e s t r a g o
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Weichsellstrasse, 3:35 p.m. Hay que lavar los platos a lo BBC radio
Intro ”Mmmmmhh tal vez estaba jugando al escondido, tal vez le parecía interesante tener cables en todas partes del cuerpo... mmmmhhh no puedo decirte nada, porque a mi me joden después, ya? Pero tal vez se aburrió y se subió a esa caja digo yo, con una sabana encima para jugar a la casita. Pues si, que vas a hacer, encerrado en una celda en mera guerra? Igual, yo creo que ellos también se aburren, o gritan, o se ponen a rezar saber que babosada a Alá para pasar el rato. Tal vez al broder le dio por ahí, Pero igual, como te digo, esto solo lo digo como extra oficial, son suposiciones mías porque no vaya a ser.“ Se secó las manos para evitar el frío del comienzo de un scheissesommer y una transmisión BBCeniana tan políticamente correcta. Fines de abril, o sea que la gente camina con más alterna y tiva en cada pierna, alternos pues, los muchachos, lo cual quiere decir desnudos o con la piel lacerada para no pasar desapercibidos en Berlín alternativa. Ay que hermosura todo este primermundismo y sus agujas estériles.
Ahora si. Instrucciones para escribir la historia de lo que pudo haber sido. Claro, claro, todo es observar con pinzas. Porque las fotos de gente con cables en todos los agujeros del cuerpo saben a lejos, a agua de río que se va, y sí, se fue. Estamos largo, esa gente igual y hablan raro, aunque se parezcan al don de la panadería o a la maje del piso de arriba. Migrantes acostumbrados a las pataditas. Por acá no hay mucha guerra de Irak en oferta, -si escojo otra marca mejor sería “AlCHErnative pipol”, que tranquiliza mi intelecto inflamable- anunció feliz. Tirarse a la calle, protestar y estrenar primero de mayo. Policías, 3 ups. Primer jugador, 4 ups. Press Start. Lanzar piedras y tranquilo. Ponerse ropa fucsia y arrancarse el pelo. Y-o-u know I´m bad. Y... Que mas te digo? Que aquí el asunto esta difícil. Trabajar horas extras para tener relojes en la boca del estomago y ropa negra ensamblada a perfección en el tercer mundo. El masaje diario. Pero se está bien sin volver a ver a los lados.
Como exprimía antes, en realidad me preocupa eso de las torturas, al final, no sé a quien donar dinero. Igual hay idiotas que no se conforman con eso. Andan buscando que hacer en países de cuarenta grados a medio día y como hablar con la gente de las fotos, que sale buscando cadáveres celebrando, claro, bandera nueva. Recapitulemos. Repetí después de mi: - Carpas de colores rrrrrrrradicales - Latex alCHErnativo como traje de noche temporada 2004. - Dinero del estado, ay si. - Norte, dientes blancos, cigarros cubanos. - Libros. Los de plástico, en este basurero, los de vidrio acá, y los de papel, en este. - Dios bendiga a la razón. Y la hita. - Contra contra contra - Cervezas baratas - Naa de radio progresista o presentadores ingleses con acentos africanos. - Deportaciones de primera clase. Todo el glamour viene por añadidura. Ah, y dejate de ver en el espejo. Cerremos círculo. Mirémonos a los ojos. Bienvenido
Consuelo Mora Benard
S
umario
octubre 2005 - febrero 2006
Epístola para norbert david ocón El hijo del conde se queda raúl quintanilla armijo La luna se asomó blanca maría gallo El espacio transcultural en la obra de Diego Romero shanna ketchum El caballito de mar y la coral teresa codina Trazos en el agua tamara diaz bringas Yo también quiero morir en un atentado terrorista hector Avellán Espora patricia belli Estrago 3 rodrigo peñalba
Weichsellstrasse, 3:35 p.m. consuelo mora benard Algunas veces he muerto jacinta escudos Ancestras yolanda blanco Detrás de la postal del tucán santiago b. olmo Amado omar d’león Aves patagónicas graciela cros
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he regresado como la encarnación del espíritu fantasma de mí misma he muerto 6 veces la primera vez a los 17 años fue sobre el fregadero de platos lavando trastos, lavando cuchillos, y entonces pensé y vi las muñecas y tomé el cuchillo y lo puse sobre la piel y lo malo es pensar pensé en papá en la sala, que por ahorrarse unos pesos, no me llevaría a una clínica privada sino al hospital público, eso si no simplemente agarraba unos trapos de cocina y me envolvía las muñecas y me decía que lo dejara descansar pensé en mamá disgustada por tener que limpiar la sangre de todas partes y mi ropa se mancharía porque la sangre mancha la tela y es una mancha muy difícil de sacar, mamá se disgustaría cada vez que tratara de borrar la mancha, la restregaría con todo lo que encontrara en el camino, y lanzaría unos gritos animales que ella tenía, de animal disgustado, y arrugaría la cara, estaría legítimamente furiosa cada vez que intentara lavar la mancha y no me perdonaría jamás provocarle un disgusto más de los ya innumerables que le doy no hice nada, enjugué un par de lágrimas y seguí lavando los trastos
ALGUNAS VECES HE MUERTO la segunda fue a los 28 años hablaba con unos hombres buscaba droga
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estábamos sentados sobre las gradas de una casa de madera al final del barrio Old Bank en Bluefíelds de pronto sentí hundirme en un foso y caí un par de segundos escuchaba las voces fuera de mí pero mi cuerpo no respondía no podía abrir los ojos ni decir palabra sentía que me llevaban no sabían qué hacer conmigo y ahí fue cuando comenzó una fila de personas caminando frente a mí y mi cuerpo era sostenido por dos ángeles uno a cada lado sus alas eran negras pero majestuosas no me miraban miraban al frente y yo miré también vi la luz al final de un túnel y vi una fila de gente caminando hacia esa luz no me parecía conocer a nadie de esa fila pero yo sabía que cuando terminara de pasar el último, los ángeles me harían irme detrás, en la misma fila no me importaba estaba bien tenía miedo de algún castigo y luego pensé no me importa iré y tuve un pensamiento recordé las luces de las casas de Bluefields, vistas desde esa punta de Old Bank y sentí nostalgia de la vida y nostalgia de las cosas que no había hecho hice tan poco, pensé, y ese pensamiento me dolió sólo unos segundos esperaba mi turno en la fila los ángeles comenzaban a caminar cuando uno de los hombres que sostenían mi cuerpo físico decidió sentarme en el suelo
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y desperté abrí los ojos y vi las luces de Bluefields frente a mí y entonces sentí nostalgia de la muerte
había muerto lo supe porque mi vejiga se había aliviado estaba toda mojada y no sabía por qué pensaba que el suelo donde me sentaron estaba húmedo hablaban todos al mismo tiempo y yo callaba pensaba en las alas negras de los ángeles y las luces de Bluefields caminando de regreso al hotel Kane me decía que se había preocupado y yo le pregunté ¿qué hubieras hecho si hubiera muerto? y él me dijo te habríamos dejado allí ¿en serio? pregunté sí, hubiéramos tenido que hacerlo, aquel vecindario tiene muy mala fama y la policía nos implicaría con lo de la droga, nadie se hubiera hecho responsable de ti, habrían pensado que eras una mujer en busca de sexo, sola a esa hora, en ese preciso lugar, habrían pensado que un hombre te mató por sexo y habrían enviado tu cadáver a Managua, eso es todo cuando llegué al hotel me quité el pantalón que estaba mojado lo olí supe que eran mis orines y que en realidad había estado muerta aunque nunca podría demostrarlo
la tercera fue a los 31 fue cuando encontré a Henry con otra mujer los vi en el aeropuerto, muy acaramelados, tomados de la mano yo lo miraba y no podía creerlo fui junto a ellos, me paré junto a él, y le pregunté ¿qué estás haciendo? el no entendió
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me dijo que iba a esperar a alguien no entendió me quedé parada junto a él, en silencio, y él ni siquiera me miraba di la vuelta y me fui cuando una voz dentro de mí dijo todo se acabó cuando iba bajando las gradas comencé a llorar todos me miraban y yo lloraba incontrolable, con angustia, con dolor ya no me importaba nada salí a la calle, fui a la sala de espera de pasajeros, me recliné contra una pared y lloré, lloré, lloré nadie se acercó a ayudarme, a preguntarme habían muchas personas, las mujeres de las mesas de alquiler de vehículos, un policía, mucha gente esperando, era el vuelo de Miami y ese vuelo siempre causa conmoción porque viene lleno deseé que una de las mujeres del alquiler de vehículos llegara junto a mí y me ofreciera un poco de agua en uno de esos vasitos de plástico, para que se calme, me diría con una mirada compasiva nunca se acercó ninguna al diablo con la solidaridad entre mujeres deseé que el policía se acercara a mí y me increpara con rudeza para que me moviera de allí, que no podía hacer semejante escándalo, que me fuera a la calle, qué pensarían los turistas nada más entrar encontrar a una histérica llorando en el aeropuerto nadie me dijo nada un niño se acercó y me observó largo rato y la madre lo tomó de la mano y lo jaló aprisa, como si yo fuera un ser infecto, una bruja, una demente lloré, lloré, lloré, como las 7 Cordelias en Guatemala después de un tiempo que me pareció siglos, escuché una voz muy junto a mí ¿qué te pasa? ¿chocaste el carro? ¿qué hiciste? mi amiga no sabe qué pensar, acaba de venir de Miami y me encuentra allí, arrimada a una pared del aeropuerto, con mi brazo apoyado para taparme un poco el rostro, llorando le digo que Henry está allí, con otra ella pregunta ¿dónde? le enseño con el dedo, porque mientras yo lloraba, ellos entraron juntos a la misma sala él me vio llorar
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él tampoco se acercó
mi amiga dice que va ir a pegarle le digo que no, que nos vayamos ella conduce lloro toda la media hora que dura el trayecto entre el aeropuerto y la casa me bajo del carro, entro otra amiga nos espera, no la saludo, voy directo al jardín llego al último rincón del jardín, debajo del almendro cierro mis ojos y comienzo a gritar a pulmón abierto, pleno GRITAR nadie ha gritado así jamás quizás y solamente el personaje del cuadro de Munch tenía los ojos cerrados y miraba negro y gritaba y quería gritar más y más alto y quería gritar hasta caer muerta y me lo dije gritaré hasta caer muerta después de tres largos gritos en que los vecinos no acudieron a ver si alguien necesitaba ayuda en que la policía no vino a averiguar si no habían matado a alguien una de las amigas me tocó el brazo y fue extraño en cuanto sentí el contacto de su piel, de su mano en mi brazo (ella me tocaba con mucha gentileza, me habló en un susurro, apenas la escuché cuando dijo, muy suave mi nombre) fue como un botón que me desconectó de automático abrí los ojos, la vi dijo algo, no sé qué yo sentía que había regresado de otro planeta y que había llegado al infierno
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pasé años deprimida, enferma llorando, amargada estaba loca me aferraba a todo con desesperación al licor, a los hombres, a la meditación, a los vivos, a los muertos, a la marihuana, a la cocaína, al alcohol, a la desesperación sí me aferraba con desesperación a la desesperación hasta que una tarde decidí que ya era suficiente había que terminar con todo
esa sería la cuarta muerte lo planifiqué cuidadosamente hice una carta explicando a quién darle mis bienes, serían para mi hermano (quien, años después, resultó ser un Caín) dejé dinero para el entierro y una carta para la policía la doméstica se iría el viernes por la tarde y no volvería hasta el lunes ella descubriría mi cadáver sobre la cama porque tenía llaves para entrar a la casa la carta para la policía era para decir que ella no tenía nada que ver, que de hecho nadie tenía nada que ver, a excepción de Henry y esa mujer en el aeropuerto, pero que yo me suícidaba porque ya estaba harta de todo y no podía más compré cocaína mucha cocaína compré licor mucho licor y empecé desde el sábado en la mañana, sobria y en ayunas a ingerir todo aquello bebía y bebía jalaba y jalaba
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y no pasaba nada hay gente que prueba una línea y cae muerta yo era más fuerte de lo que pensaba (pero entonces recuerdo que siempre papá me trató como a una debílucha, y no me dejaba subir a los árboles ni emprender ninguna actividad que supusiera un peligro físico, por ejemplo, andar en bicicleta, cruzar la calle, subir y bajar escaleras; me protegía en exceso, tanto, que me tenía en una cárcel, no, jamás una jaula de oro papá era demasiado tacaño para eso)
alrededor de esos mismos meses pasó el episodio de la muerte visitándome
yo con otro par de días encima de ingerir únicamente cocaína y agua los brazos me temblaban ínvoluntaria mente y me acosté en la cama estaba segura que, por fin, moriría estaba casi feliz y entonces sentí que mi cuerpo subió al techo y allí estaba el ángel de la muerte abriéndome los brazos, extendiendo las alas flotando en el aire y yo iba hacia él sonreía estoy segura que yo sonreía y subí y casi pude tocarlo, casi pude besar sus labios y tragar su aliento y entonces él me empujó me empujó suavemente, como en cámara lenta, me empujó de regreso a la vida
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no me quiso no me llevó no era mi hora, supongo
la última vez fue hace un par de años, en medio de una terrible depresión me deprimía siempre y mucho pero ésta fue la peor de todas, o por lo menos eso parecía cada depresión era peor que la anterior lloraba todos los días, lloraba hasta las 2 de la mañana, dormía poco, comía menos, bajé mucho peso, caminaba como robot, en automático y en cámara lenta, todo era terrible, todo era difícil, todo era indiferente, todo dolía y no sabía por qué una mañana sonó el despertador y pensé que podía dormir unos minutos más y lo hice
me desperté y me sentía tan cansada y pensé que podía dormir una hora más, antes que tuviera que comenzar a arreglarme para ir a trabajar dormí y desperté y quise seguir durmiendo simplemente, quería seguir dormida dormí hasta mediodía, muy profundo llamé a la oficina, me reporté enferma migraña inventé seguí dormida dormí tres días y al cuarto decidí que no me levantaría más decidí que me moriría de tanto dormir, que de esa cama me sacarían muerta, que ya era suficiente, que iba a morir y punto a nadie le haría falta quizás a papá pero daba igual quizás a Caín pero daba igual
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quizás a alguien pero daba igual imaginaba las reacciones de todos al saber la noticia no sabrían explicar mi muerte oficialmente seria por inanición, porque como me la pasaba dormida, no comía ni tenía hambre, solo me levantaba para beber un poco de agua, ir al inodoro y volver a dormir dormí un día más le dije a la doméstica que no me molestara, que estaba enferma, que cerrara la puerta del dormitorio y dijera que estaba enferma a todo el que llamara ella obedeció perpleja dormí un día más y otro, y otro un día desperté y pensé te despedirán, se te acabará el dinero, cortarán el agua, la luz, el teléfono, la doméstica se irá, se acabará la comida y pensaba no me importa y pensaba se perderá la casa, no hay testamento, se la darán al gobierno y pensaba no me importa y qué pasará con mis papeles, con mis escritos, con todos los años y el esfuerzo,a con lo más y lo único realmente valioso e importante para mí en la vida, con lo que jamás me ha decepcionado ni traicionado ni abandonado ni humillado si cae todo esto en manos de papá, lo quemará y se perderán todos mis textos inéditos, mis diarios, mis poemas, mis novelas, mis cuentos, los trabajos a medio andar, las cartas, todo y me contesté a mí misma NO ME IMPORTA allí supe que estaba mal entonces recordé: congreso de escritores en Arizona Arizona siempre había querido ir allí me levanté después de un par de semanas a mi Jefe le había dicho que tenía un problema con la presión arterial (en aquellos días se me subía o se me bajaba la presión con frecuencia) le pedí que me diera unos días para restablecerme en realidad había llamado y había decidido decirle que estaba deprimida y que no podía trabajar
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nadie en el mundo entero sabía que yo sufría de depresión por lo menos nadie sabía que eran tan severas iba a decírselo quería decírselo a alguien y yo pensaba que él, por haber estudiado medicina, sabría comprenderlo como lo que es, una enfermedad pero no me atreví ¿qué pensaría de mí? ¿pensaría que soy una inútil sentimental, un corazón débil? ¿lo decepcionaría, perdería su confianza? decidí no decir nada, le dije lo de la presión por lo menos fui a Arizona y luego continué deprimida
tuve otras muertes las que otros desearon para mí las que otros inventaron y cuyos detalles, se comprenderá, no puedo contar por desconocerlos porque nadie ha tenido las pelotas de venir y decirme "te aborrezco tanto que deseo tu muerte" pero existen esas historias en una fui guerrillera y morí en Guazapa durante un enfrentamiento después de haber escrito poemas en papel de cigarrillo y habérselos dado a alguien para que los sacara del frente de guerra en otra de esas muertes deseadas y ficticias también era guerrillera y mi muerte fue en un enfrentamiento en el centro de la ciudad justamente enfrente del edificio de Telecomunicaciones un mediodía aún hay gente que me dice ,¡creí que estabas muerta" y me abrazan con la extraña emoción de abrazar a un fantasma
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jacinta escudos
la suerte quiso que me enviaran a Europa un año allí resucité allí sané por lo menos por un rato aunque de vez en cuando me sorprendía a mí misma pensando en cuál sería la mejor forma de suicidarse o imaginando trágicos accidentes en las calles de París, en el metro de Kbln, en los trenes de todas partes y qué harían con mi cadáver en Europa y qué pasaría después y me preocupaba que me enterraran en esas abominables cajas que llaman ataúdes y que me metieran bajo tierra y me taparan con cemento y con 3 metros de polvo en el nicho familiar sería terrible no quiero ni en la muerte estar cerca de ellos no quiero ni en la muerte seguir siendo prisionera para mí el fuego purificador y mis cenizas dispersadas en dirección de los 4 vientos desde el más alto peñasco de La Puerta del Diablo
ahora solo paso por los días o los días pasan por mí, no sé la diferencia me dejo llevar por ellos como un alga podrida flotando sobre una ola en el mar nada queda por delante sólo fingir que se vive, que se hace algo es indiferente mañana vendrá mi Muerte a traerme y quizás, oh sorpresa, sea la Muerte el esperado buscado ansiado
necesitado amante perfecto.
