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Carta a Tito (Ti oTt
Carta a Tito (Ti o Tt)
Tito fue unos de los Obispos colaboradores de San Pablo, su función consistió en evangelizar y visitar los cristianos católicos en nombre de ese Apóstol. Esta carta es
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pastoral, porque está dirigidas a los Ministros de la Iglesia Católica, por lo demás, debido a su estilo y contenido parece no ser de San Pablo sino de algún discípulo suyo y probablemente se escribió entre los años 90 a 100 del siglo I d.C, pero otros piensan que se puede fechar entre los años 65 a 66 del siglo I d.C.
La verdad es parte de la religión, por ello no se debe levantarse falsos testimonio, cosa que muchas veces se ha hecho contra la Iglesia Católica.
Ti 1,1: Pablo, servidor de Dios, apóstol de Cristo Jesús para comunicar a los elegidos de Dios la fe y el conocimiento de la verdad que es parte de la religión […].
En esta cita de la Biblia Protestante Reina Valera los hermanos separados evitan poner la palabra religión y la sustituyen por piedad.
Ti 1,1: Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la “piedad” […].
Tito era Obispo porque podía poner o designar presbíteros (sacerdotes).
Ti 1,5: Te deje en Creta para que solucionaras los problemas existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades, de acuerdo con mis instrucciones.
Los Obispos, no son un invento de la Iglesia Católica.
Ti 1,7-9: Pues el obispo (o supervisor), siendo el encargado de la Casa de Dios, debe ser irreprensible: no debe ser autoritario ni de mal genio, ni bebedor, ni peleador o que busque dinero. Al contrario, que practique la hospitalidad, que sea amigo del bien, hombre de buen juicio, justo, piadoso, dueño de sí mismo. Que se atenga a la doctrina segura y sea capaz de predicar la sana enseñanza y al mismo tiempo sepa rebatir a los que la atacan.
Los falsos maestros que enseñan en contra de la Iglesia Católica.
Ti 1,10-11: Porque hay muchos espíritus rebeldes, charlatanes y engañadores, sobre todo entre los de origen judío. Hay que taparles la boca, pues enseñan en forma muy interesada cosas que no conviene y desconciertan a familias enteras.
Jesús es Dios.
Ti 2,13-14: Ahora nos queda aguardar la feliz esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro magnífico Dios y Salvador, Cristo Jesús, que se entregó por nosotros para rescatarnos de todo pecado y purificar a un pueblo que fuese suyo, dedicado a toda obra buena.