Haciendo Camino: El Camino de las Estrellas a travĂŠs de la palabra. Ruta Literaria con el Camino de Santiago como protagonista.
IlustraciĂłn tomada del libro Peregrinator.
Clubs de Lectura
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Iniciamos, un año más, nuestro ruta literaria, que este año coincide con el Camino de las Estrellas, la Ruta Jacobea, el Camino de Santiago, en el que se mezclan culturas, emociones, fe, tradiciones y leyendas, al que nosotros/as hemos querido sumar una parte literaria. A lo largo del dossier hemos recogido algunas de las leyendas, obras literarias, guías, estudios, en las que el Camino es protagonista. Es solo un breve repaso que debe iniciar el proceso de búsqueda del conocimiento por parte de lectores y lectoras. Os invito a leer e iniciaros en el Camino de la Sabiduría. Agradecer a Ulises Bértolo todo el esfuerzo en la preparación, a Miguel su buena disposición. ¡Ultreia! ¡Buen camino, peregrino! ¡Buen camino, peregrina! “La peregrinación es como un río, lento y oscuro, que viene de muy lejos. Es una forma viva y sorprendente de ejercicio espiritual, y las largas y duras etapas purifican el alma pecadora que sueña con arrodillarse en la Tumba. Peregrinar a Santiago fue el sueño de millares, y el Apóstol fue fiel a su fieles, y obró milagros, curó y consoló”. (Álvaro Cunqueiro)
Programa
Viernes 8 de junio 16:30 Salida Oviedo. Paradas: Milán / San Lázaro, Luky, (3 h., 17 min.). 20:30 Llegada a Santiago (+ -). Hotel Eurostar Gran Hotel Santiago. c/ Rua do Mestre Mateo, 27 https://www.eurostarshotels.com/eurostars-gran-hotel-santiago.html 21:00/21:30 Cena literaria: El Camino de Santiago en la Literatura: ¿Sigue siendo un tema recurrente para la ficción en pleno siglo XXI? Restaurante El Romero c/ Rua das Galeras, 22 Empanada de jurel y bertón, Tabla de quesos gallegos y su contraste, Taco de paté al Oporto, Croquetas variadas, Arroz meloso de langostinos, Brocheta al curry. Vino blanco D.O. Rias Baixas, Vino tinto D.O. Ribera Sacra. 20€
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Sábado 9 de junio 9:00 Salida Hotel (59 min.). 10.30 Embarque y salida del Puerto de O Grove. 11.00 Desembarque en la Isla de Sálvora. 12.30 Embarque en la Isla de Salvora y Ruta Xacobea. 13.30 Desembarque en Pontecesures. Visita iglesia de Santiago en Padrón. 15:00/15:30 Comida: Comedor de San Martín Pinario. MENÚ: Primero: Menestra de verduras salteadas con chorizo. Segundo: Estofado de ternera al oporto o merluza a la romana con ensalada y patatas. Tarta de Santiago. 12€ Paseo literario por la Alameda, Visita Catedral, Cementerio de los gallegos ilustres y la imponente escalera de caracol de triple hélice del XVII en el Museo (plaza Inmaculada), Ir al Hotel (un poco lo que cada uno/a quiera) 19:00 Recepción Oficial en la Sede de la Orden. Parador Hostal de los Reyes Católicos (Plaza del Obradoiro). Entrega del Diploma de Distinción Jacobea. Imposición al representante de la Delegación de la Insignia de la Orden. Cena Libre. Os recomiendo buscar en la noche el peregrino fantasma de la Quintana (Plaza Platerías) Domingo 10 junio 8:45 Salida Hotel (55 min). 10:00 Misa en la Capilla de san Roque (el autobús esperará para llevarnos al bosque). 10:30 Bosque de los Peregrinos. Plantación de un árbol. Visita Capilla de los Caballeros. Visita a la Cruz de los deseos. 11:30 Lectura de textos en relación al Camino. Playa fluvial río Furelos. 12:00 Salida peregrinando 4 km desde el Bosque hasta Melide por el Camino Francés (1 hora). 13:30/14:00 Comida típica Gallega. Pulpería Garnacha. Entrega del certificado de la plantación del Árbol. 16:30 Salida hacia Oviedo (2 h. 58 min.). Parada Monasterio Sobrado dos Monxes (si se puede).
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“Un camino, un viaje, en el que siempre aprendes algo que antes no sabías. Aprender a observar, a descubrir, sentir, vivir, a tomar conciencia de las cosas, cosas en las que no reparabas. Desaprendes y vuelves a aprender”1 “Que los caminos se abran para recibirte, que el sol ilumine y bañe tu rostro, que el viento siempre sople a tu espalda, que la fina lluvia moje tu cara, tus brazos y tus piernas, que tu paso nunca padezca fatiga, que tu espíritu nunca desfallezca. Y hasta que volvamos a encontrarnos ¡buen camino, peregrino!”2 “En el Camino, Jonás, todo es mágico y simbólico, múltiple y ambiguo; cada pormenor o circunstancia puede significar mil cosas posibles y cada cosa posible se relaciona secretamente con sitios, conocimientos, sucesos o fechas infinitamente lejanos en el espacio o el tiempo”. 3 PROGRAMA
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CAMINO Y LITERATURA
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¿QUÉ ES EL CAMINO? ¿CUÁL FUE SU ORIGEN?
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MUCHOS CAMINOS, UN SOLO DESTINO
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CAMINO PRIMITIVO RUTA MARÍTIMA CAMINO FRANCÉS CAMINO PORTUGUÉS CAMINO DEL NORTE
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PEREGRINANDO
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ISLA DE SÁLVORA
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IGLESIA DE SANTIAGO DE PADRÓN
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SANTIAGO
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SAN MARTÍN DE PINARIO LA ALAMEDA
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EL BOSQUE DE LOS PEREGRINOS
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CAPILLA DE LOS CABALLEROS CRUZ DE LOS DESEOS
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MELIDE
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MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE SOBRADO
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Camino y literatura Son innumerables las obras de ficción que hacen referencia al viaje por el Camino, sus leyendas, misterios y tradiciones o simplemente es el escenario de aventuras, intrigas, viajes, iniciaciones. A lo largo de los siglos el Camino ha resultado muy atractivo para la literatura, no solo de viajes, sino para las novelas históricas, de aventuras o de misterio, tanto para el público infantil, juvenil como para el adulto. La primera referencia literaria aparece en la parte musical del Codex Calixtinus: ¡Ultreia! (vamos, adelante), un saludo entre peregrinos, equivaldría al hoy al ¡Buen camino! Este texto literario se conoce como Canción de los peregrinos flamencos o Canto de Ultreia y aparece en el anexo II: Herru Sanctiagu Got Sacntiagu e, ultreia, e suseia Deus adiuve nos
¡Oh Señor Santiago! ¡ Bien Señor Santiago! ¡E ultreya! ¡E useya! ¡Protégenos Dios!
También la encontramos en el himno Ad honorem regis summi, en el apéndice I y en el capítulo XXVI del Libro I (Libro de las Liturgias): Sarcofagum Cuius sacrum Egri petunt Salutemque capiunt; Cuncte gentes, lingue, tribus, Iluus uunt clamantes: Suseia, ultreia
Su sepulcro visitando los enfermos con las salud se encuentran; todos los pueblos, lenguas, tribus acuden a él clamando: vamos arriba, vamos adelante
Las leyendas han sido, y serán, las protagonistas de las voces del pueblo, y en el Camino las encontraremos por todos los lugares: religiosas, hagiográficas, topográficas, novelescas, con carácter histórico, incluso algunas poéticas. “La leyenda áurea jacobea quedó estructurada de la siguiente forma: Santiago el Apóstol, contra el silencio pertinaz de los escritos evangélicos, habría venido a la península ibérica con la misión específica de evangelizarla. No tuvo éxito, al parecer, y consiguió pocas conversiones. Su ánimo decayó y Nuestra Señora en persona, montada en una barca de piedra, vino a visitarle cuando se encontraba en Muxía, en la Costa de la Muerte, con el fin de darle ánimos y animarle a seguir. (…) En Palestina, tras su decapitación (año 62), el cuerpo de Santiago fue subido por sus discípulos a una barca sin timón y, acompañado por dos de ellos, vagó por el mediterráneo y fue a recalar a las costas gallegas, exactamente al lugar conocido como Iria Flavia (la actual Padrón), donde reinaba una soberana pagana, la reina Lupa. Ésta, convertida al cristianismo tras haber presenciado los prodigios del cuerpo santo, permitió que sus restos fueran enterrados en su territorio, en el lugar conocido como Castro Lupario, donde sus dos discípulos se quedarían hasta su muerte, cuidando de la reliquia que les había sido encomendado. Curiosamente, uno de esos milagros que la leyenda atribuye al cuerpo del Apóstol consistió en que, al ser depositado sobre una roca, comenzó a despedir un calor que provocó que la peña se fundiera como si fuera de cera, habilitando un hueco que coincidía exactamente con las proporciones del sagrado cadáver, como si se tratase de uno de aquellos sarcófagos de piedra,
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de los llamados antropomorfos, que tanto proliferaron en las viejas edades, excavados en la roca viva. El cuerpo santo habría labrado la roca (…). Era en tiempos de Alfonso II de Asturias (hacia el años 812) y dicen que sucedió en Galicia, precisamente en los lugares que la peregrinación trasformaría en santos. Un anacoreta llamado Pelagio acudió al obispo Teodomiro de Iria Flavia para revelarle que, durante muchas noches, venía observando cómo surgía de la Tierra una lluvia de estrellas que, partiendo del Pico Sacro, se abatían sobre un punto concreto situado dentro del recinto de un antiguo castro abandonado. El obispo no puso objeciones a la visión del ermitaño; por el contrario, organizó inmediatamente una visita pastoral al lugar y descubrió unas tumbas de las que inmediatamente, por inspiración divina, proclamó que eran la del Apóstol y las de los discípulos que se quedaron junto a su cuerpo para honrarlo y venerarlo. Aquella certeza revelada al obispo Teodomiro se contagió inmediatamente al rey Alfonso, que se desplazó sin tardanza desde Oviedo y mandó construir sobre los sepulcros un templo provisional”.4 “¿Por qué una vieira? La leyenda cuenta que la concha de este bivalvo se impuso como identificación del peregrino después de que un caballero, en la ruta de la costa gallega, cayese al mar al desbocarse su caballo. Invocó a Santiago y el caballo flotó. Así logró ganar la orilla saliendo del agua cubierto de vieiras. Otra leyenda asegura que el féretro del apóstol, al ser desembarcado y depositado sobre la playa gallega, fue cubierto repentinamente por vieiras que ocultaron su forma funeraria”. 5 Torrente Ballester recoge una leyenda sobre el origen de las conchas de Santiago: En tiempo de Teodomiro, obispo de Compostela, un hombre noble caminaba, por la orilla del mar, a caballo. En un determinado momento el animal sintió una fuerte atracción hacia el abismo: se introdujo mar adentro y arrojó al caballero, que no sabía nadar, hacia las aguas. Y fue sintiendo como su cuerpo se iba yendo hacia el fondo marino. Dicho caballero se hallaba en pecado mortal, pues acababa de regresar de un lance amoroso, y aún no se había arrepentido. Y, temiendo por su alma, ante el espanto de la muerte, invocó a Santiago y le pidió misericordia. Su petición fue atendida y el Apóstol acudió a él caminando sobre las agua y precedido de una luz muy hermosa. Cuando llegó a la sima en que yacía el caballero, el agua se partió en dos y dejó al descubierto los limos del fondo. Entonces el santo, tras coger en brazos al doncel, lo entregó a una ola mansa que lo depositó en la orilla. Del fondo de las aguas, llevaba su vestimenta cubierta de unas conchas llamadas veneras. Se cerraron después las aguas y Santiago se alejó, envuelto en la misma claridad que había acudido en auxilio del joven. En su marcha, llevaba su sayal de peregrino, con unas conchas como las del caballero, prendidas en la esclavina, como símbolo. “Dice la historia que iban cinco peregrinos marchando a Compostela, y en lo alto de un monte abrupto y solitario, uno de ellos se sintió herido por cruel y repentino mal. Y ved, amigos, que de sus cuatro compañeros, tres siguieron camino adelante, tal vez por temor a la noche cercana, por miedo a bandolereas o lobos, o quizás porque tuvieran prisa por hallar una iglesia donde poder orar. “El ángel de la muerte está rozando ya con sus alas de hielo los ojos de este nuestro cuitado hermano; nada podemos hacer en su favor, sigamos adelante, que hemos de llegar a Compostela para la perdonanza…” De este modo hablaron tres de ellos, acallando las voces que oían en sus almas; pero el cuarto escuchó aquellas voces, pensó de muy distinta forma y se quedó al lado del amigo cuya vida acababa. Y muriendo el romero, buscó la forma de darle sepultura. Estaba terminada la tarea, cuando vio ante sus ojos un caballero con brillante armadura sobre caballo blanco, quien lo alzó hasta la grupa y lo llevó consigo a Compostela con rapidez de viento. Y no tuvo el romero cansancios ni quebrantos en tan largo
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vieja, sino micho sosiego y alegría. “Acabado tienes ya todo el peregrinaje, y salvada tu alma, sin otro mérito que el de la caridad”, le dijo el caballero al despedirse; y cuentan que quien así le hablaba era el apóstol Sant Yago, quien suele andar por senderos y montes, guardando los caminos que van a Compostela…”6
La literatura medieval recoge en todos sus géneros la realidad del Camino de Santiago. Encontramos referencias al Camino en el Cantar de Mío Cid: Os moros llaman Mafómar el de los cristianos santi Yague (en la batalla de Alcocer); también en cantigas galaico portuguesas; en la Siete Partidas y en las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio: Cantiga 175: Esta es de un hombre bueno que iba, con un hijo suyo, en romería a Santiago, y le ahorcaron, a tuerto, el hijo en Tolosa, y Santa María se lo devolvió vivo; en poemas del Mester de Clerecía como en los Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo; o en el Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita. También se hace referencia al camino en algunos de los romances como el del encuentro del Cid con San Lázaro: Celebradas ya las bodas de Rodrigo con Jimena, el Cid pide al Rey licencia al Apóstol Santiago, El Rey túvolo por bien, Rogóle volviese presto, …..
