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Edición Dulce María Esguerra desguerra@elvigia.net
Director General Jorge Camargo jcamargo@elvigia.net
Director ejecutivo Alberto Manzanarez amanzanarez@elvigia.net
Jefe de publicidad José Luis Cárdenas jlcardenas@elvigia.net
Reporteros: Carlos Lazcano Ingrid Moreno Diseño publicitario Patricia Escalante California Estrada Asesores publicitarios Carmen Petriz Patricia Ceballos Ramón Martínez Laura León Adrián Astorga Raúl Celaya Agencias Reforma
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as clases terminaron. Niños y jóvenes de todos los niveles educativos gozan de unas merecidas vacaciones luego de un ciclo lectivo. Para quienes no han decidido dónde relajarse después de la tensa época de exámenes finales o las extenuantes jornadas laborales, esta edición de Vive la Baja ofrece cinco puntos de interés que van desde Mexicali, pasando por La Rumorosa, hasta la bella ciudad de La Paz en Baja California Sur. En estas páginas, amigos lectores, haremos un viaje relámpago a los parques, museos, restaurantes de comida oriental, y otros atractivos de la calurosa Mexicali, que en esta temporada tiene refrescantes lugares para sus visitantes, como el Campo Mosqueda. La Rumorosa, sitio de impresionante belleza, reta a los paseantes a disfrutar de una panorámica inigualable, por sus caprichosas formas así como el sonido del viento al chocar contra las rocas. Daremos una vuelta por una de las comunidades más antiguas de Baja California: los kumiai. Conoceremos sus tradiciones, su comida y actividades, para disfrutar de su centro recreativo anclado en el Valle de Guadalupe en Ensenada. Y bajando la velocidad, nos adentraremos al mágico poblado de Todos Santos, hallado en la aridez del desierto bajacaliforniano; ahí pasaremos al mítico Hotel California, que aseguran es el que inspiró la canción de Eagles, del mismo nombre. Para rematar y cargar baterías llegaremos a La Paz, lugar que recibe y abraza a todo aquél que va en busca de quietud, en donde Cronos no existe, sólo Kairós. Disfrute esta edición y viva al máximo cada rincón que nos regala esta tierra de oportunidades, Baja California.
Dulce María Esguerra editora
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INGRID MORENO V./COLABORADORA Mexicali, B. C.
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exicali es una ciudad joven que posee sitios excelentes para el turismo, gracias al creciente desarrollo que ha tenido, la capital del estado representa una excelente opción para atraer visitantes. Su condición industrializada favorece el turismo de negocios, pero también existen atractivos sitios para el esparcimiento familiar. Importantes museos, parques y centros comerciales constituyen algunas de las opciones que los visitantes pueden recorrer. Para quienes gustan de conocer la cultura prevaleciente en el estado, el Museo Universitario y el Museo de los Pioneros son excelentes opciones; pero si desean interactuar de manera directa con la ciencia y a la vez divertir a los pequeños, sin duda el Museo Sol del Niño y la Pantalla Imax son los sitios ideales.
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Cómo llegar
|Volaris tiene vuelos directos de Guadalajara y ciudad de México. |Por vía terrestre, hay varias opciones dependiendo del punto en el que te encuentres: |La carretera federal 2 si vienes de la costa oeste (Tijuana, Tecate, Ensenada) o la carretera México 2 si vienes de cualquier estado de la República Mexicana.
Diversión a bajo costo
Otra actividad que se puede realizar en la ciudad es visitar el parque Vicente Guerrero y el parque Juventud 2000, lugares propicios para fomentar la unión y esparcimiento familiar sin afectar la economía. En la temporada de verano y con el incremento de la temperatura, el parque Vicente Guerrero ofrece mucha diversión con sus juegos acuáticos, alberca y toboganes; mientras que en Juventud 2000 los cursos de natación tienen gran demanda. El bosque de la ciudad es otra atracción, es una buena elección para pasar el día en familia, entre sus atractivos se encuentra dar un paseo en tren por toda su extensión, pasear en lanchas en el lago, darse un chapuzón en la alberca y chapoteadero, deslizarse por la tirolesa y disfrutar observando diversos animales. Durante el verano se ofrecen cursos donde enseñan a los pequeños diversas actividades deportivas y recreativas, pero sobre todo a respetar y cuidar el planeta.