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ANCESTRAS Cuando al mirarme en el espejo, veo en mi cara el rostro de mi madre crezco en tiempo. Me ilumino inmensa. Unidos a esa cara se asoman se anudan se suman el ombligo de mi abuela de su madre de la abuela de mi abuela de la Luna de la Madre Tierra. Nueva York, mayo 2002
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DE LA ESCRITURA Buscando la clave de lo que en algún día podría convertirme, escribo; acomodo palabras, las amigo. Brioso, cabal o breve se va tejiendo el papel de sonidos que aspiran a domar las tempestades del día a día; mostrar caminos: el ser humano íntegro, divino. Nueva York, noviembre 2003
yolanda blanco 15
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ETRAS DE LA POSTAL DEL TUCAN SANTIAGO B. OLMO
CENTROAMÉRICA APARECE COMO UN ISTMO SIN IMÁGENES
Desde el mapa, el istmo centroamericano aparece como un nexo geográfico, fragmentado, entre el norte y el sur de América; desde el territorio, la idea de la diversidad y la discontinuidad se acentúa. La geografía física resulta más o menos predecible: volcanes, lagos y bosques tropicales, litorales de cocoteros, manglares, altiplanos y sabanas. El paisaje natural ha sido exportado primero desde la pintura y más recientemente desde el cliché de las postales turísticas. Junto a la fauna y al "tipismo" de los indígenas, el paisaje se exhibe como un reclamo y como una insignia de identidad promocional hacia el exterior, que cala también en el interior. En este contexto de sumisión de las propias imágenes a los mecanismos del turismo, los paisajes urbanos han permanecido olvidados, difuminados quizás porque la modernidad en esta región ha sido un proyecto históricamente inconcluso y quebrado. La identidad ha desplegado sus representaciones en la imagen de lo rural, en un paisajismo tropical y también en una estetización costumbrista del indigenismo, un archivo visual que actualmente acapara el escaparate turístico. Tras varias décadas de guerra, que han asolado Guatemala, El Salvador y Nicaragua, y afectado profundamente al resto de la región, a lo largo de la década de los años noventa se ha
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Auras de guerra, 1993, ernesto salmerón
impuesto en el arte una mirada sobre la realidad y los problemas de lo cotidiano, abordando de manera cada vez más decidida lo político y lo social. Es entonces cuando las ciudades empiezan a tener un rostro y unas imágenes. Imágenes y representaciones de lo urbano que se convierten en interpretaciones, revisiones, intervenciones y acciones de resistencia y de denuncia. Las imágenes son también narraciones, documentación y estrategias conceptuales que contienen una mirada eminentemente poética. Se ha tendido a considerar el documentalismo como un lenguaje de objetividad, más cercano al periodismo y a la investigación que a una perspectiva estética. Sin embargo, el modo en el que se han desarrollado estas líneas artísticas en Centroamérica (también ha ocurrido con otras variables en distintas escenas artísticas
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latinoamericanas) permite aventurar que, a través de la sutil influencia de la literatura producida en la región desde los años setenta, en el marco de sangrientos e interminables conflictos civiles cuyo punto más cruento fueron los años ochenta, el arte ha intentado controlar las tentaciones periodísticas desde un equilibrio precario entre poesía y documentación, aunque no siempre con éxito. El titulo de esta exposición, TODO INCLUIDO, no es únicamente un guiño sarcástico a los mecanismos turísticos de ocultación de la realidad a través de la creación de paraísos artificiales bajo la fórmula del "resort", sino que además pretende mostrar todo aquello que no aparece en la postal turística centroamericana, y muy especialmente esa vida de las ciudades y sus problemas. Se propone por encima de todo abordar, aunque sea de un modo somero y general, las diversas maneras en las que los artistas se han apropiado de lo urbano, generando nuevas imágenes para las ciudades. También se ha intentado poner de relieve cómo el arte, la literatura y el cine han confluido en la configuración de una sensibilidad critica hacia lo urbano. La ciudad es el espacio de la modernidad, y las urbes centroamericanas muestran tanto el fracaso del estado moderno como la
naturaleza quebradiza y frágil de una identidad, mientras reflejan una cierta ausencia de la conciencia de ciudad, así como del sentido que en otras latitudes tiene el concepto de “capital”. En esos procesos urbanos interrumpidos o fragmentarios hay que situar la violencia y los conflictos armados. La violenta historia de Centroamérica en los siglos xix y xx ha estado profundamente determinada por el voraz expansionismo del imperialismo económico y político de los Estados Unidos, que durante décadas ha alentado, a veces inspirado y otras sostenido, enfrentamientos cuyos origenes se remontaban, sin embargo, a las desigualdades y desestructuraciones sociales del tiempo de la colonia española, irresueltas tras la independencia en un frágil esquema republicano de democracias liberales y formales, regido y manejado frecuentemente por dictaduras de tipo militar y oligárquico. En el marco de la guerra fría los diversos conflictos se encuadran en un esquema general de “lucha contra el comunismo” / “liberación nacional”. Mientras tanto, el concepto de “República Banarera”, inspirado en la situación de sometimiento económico al que estaban sujetos algunos países centroamericanos, como Guatemala o Costa Rica, bajo la presión durante la primera mitad del siglo xx de la United
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Fruit, la gran compañía frutera norteamericana, se fue complejizando y perpetuando desde un marco cada vez más político que simplemente económico. La
asolada por motines y rebeliones, es tierra de promisión para aventureros de todo tipo y un estado gobernado por individuos que disponen de sus recursos como si éstos su patrimonio El titulo de esta exposición, TODO INCLUIDO, constituyeran personal. El mundo que no es únicamente un guiño sarcástico a los describe Conrad, un espacio mecanismos turísticos de ocultación de la para la aventura y el éxito realidad a través de la creación de paraísos personal, es muy semejante al se encontró el filibustero artificiales bajo la fórmula del "resort", sino que que Walker, que se hizo con además pretende mostrar todo aquello que no William el poder en Nicaragua en 1856, aparece en la postal turística centroamericana, tras ser invitado por el partido y muy especialmente esa vida de las ciudades y liberal en su lucha contra los con la intención sus problemas. Se propone abordar… las conservadores, crear un estado esclavista que diversas maneras en las que los artistas se han de con el tiempo fuera anexionado apropiado de lo urbano, generando nuevas por los Estados Unidos para un canal interoceánico imágenes para las ciudades. construir sin interferencias locales. Sus aventuras y su ambición provocaron una guerra en la que fue vencido, aglutinando en las diversas repúblicas que se coaligaron contra sus aspiraciones expansionistas (especialmente en Costa Rica) un sentimiento de nacionalidad. imaginaria Costaguana que Joseph Conrad describe en su novela Nostromo, situada a principios del siglo xx entre el Atlántico y el Pacífico, representa el prototipo de República Bananera centroamericana que,
Años más tarde, en 1941, el costarricense Carlos Luis Fallas publica Mamita Yunaí, en la que relata los avatares y las tragedias
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de una huelga contra la compañia bananera (United Fruit, y de ahí Yunai) que operaba en la vertiente caribe del país. Escrita al modo de un testimonio y basada en su propia experiencia, propone bajo un enfoque de realismo social una aproximación descarnada a la explotación y la arbitrariedad en la que los intereses políticos y económicos se confunden peligrosamente. En este contexto se inserta el trabajo de Moisés Barrios, quien en una extensa serie de pinturas, titulada Banana Republic, recupera con fina ironía la noción de República Bananera a través de los deslizamientos de las señas de identidad, la ropa y la moda en el nuevo universo urbano del consumo global, reproduciendo en pintura los anuncios de la conocida marca Banana Republic. El sinónimo de la explotación y el colonialismo se difunde como un estilo abierto y desenfadado, con tonos ligados a la tierra y a la naturaleza, con cortes que acercan lo étnico a lo auténticamente "trendy". La confusión de términos y símbolos que propone Moisés Barrios es una formulación de la nueva visión urbana de la igualdad, asimétrica pero imperceptible, entre el primer mundo desarrollado y el tercer mundo dependiente: los detalles del consumo marcan esa fórmula engañosa de globalidad pseudodemocrática.
El consumo popular de ropa, que en muchos lugares de Centroamérica se realiza a través de grandes almacenes de ropa usada (llamados por su procedencia "Ropa Americana"), encuentra una respuesta en diálogo en la moda "desarrollada" que "quiere ser" como una Banana Republic. Toda seña de identidad es maripulable y reutilizada como consumo, para que el propio consumo se convierta en esa ansiada identidad democrática-global: el primer mundo consume ropa que parece del tercer mundo y éste a su vez consume la ropa que en el primero ya ha sido calificada como "trendy". La elección de la ropa y del mundo de la moda no es casual: en el actual desarrollo económico de la región, la implantación masiva de maquiladoras textiles por parte de empresas asiáticas y norteamericanas está convirtiendo el concepto de República Bananera en el de República Maquiladora. En la Bienal de Cuenca (Ecuador) de 2001, el grupo hondureño Artería realizó una pieza que abordaba el mundo oscuro y de explotación laboral de la maquila. Titulada “504 Un país cinco estrellas”, consistía en cientos de camisetas en miniatura en las que aparecía impresa una estrella de cinco puntas como logo de la propia pieza. La obra se completaba con una extensa documentación de entrevistas a empresarios
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y empleados, análisis económicos, políticos ser el objetivo de estos mecanismos y periodísticos de las condiciones de simbólicos. trabajo. En Centroamérica la maquila se ha El origen de esta dinámica se remonta a la convertido en uno de los mecanismos primera mitad del siglo xix, cuando cuajó en económicos más rentables que perpetúan el esquema de la antigua En el imaginario simbólico de la ciudad explotación bananera. que se construye desde Centroamérica, el La ciudad tiende a desestructurarse como capital y como eje espacial, mientras se configuran los barrios o las localidades como espacios de solidaridad o de actuación social, al compás de la propia desarticulación de la sociedad civil producida por los conflictos armados y sus secuelas: emigración y retorno, militarización y desmovilización, precariedad laboral y crisis económica, quiebra del aparato productivo y economía informal, etc.
modelo norteamericano emerge como la imagen más incisiva, porque mientras es imitado de forma literal en casa, también se piensa permanentemente como un lugar de emigración, a pesar de las barreras de los visados, los controles y las prohibiciones. De ahí que esta realidad constituya un polo de atención para diferentes artistas.
En Centroamérica la carencia de imágenes simbólicas de las ciudades parece resolverse, en última instancia, en el deseo consciente de sus sociedades de querer ser otro, de desear ser de otra manera y de poseer otras costumbres. La identidad tiende a convertirse en mímesis del deseo de ser otro: asimilarse lo más posible a los Estados Unidos, en las casas, en los nombres de las calles o en los hábitos de consumo, parece
los Estados Unidos la doctrina del Destino Manifiesto, que justificaba la superioridad de la raza anglosajona y su misión divina, mediante la conquista, de salvar y redimir a otros pueblos "inferiores" incapaces de autogobernarse dignamente, como los que
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habitaban en las repúblicas que se habían independizado de España; fueron numerosas las expediciones (como las empresas filibusteras de William Walker en el norte de México, en Nicaragua y Honduras) que, bajo su cobertura ideológica, intentaron recolonizar y “americanizar” todos aquellos territorios de América Central y el Caribe catalogados como un espacio vital para los ideales “democráticos” del lucro pero también del esclavismo. El siglo xx en Centroamérica, como una prolongación de este proceso imperialista inspirado en el Destino Manifiesto, resume diversos procesos de "norteamericanización" de los valores y de las costumbres de las élites, que progresivamente son importados, asumidos como propios y "exportados" al resto de la sociedad, impuestos como un modelo familiar, económico, ideológico e incluso religioso. En la novela del salvadoreño Manlio Argueta, Un día en la vida, aparece como un leit-motiv el síndrome del rechazo de sí mismo, que implica no sólo la identidad colectiva sino también la personal. En la novela, al cabo Martinez le imparten unos códigos de defensa de otra cosa de lo que realmente es y, como cita y apunta Arturo Arias en su ensayo Gestos ceremoniales, “el ideal sería ser estadounidense y protestante, mientras lo peor es ser mestizo: “No somos
ni chicha ni limonada, con este colorcito culero. Preferible de una vez que hubiéramos sido indios o cheles (rubios), sin términos medios”. De allí que para salvar la democracia haya que “malmatar a tanto hijueputa”. Ese es el problema de todos los países ignorantes”. Este esquema, que en un principio ha reflejado el complejo proceso de recolonización o neocolonización estadounidense de la región durante la segunda mitad del siglo xix y los primeros años del xx, ha respondido, más tarde y en el contexto de la guerra fria, tanto a la necesidad de preservación del poder económico, como a la contención del marxismo en tanto que reto y alternativa nacionalista a la hegemonía imperial estadounidense, sin olvidar por otro lado la “divulgación” de sistemas políticos de compromiso pseudo-democrático que permitieran, aun con terribles dificultades y deficiencias, soluciones de paz al clima de confrontación civil que algunos países de la región vivieron desde los años sesenta a los noventa. Pero este esquema también refleja un mecanismo de transculturación del exilio y la emigración, la exitosa implantación de sectas evangélicas estadounidenses (en Costa Rica su implantaciónfue a través de los trabajadores jamaicanos) en un medio católico en el que la Iglesia optaba cada vez más por los desfavorecidos, así como la
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educación y formación de muchos jóvenes en los Estados Unidos. La influencia de los EE.UU. en la región es de una gran complejidad y debe entenderse en una tesitura de graves contradicciones, como un fenómeno de aculturación y transculturación que puede definirse como interclasista y determinante en grado sumo en la construcción contemporánea de las ciudades. En el imaginario simbólico de la ciudad que se construye desde Centroamérica, el modelo norteamericano emerge como la imagen más incisiva, porque mientras es imitado de forma literal en casa, también se piensa permanentemente como un lugar de emigración, a pesar de las barreras de los visados, los controles y las prohibiciones. De ahí que esta realidad constituya un polo de atención para diferentes artistas. Por un lado, Adrián Arguedas, ha tratado en diversas series de pinturas (entre ellas Playland o la que reconstruye escenas de foto familiar junto al personaje promocional de las hamburguesas Ronald McDonald o al afable anciano del Kentucky Fried Chicken) la penetración en el imaginario social centroamericano de los símbolos del consumo estadounidense y su propensión al deslizamiento del ocio en el consumo: el antiguo proverbio de “educar divirtiendo” se transforma en “consumir jugando” o, mejor aún, “desde el juego se
aprende a consumir”. Por otro lado, en su serie Tensiones herméticas Luis González Palma tiende a mostrar precisamente el imaginario de la emigración frente a la prohibición: el retrato de un hombre o una mujer corrientes junto a la imagen de un avión en vuelo o las calles de Nueva York, con ambas imágenes aprisionadas tras una reja. Son estas obras el reflejo de la mirada perdida de la exclusión y el sueño de la tierra prometida, un poco más hacia al norte. Estas imágenes dejan aflorar el deseo de emigración que estigmatiza las ciudades centroamericanas, el deseo de querer ser otro y de vivir de otra manera y la imposibilidad muy a menudo de alcanzar, a veces, algo tan básico como la seguridad de la propia vida. Pero los flujos migratorios tienen otros múltiples significados. La emigración de trabajadores salvadoreños y hondureños, preferentemente a Los Ángeles y Chicago, es un fenómeno que ha propiciado contactos interfamiliares entre los de fuera y los de dentro, perfilando modelos y pautas de conducta híbridos: mientras por una parte las remesas de dinero de la emigración han sostenido la economia y favorecido la creación de empresas, por otra dichos intercambios han potenciado asimismo el fortalecimiento de las maras (pandillas) y la consiguiente extensión de la delincuencia, la violencia organizada y la inseguridad. Han
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Peluche, 2003, wilbert carmona
sido numerosos los hijos de emigrantes, especialmente de las nacionalidades antes citadas, que se han integrado en pandillas, sustituyendo un entorno familiar precario y desarraigado por otro de amistad y solidaridad, a pesar de moverse en ámbitos propiamente delictivos o violentos. Deportados por la policia norteamericana a sus países de origen, tanto por su historial delictivo como por su reiterado ingreso en prisión por delitos menores, o retornados temporal o definitivamente, los mareros de la emigración han transformado muchas de las ciudades centroamericanas: integrados nuevamente en las maras locales, han convertido este fenómeno en uno de los retos sociales más graves y delicados de las sociedades urbanas. La policía no sabe ni puede controlarlas, y en consecuencia las actividades de las maras han derivado en un quebradero de cabeza para las autoridades, que no sólo no disponen de medios y efectivos para hacerles frente, sino que tampoco saben cómo afrontar el problema y sus retos, que afectan tanto a la estructura familiar y social como al sistema educativo. Recientemente se han promulgado en Honduras algunas leyes que autorizan la detención de sospechosos de pertenecer a las maras con el único indicio de su aspecto exterior, ropa, tatuajes o piercing, que ya se han convertido en valores estéticos de moda, criminalizando las apariencias en lugar de las conductas.
