Cuaderno de Pascua 2012

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Tengo una pregunta para ti Queridos amigos: El Equipo de PJVR (Pastoral Juvenil Vocacional Redentorista) de los Misioneros Redentoristas de España, te ofrece, al llegar el tiempo de Semana Santa y Pascua, un sencillo Cuaderno de Oración para que cada día puedas pararte y tener un encuentro personal o comunitario con el Dios de la vida. A lo largo de los próximos cuatro años queremos acercarnos al SER de cada uno (to BE en inglés), desde cuatro dimensiones de la persona, de ahí el lema para este nuevo tiempo: “Cree – Sé vida – Sé tú – Sé amor” (“Believe- Be life- Be you- Be love”). Desde nuestro ser creyente, descubriremos nuestra presencia en la vida del mundo y de la comunidad, donde hemos de encontrarnos con nosotros mismos y descubrir el proyecto que Dios ha soñado para cada uno, un proyecto que pasa por el amor y el servicio a los hermanos, especialmente los más necesitados a los que Jesús amó desmesuradamente. 1


¿Quién dices que soy yo? En continuidad con el Cuaderno de Pascua 2011 “Firmes en la fe”, cuyo título fue tomado de la JMJ de Madrid, éste año (Believe-Cree) es propicio para profundizar en la experiencia de fe, en nuestro ser creyente. La fe es un ir y venir, un preguntar y un dejarse preguntar. Es lo que Jesús hace con sus discípulos para ir acompañando su proceso de crecimiento en la fe. La pregunta del Maestro es clara: ¿y tú, quién dices que soy yo? (Mt 16,15). Desde ahí cada día iremos introduciéndonos y “nos preguntamos” por nuestra sociedad y vida. Hemos de dejarnos interrogar y “a la escucha de la Palabra” ir dando nuestras respuestas confrontándonos a cómo “la Palabra nos responde”. La respuesta se traduce en compromiso invitándonos a “orad sin cesar”. Todo ello nos irá acercando a la persona del Resucitado.

¡Feliz Pascua 2012! 2


Tengo una pregunta para ti

Tomando como base la carta apostólica, “Porta fidei” con la cual el Papa Benedicto XVI convocaba un “Año de la Fe” que irá del 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013, nos introduciremos en las preguntas que cada semana la propia Palabra de Dios nos vaya haciendo. “No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14). Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la. Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6, 51). En efecto, la enseñanza de Jesús resuena todavía hoy con la misma fuerza: «Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna» (Jn 6, 27).

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¿Quién dices que soy yo? La pregunta planteada por los que lo escuchaban es también hoy la misma para nosotros: «¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?» (Jn 6, 28). Sabemos la respuesta de Jesús: «La obra de Dios es ésta: que creáis en el que él ha enviado» (Jn 6, 29). Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino para poder llegar de modo definitivo a la salvación”. [Porta fidei 3, Benedicto XVI]

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¿Quién dices que soy yo?

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[Jn 18, 4]

Semana Santa

¿A quién buscáis?

La vida del cristiano es una búsqueda. La búsqueda de Jesús, el Nazareno. La búsqueda que hizo Jesús de la voluntad del Padre hasta llegar a la Cruz. 7


Semana Santa

“«La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con el bautismo (cf. Rm 6, 4), con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a cuantos creen en él (cf. Jn 17, 22). Profesar la fe en la Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo– equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1 Jn 4, 8): el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor”. [Porta fidei 1, Benedicto XVI]

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Buscamos...

Domingo

...al Mesías Domingo de Ramos

preguntamos

“¿A quién buscáis?”, repetirá Jesús en el Huerto de los Olivos, cuando se vea rodeado de hombres con antorchas y espadas. Es la pregunta que lanza Jesús cuando desaparecen de su lado sus discípulos y se encuentra solo ante su destino, destino de muerte y cruz. Porque el Señor sabe que muchos le buscan y desean tenerle a su lado, pero no todos tienen el mismo objetivo. Unos quieren que les cure; otros esperan perdón; otros desean hacerlo desaparecer. La Semana Santa invita a toda la Iglesia a preguntarse cómo es posible que Dios se dé tanto, a cambio de tan poco. Y este Dios hecho hombre es, precisamente, lo que ansía y busca nuestro corazón.

Semana Santa

Nos

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Domingo

Buscamos...

...al Mesías

Domingo de Ramos

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: «ld a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un borrico atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traédmelo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: "El Señor lo necesita y lo devolverá pronto."» Fueron y encontraron el borrico en la calle, atado a una puerta, y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: «¿Por qué tenéis que desatar el borrico?» Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban

delante

y

detrás

gritaban:

«Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!» 10

[Mc 11, 1-10]


Buscamos...

Domingo

...al Mesías Domingo de Ramos

Buscamos a Jesús como cristianos. También salimos a su encuentro cuando le vemos rodeado de multitudes, aclamado y alabado por todos. Pero la Pasión nos cuenta que cuando Jesús deja el borrico y camina hacia su meta personal, que es hacer la voluntad del Padre, se queda solo. Pensamos por un momento en lo fácil que nos resulta ser cristiano en medio de muchos cristianos, o en grandes eventos de la fe; pero también en lo difícil que es dar testimonio cuando a nuestro alrededor no hay alabanzas y admiración, sino rechazo a Jesús y su Iglesia.

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Domingo

Buscamos...

...al Mesías

Domingo de Ramos

Orad sin cesar Semana Santa

Señor, al comenzar la Semana Santa, enséñanos a escuchar atentamente, a prestar atención a los que nos rodean y a convertir esta semana en un tiempo de búsqueda interior. Señor, te pedimos por todos los que buscan el éxito en su vida, vaciándose de valores. Arranca de nosotros esa misma tentación. Concédenos, Señor Dios nuestro, inteligencia para reconocerte, diligencia para buscarte, sabiduría para encontrarte, una vida que te agrade, perseverancia para esperar con confianza, y una confianza que, al fin, te posea. Santo Tomás de Aquino

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Buscamos...

Lunes

...a quien puede salvarnos Lunes Santo

preguntamos

La figura de Jesús ha sido manipulada, en muchas ocasiones, para justificar posiciones sociales o políticas. El Salvador del mundo ha sido presentado como un líder revolucionario que quiere destruir una sociedad injusta. También ha sido presentado como un modelo de ética personal. Pero eso es quedarnos en la cáscara, y no ir al grano, despojando a Cristo de su verdadera identidad. Él es el Hijo de Dios que comparte la pasión por la vida entre nosotros. La sociedad necesita cambios, las personas han de comportarse correctamente, pero también necesitamos vivir la comunión con el Dios que camina a nuestro lado, y agradecerle el regalo de su presencia.

Semana Santa

Nos

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Lunes

Buscamos...

...a quien puede salvarnos

Lunes Santo

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió los pies a Jesús y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos y el que lo iba a entregar, dice: “Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres?”. Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando. Jesús le dijo: “Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tendréis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”. [Jn 12, 1-11]

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Buscamos...

Lunes

...a quien puede salvarnos Lunes Santo

Ante la actitud de Judas, nos preguntamos: ¿a quién buscaba este discípulo? Seguramente Judas buscaba seguir a un líder poderoso, a una persona radical que desbaratara toda la injusticia social que veía a su alrededor. Creía que los pequeños detalles no eran importantes, que los gestos de amor estaban de más en una sociedad con pobreza y marginación. Sin embargo, todo es necesario: la justicia social, la solidaridad con los necesitados y la gratitud a Aquel que nos devuelve la vida y la alegría.

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Lunes

Buscamos...

...a quien puede salvarnos

Lunes Santo

Orad sin cesar Semana Santa

Señor, haz que te encuentre a ti, y no me conforme con las imágenes que me hablan de lo que haces, de lo que dices y predicas. Quiero conocerte de verdad, y seguirte.

¡Cuánto quisiera amarte! Te busco y no te encuentro. ¡Ven a mí, Señor! No te fíes de mí, te lo he dicho, Señor, porque si no me ayudas, no haré nada bien. Lo único que quiero hacer es tu voluntad. En ti confío, Señor. San Felipe Neri

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Buscamos...

Martes

...al que cumple las promesas Martes Santo

preguntamos

La Cena del Señor fue un momento tremendamente emotivo. La alegría de la fiesta dio lugar a la exaltación de la amistad, como sucede entre nosotros. Pero la verdadera amistad, la auténtica fidelidad es la que se pone en los zapatos del otro, y no la del que elije movido únicamente por sus propios sentimientos y deseos. Jesús cumple las promesas de Dios porque busca hacer la voluntad del Padre. Pedro no cumplirá sus promesas porque se deja llevar por todo el cariño y admiración que siente por Jesús, pero ¿será eso suficiente?

Semana Santa

Nos

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Martes

Buscamos...

...al que cumple las promesas

Martes Santo

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Durante la cena, Jesús, profundamente conmovido, dijo: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar”. Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto a su pecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: “¿Señor, quién es?”. Le contestó Jesús: “Aquél a quien yo le dé este trozo de pan untado”. Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: “Lo que tienes que hacer, hazlo en seguida”. […] Simón Pedro le dijo: “Señor, ¿a dónde vas?”. Jesús le respondió: “Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde”. Pedro replicó: “Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti”. Jesús le contestó: “¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces”.

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[Jn, 13, 21-33. 36-38]


Buscamos...

Martes

...al que cumple las promesas Martes Santo

En la Última Cena, todos buscan al traidor. ¿Quién será el que le va a entregar, el que hará que desaparezca de nuestro lado? Incluso Pedro se siente fuerte para reconocer que él no traicionará nunca a su Maestro. ¡Qué difícil es mantener las promesas cuando no damos tiempo a nuestras decisiones, y apresuradamente nos lanzamos a la aventura! Pedro no acertó, porque su respuesta sólo tenía en cuenta sus sentimientos, no las circunstancias en las que se iba a ver envuelto. Por eso, hoy podemos dejar de lado el preocuparnos de nosotros mismo, y elegir pensar en el otro, tanto en Jesús como en las personas que conviven con nosotros.

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Martes

Buscamos...

...al que cumple las promesas

Martes Santo

Orad sin cesar Semana Santa

Señor, cuida de las personas que han traicionado sus sueños de futuro y ahora viven una vida insatisfecha y triste. Que encuentren, con la luz de tu Palabra, la energía necesaria para ser fieles a sí mismos. Señor, somos como Pedro, llenos de ímpetu y valentía a veces, pero cobardes en las ocasiones difíciles. Míranos con amor.

Señor, quien se aleja de ti se pierde; quien se vuelve hacia ti se eleva; quien permanece en ti vive para la eternidad. Concédenos tu ayuda en todas nuestras tareas, tu orientación en nuestro desconcierto, tu protección en los peligros y tu paz en nuestras penas. San Agustín

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Buscamos...

Miércoles

...al que no tiene precio Miércoles Santo

preguntamos

Aunque conocemos al Señor, pues sabemos mucho sobre él y tenemos experiencia de encontrarnos a su lado, la búsqueda es el motor del creyente sincero. ¿Qué es realmente lo que conocemos de Jesús? Poco, si tenemos en cuenta lo grande que es su personalidad y lo potente que es la fuerza de su amor. Si no continuamos buscando su verdadero rostro, nos defraudará el ver un Jesús a nuestra medida, y acabaremos vendiéndolo por unas pocas monedas. Lo entregaremos con desgana, y nos desharemos de él.

Semana Santa

Nos

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Miércoles

Buscamos...

...al que no tiene precio

Miércoles Santo

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a donde los sumos sacerdotes y les propuso: “¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?”. Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. […] Mientras comían dijo: “Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar”. Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: “¿Soy yo acaso, Señor?”. Él respondió: “El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre, más le valdría no haber nacido!”. Entonces preguntó Judas: “¿Soy yo acaso, Maestro?”. Él respondió: “Tú lo has dicho”. [Mt 26, 14-25]

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Buscamos...

Miércoles

...al que no tiene precio Miércoles Santo

Jesús no tiene precio, aunque lo vendan por treinta monedas. Él mismo se intercambiará a cambio de nada, para que toda la creación nazca de nuevo con su muerte y resurrección. En su mensaje lo ha dejado claro: ¡dad gratis lo que habéis recibido gratis! Y nadie como el Señor valoraba como un regalo su propia existencia, al servicio de los demás.

