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CUADRO 1: EJEMPLOS DE REQUISITOS PARA LA PARTICIPACIÓN DE LAS OFICINAS LOCALES EN LA SELECCIÓN DE CANDIDATOS

del ánimo político en sus áreas, ayudar a esparcir el mensaje del partido y reclutar y movilizar a los activistas y a los encargados de obtener fondos. Ellos son los que mejor conocen a su localidad y a los individuos en ella. Su significativa participación en la selección de candidatos ayuda a asegurar que la persona seleccionada sea bien conocida y estimada en el área para la cual se está postulando. En sistemas de representación proporcional, la participación de las oficinas locales también puede ayudar a asegurar que la totalidad de los candidatos propuestos por el partido sea lo suficientemente diversa como para asegurar el apoyo en regiones geográficamente diversas. En el ANC de Sudáfrica, un Comité Nacional de Lista conforma las listas del partido para la Asamblea Nacional, con base a las listas compiladas y ordenadas al nivel provincial.

Los sistemas de selección de candidatos más descentralizados permiten que las oficinas locales definan sus propios procedimientos para seleccionar a los candidatos. Bajo la constitución de 2002 de la Alianza Democrática (DA) de Sudáfrica, por ejemplo, los congresos provinciales podían determinar sus propias reglas – sujetas a la aprobación por parte del Consejo Federal del partido – para la conformación de las listas de candidatos. En Canadá, las asociaciones provinciales y territoriales del Partido Liberal pueden adoptar variaciones al reglamento federal sobre selección de candidatos. Un modelo un tanto menos permisivo utilizado en Noruega permite a las oficinas locales tomar sus propias decisiones libres de la interferencia central siempre que utilicen los procedimientos establecidos por la sede. El mismo caso se presenta en el Partido Social Demócrata de Suecia. Este modelo garantiza la uniformidad/coherencia de procedimientos al tiempo que protege el derecho de las oficinas locales a escoger libremente sin la interferencia central. Siempre que se presenten dudas acerca del potencial de que surjan oficinas locales “instantáneas” y/o para alentar a las oficinas locales para que jueguen un papel activo en los procesos partidistas entre elecciones, los partidos pueden establecer requerimientos para la participación de las oficinas locales en los procedimientos de selección (ver Cuadro 1). De esta manera, la descentralización también fortalece los prospectos de una participación total de las oficinas locales en la campaña, mejorando no sólo las posibilidades del éxito en las urnas sino contribuyendo igualmente al desarrollo de las capacidades organizacionales de estas estructuras en el largo plazo.

Un reto potencial en la descentralización radica en la necesidad de equilibrar los intereses de las oficinas locales del partido con las consideraciones de disciplina partidista e inclusive la susceptibilidad de los candidatos de ser electos. En algunos casos, las oficinas locales o los activistas pueden ser más radicales en sus opiniones que el electorado en general y es posible que opten por candidatos sin suficiente simpatía del público para ganar las elecciones. En el caso del los Demócratas Liberales del Reino Unido, por ejemplo, las oficinas locales eran más propensas a favorecer la legalización de las drogas, idea a la cual el electorado en general

CUADRO 1: EJEMPLOS DE REQUISITOS PARA LA PARTICIPACIÓN DE LAS OFICINAS LOCALES EN LA SELECCIÓN DE CANDIDATOS En algunos partidos, las oficinas locales deben cumplir con ciertos requisitos para participar de los procedimientos de selección. Algunos requisitos típicos incluyen:

• Reconocimiento formal como organización del partido de acuerdo con los estatutos del partido y/u otras reglas del partido que correspondan; • Requisito de umbral mínimo de militancia (en otras palabras, un número específico de militantes o un porcentaje del voto del partido durante la última elección); • Recolección mínima de cuotas de membresía u otra participación en la recolección de fondos; • Número mínimo de debates/asambleas con la participación de todos los candidatos; y • Un período de espera.

se oponía fuertemente. Por lo tanto el partido corrió el riesgo de postular candidatos que representaran las opiniones de algunos militantes pero sin la posibilidad de reunir suficientes votos como para ganar las elecciones (Rose y O’Connell).