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Estas medidas, que han sido contestadas y rechazadas por diversas asociaciones en la medida en que vulneran derechos fundamentales y ponen en entredicho la imparcialidad de la justicia y sus principios, se están aplicando ya, pero no sólo no han solucionado nada, sino que han agravado y enquistado la situación. Algunas maras se han trasplantado desde Los Ángeles a San Salvador manteniendo sus nombres y sus contactos, como la Salvatrucha o la 18, que también está presente en Honduras. Otras pandillas locales han perfeccionado sus métodos violentos y sus actividades delictivas de carácter antisistema, que por otro lado no hacen sino reflejar el profundo malestar social de los jóvenes sin recursos en el mundo de la globalización, mediante la integración de algunos componentes que han pasado por cárceles norteamericanas o simplemente a través de otros mareros con vínculos familiares en el país . Son numerosos los artistas que han trabajado recientemente con estos problemas de las maras y las pandillas en toda la región: Simón Vega, en El Salvador, ha recreado a través de cajas de cartón una ciudad imaginaria y sobre sus volúmenes ha dibujado las pintas (pintadas) de las maras; César Manzanares, perteneciente al grupo Cuarteria de
Tegucigalpa, realizó en la universidad de esta ciudad una performance en la que, vestido con el atuendo propio de los mareros, se paseó por las zonas más frecuentadas de bares y biblioteca para denunciar, sin ironía, las recientes disposiciones gubernamentales de detener sin cargos a todos aquellos jóvenes que, por su aspecto, ropa y tatuajes, pudieran ser identificados como tales; Broolke Alfaro, que en Panamá reunió a dos bandas rivales del mismo barrio, Barraza, para cantar la misma canción de rapy proyectarla luego en su entorno cotidiano; o Wilbert Carmona, que en su vídeo Peluche analiza el lenguaje de las pandillas para romper el silencio de miedo que se establece entre sus miembros. Progresivarnente, el desarrollo de la ciudad tiende hacia la desintegración del centro, a través de un empobrecimiento generalizado de la trama urbana central y la emigración de las élites culturales y financieras hacia los nuevos barrios exclusivos, las urbanizaciones o la periferia más cercana al campo, y paralelamente hacia la desestructuración del ámbito comercial, cuyo espacio es acaparado (en un cruce entre el consumo y el ocio) por los malls o centros comerciales donde se concentrar tiendas, hipermercados, cines, bares y restaurantes. Algo que ocurre ciertamente en todas partes, pero que se agudiza en estas ciudades donde la cohesión de la red
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urbana moderna es incompleta y fragmentaria. Algunas ciudades como Colón en Panamá, que hasta los años cincuenta del pasado siglo fue un punto de atraque de los grandes cruceros del Caribe, o Limón en Costa Rica, antaño un activo puerto comercial, se
habitantes pertenecen a minorías depauperadas y portadoras de una cultura diferente: en este caso la población afrocaribeña anglófora de origen jamaicano, con una problemática inserción sociocultural en sus respectivos países.
Abigail Hadeed, artista de Trinidad, ha trabajado desde Progresivamente, el desarrollo de la ciudad una perspectiva documental tiende hacia la desintegración del centro, a realidad de las diferentes través de un empobrecimiento generalizado de lacomunidades y culturas la trama urbana central y la emigración de las afrocaribeñas que en tantas élites culturales y financieras hacia los nuevos partes han luchado por un barrios exclusivos, las urbanizaciones o la ámbito propio, entre un pasado de esclavitud y de periferia más cercana al campo, y emigración forzosa y un paralelamente hacia la desestructuración del presente de marginación, ámbito comercial, cuyo espacio es acaparado pobreza y subdesarrollo. (en un cruce entre el consumo y el ocio) por Tras desplegar su proyecto los malls o centros comerciales donde se en Trinidad y en otras islas concentrar tiendas, hipermercados, cines, bares del Caribe, Hadeed aborda la idiosincrasia de las y restaurantes. comunidades negras de Limón y Colón con la intención de explorar las rupturas y los prejuicios que aún subsisten hacia el legado africano en América. Su trabajo por otra parte convierten en poblaciones también aborda los vínculo que existen semiabandonadas por el Estado cuando entre las diversas comunidades de origen fracasa su posición económica y sus africano a lo largo de las costas
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Nicara - WHAT?, serie lampazos, 2000-2005, raĂşl quintanilla armijo
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centroamericanas contraponiéndolas con aquellas del Caribe isleño, mediante el ritmo musical que las une. La pobreza de las calles, el desorden o la imaginativa adaptación de las casas se complementa con la vitalidad de la gente. En Nicaragua la ruptura cultural con su vertiente Atlántica-Caribe presenta también un panorama muy semejante, aunque escasamente urbano: Claudia Gordillo y María José Álvarez realizaron, entre los años ochenta y noventa, sendos trabajos fotográficos documentando el mundo anglófono, miskito y afrocaribeño nicaragüense, históricamente aislado por la selva de los centros sociopolificos y culturales de León, Granada y Managua, y durante décadas ligado a los itinerarios e intereses estratégicos del imperio británico y de los Estados Unidos. Finalmente, en Costa Rica sólo recientemente se ha vuelto una mirada atenta hacia ,esa comunidad afrocaribeña y sus mitos: los tiempos han cambiado y el interés desde lo social de Carlos Luis Fallas en Mamita Yunai abre el camino a perspectivas más poéticas o históricas, como “Calypso” de Tatiana Lobo (quien ha tratado en diversos ensayos y novelas la presencia de origen africano en Costa Rica), un relato de ficción que fábula sobre los mitos fundacionales de las pequeñas
poblaciones al sur de Limón, convertidas hoy en conocidos aunque modestos centros turísticos. Desde un planteamiento de recreación histórica y biográfica, Yasmín Ross explora a su vez en “La flota prometida” el legado de Marcus Garvey, un jamaicano que impulsó en 1914 el primer gran movimiento de liberación negra de ámbito mundial: Universal Negro Improvernent Association (UNIA) y la Liga de Comunidades Africanas, que en años sucesivos se expandió a más de cuarenta paises. Garvey maduró su pensamiento y sus iniciativas en sus viajes a Costa Rica y Panamá, donde tomó conciencia de las lamentables y opresivas condiciones de vida de los trabajadores negros, empleados en las bananeras, las plantaciones de caña o los ferrocarriles (unos años antes habían trabajado también en la construcción del Canal). Su proyecto de gran repatriación masiva a África de los descendientes de los esclavos a través de una línea naviera, Black Star Line, sostenida por acciones compradas por los propios viajeros a costa de grandes sacrificios, daba una gran libertad de acción y generó entre la población caribeña, y en Limón de un modo muy particular, una gran expectación que sin embargo concluyó en fracaso ante la quiebra de la compañia. Abordando la historia y el impacto de la Black Star Line en Limón, y en colaboración con Luciano Capeffi, Yasmín Ross realizó también un continúa en la página 94
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mar d’león
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AMADO
para easy
tu y yo (no sé si otros) somos hechos para estar unidos con el amor para siempre. ser una sola carne, una sola esencia, ser amantes unisexuales, siameses irreversibles, una sola energía, una sola amplia y frondosa alameda sin extremos. tú, exigente tentador, amado antojadizo. yo, amante complacedor complacido. somos fieles, nuestra unión no se disuelve, no se diluye. yo te amo, te cuido, te mimo, te consiento casi no te niego, ni te pido nada. a mi antojo te desnudo con caricias termales. acicalo de perfumes tu cutis, tus axilas, tus terzos gluteos musculosos, tu gran hermoso pene circuncidado y perfecto de exquisitos testículos terzos. limpio y lavo con ternura el socado capullo de tu nitido anus. te masturbo cuando lo deseas en obra y pensamiento. eres mi templo donde sensual deshojo, tus caprichos, tus berrinches, tus antojitos, tus pasiones, tus libidos volcánicos y cubro de ósculos apasionados tus flameantes labios lubricados con ardor y deseos en la visión del espejo. feliz palpo tenaz tus frutos turgentes de tus mieles y tentaciones.
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si enfermas cuídote con esmero y mimos para preservarte en mi corazón. te nutro con exquisitas viandas y delicias que brinda nuestra madre terrenal. llevo el «tattoo» de tus tetillas y ombligo en las yemas de mis dedos por tu exigencia de mis caricias que tanto te estimulan. complazco al glamour normal de tu narcisos y coqueteos provocantes. me aferras a tus penetrantes pasiones de santidad y lujuria y a tu copular en los variantes cálices oscuros de afrodita. en el festín con los divinos me embriagaste de placeres, de magias ocultas y vértigo afrodisiaco, entre un oleaje endofórmico del instinto. el poder de tu juventud varonil, estirpe de sensual belleza y tu agibílibus en el aforo de tu seducción y affaire, es infalible. no falla el dardo, siempre se entierra en el pecho de tu presa. tu sexo-sensual cuyo furor desquicia deidades, monstruos y sacerdotes al percibir el opulento furor de tu piel que exuda esperma adolescente. un trapense, escritor homoxesual empecinado en separarnos, ardiente enamorado de tu belleza y del exuberante “penis” muscular unicornio que porta tu bajo torso con nobleza para ser compartido entre lo bello, el corazón, el amor y el horario de nuestros instantes... con dulzura y cautela alejé de ti a todos ellos, para preservar de todo mal tu templo por ser mi estancia y santuario de nuestro amor. así el cielo nos bendijo, diste el agur a esos desamados. la ponzoña y despecho germinó entre monstruos y trapenses te he dado mi sagrario con todos sus ensueños, sus amores y
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sus brutales objetivos lacteos del paraíso sin ausencia. te ayudo en conquistar musas por complacer tus ansias. te pertenezco, soy tu viña, tu esclavo, tu centinela, soy tu fidelidad, te amo con mi amor excluido de celos. jamás te digo adiós porque jamás te abandono, soy tu perfecto amante, tu amigo incondicional y no hallaras otro, porque nadie te conoce como yo. somos dos amantes en uno solo, usamos la misma sombra, nuestros refinados coitos hacen temblar estrellas. somos armonía, divinidad, pasión, vesania de musgos. somos irreversibles, inevitables. hemos penetrado orbes lumínicos y oscuros, orbes de serafines y demonios. me sacrifico por ti desde siempre. tú y yo vencimos lo malo y ganamos lo bueno. eres mi valiente amado, mi cómplice, mi armadura. desde mi albedrio eras mi amante-amado por siempre, mi amor feliz, satisfecho de júbilo y placer... y hoy, así de repente como chasquido de vano ósculo: !oh desdichado! ¡oh vil traidor! mi amante-amado: asi me pagas, asi me traicionas, me excomulgas y abandonas: !oh cuerpo mio, envejeciendo miserablemente, envejeciendo para alejarte de mi y solo, me dejas con mi desnuda esencia: aterrada, solitaria y enamorada ante la tenebrosa eternidad desconocida! parís - nov. 2004
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AVES PATAGÓNICAS
Graciela Cros
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I Soy una dama que escupe en la calle. Me visto simple y mi vida es un dechado de justicia. Soy una Activa Yegua de la Noche. Un súcubo que expone la Superstición y la Enfermedad. También padezco de Fluctuación Crítica y voy de la Esquizofrenia a la Lepra con la majestad de mis actos y mi rostro tallado en Madera de Bebeerú.
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II Por mis modos de Madre en escenarios de ilusión pagaría con el dolor de mis órbitas. Por el goce o aprovechamiento –más no fuera- temporal de tu Cuerpo pagaría con mi Santa Leche Original. Por desatar el Nudo que ata y no se ve pagaría con 40 de mis Activas Yeguas de la Noche y no lo estoy diciendo todo. ¡Ah, Gaviota, Gaviota! Yéndose tras el polen de las horas. ¿Cuál es tu Precio?
pag. anterior: Con cariño de la voz de la experiencia, cirenaica moreira
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III Soy una dama de músculos nerviosos y cartílagos envarados. Un Instrumento que actúa de acuerdo a reglas elementales de lo Ordinario: Cuanto mayor es el Ave más lento su movimiento. Sin embargo con los años mis garras han duplicado o triplicado su potencia y logro transportar cargas tan pesadas como yo misma. Soy un Halcón Esparvero que transporta a un pato. Soy un Águila Solitaria de las Yungas que transporta a una liebre. Mi alimento es lo sagrado y también lo siniestro. Estoy llena de Madre. Estoy llena de Padre pero en esta función No hay más localidades.
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Cuando vayas a unos quince y quieras bailar, cirenaica moreira
IV Soy una dama de bajo perfil. Un Halconcito Colorado un Gavilán Ceniciento un Cauquén Real. Un ave patagónica que trina en Dialecto. Vivo en mi rama. Salgo poco del nido. Rehúyo las entrevistas y no asisto a vernissages. Entre La Loca y La Muda estoy yo: La Cantora. He dado una vuelta completa alrededor de esta idea a pesar de lo cual aún no encuentro ubicación.
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V Soy una dama asimétrica que paga con dolor la sumisión de sus vértebras. Soy una Garza Blanca una Bandurria Mora una Cachaña en bandada que vuela cara al viento. Hablo en Dialecto Sudaqués y la gente me encuentra pintoresca. Soy monolingüe sudaca argento patagónica mapuche. En otra vida fui chaperona espiritual luchadora en fango gimnasta olímpica gata en casa de escritor mujer africana lapidada. En ésta soy lenta como semilla de bambú. Los impacientes no me soportan. Ignoro si sembré lo que esperaba cosechar. Ignoro si pretendo cosechar lo que nunca sembré. Soy un personaje de Ficción que escribe una novela en la que hay un personaje de Ficción que escribe una novela y así hasta aburrir. Si me lo pide el editor agrego o quito un Capítulo. Este es mi sino.
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VI Soy una dama con dificultades para el Sostener. En almuerzos y cenas dejo caer los cubiertos al piso. Ando innortada por las calles y maquillo mis ojeras para que no se advierta este pesar. Me ha sido negada la Fe. Padezco de sonambulismo y mis encías se retraen. Soy una Sospechosa que practica en silencio. Hago escalas. Afino. Descifro pentagramas. Mi Lengua está en penumbras. Hablo en la Oscuridad. Lo mío es Persistir.
IX Soy un Canario Blanco que duda de su Canto. Nadie responde cuando llamo. La respetabilidad de mi alcurnia es puesta en duda. Muero en mi jaulita ciudadana una mañana de domingo y quedo en una bolsa de residuos hasta la recolección del lunes por la tarde.
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XIII Soy un lemon pie que otros comen con deleite. Un bay biscuit una vainilla un brownie una masa quebradiza una mixtura. Soy un hojaldre pampeano un pastelito criollo un bizcochito de grasa para el mate del gaucho. Soy un producto regional. Un souvenir. Made in Patagonia FOR EXPORT.
XV Soy una dama que pierde las agendas y anota su deber en papelitos. Una que escribe en la cola del banco en la sala de espera del dentista en el estacionamiento del supermercado en la luz roja del semรกforo. Mi pasiรณn estรก intacta. Soy la que sujeta con los dientes La Soga del Ahorque. 42
La venganza es un plato que se sirve frio, cirenaica moreira
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Libertad es una palabra enorme, cirenaica moreira
XXI
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XXI Mi fortaleza despierta comentarios pero todo es puro Simulacro. No hay tal cosa detrás de esta máscara de hierro. Soy un pichón que en la tormenta se ha caído del nido. Mientras escribo estas líneas tiemblo tirito tengo frío.
XXII Soy una dama que oscila entre la implicación y la distancia. Una Curruca de los Juncos que teje argumentos. Cuando niña bebí la leche del materialismo. Hoy vivo entre las cuatro paredes de mi Imaginación y hago chanzas sobre la delgadez de mi espíritu. Tengo un mundo y también está en guerra.
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El hijo del Conde se queda atrás raúl quintanilla armijo
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(o acerca de como Félix Rubén sí leyó Los Cantos de Maldoror) para Thais que no lo quizo.