a do la corte yacía a quien tanto el Rey quería, para ir en romería porque así lo prometía. muchos dones le daría; que es cosa que le cumplía.7
El Siglo de Oro ha sido parco en manifestaciones literarias sobre el Camino de Santiago, habrá que esperar al Barroco y sobre todo en el teatro, para que reaparezca como tema literario. Aunque sí hay que citar la presencia en la obra de El Quijote. En la segunda parte Sancho pregunta al caballero el significado de la expresión: “¡Santiago, y cierra España!”, a lo que contesta: –Simplicísimo eres, Sancho –respondió don Quijote–, y mira que este gran caballero de la cruz bermeja háselo dado Dios a España por patrón y amparo suyo, especialmente en los rigurosos trances que con los moros los españoles han tenido, y, así, le invocan y llaman como defensor suyo en todas las batallas que acometen, y muchas veces le han visto visiblemente en ellas derribando, atropellando, destruyendo y matando agarenos escuadrones; y de esta verdad te pudiera traer muchos ejemplos que en las verdaderas historias españolas se cuentan. Tirso de Molina hace referencias al Camino en algunas de sus obras como La romera de Santiago, comedia dentro del ciclo galaico-portugués que tiene asuntos de honor y amores como tema y convierte el itinerario del Camino en parte de la trama. A partir del siglo XVIII comienza de nuevo el Camino a colarse entre los textos literarios llegando hasta la actualidad, momento en que creemos está de plena moda, especialmente en aquellos años en que se celebra el Año Santo, que es cuando proliferan novelas históricas, de
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aventuras, intriga en las que su personajes se ven obligados o llevados a hacer el Camino o en las que por un motivo u otro el Camino forma parte del argumento/trama de la misma. Escritores como Miguel de Unamuno, Manuel Machado, Antonio Machado incluyeron a Santiago o el Camino en sus poemas: Verás la maravilla del camino, camino de soñada Compostela –¡oh monte lila y flavo!–, peregrino, en un llano, entre chopos de candela. Otoño con dos ríos ha dorado el cerco del gigante centinela de piedra y luz, prodigio torreado que en el azul sin mancha se modela. Verás en la llanura una jauría de agudos galgos y un señor de caza, cabalgando a lejana serranía, vano fantasma de una vieja raza. Debes entrar cuando en la tarde fría brille un balcón de la desierta plaza. También poetas como Federico García Lorca, o Rafael Alberti, o Gerardo Diego de la Generación del 27 hacen referencias a la ruta de peregrinación, hasta llegar al siglo actual como Antonio Gamoneda: Saliendo de León entre los álamos hacia los altos páramos, caminos, y aquél gastado por humano tiempo, Camino siempre más allá, Camino hacia la vieja paz de Compostela, hacia el perdón antiguo. Algún día tú irás hacia las vegas, a los sotos sombríos, al verde tierno de humedad y sombra que llama al sueño como un denso vino. León es esto: lentitud sagrada con álamos al borde del camino. Son importantes también las referencias en la llamada literatura de viajes. Empezando por el propio Codex Calixtinus, han sido muchos los autores nacionales e internacionales que cuentan su experiencia como peregrino o viajero por esta ruta en forma de libro.
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Aymeric Picaud, describe las etapas y curiosidades del hacer en el camino: En Vilanova, un peregrino de Santiago, necesitado, pidió limosna por amor de Dios y de Santiago, a una mujer que tenía el pan todavía entre las brasas calientes, le dijo que no tenía pan. El peregrino le dijo: “¡Ojalá el pan que tienes se convierta en piedras!”. Se fue el peregrino de su casa, y estaba ya lejos de ella, cuando se acercó la mujer a las brasas con intención de coger el pan y en su lugar encontró una piedra redonda. Arrepentida de corazón fue tras el peregrino, pero no lo encontró”. Durante el Renacimiento y Barroco hubo muchos ejemplos de relatos sobre el viaje a Compostela que continuaron durante el siglo XVIII, XIX y continúan en la actualidad. Del siglo XIX podemos destacar el escrito por Richard Ford Manual para viajeros por España y lectores en casa publicado en Londres en 1845. Un ejemplo muy reciente es el leído antes de iniciar este Camino: Por tierras del fin del mundo: de Oviedo a Compostela por el camino primitivo de Miguel Barrero. “En el brazo meridional del transepto de la catedral de Oviedo se conserva una puerta que antiguamente estuvo en el trascoro y en la que resisten grabadas las firmas de algunos de los peregrinos que en tiempos pretéritos pisaron esta basílica obedeciendo el mandato medieval que aconsejaba rendir culto a las reliquias aquí expuestas antes de poner rumbo a la ansiada Compostela. He visto esos garabatos tallados en la piedra muchas veces, pero esta vez les dedico una atención especial porque vengo dispuesto a asumir yo también la condición de peregrino y echarme a andar por las rutas que conforman el llamado Camino Primitivo, el que dibujó Alfonso II en aquella expedición inaugural al sepulcro del apóstol, sin otra determinación que la de dirigirme hacia el oeste, hacia el oeste, hacia el oeste; pase lo que pase, siempre, siempre, hacia el oeste. He venido a la catedral porque de sus puertas salió aquel monarca lejano”.8
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Valle-Inclán, Torrente Ballester, Camilo José Cela, Álvaro Cunqueiro, Luis Mateo Díez, Jesús Torbado, Matilde Asensi, y muchos más, tienen presente en su obra a este Camino de las estrellas. “Distintas modalidades adopta la prosa narrativa en torno al Camino de Santiago. Raras veces, por los ejemplos que conocemos, la de la novela larga, y más la del relato o la novela breve, la del cuento, también la del libro de viajes, y, en otros momentos, la de la descripción e incluso la del ensayo, en la que se vierten juicios y reflexiones en torno al Camino o a algún aspecto concreto de mismo, sin olvidar que incluso hay narradores que expresan su creación en un molde tan a gusto de nuestro presente, como es el de la guía de viajes”.9
PREGUNTAS PARA LA CENA
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¿Qué es el Camino? ¿Cuál fue su origen? “Había trazado el Señor, desde el principio, en su proyecto de Cosmos, el camino europeo de Compostela, y para que no hubiese duda de sus propósitos, sembró de estrellas los cielos intermedios, y sobre ellas, en los más altos, miríadas de nubes estelares desparramadas de Este a Oeste, como si algo se hubiese derramado sobre el cristal esférico del cielo. Reluciendo en la noche oscura, señala su camino al caminante jacobeo con esa seguridad que sólo dan las cosas de Dios venidas. Los antiguos, gentes de medio mundo, sorprendidos de tantas estrellas en forma de neblina, inventaron bellos mitos explicativos de los que sacaron nombres, como Galaxia y Vía Láctea, los primeros y más conocidos en nuestro ámbito; pero ninguno de ellos, ni aún los más doctos como Ptolomeo, adivinaron el servicio y la finalidad de aquel hermoso cinturón, de tenue brillo, que envolvía la redondez de los cielos. Fueron los peregrinos medievales, buscando en las alturas la dirección perdida, los primeros en advertir que, siguiendo siempre al oeste, llegaban a Compostela. Por algo que parece casualidad, y que nosotros reputamos fundamentalmente de previsión divina, el rumbo que la Galaxia señalaba coincidía con el más favorable camino de la tierra, pues pasaba por encima de las hermosas ciudades, de los campos ubérrimos, de los valles fáciles, de los puertos favorables. No hubo más que echar puentes sobre los ríos para que el camino quedara hecho. Y así fue. Como un rebaño, a su paso, deja trazada la verada, así el tropel peregrinante, que el papa Calixto, en homilía memorable, califica de catervas y falanges (dispensando), marcó en las tierras una señal profunda y perdurable por la que discurrieron ríos de fe, de esperanza y de piedad”.10
“El camino de la Vía Láctea está próvidamente dispuesto para asistir a los seres especiales que son capaces de alcanzar la iniciación por sí mismos. Medida sobre el significado de las cabezas apoyadas unas contra otras –la transmisión racional del conocimiento–, de las quimeras y las sirenas con colas de dragón –el dolor y el miedo del hombre ante el peligro y lo desconocido–, de los monstruos con flores en el vientre –la desaparición del miedo, lo que permite la libertad–, de la figura encapuchada que lleva a un niño en brazos –el ser renacido tras la muerte–, de la mujer desnuda enroscada en una serpiente –la Diosa Madre del mundo, la Magna Mater, la Tierra, enrollada en la sabiduría y el Conocimiento–… 11
De origen medieval, fue el Papa Alejandro VI, tras la caída de Granada en 1492, quien lo declara una de las tres grandes peregrinaciones en la cristiandad con Jerusalén y Roma. “El Camino de Santiago también sigue unos paralelos determinados e íntimamente relacionados con la bóveda celeste, que le ha valido el calificativo de Camino de las Estrellas. En la época de las peregrinaciones medievales, los Hospitalarios variaron ciertas etapas del camino compostelano con el fin de hacer más sencilla y atractiva la ruta de aquellos primeros “turistas medievales”. Gracias a las primeras edificaciones jacobeas conocemos el primer trazado oficial que delimita con dos hileras de estrellas de la Vía Láctea cuyas latitudes son de 42º 30’ y 42º 50’”. 12 Los Caminos fueron declarados en 1987 el primer “Itinerario Cultural Europeo” por el Consejo Europeo. En 1993 El Camino de Santiago Francés fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad; en 1998 se añadieron las rutas francesas del Camino; y en 2015 se amplía al Camino Primitivo, el Camino Costero, el Camino Vasco-Riojano y el Camino de Liébana.
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En 2004 recibe el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia “como lugar de peregrinación y de encuentro entre personas y pueblos que, a través de los siglos, se ha convertido en símbolo de fraternidad y vertebrador de una conciencia europea”. Ha recibido el título honorífico de “Calle Mayor de Europa”.
La historia del Camino comienza en el siglo IX cuando se encuentran los restos atribuidos al Apóstol y el rey asturiano Alfonso II “peregrina” al lugar y manda construir una iglesia para albergar los restos encontrados. No hay ninguna certeza de la autenticidad de estos restos, no hay pruebas científicas que puedan confirmar que eran del apóstol, o al menos eso dicen parte de los/as expertos, incluso atribuyendo los restos a Prisciliano. Es un tema muy debatido en la actualidad. “El Camino de Santiago del siglo XXI es una senda enraizada en cultos y tradiciones que se solapan, que se pierden en la bruma del tiempo y que nos trasladan a un pasado prodigioso y maravilloso. Una senda que recorre muchos caminos que se han ido conformando con el paso de los siglos hasta dar lugar al Camino actual. Es heredero de diferentes y antiguas culturas y discurre por lugares y alberga símbolos cuyo origen, significado real y trascendencia aún desconocemos”.13 El Camino de Santiago desempeña desde la Edad Media un papel clave en el desarrollo de las diferentes culturas que integran la identidad de Europa, es “una autovía del conocimiento”.14 “El Camino de Santiago recorre la larga senda que mira hacia poniente, a Finisterre, en donde el sol se acuesta y el mundo termina”. 15 Cuenta la tradición, la leyenda, que Santiago el Mayor fue decapitado por Herodes Agripa hacia el año 42, según narra san Lucas, y su cuerpo arrojado fuera de la ciudad como pasto de perros y fieras. Sus discípulos regresaron de noche y se llevaron el cadáver hasta el puerto de Jope, donde apareció una embarcación lista para navegar pero sin tripulación. Al séptimo día de navegación, después de haber atravesado las Columnas de Hércules, arribaron al puerto de Iria, en la desembocadura del Ulla. En el momento de depositar el cuerpo en una roca, esta se fundió como si fuera de cera para convertirse en el sarcófago del Santo.