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Miércoles

Buscamos...

...al que no tiene precio

Miércoles Santo

Orad sin cesar Semana Santa

Señor, nuestra oración hoy te presenta a las personas que son vendidas y explotadas. Ellas, también despojadas de su dignidad humana como tú, necesitan una oportunidad para liberarse de la explotación. Bendice a cuantas personas trabajan para que desaparezca la explotación y el tráfico de personas. Te damos gracias, Señor, por el don de la vida, recibido gratuitamente de nuestros padres.

Reina en mí la oscuridad, pero en Ti está la luz; estoy solo, pero tú no me abandonas; estoy desalentado, pero en Ti está la ayuda; estoy intranquilo, pero en Ti está la paz; la amargura me domina, pero en Ti está la paciencia; no comprendo tus caminos, pero tú sabes el camino para mí. Dietrich Bonhöeffer 24


Buscamos...

Jueves

...al que se entrega por nosotros Jueves Santo, día del Amor fraterno

preguntamos

Cada Jueves Santo, los cristianos buscamos sumergirnos en el verdadero sentido de las palabras y los gestos de Jesús durante la cena pascual. Todos somos invitados a compartir un poco de pan y un poco de vino, pero reconociendo en ese gesto que es Jesús mismo quien se nos da como alimento. Un alimento nuevo, que fermenta entre sus manos y con sus palabras, transformándose en auténtica vida nueva para los comensales, dispuestos a lavarse los pies mutuamente.

Semana Santa

Nos

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Jueves

Buscamos...

...al que se entrega por nosotros

Jueves Santo, día del Amor fraterno

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía". Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía". Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. [1 Cor 11, 23-26]

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Buscamos...

Jueves

...al que se entrega por nosotros Jueves Santo, día del Amor fraterno

Los que buscamos al Señor le podemos encontrar en la Eucaristía. Allí está él, con el corazón abierto de par en par, entrando dentro de nosotros. Nos ofrece como mandamiento principal el amarnos unos a otros como él mismo lo hace: donándose. Y recibimos este don para vivir en él, para ser transformados desde dentro de tal manera que desde entonces vivamos en Cristo Jesús, como tantas veces dice san Pablo. Así los cristianos, alimentados y transformados ahora en el cuerpo de Cristo por la participación de todos en el pan único (1 Cor 10, 17), lanzamos la mirada hacia un futuro de unidad y felicidad, cuando sea Dios todo en todos (1 Cor 15, 28).

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Jueves

Buscamos...

...al que se entrega por nosotros

Jueves Santo, día del Amor fraterno

Orad sin cesar Semana Santa

Que todos los cristianos demos gracias hoy por la vida compartida. Que no nos neguemos a ser purificados por ti, y lavemos los pies a los demás siguiendo tu ejemplo. Que cada día te busquemos en la Eucaristía. Jesús mío, Dios enamorado de los hombres, ¿Cómo tu amor por nosotros te llevó a ser nuestro alimento? ¿Qué te queda ya por hacer para que yo te ame? Lo mismo que tú en la Última Cena te has entregado sin reserva a nosotros, es justo que nosotros nos entreguemos también sin reserva a ti. Sólo deseo ser tuyo y amarte únicamente a ti. Ya que tantas veces me has alimentado con tu carne, hazme morir a mí mismo y vivir sólo para seguirte y agradarte. Jesús mío, tanto sólo quiero amarte: ayúdame a serte siempre fiel.

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San Alfonso Mª de Liguori


Buscamos...

Viernes

...al que hizo la voluntad del Padre Viernes Santo de la Pasión del Señor

preguntamos

Jesús tenía claro el objetivo de su vida: hacer la voluntad del Padre. Un Padre que ama a todos desmesuradamente y quiere que todos seamos felices desde una relación familiar con él. Hacer la voluntad del Padre no significa que Dios tuviera pensado desde el principio que el mejor final para la vida de Cristo era la muerte en la cruz. Eso significaría que Dios es cruel y teatrero. Buscar, hasta las últimas consecuencias, hacer la voluntad del Padre supuso para Jesús no dar pasos hacia atrás cuando ser coherente le amenazaba de muerte. Hacer su voluntad era amar, perdonar y no enfrentarse violentamente cuando el poder y la religión le cercaban como a un malhechor. La cruz se presentó inevitable para Aquel que dijo: “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Y la dio. Nos la dio.

Semana Santa

Nos

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Viernes

Buscamos...

...al que hizo la voluntad del Padre

Viernes Santo de la Pasión del Señor

A la escucha de la Palabra Semana Santa

¿Quién creyó nuestro anuncio?, ¿a quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres, como varón de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado; pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. […] Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. […] Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.

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[Is 52, 13-53, 12]


Buscamos...

Viernes

...al que hizo la voluntad del Padre Viernes Santo de la Pasión del Señor

Ante la imagen del Hijo de Dios crucificado, herido de Dios y humillado, triturado con el sufrimiento, nos damos cuenta que buscamos a un Mesías despreciado y maltratado. Jesús era un Mesías que caía bien cuando gritaba parábolas y realizaba curaciones. Pero ¿quién quiere un Dios que no se impone y demuestra que su fuerza puede con todo? ¿Quién quiere -realmente- un Dios que le ofrece una mirada, una palabra y una relación, en lugar de la solución rápida y eficaz a todos sus problemas? ¿Es éste el Dios al que tú buscas cada día? Su alimento es hacer la voluntad del Padre, y sólo la muerte le impide seguir alimentándose de esa misma voluntad. Búscale hoy dentro de sus llagas, sobre el tosco madero, al pie de la Cruz junto a la Madre y el Discípulo Amado. Búscale…

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Viernes

Buscamos...

...al que hizo la voluntad del Padre

Viernes Santo de la Pasión del Señor

Orad sin cesar Semana Santa

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévanme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y, aunque no hubiera infierno te temiera. No tienes que dar porque te quiera; pues, aunque cuanto espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. Anónimo S. XVI

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Buscamos...

Sábado

...al que vive

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

preguntamos

La historia nos cuenta que, una vez que el cadáver de Jesús fue depositado en el sepulcro, dejaron de buscarle. Derrotados por el espectáculo de la cruz o satisfechos por haber eliminado un estorbo, cada cual se fue a su casa. Todos quisieron continuar con su vida, aunque no pudieron hacerlo igual. Las mujeres madrugaron para embalsamar el cadáver y, sin embargo, en su tumba encontraron una pregunta: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”. Repetimos: en su tumba se encontraron con una pregunta, no con un muerto. El día de hoy nos desafía a creer, a tener fe en la vida para siempre, y a tomar conciencia de que a veces buscamos a Dios en el lugar equivocado.

Semana Santa

Nos

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Sábado

Buscamos...

...al que vive

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

A la escucha de la Palabra Semana Santa

Me vino esta palabra del Señor: Os recogeré de entre las naciones, os reuniré de todos los países, y os llevaré a vuestra tierra. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos y que guardéis y cumpláis mis mandatos. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios. [Ez 36, 16-28]

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Buscamos...

Sábado

...al que vive

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

La piedra no muere; sólo muere la carne. Un corazón de piedra puede durar más que la vida de una persona, y eso es terrible: no nos dejará ser felices. Necesitamos una resurrección. Jesús, oculto sobre la fría piedra de su sepultura, fue transformado por el Espíritu de Dios en el primer corazón de hombre eterno para siempre. Su carne es transformada en cuerpo glorioso y persona eterna: recibe un espíritu nuevo y corazón nuevo, y así nos abre a nosotros las puertas de la vida para siempre. Si quieres encontrar tu verdadero corazón, ve al sepulcro, vive la Pascua y deja que Dios no sustituya tu corazón, sino que lo resucite unido al de Cristo, el Señor, que vive para siempre.

Semana Santa

La Palabra nos responde

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Sábado

Buscamos...

...al que vive

Sábado Santo de la Sepultura del Señor

Orad sin cesar Semana Santa

Con toda la Iglesia, comparte y vive con intensidad la solemne Vigilia Pascual. Y acude a ella ofreciendo al Señor tantas búsquedas fracasadas, tantos momentos de dureza en tu corazón, tantas esperanzas proyectadas con él en tu historia. Cuando vengáis, no os olvidéis la vida, mantenida caliente entre los brazos. No seáis espectadores. A retazos no la desparraméis por la avenida. Traedla tal cual es, vida vivida: doblegada de viento y de zarpazos arañada; tiesa también con lazos de paz, de amor, de júbilo prendida. Venid sin maquillar. Portad la duda, el desencanto, el grito de protesta. Vestíos de todo aquello que hoy se lleva. Pero llegue vuestra alma bien desnuda, con hambre de banquete, ansia de fiesta, de par en par abierta a vida nueva. Jorge Blajot

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[Lc 24, 17]

El cristiano marcha por la vida buscando la verdad, discutiendo, dialogando, hablando. La fe ayuda a encontrar juntos soluciones a nuestras discusiones.

Octava de Pascua

ÂżDe quĂŠ hablabais?

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Octava de Pascua

“Durante este tiempo, tendremos la mirada fija en Jesucristo, «que inició y completa nuestra fe» (Hb 12, 2): en él encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano. La alegría del amor, la respuesta al drama del sufrimiento y el dolor, la fuerza del perdón ante la ofensa recibida y la victoria de la vida ante el vacío de la muerte, todo tiene su cumplimiento en el misterio de su Encarnación, de su hacerse hombre, de su compartir con nosotros la debilidad humana para transformarla con el poder de su Resurrección. En él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación”. [Porta fidei 13, Benedicto XVI]

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Hablamos...

Domingo

...de Vida Pascua de Resurrección

preguntamos

“¡Cristo ha resucitado!” Este anuncio atraviesa hoy el mundo entero. La Pascua, que comenzó en la entrega de Cristo por amor, es ahora una buena noticia, la mejor de las noticias. Es el mismo Resucitado quien se convierte en motivo de esperanza y alegría para los que lloran su muerte. Él mismo ha vencido a la muerte y está ahí, dispuesto a volver a enamorarte. Deja que te hablemos de vida: ¡El Señor no ha muerto! Entra en el sepulcro, ve y cree.

Octava de Pascua

Nos

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Domingo

Hablamos...

…de Vida

Pascua de Resurrección

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer y vio la losa quitada. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Simón Pedro entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario en un lugar a parte. Entonces entró el otro discípulo; vio y creyó. [Jn 20, 1-9]

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Hablamos...

Domingo

...de Vida Pascua de Resurrección

¡Cristo ha resucitado! Sí, la palabra de Dios nos lo anuncia despojado de sus vendajes, pero… ¿y tú? ¿Has resucitado con él? Vivir como resucitados significa acoger en la propia vida la lógica del misterio pascual, de ese Dios que nos sobrepasa y nos cautiva con su cercanía, de ese Dios que es luz y salvación en nuestra vida. Cuando nos sumamos a la experiencia del Resucitado sólo podemos salir corriendo y gritar con fuerza que nos sentimos libres, enamorados, “tocados” por el Señor de la vida. Ve, entra en el sepulcro y descubre que tú también has resucitado.

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

¡CRISTO HA RESUCITADO, RESUCITEMOS CON ÉL!

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Domingo

Hablamos...

...de Vida

Pascua de Resurrección

Orad sin cesar Octava de Pascua

Dios nuestro, nos acercamos a ti que has resucitado a Cristo, tu Hijo, para que renueves en nosotros la esperanza, la libertad, la alegría de sentirnos vivos y la fuerza para gritar sin miedo que somos tuyos, que tú nos has dado la vida. Te presentamos todo lo que somos para que hagas de nosotros personas nuevas, capaces de entrar en los sepulcros del mundo y ver y creer que Cristo sigue volviendo a la vida, porque él es la Vida. Amén.

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Hablamos...