Es el Félix Rubén de Schiaffino, con su bigote muy fin de siecle, daliniano casi y su cuerpo aún esbelto y enérgico, lejos la neurastenia fofa, el que finalmente ha logrado desembarazarse del nene Carrillo, que lo fastidia una vez más con sus posturas de homme de lettres, y de Sawa el desafortunado, pero bendecido por Verlaine. Los ha dejado, bien acompañados por
cierto, con Rolande y con Brigitte, en la maison de tolerance de la rue des Moulins. Exactamente en el Salón Moro o petit Hagia Sofia como lo denominaba, por sus cúpulas, Darío, muy divertido y profano, cuando reposaba lánguido, tras las delicias divinas, entre los brazos rellenitos como un querubín y piernas idem de Marion Delorme (su gracioso dije vivo. Su adorado y reverenciado polvo parisino). Aquella habitación mora era, sin lugar a dudas, la favorita de los pocos centroamericanos que deambulaban por París con las suficientes águilas doradas en sus bolsillos dispuestas a volar. Rubén las andaba. Como nunca jamás las andaría. Y cargaba por lo tanto con los impostergables
cicerones y amigos de ocasión y de verdad. !Salud Poeta! !Salud Poesía! !Salud bohemia! !Salud Henry Murger!!Eh mozo, más ajenjo!. No. No le molestaba en lo más mínimo su mecenazgo, era necesario y valdría cada uno de los centavos gastados en aquellos treinta y pico espléndidos días de su iniciación estética en el seno del simbolismo. Estaba en la soñada Capital del arte, de la elegancia, de la claridad y del buen gusto…. y sobre todo… del amor. Pero ahora Félix Rubén necesitaba estar solo. Su cita no permitía compañeros ni testigos. Ese era el prerrequisito. Cruzó la calle 24 (ahora 6) fijándose en algún capricho arquitectónico cortesía del lejano Mansard. Algo de la pátina de aquellos edificios le trajo a la mente la ciudad de 51
León Santiago de los Caballeros allá en el potrero patrio, y mientras sonreía por lo pretensioso y extenso del nombre, aceleró un tanto su paso. Un aire suave de pausados giros le dio en su rostro de indio nagrandano cuando al fin llegó al Monte de los Mártires. Caminó por el boulevard Clichy hasta llegar a la Place Pigale donde se detuvo un poco mirando a las agraciadas y deseadas cocottes que deambulaban por allí como exhuberantes mariposas nocturnas buscando la luz, y que en nada se diferenciaban de las respetuosas madames que también por allí deambulaban. Algún día retornaría a vivir a esta ciudad, se dijo mientras sentía en todo su cuerpo el influjo y el encanto de París. Es embriagante como un alcohol, pensó sabiendo
que la gran ciudad ya era su vicio. Siguió sobre el Boulevard de Rochechouart y poco después, justo a tiempo para esquivar la llovizna de la tarde, penetró Au Mirliton, el saloncito donde antes se había hospedado el Gato Negro. En una mesa apartada distinguió de inmediato la mefistofélica y escueta silueta del otro Félix haciendo girar en una de sus manos, la derecha, un lirio blanco. En la mesa la chistera. Lo había conocido por azar como suceden los mejores encuentros. Rubén estaba desnudo. El otro Félix no, todo lo contrario, vestía impecablemente. Todo un dandy salido de las páginas de A rebours. Sin embargo, tomó sin el menor rubor la tarjeta de presentación que el obnuvilado poeta centroamericano
extendía a diestra y siniestra aquella noche en medio del bullicio del Moulin Rouge. (El dibujante del mentado antro no estaba presente. Se había disgustado tanto con Suzanne, y ella, por supuesto, con él. En todo caso fue por eso que Henri Toulousse Lautrec, el malogrado grafista de las gigolettes, no estuvo presente para caricaturizar con sus plumas de bambú aquel extraño y singular encuentro entre un senador romano disfrazado de centroamericano y el propio Mefisto pretendiendo ser elegante e impecable crítico de arte, que sí lo era y es, estamos claros.) El otro Félix se retiró hacia una mesa redonda que centellaba con el ligero temblor del 52
cociente intelectual sentado a su alrededor. Se acomodó entre la dulce y exquisita Jane Avril, que esa noche lucía especialmente triste, atrapada por su boa de plumas, y Ma da me Rachilde, que todo lo contrario no paraba de hablar entusiastamente de su nuevo y joven descubrimiento: Mousier Jarry, que, dicho sea de paso, estaba sentado distraído a su lado pensando en sus buhos y salamandras, aunque más probable en Ubu el panzón. El otro Félix se balanceó en su silla y terminó sin demasiada prisa su ajenjo. Miró hacia la pista de baile, ausente de la conversación de la mesa, se secó los labios con un pañuelo rosa y se fijó con deleite en como Valentin le Désossé iniciaba su mágico y extremo ritual
deconstructivo al ritmo del bello y portentoso culo de la Glotona, que entonces lo tenía firme como madera de foresta encantada. Se sintió bien. Pidió otro ajenjo y lo esperó antes de preguntarle al caballero de al lado, sosteniéndole la tarjeta de presentación de Darío, qui est ce Monsiuer? El indagado era el anticlerical escritor, poeta, editor, crítico, grabador, etc, etc… Remy de Gourmont, que ni corto ni perezoso y dispuesto como siempre a demostrar que su conocimiento del Who is Who en el París finisecular era más grandote aún que el propio elefante de los jardines del Moulin Rouge con todo y orquesta, le respondió: “Es el poeta sudamericano Felix Rubén Darío. De Montevideo según
entiendo. Con su libro Azul… publicado en Santiago de Chile hace cinco años, cuando acá Boulanger caía aun medio en gracia, ha causado un enorme e imperdonable revuelo en las letras españolas, que sinceramente lo estaban necesitando como todos sabemos.” “Después de todo”, dijo de pronto, interrumpiendo Laurent Tailhade, mientras se rascaba el ojo y dirigiéndose a Alfred Vallete director del Mercure de France, “después de Góngora no hay después para España”. Fue que terminara de decir España y las chicas del can salieron a escena erotizando el ambiente aún más. Sus piernas volaban, las sabían llevar. A todos gustaban y no podían disimular. “Si mi amigo Félix, retomó su hilo Remy levantando la voz tanto como aquellas piernas, 53
este joven modernista, a como se llamarán entre sí los de su troupe pronto, era, a pesar de la reticencia medieval de los académicos y preceptistas españoles, justo y necesario para el castellano y su salud.” Mientras todos celebraban las condescendientes insinuaciones antiespañolas del simpático Remy y del anarco de Tailhade, gritando vivas a Góngora y a Montevideo, el otro Felix guardó la tarjeta de Félix Rubén, Vaya triste coincidencia onomástica, pensó, en la bolsa interior de su ulster azul. Luego y tras un último trago se marchó sin mucho aspaviento y sin despedirse de nadie, excepto levemente y
sólo con la mirada de Jane quién sonrió por primera vez en la noche. Que tendrá la
por su silencio en medio de la algarabía usual que comenzaba a agitarse más ahora que
princesa?, se dijo el Otro Felix. A la salida buscó la mesa del poeta sudameriacano y la encontró fácilmente
Le Petomane aparecía en escena. Estaba cerca del mencionado elefante. El poeta. Mudo. Ido. Aquel 54
excelente muchacho tenía el vino triste, pensó. Divino secreto del silencio de donde emergeran los angélicos palacios, las suprasiderales únicas melodías. Se acercó al ahora immutable Félix Rubén y extendiéndole su tarjeta, mientras ignoraba a sus dos acompañantes, a pesar de no ser ningunos celui qui-ne comprend pas, ambos poetas, uno Charles Morice, y otro el griego Jean Moreas, citó al poeta de la Rue de Rome: De l’eternel azur la sereine ironie…. Darío conocía el poema del profesor de inglés y entendido sonrío levemente (como lo hacen dos peludos cuando se encuentran en la calle viniendo en dirección contraria) mientras respondía Je suis hante. Después leyó el nombre de la tarjeta y cuando terminó el breve mensaje escrito al dorso de la
misma el otro Félix se había marchado. A la mañana siguiente en medio de un dolor de cabeza rutilante (aja) y una arcada despiadada seguida de otra y luego de otra y otra que lo hizo volver a jurar que se cuidaría más, que bebería menos, aunque sea un poquito menos, aunque sabía bien que mentía, Félix Rubén, el hidrópata, se acordó de la susodicha tarjeta de presentación y del personaje adosado a ella. Primero sí, los paraísos artificiales, la botella, la imprescindible y su verde elixir. Le temblaban las manos de marqués cuando al fin logró encontrar la tarjeta hecha bollo entre la sábana que la noche anterior fue toga imperial. Buscó como sentarse y mientras aterido sentía el sudor correr nuevamente por sus sienes intentó leer
la fina caligrafía del demonio. Imposible. Todo daba vueltas, como rueda de bicicleta sobre pata de gallina. Se volvió a recostar y cerrando los ojos pensó de pronto en Stella, la hermana de las liliales mujeres de Poe. En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse. Inborrables momentos que siempre guarda el corazón. Fue hasta el final de la tarde que logró estar lo suficientemente bien como para leer que descifró, esta vez consciente, las extrañas palabras que aquel hombre le había escrito en su tarjeta de presentación. Quedó fascinado. Primero con el hecho cabalístico de que ambos se llamasen Félix. Vaya aborrecible casualidad pensó con tristeza. Luego y más aún se fascinó e intrigó con el mensaje en sí escrito en español: 55
Mon Cheri ami veo que su pluma es dinamita que despierta idiomas hasta ahora dados por muertos. Preciso verle pasado mañana Au Mirliton. Ese día le pre sentaré a raro Conde de su Montevideo natal interesado en las luchas modernistas de su y vuestra América. Llegue sólo. Quien sabe porque razon me anda buscando ese nombre. Que sabía de Azul…?. Que sabía del modernismo en América este flaneur que apenas recordaba. Lo confundía por alguna razón con un montevideano. Pero qué importaba, se
consideraba universal desde hacía bastante. Y más enigmático quién era aquel Conde interesado en la lucha? Algún ricacho anarquista de la belle époque? Se equivocaba al menos en parte. Ahora que Félix Rubén esta ya Au Mirliton, algo tímido espera unos momentos antes de aproximarse a la mesa de su misterioso anfitrión. No había dudas de que era él. Sí. Sin embargo estaba sólo el otro Félix. Nadie lo acompañaba. Darío sintió temor que fuese otra burla mas de la intelectualidad francesa. París es teatro divertido y terrible. Pensó y revivio el incidente con Lelian en el Café d’ Harcourt. Aun le dolía aquel encuentro con el liróforo celeste. Su querido padre y maestro mágico prácticamente lo había mandado a comer
mierda. Finalmente reunió el valor y coraje suficiente y avanzó parsimonioso hacia la mesa del otro Felix. En aquel preciso instante se escuchó el martilleo de un negro piano sonoro que había bebido demasiado. Toda la concurrencia, incluyendo al otro Félix, quien lo saludó cordialmente al reconocerle y lo hizo tomar asiento a su diestra, se volvió como hipnotizada hacia el pequeño escenario. Tras aquel preludio comenzó a aullar un hombre. Su voz tremenda de barítono, que jamás ahorró vascosidades para nadie, resonaba por todo el recinto. Aristide Bruant, dueño del lugar y de la voz, evocaba las cuitas y miserias de buena parte de los ciudadanos y ciudadanas de los bajos fondos de París. 56
mendigos, ladrones, víctimas de violaciones, putas viejas y desgajadas, asaltantes, moclines y chivos. Crápulas urbanos, escondidos por la hausmanización de la ciudad luz y dificilmente encontrados en cualquier otro arte a no ser el de Bruant mismo, el de Zolá o el de Lautrec y punto. Darío estaba hipnotizado. El había conocido ya la miseria. Se sabía el tema. Como no. Aristide saltó del escenario y de pronto estaba encaramado en una silla con una bota negra sobre la mesa. Una familia burguesa, compuesta en su mayoría por bellas
Aquella noche hablaron 57
parisinas, todas ellas exhalando un suave olor femenino, reclinadas unas como odaliscas, erguidas otras como reinas. Todas ellas frenéticas mientras el sombrío Bruant, con su ya tradicional sombrero calado hondo y su bufanda roja atada al cuello, sobre su traje negro, igualito como tantas veces lo pintó Lautrec, se inclinaba provocador sobre ellas, mientras cantaba: J’suis republican socialisse, Compagnon radical ultra, Revolutionnaire, anarchisse... Terminó su recuento en medio de un delirio total de la audiencia y desapareció. Comenzó entonces, entre los dos Felix, aquella feliz conversación, tan importante (y tan desconocida hasta ahora) para la historia del Modernismo. Era divertido
escuchar a nuestro Felix mascullar el idioma de Hugo destrozándolo en extremo. El otro Felix así lo pensaba mientras sonreía, pensando en su regular español. Pero no hubo impedimentos para comunicarse. Hablaron de todo, de política, de Zelaya, del canal interoceanico, de Ravachol y su justa causa, de anarquismo, del neo-impresionismo, arte tan ajeno a Rubén, de la Revue Blanche, de literatura moderna, del poeta ingles John Gray, de poesía y de los Martes, de la prosa para Des Esseintes, de poetas es decir. Jamás sabremos los particulares y pormenores del diálogo. Apenas cuchicheos vagos, palabras fugaces. Hablaron, hablaron, hablaron. Les vió la noche fría. En determinado momento y pasadas ya varias horas y vasos de cerveza por la mesa, el otro Félix sacó con cuidado un pequeño paquete envuelto en un pañuelo azul. Miró con disimulo para todos lados
y luego cerciorado ya de que nadie los veía se lo entregó a Darío. Cuando se lo pasó a Félix Rubén a este las manos le temblaban, esta vez, de emoción. Acá finalmente estaba el Conde en sus manos de Marqués. Dinamita pura envuelta en seda fina. El otro Félix no había mentido para nada. Apenas lo intuía entonces. Félix Rubén fue feliz cuando guardó con disimulo y lo más cerca del corazón que pudo, el paquetito. Estaba absorto nuevamente. Pensaba sin saber porqué en la sensación de incertidumbre que habia experimentado frente a la arrolladora magnificencia de las cataratas del Niagara y su estruendo de pesadilla. Cuando minutos después volvió en sí el otro Félix había desaparecido.Que jodido más raro, pensó mientras sacó de la bolsa de su abrigo un libro. El libro que el traía como regalo. No había podido entregarlo. Buscó su chanson y la leyó
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distraídamente. Le hubiese gustado leérsela al otro Felix. Saber su parecer. Años más tarde al descubrir sus innumerables gazapos idiomáticos se alegró de no haberlo hecho. Pero esa noche leyó para el público de Au Mirliton, con la venia de Bruant, su Chanson Crepusculaire hasta que la aurora dijo basta. De vuelta al Grand Hotel de la Bourse et des Ambassadeurs el corazón se le salía. Había corrido como si el cadejo lo persiguiese, cada vez más grande, por los boulavares de París. Ahora, sentado en la cama del hotel recuperaba la respiración. Tiró sus botines de cuero y buscó instintivamente la botella de whisky que estaba en la mesa de noche. Se sirvió un trago generoso como su alma misma. A su lado en la cama el paquetito del otro Félix, y las revistas de Le Mirliton que Bruant le había entregado. Esperó unos momentos antes de
abrir el paquete. Se recostó en sus almohadas, terminó su trago y decidió beberse el siguiente, el último, después de todo el whisky tiene efecto vasodilatador pensó aliviado. Los tragos de escoces lo calentaron despacio. Sin darse cuenta quedó dormido. El paquete y las revistas al lado. Así amanecería el día siguiente cuando Alejandro Sawa se presentó golpeando despiadadamente las puertas de su apartamento. Pero antes Félix Rubén sueña. Sueña con serpientes, con serpientes de mar. Con cierto mar, ay, de serpientes. Sueña que copula tiburones hembras. Sueña con endriagos aullando por infinitos. Sueña con carne de niños tiernos, rubios y sabrosos. Sueña con el cuello de Cleopatra
crujiendo entre sus manos. Sueña con un ombú en medio de París. Sueña con Dios en su burdel preferidón. Su cabeza sin ojos, sus secas mandíbulas en donde algún resto de las barbas salvajes queda adherido. Sueña que lo fotografía. Decí whisky le dice al men (tiroso). Sueña con esfinges embramoradas de briosos centauros. Sueña con extrañas músicas, fanfarrias macabras, melodías de misterios profundos. Sueña que dispara hacia la multitud. Escucha el retumbo, una y otra vez, con claridad insolente. La mata y aparece una mayor.
