UNIDAD 2: EL APARATO LOCOMOTOR Hablar del aparato locomotor es hablar de la máquina que es el cuerpo humano, ya que gracias a él nos podemos mover y realizar un gran número de actividades que nos permiten relacionarnos y desenvolvernos con soltura en el medio que nos rodea. Pero, ¿qué es el aparato locomotor? Pues ni más ni menos que la unión perfecta de los huesos y músculos de nuestro cuerpo. Es decir, sistema óseo (huesos) y sistema muscular (músculos). A) El sistema óseo o esqueleto es el conjunto de huesos que forma nuestro cuerpo, unos 206 en una persona adulta. Cuando nacemos contamos con un número mayor, pero conforme vamos creciendo, estos se van uniendo, quedando reducido su número. Los huesos son los elementos pasivos del movimiento, es decir, no realizan el movimiento en sí, sino que sirven para sostener, dar forma al organismo y proteger los órganos importantes (corazón, pulmones, médula, cerebro…). Los componentes del esqueleto son: Huesos: parte dura y rígida del cuerpo. Articulaciones: puntos de unión de varios huesos y que facilitan el movimiento. Cartílagos: protegen las articulaciones del roce de los huesos y forman algunos órganos como la oreja. A continuación vamos a analizar cada uno de estos componentes más detenidamente. Los huesos, como podemos imaginar, no son todos iguales. Podemos encontrarnos huesos planos como los del cráneo, huesos cortos como las vértebras y huesos largos como los de los brazos y las piernas. Podemos clasificar los huesos del cuerpo según la zona en la que se encuentren: Huesos del cráneo: podemos distinguir entre los huesos del cráneo que están destinados a proteger los órganos del Sistema Nervioso Central alojados en la cabeza (frontal, temporales, parietales y occipitales) y los huesos de la cara (nasales, pómulos, maxilares y mandíbula). Pómulos
Huesos del tronco: podemos distinguir la columna vertebral (formada por 33 vértebras que protegen la médula espinal) y la caja torácica (formada por las costillas y el esternón que protegen al corazón y los pulmones). En la columna vertebral podemos distinguir varias zonas: cervical (7), dorsal (12), lumbar (5), sacra (5), coxis (3 ó 4)
Huesos de las extremidades: podemos agruparlos en extremidades superiores y extremidades inferiores. -
Extremidades superiores: húmero (brazo), cúbito, radio (antebrazo), carpo (muñeca), metacarpo (mano) y falanges (dedos), clavícula y omóplato (une el brazo al tronco).
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Extremidades inferiores: fémur (muslo), tibia y peroné (pierna), tarso (tobillo), metatarso (pie), falanges (dedos). Las caderas unen las extremidades al tronco y están formadas por los huesos coxales, que a su vez están formados por tres huesos (ilion, isquion y pubis).
CLAVÍCULA
PELVIS O COXAL
OMÓPLATO HÚMERO FÉMUR
RADIO
CÚBITO
RÓTULA PERONÉ
CARPO METACARPO
TIBIA
FALANGES TARSO DEDOS
METATARSO
Un elemento del sistema óseo muy importante son las articulaciones que van a permitir al esqueleto poder realizar movimientos. Según el grado de movilidad podemos distinguir tres tipos de articulaciones: fijas como las de los huesos del cráneo que poseen muy poca o nula movilidad; semimóviles como las vértebras, que permiten al tronco flexionarse; y móviles como el hombro o la cadera que permiten una mayor movilidad. Pero en una articulación existen también otros elementos que hacen posible el movimiento. Estos elementos son los ligamentos (tiras elásticas que unen y sujetan los huesos entre sí), los meniscos (que evitan el roce entre huesos para que no se desgasten) y el líquido articular que lubrica las uniones para facilitar el movimiento. B) El sistema muscular o musculatura es el conjunto de músculos de nuestro cuerpo, los cuales se unen a los huesos mediante tendones para poder realizar los movimientos. Los músculos están formados por haces de fibras. Estas fibras están formadas de filamentos que se unen y se mueven unos sobre otros haciendo que el músculo se contraiga para producir los movimientos.
Cuando se produce un movimiento, las fibras musculares se contraen, lo que hace que el músculo disminuya de tamaño, arrastrando de los huesos a los que están unidos y produciendo así el movimiento.
Pero no todos los músculos del cuerpo forman parte del aparato locomotor, ya que el corazón, el diafragma, el intestino e incluso las venas, están formadas por tejido muscular. Pero ¿cuál es la diferencia entre unos y otros? Para empezar debemos conocer los tipos de movimientos que se producen en nuestro organismo. Recordando la unidad anterior, sabemos que nuestros músculos pueden realizar movimientos voluntarios que son controlados por el cerebro. Pero también otros movimientos que no llega a controlar el cerebro. Estos son los movimientos involuntarios, es decir, los realizamos sin poder decidir ni cuándo ni cómo hacerlos. Estos pueden ser controlados por la médula espinal (movimientos reflejos) o por el bulbo raquídeo como por ejemplo los movimientos del diafragma, los movimientos del corazón…
Por lo tanto podemos decir que para que se produzca un movimiento deben actuar de manera coordinada tanto el sistema nervioso como el aparato locomotor, ya que para que los músculos se contraigan debe producirse un impulso nervioso controlado por el cerebro o la médula. Al igual que hicimos con los huesos vamos a ver los distintos tipos de músculos que podemos encontrar en nuestro cuerpo y los principales músculos de cada zona segmento corporal.
Según su forma, los músculos pueden ser:
Fusiformes: tienen forma alargada y pueden realizar movimientos amplios como el bíceps.
Planos y anchos: realizan movimientos cortos y potentes como los glúteos.
Circulares: cuando se contraen cierran aberturas como los orbiculares de los ojos.
Los principales músculos del cuerpo son los siguientes: -
Músculos de la cabeza: maseteros (intervienen en la masticación), bucinadores (abren y cierran la boca) y orbiculares (abren y cierran los ojos).
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Músculos del tronco: podemos distinguir tres zonas:
Cuello
(esplenios
que
levantan
la
cabeza;
esternocleidomastoideo gira y agacha la cabeza).
Parte anterior del tronco (abdominal y pectoral que flexionan el tronco e intercostal que mueve las costillas al respirar).
Parte posterior del tronco (trapecio que une el cuello y los hombros a la espalda y dorsales que levantan y giran el tronco). -
Músculos de las extremidades: debemos distinguir entre las extremidades superiores y extremidades inferiores.
Extremidades superiores: bíceps, flexiona el brazo; tríceps, extiende el brazo; deltoides elevan el brazo; pronador y supinador, giran el antebrazo; flexores y extensores de los dedos.
Extremidades inferiores: cuádriceps, estiran las piernas; glúteos, las impulsan; los isquiotibiales, las flexionan; y los gemelos estiran los pies.
Además de los músculos, en nuestra musculatura hay otros tejidos importantes para los movimientos. Se trata de los tendones, estructuras fibrosas que unen los músculos a los huesos y posibilitan el movimiento. Son flexibles, pero no elásticas, por lo que no se estiran como el tejido muscular. Presentan distintos tamaños y formas y se encuentran en los extremos de los músculos.