Lunes

...de Alegría Lunes de la Octava

preguntamos

Saber que Cristo ha resucitado tiene que mover “algo” en nuestros corazones. Nuestro rostro no puede ser el mismo de todo el año. Esta semana, la gente debería descubrir en nosotros un brillo especial en nuestra mirada. El mundo debería ser testigo de la profunda alegría interior que serena, da paz y ternura a nuestra vida. Decídete a vivir de un modo nuevo, deja de lado la amargura y la tristeza y permite que Dios te hable de alegría.

Octava de Pascua

Nos

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Lunes

Hablamos...

…de Alegría

Lunes de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos». Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. [Mt 28, 8-15]

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Hablamos...

Lunes

...de Alegría Lunes de la Octava

La persona alegre está siempre dispuesta a dar más de sí misma y descubre en los baches de cada día un motivo nuevo para seguir disfrutando de la vida. La persona alegre prefiere encontrarse con otros y vivir compartiendo lo que ella misma es, antes que estar sola frente al televisor, quejándose de lo más mínimo. La persona alegre, en definitiva, se ha encontrado con Cristo, fuente de su alegría. Y tú, ¿te has encontrado con Cristo Resucitado?

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

Las mujeres del Evangelio se han encontrado con Jesús, que les ha salido al paso diciéndoles: “¡Alegraos!”. Un grito que las mueve a querer más de Dios y amar más a su Señor: se acercaron, se postraron y le abrazaron. Deja que Cristo te salga al encuentro y después, acércate, póstrate, abrázale.

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Lunes

Hablamos...

...de Alegría

Lunes de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

Padre bueno, nos acercamos a ti para que alegres nuestro corazón, ilumines nuestros ojos y, así, podamos ser testigos de tu Hijo, nuestra alegría, en medio del mundo. Nos postramos ante ti sintiéndonos pequeños, reconociendo que tu amor y tu grandeza nos sobrepasan. Te abrazamos, porque reconocemos en ti al Padre misericordioso que tantas veces nos ha alegrado con el perdón. Amén.

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Hablamos...

Martes

...de Fidelidad Martes de la Octava

preguntamos

El papel de la mujer sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia. Queremos orar hoy con todas y por todas las mujeres que han sido testigos de la luz de Cristo Resucitado. Más allá de la polémica, queremos reconocer que la mujer merece “algo más” de lo que ya está viviendo en el seno de la Iglesia, porque fue elegida por el Señor para ser anunciadora de su Resurrección. En María Magdalena encontramos el mayor de los privilegios, es ella la que ha descubierto que su Señor no está muerto, es ella la que nos habla de fidelidad.

Octava de Pascua

Nos

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Martes

Hablamos...

…de Fidelidad

Martes de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

Fuera, estaba María, llorando. Se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor». Entonces, da media vuelta y ve a Jesús, pero no lo reconoció. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?». Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto». Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!». [Jn 20, 11-18]

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Hablamos...

Martes

...de Fidelidad Martes de la Octava

Es una mujer la primera en quien se despierta el deseo de encontrarse con Cristo, es ella la primera que se asoma al sepulcro y llora porque ama profundamente a su Señor. Es una mujer la que nos enseña el camino de la fidelidad al Maestro. En esta situación de dolor, Jesús se le acerca, se interesa por lo que está viviendo y la llama por su nombre. Decir “María” es recordarle todo lo que ha vivido con ella. Jesús se hace presente en su realidad como también se hace presente en la tuya día a día: ¿A quién buscas?

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

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Martes

Hablamos...

...de Fidelidad

Martes de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

Dios, padre y madre, ayúdanos a buscar a Cristo entre los vivos y a reconocerlo como Maestro cuando pronuncie nuestro nombre. Danos el amor y la fidelidad que esta mujer tenía por tu Hijo para ser, así, testigos privilegiados de su Resurrección. Amén.

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Hablamos...

Miércoles

...de Jesús, el Nazareno Miércoles de la Octava

preguntamos

Día a día solemos recorrer el camino de la vida más preocupados del reloj que de saber quién camina a nuestro lado. La familia, los amigos, los vecinos, el trabajo, mi ciudad… pueden convertirse en el lugar perfecto para descubrir que es Cristo mismo quien se acerca a nosotros y nos interpela. Por eso, la persona que ha sido testigo privilegiado de la Resurrección siente que el Señor le acompaña en cada momento, mientras que el resto no son capaces de reconocer al que ha muerto y resucitado. Déjanos hablarte de Jesús, el Nazareno.

Octava de Pascua

Nos

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Miércoles

Hablamos...

…de Jesús, el Nazareno

Miércoles de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

Dos discípulos iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, a unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿De qué habláis mientras vais de camino?». Ellos se detuvieron preocupados. Uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabe lo que ha pasado allí estos días?». Él les preguntó: «¿Qué?». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno…». [Lc 24, 13-35]

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Hablamos...

Miércoles

...de Jesús, el Nazareno Miércoles de la Octava

De entre todas las religiones, nosotros cristianos tenemos que ser conscientes de una nota propia: cuando hablamos de Dios no hablamos de un qué, sino de un Quién; no hablamos de algo, sino de Alguien; no hablamos de una fuerza extraña, sino de una Persona. Somos los únicos que creemos en un Dios personal y, por eso, podemos relacionarnos con él, hablar con él. Pero, además, que nuestro Dios sea persona significa que él sabe perfectamente lo que sentimos, lo que soñamos, lo que sufrimos. Él se interesa por nuestras “cosas” caminando a nuestro lado. Jesús de Nazaret, el Resucitado, nos pregunta también hoy: ¿De qué habláis, de fracaso o de victoria?

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

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Miércoles

Hablamos...

...de Jesús, el Nazareno

Miércoles de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

¡Cristo está vivo y camina con nosotros! Aunque el cansancio me abruma, aunque la Palabra no me diga nada, aunque me falten las palabras, aunque pierda la ilusión. ¡Ya no tengo miedo! ¡Está vivo y camina con nosotros! Aunque sienta el corazón triste, aunque ya no vea las flores, aunque solo escuche noticias de fracaso, aunque ya no tenga esperanza. ¡No tengo miedo! ¡Estás vivo y caminas, como Señor, delante de nosotros!

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Hablamos...

Jueves

...del Cuerpo Jueves de la Octava

preguntamos

Todavía hoy nos encontramos con creyentes que se sienten incómodos al hablar del cuerpo, como si fuera algo intocable o extraño a nosotros mismos. Algunos todavía piensan que el cuerpo es una cárcel para el alma, que sólo se verá liberada con la muerte. A este tipo de mentalidad debemos soplar un aire nuevo. Dios ha creado nuestro cuerpo y también nuestro cuerpo será referente más allá de este mundo. ¡Cierto! No sabemos cómo será, pero sin cuerpo no seríamos los hombres y mujeres que Dios ha creado y, sobre todo, no seríamos capaces de reconocernos. Deja que Dios te hable hoy del cuerpo.

Octava de Pascua

Nos

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Jueves

Hablamos...

…del Cuerpo

Jueves de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros». Llenos de miedo, creían ver un fantasma. Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad, soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. [Lc 24, 35-48]

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Hablamos...

Jueves

...del Cuerpo Jueves de la Octava

Jesús resucitado se presenta en persona delante de sus discípulos. Tiene manos, pies, ojos, corazón. Es el mismo y sus discípulos lo reconocen porque pueden ver su cuerpo: no es un fantasma. Es Dios el que quiere ser tocado por la mano del hombre y la mujer para que lo experimenten como persona, por eso dice “palpadme y daos cuenta”. Jesús de Nazaret ahora tiene un cuerpo libre del tiempo y del espacio, pero un cuerpo que le permite seguir hablando y abrazando a sus amigos. Y tú, ¿sientes tu cuerpo como el mayor de los regalos? Convéncete, decir que tu alma se salvará es muy pobre, porque resucitarás con todo lo que eres: cuerpo y alma.

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

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Jueves

Hablamos...

...del Cuerpo

Jueves de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

Señor, tú que has querido entregarnos tu cuerpo y tu sangre y que te has aparecido a tus amigos en persona: Ayúdanos a comprender que nuestro cuerpo forma parte del proyecto que Dios tiene sobre nosotros y que también, como tú, resucitaremos con él. Amén.

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Hablamos...

Viernes

...de Fe Viernes de la Octava

preguntamos

La primera vez que dije “El Señor”, alguien me insinuó que me había convertido en un creyente adulto, aun siendo todavía un adolescente. Ya ha pasado algo de tiempo y siempre recuerdo aquella frase porque no le falta razón. Hasta aquel momento sólo sabía usar el nombre de Jesús y cualquier otro título me resultaba extraño: Cristo, Señor, Mesías… Pero desde entonces me descubrí una persona con fe propia, adulta, capaz de adentrarme en el misterio de Dios y de reconocer, con fe, a Jesús como El Señor. Déjanos hablarte de fe.

Octava de Pascua

Nos

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Viernes

Hablamos...

…de Fe

Viernes de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era él. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les responde: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». [Jn 21, 1-14]

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Hablamos...

Viernes

...de Fe Viernes de la Octava

Imaginemos: un hombre extraño se acerca a nuestro trabajo; nos pregunta si conseguimos lo que buscamos y, al responderle “no”, él nos propone un modo nuevo de actuar. Al principio nos sorprendería y muy probablemente preguntaríamos: ¿quién es éste? Algo así debió suceder en aquella pesca. También nosotros debemos confiar en la Palabra de Dios, aunque a veces se nos presente la duda como única alternativa. Sólo el que afronta con fe lo que Dios propone es capaz de reconocerlo como el Señor y saber, entonces, que su propuesta es la mejor de todas, la que nos va a permitir sacar las redes llenas de peces.

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

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Viernes

Hablamos...

...de Fe

Viernes de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

Dame fe, Señor. Haz que al escuchar tu Palabra comprenda que viene de ti. Dame fe, Señor. Que crea en tu propuesta como la mejor para cada momento. Dame fe, Señor. Que reconozca siempre que eres Jesús, el Señor, el Cristo. Dame fe, Señor. Ayúdame a ser testigo de tu amor y tu resurrección. Amén.

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Hablamos...

Sábado

...de Misión Sábado de la Octava

preguntamos

Una de las invitaciones más repetidas en los últimos años es a compartir el Evangelio de Jesucristo. Guardarse el mayor de los tesoros es de tacaños y egoístas. La Palabra de Dios nos ha sido anunciada gratis, y gratis debemos anunciarla. El problema viene después, cuando aquellos, a los que les anunciamos la Buena Noticia de Jesús, no nos creen. ¡Y hacen bien! Porque sólo deben creer en Jesucristo, muerto y resucitado. Ser misionero hoy no es hablar muy bien y convencer con nuestras palabras, no es conseguir que nos crean, sino llevar a las personas a ese punto en el que ellas mismas quieran decir sí al proyecto de Cristo. Déjanos hablarte de misión.

Octava de Pascua

Nos

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Sábado

Hablamos...

…de Misión

Sábado de la Octava

A la escucha de la Palabra Octava de Pascua

Jesús, resucitado, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban llorando. Ellos, al oírla decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después se apareció en forma de otro a dos de ellos que iban caminando. También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron. Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les reprochó su dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado, y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación». [Mc 16, 9-15]

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Hablamos...

Sábado

...de Misión Sábado de la Octava

María Magdalena y dos discípulos dijeron que habían visto al Señor, pero no les creyeron. Tuvo que aparecerse Jesús mismo a sus amigos más íntimos para que viendo, creyeran. Aprendemos de la Palabra de Dios que el encuentro con Cristo no se crea con buenos anuncios, sino dejando que él mismo se encuentre con nosotros. Nuestro papel como cristianos, misioneros todos, es el de provocar esa experiencia de encuentro con el Señor en los alejados, pero son ellos mismos los que deben descubrir que seguir a Cristo, llena de alegría y esperanza. Debemos respetar, en definitiva, el proceso de cada persona, sin dejar de anunciar lo que hemos visto y oído. ¿Cómo anuncias tú la Buena Noticia de Jesucristo?

Octava de Pascua

La Palabra nos responde

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Sábado

Hablamos...