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Son los golpes de Sawa en la puerta, seguramente con una gran goma, los disparos que despiertan a Félix Rubén de los océanos del sueño. Concha de tu madre, susurra para sí mismo, asegurándose de que el delicado de Alejandro no lo escuchara, luego agarrándose la cabeza grita: Dichoso el árbol que es apenas sensitivo. A medio camino se acuerda del paquete y se regresa a guardarlo bajo una de las almohadas. No vaya a ser. Después abre la puerta y confirma la goma del susodicho. “Bon soir, Maestro” le dice de mejor humor ahora que ve a alguién en peor estado que él. Como se encuentra la Marquesa d’Alcancía?, indaga jocoso. Hostias poet un trago primero, le responde a punto de sucumbir su amigo. Rubén le señala la botella y se sienta en la cama cerca de las almohadas, indicándole una silla al visitante. Sawa se sienta y tras beberse el primer trago
con una religiosidad y urgencia que no sorprenden a Rubén, y servirse el otro, se seca la frente, la misma que un día besó el divino fauno, y le cuenta como Mirelle estuvo preguntando por él toda la santa noche, amenazando con tirarse al Sena si no aparecia. . Joder Rubén donde estabas metido. Como vió que el poeta no respondía nada, vaya costumbre, tomó la revista Le Mirliton que estaba en cama de Rubén. Allí había estado entonces,
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supuso callado y confirmando su idea que Darío era medio anarquista, mientras hojeaba la revista de Bruant. Se detuvo a observar la portada del número de junio donde un dandy observaba el afiche que Lautrec había hecho del chanteur mientras un perro orinaba en la pared y otro le olía el fondillo. Leyó unos cuantos versos y puso la revista en la cama nuevamente. Y? le dijo Rubén. Y que poeta? le respondió Sawa. Que si se tiró al fin al Sena. El españoleto, como le decía a veces Rubén, sonrió, se volvió a servir y dijo: Hoy, Rubén, nos esperan en Les 4 Arts . Mirrelle a ti, Suzzete y Justine también. Enrique estará con ellas ya. Habrá que apurarse antes de que se las lleve a las tres a la cama poeta. Rubén sonrió y pensó que sería verdad, Enrique no perdonaba nada ni nadie. Si tan solo tuviese las aguilas en su nido. Miró a Alejandro con cariño y le informó que iría más luego. Antes de que este iniciara el
llore el poeta sacó un fajo de billetes de veinte y se los entregó. Para que vayan adelantando, dijo al cerrar la puerta sin esperar respuesta. Ya sólo en la habitación sacó de bajo de los almohadones el tesoro. Su tesoro. Abrió el paquetito y apareció el misterio. Lo abrió despacio y con cuidado. Con todo el respeto que le merecían los libros y unos pocos y contados amigos. Ahora sostenía entre sus manos un pequeño volumen conteniendo los Cantos de Maldoror escritos por Le Comte de Lautremont. Es la edición de 1874, que realmente es la original de Lacroix con nueva portada. La que éste último vendió por miedos y falsos escrúpulos a JeanBaptiste Rozez de Bruselas, quien finalmente la comercializó en París con poquísimo éxito, la que tiene en sus manos Felix Rubén. Una edición escasa y dificil de encontrar.
Félix Rubén que ignoraba todo lo anterior pronto dejará de ignorar el quehacer blasfemo del Conde de Lautremont, que es lo que importa a fin de cuentas. Ha comenzado a leer el primer canto: Plut au ciel que le lectuer, enhardi et devenu momentanement feroce comme ce qu’ il lit, trouve, sans se desorienter, son chemin abrupt et sauvage, a travers les marecages desoles de ses pages sombres et pleines de poison; car, a moins qu’il n’apporte dans sa lecture une logique rigoureuse et une tension d’esprit egale au moins a sa defiance, les emanations mortelles de ce livre imbiberont son ame comme l’eau le sucre. Il n’est pas bon que tout le monde lise
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les pages qui vont suivre; quelquesuns seuls savoureront ce fruit amer sans danger. Las horas pasan sin que se percate de ellas. Entrada la noche se escuchó el ligero sollozo del pasar de una página. Era la página número 335, la última del sexto canto de Maldoror. Félix Rubén comenzó Nada de las disposiciones monumentales de la Avenida Victor Hugo, ni de la carnavalesca noche lumiosa, atrajo esta vez su atención. Sabía bien lo que urgía. Cuando Marion Delorme, sonámbula con alma de Eloisa, abrió la puerta de su pequeño apartamento, Félix Rubén, era otro. Pocas veces había mordido cerebro humano con más furia y ponzoña la serpiente del sexo. Se le avalanzó encima. Su cuerpo era la lira del pecado. Mordió la boca purpurina, aquella boca roja, rosa, fresa. Cerró la puerta de una patada poco o nada poética y embrocó con agilidad poéticamente insospechada a su musa de carne y hueso sobre el pequeño diván pequeño burgués. Estaba enferma su animula, blandula, vagula… Marion gritaba alegre y trataba inutilente de zafarse. Le gustaba la loca faunalia, el juego violentamente dulce, cuantas veces no le había implorado que la violara y
a temblar poseído del horror fatídico de la muerte. De pronto sus últimos sueños, hasta ahora agazapados, saltaron encima de él y comenzaron a arañarlo y a tener sentido. Su craneo oscuro albergaba bestialidad y engaño. Había saboreado el fruto amargo y sabía que pagaría por ello. Una rara energía pagana se comenzaba a posesionar del poeta y su envoltura. Se vistió nada y ahora que finalmente se decidía el tímido, hasta entonces, joven sudaca, estaba excitada. Innudaría París si sigue asi, pensó extasiada. Rubén levantó la falda de la adorada cocotte, !oh aroma de su sexo!, y sonrió feliz al no encontrar ningún aditamento de la moda. Sólo las caderas de nieve. Y la húmeda impureza de donde brota un calor que enerba.Contra aquella asutadiza desnudez de gacela temblorosa se tiró Félix Rubén. Penetró con furia el derrier de aquella hembra que gritaba de dolor y de placer. Suelto el Corcél de fuego. De pronto, tras un rojo beso ardiente, la convalesciente abandona el íntimo pavor de vestal intacta y se transforma ante sus ojos maravillados en antigua faunesa que ruge de amor. El poeta se sintió animal. Le gustó. Se sintió Dios y le gusto también. Soy Satán y soy un Cristo : Ita miss est, blasfemó entonces, mientras quintaesenciaba su dije parisien. Que pasa?, desde el diván empapado pregunta la
rápido y a como pudo y salió a la noche de París. No quería estar solo tras aquella lectura demoníaca. La Montaña de las visiones, impregnada del aliento de la noche, alza sus torres de oscuros árboles poblados de espíritus errantes y sollozantes. Félix Rubén mira en lo más negro de la Montaña y ve brillar unos ojos de fuego. Se alza el imperio de la noche en medio de la gran ciudad de las luces. gacela convertida volviendo su dulce cabeza para mirarlo con aquellos yeux bleus et froids, ojos que son como puñales, ojos de aguas profundas; amatistas subidas; luceros suicidas. Y Rubén: Mía asi te llamas. Mía hasta la muerte.
Cae a sus pies una rosa, otra rosa, otra rosa. !Y besos! Días después durante el banquete de despedida en su honor, mandatorio en la belle époque, Félix Rubén aún pensaba en su último, que va, en su más reciente desenfreno. Se le vino entonces a la mente la frase dicha por Remy en una de sus tantas promenades littéraires. La recordó de memoria pues lo había impresionado al sentirse retratado en ella: “La emoción estética pone al hombre en estado favorable a la recepción de la emoción erótica. El arte es cómplice del amor. Quita el amor y no hay más arte.” Sintió el estorbo maldito de la culpa y
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cabilaciones bonaerenses cuando comenzó a declamar emotivo y teatral su poema Invocacion a Caliope. Le siguió luego el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo quien en un perfecto francés disertó acerca de la fraternidad del ensueño…, terminando con el exigido: Bebamos, pues, por Rubén Darío y por Jean Moreas, que son los dos poetas hermanos que más doctamente trabajan hoy por reanudar la gloriosa tradición latina.
pensó entonces en comprarle alguna joya a Marion, su temporal incensario de carne, algo que luciese con el perfume de su pecho. Carnal pagano aumentaba su lujuria primitiva y natural a medida que crecía su concepción católica de la culpa. Extrañamente ya ansiaba estar en Buenos Aires destilando todo París. Se comenzaban a acabar las águilas doradas y el poeta debía ir a cumplir sus funciones consulares y sus funciones de chamán del Modernismo. Maurice Duplessis, el hoy desconocido poeta simbolista, pero entonces exquisito, lo sacó de sus
Y bebieron. Darío, nos relata Edelberto, lee en voz casi inaudible el soneto “A Jean Moreas”. Después se despide de la poetada y parte de nuevo hacia la noche parisien. El viento, que suavemente vuela, trae ecos lejanos; ecos de mar, de montaña, de landas. Camina rapido. El otro Félix (y luego quizás Mirelle, al fin Mirelle) lo espera en el Auberge du Cloude, bullisioso y barato nightclub donde esa noche tocará el piano el joven y excentrico Erick Satie. El champán lo lleva arrebatado. Ebrio siempre. De lo que sea. Pero ebrio. Antes de entrar al café escucha la voz de Yvette Guilbert, casi esta seguro que es ella, trinando suave y raro. El canto es melodioso, ardiente, profundo. Cierra los ojos por un
instante y trata de perpetuar a aquella ninfa. Ahora que ha entrado la busca con la vista. Allí está, pequeña en el pequeño escenario: inmaculada y grácil. Busca ahora al otro Felix y lo ve sentado en una mesa del fondo. Su traje a cuadros color naranja brilla particularmente. Se saludan con vivas a Quevedo y Felix Rubén se sienta junto a él. Yvette esta inspirada esta noche. Darío lo percibe con sus cinco sentidos enteros. El otro Félix le entrega algunos números de la Revue Blanche y tras dar un largo trago a su jarra le dice: cerveza negra morena como tu piel. Félix Rubén pide lo mismo y revisa animado las revistas. Queda impresionado con la litografia original que contiene cada uno de los números. Números atrasados, difíciles aún en París de conseguir. Antes de que se le olvide o de que cierto guis desaparezca, Rubén le entrega al otro Félix la copia de Azul… Le da también el poema que acaba de leer en homenaje a Moreas. Ambos quedan absortos uno en la letra impresa otro en la imagen grafiada. Beben. De pronto el otro Félix llama a Calixte Armel y le muestra el soneto a Moreas. Se lo traduce con malicia, pues sabe lo que pasará y espera. Armel se emociona e invita a Félix Rubén a tomar el diminuto escenario. Adonde putas esta mi timidez,
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pensó el poeta una vez que se encontró con las luces encima. Todos lo miraban expectantes tras la emotiva introducción del poeta y aristocrata Armel. Ahora sí habían dicho poeta nicaraguayen. Rubén leyó despacio y nervioso su soneto. Después calló. Armel entonces recitó expresiva y sueltamente la traducción del mismo hecha por el otro Félix. El público aplaudió entonces con calidez. Al bajar Yvette Guilbert extendió su mano a Félix Rubén, quien extasiado la besó sintiendo su exquisito perfume. Luego se dirigió a su mesa embelesado. Estaba a punto de sentarse y
dar los dos largos tragos de cerveza que tanto necesitaba cuando escuchó la ronca e impertinente voz de aquel salvaje norteamericano, algún tejano pensó para sí, llamándolo poeta esclavo. Recordó la vaga angustia que sintió en el país de cíclopes. Viva William Billy Walker, prosigió gritando Mr. Mister, mientras invitaba a toda la concurrencia a brindar por el filibustero de triste recuerdo en Nicaragua. Darío enfureció y caminó directo hacia la mesa del magnate. Toda su alma latina estaba enardecida. Sabía bien que las pobres repúblicas de la América Central no era con el bucanero Walker con quien tendrían que luchar, sino con los canalizadores Yankees de Nicaragua. Cuando llego a la mesa del pedante millonario y lo encontró riendo, sacó su guante y golpeó con furia en la mejilla del necio. Aquella madrugada en el Bois de Boulogne, Felix Rubén sintió otra vez la presencia de Madame La Mort, volvio su mirada hacia unos árboles de pino y la miró. No era demacrada y mustia, ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia. Es semajante a Diana, casta y virgen como ella; en su rostro hay la gracia de la nubil doncella y lleva una guirnalda de rosas siderales. En su siniestra tiene verdes palmas triunfales y en su diestra una copa agua del olvido. A sus
pies, como un perro, yacia un amor dormido. Rubén sabía que iba a morir joven. Estaba seguro. Estaba también pálido por el duelo pero aún así estaba decidido. No era la primera vez que se enfretaba a álguien a pistoletazos. Iba a eliminar a aquel insolente búfalo del norte. Dichosamente, para la historia, ésta al menos, Calixte Armel y el otro Félix que servían de improvisados padrinos del poeta le explicaron a tiempo que los duelos en París eran solamente parte del gran espectáculo, que eran a primera sangre. No necesitaba morir ni matar. Mejor, se dijo entonces aliviado Félix Rubén. Ya de espaldas a Mister Mister, le vuelven a entrar las ganas de dispararle de verdad. Va caminando, uno , dos, tres, todo, hasta sus pasos sobre las hojas, es como un sueño en aquel bosque de símbolos, cuatro, cinco, recuerda a su prima ruborizada detrás de aquella puerta antes de besarla, seis, siete, ocho, te lo sancocho, nueve… diez. Se da la vuelta, apunta y en eso escucha y ve el fogonazo cortesía del yanqui. Se queda quieto, congelado, no siente nada, sólo un tropel de centauros desenfrenados en su pecho, no le han pegado, el gringo pendejo ha fallado. Ahora prepárate que aquí te va tu caramelo. Felix Rubén apuntó al pecho del tejano, que se orina en los pantalones y
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tiembla, y luego baja, y baja buscando la rodilla antes de disparar y escuchar el alarido de dolor. Mirelle que miraba fascinada, junto a Brigitte y de su mano, corrió entonces eufórica hacia el poeta, antiimperialista entonces, dándole un beso verdaderamente francés. !Gulp! Darío se sentía en la Gloria. Merde que sí. A la mañana siguiente no recordaba nada. Absolutamente nada. Observó a Mirelle y a Gabrielle languidas y desnudas en la cama, abrazadas y en brazos del suertudo de Morfeo. Sus Bellas Durmientes. Quisó entonces por unos instantes ser pintor, a lo Carolus Duran o mejor aún a lo Delacroix, trasponer aquellos cuerpos divinos a algún lienzo sagrado. Sintiéndose sin embargo Acteón, meditó luego y mientras se vestía sin hacer ruido alguno, acerca del papel del vestido en la mujer moderna. La botella y el vino, pensó. Luego le dio un beso a ambas dos juntas a la vez , se fijó por primera vez en el medallón y en el rubí en el cuello de Gabrielle, sonrió recordando algo y se marchó, no sin antes aspirar aquel dulce y ansiado olor a carne tibia, jabonada y perfumada. De milagro no había perdido las revistas, ni los grabados, ni la vida. Días después navegaba en un barco ebrio, como él, sobre el
inmenso y ebrio océano. En su camarote Félix Rubén revisa sus pocas posesiones y se detiene con orgullo ante el baúl de cuero que guarda la pequeña biblioteca simbolista que con tanto cuidado y ojo había formado en aquellos días recorriendo todas y cada una de las librerías de usado de las orillas del Sena. Acarició cada uno de los libros una vez más, los olió y con detenimiento leyó en voz alta, como si los invocase, sus autores: Verlaine, Mallarme, Moreas, Morice, Tailhade, Adam, de Laforgue, Rimbaud, Regnier, Viele Griffin, Merill, Raynaud, Ghil. Y por ultimo pronunció el nombre de Lautremont. El misterioso Conde Lautremont. Tras unos instantes que pudieron ser largos, pensó en su amigo, el otro Felix, y sonrió al recordar al tocayo francés. Porqué, se preguntó, la exigencia de jamás mencionarlo con relación a Los Cantos de Maldoror? Porqué tanto sigilo de su parte? Y sin embargo, todo lo hablado y discutido con Félix Féneón, pues así se llamaba el Otro Félix, era de más sustancia y estructura, que digamos los textos de Bloy, que también llevaba consigo. Alguna pista tendría que dejar de su presencia, a pesar de haber empeñado su palabra, en todo esta historia. Cerró despacio el pequeño baúl y dejó, sin saber porqué, afuera el libro de Lautremont.
El marasmo de Maldoror lo atrapa con el ritmo del mar. Sucede de nuevo y de inmediato. Termina el primer canto y sale a cubierta. La amante de Febo lo observa con curiosidad. Lo ilumina. Los escualos, grita desde la popa álguien. Félix Rubén mira inquieto hacia aquella inmensidad que es el mar. Unos ojos vidriosos, helados, y vacios lo miran desde abajo. El abismo lo llama y el lo sabe. Con disimulo y eme odo de odo se aparta y regresa a su camarote. Da un largo trago directo desde la botella. Se sostiene la cabeza con ambas manos. Pasa asi un rato embebido en si. De repente siente un latigazo en su columna, desde su columna vertebral. Es Kundalini que despierta y lo zarandea. Busca su Waterman de plata, único recuerdo de Marion, y comienza a escribir como autómata. Escritura automática pensara luego y se reira de lo absurdo de la idea. La liberación de la finalidad de la escritura. Había comenzado Los Raros, la vida servía para desembocar en un libro y afuera comenzaba la primavera. octubre 2004
raúl quintanilla armijo. 65
L
a luna se asom贸 blanca
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La luna se asomó blanca, transparente. La miraste con tristeza. Se sentía una presencia. "Al apuntar el alba buscaremos la salida" me dijiste con voz fuerte y clara. Me reí para disimular el temor que sentí al oír tu aseveración. Sigilosamente te levanté de la cama , calcé tus pies , te tomé de la mano y nos encaminamos silenciosos hacia la puerta buscando la salida. !Ingenua ! en la mitad del camino estaba El .
