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Evangelio según San Lucas (Lc

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (Lc)

El Evangelio de Lucas, médico sirio (quizás de Antioquía), de ascendencia pagana, se basó en la predicación de Pablo. Este evangelio se realizó entre los años 80 a 90 del siglo I d.C, fue escrito para los cristianos católicos de origen paganos griegos, muestra como en Jesús Dios visita a su pueblo. Por otra parte, Lucas se preocupó por situar los sucesos en la historia al usar las técnicas del buen historiador. En el mismo orden de ideas, el Obispo Ireneo en el año 185 siglo II d.C, escribió que: “También Lucas, compañero de Pablo,

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hizo un libro con el evangelio predicado por este”.

La Virgen María acepta su misión de ser madre de Dios Hijo, de este modo, aquí se encuentra una parte de la oración del Ave María.

Lc 1,26-38: […] el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.” María entonces […]”: “¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?" Contestó el ángel: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. […]. Para Dios, nada es imposible. ” Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.” […].

A continuación, se encuentra otra parte de la oración del Ave María, paralelamente, santa Isabel reconoce a la Virgen María como madre del Señor Jesús, es decir, de Dios Hijo y la venera, por lo demás, la virgen María es la primera creyente cristiana católica.

Lc 1,39-45: Por entonces María […] se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz:

“¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido

yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!”

La Virgen María expresa que todas las generaciones la llamarán feliz, es decir, la venerarán y esto se realiza de dos maneras cuando se lee en Lc 1,48 y al orar el Ave María. Lc 1,46-48: María dijo entonces: Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora

todas las generaciones me llamarán feliz.

Jesús nace en Belén cuando Quirino fue gobernador de Siria, esto ubica el nacimie nto del niño Dios antes de año 6 siglo I a.C, (entre el año 8 y 6), por otro lado, primogénito no significa necesariamente que existan otros hijos, puesto que hay mujeres que han tenido un sólo hijo y es a la vez primogénito e hijo único (unigénito). Lc 2,1-7: Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, […], subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para

ellos en la sala principal de la casa.

Dios les avisa a los más humildes el nacimiento del Señor Jesús y aparecen los ejércitos celestiales del Rey Mesías,Jesucristo.

Lc 2,8-14: En la región había pastores […]. Se les apareció un ángel del Señor, y […]. les dijo: “No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, ha nacido […]. un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.” De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras: "Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia."

Jesús trajo caída y resurrección para Israel, es decir, que los judíos cayeron al no reconocer la visita de Dios, pero algún día lo reconocerán como Mesías y Señor.

Lc 2,34-35: Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: "Mira, este niño traerá a la gente de Israel caída o resurrección. Será una señal impugnada en cuanto se manifies te, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma. […].

Jesús crece en Nazaret, esto es afirmado por la siguiente expresión: crecía y se desarrollaba.

Lc 2,40.52: El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios permanecía con él. Mientras tanto, Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia, ante Dios y ante los hombres.

El adolescente Jesús sabía que era Hijo de Dios y por lo tanto, de naturaleza Divina.

Lc 2,48-49: […]; su madre le decía: "Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos." Él les contestó: ¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?"

Jesús el Mesías en el juicio final separará a quienes van al paraíso de los que irán al infierno, además, Cristo bautizará con el Espíritu Santo en el bautismo cristiano católico.

Lc 3,15-17: […] Juan hizo a todos esta declaración: “Yo les bautizo con agua, pero está para llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. El los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego. Tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus graneros, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga. ”

La palabra “recen” y “oren” son sinónimos y tiene el mismo significado.

Lc 11,2: […]: Cuando “recen” , digan: Padre, […].

La casa de Dios, es decir, la Iglesia Católica será sitio de oración para todas las naciones, es decir, universal o católica.

Lc 11,17: […]: “¿No dice Dios en las Escrituras: Mi casa será llamada casas de oración para todas las naciones? […]”.

El seno o regazo de Abrahán es parte del estado de los Infiernos, Sheol o Hades.

En Lc 16,23-26; se habla del Seno o regazo de Abrahán, donde esperaban las almas de los justos que murieron antes de Jesucristo, para que Él les abriera las puertas del Cielo. Sin embargo, a los malvados que estaban separados por un abismo del Seno de Abrahán los envió al Infierno.

Lc 16,23-26: Estando […], en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio […] a Abrahán y a Lázaro con él en su regazo (seno). Entonces gritó: “Padre Abrahán, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.” Abrahán le respondió: “Hijo, recuerda que tú recibiste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo […]. Además, entre ustedes y nosotros hay un abismo tremendo […]” .

La destrucción del pueblo judío en el año 70 del siglo I d.C, fue por no haber reconocido la visita de Dios Hijo, pero algún día tendrán caminos de paz y lo reconocerán.

Lc 19,41-44: Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, y dijo: “¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía. Vendrán días sobre ti en que tus enemigos te cercarán de trincheras, te atacarán y te oprimirá n por todos los lados. Te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu Dios.”

Al paraíso puede irse incluso al estar a punto de morir y esto lo dice Jesús en el siguiente

pasaje, cuando le afirma al buen ladrón que hoy mismo estará con él en los Cielos, siempre que el arrepentimiento sea sincero y de corazón, es decir, un acto de contrición perfecta, pero no todos deben tomar ese riesgo, puesto que a Dio nadie lo engaña. Lc 23,39-43: Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba : “¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.” Pero el otro lo reprendió diciendo: “¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio? Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho, pero éste no ha hecho nada malo.” Y añadió: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.” Jesús le respondió: “En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso. ”

Las profecías de la Sagrada Escritura tenían que cumplirse en Jesús, el Mesías y es lo que Cristo les expresa a los peregrinos de Emaús.

Lc 24,25-27: Entonces él les dijo: “¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y que el

Mesías padeciera para entrar en su gloria?” Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.

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