Las diferencias entre las oficinas locales del partido también pueden significar una amenaza a la cohesión del partido. En preparación para las elecciones de 2003 para la Asamblea de Irlanda del Norte, la selección de candidatos fue llevada a cabo por las distintas oficinas locales del Partido Unionista de Ulster. Debido a que las oficinas locales estaban divididas acerca del proceso de paz, esto resultó en la presentación de una lista dividida: la mitad de los candidatos seleccionados apoyaban el proceso de paz mientras que la otra mitad se oponía. Como resultado de estas divisiones, el partido no pudo definir una posición política acerca de cómo abordaría el acuerdo de paz en caso de ser elegido (Rose y O’Connell).

El derecho de los órganos centrales del partido para vetar candidatos o para aprobarlos con antelación puede brindar algunas salvaguardas. El derecho a veto, sin embargo, podría resultar un tanto menos atractivo como opción que la aprobación previa debido a la posibilidad de altos niveles de frustración entre las oficinas locales del partido cuyos candidatos sean rechazados por el liderazgo. Cualquier reorganización del proceso de selección debido a un cambio de posición del liderazgo podría conllevar serios costos financieros y lesionar la moral o la unidad del partido. Sin embargo, cuando se utilizan cuidadosamente, tales poderes del liderazgo pueden servir como un disuasivo constructivo en caso de cualquier desvío en comportamiento de las oficinas locales. El solo saber que el liderazgo del partido tiene el derecho a veto y que está preparado a usarlo podría servir como disuasivo e inducir a las oficinas locales a seleccionar candidatos que cumplan tanto con las necesidades de la oficina local como la del partido central. Si bien los críticos argumentan que esto crea vacíos conducentes al llamado compadrazgo, también puede estimular el diálogo y eventualmente llevar a un acuerdo sobre la propuesta de candidatos que se ajuste tanto a las necesidades regionales como las de la sede. En el Fine Gael de Irlanda, el Comité Ejecutivo emite los lineamientos para selección de los candidatos en cada distrito electoral. En la práctica, sin embargo, antes de que el Comité Ejecutivo emita sus lineamientos, se convocan los comités de estrategia en cada circunscripción con antelación a la convención. Los comités evalúan su situación política local, las fortalezas y debilidades de los potenciales candidatos de Fine Gael así como los de la competencia, identifican a candidatos potenciales (donde sea necesario) y hacen recomendaciones al Consejo Ejecutivo sobre el momento correcto de las convenciones, la estrategia electoral y el número de candidatos. Este proceso de consultas ha ayudado a evitar desacuerdos entre el liderazgo nacional y las oficinas locales del partido.

El derecho de la dirigencia del partido para de manera directa nombrar o seleccionar candidatos para ciertos distritos electorales o cargos específicos en la lista del partido es otra opción. En el Partido Liberal Canadiense, las reglas de las oficinas territoriales o provinciales pueden otorgar al Líder la autoridad para designar candidatos sin la necesidad del proceso de selección descrito en las reglas. Además, el Líder y el Comité Nacional de Campaña, a su absoluta discreción, podrán optar por no aprobar a un candidato. En casos de urgencia electoral – ya sea en un distrito electoral específico o en todo el país – la Presidencia Nacional de la Campaña podrá, a su discreción, alterar las reglas de selección para cualquier oficina local. En el Frente de Liberación de Mozambique, la comisión política puede nominar directamente al 10 por ciento de los candidatos. Para el resto de la lista, las oficinas distritales proponen candidatos a los comités provinciales que, a su vez, desarrollan y envían listas a la comisión política del partido (Sitoe et al. 2005).

Los partidos pueden optar por imponer ciertas restricciones sobre las facultades de los órganos centrales del partido en la toma de decisiones para preservar alguna medida de equilibrio en el proceso de selección. De acuerdo con los estatutos de 2002 del partido

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