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El Papa
de quien el sacramento los constituye ministros. Así, S. Gregorio Nacianceno, siendo joven sacerdote, exclama : «Es preciso comenzar por purificarse antes de purificar a los otros; es preciso ser instruido para poder instruir; es preciso ser luz para iluminar, acercarse a Dios para acercarle a los demás, ser santificado para santificar, conducir de la mano y aconsejar con inteligencia (Oratio 2, 71). Sé de quién somos ministros, donde nos encontramos y adonde nos dirigimos. Conozco la altura de Dios y la flaqueza del hombre, pero también su fuerza (Oratio 2, 74). [Por tanto, ¿quién es el sacerdote? Es] el defensor de la verdad, se sitúa junto a los ángeles, glorifica con los arcángeles, hace subir sobre el altar de lo alto las víctimas de los sacrificios, comparte el sacerdocio de Cristo, restaura la criatura, restablece [en ella] la imagen [de Dios], la recrea para el mundo de lo alto, y, para decir lo más grande que hay en él, es div inizado y div iniza (Oratio 2, 73). Y el santo Cura de Ars dice: «El sacerdote continua la obra de redención en la tierra» [...] «Si se comprendiese bien al sacerdote en la tierra se moriría no de pavor sino de amor» [...] «El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús» (B. Nodet, Le Curé d'Ars. Sa pensée-son coeur, p. 98).
El Papa
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Institución de l Papado e n la Igle sia Católica por Je sús, aquí Cristo de signa a Simón
como Pe dro, pie dra de su Igle sia Católica, conjuntamente, le promete a él que las fuerzas del infierno no vencerán a su Iglesia Católica a pesar que podrá sembrar cizalla en ella, de igual manera, le dice a Pe dro lo que ate s y de sate s que dará atado y de satado e n e l cie lo, esto como primer Papa e igual poder tendrán sus sucesores, a ellos se le llama la infabilidad del Papa cuando habal excátedra en lo referente a religió n y moral.
Mt 16,13-19: […]. Jesús les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” Pedro contestó: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.” Jesús le replicó: […]. Y ahora yo te digo: Tú e re s Pe dro (o se a Pie dra), y sobre e sta pie dra e dificaré mi Igle sia (Ecle sia o Ekle sia); los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llave s de l Re ino
de los Cie los: lo que ate s e n la tie rra que dará atado e n e l Cie lo, y lo que de sate s e n la tie rra que dará de satado e n e l Cielo."
San Pe dro prime r Papa de l cristianismo Católico, e s de cir, Jefe de la Iglesia Católica, por ello apacienta a las ovejas y a los corderos del rebaño de Cristo, dicho de otra forma, pastorea a los Sacerdotes, Obispos y al pueblo de Dios, semejantemente hacen sus sucesores los Papas.
Jn 21,15-17: […], Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Jesús le dijo: “Apacie nta mis corde ros.” Le preguntó por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Pedro volvió a contestar: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero.” Jesús le dijo: “Cuida de mis ove jas. ” Insistió Jesús por tercera vez: “Simón Pedro, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pedro se puso triste al ver que Jesús le preguntaba por tercera vez si lo quería y le contestó: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.” Entonces Jesús le dijo: Apacie nta mis ove jas. Lc 22,31-33: Simón, Simón Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlo a ustedes como trigo que se limpia; pero yo he rogado por ti para que tu fe no se ve nga abajo. Y tú, cuando hayas vue lto, te ndrás que fortale ce r a tus he rmanos.
Je sús e s Re y
Todo Rey tiene un mayordomo Is 22,19-55; que se hace cargo de toda la casa y reino de su Rey, a ese mayordomo se le dan las llaves, es decir, el poder y autoridad sobre la casa y el reino, además, los súbditos de Rey llaman a ese mayordomo “Padre”, esa es la razón por la cuál se le llama “Papa”, al Santo Obispo de Roma. En este sentido, San Pedro es el mayordomo de Cristo y después de el los diferentes “Papas” hasta el final de los tiempos Mt 16,13-19. Is 22,19-22: Te destituiré de tu puesto y te quitaré tu cargo; Aque l día llamaré a mi se rvidor, a Eliaquim, hijo de Helcías. Le pasaré tu traje, le colocaré tu cinturón, y le confiaré tu cargo, y se rá un padre para los habitante s de Je rusalé n y para la familia de