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Cuando se hizo de noche, los discípulos se adentraron unas 12 millas en el interior para su enterramiento. Fueron hasta la reina Lupa, dueña de los terrenos, para pedirle una pequeña parcela y poder dar sepultura a su maestro. La mujer les remitió al rey Duyo, enemigo del cristianismo, que los encarceló, pero fueron liberados por un ángel. El ejército que los persiguió moría ahogado al ceder milagrosamente el puente por el que cruzaban el río. Volvieron los discípulos a Lupa que temerosa por todo lo sucedido los envió al monte Illicinus (Pico Sacro) con el fin de librarse de ellos. Allí se encontraron primero con un dragón que al verlos se esfumó; luego con toros salvajes, que se convirtieron en mansos bueyes que tiraron del carro con el Apóstol de nuevo al palacio de Lupa que se convirtió al cristianismo y ofreció su palacio para la iglesia y sepultura del Apóstol. Posteriormente allá por el año 813 reinando Alfonso II en el Reino Astur y Carlomagno en occidente, un ermitaño llamado Paio tuvo una revelación que iba a descubrir el sepulcro del apóstol. Poco después extrañas luces de una estrella alumbraban sobre un punto concreto. Avisado el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, se dirigió hacia el lugar descubriendo el arca marmórica con los restos que, por una revelación divina, atribuyó a Santiago. Inmediatamente se avisa al rey Alfonso II que acude de forma rápida avisando también a Carlomagno. Esto es lo que cuenta la tradición y la leyenda, recogida por numerosos autores en sus estudios o en obras de ficción. Se puede creer o no creer, poner en duda, pero la realidad es que muchos siglos después, miles de peregrinos/as, en la actualidad más de 300.000 personas al año, siguen recorriendo la ruta de peregrinación más antigua de Europa. Algunas voces señalan que la ruta empezó mucho antes, anterior incluso a la presencia de Santiago en esas tierras. Dicen fue una ruta “hermética”16 en la que los peregrinos se guiaban siguiendo el curso de la Vía Láctea. Parece que ya en época paleocristiana los discípulos de Prisciliano, obispo galaico acusado de brujería y ejecutado, 340-385, recorrieron esa ruta portando el cuerpo de su maestro. Una peregrinación de druidas. Incluso hay quien afirma que los restos aparecidos atribuidos al apóstol, en realidad, son de Prisciliano.
“La cristiandad empezó a peregrinar hasta ese campo de estrellas cercano a Iria Flavia, donde había quedado al descubierto el enterramiento del Boanerges, el Hijo del Trueno y del Fuego, como el propio Jesús de Galilea apodó al menor de los tres hermanos Zebedeo, discípulos suyos. Cuenta la historia que Herodes Agripa, nieto de Herodes el Grande y marioneta de Calígula, mandó decapitar al menor de los Zebedeo hacia el año 40 d.C., en el octavo día de las calendas de abril, o sea, en los primeros días de mayo. Tras la ejecución, sus discípulos robaron el cuerpo para que no fuera profanado por los judíos y lo depositaron, en el puerto de Beirut según la leyenda, en una nave sin gobernalle que dejaron al garate con unos pocos marineros. Así llegó, dice la tradición, a tierras de Galicia donde embarrancó el octavo día de las calendas de agosto. Los discípulos que navegaban con el féretro lo descargaron, lo alejaron de la costa y
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lo colocaron sobre una piedra que, al contacto con el arca funeraria, se fundió como la cera ocultándolo en la tierra. La leyenda continúa asegurando que la reina celta Lupa, enterada del fenómeno de la piedra fundida, mandó trasladar los restos hasta su palacio, cerca de la Iria Flavia, y quedó tan impresionada por el fenómeno que consagró su fortaleza al Apóstol. Según otra leyenda, el Pico Sacro coincide con el lugar donde se erguía la fortaleza de la reina céltica. Allí aparecieron, siglos después, las extrañas luces que descubrió Paio, hasta donde se trasladó el obispo Teodomiro para comprobar el fenómeno. Décadas después, el obispo Diego II Gelmírez ordenó la construcción de la primitiva iglesia que acogería definitivamente los sagrados restos”. 17 A partir del siglo XI y XII las peregrinaciones a Compostela se convirtieron en vértice del mundo medieval en toda Europa. Compostela era uno de los centros del mundo junto a Roma y Jerusalén. El Camino de Santiago experimentó un salto cualitativo y cuantitativo bajo el obispo Gelmírez convirtiendo a Santiago en uno de los faros de la cristiandad medieval. En 1095 el papa Urbano II concedió a Compostela el título de Sede Apostólica. En 1122 el papa Calixto II proclamó el año santo compostelano, cada año que el 25 de julio coincidiera en domingo, que se celebraría por primera vez en 1126. Y en 1140 aparece el Liber Sancti Iacobi compilado por el canciller Picaud y atribuido al papa Calixto en el que se incluye el Liber Peregrinationis, el Codex Calixtinus, la parte más antigua, un libro ilumindao del siglo XII que constituye la primera guía oficial del itinerario. El Códice Calixtino recoge en palabras del papa Calixto II y Aymeric Picaud las indicaciones para peregrinar desde el Centro de Europa hasta el Finisterre romano y divide el camino en trece etapas, doce y la final.
“–¡Un momento! ¿Usted cree que el Códice Calixtino es el libro de los siete sellos que describe el Apocalipsis? –preguntó Patricia a Jacques Roman, quien conforme hablaba parecía sumido en una especie de estado de catalepsia, con una rigidez que le impedía mover cualquier parte de su cuerpo que no fueran los labios. –No, no lo es, pero, desde luego, si se revela su contenido oculto podría desencadenarse el verdadero cataclismo que anuncia san Juan en su profecía”. 18
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El Codex Calixtinus o Libro de Santiago es una recopilación de distintas fuentes, de fecha dudosa, aunque se suele decir que fue redactado alrededor del año 1130. Para ciertos investigadores el autor pudo ser el conde Guy de Borgoña, si bien no está del todo claro. Constituye una valiosa aportación al conocimiento de la Ruta Jacobea, facilitando al peregrino cuantos datos pudiera ser útiles en la peligrosa peregrinación. Consta de cinco libros y dos apéndices con un total de 225 folios de pergamino escritos en las dos caras. • Comienza con una carta del papa Calixto II • Libro I. Libro de las Liturgias. Constituye casi la mitad del manuscrito y contiene sermones, relatos del martirio de Santiago, oficios, misas • Libro II. Libro de los milagros Contiene una colección de 22 milagros atribuidos al Apóstol Santiago que realizó en diversas regiones de Europa. • Libro III. Trasladación del cuerpo de Santiago El libro más breve, solo 6 folios en donde se cuenta la evangelización de Santiago en España y el traslado de su cuerpo desde Jerusalén. • Libro IV. Conquistas de Carlomagno El segundo en tamaño de folios, habla sobre todo de las hazañas del seudo-arzobispo Turpin. En 1609 fue arrancado del manuscrito formando un nuevo volumen “Historia Turpini”, en 1966 se vuelve a incorporar al manuscrito original. • Libro V. Guía del peregrino. Codex calistinus La primea guía del itinerario con lugares, hospitales, posadas, iglesias… Capítulo I Los Itinerarios hacia Santiago “Cuatro son los itinerarios que conducen hacia Santiago y que en Puente la Reina, en tierras españolas, confluyen en uno solo. El primero pasa por Saint-Gilles, Montpellier, Tolosa y Somport; el segundo por Santa María del Puy, Santa Fe de Conques y San Pedro de Moissac; el tercero, por Santa María Magdalena de Vézelay, San Leonardo de Limoges y la ciudad de Pérogueux; y el cuarto, por San Martín de Tours, San Hilario de Poitiers, San Juan d'Angély, San Eutropio de Saintes y la ciudad de Burdeos. La ruta de Santa Fe, la de San Leonardo de Limoges y la de San Martín de Tours se juntan en Ostabal y pasado el Port de Cize se unen en Puente la Reina a la ruta que pasa por Somport, formando desde allí un solo camino hacia Santiago”. • Apéndice I. 22 composiciones polifónicas. • Apéndice II. Bulas papales. El 5 de julio de 2011, los archiveros de la catedral de Santiago de Compostela echaron en falta la obra y denunciaron el robo a las autoridades. El códice fue sustraído de una cámara blindada donde se encuentran depositadas las obras más valiosas del archivo. Las investigaciones revelaron que el hurto se había producido la semana anterior. El 4 de julio de 2012 fue recuperado el códice; este había sido robado por un electricista que había trabajado en la catedral, que también tenía en su poder otros documentos y objetos del templo. “—Dejémonos de dilaciones. ¿Qué quiere de nosotros? –intervino Patricia –Que me consigan un códice. –¿De Santiago? –del Archivo de su catedral. El Códice Calixtino. Lo ordenó copiar Diego Gelmírez, obispo de Santiago de Compostela entre 1100 y 1139, aunque se incluyeron añadidos posteriores al mandato de este obispo. Se trata de la copia más preciada de un conjunto de relatos conocido como el Liber Sancti Iacobi, en el que intervinieron al menos tres,
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quizás cuatro, manos diferentes. Esa copia fue llamada Codex Calixtinus debido a que los dos primeros folios contienen una carta, tal vez apócrifa, que el papa Calixto II, presunto impulsor del Liber, habría enviado a Diego Gelmírez ratificando la importancia de Compostela como lugar donde reposaban los restos del apóstol Santiago. Desde el siglo XII el Codex se conserva en el archivo de la catedral compostelana. Consta de veintisiete cuadernos, que han sido alterados en varias ocasiones. Le faltan los folios 1 y 220, que se supone que estarían en blanco. Se encuadernó a finales del siglo XII en cuero repujado con dibujos de rombos. Fue muy consultado durante la Edad media, hasta que en 1609 su composición original se alteró y cayó en el olvido. A finales del siglo XIX fue redescubierto y desde entonces ha sido estudiado por numerosos expertos en historia, arte y música sacra medieval. Fue restaurado en 1966 para devolverle el aspecto y composición que presentaba en el siglo XII”. 19 En 1179, el papa Alejandro III estableció mediante la bula Regis Aeterni, la indulgencia plenaria para todo aquel peregrino que llegase a Compostela en año santo. En 1300 el papa Bonifacio estableció la gracia del Jubileo. Con el siglo XV, las peregrinaciones comenzaron a perder la fuerza inicial. Disputas políticas, conflictos bélicos en Europa, cambios sociales fueron algunas de las razones. El Camino pasó a ser un lugar de temor, frecuentado por vagabundos y ladrones, situación que se agravó con la presencia de la peste. Con la presencia del corsario Drake y el miedo a la profanación de la tumba, el arzobispo san Clemente ocultó los restos del apóstol que permanecieron olvidados 300 años hasta que en 1879 reaparecieron tras la búsqueda de arqueólogos que sacaron a la luz tres sepulcros siendo anunciado el descubrimiento en 1884 por el papa León XIII: los restos hallados bajo el altar mayor de la catedral de Santiago eran los de Santiago, el Mayor, y sus discípulos Atanario y Teodoro, hecho que hizo que de nuevo resurgieran las peregrinaciones. “31 de julio de 1879. Al remover una piedra, la tierra corrió por los bordes y un rectángulo de luz proyectó la sombra del gaditano Manuel Andrade en el fondo del recinto donde, según la tradición cristiana, habían reposado los restos de Santiago el Mayor más de nueve siglos. El historiador Andrade había sido el último de los expertos en sumarse al equipo multidisciplinar que dirigía el canónigo y arqueólogo Antonio López Ferreiro para localizar el sepulcro oculto en la catedral. Y lo hizo gracias al acuerdo alcanzado entre el arzobispado de Santiago y uno de los principales benefactores de la iniciativa, una sociedad americana con delegación en Londres, que exigió la participación de Andrade a cambio de una suculenta aportación económica. Desde el descubrimiento del sepulcro hacía ya más de mil años, se habían construido hasta tres iglesias para proteger el arca marmórica, y nadie sabía a ciencia cierta qué había ocurrido con ella desde que se cerrara como una caja hermética e inaccesible durante las obras de construcción de la actual catedral, lo que hacía prever una intervención larga y costosa. Tras cinco intentos fallidos en varios puntos no había sido necesario remover ningún elemento fijo, no afectar estructuralmente al edificio, López Ferreiro se decidió a levantar es misma mañana el pavimento del altar mayor con el consenso unánime del resto de sus colaboradores. El canónigo fue supervisando el trabajo de los operarios mientras estos perforaban el espacio central. Allí, casi a ras de suelo, ordenó que parasen de picar