...de Misión

Sábado de la Octava

Orad sin cesar Octava de Pascua

Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú que estuviste presente en el comienzo de la misión, junto a los Apóstoles, cuando nacía la Iglesia misionera, ayúdanos a proclamar el Evangelio de tu hijo a toda la creación. Tú, la llena de gracia, puedes iluminar nuestro corazón para que no cedamos al egoísmo guardándonos a Cristo para nosotros. Amén.

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[Jn 3, 10 ]

No alcanzamos a comprender las palabras de Jesús y menos aún a vivirlas. Presentamos al Señor tantas situaciones que, por más que logramos entender, no llegamos a comprenderlas.

Segunda Semana de Pascua

¿No entendéis estas cosas?

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Segunda Semana de Pascua

“Por otra parte, no podemos olvidar que muchas personas en nuestro contexto cultural, aún no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo. Esta búsqueda es un auténtico «preámbulo» de la fe, porque lleva a las personas por el camino que conduce al misterio de Dios. La misma razón del hombre, en efecto, lleva inscrita la exigencia de «lo que vale y permanece siempre». Esta exigencia constituye una invitación permanente, inscrita indeleblemente en el corazón humano, a ponerse en camino para encontrar a Aquel que no buscaríamos si no hubiera ya venido. La fe nos invita y nos abre totalmente a este encuentro”. [Porta fidei 10, Benedicto XVI].

68


Comprendiendo...

Domingo

...hacia el otro

Nos

preguntamos

La tentación fundamental del ser humano que, por otra parte, constituye su destrucción, no es otra que la del egoísmo. En nuestro corazón hay un algo desordenado que nos susurra que pongamos nuestro yo y nuestras cosas por delante y por encima de todo. Esto, ya más en concreto, se traduce en una búsqueda continua de nuestro propio bienestar e intereses antes que los de los otros. Y, sin embargo, cuando actuamos así, sentimos que nos falta lo fundamental. ¿Cómo es posible que me sienta menguado si he buscado crecer? ¿Cómo me siento vacío si me he querido llenar de mil cosas? Precisamente por eso. Estamos llenos de nosotros mismos, y justo ahí, en nosotros, hallamos únicamente pobrezas, miedos, complejos y vacíos. Solo cuando somos capaces de salir de nosotros mismos, nos encontramos; sólo cuando damos el salto al otro –y, sobre todo, al Otro (con mayúscula)– nos topamos con nuestra dignidad, con nuestra grandeza, reflejo de la de Dios.

Segunda Semana de Pascua

Domingo de la Divina Misericordia

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Domingo

Comprendiendo...

...hacia el otro

Domingo de la Divina Misericordia

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. [Hch 4, 32-35]

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Comprendiendo...

Domingo

...hacia el otro

La Palabra nos responde La experiencia comunitaria de la Pascua – Cristo muerto y resucitado– ha cambiado la vida de los que han sido regalados con la fe. Si antes vivían para sí mismos, ahora viven y se desviven por los otros, especialmente por los más necesitados. Tener fe y vivir para uno mismo es absolutamente incompatible. Lo que nuestro Papa Benedicto XVI denomina en distintos escritos “ley del éxodo” debe cumplirse en todo hombre: se nos pide salir, una y otra vez, de nosotros mismos. Será precisamente aquí donde se revele la fuerza de Dios, que hace también que brille con toda su fuerza el testimonio al que somos llamados. Un testimonio que habla de la presencia de Cristo vivo en medio del mundo.

Segunda Semana de Pascua

Domingo de la Divina Misericordia

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Domingo

Comprendiendo...

...hacia el otro

Domingo de la Divina Misericordia

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar ¿Y tú? ¿Vives este salir de ti mismo como norma de vida? ¿Pones al servicio de los demás tus dones, cualidades, talentos? ¿Has experimentado alguna vez la liberación de tu propio yo, y que cuando te das a los demás te sientes más tú y más de Dios? Piensa cómo puedes ir cambiando los egoísmos que aún quedan en ti en posibilidades para una mayor entrega a los demás.

72


Comprendiendo...

Lunes

Nos

preguntamos

Por todas partes vemos y escuchamos anuncios de moda y cosmética que nos prometen anclarnos en una eterna juventud. Una juventud, por cierto, que nunca llega o que únicamente se consigue, y malamente, simularse. No hay nada que más tema el hombre de hoy que hacerse viejo. Y, sin embargo, lo cierto es que lo que realmente deberíamos temer es pasar por la vida cargados de miedos, egoísmos, complejos, pesimismos y demás debilidades. Esto último es lo que tiene verdadero poder para ‘aviejar’ al hombre y no las arrugas, que pueden constituir, por otra parte, la mejor evidencia de una vida vivida en profundidad que ha plenificado nuestro ser.

Segunda Semana de Pascua

...lo que somos

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Lunes

Comprendiendo...

...lo que somos

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?». Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: "Tenéis que nacer de nuevo"; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu».

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[Jn 3, 1-8]


Comprendiendo...

Lunes

La Palabra nos responde Nicodemo, que es un anciano rico, sabio y experimentado, se queda ‘a cuadros’ cuando Jesús le invita a nacer de nuevo. Es una invitación directa a la conversión. Una conversión que no se exige solo a los que a todas luces pueden ser llamados pecadores, sino que recae sobre todos y que es condición indispensable para lograr nuestro destino. No es, por tanto, la edad la que marca el ritmo de nuestra existencia, sino nuestra capacidad de dejar que sea el Espíritu el que nos transforme, actúe en nosotros, nos saque de nosotros mismos y nos lance a los demás. El Espíritu, cuya acción en nosotros es dolorosa porque supone un morir al hombre viejo, nos abre nuevos horizontes de paz, libertad y alegría sin límites.

Segunda Semana de Pascua

...lo que somos

75


Lunes

Comprendiendo...

...lo que somos

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar Señor, enséñame a morir al hombre viejo que hay en mí: a mis egoísmos, a mis miedos, a mis complejos, a mis críticas, a mis orgullos y a mis desesperanzas. Enséñame, por el contrario, a nacer al hombre nuevo que nació un día de ti en el bautismo y que me lanza a entregarme a los demás y a experimentar así tu Amor incondicional.

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Comprendiendo...

Martes

Nos

preguntamos

A veces nos gloriamos de ser ‘cristianos formados’, como si el tener determinada formación (teológica, catequética o pastoral) pudiera hacernos entender definitivamente las cosas realmente importantes. Y, sin embargo, es la vía del amor y de la humildad la que nos lleva a conocer el corazón de Dios. Es cuando nos hacemos pequeños, también de inteligencia, cuando la grandeza de Dios se presenta ante nosotros. Es cuando reconocemos nuestra debilidad, cuando ésta parece ponerse entre paréntesis en el incalculable poder de Dios, que a manos llenas quiere repartir su gracia y sus dones en personas como tú y como yo, que reconozcan que sólo puede vivirse en plenitud si aceptamos que nuestras fuerzas son pequeñas, pero que Dios ha estado grande con nosotros.

Segunda Semana de Pascua

...desde lo pequeño

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Martes

Comprendiendo...

...desde lo pequeño

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?». Le contestó Jesús: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo aseguro, de lo que sabemos hablamos; de lo que hemos visto damos testimonio, y no aceptáis nuestro testimonio. Si no creéis cuando os hablo de la tierra, ¿cómo creeréis cuando os hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna». [Jn 3, 5a.7b-15]

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Comprendiendo...

Martes

La Palabra nos responde Las palabras de Jesús al sabio Nicodemo no pueden entenderse sino como una crítica cargada de ironía: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes?». Es como si Jesús dijera: «Tantos años de formación, tanta sabiduría aparente, tantos títulos y distinciones (pertenecía al Sanedrín), ¿y aún no entiendes lo más básico?». No podemos obviar que estas palabras se dirigen hoy también a nosotros y nos interpelan. Quizá debamos también preguntarnos si, después de todo, hemos llegado a sintonizar con el Espíritu, sentir y descubrir en todas las cosas su ‘soplo’ y, sobre todo, dejarnos mover y transformar por él.

Segunda Semana de Pascua

...desde lo pequeño

79


Martes

Comprendiendo...

...desde lo pequeño

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar Dios, Padre bueno, no dejes que el guía de mi vida sea yo mismo, sino que sepa, con tu fuerza, entregarme de corazón a los demás. Te lo pido, Señor. Señor Jesús, insufla en mí tu aliento, que transforme mi ser y me haga cada vez mejor y más fiel seguidor tuyo. Te lo pido, Señor. Espíritu Santo, dador de vida, lléname con tu fuerza, con tu luz, con tu alegría y tu pasión, para que sea un verdadero apóstol. Te lo pido, Señor.

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Comprendiendo...

Miércoles

Nos

preguntamos

Todo lo que la gente parece buscar en nuestro mundo es lo que a menudo se define como ‘vidilla’. Desfasar, divertirme sin límites y, muchas veces, traicionar mis propias normas, es lo que me hace sentir ‘vivo’. Y, sin embargo, ahí no encontramos más que una llama, no de vida, sino de un vacío que nos quema, nos destruye y, además, se nos hace cada vez mayor. Ansiamos la Vida (con mayúscula), pero, por el contrario, nos entregamos a una vida de bajezas. Mirar a Cristo Jesús, entregado por Dios al mundo como luz, es únicamente la respuesta a nuestra búsqueda ansiosa de algo mayor que lo que vemos. Esta vez sí, en él, encontramos la verdadera vida: una vida de plenitud que no se acaba y que no nos será arrebatada jamás.

Segunda Semana de Pascua

...el ser amados por Dios

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Miércoles

Comprendiendo...

...el ser amados por Dios

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. [Jn 3, 16-21]

82


Comprendiendo...

Miércoles

La Palabra nos responde Dice san Alfonso María de Liguori en sus Visitas al Santísimo (n° 27) que, aunque los gentiles imaginaban a los dioses según sus caprichos, jamás lograron imaginar un Dios tan enamorado de los hombres como lo está nuestro verdadero Dios. Si hay una nota que define al Dios cristiano es precisamente su Amor, que le lleva a exclamar a Juan Evangelista: “¡Tanto amó…!”. No fue únicamente un aislado gesto de condescendencia, ni un ‘algo’ que le pasara sin más y que nos diera limitadamente, sino un Amor que se dio en exceso, infinitamente, ilimitadamente, sobreabundantemente. Un Amor que tiene nombre: Jesús, Hijo único de Dios.

Segunda Semana de Pascua

...el ser amados por Dios

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Miércoles

Comprendiendo...

...el ser amados por Dios

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar Es, por tanto, frente a Jesús, el Hijo de Dios, ante quien se tiene que definir todo ser humano. Este es el juicio y no hay otro: ¿estás dispuesto a creer en este amor increíble de Dios? Es más, ¿estás dispuesto a acogerlo en tu vida y dejar que lo ilumine todo? Si tu respuesta es un ‘sí’ radical, verás cómo tus obras dan testimonio de él, porque la luz ha llegado al fondo de tu corazón. Pídele con todas tus fuerzas que sea así.

84


Comprendiendo...

Jueves

Nos

preguntamos

El verdadero apóstol es ese hombre que, aún en medio de mil contrariedades, amenazas y prohibiciones, da testimonio de Aquel que le ha enviado. El apóstol de Cristo Jesús, es él mismo un mensaje: sus palabras, sus obras, su vida entera es un testimonio elocuente de la verdad de lo que proclama. Una verdad que no se trata de una más, sino de la Verdad definitiva de todo hombre. Quizá sea la trascendencia de este mensaje lo que provoque un rechazo tan importante, tan visceral, tan frontal. Hoy nosotros, si apoyamos nuestra cabeza –como el apóstol Juan– sobre el pecho del Señor, sentiremos el latir de un corazón que nos envía a dar testimonio de su Buena Noticia. Los resultados de su acogida no nos corresponde a nosotros evaluarlos: nos basta con obedecer al Señor que nos envía como sal y luz del mundo. Hoy nosotros también somos enviados; hoy también nosotros somos llamados a ser apóstoles.

Segunda Semana de Pascua

...en obediencia

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Jueves

Comprendiendo...

