1 Año 9 Nº 53 • Febrero 2014 Publicación Bimestral
Una construcción colectiva de Diaverum, sus equipos y sus pacientes, en busca de un mañana mejor.
Editorial “Seamos realistas, pidamos lo imposible” rezaba una de las más recordadas frases acuñadas en Francia, en 1968, en lo que el mundo recordaría luego como el Mayo francés. La apelación, que en principio parece irracional, en realidad no lo es tanto, si consideramos que muchas cosas parecen imposibles, hasta que alguien se anima y las vuelve reales. Esa misma voluntad de ir por lo imposible es lo que se vio en todos y cada uno de los deseos manifestados por los centros que participaron del concurso “El árbol de los deseos”. Una voluntad que, más allá de todo, es el mejor síntoma vital que podemos encontrar en una persona. Nuestros pacientes y nuestros equipos han mostrado una vez más que están vivos, con ganas y con sueños. Y que no les importa si esos sueños son posibles o imposibles. Ellos -ustedes- no van a regalar así como así su derecho a mantenerlos vivos.
El árbol de los deseos
Esta nueva edición de Construyendo Futuro vuelve a demostrar, como cada dos meses, que existen en nuestra red innumerables personas decididas a pedir lo imposible. Y a luchar de la manera más realista para volverlo realidad. Desde los que terminan su educación primaria a los 60 años, hasta quienes organizan un nuevo festejo con el entusiasmo del primero, o enseñan con amor y paciencia la importancia de una nutrición saludable, es conmovedor ver cuántas personas mantienen viva la esperanza, la energía y el entusiasmo para torcer destinos, transformar vidas y multiplicar sonrisas.
Entre las muchas actividades con las que las clínicas Diaverum despidieron 2013 en toda Latinoamérica, hay una que tuvo un condimento muy especial, ya que fue llevada a cabo simultáneamente por centros de toda la región. La iniciativa, denominada “el árbol de los deseos” fue impulsada por el comité de Responsabilidad Social, y consistió en invitar a todas las clínicas a que eligieran en conjunto un deseo y realizaran un dibujo que las representara colectivamente durante todo 2014. ¿El resultado? Un frondoso árbol repleto de deseos, y un sinfín de manifestaciones vitales, que llegaron desde los cuatro puntos cardinales.
A ellos vuelve a estar dedicada esta publicación, la primera del año. Porque son ellos -ustedes- los protagonistas. Que tengan un muy feliz año, y a seguir aportando, cada uno desde su lugar, para hacer posible lo imposible. Hasta el próximo número. Dr. Rubén Gelfman Director Médico Área Latinoamérica
Otras notas • • • • • •
Visita internacional Delicias de Paternal + Activos Imparable Comodoro Caleta tiene a su campeón Adiós 2013, hola 2014
• • • • • •
Uruguay suma talentos Chile pasea, juega y premia El ejemplo de los nuevos graduados Pelear por la vida ¡Tener la clara! La llegada de Eva