María Gallo
Me miraste suplicante y entendí el lenguaje expresivo de tus ojos. Te protegí con mis brazos. Nos apresuramos tratando de burlar su espada. Nos impidió el paso. Grité: !Cruel! ¿Por que te ensañas conmigo? Lágrimas son el manantial que apaga mi sed. Vago en un tiempo en el que no he existido . El frío viento es el único abrazo amigo que he gozado. !Apiadate de mí! Pido ayuda !ilusa! ¿quién se atrevería a intervenir en una lucha tan infinitamente desigual? Caigo al suelo . Me levanto . Intentamos de nuevo buscar la ansiada salida. Me aleja de vos y sólo logro ver tu mirada iluminada. Has logrado ver su rostro. Hago un último intento por arrebatarle la espada pero ya ésta se encuentra en mis manos . Ha hecho su trabajo. Me rindo, bajo la cabeza y me doy cuenta de que todo está consumado.
Vencida regreso con vos a tu cuarto, te acuesto en la cama te contemplo dormido . La expresión de tu rostro es igual a la de un niño que acaba de regresar de un paseo. Te desnudo , limpio tu cuerpo con perfume y te visto con tu mejor traje. Sé que alguien más velara tu sueño. No estoy sola . Me doy cuenta de esto al sentir una vez más el solidario abrazo del "justo" Job.
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El artista Cochiti Diego Romero ha creado un arte que se vincula críticamente tanto con las formas tradicionales de la cerámica Pueblo del suroeste norteamerican o, como con las narrativas del mainstream de la cultura occidental de masas. Romero ha fundido estos dos mundos antagónicos en su cerámica y más recientemente en su obra gráfica.
se ha venido refiriendo como Espacio Transcultural. De acuerdo al antropólogo social David Tomas, estos espacios transculturales abarcan los conflictos de poder que surgen entre gente de distintas costumbres, maneras y lenguajes. A menudo, el espacio transcultural revela eventos risibles o lucios de la Historia, que
Shanna Ketchum
El Espacio Transcultural en la obra de Diego Romero traducción : alejandra urdapilleta
Temas dominantes en la obra de Romero van desde las representaciones convencionales de la vida moderna Pueblo, pasando por las memorias históricas de la cultura Pueblo, hasta agudos comentarios personales sobre asuntos de interés popular. Esta atención a la diferenciación analítica en el simbolismo, el lenguaje y la actitud de una cultura, como en la obra de Romero, es característica de lo que
sólo han sido documentados por su humor o por su perverso interludio dramático en relación con las narrativas ocurrentes. Argumento acá que Romero construye tales espacios críticos en sus grabados y cerámicas pintadas para dirigirse a una historia viviente que se contrapone al retrato positivista que Occidente hace de los pueblos y lugares no-europeos. De hecho, Romero le ofrece al espectador una manera fresca de 69
observar lo “familiar”, a través de una crítica cultural construida desde una perspectiva conscientemente nativa. Central en la discusión de la perturbadora obra de Romero esta la significación histórica (en el arte) que ya tiene en las narrativas del mainstream. Un ejemplo ha sido dado por J.J. Brody. Tomen a los cien pequeños pueblitos en el suroeste de Nuevo México que datan entre los 1000 y los 1250 de n.e., que de acuerdo a él, muestran un l tipo especia de cerámica que está caracterizada por una marcada continuidad y un cambio moderado.1 En ese periodo, un amplio rango de cerámica con complejas imágenes pintadas a la vez no-figurativas y narrativas en carácter colocadas dentro de espacios pictóricos enmarcados.2 Tal interrelación entre la forma de una vasija y las formas pintadas en su superficie es indicativa de la tradición Mimbres. De acuerdo a Brody, el concepto de acercarse a una vasija como superficie pictórica en donde
poner una pintura esta modificada por características mecanicistas tales como los diseños geométricos que enmarcan el área principal de una vasija Mimbres. Esta técnica crea una relación seudo- orgánica entre las representaciones pictóricas y sus superficies de soporte.3 En su representación de la Iglesia Pueblo de Taos, Diego Romero ha colocado al observador en un contexto determinado al pintar típicos tropos del Suroeste norteamericano, tales como el paisaje y la arquitectura Pueblo. La exhibición pintoresca de las culturas del Suroeste esta bien establecida desde el siglo XIX cuando primeramente ocurrió el influjo del turismo. De hecho, como ha comentado el antropólogo Nicholas Thomas, los sitios del Suroeste sufren un efecto de desplazamiento hacia el dominio autónomo de lo estético e incluso de lo ornamental. De tal manera, que estos sitios se convierten en lugares de pasividad, en lugares para ser vistos por turistas, en vez de en lugares donde ocurren acciones.4
1
Brody, J.J. Mimbres Painted Pottery Scholl of American Research. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1991, pp.1. 2 Ibid., pp.2.
3
Ibid., pp137. Thomas, Nicholas in Katsina: Commodified and Appropiated Images of Hopi Supernaturals. Los 4
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Artistas nativos contemporáneos como Romero conocen estas imágenes “inocentes” muy bien y se han vuelto diestros en re- presentarlas de tal manera que revelen como estas misconceptions etnocéntricas han el entendimiento intercultural. El grabado de la iglesia Pueblo de Taos es una de las muchas imágenes que funcionan como signos hegemónicos, o símbolos, del los pueblos nativos y su medio ambiente, que aun circulan en los medios masivos y a través de los escritos de los académicos del siglo XIX. A menudo este tipo de desempoderamiento esta relacionado a los trabajos realizados por numerosos pintores de frontera y fotógrafos que supuestamente buscaban capturar para la posteridad “una raza que se desvanecía”, aun cuando representaban a la colonialista sociedad occidental que amenazaba a los pueblos indígenas. En años recientes, esta imagineria ha sido duramente criticada por ser menos un documento visual , que un ejercicio colectivo de historicismo “creativo” euro americano, un ejercicio es decir en blanqueo de la historia.
Como uno observa acá, Romero utiliza combinaciones inesperadas de imágenes anti- colonialistas para frenar (disallow) el sentimentalismo fácil de los recuentos del mainstream. En un artículo reciente titulado “Postmodern Parody” (Parodia Posmoderna), Allan Ryan invoca un método para leer el arte nativo americano contemporáneo a través de la aplicación de una teoría de la parodia que revelase temas significantes y generalmente pasados por alto.5 Su reconsideración del arte nativo americano sugiere cuatro temas que se traslapan: la reformulación de una identidad anticolonialista; la revisión post-colonial de la historia desde una perspectiva nativo-americana; el enfrentamiento a los símbolos hegemónicos de los EEUU; y la relación critica de los nativo-americanos a los asuntos de interés global. El más complejo de estos temas es el de la identidad y su auto representación. Quizás en el grabado titulado “ Héctor at the ships” (Héctor en los barcos), Romero ha incorporado a los Gemelos Héroes, seres que poseen importantes roles y 5
Angeles: UCLA Fowler Museum of Cultural History, 2001,pp.11.
Ryan, Allan J. “Postmodern Parody: A Political Strategy in Contemporary Canadian Native Art.” Art Journal , vol.51, no.3, Fall 1992, pp. 59.
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conceptos que cumplir en la Madre Tierra y el Bajo Mundo, funciones bien establecidas para los pueblos Pueblo, Apache y Navajo.6 Los Gemelos Héroes fueron inspirad os por represe ntacione s Mimbres de formas figurativ as similare s que pueden ser vistas en la vasija Mimbres . Eventual mente Los Gemelos Heroes evolucionaron hasta convertirse en los Hermanos Chongo de Diego Romero. Estos
personajes se volvieron importantes para el artista pues personifican, para él, una metáfora para toda una manera de vivir. Los Gemelos Heroes son generalmente vistos como protectores de la tierra que defienden en contra de males y malas ocurrencias. Son ellos los decapitadores monstruosos, que a la vez pueden ser traviesos y desobedientes. Los gemelos también son conocidos por traer problemas para si mismos y para gente inocente que deambule por allí, debido a su espiritu desinteresado y descuidado. De hecho, la dualidad de los Gemelos Héroes esta personificada por los Hermanos Chongo; ellos también tienen su lado bueno y su lado malo. En este sentido, los Hermanos Chongo siguen la tradición Mimbres; se podría decir incluso que ellos son los modernos descendientes del “pueblo desvanecido”. Considerando la ubicación de los Hermanos Chongo en un contexto posmoderno, uno los puede caracterizar como seres transculturales ya que su existencia y nueva identidad son parcialmente definidas por los sistemas occidentales de representación. 7 7
6
Romero, Diego. “Coding the Universe.” Studio Potter, vol. 23, no. 1, December 1994, pp. 73.
Tomás, David. Transcultural Space and Transcultural Beings. Colorado: Westview Press, 1996, pp. 70.
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Debido a que Romero ha transformado artísticamente y recontextualizado de manera crítica a estas figuras históricas volviéndolas más accesibles en su forma visual, como en los grabados, los personajes funcionan de manera provocativa a través de las fronteras espaciales y culturales. De tal manera, Romero ha exitosamente elicited la función primaria de la parodia, que es la reelaboración de la Historia. De hecho la catedrática Linda Hutcheon ha afirmado que la parodia parece haberse transformado en el modo preferido de expresión para aquellos que son marginalizados por la ideología hegemónica.8 Esto sucede debido a que la parodia parece ofrecer una perspectiva del pasado y también del presente que, consecuentemente, le permite a un artista hablarle a un discurso ascendente desde una posición disidente dentro del mismo. La función de la parodia cultural puede ser vista en la serie “American Highway” (Autopista Norteamericana). En este ciclo, Romero narra historias acerca de un pueblo disenfranchised , 8
Ryan, Allan J. “Postmodern Parody: A Political Strategy in Contemporary Canadian Native Art”. Art Journal , vol. 51, no. 3, Fall 1992, pp. 59.
de su cultura marginal, y del pueblo colonialista que se beneficia y capitaliza a esa cultura desenfran.... L a extensa obra de Romero acerca del lado malo de los Hermanos Chongo quizás necesite el mas social de todos los comentarios acerca de las condiciones de la vida indígena en el moderno Suroeste. En esta serie, el artista hace que los Hermanos Chongo y Coyote naveguen las carrateras y caminos de Nuevo México. Romero piensa que la inacabable “autopista norte americana” ofrece una ilimitada fuente de imaginería cultural. En este contexto, los tres personajes representan la personificación del individuo alienado, de la cultura subordinada. El grabado contrasta lo blando del pintoresco paisaje con la inminente gasolinera que se ha convertido en común símbolo encontrado en muchas de las carreteras. El contraste entre la intromisión tecnológica en el paisaje, y los personajes que circulan por la carretera , provee una fuerte afirmación acerca de la industrialización forzosa de las tierras indígenas. De hecho Romero piensa que el camion Pickup funciona como símbolo del consumerismo 73
norteamericano, y su orgia de desperdicios, que utiliza y descarta todo. Sin embargo, el aspecto crítico, y muchas veces humorístico de estos grabados resulta de la ubicación de Coyote debajo de la capota del pickup, implican do asi que el consumi smo también puede “quebrar se”. Cuando Romero incluye a Coyote, figura también encontra da en la ceramic a Mimbre, como un personaje de sus narrativas, el mismo se sumergió en todo lo demás. Romero ha dicho que “el coyote es el clásico bromista indígena, el tahur, el
bufón entre bufones, el rey de los disenfranchaised“ 9 Es el mismo bromista, cuyas innumerable s aventuras y ocurrencias cómicas han entretenido, educado y engaged a generaciones de pueblos indígenas. Su influencia ha dejado una profunda huella en el trabajo y la práctica de muchos artistas indígenas, y ni siquiera la modernización occidental ha podido expulgar (expunge) sus reflexiones críticas. La inclusión del coyote, o bromista, en la obra de Romero, es de hecho, una construcción apasionada (compelling), ya que esta figura articula un efecto subersivo conocido como el “desplazamiento del bromista”10. Se entenderá mejor como una “jugada seria”, cuyo fin último es un desplazamiento radical en la perspectiva del observador, e incluso un reposicionamiento político, al imaginar puntos de vista alternativos a aquellos ofrecidos por el mainstream occidental. Este proceso esta de acuerdo con el ácido humor del trabajo de Romero ya que la identidad 9
Romero Diego. “Coding the Universe” Studio Potter, vol. 23, no. 1, December 1994, pp. 75. 10 Ryan, Allan J. The trickster Shift: Humor and Irony in Contemporary Native Art. Vancouver and Totonto: UBC Press, 1999, pp. 5.
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del coyote esta entrelazada con un comportamiento reflexivo y definida por un desempeño activo. En muchas sociedades nativas, las narrativas del bromista eran y son aun de cierta manera, utilizadas para enseñar actitudes de reflexión y comportamiento afin. A menudo, las historias son contadas con mucho detalle, pero la moraleja de la historia nunca es explicada totalmente, ya que uno mismo tiene que solucionar el problema. Ya que estos relatos del bromista son llamados de alerta, instrucciones y a la vez entretenimiento, es dificil para algunos resolver las incongruencias de esta jodedera en serio. Tales incongruencias se caracterizan por ideas dispares, o relaciones caoticas.11 Sintetizando, son aquellas situaciones críticas creadas en el tenso espacio transcultural. En un estudio acerca de la percepción de las bromas, que recuerda lo9s escritos de Bakhtin, la antropóloga Mary Douglas ha caracterizado a todas las bromas como poseedoras de un efecto de disención (tir), e
incluso de un efecto subversivo actuando sobre la estructura de ideas dominantes.12 De acuerdo a Douglas una buena broma o chiste entra en conflicto con algo formalmente organizado por algo informal, algo sin regular y energético, de tal manera que el balance del poder cambia, aun si lo hace momentaneamente. La provocación de un chiste esta en la sugerencia de que cualquier orden establecido puede ser perfectamente arbitrario y subjetivo. En ese sentido, el chiste muestra que el orden aceptado no tiene ninguna necesidad natural y que mas bien es una construccion histórica. El bromista indígena a menudo utiliza un rol informal que crea una presencia enérgetica; de tal manera que el bromista revela una realidad que tiene dos caras, o dos codigos. En una palabra, el bromista representa lo socialmente irónico. El es mitad heroe, mitad tonto; una activa y definitiva presencia en una sociedad que no penetra en el reino del museo, y que no emerge como una presencia estética. De tal manera, la figura del bromista funciona creativamente
11
12
Goodkind, Robert. “Effects of complexity, Incongruity, and Content on Cartoon Humor Appreciation.” M.A. thesis. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1974, pp.4.
Ryan, Allan J. The Trickster Shift: Humor and Irony in Contemporary Native Art. Vancouver and Totonto: UBC Press, 1999, pp. 5.
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como una de las pricipales tácticas retóricas de la parodia en la estratégica reconfiguración de la Historia desde un punto de vista cercano pero crítico. De hecho, es la presencia del bromista la que permita el señalamiento crítico de la diferencia en el corazón mismo de la similitud mostrada o develada. Otra inspiración del trabajo de Romero para el desarrollo de personajes como los Hermanos Chongo proviene de los comic books o pasquines. Romero usualmente bocetea sus escenarios en una libreta y luego los tranfiere a otro medio diferente. En este grabado titulado “When Titans Collide” (Cuando los titanes colisionan), las figuras del conquistador español Don Diego de Vargas y de uno de los Hnos. Chongo se muestran luchando en primer plano con una iglesia Pueblo y un paisaje en el fondo. La alusión a personajes heróicos va de la mano con las intenciones del artista de lidiar y retratar la sanginolienta colonización de los indios Pueblo iniciada con la beligerante llegada de los españoles. Su uso de la línea al representar el sudor cayendo de la frente de ambos personajes, la musculatura descomunal, y la escena de lucha, en
general son todas similares a las tiras cómicas, a la vez divertidas y serias. El uso de texto y burbujas para indicar el diálogo, muestra a Chongo diciendo: “Tu mal termina aca Diego, preparate para el combate.” La respuesta de De Vargas a Chongo es mas bien etnocéntrica y derogatoria. La más importante adición a la escena aparecida en el grabado es sin embargo el texto que aparece en la esquina de abajo a la derecha, en donde lo dicho por Chongo se “traduce del ingles al indio”. Esta pequeña información relegada a la esquina inferior de la imagen es bien efectiva para focalizar la atención del espectador sobre las diferencias históricas entre De Vargas y Chongo. La naturaleza espectacular del estilo narrativo de Romero hace que el espectador conjure imágenes de personajes como Superman, el Hombre Araña y otros al ver el grabado. De acuerdo Alan Gowen, crítico de arte canadiense, las artes populares y comerciales a menudo incorporan un entendimiento histórico del mundo
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como un lugar de lucha entre el bien y el mal.13 Una imagen que consistentemente ha acarreado este tipo de convicciones ha sido el campo de batalla donde “El Bien combate al Mal”. Una imagen de caricatura de DeVargas luchando contra Chongo establece y mantiene esta misma percepción ya que corresponde a algo inculcado en la experiencia del espectador. La naturaleza humorística y muchas veces sardónica de los conflictos interculturales es agudamente representada por Romero en los grabados y pinturas de Don Diego de Vargas. Es en estos grabados que la naturaleza transcultural del trabajo de Romero registra la existencia y la dinámica de un tenso espacio transcultural ocupado tanto por pueblo occidentales y no occidentales. El resultado final es un objeto de conocimiento diverso y cuestionado que contiene rompecabezas y debates que generan preocupaciones tanto intelectuales como políticas. En la “Coming of Diego” (Llegada de Diego), Romero ha hecho una 13
Gowans, Alan. Learning to See: Historical Perspectives on Modern Popular/Commercial Arts. Ohio: Bowling Green University Popular Press, 1981, pp. 225.
tradicional vasija de cerámica y en ella ha pintado a un caricaturesco conquistador, con texto acompañante en sus costados. A pesar de que el artista cite a los Mimbres como fuente de inspiración haciendo un update de las figuras y diseños geométricos encontrados en su cerámica, claramente nos está mostrando como el arte popular y el comercial realmente rompen con las imágenes tradicionales, a pesar de sugerir lo contrario. Es decir, la obra de Romero nos muestra como no se percibe ninguna contiunidad “real” entre el pasado y el presente en las representaciones convencionales. Las referencias históricas a la mitología, el lenguaje y la cultura son suplementadas por un simbolismo que permite que los protagonistas y villanos sean moldeados y convertidos en metáforas de la vida indígena contemporánea. De acuerdo a Gowen, todas las civilizaciones han creado vehículos apropiados a sus antecedentes y a la necesidad de imaginarse este dualismo en una perceptiva forma alegórica.14Las narartivas de Romero juegan con estas tensiones históricas entre la imagen y el texto, el conocimiento y la 14
Ibid.