...en obediencia

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles a presencia del Sanedrín, y el sumo sacerdote

les

interrogó:

«¿No

os

habíamos

prohibido formalmente enseñar en nombre de ese? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre». Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y Salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen». Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. [Hch 5, 27-33]

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Comprendiendo...

Jueves

La Palabra nos responde Obedecer a Dios u obedecer a los hombres. He aquí el dilema de nuestra vida. La tentación y lo que nuestra naturaleza reclama es precisamente lo contrario a lo que Dios nos pide. Mientras que todo nuestro ser parece decirnos que nos amoldemos a cuanto nos rodea, aunque sea nocivo para nosotros; que nos ganemos el respeto de unos y otros, aunque eso nos cueste nuestros más profundos principios; que nos entreguemos a lo fácil y atractivo, aunque eso nos lleve a una vida superficial en la que no se atisba salvación… Dios nos pide que le obedezcamos a él; no porque necesite esclavos que le sirvan, sino porque nosotros mismos hemos sido llamados a colaborar en su plan de salvación. Una salvación de la que nos apropiamos cuando la transmitimos. Es el Espíritu Santo que nos llena de paz, de alegría, de plenitud; que nos llena, en definitiva, de Dios.

Segunda Semana de Pascua

...en obediencia

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Jueves

Comprendiendo...

...en obediencia

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar Señor Jesús, que eres todo en mí, hazme obediente, como tú, a la voluntad del Padre. Que todo cuanto diga y haga sea testimonio de tu Buena Noticia. Te pido también que suscites apóstoles, testigos, vocaciones dispuestas a seguirte con todo el corazón en la entrega de la propia vida a la misión.

88


Comprendiendo...

Viernes

Nos

preguntamos

Existen dos tipos de personas en el mundo: las que podríamos llamar ‘multiplicadoras’ y las que podríamos llamar ‘divisoras’. Las multiplicadoras hacen que lo bueno abunde: son aquellas que crean buen ambiente a su alrededor, alegres, positivas, trabajadoras, comprensivas, bondadosas. Las divisoras son aquellas que cuanto tocan lo hacen desaparecer o menguar: son aquellas que se entregan a la crítica constante, al egoísmo, a la pereza, al pesimismo y a la desesperanza. A estas últimas conviene tenerlas lejos porque, como suele decirse, son ‘personas tóxicas’, contaminan cuanto hay a su alrededor. El Señor Jesús, por el contrario, es ‘el multiplicador’ por antonomasia: su vida fue un ‘pasar haciendo el bien’, posibilitando que el bien abundara, es más, sobreabundara. Su Resurrección es la prueba definitiva de que la gracia, la felicidad, la plenitud, la Vida, ha triunfado sobre la desgracia, la toxicidad, el pesimismo y la muerte.

Segunda Semana de Pascua

...por las obras

89


Viernes

Comprendiendo...

...por las obras

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. […] Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?». Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo». […] Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie». Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo». Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

90

[Jn 6, 1-15]


Comprendiendo...

Viernes

La Palabra nos responde Jesús multiplica el pan porque la Buena Noticia del Reino de Dios que él trae o, mejor dicho, que él es, no tolera la falta de lo más básico. Pero el pan que da es más que pan. Es pan bendecido, que ha pasado por las manos de Jesús. Todavía más: él mismo es el pan que alimenta y sacia a aquellos que le reciben. Él es, en definitiva, el pan que un día saciará todo corazón que palpita.

Segunda Semana de Pascua

...por las obras

91


Viernes

Comprendiendo...

...por las obras

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar ¡Jesús mío, mi Señor y Redentor! Aliméntame con el pan de vida eterna que eres tú. Te necesito para vivir. No me dejes aunque me aleje de ti. Estate conmigo para que yo también pueda convertirme en alimento de vida para los demás, especialmente para los que más te necesitan.

92


Comprendiendo...

Sábado

Nos

preguntamos

Un gran error en nuestra vida de fe es convertir a Jesús en un fantasma. Los fantasmas están muertos o, en todo caso, medio-vivos: les falta aún pasar a la vida de la resurrección. Jesús es, por el contrario, el pleno de vida, el pleno de poder y de gloria. El Hijo de Dios, que pasó por la vida haciendo el bien, que tomó la condición de esclavo y que murió en la cruz por nuestro amor, ha sido glorificado por el Padre mediante la resurrección. Gracias a esto, él aparece ante nosotros, no como un fantasma, sino como aquel que está más cerca de nosotros que nosotros mismos; como aquel en quien vivimos, nos movemos y existimos; como aquel que no podría estar más vivo, porque es él mismo la Vida que nos hace vivir. ¿No seremos más bien nosotros los que, como fantasmas, no nos hemos apropiado aún de la vida que nos define como cristianos y que es la vida plena de la resurrección?

Segunda Semana de Pascua

...entre tempestades

93


Sábado

Comprendiendo...

...entre tempestades

Segunda Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron. Pero él les dijo: «Soy yo, no temáis». Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde iban. [Jn 6, 16-21]

94


Comprendiendo...

Sábado

La Palabra nos responde Una travesía durante una cerrada noche, en medio de un lago encrespado y, para más inri, con viento fuerte. Los discípulos, embarcados en medio de una gran hostilidad sin Jesús, creen perecer. Pero él, que no abandona ni abandonará la barca de su Iglesia, pronuncia las dos palabras que nos devuelven la paz: “soy yo” y “no temáis”. El “soy yo” de Jesús habla de su divinidad: nada podrá con nosotros porque el Hijo de Dios está en medio de nosotros. El “no temáis” es la afirmación de su poder, que radica en su Resurrección: las dificultades son necesariamente pasajeras, porque la muerte –la peor de las amenazas– ya ha sido vencida. Solo necesitamos reconocerle –no confundirle con un fantasma– y acogerlo en nuestra barca; es más, situarlo en el centro de nuestra vida. Es entonces cuando experimentamos que hemos tocado tierra: es la tierra de Cristo nuestro puerto, nuestro destino.

Segunda Semana de Pascua

...entre tempestades

95


Sábado

Comprendiendo...

...entre tempestades

Segunda Semana de Pascua

Orad sin cesar Te amo, Dios del amor. Te amo, bondad infinita. Te amo, amor mío. Te amo, mi todo. Te amo y siempre quiero poder decir: te amo, te amo, te amo. San Alfonso Mª de Liguori

96


[Lc 24, 38]

Tercera Semana de Pascua

¿Por qué tantas dudas?

Una fe que no duda es una fe muerta. La Resurrección de Jesús supone un momento de crisis para los apóstoles que se preguntaron por todo lo vivido junto a Jesús pero a la luz de su Resurrección. 97


Tercera Semana de Pascua

“Desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo. En la homilía de la santa Misa de inicio del Pontificado decía: «La Iglesia en su conjunto, y en ella sus pastores, como Cristo, han de ponerse en camino para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud». Sucede hoy con frecuencia que los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común. De hecho, este presupuesto no sólo no aparece como tal, sino que incluso con frecuencia es negado. Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas”. [Porta fidei 2, Benedicto XVI]

98


Dudando de...

Domingo

Nos

preguntamos

No son muy numerosas, pero sí en bastantes ocasiones alguien nos ha narrado alguna experiencia de fe que le ha transformado, o al menos ha hecho replantearse su vida. Hemos escuchado a esas personas con cierto interés, pero en el fondo no hemos acabado de creernos lo que les han sucedido. Les tildamos de “místicos”, “espiritualistas”, o simplemente “flipados”, y llegamos a decir de ellos: “éste tiene muchos fantasmas en la cabeza”. Pero cuando por sorpresa esa experiencia nos atrapa, somos nosotros los que nos llenamos de miedos, dudas y fantasmas, y dudamos incluso de nuestra propia experiencia.

Tercera Semana de Pascua

...las experiencias

99


Domingo

Dudando de...

...las experiencias

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros». Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. No acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos. [Lc 24, 35-48]

100


Dudando de...

Domingo

La Palabra nos responde Los discípulos de Emaús han vuelto para narrar su experiencia del camino junto a Jesús. El resto quieren creerles, pero es necesario que hagan suya la propia experiencia del Resucitado. No basta que nuestros abuelos, padres o catequistas nos hayan transmitido la fe, es necesario que nos apropiemos de esa fe, que la pasemos por nuestro interior, que la filtremos por nuestra propia vida. Es necesario que hagamos nuestra la experiencia de quien se ha encontrado con Cristo. Jesús sabe de las dudas que surgen durante la maduración de la fe y por eso viene a cada uno de nosotros: “¿por qué tantas dudas en vuestro interior?”. Nos brinda la posibilidad de encontrarnos con él: “Mirad. Palpadme. Soy yo en persona”. Jesús sale a nuestro encuentro no como un fantasma, sino como la persona que camina a nuestro lado y disipa las dudas, miedos y fantasmas. Jesús nos invita a vivirlo como experiencia.

Tercera Semana de Pascua

...las experiencias

101


Domingo

Dudando de...

...las experiencias

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar Nada te turbe,

Confianza y fe viva

nada te espante,

mantenga el alma,

todo se pasa,

que quien cree y espera

Dios no se muda;

todo lo alcanza.

la paciencia

Id, pues, bienes del mundo;

todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: S贸lo Dios basta. Eleva tu pensamiento, al cielo sube, por nada te acongojes, nada te turbe. A Jesucristo sigue con pecho grande, y, venga lo que venga, nada te espante.

102

id dichas vanas; aunque todo lo pierda, s贸lo Dios basta. Santa Teresa de Jes煤s


Nos

Lunes

…de las obras

preguntamos

Vivir en cristiano supone hacer un ejercicio de coherencia entre lo que creemos y lo que hacemos. Supone no dejarse engañar por las apariencias, por lo que nos aporta satisfacción o repercute en nuestro propio interés. Supone purificarse de autoengaños y actuar conforme a la recta intención. En las técnicas de enamoramiento se dice que “al hombre se le conquista por el estómago”, pero cuando ese plato no lleva una buena porción de amor, entrega y compartir vida y mesa, entonces la conquista se convierte en batalla perdida.

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

103


Lunes

Dudando de...

...de las obras

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Se embarcaron y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?». Respondió Jesús: «La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado». [Jn 6, 22-29]

104


Lunes

...de las obras

La Palabra nos responde Jesús desenmascara nuestras verdaderas intenciones. Jesús transforma nuestras preguntas, dejándolas al descubierto. Los discípulos no están interesados en saber cuándo el Maestro se fue a la otra orilla, sino que lo buscan para saciar sus estómagos. Jesús nos sitúa en nuestro lugar, nos coloca ante el porqué de la búsqueda. El trabajo al que Jesús nos invita, es hoy en primer lugar el trabajarnos a nosotros mismos, clarificar nuestras intenciones, y poner luz en qué nos mueve en el seguimiento de .Cristo. Para Dios, trabajar. en su Reino consiste en creer en su único Hijo. Fe y obras van siempre de la mano en los que buscamos a Jesús. No consiste en hacer por hacer, sino en entregarse, y darse en nuestro obrar como Jesús hizo en favor de los demás. Son muchos los que trabajamos en el Reino, y Jesús no duda tanto de nuestras obras, como de la intención con la que las realizamos.

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

105


Lunes

Dudando de...

...de las obras

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar Si pudiera olvidar

No dudaría,

todo aquello que fui.

no dudaría en volver a reír.

Si pudiera borrar todo lo que yo vi.

Prometo ver la alegría,

No dudaría,

escarmentar

no dudaría en volver a reír.

de la experiencia, pero nunca, nunca más

Si pudiera explicar

usar la violencia.

las vidas que quité. Si pudiera quemar

Si pudiera sembrar

las armas que usé.

los campos que arrasé. Si pudiera devolver la paz que quité. No dudaría, no dudaría en volver a reír. Si pudiera olvidar aquel llanto que oí. Si pudiera lograr apartarlo de mí. No dudaría, no dudaría en volver a reír. Antonio Flores

106


Dudando de...

