpo de Otilia, lo atraviesa en el cabello, sale rumbo a Mina, lo deja en el río, cerca de una cantina, a orillas de Capoacan, regresa a esperar a los vecinos, vuelven a buscarla. Clareciendo encuentran a Otilia, recién había fallecido, tenía las uñas y los dedos hechos girones, trató de salir, en la orilla la fuerza le faltó, ¡llegó el fin! No murió del golpe, tal vez, lo frío del agua la hizo reaccionar, no pudo librar la sombra siniestra que la perseguía.

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Suspiro de tres mil años Antonio Pérez Malpica Papantla, Veracruz (México). El beso primordial de los amantes locos nunca se olvida, la primera mirada de siglos aguarda a la llegada del amor caótico, las sensaciones cósmicas se consumen en la tarde de agosto. Recuerdo las caricias, los suspiros y las largas caminatas entre los pasillos de la ciudad secreta. Pienso más tarde, en aquella noche donde las fronteras se fracturaron, cambiamos nuestro amor por aquella eterna complacencia humana. Suspiros robados, besos inspirados, caricias expandidas entre los cuerpos milenarios y un solo espacio-tiempo donde nuestras almas se desnudaron, la intimidad se disolvió en la esencia de Venus. Se despiertan sensaciones oníricas y dibujos surrealistas surgen con las melódicas baladas. La eterna inspiración de verano se conjuga con el invierno pasional. Sueña a mi lado. Enamórame con tu sonrisa, despiértame con besos multicolor y llévame a conocer los planos astrales. Conexiones que se establecen, miradas que habitan en las habitaciones psicodélicas, un sentimiento nostálgico que se expande cuando no estás. Y es que tu presencia ilumina mis sentidos y agudiza la esencia interna del alma. Tres mil años para amarnos desenfrenadamente, tres mil años recorriendo el mundo, tres mil años juntos.

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Certero sin certeza Antonio Pérez Malpica Papantla, Veracruz (México) Las gotas negras se desplazan en las cortinas de los sueños de media noche, la botella de Vino, el antaño recuerdo de esperanzas, tu nombre convulsionándose como los árboles de un otoño vació. Las cicatrices de una guerra no iniciada colapsa la mente por los tormentos de la niñez. Nombres y repisas vacías se enganchan a los recuerdos oscuros, los templos se inundan de aquellas oportunidades perdidas. Observo con atención el laberinto de la araña, sus redes se mezclan con los pasillos de los soñadores atrapados. Hay existencias olvidadas, muertes infinitas de cazadores de utopías y un epitafio pendiente. Las trompetas adulteran los centímetros de mi piel, hipnotizan mi conciencia y avanzan hacia el vacío oscuro. Las incertidumbres, las dudas y la desesperanza retozan como las compañeras fieles en este aquelarre. Las melodías melancólicas se hacen presentes con el vals de la duda. Escalo y resbalo en las luces violeta, busco aquel olvido infantil; la milenaria existencia se llena con pequeños retazos de vida, una tras otra caen dentro la pena de muerte alquilada por los señores oscuros. Y al final, todo lo que hay o existe solo es un suspiro de la mariposa salvaje del Congo.

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NOCHE DE ENSUEÑO Cris Marino- Lola Vara Argentina Noche de tibio insomnio de soltar amarras de arrullar silencios de añejos jazmines que no perecieron de pétalos rojos allí sobre el lecho donde somos todo la distancia es nada. Noche/ de mecer los cuerpos con cantos alados de abrazos intensos quebrando hasta el tiempo. Noche...de susurro y versos. Abrígame ahora éste es el momento morir con la luna sellando las pieles renacer de nuevo aunque...esto sea tan sólo ... Mi sueño .

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SI ALGÚN DÍA Cris Marino-Lola Vara Argentina Si algún día se enmudecieran las palabras hablaría mi mirada. Si las caricias se extraviaran en suburbios lejanos sería brisa en la montaña. Si algún día quisieran desterrar mi esencia le inventaría alas a mi alma a mi cuerpo. Si alguna vez me robasen la memoria no importa... pues tengo cada instante cada recuerdo marcado a fuego en las entrañas. Yo te aseguro aunque me invada la nostalgia aunque el dolor quiebre mi alma jamás ... voy acallar mis sentimientos jamás olvidaré...nada.