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súbitamente cuando una estructura de un antiguo monumento funerario romano, relleno de tierra y escombros quedó al descubierto. El profesor Andrade apoyó una mano en el subsuelo y adelantó un brazo levemente, como temiendo molestar el reposo del santo. Bajo la luz de una lámpara de gas, examinó la cámara. –Lo encontramos –dijo”.20 Las dos guerras y la guerra civil volvieron a poner freno a las peregrinaciones que no volvería a revitalizarse hasta el inicio de la democracia y especialmente a partir del año Xacobeo de 1993 potenciándose de forma especial el camino Francés. “–Vamos, Patricia. Santiago el Mayor no estuvo en España jamás. Ese mito sobre su predicación es un invento del obispo Teodomiro, que lo ideó en el siglo IX para convertir su diócesis en la depositaria del cuerpo del primer apóstol mártir del cristianismo. Sabes bien que en la Edad media poseer una reliquia famosa suponía una garantía de ingresos para el santuario en el que estaba depositada. Y qué mejor reliquia que poseer el cuerpo completo del primer apóstol ejecutado por defender la fe cristiana. –Sí, fue un invento, pero todas las leyendas asientan su base en alguna realidad histórica. –Las leyendas populares tal vez, pero la de la traída del cuerpo de Santiago a Galicia es una leyenda culta de la que no existe una sola referencia anterior al siglo IX. Ese relato de los discípulos de Santiago, ¿cómo se llamaban?--- –Atanasio y Teodoro –preció Patricia. –…Atanasio y Teodoro, sí, embarcando el cuerpo de su maestro, cabeza y cuerpo separados tras la decapitación, en una nave viajando por todo el Mediterráneo y por las costas atlánticas de España y Portugal hasta Iria Flavia para luego enterrarlo en un lugar secreto tierra dentro, suena a una creación interesada de alguien que supo elaborar una buena historia”. 21 Una curiosidad del Camino. Se piensa que hay muchas pruebas que relacionan el Juego de la Oca con el Camino de Santiago. Algunos expertos han encontrado conexión de cada una de las 64 casillas del juego popular. “Un investigador llamado Louis Charpentier, tan heterodoxo como poco riguroso a la hora de comprobar sus hipótesis –lo que no le impidió tener intuiciones geniales, que luego resultaron muy útiles para sistematizar y dar sentido a sus apuntes–, sugirió la posibilidad de que el “juego de la oca”, tan popular en tiempos no tan lejanos, hubiera sido en sus orígenes una especie de tablero iniciático, concebido para metalizar a peregrinos perspicaces y, sobre todo, a los aprendices de constructores, los secretos gremiales que se ocultaban celosamente a lo largo de la Ruta jacobea y de los que deberían extraer la lección necesaria para abordar con pleno sentido las misiones que les serían encomendadas cuando alcanzasen el grado de hermanos en la logia de canteros libres de la que formarían parte cuando terminaran su período de instrucción. 22 “Algunas personas creen que es simplemente un juego de entretenimiento, pero nadie con cerebro perdería el tiempo jugando a algo tan trivial, existiendo el ajedrez o las damas. –¿Y? Otras piensan que se trata de una réplica del Camino del Señor San Yago, debido al puente, la posada, la cárcel, el laberinto…. –dijo señalando las respectivas casillas–; que se trata de una experiencia iniciática para aquellas que no pueden acudir a Compostela”.23
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Casilla 0: el peregrino y los dados, los dados eligen su ruta Casilla 6: el Puente, saltar hasta el otro en la casilla 12 Casilla 19: la posada. Aquí el peregrino tendrá que pernoctar durante dos turnos obligatoriamente para reponer fuerzas, curar sus heridas o meditar. Casilla 26: los dados, el aprendiz ha encontrado piedras angulares en su camino Casilla 31: el pozo: siempre al lado de los templos Casilla 42: el laberinto: era frecuente en los suelos de los templos Casilla 52: la cárcel, llamada de atención de los representantes de la ortodoxia estricta. Casilla 58. La muerte, la trampa del Camino Casillo 63: el acceso a la meta ¿Os habéis fijado los topónimos OCA que se suceden a lo largo del Camino? El río y los montes de Oca, El Ganso en la Maragetería, Val de Oca en los montes de León, Puerto de Oca, San esteban de Oca…. “El Camino a Santiago, de origen medieval y francés, tiene su antecedente antiguo en el “Callis Ianus” de Augusto y Agrippa trazado en el siglo I a.C., y este quizás, en un sendero megalítico que reflejaba la Vía Láctea en la Tierra. Un viaje iniciático por una senda que se dirige hacía el extremo occidente, a Callaecia. El "Tablero de la Oca" puede tener su origen, según muchas opiniones, en el conocimiento de los Templarios. Esta orden medieval era conocedora de muchos ritos antiguos que no "encajaban" bien con el nuevo culto católico, y como verdaderos guardianes de estos secretos los dejaron cifrados en templos, ermitas y capillas para otros tiempos más favorables. Otra opinión establece que el Tablero fue confeccionado por el gremio de los constructores, que son los verdaderos conocedores de los secretos del "Sendero de Jano", el dios de las puertas, de los comienzos y los finales. Según esta opinión el "Tablero de la Oca" sería una
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carta cifrada de la original ruta al Oeste, la ruta construida por Augusto y Agrippa en el siglo I a.C. y que fue sustituida por la nueva ruta franca medieval construida por los monjes de Cluny y el Cister, y según las instrucciones del papado de Roma. Los anónimos autores habrían trazado un tablero donde quedaron reflejadas las principales características del Sendero a occidente, de la ruta del olvidado “Callis Ianus”, trazada con escuadra y compás por Marco Agrippa, y que debía de quedar recogida de forma oculta en un sencillo tablero de juego. El "Tablero de la Oca", fue memorizado convirtiéndose en la guía del camino antiguo. El sendero para los iniciados en los misterios de Jano, (Ianus divinidad de los inicios y origen etimológico de la palabra "iniciado"), de forma que cada casilla del Tablero se corresponde con una etapa concreta, y posee unas características específicas reconocidas por las marcas que dejaban los maestros constructores en las márgenes del sendero, por la toponimia de los lugares que atraviesa, y sobre todo, por los templos antiguos que protegen con sus muros a los peregrinos de todos los tiempos”.24
Muchos caminos, un solo destino En solo tres días recorreremos la ruta marítima por el Mar de Aurosa y el río Ulla, que forma parte de la llamada variante espiritual del Camino que parte de la plaza de la Iglesia Peregrina de Pontevedra. Además haremos parte de los caminos tradicionales: parte urbana en Oviedo del Camino Primitivo, coincidiremos con el Camino Portugués en Padrón y recorreremos parte del Camino Francés en Melide. Además nos encontraremos con el Camino del Norte en el Monasterio de Sobrado dos Monxes. “Si nos fijamos en el mapa del camino, o aún mejor, si situamos el Camino Jacobeo peninsular en su contexto planetario, no daremos cuenta que, al contrario del camino a Roma o de la ruta a Tierra Santa, las otras dos grandes peregrinaciones de la cristiandad desde Europa, ésta es la única que plantea a quien la sigue la obligación física de marchar siempre hacia la puesta del sol; es decir, a contrapelo del movimiento de la Tierra sobre su eje”.25 “ –Los que en la Edad Media idearon todo este tinglado en torno al presunta tumba del apóstol Santiago eran unos tipos muy inteligentes. Hoy no hubieran tenido precio como publicistas –comentó Patricia ya en Ginebra, al regreso de Oporto–. Ya ves, algo tan simple y casi doce siglos después el invento sigue funcionando a la perfección. –No es tan sencillo Patricia. En Compostela se ha plasmado algo más que la invención de un clérigo avispado; de no ser así no se hubiera mantenido durante tanto tiempo y con tanto éxito. El camino de Santiago significa mucho más que ir a visitar los huesos de uno de los apóstoles; hacer el camino y llegar a la meta supone encontrarse a sí mismo y superarse, y hay gente que es precisamente lo que anda buscando. Y no todos lo encuentran.” 26
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Camino Primitivo Hemos iniciado este viaje con el Camino Primitivo, recorriendo la parte urbana, partiendo de la Catedral, tras visitar las reliquias que alberga la Cámara Santa, y llegando hasta Florida donde se encuentra una pequeña escultura del Apóstol realizada por Pilar Fernández Carballedo inaugurada en 2009, siguiendo los pasos y leyendo Las tierras del fin del mundo. “En cualquier caso, y sea un apóstol, un patricio romano o un predicador quien descanse bajo la catedral de Santiago, lo cierto es que el desplazamiento de Alfonso II desde Oviedo al campus stellae abrió inesperadamente un hito en la entonces aún incipiente historia de la cristiandad para inaugurar la que desde entonces, y a través de sus distintas variantes, ha venido construyendo una de las principales vías de peregrinación del orbe. (…) Los pasos del monarca y su séquito por los valles y montañas que configuraron el perfil de esa ruta primigenia hacia el último hogar de Santiago era más que un simple protocolo: eran una forma de domesticar el fin del mundo y proclamar a los cuatro vientos que si la divinidad estaba de su lado era porque él y su reino estaban en posesión de la verdad y la victoria”. 27 Asturias desde siempre está ligada al sepulcro del apóstol. Nada más conocer la noticia, el rey Alfonso II y su corte puso camino a Galicia para venerarlo y mandó construir el primer templo sobre su tumba. Así pues, el camino por tierra astur ha sido el primero de los Caminos. La devoción del rey por la causa jacobea fue decisiva para cimentar el nuevo culto. “El Camino primitivo de Alfonso II es el camino de la fe, de la razón, de la unidad, de la comprensión fácil y de la secuencia histórico-arqueológica. El posterior, en cambio, si prescinde del primero, origina o engendra confusión e interrogantes incontestables razonadamente. Destruye, en una palabra, el edificio jacobeo”.28 En Oviedo, está el origen de camino, en la peregrinación que hizo Alfonso II el Casto al trasladarse en el año 829 a Compostela una vez conocida la noticia de la aparición del sepulcro de Santiago. Se considera la primera ruta de peregrinación jacobea enlazando Oviedo con Santiago de Compostela y discurre en una gran parte por antiguas calzadas romanas. El Camino primitivo fue muy frecuentado por el pueblo astur-galaico durante el siglo IX y gran parte de X, además de Alfonso II, su sucesor, Alfonso III El Magno, también lo recorrió dos veces, pero al convertirse León en capital del reino, los monarcas potenciaron el camino Francés, aún así muchos peregrinos se han venido desviando para ver las reliquias atesoradas en la Cámara Santa de la Catedral de el Salvador. La tradición dice: “Quien va a Santiago y no a San Salvador, visita al criado y olvida al señor” Actualmente son 13 las etapas: 1. Oviedo - San Juan de Villapañada
8. Fonsagrada – O Cádavo Baleira
2. San Juan de Villapañada - Salas
9. O Cádavo Baleira – Lugo
3. Salas - Tineo
10. Lugo – San Romao de Retorta
11. San Romao de Retorta - Melide
4. Tineo - Pola de Allande
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5. Pola de Allande – La Mesa
12. Melide – O Pedrouzo
6. La Mesa – Grandas de Salime
13. O Pedrouzo – Santiago de Compostela
7. Grandas de Salime – Fonsagrada Cuenta además con tres ramales o variantes menores: -
la llamada Ruta de los Hospitales: desde Tineo al Alto del Palo sin pasar por Pola de Allande. la Variante de Sobrado: desde Lugo pasa por Sobrado, Friol y Boimorto enlazando con el camino francés en Arzúa. Un corto ramal que no se incorpora a Palas de Rey ganando algunos kilómetros hasta Melide.
