La renovación de la Semana Santa de Orihuela: los conjuntos procesionales de Francisco Salzillo Raúl Pérez Bonmatí El siglo XVIII será para la ciudad de Orihuela una época de recuperación patrimonial y artística que se verá reflejada en las procesiones de Semana Santa con una imaginería que mostraba un rico discurso procesional a través de diferentes episodios de la Pasión de Cristo encargadas al escultor murciano Francisco Salzillo. The Eighteenth century in Orihuela was a time of patrimonial and artistic recovery that was reflected in its Holy Week processions. This was conveyed an imagery showing a rich processional discourse through different episodes of the Passion of Christ, all commissioned to the Murcian sculptor Francisco Salzillo.
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ras la superación de las dificultades por las que atravesó la ciudad de Orihuela provocadas por la derrota en la Guerra de Sucesión se inició un próspero período donde el desarrollo de las artes fue fundamental en la renovación y enriquecimiento del patrimonio. Ello se verá reflejado en las procesiones pasionales con la creación de nuevos grupos escultóricos que favorecerán la devoción y la contemplación, y estarán cargadas de teatralidad y de sentido catequético, donde el componente social será cada vez más acusado y se entremezclará con el religioso. Durante la Edad Moderna, las cofradías, hermandades y órdenes terceras fomentaron la creación de espacios para el desarrollo de sus cultos, veneración de imágenes, custodia de bienes y archivos, sepultura, como lugares de reunión y de celebraciones propias de estas asociaciones religiosas. En el caso específico de las cofradías de Pasión o Semana Santa se construyeron capillas exentas como fueron los casos de la capilla del Loreto -el espacio fundacional de la Semana Santa oriolana-, o las ermitas del Santo Sepulcro y del Pilar. Otras adyacentes a sus iglesias, como la capilla de Nuestro Padre Jesús en la iglesia conventual de Santa Ana o en el interior de las iglesias fomentadas no sólo por cofradías sino por otros grupos sociales como los gremios1. Un proceso que alcanzará su cénit en el siglo XVIII y que llevará asociado la construcción de retablos, bocaportes, vestimentas y aderezos para las imágenes, piezas de platería o bordados de gran calidad. No obstante, será en el campo de la escultura donde se alcance la plenitud, donde destacan los trabajos de escultores como Juan Bautista Borja, Antoine Duparc o Nicolás de Bussy, que enriquecieron el panorama escultórico y sirvieron para abrir las puertas a las obras del genial Francisco Salzillo2. El máximo exponente de la escultura murciana realizó importantes obras para Orihuela, algunas de ellas únicas en su producción, como el Cristo Yacente (hc. 1774) de las clarisas de San Juan de la Penitencia o el Cristo de la Agonía (1774) de la Venerable Orden Tercera, cuyo modelo iconográfico de Cristo con la Magdalena puesta a sus pies destinado a las procesiones de Semana Santa, es desde el punto de vista iconográfico, exclusivo en su obra. También talló obras
1. CECILIA ESPINOSA, M., La Semana Santa de Orihuela: Arte, Historia y Patrimonio Cultural, (Tesis Doctoral) Universidad de Murcia, 2014, pp. 477 y ss. 2. CECILIA ESPINOSA, M., La Semana Santa… (obr.cit): pp. 477 y ss.
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