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PUENTES QUE NO SON PUENTES Daniel Abdón Balderas Pérez Veracruz, México Ya había bajado la pendiente pero aun faltaba cruzar el puente. Puente colgante. Puente crujiente. Puente que no es puente, sino prácticamente una cuerda floja y debajo de él, la corriente que miles de piedras arroja. Lo crucé y caminé, un camino como el de la serpiente que desgraciadamente me llevó a otro puente otro puente que no es puente.

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PODRÍA Daniel López México Podría hablarte, Decirte que te amo Mentirte descaradamente Y seguir haciéndonos daño, Podría buscarte Pasar "accidentalmente" por tu aula Unas palabras robarte Y rogarte el brillo de tu aura Podría olvidarme de que existes Olvidarme de la melancolía, Disculparme sólo en prosa Pero, ¿qué diría la poesía? Podría seguir adelante Echarte de mi vida Y volver al amor ver De este último verso sobrante Hay demasiadas cosas que podría Pero que no las quiero hacer...

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2018 Héctor Daniel Paz Argentina Desde la isla Samoa, el nuevo año desparramará los principales regalos en el primer día del año. Y a partir de allí, y a cada hora, irán bañándose los campos, los bosques y las casas con el virginal aire de la aurora. Junto a las puertas y a las ventanas mironas, muchos llantos humedecerán los ojos por todo eso que la vida tomó, y por estas flores que llegaron con ternura y luz. Todas las memorias evocarán lo que el corazón guarda secretamente en una foto o en una amarillenta carta, y por segundos mágicos, que hacen vida lo que el tiempo se llevó. Y allí estas tú deseando, de uva en uva, cuando dan las doce, y con sonrisas y pétalos de rosas en un vaso, todo lo que quieres para estos nuevos soplos que tutelarán a tu sino, y al de los seres que amas. No hay palabras en ningún idioma que pueda decir lo que en el espíritu bulle. No hay libros que expongan las ansias que el ser guarda cuando se cruza la puerta del nuevo e ilusionado año, y a sabiendas de que todas las cartas figuran en la mesa. El crecimiento en éste momento mágico será para todos, y para cada uno, de una forma brillante para que lo opacado pueda renacer. Pero el año se llevó en una mano, y de hurtadillas, todo lo que Cronos aceptó como vencido. Con la otra mano, y a través de los ojos de las estrellas, puso en nuestros caminos los retos y desafíos, que lograrán cristalizar en vida, aquellos sueños que se coronaron en nuestras siestas sobre el sutil edredón, para darnos el riesgo de mirar hacia el costado, en dónde unos ojos esperan. Desde la Isla de Samoa se pone de pie un gigante de granito que sólo tomará vida cuando lo enfrentemos con ilusiones, humildad y sensitivas esperanzas. Feliz año nuevo y gracias por el pasado.

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Volver a llamar Héctor Daniel Paz Argentina La culpa no es tuya y tampoco es mía y si miramos bien, a lo mejor, no hay tal desliz. Es la vida que nos acarició así. De nuestra mistad nació un corazoncito que se mezcla en el tiempo, de manera perenne, y que nunca envejece. La razón, a la mañana, es llamada por este geniecillo. El me pregunta ¿Qué se de Ti? Al principio no le contestó y miro el reloj despertador que no se decide a tintinear, para no interrumpir la comunicación. Quiero levantar la sábana para levantarme y me vuelve a preguntar, con voz sufrida. Abandono mi deseo de levantarme y mientras miro el techo le digo que vives muy lejos, que estás ocupada con el trabajo y tus relaciones familiares y que por ese motivo no quiero molestarte. El levanta la mano como pidiendo permiso y me hace bajar la vista hasta mi pecho. -No me dices la verdad. -¡Es así corazoncito! Y agrego: -Debes saber que las personas luchamos con un animal bestial y que no admite excepciones, es el tiempo. -No me digas que ella se olvidó de mí, también, porque yo nací cuando ustedes se miraron y jugaron con una sonrisa, como haciendo un trato de legítimo querer y ¡porqué me dejaron ahora! -No querido duende, no. Yo todos los días te miro cuidándote, te abrazo y te hablo pero ¡no sé! -¿Tú quieres que yo también desaparezca? -Eso va a ser cuando mis pulmones dejen de tener aire. -Entonces háblale. -Está bien, mañana lo hago. -¡Ayer me dijiste lo mismo! ¡No quiero mentiras, por favor! Un dolor profundo me hace arañar al tiempo, que como planetas insufribles nos fue alejando. Entonces decido alimentar de nuevo a mi dolor, solamente porque mi duende lo pidió y con los ojos vidriosos y la voz falsa, te vuelvo a llamar.