Pese a ser una de las primeras rutas jacobeas documentadas, el Camino primitivo resulta mucho menos conocido que otras vías como el camino Francés o el de la Costa. “Aquel rey peregrino que, siguiendo la Vía Láctea, llega desde Oviedo al Lugar Santo Jacobeo, se encuentra en la primera mitad del siglo IX con un lugar monumentado en época anterior. Allí está el sepulcro que será o no del Apóstol Promártir pero que el rey ovetense, de acuerdo con la tradición, considera segura y dando por buenas las circunstancias especiales que rodea la aparición; luces misteriosas (aunque solamente fueran fuegos fatuos, etc.), acepta como sepulcro del Apóstol y como tal lo adora. Igualmente concede las tres millas, construye las primeras Iglesias y otros edificios que originan la Ciudad. El Camino, la ruta o peregrinación, pues, nace en Oviedo, sin lugar a ninguna duda razonada, el año 829c. y allí tiene su origen porque el Camino tomado por este Rey para iniciar su peregrinación, aunque pasara por otros caminos y calzadas ya existentes, en cuanto a la meta no podía llamarse de otra forma que Camino de Santiago ya que iba a visitar el sepulcro de él (…) Este sería el Camino: Oviedo-Grado-Salas-Miranda-Tineo-Fonsagrada-Lugo-Santiago.” 29
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Ruta Marítima Desde O Grove o Ribeira hasta Padrón, imita el trayecto que cubrió la barca con los restos de Santiago Apóstol. Los peregrinos entraban por la ría de Arosa y accedían a la desembocadura del Río Ulla, desembarcando en Padrón (Iria Flavia), siguiendo el Camino a pie hasta Santiago. En Padrón, se unen: la Ruta Marítima y el Camino Portugués. Sus fieles discípulos, Atanasio y Teodoro, cuenta la tradición, robaron el cadáver de su maestro tras el martirio y se embarcaron en un nuevo periplo hacia Hispania con el fin de cumplir la noticia de San Jerónimo, dispuesta a la partida de todos los apóstoles hacia diferentes latitudes: al morir, cada uno descansaría en la provincia más lejana donde hubiera predicado el Evangelio. Así empezaba la Traslatio del Apóstol Santiago, una singladura a través del Mediterráneo y la costa atlántica guiada por una fuerza divina que habría propiciado una conjunción de los elementos para que la modesta barca llegase a buen puerto en la entonces Gallaecia. La Ruta Marítima, comienza a la entrada de la Ría de Arousa, dejando a estribor las islas de Onza y Ons, frente a la Ría de Pontevedra y a las costas de Sanxenxo, continuamos y a la entrada de Arousa, se avista, la recortada línea de costa de la isla de Sálvora. La navegación, para acceder a la Ría de Arousa, es difícil, debido a los numerosos bajos y bateas, que forman, en ocasiones, barreras infranqueables. La ruta marítima más segura, es la que sigue el llamado Canal Principal, entre la isla de Sálvora y la península de O Grove. Este canal tiene como referencia el faro de Sálvora y la isla de Pombeiro, en el extremo suroeste de O Grove. Los puertos de Ribeira y O Grove flanquean la entrada a la más extensa de las rías gallegas, por ello habrían sido los primeros en avistar la llegada de la nave apostólica, que todavía tendría por delante unas 40 millas náuticas hasta tocar tierra en la antigua Iria Flavia, en el desaparecido puerto de Murgadán, donde versa: Hic fuit corptus Beati Iacobi (aquí llegó el cuerpo del Apóstol Santiago). Ese es el recorrido que se ha esmerado en recuperar la Fundación Ruta Xacobea, entidad que otorga, junto a los concellos colaboradores, el diploma acreditativo Traslatio Xacobea a todas aquellas embarcaciones que siguen la estela dejada por la nao del Apóstol. La ría de Arousa esconde parajes únicos, de significación especial por su pasado memorable, vigilado cautelosamente por las sempiternas y emblemáticas torres de Catoira, testigos de episodios bélicos como la invasión vikinga. El peso de la Historia cae sobre otros asentamientos que sorprenderán al peregrino, como la necrópolis de Adro Vello, en San Vicente, yacimiento donde se recuperó una moneda del siglo XII acuñada con la imagen de la Traslatio del Apóstol. La primera puesta en valor de esta ruta se remonta a 1965, impulsada en gran medida por el arzobispo de Santiago Fernando Quiroga-Palacios, y presentada con un ambicioso plan dos años antes en la asamblea de turismo de la isla de A Toxa. Comenzaban así los remontes en barco conmemorativos de la ruta, defendida desde la Fundación como «el germen de todos los Caminos de Santiago». De esa época data también la colocación de cruceros de piedra en la ría donados por la Iglesia, ayuntamientos, instituciones y empresas, constituyendo un exclusivo vía crucis marítimo fluvial a lo largo de la ribera, doce “cruceiros” que forman el Vía Crucis acuático. A partir de Padrón, la ruta de jacobea, sigue el trazado del Camino Portugués.
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Camino Francés
El eje que une Saint Jean de Pied de Port con Santiago de Compostela se ha convertido en el Camino por antonomasia, es el más popular y el más transitado. Todos los caminos que pasan por Francia se unen en alguna de estas cuatro antiguas rutas: • • • •
Vía Turonensis: desde París, por Turonem, Tours Vía Lemovicensis: desde Vézelay, por Lemovicum, Limoges Vía Podiensis: desde Puy-en-Velay Vía Tolosana: desde Arles
Ya en España hay dos rutas principales que atraviesan los Pirineos: • •
Por el puerto de Somport para bajar hacia Canfranc y Jaca (Camino Aragonés) Por el puerto de Ibañeta bajando a Roncesvalles y Pamplona (Camino de Navarra)
Uniéndose ambas en Puente de la Reina (Navarra) con el nombre ya de Camino de Santiago “Qué gran ciudad, Puente de la Reina! Allí se unen, formando uno, los principales caminos a Santiago, dando lugar a una rica y abigarrada mixtura de gente de toda clase, lengua y condición”.30
Camino Portugués Lagoa, la que fue capital del Algarve, es el inicio de este camino en el que el peregrino recorría Portugal de sur a norte en busca de Compostela. Pontevedra, tras haber pasado por Tui, Porriño y Redondela, es la capital en España del camino Portugués, y allí la Iglesia Peregrina, con planta de concha de vieira, acoge los peregrinos hasta que sigan su camino por Caldas de Reyes y Padrón para llegar a su destino final.
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Hoy se habla más de Camino Portugués Central que parte de Lisboa hacia Porto y Tui. La importancia de este camino empezó a surgir a partir del siglo XII tras la independencia de Portugal y los peregrinos lo recorrían por motivos espirituales pero también por cuestiones culturales, económicas y sociales. Es el Camino de mayor afluencia tras el Francés y toma el trazado de vías y caminos de la época de los romanos. El camino Portugués cuenta con importantes peregrinos como el rey Sancho II en 1244; el rey don Manuel I de Portugal desde Lisboa en 1502; los padres jesuitas desde Coimbra en 1543; el sacerdote italiano Juan Bautista Confalonieri que realizó en la primavera de 1594 siguiendo la ruta que un siglo antes había hecho el viajero alemán jerónimo Münzer y que quedó reflejado en una manuscrito que se conserva en la Biblioteca Vaticana sirviendo de base para la recuperación del camino portugués; o Isabel de Portugal, “La Reina Santa” que tras realizar la peregrinación en el siglo XIV ofreció ante el altar de Santiago su corona de emperatriz del sacro Imperio Romano Germánico y que tras fallecer fue enterrada en Coimbra con un bordón de peregrino tal cual había dejado escrito. El Camino Portugués también está lleno de leyendas como la que sitúa en la costa entre Porto y Vigo el origen del uso de la vieira cuando un caballero sale del mar cubierto de las conchas o aquella que narra como cuando un peregrino que es acusado de un robo que no había cometido y es llevado a la horca, para mostrar su inocencia un gallo muerto resucita y canta (el gallo de Barcelos). El camino Portugués desde Lisboa cuenta con 24 etapas, 5 en territorio español: -
Tui-Redondela Redondela-Pontevedra Pontevedra-Caldas de Reis Caldas de Reis- Padrón Padrón- Santiago de Compostela
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Camino del Norte
Camino con muchas posibilidades con una etapa que finaliza en el Monasterio de Santa María de Sobrado. Recorre todo el norte de la Península, de ahí que también sea conocido como el Camino de la Costa. Desde el País Vasco a Galicia ya se conocen peregrinos desde el siglo X, contando entre sus peregrinos tempranos a san Francisco de Asís que lo recorrió en 1214 llegando hasta Oviedo y fundando lo que hoy es el Campo San Francisco según nos cuenta la leyenda sobre su origen. Son muchos los monasterios, templos, hospitales que se construyeron a lo largo de su trayecto y para muchos es el Camino más bello, atractivo y emocionante.
BARRERO, Miguel. Los caminos de Santiago en Asturias. [en línea] Sociedad Pública de gestión y Promoción Turística del Principado de Asturias, 2018. Disponible en: https://www.turismoasturias.es/documents/11022/65c2fc94-820d-47de-9b0b-3cbe422ef59b
NOTAS EN EL CAMINO
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Peregrinando “Vamos a penetrar en el antiguo reino de Galicia con la emoción misma que embargaba el ánimo de los peregrinos jacobitas; pues escalando estas cumbres se hallaban en la tierra de Santiago, muy cerca ya de la meta de sus anhelos. ¡Cómo resonaría en las cañadas del Valcarcel el “Ultreia”, esa canto en lengua francesa que es un himno de fe y de guerra, de monje y de soldado!”.31 ¿Por qué después de tantos siglos sigue habiendo peregrinos? ¿Cuáles son las causas que en pleno siglo XXI miles de personas se decidan a recorrerlo y llegar hasta Santiago? “Escribí peregrinos en la amplia acepción del vocablo, que puede tomarse en dos sentidos: amplio y estrecho. En el amplio sentido, es peregrino quien se halla fuera de su patria; en el estrecho, sólo se llama peregrinos a quienes van a Santiago o de allí vuelven. A más, es de advertir que de tres modos se llama propiamente a quienes caminan para servir al Altísimo. Llámase «palmeros» a quienes van a Oriente, pues suelen traer muchas palmas de allí; «peregrinos» a los que van al templo de Galicia, pues la sepultura de Santiago está más lejos de su patria que la de cualquier otro apóstol, y «romeros» a los que van a Roma, que era adonde se dirigían mis peregrinos”. 32 Desde tiempos remotos la gente ha buscado su propia identidad, el perdón, la búsqueda de algo imposible a través de los caminos hacía lugares sagrados, y el Camino de Santiago ha ido recogiendo miles de personas que buscan el perdón, ser mejores, … Y todas estas razones aparecen reflejadas en los textos literarios. “Caminante que hace camino, romero, siempre romero, peregrino o santiagueiro, que igual da el nombre, es todo aquel que responde al impulso de purificación buscándose a sí mismo en uno de los muchos caminos a su interior, uno de los cuales se prolonga a lo largo de más de ochocientos kilómetros por el llamado Camino de Santiago paralelo a la huella estelar de la Vía Láctea. A lo largo de él se persigue lo incontrolable con un impulso que nace de la necesidad de encontrarnos a nosotros mismos y, a veces, a los demás; de marchar en pos del conocimiento y de las propias raíces descubriendo otros paisajes, magias, leyendas, tradiciones, culturas, incluso otros fogones en los que anida la perfección de lo sencillo”.33 “El imaginero le había dado a Alma una visión del Camino que no tenía nada que ver con las ideas más extendidas sobre el mismo. Bruno era continuador de una cofradía de constructores alemanes que habían dejado sus huellas entre su país y Finisterre, y para él toda la promoción turística del camino de Santiago, incluidos los años jacobeos, era una prostitución de su verdadero espíritu. –El Camino no es ni una forma de hacer turismo ni una penitencia para beatos. Para Alma (…) el Camino era una Universidad. Cada piedra tallada era una letra, cada ermita una página, cada iglesia un libro y cada catedral una tesis doctoral (…) –Pero, tú ¿eres católica? –No, yo soy judía de nacimiento –respondió Alma, sonriendo como siempre–. No soy nada y, si acaso, veo mejor el mundo a través del budismo. (…)
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Aquella visión tan pura de Alma le dio a Abram otra dimensión más del camino. Había gente como Marion, dispuesta a socorrer al peregrino dándole pan y besos. Marion era como un bosque, un albergue, como una hogaza de pan recién horneada. Y había gente como Alma, que recorría aquella vía desde la profundidad del tiempo, como una estrella que hubiera bajado a la Tierra para recorre por ella el camino de las estrellas”.34 “–Mi nombre es Guillaume Gaurin, y no soy otra cosa que un gran pecador que busca el perdón de sus errores. Por hallarlo hice peregrinaje, primero a la ciudad de Roma, después marché a Jerusalén y ahora camino a Compostela.” “El lugar de partida ni importaba; el lugar de llegada era el mismo para todos: Santiago en Galicia. También todos vestían el mismo hábito: ropaje de paño oscuro y recio; un morral a la espalda; en la mano, un bordón, ahuecado en la parte de arriba para servir de flauta, del cual pendía la seca calabaza que contenía rojo vino o agua dulce; y por fin, un sombrero con las alas abiertas por los lados y alzadas por delante. Los motivos de aquel peregrinar solían ser cosas del espíritu: rogar por la salud de algún ser querido, agradecer una gracia del cielo, cumplir la penitencia impuesta por una grave culpa…, y, sobre todo eso, postrarse delante del altar del Apóstol por buscar la salvación del alma” .35 “El Camino a nadie deja indiferente y, por eso, los andariegos recorren desde hace miles y miles de años, siguiendo al sol hacia el oeste, pues no siempre fue el Camino del Apóstol, pero si el Camino hacia el Fin del Mundo”.36
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Isla de Sálvora El farero de Sálvora [en línea] Soy Cámara. Noviembre, 2017. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=SY60SrMk8pQ
“Uno de enero del año ochenta y dos: vientos inefables y relámpagos celestes por doquier. Escribo en el libro: “A las dieciséis horas, llegada por sorpresa del ministro de Obras Públicas de Júpiter, que desembarca con su corte anfibia y sus sirenas de honor, en visita amistosa. Recorridas las diversas instalaciones, se muestra satisfecho del estado semirruinoso de la señal y su morador, y el séquito se despide en el puerto no sin antes entonarse los himnos de los respectivos planetas”. El día cuatro de enero, tras dieciséis jornadas sin ningún barco de servicio, aparece el Rías Bajas con el peón Andrés y su mujer a bordo. Una semana después, dejo la isla con el mismo barco y comienzo un periplo terrícola que durará casi dos meses”.37
Isla localizada en la bocana de la ría Arosa separada de la tierra firme por 3 km. en el norte y forma junto a otros islotes como Vionta, Novo, Segres, el Archipiélago de Sálvora. “Allí donde la ría de Arousa deja de serlo, en su encuentro con el océano Atlántico y su bravura, se levanta una insólita isla rodeada de un collar de caprichosos peñascos o cons que dice la leyenda popular, recogida por el poeta Ramón Cabanillas, son los cuerpos de invasores celtas petrificados por encanto divino”. 38 Casi todo su perímetro es zona rocosa excepto tres playas de arena blanca. Aunque en el pasado perteneció a la parroquia de Carreira, en la actualidad pertenece a la de Aguiño (Riveira) Su topónimo fue registrado en el año 899 como Insulam Salvare. Según dicen, el nombre de origen paleoeuropeo, deriva de la raíz indoeuropea “sal” = oleaje, agua que fluye, corriente. En el año 899 Alfonso II dona la isla de Sálvora al Cabildo Catedralicio de Santiago que la reclama para poder obtener recursos para su sustento. La donación incluía además Ons, Cies, Tambo, Arosa y Framio, donación confirmada por Ordoño II en el 911.