Martes

Nos

preguntamos

El hombre parece necesitar ver para creer. Si un vendedor no coloca 20 coches en un mes, pierde la credibilidad como vendedor. Si un entrenador no logra que su equipo roce los100 puntos en la liga, se cuestiona su profesionalidad. Si no arrasas en todos los Grand Slam, pasas de ser el mejor jugador de la historia del tenis, a caer pronto en el olvido. Puede que también midamos la credibilidad que los demás nos merecen en función de los éxitos y resultados que son capaces de obtener, y olvidemos lo que verdaderamente nos han aportado en nuestra vida. La credibilidad nos la jugamos en el día a día, y no tanto con los grandes éxitos o fracasos.

Tercera Semana de Pascua

… “ver para creer”

107


Martes

Dudando de...

...“ver para creer”

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra «¿Qué signos vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo"». Jesús replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed». [Jn 6, 30-35]

108


Dudando de...

Martes

La Palabra nos responde Hablando del milagro de la multiplicación de los panes, un compañero me decía que este Evangelio les encanta a los niños. Los milagros gustan a los pequeños, más si hay comida, gratis, buena y abundante (la enfermedad les queda lejos para fijarse en los milagros de curaciones). Así es como hoy acude la gente a Jesús tras el milagro: encantados y casi acostumbrados. Habían recibido por medio de Moisés el maná en el desierto y creyeron en él. El milagro de Jesús no supera en espectacularidad al de Moisés, y necesitan más obras, más pan para creer en él. Nuestra fe se parece a la de esta gente: necesita ver cumplidas nuestras peticiones para creer en Dios. ¿Qué pasa cuando en la oración pedimos y la enfermedad y los problemas no desaparecen? ¿Dejamos de creer? Podemos despreciar signos y obras que Jesús hace, o podemos volvernos al Pan de vida que se nos entrega en cada Eucaristía, donde encontramos el fundamento de nuestra fe, el consuelo y la esperanza para afrontar las dificultades.

Tercera Semana de Pascua

...“ver para creer”

109


Martes

Dudando de...

...“ver para creer”

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar En mi vida, maltratada y mortal, ha irrumpido, con la eclosión de una primavera inimaginable, la vida eterna. Dios mismo ha plantado su vida trinitaria dentro de mí: me rodea, me cubre, me colma, me da a beber el agua de la vida desde el cuenco fecundo de sus manos. Este Dios adorable posee un nombre. Dios se llama Trinidad santa. Los Tres. El Padre, Cristo, el Espíritu Santo están conmigo, me hacen vivir, respirar, alentar. No son para mí algo adosado, la cáscara de un caracol, postizo, externo…, sino lo más hondo del corazón y lo más íntimo del alma. Este Dios me ha creado desde la nada y el olvido, ha puesto su vida eterna entre los pliegues marchitos de mi carne baldía, me hace saborear ya el gozo de .llamarlo, con la voz del Hijo, .

110

y el suspiro incesante del Espíritu:

Abbá, querido Padre.

Francisco Contreras cmf


Dudando de...

Miércoles

...nuestras capacidades

Nos

preguntamos

Pienso en el joven. En el joven que quiere ser mayor. En el joven que quiere comerse el mundo. En el joven que espera impaciente cumplir 18 años. En el joven que desea caminar sólo, que cree poder hacerlo todo sólo, que cree no necesitar a nadie. Pienso en el joven que ya tiene 18 años y un día. En el joven que tiene derecho al voto, que puede entrar en discotecas, que no necesita autorización de sus padres, que puede sacarse el permiso de conducir. Pienso en el joven. En el joven que no se atreve ni a pegar un mordisco al mundo. En el joven instalado en el mundo de los adultos. En el joven que se siente demasiado pequeño, en el joven poco preparado para caminar sólo, en el joven...

Tercera Semana de Pascua

San Marcos Evangelista

111


Miércoles

Dudando de...

...nuestras capacidades

San Marcos Evangelista

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que

crean,

les

acompañarán

estos

signos:

echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con señales. [Mc 16, 15-20]

112


Dudando de...

Miércoles

...nuestras capacidades

La Palabra nos responde Hoy recordamos al Evangelista san Marcos; él mismo cierra su Evangelio con el envío misionero. Jesús, el Maestro, se retira y deja a los discípulos que tomen las riendas y que anuncien el Reino a toda la creación. Como a los discípulos, jóvenes en la fe, también a nosotros nos surgen dudas y desconfianzas en nuestras capacidades para anunciar la Buena Noticia que es Jesucristo. Llenamos nuestras agendas y programas parroquiales de charlas, conferencias, cursos de formación, tertulias y reflexiones. Los cristianos nos parecemos a la generación de jóvenes que hace pocas décadas se denominó JASP, jóvenes aunque sobradamente preparados. Una gran mayoría de esos jóvenes JASP hoy no tienen nada que hacer, no hay trabajo para ellos. Hoy, para los cristianos, es el tiempo de la Nueva Evangelización, la preparación la tenemos, es el momento de ponerse manos a la obra y confiar en que Jesús está con nosotros en esta tarea misionera: “cooperaba confirmando con señales”. Dios capacita a los que elige. Hay misión para todos.

Tercera Semana de Pascua

San Marcos Evangelista

113


Miércoles

Dudando de...

...nuestras capacidades

San Marcos Evangelista

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar Y te faltaba aún el penúltimo gozo: dejar en nuestras manos la antorcha de tu fe. Tú habrías podido reservarte ese oficio, sembrar tú en exclusiva la gloria de tu nombre, hablar tú al corazón, poner en cada alma la sagrada semilla de tu amor. ¿Acáso no eres tú la única palabra? ¿No eres tú el único jardinero del alma? ¿No es tuya toda gracia? ¿Hay algo de ti o de Dios que no salga de tus manos? ¿Para qué necesitas ayudantes, intermediarios, colaboradores que nada aportarán si no es su barro? ¿Qué ponen nuestras manos que no sea torpeza? Pero tú, como un padre que sentara a su niño al volante y dijera: «Ahora conduce tú», has querido dejar en nuestras manos la tarea de hacer lo que sólo tú haces: llevar gozosa y orgullosamente de mano en mano la antorcha que tú enciendes.

114

José Luis Martín Descalzo


Nos

Jueves

...perseverar

preguntamos

Poco a poco nos hemos ido acostumbrando a escuchar expresiones como “light”, “descafeinado”, “0’0”, “bajo en”, “sin”, “semi” y otras por el estilo al referirse a los alimentos. Puede que hoy ni nos sorprenda que la sal pueda dejar de dar sabor, al igual que la leche puede no tener lactosa o el café cafeína. Puede que hoy ni nos sorprendan que los seguidores de Cristo dejen de alumbrar, de ser sal. Puede que hoy todos hayamos asumido que en nuestra sociedad podemos ser cristianos “descafeinados”, “semi”, “0’0”, “sin”, o cristianos “light”.

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

115


Jueves

Dudando de...

...perseverar

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo». [Mt 5, 13-16]

116


Jueves

...perseverar

La Palabra nos responde Antes que los colorantes, conservantes y antioxidantes inundasen nuestras vidas con sus múltiples E, los antiguos aprendieron a mantener en perfecto estado los alimentos haciendo uso de la sal. La sal es signo de incorruptibilidad, de permanencia, de perseverancia. La sal nunca podrá dejar ser sal. La sal podrá dejar de ser vista, podrá disolverse, pero nunca llega a desaparecer, pues ha dejado su impronta en aquello que se diluye. La sal si no sala, no es nada. Jesús nos anima a dar sabor, a poner luz en nuestro mundo. Nos anima a que con nuestras obras, el mundo sea más salado y luminoso y no tan light y gris como nos lo pintan. Nos anima a ser sal en tantas situaciones de tristeza, de soledad y de desesperación. Nos anima a poner luz en las vidas de quienes sufren las consecuencias de la crisis, del paro, el hambre o numerosas pobrezas que el hombre y la mujer de nuestros días padecen.

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

117


Jueves

Dudando de...

...perseverar

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar Dios mío y mi todo, bien veo que, a pesar de mi falta de agradecimiento y mis fallos en tu servicio, tú sigues convidándome con tu amor. Aquí me tienes; ya no quiero resistir más; quiero dejarlo todo para dedicarme por entero a ti. Ya no quiero pensar más en mí mismo, pues mucho es lo que me siento obligado a amarte. Mi ser se ha enamorado de ti, Jesús mío, y por ti solo respiro. Amor mío, esperanza mía, fortaleza mía, consuelo mío, dame fuerza para serte siempre fiel; dame luces para que vea qué debo hacer para entregarlo todo, y dame fortaleza para que responda a tus palabras en todo. Dame la gracia de no pensar sino en ti, de no desear más que a ti, de no buscar más que a ti, mi amado y mi único bien. ¡Oh María, Madre de Dios!, ayúdame a perseverar en el servicio. San Alfonso Mª de Liguori

118


Dudando de...

Viernes

Nos

preguntamos

“¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”, es la pregunta que se hacían los judíos poniendo en duda las palabras de Jesús. Es la pregunta que hoy seguimos haciéndonos los cristianos cuando celebramos cada Eucaristía. ¿Cómo puedes, Jesús, seguir alimentando a este pueblo hambriento y sediento de ti? ¿Cómo puedes, Jesús, ser fuente de vida para este pueblo que es tu Iglesia? ¿Cómo podemos convertirnos en ti y llegar a ser alimento, eucaristía para tantos hermanos que tienen hambre y sed de Dios, para tantos hermanos que aún no te conocen?

Tercera Semana de Pascua

...de las fuentes

119


Viernes

Dudando de...

...de las fuentes

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?. Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí». [Jn 6, 52-59]

120


Dudando de...

Viernes

La Palabra nos responde La iconografía cristiana ha empleado a lo largo de la historia la imagen del pelícano arrancándose con el pico su propia carne para dársela a sus polluelos, cuando hablaba de la Eucaristía. Es sin lugar a dudas un imagen, fuerte, clara e impactante. Como icono nos hace reflexionar y nos traslada al misterio de la Eucaristía. Jesús se entrega por entero, con su cuerpo, con su sangre y hasta con su espíritu, derramado sobre los que estaban a los pies de la cruz. Como el ave, Jesús se nos da como alimento, como sustento de nuestra vida. Jesús vino para darnos vida, y una vida abundante. Celebrar cada día la Eucaristía es para los cristianos volver a las fuentes de la vida, es acudir al surtidor de la vida. ¿Cómo es esto posible? Escapa de nuestro entendimiento. Basta escuchar los testimonios de miles de misioneros y misioneras que están entregados a los pobres de nuestra tierra en países de misión, gastándose y desgastándose día a día, cuando ante la pregunta “¿de dónde tomas fuerza para seguir adelante?”, tienen como única respuesta “de Jesucristo hecho Eucaristía”.

Tercera Semana de Pascua

...de las fuentes

121


Viernes

Dudando de...

...de las fuentes

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar Te pedimos, Señor: por los misioneros y misioneras, personas de carne y hueso, frágiles y débiles, de fe fuerte y robusta capaces de vivir intensamente tu Evangelio entregados a los más pobres y abandonados. Te ofrecemos, Señor: nuestras manos, corazón y entendimiento, todo nuestro cuerpo y mente, para que nos vayamos configurando y pareciendo cada día más a la

persona

de

Jesucristo

al

alimentarnos

de

la

Eucaristía. Te damos gracias, Señor: porque nos alimentas con tu Cuerpo y Sangre, porque reparas nuestras fuerzas, disipas

nuestras

dudas,

consuelas

nuestras

penas, alientas nuestro desánimo. Gracias por los sacerdotes que en cada Eucaristía hacen presente a Cristo en medio de la comunidad.

122


Nos

Sábado

...seguirle

preguntamos

Quizás en nuestra mente haya quedado grabada alguna charla, conferencia, discurso o sermón, y que no seamos capaces de recordar exactamente que se dijo, o ni tan siquiera que tema se trató. Recuerdo un discurso de esos, en los que el ponente nos cautivo y embelesó con su puesta en escena, sus tonos de voz, sus pausas y sus finales de frases tajantes. Recuerdo que en su momento me sentí interpelado, tocado e incluso dañado. Pese a todo, lo recuerdo con más gratitud que tantos otros discursos cargados de palabrerías, “buenrrollismo” y alago a los oídos. Para escuchar lo que uno quiere oír, basta con escucharse a sí mismo.