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Agenda Héctor Daniel Paz Argentina Caminando, estos momentos, abro la agenda limpia del presente año. Sus hojas níveas y virginales me insinúan que todo se iniciará ahora. ¡Cómo si yo antes no hubiera existido! Miro el perfumado amanecer mientras pequeños jilgueros retozan entre los árboles y el techo. Ellos cantan al nuevo año. ¿Todo nuevo? Como si el todo no tuviera una historia que nos dejó en este momento. La soledad camina entre mis viseras. ¡Yo, frente al coloso de piedra! Miro hacia afuera, donde el verde despierta, y todavía recuerdo tu antiguo nombre. Entonces me pregunto ¿por qué? ¿No es que era todo nuevo? y a segundos de abrir los ojos el pasado me columpia hacia lo mismo. Las paredes amarillentas de la habitación no me dejan distinguir el rostro virgen del presente. El nuevo año se resiste a ingresar a mis entrañas, para mutar todo el tedio y la evocación de los días claros que me empujaron en el tiempo. Crecer, ¿para qué? El cuadernillo de anotaciones, de los años pasados, espera mi decisión. El me mira desde la esquina, donde los recuerdos espían. El todo espera una sentencia. Regreso arrastrando los pies al patio con la agenda en la mano. Me siento sobre el sillón de madera olorosa. Por el aroma inquietante de la quieta rebeldía un montón de asociaciones mi mente dibuja en el segundo. ¡Cuánta agua, cuanto matiz pintó mi cuerpo! Pegajosa pintura que me envuelve como una telaraña, que no quiero o si persigo. Mi historia y allí mi vida. El desnudo tiempo lacera la piel que pretende disolverse en el momento. No puedo borrar mis días y si a lo sumo caminar a un costado cercano. Dejo caer la agenda del año que desembarcó. Camino como apurado hasta la esquina. El cuadernillo se sonríe. Lo tomo y mirándolo comienzo a abrazarlo con fuerza, entre muecas de alegrías y emoción, la vida continúa.

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Sonido de la edad Isidoro A. Gómez Montenegro. México Desnuda mujer tras el vitral… mujer de sombra amorosa. Bebimos lo indecible. Agua en mi corazón agitas y gotas de luz llenan tus suspiros. Silencio oscuro… Sombra de agua, sendero de mirada en la primera estrella de la tarde. La luna más allá del zaguán. Amor saciado de madrugada asoma al brocal del pozo. Oscura ciudad de noche en la mariposa de tus párpados. El día comienza con tu nombre. Cuerpo donde vivo. Besamos la noche desgastándola, pan de amor constantemente nombrado. Sonar de pasos y temblar de voz sobre el limo del llanto. Ese ir de la mano tantas veces, ese fulgor de agua… ese sonido de la edad. Entrevero recuerdos con sabor impoluto de besos en el orgasmo. Tus pestañas mojadas abrevan luz. Entrelazo el tiempo en oquedad de hombros. Susurros quietos y mañana despertares lentos… La dicha escrita en esta hoja de papel.