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En 1120 la isla fue invadida por naves sarracenas, que esperaban allí refuerzos para continuar con sus invasiones, pero los cristianos lograron apoderarse de sus naves impidiendo nuevas incursiones. “Rodeada de islotes y poblada de rocas redondeadas por la acción del mar, del viento y de la sal, con matorrales de tojo como única vegetación, su apariencia no puede ser más misteriosa”.39 Los vecinos de Carreira ante el desinterés del Cabildo, fueron ocupando la isla para el cultivo primero y luego como lugar de residencia, llegando a formar una pequeña aldea que estuvo poblada hasta los años setenta del siglo XX. A mediados del siglo XVI, la Iglesia cede la propiedad como coto, al noble Marcos Fandiño Mariño, en régimen feudal para su administración. En 1820 Isabel de Mariño, heredera de Sálvora, se casa con Ruperto Antonio de Otero, y así la descendencia Otero pasó a ser los propietarios de la isla. En 1770 un comerciante coruñés, d. Jerónimo Hijosa, instaló una fábrica de secado y salazón de pescado siendo la primera factoría de salazón de Galicia (hoy o Almacén). El Estado expropió la propiedad de la isla en 1904 pasando a ser utilizada por el ejército. Tras su retirada la propiedad vuelve a los Otero que convirtieron la vieja fábrica en pazo añadiendo torres y almenas, la taberna marinera en capilla y pasan a utilizar la isla como coto de caza hasta que en 2007 la venden por 8,5 millones de euros a Caixa Galicia, pero ejerciendo el derecho de retracto la compra el Ministerio Medio Ambiente. En julio de 2008 pasa a ser propiedad de la Xunta. Desde 2001 se integra en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, y desde abril de este año es el primer espacio natural declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el gobierno gallego bajo la figura de Paisaje Natural de acuerdo a la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia de 2016. El único lugar para fondear en la isla es la Praia do Castelo o Praia do Almacén, donde se levantan la estatua de la Sirena, el pazo de los Otero-Goyanes y su capilla. “El Rías bajas fondeó frente a un muelle de cabeza derruida. Una sirena de roca blanquecina destacaba sobre la playa entre la niebla espesa. Al otro lado del puerto se alzaba un extraño pazo con forma de castillo y, junto a él, un vetusta cañón negro nos apuntaba. (…) El faro estaba a un kilómetro y medio.(…) Es un faro artesano, un faro de fuego. Bajo el largo centenar de prismas de cristal que componen la óptica giratoria, está la cámara de servicio. Esta sala circular tienen algo de gimnasio. Hay que dar cuerda con manivela para remontar el pesomotor, como una pesa de reloj pero de media tonelada. (…) Pero lo mejor es subir por la angosta escalera hasta situarte en el laberinto de los cristales, dentro de la óptica. Enciendes la lámpara de alcohol y ubicas bien sus mechas bajo el vaporizador de la lámpara Chance de calefacción interna. Sales de la pajarera y esperas doce minutos en el balcón de la linterna viendo el paisaje.” 40 El paisaje está formado por grandes rocas graníticas, llamadas bolos, sin grandes alturas, la máxima son 71 m., Alto de Gralleiros por donde suele circular la Santa Compaña.
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La isla ha sido testigo de números naufragios, siendo uno de los más famosos por su gravedad el del vapor de Santa Isabel en 1921 en el que murieron 213 personas. Era un vapor correo que cubría la ruta entre Bilbao y Cádiz recogiendo emigrantes rumbo a América. Sorprendidos por un gran temporal buscan refugio en las aguas de la ría de Aurosa, pero chocan con la base rocosa de la isla Sálvora. El faro fue el primero en alertar de lo sucedido, sus vecinos acuden al rescate logrando salvar a 23 supervivientes. Especial en este rescate fue el papel de tres mujeres: Cirpiana Orjo, Josefa Parade y María Fernández. A traxedia do vapor-correo Santa Isabel èn línea] Riveira na historia, junio 2011. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=AKA3m1LML0I “Se ha despejado la niebla, descubriendo un espléndido panorama litoral sobre un inmenso horizonte. Empezando desde el sur, están visibles la costa portuguesa de Viana, el monte Tecla en la desembocadura del Miño, Monteferro, las islas Cíes, la costa de la Vela, la bocana de la ría de Aldán, cabo Udra y la alargada isla de Ons. El litoral se nos acerca desde la playa de La Lanzada hasta el cabo de San Vicente en la península del Grove. Hacia el norte, podemos divisar las agrestes islas Segres, la lejana sierra del Pindo asomando por encima de la Barbanza, el cabo de Corribedo y, los días muy despejados, es posible observar hasta el cabo Finisterre. Si miramos hacia el este desde el puerto, se contemplan las islas de Noro y Vionta y un enorme salpicón de islotes y bajíos. Tras ellos se abre la ría de Arosa, un auténtico mar interior, y podemos ver las islas de Arosa y Rúa. (…) Hacia poniente desde el faro solo se vislumbra una larga línea del océano abierto, la inmensidad del desierto líquido.” 41
La isla de Sálvora es fuente de leyendas42 más que interesantes. Empecemos por la sirena Mariña, madre de los primeros propietarios de las isla, los Mariño. La sirena es obra del escultor Ismael Ortega Martín que la realizó en 1968 por encargo de Joaquín Otero-Goyanes, marques de Revilla, heredero de los primeros propietarios,
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Cuenta la leyenda que la sirena fue encontrada en la playa por el caballero don Froilaz que pronto descubrió que era muda. La hizo su esposa y de esa relación nació Mariño. Aconsejado por el abad para intentar que recuperara el habla a través de una gran emoción, el noble encendió una gran hoguera y amagó tirar al niño a ella. Ante esto la sirena pronunció su primer sonido. “Una preciosa historia coloca a Roldán, (el del Cantar épico) herido de guerra, recuperándose de la batalla en la isla de Sálvora: «Unha mañanciña paseaba a cabalo pola praia -relata Cardalda- cando ao lonxe avistou como o corpo dunha muller deitado na praia. Ao chegar preto dela viu que se trataba dunha serea cun corpo de muller de rostro fermoso, peitos emerxentes e unha esvelta cintura, rematando cunha relucente cola de peixe». El héroe de Roncesvalles quedó prendado de su hermosura y no pudo evitar tomarla en brazos y hacer el amor con ella. Cuando le preguntó su nombre, la sirena no pudo responder. Su amante era muda, por lo que Roldán decidió bautizarla y le puso el nombre de Mariña, por haber llegado del mar. El amor de la pareja hizo de la sirena mujer, que fue despojándose de sus escamas a la vez que colmaba la felicidad del héroe cuando ella se quedó embarazada y dio a luz un hermoso hijo «de ollos azuis como a súa nai e forte como o seu pai». La familia duró lo que duró la vida de Roldán, que murió en la batalla de Roncesvalles. Entonces la sirena volvió al mar, pero antes lanzó una advertencia: Cada generación que la descendencia de su hijo pariese, debía renunciar a uno de sus retoños y entregárselo a ella al mar. Por supuesto, el niño debía tener los ojos azules”.43 “Esa misma noche, Juan y yo trazamos un plan de aplicación inmediata. Fue una travesura emocionante y simbólica. Cogimos esmalte verde y dos pinceles del taller. Nos vestimos con ropa oscura y pintamos de negro nuestros rostros con corcho quemado. Algunos amigos nos acompañan hasta el semicollado de la carretera, donde se quedarán esperándonos. Juan y yo nos aproximamos como sombras silenciosas a escasa distancia del castillete del puerto y, encaramados a la sirena de piedra, nos dedicamos quince largos minutos a cubrirle los blancos pechos con un sujetador verde indeleble. Es decir, en cierto modo, profanamos la altiva estatua que preside el puerto y que es un motivo esencial en la heráldica de los marqueses de Revilla, poniéndole una pieza superior de un bikini con pintura intemperie. Una operación comando que se realizó a un tiro de piedra del cuartel general enemigo. Terminada la misión, nos retiramos reptando por las dunas sin sufrir ningún contratiempo. (…)
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Todos estos sucesos dieron lugar a la primera guerra fría feudal, que desde luego no sería la última. La sirena encantada continuó varios meses con los pechos verdes y la mirada indiferente, mientras su misterio se hacía leyenda. San Algarrobo, con férrea voluntad, siguió frotándola incansablemente hasta bien entrado el otoño. Pero los pescadores que atracaban en el muelle siempre le fastidiaban con lo miso cuando gritaban: ¡Francisco! ¡Esas tetas aún están muy verdes!44 Cuenta otra leyenda que todo aquel que osaba con amenazar a los oestrymnios (primeros pobladores paleolíticos de Galicia) era objeto de un encantamiento y era convertido en piedra. El rey de la tribu celta de los saefes con el fin de invadir otros dominios y para evitar el encantamiento decide casarse con Forcadiña, hija del rey de los oestrymnios y de esa relación nació Novo. Pero se descubre la artimaña y el rey de los saefes queda petrificado y su mandíbula y muelas esparcidas por los alrededores. El rey sería el Hombre de Sagres, una piedra en forma humana en la isla del mismo nombre; la lengua sería la isla de Setelinguas, mandíbulas y muelas son Mocas y Conles Queixade. Forcadiña y Novo serían su mujer y su hijo.
Otra versión de la leyenda cuenta que el rey de los saefes agredió con tal fuerza a Forcadiña que le hizo saltar la lengua en siete pedazos (Setelinguas), la mandíbula (Queixada), los caninos (Os Cantevos), la cabeza (A Testa), muelas (Moas), pechos (A Danteira) de la chica. El padre de Forcadiña enterado dejó petrificado en el Hombre de Segres. “
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Se cree, se dice, que todos los viernes entre las piedras de Gralleiros sale la Santa Compaña (procesión de muertos o ánimas en pena que recorren por las noches los caminos anunciando la muerte de algún vecino) hacia la aldea de la isla, de allí va a la Praia dos Bois donde se mete en el agua hacia la isla de Novo en la que pasa en algunas cuevas el fin de semana regresando a Sálvora los lunes. Si la veis acordaros de dibujar un círculo y meteros dentro tumbados boca abajo.