En contacto con la naturaleza
Visitar el Valle de Mexicali es una gran alternativa, podrán disfrutar de
bellos paisajes y lugares para el sano esparcimiento como son algunos balnearios. Rumbo al Río Hardy se encuentra el Campo Mosqueda, el sitio perfecto para estar en contacto directo con la naturaleza. Ahí se puede acampar en áreas verdes alrededor de una bella laguna en un ambiente tranquilo. Incluso se pueden practicar deportes acuáticos. Por el rumbo de “La Salada”, se recorre un sinuoso camino que lleva a Cañón de Guadalupe, un bello lugar para acampar y disfrutar de románticos paisajes. Para quienes prefieren quedarse en Mexicali, visitar los diversos centros comerciales es una buena opción, importantes tiendas de prestigio y reconocidas marcas conforman el gran abanico de posibilidades para ir de “shopping”.
Mexicali “sabe bien”
Después de una ardua tarde de compras, visitar algún restaurante de comida china es el premio a un día perfecto. A nivel nacional, Mexicali es reconocida por su excelente comida oriental, la mezcla perfecta de ingredientes locales y la sazón de una cultura que llegó a la ciudad para transmitir su arte gastronómico. Por todo esto y más, Mexicali es una gran opción para vacacionar, los visitantes pueden encontrar hoteles que se ajustan a las necesidades económicas de cada persona, pero que cuidan siempre la calidad del servicio. Mexicali, una ciudad turística y empresarial que ofrece grandes atractivos para turistas de talla nacional e internacional.
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En San Antonio está el Cent familias, g educativo
DULCE MARÍA ESGUERRA desguerra@elvigia.net
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l camino de asfalto y los señalamientos guiarán parte del destino; luego, una sinuosa vía de terracería abrirá el majestuoso valle de Guadalupe que asemeja al valle italiano de Umbria. Silenciosos montes enmarcando viñedos a derecha e izquierda hacen su trabajo de encantamiento. Un riachuelo será la señal de la proximidad de una de las comunidades étnicas más antiguas de Baja California: los Kumiai. Una arboleda servirá de bienvenida para los visitantes, quienes desde que ingresan sentirán la paz y armonía que se respiran en ese lugar y que trasmiten sus habitantes que saludan con una amable sonrisa. Es la comunidad de San Antonio Necua, que decidió abrir sus puertas a todo aquel que guste adentrarse al rico bagaje cultural que ofrecen sus pobladores y que celosamente han preservado desde varias generaciones. Araceli Estrada, la presidenta del grupo Siñaw Kuatay, explica que les interesa difundir sus costumbres y tradiciones, para entablar un diálogo de respeto entre visitantes y residentes y que la gente conozca quiénes son los primeros pobladores de Baja California, para de este modo hacerlos sentir parte de una identidad nacional.
Manos trabajando
Cada espacio del centro comunitario tiene un responsable. Hay un salón de artesanías cuya encargada es Rosa María, ama
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CONTACTO Araceli Estrada, presidenta de grupo Siñaw Kuatay +52 (646) 102 7687 (646)126 1399 de casa y quien es parte de una generación de tejedores de palma y pino. Ella se encarga de la producción de cestería, desde la colecta del material hasta su venta. El grupo al que pertenece teje alhajeros de todos tamaños lo mismo que cestas para guardar semillas que, por cierto, explican que esta técnica era utilizada por sus antecesores para preservar bellotas, alimento base de los kumiai. Ana María, otra ama de casa, se encarga de ofrecer la degustación a los paseantes. El día de mi visita ofreció atole de bellota (kumiai siñaw showi), tortillas de trigo (kumiai mialch), frijol con maíz (maric michap) y frijol con trigo (maric). El Museo comunitario, atendido por Araceli Estrada, acoge el origen de los Kumiai. En sus paredes de adobe hay fotos colgadas
en las que se aprecian los ro dadores del actual asentami Sus pasillos muestran c medicinales con pequeñ kumiai y español; artículo de molienda de la bellota maqueta que explica la ub espacio del Centro. En recientes fechas f restaurante, en el que of cocinados a base de trigo además de chuleta de borr brasas y codorniz. Todo tiene un orden, un responsable. Nadie está si mientras trabajan tejen his canta con una voz, cuyos s decir al cielo, a la tierra, a l bre: Todo está en paz.
o Necua, ubicado en el valle de Guadalupe, ntro comunitario y recreativo que recibe a grupos de escuelas de todos los niveles os, para compartir antiguas tradiciones
CÓMO LLEGAR Carretera Ensenada - Tecate Kilómetro 73.5 (frente a Casa Domecq), tomar la terracería hacia L.A. Cetto, pasar la Casa de Doña Lupe (vinícola), cruzar el arroyo y a medio kilómetro llegas a San Antonio Necua.