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"Afanes" José Manuel Ambrocio Veracruz, México Promesas rotas, sueños roidos, el amor que esperábamos, desvanecido en sueños de éter, anhelo latente, húmedo, negándose a morir. La lógica dura prueba, que el amor metáfora tardía es, alma que en su soledad se aferra, al espejismo fugaz, esperando a ser feliz o morir en soledad. Deseo contradictorio, vida en claroscuro, sed de amor que el alma pica, la razga, ofusca, del nuevo ciclo espera, que el milagro ocurra.

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OTRA DESPEDIDA DE AÑO Lourdes Lagardery Puerto Rico Otro viejo año se despide, felicidad y algarabía por el nuevo año que llega, y mi triste corazón tan solo pide dejar de navegar las aguas que navega. Volveré a buscarte entre la gente que se acercaran a darme mil felicidades... aquí en las sombras mi corazón sabe que nuestro amor oculta muchas verdades. Porque no es lo mismo, estar sin estar. aunque el pensamiento vuele a otros lugares Es muy diferente, querer y amar, cómo es diferente, la alegría y los pesares. Sin embargo, he de mirar al cielo, pensando que tal vez harás lo mismo, se elevará mi alma en sutil vuelo, subiré de lo profundo del abismo cuando el reloj de las doce campanadas...... ¡Para decirte, cuanto te quiero, Cuanto te necesito!

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Título: Yo, sé de eso Autor: Lucila Reyes G. País México Sola, aquí, esperando tu regreso, acaso el amor ¿no es algo más que eso? un sufrimiento continúo que sólo penas acarrea, que no corresponde a sentimiento ninguno en ¿una rústica pelea? Es acaso, este amor que te di errado, ¿y todo lo vivido ha quedado en el pasado? ¿Acaso ya olvidaste: tus palabras y juramentos? ¡Y ahora te dedicas a maldecirme, entre sollozos y lamentos!

Es acaso esa cobardía que de ti se apodera... que no te permite decirme en la cara lo que tu alma desea. Es ¿el sufrimiento no esperado? ¿Es un beso mortecino? ¿Una tregua en el camino para recomenzar ya recuperado? No, el amor no es un sentimiento, no es pasión, no es pena, ni es alegría, no es desilusión, tampoco es sufrimiento, no es una caricia, no es un beso el amor es mental, ¡yo sé de eso!

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Título: Rutina Autor: Lucila Reyes G. País México Hoy como otros días vine al Campanario, a escribir un poco y a acordarme de ti, a veces escribo, pero de ti me acuerdo a diario, qué dulces saben los recuerdos aquí. Con música de fondo y agua de la fuente respirando el aire, sentada a la intemperie, se conforta mi cuerpo, se relaja mi mente me siento contenta y mi espíritu sonríe.

Veo el agua de la fuente y ésta me hechiza, por más que corre no logra salir, sube, baja, se hace la huidiza y ahí mismo se queda, cómo se parece a ti.

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Título: En el Campanario Autor: Lucila Reyes G. País México Todo es poesía mientras tomo café, el agua de la fuente cae alegre y la música se combina con él, En este lugar mágico que la gente no ve. Suave rocío de lluvia con la tarde cae y yo sentada bajo la sombrilla, veo cómo en el fondo la luz brilla y se mecen la hojas en suave vaivén. Y tú que no vienes era la cita hoy o ¿me equivoqué? de cualquier forma la música me anima y yo, pido… otro café.

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Título: Amnesia Autor: Lucila Reyes G. País México

Sentada aquí en el Campanario, bazar donde se sirve café, lleno la notas, hago el formulario y busco entre mis cosas, recuerdos de ayer. Por más esfuerzos que hice, no los hallé. ¿a dónde se han ido? ¿quién se los ha llevado? Si los tenía conmigo tan sólo ayer, no puedo creer que se hayan borrado. Menos aún que no pueda recordarlo ¿a quién quiero hoy? ¿a quién ame ayer? Creo ahora que jamás lo sabré. No, más bien creo, que de ti me olvidé.