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

123


Sábado

Dudando de...

...seguirle

Tercera Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?». Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen». Dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Simón Pedro contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios». [Jn 6, 60-69]

124


Sábado

...seguirle

La Palabra nos responde La Palabra de Dios hoy, nos responde a situaciones muy cercanas y cotidianas. ¿Quién no se ha sentido criticado por decir la verdad? Al mismo Jesús le sucedió. ¿A quién no le han pedido que se disculpase por el tono fuerte con el que se comunicó? Al mismo Jesús se lo solicitaron por su modo duro de hablar, pidiéndole así que rebajase la verdad de su mensaje, la exigencia del seguimiento. Creer en Jesús no es un hecho para colgarse una medalla o ir presumiendo de amigos. Creer en Jesús supone ser consecuente con lo que el seguimiento pueda depararnos, estar dispuesto a defender la verdad, a luchar por la justicia, a dar la propia vida. Las palabras de Jesús no vienen a regalarnos los oídos, sino a poner en evidencia la realidad del cristiano. Las palabras de Jesús no vienen a crear pesimismo en los discípulos, sino a situarles en el mundo y llenarlos de espíritu y vida necesarios para poder continuar la tarea de la evangelización. ¿También tú quieres marcharte?

Tercera Semana de Pascua

Dudando de...

125


Sábado

Dudando de...

...seguirle

Tercera Semana de Pascua

Orad sin cesar ¿A quién iremos Señor?

Tú sólo tienes palabras de vida eterna.

¿A quién iremos Señor?

A los pobres a quienes tú escuchaste y curaste. A los sencillos a quienes tú predicaste con parábolas. A los que lloran como a las hermanas de Lázaro. A los hambrientos para quienes multiplicaste el pan.

¿A quién iremos Señor?

A los sedientos como a la samaritana que diste de beber. A los misericordiosos como a la mujer arrepentida que tú perdonaste. A los limpios de corazón como el centurión que pidió curaras a su criado. A los pacíficos como eran los pastores que recibieron el mensaje de paz en la noche de Belén.

¿A quién iremos Señor?

A los perseguidos por causa de la justicia como a la mujer que querían apedrear y tú dignificaste. A los que son calumniados e insultados por seguirte.

¿A quién iremos Señor?

Tú sólo tienes pala-

bras de vida eterna. 126


[Jn 14, 9]

Vivimos en la era del conocimiento y de la información, pero desconocemos a quién está a nuestro lado. Jesús sigue dándose a conocer en muchos acontecimientos de la vida. ¿Dónde logramos reconocerlo?

Cuarta Semana de Pascua

¿Todavía no me conoces?

127


Cuarta Semana de Pascua

“La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino. En efecto, muchos cristianos dedican sus vidas con amor a quien está solo, marginado o excluido, como el primero a quien hay que atender y el más importante que socorrer, porque precisamente en él se refleja el rostro mismo de Cristo. Gracias a la fe podemos reconocer en quienes piden nuestro amor el rostro del Señor resucitado. «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40): estas palabras suyas son una advertencia que no se ha de olvidar, y una invitación perenne a devolver ese amor con el que él cuida de nosotros. Es la fe la que nos permite reconocer a Cristo, y es su mismo amor el que impulsa a socorrerlo cada vez que se hace nuestro prójimo en el camino de la vida. Sostenidos por la fe, miramos con esperanza a nuestro compromiso en el mundo, aguardando «unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia» (2 P 3, 13; cf. Ap 21, 1)”.

.

128

[Porta fidei 14, Benedicto XVI]


Te reconocemos...

Domingo

...por tu voz de Buen Pastor

Nos

preguntamos

Hay muchas cosas por las que nos podemos guiar en la vida y que de hecho intentan guiarnos: publicidad, modas, amigos, familia, sacerdotes, catequistas... no todas nos llevarán a “buen puerto”. Jesucristo nos prevendrá hoy contra los malos pastores, que no saben guiar a los demás porque sólo piensan en su beneficio. Una cosa está clara: necesitamos “pastores”, personas que nos ayuden a conducirnos. Las preguntas de hoy se imponen: ¿cuáles son nuestros “pastores”?, y ¿ son “buenos pastores”?

Cuarta Semana de Pascua

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

129


Domingo

Te reconocemos...

...por tu voz de Buen Pastor

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra “Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas”. [Jn 10, 11-18]

130


Te reconocemos...

Domingo

...por tu voz de Buen Pastor

La Palabra nos responde Hay una diferencia fundamental entre tener vocación y tener profesión. Tener profesión es tener un lugar, un puesto, donde trabajar y “ganarse la vida”. Tener vocación es sentir la llamada profunda a entregarse a los demás desde los propios dones y cualidades, es mucho más que tener un puesto, un sueldo o un lugar de trabajo. Es estar dispuesto a “perder la vida” en esa entrega amorosa porque lo que se hace y se vive desgastándose coincide con la propia felicidad, con los planes que descubrimos que Dios tiene para nosotros. Y es que Dios no nos pide imposibles, siempre cuenta con nuestra naturaleza y con nuestros dones. El Buen Pastor, Jesucristo, vive esa profunda vocación del Padre a entregarse y amar a todas sus ovejas, sin distinciones. Vocación a la que tú también estás llamado desde tus dones y cualidades. ¡No seas como los asalariados!

Cuarta Semana de Pascua

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

131


Domingo

Te reconocemos...

...por tu voz de Buen Pastor

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar Señor Jesús, enséñame a ser generoso, a servirte como tú mereces, a dar sin medida, a combatir sin miedo a mis heridas, a trabajar sin descanso y a no buscar más recompensa que la de saber que hacemos tu santa voluntad. Y te pedimos, Señor, por todos los jóvenes a los que tu llamas a seguirte en la vida misionera, religiosa o sacerdotal. Te pedimos, Señor, que no dejes de suscitar la vocación en los jóvenes, para vivir el carisma de la Redención: como hermanas Oblatas del Santísimo Redentor, como Madres Redentoristas o como Misioneros Redentoristas. Cuida y acompaña, Redentor nuestro, a quienes ya has llamado, en especial a los Estudiantes redentoristas, Pablo, Carlos y Antonio.

132

Amén.


Te reconocemos...

Lunes

Nos

preguntamos

¿Da igual tener fe que no tener? No. Cualquier creyente, más, si en algún momento de su vida estuvo más ajeno a la fe, lo sabe por experiencia propia. Creer nos transforma, nos alienta y es para muchos la única fuerza que les impulsa cuando todo a su alrededor se vuelve oscuro y desangelado. ¿Nos salvaremos sólo los creyentes practicantes? Eso, querido amigo, que lo decida Dios, ¿verdad? Sólo a él toca otorgar la salvación, pero nosotros estamos convencidos de que el Espíritu se abre paso y sopla donde quiere y como quiere, y no sabemos de dónde viene ni adónde va (Jn 3, 8). Seamos gente del Espíritu.

Cuarta Semana de Pascua

...en cualquier ser humano

133


Lunes

Te reconocemos...

...en cualquier ser humano

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: "Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo". Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios? Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo: «También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida». [Hch 11, 1-18]

134


Te reconocemos...

Lunes

La Palabra nos responde Pedro narra en este pasaje de Hechos el sorprendente descenso del Espíritu sobre los gentiles –los “no practicantes” de nuestros días- y lo hace sabiendo el escándalo y estupor que esto provocaría entre los otros creyentes judaizantes, que continuaban cumpliendo todos los ritos y prescripciones. Pedro no hace ninguna invitación a la deserción de la oración –tampoco os la hago yo- pero sí se pregunta: “¿quién soy yo para oponerme a Dios?”. Y lleva razón el hombre. A nosotros nos pasa igual muchas veces. Nos encanta decirle a Dios lo que tiene que hacer y cómo y a quién debe salvar. Es la tentación del fariseísmo y del querer sentirse seguros encerrados en la propia visión de las cosas. Pero Dios no permite ser encerrado ni está en lugares exclusivos. Con Jesucristo queda claro que Dios viene para salvar a los pecadores, no a los justos; a los que están perdidos no a los que se sienten seguros. Y por eso Jesús es el Emmanuel, Dios-con-nosotros, pero con todos nosotros, con todo humano.

Cuarta Semana de Pascua

...en cualquier ser humano

135


Lunes

Te reconocemos...

...en cualquier ser humano

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar Pedimos al Señor por todos aquellos que aún no tienen fe, por los que viven instalados en la crítica a la Iglesia, o defendiendo las buenas obras sin fe que las sostenga: Que todos ellos encuentren en la Iglesia un recinto de verdad, de paz y de amor, un motivo para seguir esperando y creyendo en Jesucristo. Y que cada uno de nosotros hagamos más visible a Cristo Resucitado.

136


Te reconocemos...

Martes

...en tu unión con el Padre

Nos

preguntamos

¿A quién no le cuesta creer? Si somos creyentes “serios” de los que buscan fiarse y poner en juego sus dones, es natural que aparezcan dudas a veces y que, en ocasiones, sintamos vértigo ante lo exigente que puede llegar a ser el Evangelio de Jesús con nosotros. Hoy celebran su ordenación diaconal en Valencia Damián Mª y Víctor, dos misioneros redentoristas, vamos a tenerles presentes en nuestra oración y a pedir que nunca dejen de arriesgar y fiarse de Cristo, de buscar y servir alentados por su Palabra de Vida.

Cuarta Semana de Pascua

San José Obrero

137


Martes

Te reconocemos...

...en tu unión con el Padre

San José Obrero

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente». Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno». [Jn 10, 22-30]

138


Te reconocemos...

Martes

...en tu unión con el Padre

La Palabra nos responde A veces nos encanta tenerlo todo “atado y bien atado”, estar muy seguros. Tenemos miedo a equivocarnos, quizás vergüenza, la pena es que así se vive sólo a medias, pues en nuestra vida pocas cosas son seguras y definitivas. Nos pasa como a los judíos del Evangelio, que hacemos muchas preguntas. Jesús les reprocha su falta de fe, por dos veces les dice “no me creéis” y por eso no sois ovejas de mi redil. Querido hermano, para ser auténtico discípulo de Jesús te tienes que fiar de él; para fiarte de él, tienes que arriesgar y optar por aquello que más te cuesta pero que intuyes que Dios te pide. No busques tener nunca el 99’9 % de seguridad, pues si no, no harás nunca nada. Basta con el 1%, el resto, lo que falta hasta 100 % será lo que tú pongas de fe y de amor al servicio del Reino. El que no arriesga y se lanza, nunca gana nada. Sé valiente, nosotros al igual que Jesús, estamos unidos a Dios y él nunca nos deja solos: caminamos de su mano unidos fuertemente a él.

Cuarta Semana de Pascua

San José Obrero

139


Martes

Te reconocemos...

...en tu unión con el Padre

San José Obrero

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar Oramos por Damián Mª y Víctor, para que sirvan al Evangelio y al Pueblo de Dios con entrega sincera. Oramos por todos los que sirven y guían a la Iglesia como pastores, catequistas, misioneros o servidores en cualquier otro ministerio. Oramos por las vocaciones a la Vida Consagrada y sacerdotal, que nunca falten personas en nuestras comunidades que descubran la felicidad de entregar su vida a los demás.

140


Te reconocemos...

Miércoles

Nos

preguntamos

A muchas personas les da miedo la oscuridad ya desde niños, y a otros simplemente les dificulta el moverse o realizar otra actividad. No somos “animales nocturnos”. Entonces, ¿por qué nos resistimos a la luz de Dios?, ¿por qué nos cuesta tanto dejar que entre por completo en nuestra vida y que ilumine sus zonas más oscuras? Seguramente sea porque sabemos que no la dejaría igual. Nos aficionamos a nuestros desórdenes y pecados, y hasta nos acostumbramos a ellos, a veces incluso los tratamos de justificar con el escueto ¡es que yo soy así!

Cuarta Semana de Pascua

...en que eres Luz

141


Miércoles

Te reconocemos...

...en que eres Luz

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre». [Jn 12, 44-50]

142


Te reconocemos...