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ignorancia, y los deseos y expectativas de sus expectadores. La efectividad de su trabajo es conseguida combinando el aparentemente inocuo medio de la cerámica tradicional con la cultura de masas del siglo XX, su antítesis en muchos respectos.
verificados y analizados, a como lo ha demostrado Brody, por ejemplo, con la cerámica Mimbres. De hecho, Brody estableció que las representaciones figurativas tempranas en la cerámica Mimbres eran estimulantes críticos de un orden diferente – ellos, tambi[en, eran met[aforas que contenían símbolos y signos que comunican fines morales, éticos y didácticos.16
Las imágenes de la industria cultural que el cita metafóricamente, al crear espacios transculturales en su obra, son testamento de la “modernidad alterna” de sus narrativas. El proceso básico es grandemente innovador ya que incorpora a la vez que transforma componentes preexistentes, pero la aplicabilidad contemporánea de su trabajo rompe con los contextos y significados de la tradición cultural Mimbre que nunca pueden ser totalmente entendidos. Aunque existe un golfo entre la imagen Mimbre y el contexto contemporáneo, las analogías entre las imágenes del pasado y del presente resultan, en algunos niveles, en la alienación de la cultura contemporánea de su pasado. Sin embargo, como ha sido señalado por H.G. Barnett, la presuposición fundamental concerniente a la innovación es que nuevas combinaciones no pueden surgir de un vacio.15 Una innovación debe de tener antecedentes culturales que puedan ser
En su extraordinario libro de 1969 titulado Custer Died for Your Sins: An Indian Manifesto (Custer murió por tus pecados: Un Manifiesto indígena), Vine Deloria animaba a los catedraticos e intelectuales para que examinasen la ironia, junto con la sátira, para de esa manera adquirir un mejor entendimiento de la psyche colectiva y de los valores alternativos de los nativo americanos. Una manera obvia de acercarde al presente trabajo es a travez del campo minado del posmodernismo occidental. De acuerdo al arquitecto modernista Charles Jenks, los mejores trabajos son aquellos que tienen un doble código y están cargados de ironía. De hecho estas son herramientas que han sido utilizadas a menudo por artistas nativo-americanos contemporáneos. Sin embargo, las sugerencias de Deloria concernientes a los nativo-americanos pocas veces han
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Barnett, H. G. Innovation: The Basis of Cultural Change. New York: McGraw Hill Book Company, Inc, 1953, pp. 181.
Brody, J.J. Mimbres Painted Pottery. School of American Research. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1991, pp. 212.
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relacionadas a las artes visuales. Esto puede ser debido a que la ironía, con sus múltiples dimensiones, puede ser un elemento elusivo, uno que dificulta ser definido tan facilmente. Sin embargo, artistas nativo-americanos como Diego Romero construyen historias alternativas en sus obras que estan en oposición a las representaciones positivistas de los pueblos y lugares no-europeos dentro de la sociedad del mainstream en EEUU. Es en obras como las de Diego Romero en que los espacios transculturales se articulan más efectivamente para ofrecer así una nueva manera de ver, que es, una afirmación crítica entre la práctica subversiva, la producción estética y la sabiduría cultural, encaminada a la decolonización de la Historia.
sido el enfoque de investigaciones
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Una filigrana de huesitos teje la trompa al unicornio y siguen por el lomo del “hippos” hasta acabar en voluta de “art deco”. A la hora de hacer los bultos lo amarré por la cintura a una baraja de naipes con un hule y llegó intacto a Managua. Le busqué cobijo, útero, casa y di con un bote de vidrio. Un envase para café, arroz, o atado, típico del tiempo sandinista. En la tercera intentona en busca del bote, Dago lo consiguió tras una larga cháchara de una vendedora del Mercado Huembes. Ella no quería quedarse sin su vitrina de caramelos. La llené de agua y lo zampé adentro, no sin miedo, pues el caballito de mar hasta ahora vivía, de día, en las cresta de la ola. De noche, en la bocana de Salinas, acostado en la arena negruzca del manglar. Bajo una bóveda repleta de estrellas iban surgiendo puntos luminosos, era con tu pisada que se encendían, parecían luciérnagas marinas que salían a respirar. Las arenas surtidas de constelaciones haciendo burla a las de arriba; firmamento en aguas efímeras. El cambio de habitat era tremendo. Ahora era un “detalle de zoológico”. El jarròn—lupa permitía ver la “special” barriga que pendía de su desnudez,por lo que le dieron el apodo de “el embarazado”. Sentía el rubor de estar en boca de la gente….Ya de otro tamaño, hasta podían confundirla con un garrobo lapo. Yo quería hablar de los muchos y en boca de animales, y con burla, fui a buscar la coralillo plástica, rojinegra, regalada por Vicente y la Teresa en Barcelona. Tenía que ser un bicho muy especial para estar codo a codo con el caballito de mar. Hice clik y di con el listado de sus actuaciones memoriales:
El caballito de mar y la coral
En la playa de Salinas Almachiara, delicada mi amiga íntima, me regaló un caballito de mar; un auténtico “gnomo” de la era dinosaurio.
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Teresa codina
--el párpado se dañó con la picada de la boa el día de la boda de la Tula Thompson……… --bajo un “borbandeo” solemne, los tres echados en tierra. Cosa de no avisar, menos gritar. La coralillo pasó por seis manos de tres personas deslizándose tranquilamente camino a casa. --Urko de 2 años convivía con una boa de 2,40 mts.que se comía ratones y se frotaba el vientre al caminar. --Silvio Rodriguez sueña con serpientes. --al que come culebra no le pega la anestesia. --prefiero la verga boa a la verga palo. --la tía Maruja accidentada en el hospital gritaba; quítenme esas raptoides. Una vez acomodados en la globalidad del vaso de vidrio se veían diversas personalidades en una discurrente situación… Les dio el tiempo para cruzar cuatro palabras: Imagínate una simbiosis, dijo él. Agárrate que hay curvas, contestó la. Dado que estamos tan pegados hablémonos a distancia, dijo él, este lenguaje sin contornos ni contexto me exaspera. Modelando actitudes (kirye eleisson), dijo la. Una retirada de Irak sería innecesaria y ridícula, dijo la. Eso ya oí que lo decía Bush en su discurso de ayer, dijo él. Cuando tú sabes de mí, me proteges, dijo la. En la luna llena de abril. En el Madrid atormentado. Necesito estar cerca de alguien, cerca de ti, mi amigo.
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A partir de ahí, el caballo de mar, estuvo haciendo piruetas a manos del destino:-a las 8 horas de estar en el bote se "aguedeó" . --el primer día lo saqué de noche y lo revestí de sal, así se alimentaba los cartílagos. --el segundo día lucía espléndido y jalaba a la boa con su cola de alacrán. La convertía en un puente de color sin orillas.--Raúl le sacó la foto, como si adivinara que aquel olor a putrefacto sería irresistible. --al tercer día; no estaba en el “aquarium”. Elba lo encontró encima de la bandeja donde se ponen a secar los cubiertos. En un azul intenso yacía semi-entera la “carcaza” del animal. Los ojos cerrados, las lámparas abiertas. Se lo comió el ratón. --El cuarto ya pos--mortem, con Saborío lo embalsamamos de pegamento para que no perdiera la compostura. Como epitafio le puse el de la tumba de Schopenhauer: “Hubo mucho ruído entorno a mí y yo no he llegado a comprenderlo”.
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En el acto mismo de dibujar una imagen, ésta desaparece: el trazo del agua sobre la loza caliente no puede sino evaporarse. Y sin embargo, como un Sísifo empeñado en una tarea que sabe imposible, la mano continúa su obstinado intento de fijar una imagen en fuga. Así Oscar Muñoz concibe su Re/trato: una representación fatalmente inestable y, aun así, la puesta en escena del deseo de completar una imagen y de la imposibilidad de lograrlo. Como en la obra del artista colombiano, esta muestra de Centroamérica y el Caribe quiere cuestionar la idea misma de representación, a la vez que reconoce la imposibilidad de ofrecer “una” imagen adecuada de las prácticas artísticas de la región.
T
Pero más allá del dibujo, de su continuo aparecer y desvanecerse, tiene lugar cierta performance de resistencia, que se entrega a una acción tan imposible como persistente. En la constancia de ese gesto
RAZOS EN EL AGUA
quisimos inspirar también esta curaduría, a sabiendas de que cualquier imagen sería incompleta y precaria. Ni siquiera una cartografía más o menos estable de Centroamérica y el Caribe parece una imagen viable. El mapa de la región se encoge y se expande según múltiples variables ―socioculturales, históricas, étnicas, lingüísticas, entre otras. Como aquel Re/trato, un dibujo en continua conformación y disolución, parece también la zona esbozada por la cuenca del Caribe De este modo la imagina Antonio Benítez Rojo, uno de sus más grandes investigadores: “Si alguien exigiera una explicación visual, una gráfica de lo que es el Caribe, lo remitiría al caos espiral de la Vía Láctea, el impredecible flujo de plasma transformativo que gira con parsimonia en la bóveda de nuestro globo, que dibuja sobre éste un contorno ‘otro’ que se modifica a sí mismo a cada instante, objetos que
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La Historia me Absolverá (edición en Braille), Ricardo G. Elías
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nacen a la luz mientras otros desaparecen en el seno de las sombras; cambio, tránsito, retorno, flujos de materia estelar”.1 O tal vez basten, simplemente, estos versos de Dulce María Loynaz: Tierra firme llamaban los antiguos a todo lo que no fuera isla. La isla es, pues, lo menos firme, lo menos tierra de la Tierra Lo inestable, pues, lo provisional, lo cambiante. Como un dibujo de agua. Como el Re/trato de Muñoz. Así, con esa imagen vacilante como referencia, esta exposición quiere interpelar la supuesta naturalidad de las representaciones, perturbar los sentidos estabilizados en ellas. La iconofilia –el tema de la VIII Bienal Internacional de Cuenca- nos convocaba. Y actuamos también como iconoclastas. Después de todo, como afirma José Alejandro Restrepo, “Creer o no creer en las imágenes significa sobre todo acercarse a las relaciones entre el poder y la mirada”.2 Una pregunta por lo real y lo construido, por los difusos límites entre ambos, se sugiere en Una flor (no) es una flor, (no) es una flor: un proyecto en el que Cinthya Soto siembra un pequeño monitor en una maceta, para deslizar ―desde el lugar de la planta― una serie de invenciones de la flor; más rutinarias, más familiares tal vez que sus versiones naturales. La distancia entre San Juan y Cuenca, las trayectorias que podrían unir ambos puntos, funda el dibujo de José (Tony) Cruz. Hay algo de cartografía en ese gesto que, sin embargo, no sigue una lógica científica sino estética. Y con ello, de algún modo, parece señalar también la arbitrariedad de los sistemas de representación. Para la exhibición en San José, la propuesta de Tony Cruz se realiza sobre una Cancha de béisbol. Al final del encuentro los jugadores vuelven al terreno para reconstruir la partida, los trayectos imaginarios de la pelota. Pero los registros no coinciden. ¿Qué se dibuja en la cancha?: la distancia entre lo ocurrido y su representación, entre el hecho y su relato.
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Antonio Benítez Rojo, La isla que se repite, Editorial Casiopea, Barcelona, 1998, pág.18. José Alejandro Restrepo, Iconomía, Galería Santa Fe, Bogotá, 2000.
2
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En otro campo de juego va La historia sobre ruedas, de Chemi Rosado. Un grupo de jóvenes patina y la huella de esa performance sobre el suelo resulta algo familiar para la historia del arte: Pollock reinventado en las piruetas del skater; el expresionismo abstracto revisado en el espacio público. Otras relecturas del arte y la cultura tienen lugar en la mezcla, en la hibridación. Así, las siniestras “esculturas” de Raúl Quintanilla se debaten, entre risueñas y agónicas, mezclando elementos autóctonos de la cultura histórica mesoamericana y de la cultura de masas transnacional. Por su parte, en All the gods marching in, Vladimir Cybil recrea un panteón haitiano-americano que integra figuras como Harry Belafonte o Miles Davis con atributos de santos de la religión creole.
Lo inestable, pues, lo provisional, lo cambiante. Como un dibujo de agua... Así, con esa imagen vacilante como referencia, esta exposición quiere interpelar la supuesta naturalidad de las representaciones, perturbar los sentidos estabilizados en ellas. La iconofilia –el tema de la VIII Bienal Internacional de Cuenca- nos convocaba. Y actuamos también como iconoclastas.
Igualmente, la imagen del consumo puede coincidir con su reverso: la imagen residual. En las propuestas de Quisqueya Henríquez, la representación del desecho y la del consumo, la de lo sucio y la higiene, se cuestionan mutuamente e intercambian sus lugares. Mientras, en una esquina de la 5ta. Avenida de Nueva York, las vitrinas de Banana Republic reflejan a los caminantes y vendedores de frutas. Primero una fotografía fija esa
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Nicara – WHAT?, New World (DIS) Order, raúl quintanilla armijo
representación, que luego Moisés Barrios llevaría a la pintura. Y una nueva versión del colonialismo, por la vía del consumo de lo exótico, parece asomada en esos reflejos. En el espacio público, Leonardo González reparte condones -donados por Estados Unidos y Canadá para América Latina- en los que se lee “En tus manos encomiendo mi cuerpo”, bajo la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Una acción que parece poner en evidencia velados mecanismos de persuasión y control.
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Con Postales de Panamá, Jonathan Harker explota el dispositivo de la postal en función de (subvertir) la construcción de lo nacional. Con una irónica puesta en escena, exhibe las incongruencias y ficciones del discurso de la propaganda política y turística. Por su parte, José Toirac construye una réplica del lavadero donde se vio tendido al Che Guevara en el hospital Nuestra Señora de Malta, en Bolivia y 1967. Pero del grifo de este lavadero sale vino tinto y el cuerpo del héroe se exhibe (ausente) en sacrificio. Si el cristianismo instaló a Dios en el tiempo histórico, también la historia reenvía sus héroes al mito. Siempre pensé que cada uno es igual, se lee en un rótulo de neón concebido por Osaira Muyale para el espacio urbano. Y del ámbito privado al público, de la afirmación a la pregunta, esta frase podría cobrar insospechados ecos. Otra interpelación al espacio público es la que realiza Errol Barrantes a través de efímeras rampas para acceso de discapacitados. Realizado en tierra, este recurso de accesibilidad se vuelve un gesto retórico --tal vez como el de la Ley 7600 en Costa Rica, con plazos incumplidos y sistemáticamente pospuestos. Así ¿Cómo te explico sin ofenderte? deviene la marca de una falsa inclusión. Finalmente, las fotografías de Ricardo G. Elías sobre la edición en Braille de La Historia me Absolverá -el discurso de defensa de Fidel Castro en el juicio por el asalto al Cuartel Moncada, en 1953, que se convertiría en programa de la Revolución cubana- cancelan toda posibilidad de lectura del texto. La imagen plana anula el discurso, a la vez que deviene un intenso gesto de réplica. Así, cuestionar los usos de la imagen y las políticas de representación, suspender la supuesta naturalidad de los signos, hurgar en los silencios y omisiones que esconde la imagen, son algunas de las razones que acercan estas propuestas. 89
Tamara Díaz Bringas
Desde la televisión, la imagen de un Control Remoto –en el video de Natalie Butler- nos observa, nos vigila. Al cabo, pareciera que se han invertido los papeles, y es el telemando quien maneja al espectador. Mientras, en Alteración sucesiva, Ronald Morán apela a una superposición de imágenes y textos de prensa, que termina por cancelar toda información. El exceso, ya se sabe, neutraliza la comunicación.
yo también quiero morir en un atentado terrorista
esta mañana del 11 de marzo del 2004 que ya no existe quiero morir aquí frente a la luz de la pantalla en Managua, Nicaragua viendo por Internet las noticias del atentado en Madrid las palabras se hicieron para herir hay que matarlas amasarlas derretidas entre los dedos y darles fuego como candela o mecha de dinamita para que luego exploten y se dispersen como un poema sin solución como una cláusula de rescisión de contrato o un tachado sobre el nombre en una lista de colegio público porque el reloj despertador repica en otra mañana que no es distinta pero que ya no es tuya o del otro lado del mundo te llama y hubieras podido adivinar talvez, en esa intuición que nos ataca de pronto esa corazonada o punzada en el corazón que nos dice que vamos enfermos de muerte o nos persiguen a matar
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porque desde tiempos inmemoriales ya los poetas han escrito sobre la muerte sus propias muertes ya desde tiempos antiguos los poetas cantaban el mundo los otros mundos pero hoy no ha habido poema en la noche ni sueño y hoy no has preparado el día esta mañana las decisiones serán fáciles pues habrán menos opciones: morir, o vivir a medias pienso también en aquellos o aquellas que iban a abordar el tren, algún tren, y no subieron, porque despertaron tarde o viven en otra vida al otro lado del océano o de la pantalla o de la bandeja
hector avellán
y entonces te hubieras dormido más tarde así no te habría alcanzado por el túnel el grito tu propio grito que se quedó dormido
pienso en ellos y pregunto porqué no hay para todos lo mismo
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E S P O R A
Hace cuatro años se formó el Taller de arte joven, TAJo, consistente en reuniones semanales de jóvenes artistas para discutir sus trabajos y estudiar historia del arte. La inquietud por compartir la información y construir capacidades en los artistas jóvenes surgió de la necesidad de espacios formativos que operen en un marco inteligente, sensible y contextual. A través de estas reuniones se hicieron evidentes algunas pautas:
Sin embargo, si bien con poco se pueden obtener resultados considerables, la excelencia sólo se consigue con recursos, materiales y acceso a la información. Los alcances de TAJo se vieron limitados por la falta de recursos, tanto humanos (docentes) como materiales. Así encontramos que para continuar desarrollando las capacidades de los artistas jóvenes se hace necesario incrementar sus posibilidades de crecimiento.
posible a los estudiantes la realización de sus ideas; permitirá la creación de interdisciplinas individuales, la concentración en lenguajes puros y la integración de los lenguajes artísticos con otras áreas del conocimiento.