El faro primitivo era de 1852 suprimido por la reforma del Plan de Alumbrado de 1902 siendo sus restos utilizados, parece ser, para adornar la fuente Santa Catalina, hacer un lavadero y las torres del almacén. “El faro está situado en el vértice suroeste de Sálvora, cuya forma se aproxima a un triángulo isósceles. Domina una costa escarpada de grandes rocas asomadas al mar. Muy cerca se distinguen las ruinas del antiguo faro, que se situaba en un peligroso emplazamiento en primera línea de temporal. Sin salir del vasto recinto podemos bajar a una cala grande llamada Besugueiros o descender desde el faro en dirección oeste hasta una preciosa y salvaje poza en pleno país de los percebes”. 45
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Estaba situado en el sur de la isla, en el saliente conocido como Punta Besugueiros. En ese mismo punto, se alzó luego el faro proyectado por Celedonio de Uribe, que constaba de un pequeño edificio con un almacén y un habitáculo para cada uno de los dos torreros. Era un faro de cuarto orden y luz blanca alternada con destellos rojos a intervalos de dos minutos, visible a diez millas de distancia. Este faro fue suprimido según un acuerdo de 1904 que planteaba la construcción de un nuevo faro en un punto más elevado que no redujese el ángulo de iluminación en dirección a Corrubedo y permitiese ampliar la luz hacia el interior de la ría. El faro actual se inauguró en diciembre de 1921, gracias a un proyecto del ingeniero Ramón Martínez Campos, con una arquitectura similar a la del faro de Cabo Silleiro. Apenas inaugurado hubo que demoler casi mil metros cúbicos de roca viva para acabar con los dos salientes que obstruían la luz de su destello. Más adelante, la necesidad de espacio determinó la reforma de la fachada oriental del faro para abrir espacio para los grupos electrógenos, las baterías y el almacén, así, como la fachada occidental, en la que se habilitó un taller y una nueva vivienda. Las obras terminaron en febrero de 1954. En la actualidad depende de la Autoridad Portuariia de Villagarcía de Arousa. Aquí la tierra. El oficio del farero [en línea] A la Carta RTVE. 12 abril de 2018. Disponible en: http://www.rtve.es/alacarta/videos/aqui-la-tierra/aqui-tierra-farero-salvora/4563323/
SOLER, Xoan A. Una vida a la luz del faro de Sálvora. [en línea]. La Voz de Galicia. 29 de diciembre de 2017. Disponible: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2017/12/29/vida-luz-farosalvora/0003_201712G29P36992.htm
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IMPRESIONES EN SÁLVORA
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Iglesia de Santiago de Padrón La iglesia actual es del siglo XIX, obra del arquitecto Manuel Pardo y Vallo iniciada en 1859, pero se erige sobre antiguas construcciones. La primera iglesia data del siglo X, se sabe que fue el obispo Gudesindo quien en el año 920 manda construirla. El obispo Gelmírez levanta un templo románico sobre las ruinas de la anterior en el año 1133. A partir del Año Santo en 1456 sufre numerosas reformas góticas por orden del obispo Rodrigo de Luna. Ante el estado ruinoso que se encontraba en 1850 es cuando se ordena la demolición del edificio gótico y se levanta la nueva iglesia con una orientación exactamente contraria a las precedentes. Finalizarían los trabajos en 1867. Se levanta del suelo para evitar las continuas inundaciones del río Sar. De época gótica se conserva un artístico púlpito recuperado que tiene un Santiago peregrino como adorno. En su interior, bajo el altar mayor un ara romana dedicada al Dios Neptuno: el Pedrón, lugar al que según la tradición fue amarrada la barca que traía los restos del apóstol “Con el rumbo en la estrella polar y a las espaldas el cariñoso y cauteloso paisaje de las Rías Bajas, el vagabundo, que van en son de peregrinaje a Compostela, a pedir al Apóstol que acabe de curar el mal que comenzara a sanar santa Marte de Ribarteme, se detiene en el vetusto Padrón, a rezar por su alma y por sus dolientes carnes ante la piedra santa –el Pedrón– donde, hace ya muchos años, unos extraños navegantes amarraron la barca que traía el cuerpo muerto de Nuestro señor Sant Yago, el de la concha de vieira”.46 La iglesia está llena de símbolos jacobeos: ♦ Un Santiago matamoros en su caballo blanco ♦ Santiago peregrino, una talla del siglo XVII atribuida a José Gambino conocida como el Parrandero. ♦ Relieves representando la Traslatio y el Apóstol Santiago bautizando a la reina Lupa ♦ Dos óleos del s. XVIII con la Traslatio y la aparición de la Virgen al Apóstol Se conserva en ella un pequeño relicario que contiene, parece ser, un hueso. Se celebra en esta iglesia cada 30 de diciembre la ceremonia de la traslación, ceremonia documentada desde 1588, aunque se interrumpió desde 1927 hasta 2008.
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Santiago “Cruzando la porta Franca, entraréis en la muy noble e ilustre ciudad de Compostela, cuyas tortuosas, lodosas y pestíferas rúas están abarrotadas de animales y de gentes venidas de todo el orbe. Santiago será, sin duda, uno de los tres Axis Mundi junto a Roma y Jerusalén, pero el ruido y la suciedad de sus calles más la asemejan al suelo de un mercado que aun poderoso y rico lugar de la cristiandad. No obstante, para descubrir aquello que, en rigor, es esta ciudad, antes siquiera de buscar acomodo dirigíos, por la noble rúa de Casas Reais y por la populachera Vía Francígena y la de la Azabechería, hacia la Basílica del Apóstol. En la explanada que hay frente a ella veréis a cientos de peregrinos como vosotros, con sus bordones y escarcelas, caídos en el suelo o de rodillas, rezando frente a la catedral (…) Accede al templo por la puerta occidental, por el llamado Pórtico de la Gloria, en cuyo tímpano se encuentra el impresionante Cristo de no menos de tres alzadas rodeado por innúmeros personajes de los Evangelios y el Apocalipsis. Pero, a pesar de esta embriaguez de imágenes, no dejes de fijarte en el parteluz, donde Santiago Apóstol apoya sus pies en el Árbol de Jesé y sus manos en un báculo con forma de Tau. Sí, en efecto, la misma Tau que señalaba los escondites templarios. (…) Es costumbre de los peregrinos poner la mano sobre el tronco del Árbol de Jesé al entrar en la catedral, aunque yo no lo hice por parecerme una tradición desatinada, tanto como la de darse cabezazos contra la pétrea crisma de una figura rechoncha que, de espaldas al pórtico, contempla el interior de la basílica. Supuestamente representa al maestro Mateo (…) Utiliza el cerebro, Jonás. Hay evidencias que no necesitan más indagación. (…) Acepta con benevolencia la fe de los que tienes a tu alrededor y respeta las creencias ajenas por absurdas que te parezcan ….” 47 “La historia de Santiago y de la peregrinación en su honor reúne una desagradable mezcla de propaganda religiosa, oportunismo político y codicia comercial, pero como todas las historias que han cautivado la imaginación de millones de gentes, posee un elemento de innegable misterio. Por ejemplo, seguramente no es una simple coincidencia que el santuario del apóstol esté situado cerca de un punto de Europa que los antiguos conocían como Finis Terrae y que debió en su tiempo inspirar temor. P. 11 JACOBS, Michael. El camino de Santiago. Madrid: Debate, 1991.
San Martín de Pinario “Seguimos conversando durante algún tiempo del tema por las calles empedradas hasta que llegamos a las puertas de la Hospedería de San Martiño Pinario, regentado por la orden Benedictina. De nuevo nos topábamos con la Iglesia. Estábamos a la sombra de las torres de la catedral compostelana. Las campanas mayores, entre golpe y golpe de solemnidad, dejaban escapar unos trinos que más parecían salir del pico cantarín de un ave del bosque atlántico que de una mole de bronce. Cuando dejaron de sonar, me dio la impresión de que las horas habían quedado en quieta suspensión sobre nosotros”.48 Es uno de los conjuntos monacales más grandes y monumentales de España, con más de 20.000 m2, aunque su ubicación al lado de la Catedral hace que quede eclipsado.
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Su origen se remonta al siglo X, cuando los monjes benedictinos, tras el descubrimiento, se establecieron con un pequeño cenobio en un lugar llamado Pinario, próximo a la capilla de Corticela, hoy integrada en la Catedral. Como lo vemos hoy, empieza a construirse en el siglo XVI finalizando las obras dos siglos después. Desde el siglo XIX dejó de ser monasterio y hoy es sede del seminario Mayor de la Archidiócesis de Santiago, del Instituto Teológico Compostelano y de la Escuela Universitaria de Trabajo Social y del Archivo Diocesano. Los arquitectos que trabajaron en la iglesia fueron el portugués Mateo López, que se encargó de las primeras trazas; el granadino Bartolomé Fernández Lechuga, que construye la magnífica cúpula nervada y organiza el espacio interior consiguiendo una gran majestuosidad; el salmantino Peña y Toro, que se encarga de las obras de contención pues habían cedido los muros, y finalmente, fray Tomás Alonso y fray Gabriel Casas, con distintas aportaciones en la fachada del monasterio, claustros, campanario y dependencias monacales. El monasterio es de gran sencillez y frialdad de líneas, sólo interrumpidas por la fachada, a la que se accede por una gran escalinata. La fachada, en lo principal obra de Fray Gabriel de las Casas, es muy clasicista marcada por la sobriedad y un aspecto contenido. Se divide en tres partes con un eje central flanqueado por dos grandes lienzos de cuatro pisos. La torre de cinco cuerpos contribuye a romper la monotonía de la fachada. La portada barroca con dos parejas de columnas toscanas enormes, alberga una hornacina con la estatua de San Benito sobre la que hay un balcón volado. El remate final, de Fernando de Casas y Novoa, es mucho más recargado, con el escudo de España entre vieiras y la figura de San Martín. El Monasterio cuenta con dos claustros: -
El llamado de las Oficinas El de la Portería o Procesiones que es el principal, clasicista de Fernández Lechuga que lo inicia en 1636 pero lo concluye Casas en 1743.
La portada de la Iglesia, más barroca, presenta una vistosa fachada plateresca presidiéndola la Virgen, san Benito y San Bernardo sobre los que aparece y en el frontón el Dio padre. Arriba del todo San Martín compartiendo su capa con un pobre. Para vencer el desnivel del terreno, el benedictino Plácido Camiña construyó la hermosa escalera de acceso a la puerta, sin duda inspirada en la que da acceso a la Catedral desde la fachada del Obradoiro. El templo posee planta de cruz latina con tres naves en el brazo principal y una en el transversal, recorridas por una tribuna. Se emplea la bóveda de cañón en la que se enmascaran los nervios a modo de falsos casetones. Varias capillas comunicadas entre sí, se abren a cada lado del brazo longitudinal. En el interior llama poderosamente la atención el fastuoso retablo mayor de estilo barroco diseñado por F. de Casas y Novoa y ejecutado por Romay. Es preciso destacar así mismo, la sillería del coro, realizada en nogal por Mateo de Prado, y que es reconocida como la más importante de las realizadas en Galicia y una de las principales a nivel peninsular.
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La Alameda El parque de la Alameda es el más importante punto de referencia de los paseos y del ocio de los santiagueses. Aunque el parque recibe el nombre genérico de Alameda, se compone de tres partes bien diferenciadas: el paseo de la Alameda, la carballeira ("robledal") de Santa Susana y el paseo de la Herradura. La unidad así formada es, desde el siglo XIX, el más importante punto de referencia de los paseos y del ocio de los santiagueses, caracterizada por ser un espacio muy acogedor, una especie de salón natural con una extensión de 56.087 m2 Su ubicación privilegiada, bordeando una parte de la ciudad histórica, y con una magnífica perspectiva sobre su fachada oeste -la más monumental-, lo convirtió en el principal jardín urbano, destacado además por la variedad y porte de sus especies arbóreas y ornamentales, como el conjunto de robles, los espléndidos eucaliptos o la pérgola con vistas que componen los castaños de Indias en el paseo de la Herradura. Una curiosa escultura de César Lombera, conocida como Las Dos Marías, da la bienvenida al parque, representan a dos personajes populares, hermanas y costureras de profesión, que emprendían a diario el mismo paseo, luciendo vistosos vestidos y elaborados maquillajes. BARRERO, Miguel. Historia triste de las dos Marías. [en línea]. El Cuaderno. Febrero, 2018. Disponible en: https://elcuadernodigital.com/2018/02/23/historia-triste-de-las-dos-marias/ Paseando hacia la derecha, según entramos, nos encontraremos, sentado en un hermoso banco con el escritor gallego Ramón del Valle Inclán inmortalizado en bronce, para llegar luego al eucalipto “de los enamorados” y admirar todo un clásico entre las postales de Compostela: la visión del Conjunto Histórico enmarcado entre las ramas de robles y olmos. El árbol que andas buscando49 El árbol que andas buscando a veces se llama “sol”, o también “lago”, o “nube”. Pero también puedes llamarlo “mar”, “arena” o “viento”. En cada uno de ellos encuentras el árbol de la vida. Lo que te ha engendrado está producido por otro, y así sucesivamente. Lo que tu llamas “padre”, para otro es “hijo”. Si te atiendes a los nombres pierdes de vista el Uno. Los nombres son muchos, mientras que el Uno es único. Ese árbol que estás buscando. Te has tomado tu misión al pie de la letras, por eso has fracasado… Así fue como descubrió las raíces del árbol, buscando en su propio corazón. (Yalal ad-Din Muhammad Rumi) El viejo árbol El viejo árbol se inclina sobre el antiguo camino, No hay ya flores en sus ramas ni hierbas a sus pies. Los caminantes no vieron al árbol en su juventud Pero el árbol los ha visto envejecer, poco a poco, a todos (Hsu Ning) En lo alto de la colina de Santa Susana, encontramos la capilla consagrada en el siglo XII y reconstruida en el XVII para guardar las reliquias de Santa Susana.