SERVICIOS |Área de acampar con servicios |Canchas deportivas y juegos infantiles |Venta de productos artesanales |Restaurante (abierto sólo los fines de semana) |Tienda de abarrotes
PARA SABER MÁS San Antonio Necua es una de las comunidades bajacalifornianas más antiguas de la península, ya que tiene un origen prehispánico, cuando deambulaban en la región las bandas kumiai. Los primeros novohispanos llegaron a la región hacia 1795. Era un grupo de soldados exploradores al mando de Ildefonso Bernal, que buscaban sitios nuevos para establecer misiones. No se sabe quién, ni cuándo bautizó el paraje indígena con el nombre de San Antonio. Necua le viene por uno de los más importantes líderes kumiai del siglo XIX.
ostros de los funiento. cestos, plantas ños letreros en os de cacería y a, así como una bicación de cada
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Fotos: La Crónica INGRID MORENO V./COLABORADORA Mexicali, B. C.
Perteneciente al municipio de Tecate, Baja California, La Rumorosa es una zona rocosa de incomparable belleza que ofrece paisajes dignos de una postal turística
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a Rumorosa es una zona desértica y rocosa ubicada en la carretera federal número dos Mexicali-Tijuana. Con el paso de los años, la carretera que atraviesa La Rumorosa ha sido mejorada, ofrece una mayor seguridad para los viajeros y preciosas estampas dignas de fotografiarse desde alguno de los varios miradores que se encuentran en el trayecto. El nombre del lugar se debe al ruido que provoca el viento cuando choca con las rocas, tal pareciera que se escuchan ecos o “rumores”. Desde hace mucho tiempo, La Rumorosa es el sitio preferido de muchos mexicalenses durante la temporada de verano, quienes intentan huir del calor y suben la montaña para disfrutar de un clima agradable y tranquilo.
Tradición con buen clima
En el poblado de La Rumorosa se encuentra una gran cantidad de balnearios y ranchos que permiten a los visitantes realizar actividades de esparcimiento o culturales si es que se prefiere recorrer la zona rupestre. También existen algunos restaurantes que ofrecen deliciosos platillos, preparados siempre con el inigualable sazón de la casa. Al estar en La Rumorosa, la visita obligada es en alguna de las panaderías de la región, famosas por su amplia tradición, y por contar con una variedad de más de 300 diferentes tipos de panes, galletas y pasteles. Sin duda es una dulce tradición que los visitantes no deben dejar de experimentar, especialmente en temporada de invierno cuando las temperaturas descienden y un pan acompañado de un café son la combinación perfecta.
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La ruta cultural
El Vallecito es una zona rupestre que se ubica aproximadamente a 5 kilómetros al noroeste del poblado, en el lugar se pueden encontrar pinturas rupestres; la más signifi-
cativa es “el diablito”, un pictograma famoso porque durante la mañana del solsticio de invierno, la luz del Sol entra al sitio donde se encuentra la pintura e ilumina directamente los ojos de la figura. El museo de Campo Alaska es otro de los sitios de interés a visitar, alberga tres históricos edificios construidos durante la administración del general Abelardo L. Rodríguez; hay también un cuartel militar, la escuela Agustina Ramírez Rodríguez y la casa de gobierno, sitios ya tradicionales y sumamente concurridos por los visitantes. Sin duda, La Rumorosa es un sitio perfecto para pasar el fin de semana, en familia o en pareja, encontrarás diversas actividades que harán el disfrute de chicos y grandes. No olvides, subir o bajar la montaña ofrece vistas espectaculares de uno de los lugares más majestuosos del estado, y cuando estés en el poblado, la diversión continúa.