La unión hace la fuerza Para extraer los mejores jugos de nuestros esfuerzos había que unirlos, uniéndonos. Así que constituimos la asociación sin fines de lucro EspIRA, aglutinando a los amigos de dentro y fuera del país que han demostrado su interés y voluntad de trabajar en el proyecto.
Los objetivos específicos de ESPORA son:
ESPORA es el instrumento de consolidación de los logros alcanzados por TAJo y EspIRA en estos años.
ESPORA proveerá a sus La necesidad es la madre del ingenio. En una medida inversamente proporcional a nuestra condición socioeconómica -y a causa de la misma- el contexto nicaragüense es un terreno fértil para el cultivo del ingenio, el espíritu crítico y la sensibilidad. Los participantes de TAJo pronto demostraron una calidad artística sorprendente en la esfera local.
s/t, 2003, valentina bosio
estudiantes los fundamentos teóricos que les permitan una adecuada comprensión de su entorno, de su acervo espiritual y de su libertad creadora. Dada la naturaleza sensible del trabajo artístico, la escuela exhortará al diálogo crítico para decantar la efectividad de las obras; facilitará el aprendizaje de capacidades técnicas, haciendo
El estudiante creará su propia especialidad en coordinación con la escuela, procurando la óptima administración de sus intereses particulares.
-Una docencia constituida en un 80 % por artistas-profesores internacionales. -Actividades públicas producto de los cursos: conferencias, exposiciones, publicaciones. -Sala de muestras con condiciones básicas multimedia para el arte contemporáneo tanto de los estudiantes como de los profesores. -Centro de documentación multimedia para el uso de los estudiantes y publico en general. -Centro para niños y aficionados en donde puedan cultivar no sólo las técnicas del arte sino su imaginación y pensamiento. El lanzamiento de ESPORA se llevará a cabo la primera semana de Noviembre, como parte de las actividades de la 5 bienal de artes visuales Ortiz Gurdián.
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patricia belli
La Escuela Superior de Artes, ESPORA es un proyecto en ciernes, gestado por EspIRA, el Espacio Para la Investigación y Reflexión Artística. Su objetivo fundamental es contribuir al desarrollo social a través la cultura, fortaleciendo las artes visuales en la comunidad y la comunidad a través de las artes visuales.
Detrás de La Postal del Tucán (continuación)
documental titulado El barco prometido. Finalmente, Anacristina Rossi relata en su novela Limón Blues' la historia pequeña de Puerto Limón, que se convirtió en el hogar de los emigrantes jamaicanos, retratando su trabajo y su lucha por una vida mejor, en tensión por una dimensión social y política que preservara su identidad. Pero las capitales también sufrieron su desestructuración y destrucción: en San losé las imágenes de Eugenia Picado documentan la "vida bajo los puentes" como el revés de esa idea de "Suiza centroamericana" que ha exportado y asumido la sociedad costarricense; y el video Aria de Broolke Alfaro da cuenta de la vida entre las ruinas del centro histórico de la Ciudad de Panamá. Sometidas a una feroz especulación la ciudad cambia y se transforma, la piqueta engulle barrios enteros y en el peor de los casos, los solares de casas tradicionales albergan aparcamientos por
horas. En San José Roberto Vargas muestra en sus fotos las huellas del cambio, Alejandro Ramírez interviene los graffiti encontrados y Fabián Zúñiga muestra las nuevas visiones urbanas desde las fachadas de cristal de los edificios modernos. En San José y Ciudad de Panamá la modernidad y la actualidad mantiene un pulso revulsivo, dinámico y activo que aflora en las obras de Jonathan Harker, Gustavo Araujo y Ana de Vicente. La guerra generó grandes masas de desplazados en el interior de cada país, pero también refugiados: guatemaltecos en México, salvadoreños en Honduras, nicaragüenses en Costa Rica, y todos ellos se mezclaron con la tradicional emigración económica. En Guatemala los desplazados fueron llegando a la ciudad desde las zonas en guerra e intentaron preservar sus formas de vida tradicionales, propias de las áreas rurales, a través de¡ reencuentro comunitario en los parques, algo que ocurre
también en San ]osé con los emigrantes nicaragüenses. Managua es probablemente la ciudad más desestructurada de la región. Se puede afirmar que la ciudad no existe como tal o que funciona de otra manera, de un modo en el que lo urbano adopta la especificidad de la catástrofe, a causa del grado de destrucción producido por el terremoto de 1972 y su eterna no reconstrucción debida a las medidas especuladoras de Somoza, la guerra y la parálisis económica. El sísmo ha marcado la ciudad. Pedro Joaquín Chamorro, director del diario La Prensa, asesinado por orden de Somoza en 1978, escribió un emocionante relato del terremoto titulado Richter 7, precisamente el grado más alto de la escala que singularizó la tragedia sismica. Su primera página es retrato y preámbulo del trauma de la ciudad: Una inmensa nube de polvo se levanta sobre la última noche de la ciudad. Genios y animales corrieron en todas direcciones, llamándose
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los unos a los otros y buscándose confundidos, perdido totalmente el sentido de la orientación y vacíos los ojos por el espanto que alejaba las lágrimas y no daba tiempo a la realización del dolor. Miles de personas salieron a las calles como atendiendo una audiencia sobrenatural. Se alinearon cienes de objetos en medio de tejas, pilares y maderas caídos sobre las aceras. Se notaron perfiles diferentes en las casas, cuya fisonomía alterada iba dando a toda la ciudad una conformación variante, parecida a los paisajes reflejados en aguas agitadas. Después siguieron más sacudidas y retumbos. Se levantaron nuevas nubes de polvo, en tanto que todos seguían perdidos y aplastados por una especie de sosiego incomprensible. Fueron apareciendo los muertos, y con ellos el dolor desgarrador, el llanto reprimido, el calor de los abrazos regados con lágrimas verdaderas, los fuegos de todo color y los estallidos esporádicos del combustible, proporcionando una dimensión mas terrible al escenario del gran sismo . En el cortometraje Cinema Alcázar de Florence Jaugey se presenta, a través del relato de una anciana, las condiciones de vida de diversas familias en las ruinas de un cine situado a espaldas de la catedral, en pleno
centro de la ciudad (ruinas documentadas a su vez por Claudia Gordillo), que quedó sólo parcialmente destruido por el terremoto. Desasistida entre los descampados y las ruinas, la gente adaptó sus precarias viviendas en los pasillos y las estancias que quedaron en pie, mientras el patio de butacas sin techumbre cumplía las funciones de patio a la espera de que, como dice la anciana, tal y como los políticos prometieron en las últimas elecciones, les faciliten unas tablas y unas planchas de cinc y se los lleven a una zona de la Carretera Norte. El documental fue rodado en 1998: veinticinco años después del sismo esta situación de precariedad permanecía inalterable. La quiebra de la ciudad da impulso a las pequeñas comunidades y a los barrios, y a una economía de supervivencia: Rodrigo Pacheles, en su acción Los niños de mi ciudad, presentada en 2003 en la III Bienal de Arte Nicaragüense
Ortiz-Gurdián, lleva al acto inaugural del certamen celebrado en el Teatro Rubén Darío a los niños que mendigan en las calles y autobuses de la ciudad: ya dentro del teatro van ofreciendo a los asistentes un hisopo y un pequeño volante fotocopiado en el que se explica su situación de precariedad económica. El hisopo parece indicar la necesidad de abrir bien los oídos a la degradación de las condiciones de vida. Ganador de uno de los premios, el artista lo destinó a cubrir los gastos de estudio de los niños participantes. Oscar García, por su parte, utiliza las bolsas de agua de plástico azul que los vendedores callejeros ofrecen a los transeúntes y coches en los semáforos de la ciudad, para recrear en Man-Agua (2003) el espacio de un interior doméstico, mostrando el ingenio para reciclar y adaptar materiales que en otros ámbitos se desecharían por inútiles. Managua es también una ciudad fragmentada en la obra Ciudad
El fenómeno de la desmovilización no es el simple hecho de ser suspendidos de un trabajo, sino el desarticular a personas que fueron formadas o adoctrinadas en la disciplina militar, pero también al interior de un determinado fuero ideológico-partidario. Rota la vinculación, se ha perdido el nexo que les unía a un credo cuasi-religioso. Estas rupturas no son ceses de trabajo en sentido estricto, son cambios en la visión de¡ mundo y de la sociedad. Esto puede explicar, en parte, el fácil tránsito de la guerra a la delincuencia, la participación con el crimen organizado, el narcotráfico, etc
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tendida (2003) de Oscar Rivas, que tiende secciones del mapa urbano simbolizando la necesidad de lavar la ciudad para regenerarla. Algo en lo que también insiste Los lampazos de Raúl Quintanilla. La firma de los acuerdos de paz fueron mostrando las consecuencias y las secuelas sociales de conflictos tan prolongados. La desmovilización de ejércitos y guerrillas ha sido puesta en relación directa con la delincuencia, como una situación de quiebra de los ideales y la vivencia de la inutilidad en la paz: "El fenómeno de la desmovilización no es el simple hecho de ser suspendidos de un trabajo, sino el desarticular a personas que fueron formadas o adoctrinadas en la disciplina militar, pero también al interior de un determinado fuero ideológicopartidario. Rota la vinculación, se ha perdido el nexo que les unía a un credo cuasi-religioso. Estas rupturas no son ceses de trabajo en sentido estricto, son cambios en la visión del mundo y de la sociedad. Esto puede explicar, en parte, el fácil tránsito de la guerra a la delincuencia, la participación con el crimen organizado, el narcotráfico, etc. Esta perspectiva se refleja en dos magníficas novelas: Managua Salsa City del guatemalteco Franz Galich y El arma en el hombre del salvadoreño Horacio Castellanos Moya. En la primera, un
excombatiente sandinista, que trabaja como vigilante en la casa de una familia acaudalada, se enfrenta a unos excombatientes de la Contra, organizados en una banda de atracadores, que utílizan a una muchacha como cebo sexual. Todos están buscándose la vida y mueren en el fuego cruzado, que les enfrenta definitivamente en la paz y en la delincuencia. El arma en el hombre es la historia de un desmovilizado salvadoreño, apodado por sus propios compañeros Robocop, integrado en los cuerpos especiales del ejército y entrenado por los norteamericanos en la lucha contra la guerrilla, que es incapaz de readaptarse a la paz tras haber sido programado como una máquina para matar. Incapaces de dirigirlo y contenerlo en tiempos de paz, cuando incluso las operaciones delictivas deben hacerse con mayor discreción y sigilo, acaba cambiando de identidad y abriéndose a una nueva vida en los Estados Unidos. En este contexto de ruptura social y personal, una obra como la del artista nicaragüense Ernesto Salmerón parece situarse en un plano de reivindicación moral e ideológica, atento igualmente a los elementos poéticos que se inscriben en el desencanto, la derrota y la quiebra de los ideales. Su imagen de la ciudad se realiza a través de la reconsideración de la historia de
su país y desde la mirada de la gente que hizo y vivió esa misma historia. Sus fotos tomadas en las concentraciones de conmemoración del aniversario de la victoria sandinista reflejan una frustración pero también una esperanza. La vida continúa con otros retos distintos. Su mirada crítica y autocrítica se sirve asimismo de la poesía, para recrear en un clima festivo la derrota de un proyecto, sin amargura ni nostalgia, rescatando las contradicciones como resquicios de buen humor: i y qué bien contrastaban todos tenían su pañoleta roja y negra algunos su boina con la estrella del Che Guevara también camisetas sandinistas todo comprado pañoletas 5 pesos boinas 30 camisetas 35 ¡y qué bien contrastaban con las camisetas rotas! sin mangas de las que regalaban antes también gorras con el FSLN en blanco - nuevas ¡y que bien contrastaban con los gorros camuflados de los cachorros! su único tesoro de revolución porque el tesoro de la lucha donde murieron sus hermanos sus compañeros estaba ahogado con ron plata
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media 10 varas el 19 de julio es cuando recuerdan el día en que apretaron la patria entre los sobacos fuertemente para heredarla a los hijos que nunca tuvieron todos alegres en familia entre amigos entre hermanos sin importarles lo que decía el del micrófono la señora que aplaudía cada vez que otro aplaudía y todos borrachos las mujeres cuidando a sus borrachos el chavalito de la señora M vigorón comiendo chicharrón molido en la hoja de chagüite el Che sonriente en medio de todos en la plaza el Che en un póster enmarcado erguido inquieto siempre en movimiento de un lado a otro el Che asoleándose en la plaza el Che sin oír lo que decía el del micrófono el 19 de julio saliendo de los poros a punta de alcohol y no de revolución (movimiento de un astro en todo el curso de su órbita) La acción y la performance resultan en este contexto convulso medios extraordinariamente versátiles,
que permiten abordar poéticamente lo político y asumir de manera estética la resistencia y un compromiso socia¡ que no pasa por la ideología sino por la conciencia cívica y democrática de¡ sujeto libre que se siente ciudadano. Este es el caso de las performances de Regina Galindo o de Aníbal López, que a pesar de sus profundas diferencias se insertan como un posicionamiento ético en el debate político en curso por la memoria, el esclarecimiento y la verdad de los genocidios de la guerra en Guatemala, pero a la vez conectan con vetas estéticas y reflexivas de cuestionamiento de la condición actual de¡ sujeto. La ciudad no es desde luego ni un tema ni un objetivo, sino un espacio cada vez más problemático de discusión en el que es posible construir otras formas de diálogo y de negociación, enfrentando los problemas del presente. La ciudad en Centroaméríca es un espacio donde el sujeto se construye y destruye con la misma pasión e idéntica virulencia.
problemas y recorrido por la necesidad de una discusión y un debate que precisa otros canales y otras perspectivas de aproximación, diferentes a las que desde el periodismo o la política han sido centrales hasta ahora. Quizás desde el arte puede construirse poco a poco una perspectiva más nítida, más limpia y probablemente más ética.
Santiago B. Olmo
Todo incluido
Las nuevas imágenes urbanas se sitúan en la tensión entre la reivindicación de un espacio público ciudadano y la privatización sistemática de las esferas públicas en el mundo actual. La ciudad ya no es un paisaje: se convierte en un espacio ocupado por los
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Sistema Métrico Decimal Jamás dije que la magnitud de mi cariño era comparable a la magnitud de mi verga: lo que contigo fue fatal.
Beltrán Morales
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estrago
estrago alucinante, rodrigo peñalba
pequeña unidad diversa de agresión cooltural
A-1
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raúl quintanilla armijo helen dixon denis núñez david ocón teresa codina rodrigo gonzález morayma sánchez E.V.I.L.
rolando castellón adrienne samos rosina casali jacinta escudos regina aguilar gerardo mosquera david craven
cut & paste
relaciones púbicas
alejandra urdapilleta anita guillete
con tacto brujul2013@gmail.com tel: (505) 2 66 00 72
alba canales mesalina camas
kudos azucena quintanilla armijo/ alfredo barrera
como siempre brodersita esta revista es gratis, no se vende, no se rinde ni se responzabiliza de absolutamente nada, aun
portada, contraportada y vignettes cortesía usmc
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