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En el Paseo de las Letras Gallegas la estatua monumental de Rosalía de Castro. “Cantos al mar, a los ríos, a las flores domésticas, a los sepulcros, al viento y a la lluvia. Cantos al recuerdo escondido, al dolor, a los sueños ocultos, al alma de su tierra. Calor de intimidad: eso es Rosalía de Castro. Esa intimidad de su versos es lo que hace grande a la escritora, es lo que le imprime rango universal a su obra poética”.50 Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros, lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: Ahí va la loca soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos, y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado. -Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha, mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula, con la eterna primavera de mi vida que se apaga y la perenne frescura de los campos y las almas, aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan. Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños, sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?
NOTAS
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El bosque de los peregrinos Gracias a la Orden del Camino de Santiago, visitaremos lugares en los que se ha querido homanejear a miles de peregrinos y recordar las tradiciones del peregrinaje hacia Santiago. El bosque de los peregrinos, en Melide, junto al camino Francés, muy joven todavía, está pensado para que los Caballeros/Damas de la Orden puedan plantar su árbol e inmortalizar el momento de su pertenecia a la misma. Pero también podrán plantar un árbol personajes ilustres que recorren el Camino dejando un recuerdo de su caminar.
Capilla de los Caballeros En la Edad Media y según reza la historia, en una Capilla sencilla y similar a esta pero cargada de simbolismo, los caballeros medievales venían a rezar ante la Cruz de Cristo crucificado en el Monte de Calvario para pedirle que les iluminara antes de ir a las Cruzadas y les diera fuerza para aforntar todos los desafíos de la vida, y para que fueran justos. Se construye esta nueva capilla en recuerdo de estos caballeros.
Cruz de los deseos Según cuenta la leyenda, allá por la Edad Media, los peregirnos que caminaban hacia Compostela y para ganarse las gracias jubilares, a lo largo de todas las etapas del peregrinaje, recogían una piedra que les gustase gurdándola en el bolsillo para luego depositarlas ante la Cruz de Santiago y pedir un deseo. En honor a la tradición se levanta esta nueva Cruz.
NOTAS
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Melide “La villa de Mellid se asienta, alrededor de sus iglesias y al amparo del castro, sobre el que se asentara su castillo, en disposición lineal a lo largo de las carreteras; solamente ante el hospital antiguo de peregrinos donde escogieron su solar la iglesia y el convento franciscano, extiéndese un espacio, que sin ser propiamente plaza, tiene una función directiva. En esto adviértese el carácter de villa del camino, donde el hospital y el hospedaje tenían gran importancia, y luego el convento de menores y los estudios de la fundación Segade le dieron su prestancia espiritual. Esta población será cada, vez mayor centro de atracción de los forasteros, atraídos además por los hechizos de sus monumentos y recuerdos celtas de la comarca: dolmen de la Maruxosa, dolmen de la Pena de Doraposo, gran número de castros y de mámoas. Esta tierra guarda un vivir folk-lórico quno dudamos en calificar de completo; pues satisface todas las curiosidades, y habla además de la historia de una Galicia antigua, feudal y brava de caballeros, luchas, pasión, lealtad, adivinadas en las novelas románticas de Bicetto, del Camino de Compostela y de la primera guerra civil. El camino, más que la iglesia o el castillo, fué la causa originaria de la villa, y ella guarda claramente y con amor este tema vital. Es una pintoresca población situada a igual distancia entre Lugo y Santiago, en posición estratégica formidable, como centro geográfico de la región, en una plenillanura a 462 metros sobre el nivel del mar, con dos parroquias: Santa María y San Pedro, que constituyen los dos núcleos o barrios de su casco urbano, perteneciendo al partido judicial de Arzúa en lo civil (provincia de La Coruña), y a la diócesis de Moidoñedo, en lo eclesiástico. (…) Llegábase a Mellid al acabar de subir la pequeña cuesta -que atraviesa el monte Do Campo, que estaba abierto entonces, y en la parte llana lleno de pozas con agua aun en verano. En medio del campo veíase la ermita de San Sebastián, hoy de San Roque. Una pequeña calzada, que atravesaba la pequeña cuesta de San Pedro, daba entrada a la villa por una puerta, de la "muralla. Enfrente de dicha iglesia estaba el hospital, bajo la misma advocación del Príncipe ole los Apóstoles, más antiguo que el de Sancti Spiritus. (…) Desde remotos tiempos, a esta parte de la villa llamábase "la calle" por antonomasia. Daba ella a la plaza, en la que la mayor parte de sus construcciones tenían cobertizos delante, en los que se ponían las tiendas los días de feria o mercado. Después de la última puerta, doblaba el camino hacia Santa María, pasando al lado de la iglesia; allí se alzaba una caseta en que vivía un ermitaño principalmente con la limosna que recolectaba de los romeros, después de comprar con ella aceite para alumbrar el vecino santuario en ciertas horas, cuidando al mismo tiempo de su limpieza, ya que consta que doña Inés Somoza "mandara hacer dicha caseta a su costa para cumplir dichas obligaciones, y que era una mujer la encargada de tales menesteres, a pesar de las- prohibiciones de los, prelados de tales prácticas, para evitar todo motivo de murmuración". (…)51 "Pasaron por Mellid, donde se juntan dos caminos que iban a Compostela, el que ellos venían siguiendo y el que bajaba de Oviedo, que tal supieron cuando unos peregrinos salieron a su encuentro, les cerraron el paso y les anunciaron, la mar de albriciados, que se encontraban a media legua de Santiago y fue que, ante tan buena nueva, doña Poppa detuvo su comitiva y, tan contenta como todos, se apeó del carro."52 En Melide (Mellid) se juntan el camino primitivo con el camino Francés y esta posición ha hecho que cuente con un rico patrimonio arquitectónico:
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La desaparecida antigua iglesia de San Pedro, de la que se conserva su portada del siglo XIII, en la actual Capilla de San Roque. La actual capilla de San Roque se construyó en 1949 con materias procedentes de las demolidas iglesias medievales de San Pedro y San Roque. Su portada principal, de principios del siglo XIV, es una de las más hermosas del arte medieval gallego. Está enmarcada por dos contrafuertes poco salientes, compuesta por tres arquivoltas semicirculares, con elementos que apuntan claramente hacia una estética gótica: columnas de pequeños fustes y altas bases y capiteles con decoraciones vegetales. Al lado de la iglesia se encuentra un crucero gótico, el más antiguo de Galicia, probablemente del siglo XIV. En el anverso representa un Cristo Majestad sedente, mostrando las llagas de la mano, coronado, con un paño que le cubre las piernas. En el reverso representa un Calvario. La iglesia de Santa María de Mellid, obra de finales del siglo XII, con pinturas del siglo XVI. Declarada Monumento Nacional. Convento de Sancti Spíritus, actual iglesia parroquial. Fue un antiguo convento de franciscanos terciarios fundado en el siglo XIV, con ampliaciones en los siglos XV y XVIII. Destacan los enterramientos del Siglo XV de la Capilla Mayor de Leonor de Mendoza e Inés de Castro, en estilo gótico florido. También es muy reseñable el retablo barroco de la Capilla Mayor, de finales del siglo XVII, obra del escultor Francisco de Castro Canseco.
“¿Puede uno lanzarse al Camino con una vida inventada, como si el propio camino encerrara una vida en suspenso, un paréntesis, un espacio al margen de todos los espacios y todos los tiempos en el que es posible ser aquello que no se es? Quizá radique en eso, en el fondo, la pervivencia del camino, esa fortaleza que le ha hecho sobrevivir a los siglos y descreimientos, quizás continuemos andando por el sendero que marcan las estrellas para dotarnos de una vida paralela, una constreñida metáfora del devenir: no importa lo que éramos antes porque, sencillamente, no existíamos; no importa lo que ocurra después de Compostela porque, sencillamente, no existiremos. Sólo tiene valor y presencia lo que suceda mientras estemos aquí, caminando hacia el oeste, hacia el oeste, hacia el oeste –pase lo que pase, siempre, siempre, siempre, hacia el oeste–, mientras veamos a otros caminar y otros nos vean a nosotros, mientras hablemos y lloremos y suframos en la complicidad de un trance cuyas claves profundas no acertamos a explicarnos”. 53
Monasterio de Santa María de Sobrado
Primera fundación cisterciense de España. Fundado bajo Alfonso VII en 1142, se sitúa en un valle caracterizado por la humedad dentro de un microclima denominado oceánico hiperhúmedo con dos únicas estaciones: un verano breve y un invierno largo. Comienza su historia en 1142 cuando una comunidad cisterciense formado por 12 monjes y un abad, llega a un Sobrado totalmente abandonado. En realidad Sobrado había sido fundado en el año 952 por el conde de Présares Hermenegildo Alóitez y su esposa, se crea como un cenobio familiar hasta que llegan los monjes del cister. La Iglesia, la primera en la Península Ibérica que se comienza a edificar por la Orden del Cister respetando en lo esencial el modelo creado por San Bernardo en Claraval, Francia, presenta una fachada barroca formada por tres cuerpos. La puerta, en el central, adintelada y sobre ella
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una hornacina con la imagen de la Asunción de María flanqueada por dos pares de columnas salomónicas, sobre la que hay una cartela con el nombre del arquitecto: “Monteagudo me hiço 1676” y todo ello enmarcado por dobles columnas gigantes corintias. El conjunto se remata con un frontón curvo del que sobresalen a modo de pináculos dos estatuas de piedra que hoy en día forman un calvario con la Cruz en el centro, pero que en su origen fue, se piensa, las tres Marías o las tres Virtudes cardinales. La fachada a través de los relieves crea un juego de luces y sombras muy característico del barroco con un ansía también de verticalidad que se consigue a través de las altas torres laterales. Sus dimensiones, 67 m. de largo y 35 m. de altura en la linteran de la cúpula, bien hacen de esta iglesia una auténtica catedral. Planta de cruz latina con tres naves en el cuerpo longitudinal con cinco tramos de naves laterales y crucero de una sola especiosa nave. En el crucero destaca la linterna. Abierta al transepto norte del crucero la Capilla del Rosario que se finalizó en 1673 obra de Monteagudo. En el lienzo norte del crucero Capilla de San Juan o de la Magdalena que debe ser de fines del XII. En ella se conservan dos sepulcros y un tercero en la puerta de la capilla de finales del XIV. La Sacristía constituye la gran obra de Sobrado, del siglo XVI obra de Juan herrera (Santander) considerada por expertos como la obra más bella del Renacimiento en Galicia. Su portada arco de triunfo con la representación de la Anunciación. Cubierta cúpula de media naranja de casetones con óculo central. Su planta, cuadrada, representa la Tierra, la cúpula el cielo, simbolizando la comunicación entre ambos mundos. Desde l Plaza se observa el edificio que se alza sobre el arco que da paso al monasterio que lleva el nombre de “Casa das Audiencias” y que recuerda la construcción de los pazos gallegos. El Monasterio destacan dos claustros: -
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El Claustro de los peregrinos o de la Hospedería, situado junto a la Iglesia se comenzó a construir a comienzos del siglo XVII en estilo herreriano. Solo se conservan dos arcos originales, el resto está reconstruido en el siglo XX. Presenta dos cuerpos, el primero de orden dórico, el segundo corintio. Actualmente es albergue de peregrinos al que se accede por la escalera monumental conocida como “Maristella” (por el himno que se cantaba en vísperas: “Ave maris stella, Dei mater alma” y que coincidía cuando subían los monjes por ella)en granito de la que solo se conserva de la original el muro donde está la Virgen, El Claustro de los medallones, tal nombre se debe a los 36 medallones que decoran cada una de las ventanas con retratos de santos, apóstoles, papas….. Su construcción se inicia en el siglo XVI y finaliza dos siglos después. Planta rectangular, estilo renacentista con dos cuerpos también.
Destaca también otros espacios en el Monasterio como el de la Cocina que se ha conservado tal cual se concibió en el siglo XIII, cuatro gruesas columnas centrales sin adorno ninguno sobre las que se asientan las nervaduras de las bóvedas y en medio la lareira(chimenea); o la Sala Capitular a la que se accede por una estructura románica formada por tres arcos abocinados de medio punto con múltiples arquivoltas apoyadas en columnitas acodilladas, planta cuadrada con bóveda de crucería, es un espacio sobrio y elegante.
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