Fotos: Agencia Reforma
Un pueblo donde la magia de una leyenda se mezcla con el paisaje del desierto La culpa del ambiente bohemio de Todos Santos la tiene Paul Van Vleck, fotógrafo que además de atender su tienda Mano a Mano, amos en busca del Hotel Califor- enseña yoga, renta bicicletas de montaña y ornia. Algunos dicen que fue en este ganiza expediciones a la sierra. “Mucha gente lugar donde la banda The Eagles llega a Todos Santos por el Hotel California”, escribió el tema que habla sobre el “ameri- nos dice con recelo uno de sus habitantes, can way of life” de los años 70, visto a través “pero aquí hay muchas más actividades por de la ventana de un hotel. hacer”. Partimos del Teatro Márquez de Se ha debatido sobre la veracidad de León para visitar el Café Santa Fe, propiedad esta leyenda, pero nuestro viaje está de Paula y Ezio Colombo, pioneros de la alta alimentado por los cocina de Todos San��� acordes de sus guitos, a donde llega todo ������� tarras que resuenan bajacaliforniano para ������ en el imaginario, degustar sus platillos. con la corazonada Lo mismo el restau� de que hay algo más rante Tequila’s Sunripor encontrar. Parse, que sirve la mejor ��� timos, pues, desde bebida de damiana ������ �� ������ La Paz tomando afrodisiaca, según nos �������� ������ una carretera que cuentan. Pronto nos ���� evoca los ambientopamos con el moti���������� tes descritos en la vo de nuestro viaje, el canción: “On a dark Hotel California. ��� desert highway (en Es una austera ������ una carretera oscuconstrucción de dos ����� ra y desértica) / cool plantas pintada en � ���������� wind in my hair (con ocre que tiene otra �� viento fresco en mi pista más en relación ���� cabello)...” con la canción: “The��������� Todos Santos es un re she stood in the pueblo en medio del doorway (ella estaba desierto flanqueado en la entrada de la por montañas donde puerta)/ I heard the se asentó una colonia de artistas hippies mission bell (escuchaba la campana de la y estadounidenses. Su calle principal, la misión)”. La misión a la que hace referencia Juárez, apenas comprende ocho cuadras. pudiese ser la del Pilar, a un costado del hoLas casas están pintadas de rosas y azules tel. Los dueños del hotel no buscan hacerchillones, y entre ellas se han instalado ga- se publicidad como el Hotel California de lerías de arte. Las playas de Cerritos y San The Eagles, aunque eso no impide que más Pedrito reúnen a surfistas y pescadores que de 600 personas lo visiten a diario, motidesafían las olas del Pacífico por donde cru- vadas por esta leyenda musical, el mejor za el Trópico de Cáncer. pretexto para visitar Todos Santos. CARLA GUERRERO/AGENCIA REFORMA Todos Santos, Baja California Sur
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Espera magia
Todos Santos fue nombrado “Pueblo Mágico” por la Secretaría de Turismo, por lo que ha recibidos recursos económicos por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal para el remozamiento de sus calles y edificios históricos. Con este nombramiento, Todos Santos se integra a la lista de los poblados mágicos de Sectur, en la que sobresalen otras poblaciones como San Miguel de Allende, Pátzcuaro, Real de Catorce, Taxco e Izamal, sólo por mencionar algunas. Este destino bajacaliforniano es parte de la ruta Los Cabos y La Paz, que están conectados por la carretera libre número 19. Toma 90 minutos llegar aquí, desde cualquiera de estas dos ciudades.
Tómalo en cuenta
| El Festival de Arte de Todos Santos se celebra del 4 al 11 de febrero | También durante el segundo mes del año se realiza el Tour de Casas Históricas | Hay varios torneos de surf a lo largo del año | Otras playas que hay que visitar en Todos Santos son La Poza y Punta Lobos | Los habitantes de esta población están sumamente comprometidos en proteger las zonas de anidación de las tortugas marinas.
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SERGIO ZEPEDA DE ALBA/AGENCIA REFORMA La Paz, Baja California Sur
Una ciudad que, como su nombre lo indica, ofrece quietud a propios y extraños y en donde la prisa no existe
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legamos hasta la playa en la Ensenada el Gallo después de navegar unas horas en el Mar de Cortés. No se trata de la primera opción, pero según Juan, nuestro guía, las demás están repletas. Cuando pasamos frente a ellas en el bote, yo no calculo más de 10 personas en cada ensenada. Cuestión de perspectiva, supongo. “Existen cerca de 32 playitas cerca de aquí”, nos explica Juan y de pronto entiendo su insistencia por encontrar un lugar vacío. Si se conoce la zona y se cuenta con un velero o se contrata un tour individual, cualquiera puede tener una playa “privada”. Pero no todo mundo puede visitar estas zonas. Debido a que se trata de lugares protegidos, los visitantes o sus guías deben estar autorizados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Afortunadamente, nosotros contamos con ese permiso, así que llegar hasta a la ensenada de El Gallo no implica mayor trámite, y recorrer la playa por completo nos toma menos de 10 minutos. Entonces percibimos cómo el tiempo se adelgaza. Atrás quedan
los últimos restos de ajetreo que trajimos con nosotros. “Los americanos repiten mucho que eso es Mexican time, así es aquí”, dice Juan y no necesita dar más explicaciones. Lo entendemos de inmediato. Unas horas después, habremos de experi-
mentar esa tranquilidad caminando por el malecón que cruza la ciudad a lo largo del Paseo Álvaro Obregón. En un sábado por la tarde es posible ver a lugareños y turistas pasear por la zona, ya sea para observar el atardecer, para disfrutar de un café o salir en busca de artesanías.
