NORMA LEIZA: la maestra que va al lugar donde está la gente
Eran los últimos días de octubre en la Cuarta Sección de Islas del Delta del Paraná, departamento Victoria, Provincia de Entre Ríos (Argentina) y la tarde era una fiesta. No era para menos. Luego de varios meses, volvía la escuela a la zona de Arroyo los Laureles, una zona alejada de la ciudad, que había sido renovada. Literalmente volvía y verla acercarse remolcada, navegando, era una gran alegría para todos los pobladores. Luego de casi dos días de intenso trabajo, encalló. Se trata de la escuela N°62, que aún “no tiene nombre” como cuenta Norma, maestra de todos los grados y directora de la escuela. Es una escuela flotante, de las pocas que se enmarcan en el programa diseñado para atender la educación de los niños del valle de inundación en el pre-delta del río Paraná, formado por lagunas, riachos, pequeñas islas, canales, bañados, un área de suelos inundables e inestables. Desde hace 20 años Norma trabaja en escuelas donde la población es vulnerable y según comenta, su lugar en el mundo es junto a ellos, llevando la educación a los que no pueden llegar a ella. De ese modo, poco a poco se ha ido alejando cada vez más de los centros de las ciudades. Así, llegó a la escuela N°62, lanzando amarras. Vivir en el agua. Educar en el agua “A la escuela concurren 7 niños, de familias de isleños y costeros, cuyo mundo y recurso es el agua. Sus actividades son mayoritariamente la pesca y cuidar ganado”. Los isleños no llevan el producto de su trabajo a la ciudad para venderlo ya que sería muy costoso el traslado sino que hay barcos que pasan y lo retiran en el sitio, llevando a su vez mercancías, por lo que se genera una forma de comercio en el agua, explica Norma. Los niños llegan a la escuela por tierra desde el islote en que está amarrada o en canoas. De acuerdo a su observación, las viviendas de las familias son precarias, “desde casillas con costaneros construidas sobre pilotes, techos de chapa o paja hasta algunas que son casi carpas”. Esto también responde a que es una población prácticamente nómade, que migra con frecuencia dentro de la zona, buscando maximizar los recursos pesqueros que les ofrece el río. El río es a la vez el medio donde desarrollan su actividad económica, y su identidad y entorno de referencia. Las escuelas flotantes son un programa de adaptación al medio. Están construidas sobre flotadores. “Antes se hacían sobre tres flotadores pero las más modernas son una pieza entera, como la N°62, que es la más nueva”, donde es directora Norma, por lo que no oculta su orgullo en el relato. “Cuando llegan al sitio hasta el que son remolcadas se amarran a un árbol o se anclan”. El espacio de la escuela se compone de “un dormitorio, cocina, baño y aula”. “Cuentan con paneles solares para la energía, conversor para 220v, luz e internet y están equipadas con televisor”. Además de los bancos y escritorios, junto con la