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LOS POETAS MALDITOS María Angelina Bustos Bargas La Cruz- Córdoba- Argentina Cautivos del dolor se perpetúan en la palabra con historias plagadas de ansiedad. Desnudan personalidades grotescas con rondas de inviernos desbordados. Arrastran soledad por un sendero inhóspito. y nos inundan con tragedias. Mientras, por una grieta del crepúsculo se evaporan enajenados en una lluvia de escarcha. Desgranan poesía maldita. Entretejen sueños rotos. Nos entregan pedazos de humanidad. Son personalidades hurañas, grotescas con un talento inusual. Se deslizan entre el crujido del espanto. Cargan en las espaldas la mojadura del miedo.

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LEGENDARIA TIERRA DE MU María Angelina Bustos Bargas La Cruz- Córdoba- Argentina

Soñolienta, pasiva, olvidada sumergida en las entrañas del confín. Solo evidencias de tu existencia salpicadas de misterio agitan su lamento milenario esperando renacer. Una floreciente civilización en la alquimia del tiempo alcanza hasta nuestros días como chispa de luz espiritual. Legendaria y maldita te apoyas en el hombro de Poseidón cuando la furia amenazante de las olas en una grieta arrogante e impetuosa te arroja confinada a la eternidad borrando todo vestigio de riqueza y sabiduría. Vuelves en el místico relato de Platón cuando los dioses exaltados por la insolencia de sus moradores truncan tu poderío que se abismó en el mar en un parpadeo del sol.

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AMOR DE PIEDRA María Luz Olivares Aldana Veracruz, México Pedernal frío negro de hiedra humo que se desvanece, en la densa niebla. Donde los pájaros desgarran sus trinos mudos. Y el amarillo otoño con márgenes de río envejece ahí sin límite de hastío. Amor de piedra negro de hiedra pedernal frío. Como barro endurecido por el tiempo. Amor sin eco donde el alma triste se queja con el viento.

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"Soy pasión" Patricia Cecilia Cervantes Domínguez. Veracruz, Veracruz México Soy pasión que te da miedo, tus momentos placenteros, que te elevan hasta él cielo, que al mismo tiempo te ahogan, y a la tierra vuelves luego. Soy pasión que te da vida, cuando en tu alma sientes muerte... Soy tú vela encendida, él sudor que está en tu frente, que te recorre él cuerpo a la hora de tenerme. Soy la pasión que te impulsa, para enfrentar tus temores, la que sueñas, la que usas, quien te entrega sus amores... Soy él color de mil flores. Soy la pasión que se esconde, la que siempre será un mito, a la que en todas tus canciones dices lo que yo omito... Pues soy pasión de pasiones, no tengo nombre, no existo. Eres tú, soy yo... Juntos en un infinito.

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UN PARAÍSO Ramón de Jesús Hernández Olivares Veracruz, México Las penumbras de la noche mis sabanas blancas y la luna iluminaba mi desnuda silueta, aspiré tus suspiros para sentirme vivo y calme mí angustia en un abrazo sin tiempos. Toqué tu cuerpo que dormía junto al mío cerré mis ojos y entrecorte mi aliento, me robas la calma, inquietas mis dedos que después descubren encantos secretos. Nos vimos muy juntos uno del otro intercambiamos miradas y abrazos tiernos, y murmuramos palabras y frases en contratiempos. Felicidad bendita, toma tu tiempo baila en la noche algún vals del momento, perdón a la vida y al universo buscamos el paraíso en el firmamento.

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Detrás del tiempo Sar Poet Romero Argentina Detrás del tiempo se esconde el café que no mata el insomnio Detrás del tiempo la culpa socava toda una vida en un minuto Detrás del tiempo estas tu con los recuerdos sacudiendo mi pensamiento Detrás del tiempo tus besos se esconden y busco sentirlos Aunque no los encuentro detrás del tiempo la eternidad se hace instante Detrás del tiempo se esconde un futuro Detrás del tiempo se crea más tiempo para vivir o no vivir. Detrás del tiempo la existencia abraza el mundo Detrás del tiempo somos o no somos, depende de nosotros.

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