Sintiéndome abandonado por mi memoria, la llamo, la interrogo de esta forma: –Ven aquí, Memoria mía, auxiliar solícita de mi pensamiento. ¿Por qué me abandonas? ¿Duermes, estás distraída?1
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PÉREZ GALDÓS, Benito. Memorias de un desmemoriado. [libro electrónico]. E-Bookarama Editions.
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