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En parte se debe a las 10 esLos lugareños recomiendan ������������� ������������������������������������ ����������������� ��������������������������������� Los cuatro caminan despacio. Vol- culturas de bronce que ahora decoran ������������ ������������������������������ ��������������������������������� comer unas almejas chocolatas o ��������������������������������� tean a la derecha, y señalan un edifi la avenida. ������������ ������������������������������ ����������������������������������� tacos del pescado en la reconoci- ����������������������������������� cio que está decorado como si fuera Los chicos que patinan en el parque ������������� ����������������������������������� ��������������� ����������������������������������� dísima Ostionería Biskmark-cito. ����������������������������� regalo navideño. Cuauhtémoc, la señora que atiende un �������������� ��������������������������������� ����������������� Probablemente se puestito de artesanías, o los parroquia������������������ ������������ ����������������������� ������ traten de estado- nos que disfrutan un café en uno de unidenses que lle- los andadores cercanos a la avenida 16 � garon con el último de septiembre, al caer la tarde todos ��� crucero. Cuando se reúnen en este lugar y disfrutan del � �������������������� ������ �� ������ nos acercamos, panorama. �������� ������ simplemente dicen Entre ellos se encuentra Rainbowhawk, �������������� ���� “no foto, no foto”, un estadounidense de poco más de 60 ���������� y siguen su camino. años que, después de�������������������� recorrer el mundo, ����������������������������� ��� Es la primera y úni- decidió quedarse a vivir en La Paz. ������������������������� ������ ca vez que alguien Ahora pasa las tardes en su silla de ������������������� �������������������������������� ������������������������������ no responde con playa, bebiendo café, fumando y nave����� � ���������������������������� ���������� una sonrisa nuestro gando la Red en su computadora. �� ����������������������������� ��������������������� saludo mientras Para él, la decisión de vivir junto al ���� ������������������������������ � � � Baja � � � California recorremos el ma- mar en la península�de ��������� ������������ lecón de La Paz. no necesita mayor explicación. Este paseo se Su voz suena condescendiente, como ���������������������� extiende por cer- quien tiene que repetir lo���������������������������� obvio. “La ��������������������������� ������������������ ca de 5 kilómetros y fue remodelado Paz es La Paz”, dice. Luego apaga su ������������������������� hace cuatro años; desde entonces los cigarro y sigue en lo��������������������������������� suyo, disfrutando habitantes de la ciudad no paran de del viento que apenas sopla. ��������������������������������� ��������������������������������� ��������������������������������� ����������������������������� ������������������������������ �������� ������� �������� ������� ������������������������������ ��������������������������������� ���������������������������������� ��������������������������������� ������������������������������ ������������������������������ ���������������������������������� ��������� ������ ���� ������ ��� ��� ����������������������������������� �������� ��������� ��� ���������� ��������������������������� ��������������������������� �������������������������������� ������������� ������������������������������ ��������������������������������� �������������������������������� ��������������������������������� ���������������������������������� ���������������������������������� ����������� ��������������������������������� �������������������������������� ������������������ �������������������� ����� ������ ��� ��������� ���� ���������������������������������� ��������������������� ����� ������ ��������� ������ ������ ��� �� ����������� �� ���� ��� ������������������ ��� ��� ������� ��� ����� �� ��� ����� �������������������� ���������������������������������� �������������������������������� ������������������������������� ���������������������������������� ������������������������������� ��������������������������������� ��������� ����������������������������������� ��������������������������������� �������������������������� ������������������� ������������������������� ������������������������������� ���������������������������������� ������������������ ���������������������������������� ����������������������������������� ������������������������������� ������������������� ������������������������������������ ����������������������������������� ��������� ����������������� � ���� ������� ���� �������� ��� ����������������������������������� ����������������������������������� ������������������� ������������������������������� ����������������������������������� ������������������������������ ������������������� ��������������������������������� �������������������������������� ����������������������������� ��������������������� ��������������������������������� � ���������������� 11 �������������������� ������������������� �������������������������������� ����������������� ��������� ������������������� ��������� ���� ���� ��������� ���� ��������������������������������� �������������������������������� �������������������� �������������������������������� ����� �� ��� ��������� �� �������� ��� ��� ��� ������������ ��� ����� ��� ���� �������������������������������� ������������������������������� ����������������������������������
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La vida en la ciudad
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