Miércoles

La Palabra nos responde Jesús no viene para juzgar, sino para salvar. Y salvar es sanar, curar, mejorar, recuperar, llevar a plenitud. Viene para potenciar todo lo bueno que hay dentro de nosotros. Para iluminarlo con su luz poderosa y, en esa luz, quedarán disipadas las tinieblas y sombras de nuestra frágil condición. Vivir creyendo en Cristo es vivir bajo una luz nueva que potencia la vida, que ayuda a sacar lo mejor de uno mismo y de los que te rodean. Es amar por encima de todo y pese a todo. Y esta Práctica del Amor a Jesucristo y a los hermanos, como escribió y descubrió san Alfonso, transforma la vida entera. “El mandato del Padre es vida eterna”, Vida Plena, e iluminada: ¡Comienza a disfrutarla desde hoy!

Cuarta Semana de Pascua

...en que eres Luz

143


Miércoles

Te reconocemos...

...en que eres Luz

Cuarta Semana de Pascua 144

Orad sin cesar Señor Jesús, mi Dios y mi todo, entra en cada hueco de mi corazón e ilumínalo, disipa sus sombras, mis mezquindades; penetra en sus heridas y sánalo; vuélvelo capaz de amor, disponible para ti y para mis hermanos menos amados.


Te reconocemos...

Jueves

...en tus obras y tu vida

Nos

preguntamos

A veces nos da la impresión de estar limitados en nuestra fe; de que no podemos conocer o saber mucho más de Dios de lo que ya se nos transmitió en la catequesis de infancia. Se nos antoja imposible afirmar algo concreto de Dios más allá de que “es amor” y otras frases típicas y oportunamente sacadas de la Biblia. Pero, ¿cómo conocer mejor a Dios? ¿Podemos hacerlo?

Cuarta Semana de Pascua

Santos Felipe y Santiago, Apóstoles

145


Jueves

Te reconocemos...

...en tus obras y tu vida

Santos Felipe y Santiago, Apóstoles

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras». [Jn 14, 6-11]

146


Te reconocemos...

Jueves

...en tus obras y tu vida

La Palabra nos responde Cristo es el camino para conocer a Dios. En él Dios se nos revela humanamente, sin ningún otro artificio. A través de Jesús, su vida y sus obras, conocemos a Dios y se nos descubre su rostro profundamente misericordioso. Dios realiza su obra de salvación a través del Hijo. No creemos en un Dios abstracto ni etéreo sino en el Dios que Cristo, con sus palabras y obras nos revelan como Salvador, profundamente comprometido con el destino de los hombres. Dios es Camino, Verdad y Vida para cada uno de nosotros a través de su Hijo. Si tomamos literalmente el Evangelio, perderemos su belleza; si nos acercamos a él sin prejuicios y como Palabra viva que nos habla hoy, veremos su esplendor.

Cuarta Semana de Pascua

Santos Felipe y Santiago, Apóstoles

147


Jueves

Te reconocemos...

...en tus obras y tu vida

Santos Felipe y Santiago, Apóstoles

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar Dicen por ahí que si hay Dios está lejos, que el amor no funciona, que la paz es un sueño, que la guerra es eterna, y que el fuerte es el dueño que silencia al cobarde y domina al pequeño. Pero un ángel ha dicho que está cerca de mí quien cambia todo esto, tan frágil y tan grande, tan débil y tan nuestro. Dicen que está en las calles, que hay que reconocerlo en esta misma carne, desnudo como un verso, que quien llega a encontrarlo ve desvanecerse el miedo, ve que se secan las lágrimas, ve nueva vida en lo yermo. Dicen por ahí que si hay Dios está lejos, pero tú y yo sabemos, que está cerca, en tu hermano,… y está en ti muy adentro.

148

José María R. Olaizola sj


Te reconocemos...

Viernes

Nos

preguntamos

¿Qué te hace temblar? ¿Cuáles son tus principales temores? El miedo es una emoción muy humana y, bien entendido, es hasta sano. Pues el miedo nos lleva a evitar peligros que puedan amenazar nuestra vida, sin embargo, sabemos que no se puede vivir atenazado por un miedo continuo que paralice y que no deje libertad para disfrutar el regalo que es nuestra vida.

Cuarta Semana de Pascua

...en que no tememos

149


Viernes

Te reconocemos...

...en que no tememos

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». [Jn 14, 1-6]

150


Te reconocemos...

Viernes

La Palabra nos responde El amor expulsa el temor. Eso dice la palabra de Dios, quien ama profundamente no tiene miedo. ¡Mucho menos quien ame a Dios! Fiarnos de la palabra de Jesús supone contar con que él ya vela por nosotros, se “desvivió” (dio su vida) y continúa desviviéndose porque sintamos ese profundo y sincero amor. En su palabra no hay engaño, él no tiene otro interés que nuestro bien: ¿Por qué habría de mentirnos? Nos dijo que nos prepararía un sitio y sin duda lo tenemos junto a él. Eso sí, que nadie espere una suite con jacuzzi, porque esas, de existir están -en todo caso- reservadas a los que más sufrieron en este mundo, a los que más humillados y maltratados fueron. Y es que sabemos el camino como nos dice hoy Jesús, pero no siempre queremos recorrerlo. Es más fácil distraernos, preguntar cuál es y cómo se va, entretenernos de otro modo. Deja de temer y comienza a moverte: ¡Es tu oportunidad!

Cuarta Semana de Pascua

...en que no tememos

151


Viernes

Te reconocemos...

...en que no tememos

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar ¿Qué ves en la noche, dinos centinela? Dios como un almendro con la flor despierta; Dios que nunca duerme busca quien no duerma, y entre las diez vírgenes sólo hay cinco en vela. Gallos vigilantes que la noche alertan. Quien negó tres veces otras tres confiesa, y pregona el llanto lo que el miedo niega. Muerto le bajaban a la tumba nueva. Nunca tan adentro tuvo al sol la tierra. Daba el monte gritos, piedra contra piedra. Vi los cielos nuevos y la tierra nueva. Cristo entre los vivos, y la muerte muerta. Dios en las criaturas, ¡y eran todas buenas! Himno de la Liturgia de las Horas

152


Te reconocemos...

Sábado

Nos

preguntamos

¿Te cuesta pedir perdón y otorgarlo? Es lo mismo que les pasaba a los judíos de la lectura de hoy. El perdón es la máxima expresión de amor y acogida, pues amar cuando otro te ama es sencillo, pero hacerlo a pesar de la ofensa, requiere mayor gratuidad y desinterés. Hemos de crecer en el perdón, en la acogida del otro con su debilidad, y perdonar hasta setenta veces siete ¡aunque nadie te lo pida! Sin perdón es imposible que haya paz ni armonía. Es a través del perdón como nos llega la renovación de las relaciones.

Cuarta Semana de Pascua

...en que nos pides humildad

153


Sábado

Te reconocemos...

...en que nos pides humildad

Cuarta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la Palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y

Bernabé

dijeron

sin

contemplaciones:

«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la Palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra".». [Hch 13, 44-52]

154


Te reconocemos...

Sábado

La Palabra nos responde La dificultad de perdonar al igual que la envidia que padecían estos hombres obedece a la misma causa: la soberbia. El tenerse por más importante de lo que uno es. El creerse con derechos y privilegios que otros no deben poseer antes que yo. En cambio, Jesús pasó haciendo el bien, pero como uno de tantos. El “pueblo elegido” no tolera que la misericordia de Dios se abra también a los gentiles, que a ellos también alcance el mensaje mesiánico de Jesús. Muchos lo rechazarán, precisamente, porque no fue predicado primero a ellos, porque ellos no son sus destinatarios primordiales. . ¡Padre, perdónalos y perdónanos! La pascua nos anima a crecer en el sentimiento de fraternidad, de gozo compartido por la resurrección que a todos nos eleva y acerca a Dios.

Cuarta Semana de Pascua

...en que nos pides humildad

155


S谩bado

Te reconocemos...

...en que nos pides humildad

Cuarta Semana de Pascua

Orad sin cesar En mi debilidad me haces fuerte, en mi debilidad me haces fuerte, s贸lo en tu amor me haces fuerte, s贸lo en tu vida me haces fuerte, en mi debilidad te haces fuerte en m铆. Brotes de Olivo

156


[Hch 15, 10]

Quinta Semana de Pascua

¿Por qué provocáis a Dios?

La vida del cristiano no siempre es coherente con la fe que profesa. La misma Iglesia no siempre es coherente. Provocamos a Dios y escandalizamos a los hermanos. Esta semana pedimos perdón. 157


Quinta Semana de Pascua

“La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó. Precisamente el Concilio, en la Constitución dogmática Lumen gentium, afirmaba: «Mientras que Cristo, “santo, inocente, sin mancha”. (Hb 7, 26), no conoció el pecado. (cf. 2 Co 5, 21), sino que vino solamente a expiar los pecados del pueblo (cf. Hb 2, 17), la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación, y busca sin cesar la conversión y la renovación. La Iglesia continúa su peregrinación “en medio de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios”, anunciando la cruz y la muerte del Señor hasta que vuelva (cf. 1 Co 11, 26). Se siente fortalecida con la fuerza del Señor resucitado para poder superar con paciencia y amor todos los sufrimientos y dificultades, tanto interiores como exteriores, y revelar en el mundo el misterio de Cristo, aunque bajo sombras, sin embargo, con fidelidad hasta que al final se manifieste a plena luz»”. [Porta fidei 6, Benedicto XVI]

158


La tentación de...

Domingo

...vivir nuestra autonomía ante Dios

preguntamos

Vivimos en una sociedad donde se valora la libertad y la autonomía personal, como dos columnas imprescindibles que sostienen el sueño del hombre actual llamado autorrealización. Ante los distintos proyectos que se nos ofrecen para poder realizar nuestra fantasía, hay muchos que ven como única salida para poder crecer, la de dejar aparte toda cuestión religiosa: el hombre o Dios. Desde esta alternativa la conciencia moderna, ha ido restando importancia a cualquier referencia a Dios como algo de una conciencia mítica y pasada, para terminar privando de toda perspectiva transcendente a la vida humana. La tentación es instalarnos en el aquí y ahora.

Quinta Semana de Pascua

Nos

159


Domingo

La tentación de...

...vivir nuestra autonomía ante Dios

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos. [Jn 15, 1-8]

160


La tentación de...

Domingo

...vivir nuestra autonomía ante Dios

Con la bella y gráfica imagen de la vid y los sarmientos unidos a la cepa, Jesús nos ofrece todo un programa de realización personal. Ésta no la conseguimos mediante la conquista de libertad, destruyendo a Dios y a las demás personas que se presentan como obstáculos ante nuestros sueños. Ésta se realiza desde la COMUNIÓN: comunión con Dios fuente de la vida; comunión con las demás personas, en las que fluye la misma vida que hay en mí; comunión que se realiza en Jesús, cepa que distribuye la vida de Dios y que une a los distintos sarmientos. Separarnos de Cristo es separarnos de la fuente de la vida; cortar toda posibilidad de libertad y de realización. Para conseguir esa comunión en Cristo es necesaria la oración en la que cultivamos nuestros vínculos con Jesús; la escucha de la Palabra, en la que acogemos su proyecto de vida como luz en el camino vital; la comunión eucarística, en la que entramos en una especial unión con su presencia viva y resucitada, y que nos ofrece la posibilidad de realización.

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

161


Domingo

La tentación de...

...vivir nuestra autonomía ante Dios

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, por las veces en que vivo mi vida sin referencias a ti o como si no existieses. Perdón, Señor, por las veces en que me instalo en el aquí y ahora sin darle a mi vida ninguna perspectiva de trascendencia. Perdón, Señor, por las veces en que no cultivo la oración, me alejo de la lectura de la Escritura o descuido la participación en la Eucaristía, porque corto así toda vinculación con la fuente de la vida.

162


La tentación de...

Lunes

...convertir la comunión en ideas

preguntamos

Ayer se nos invitaba a vivir y acoger la vida como un don que se realiza en la comunión. Pero la idea de la comunión se presta a convertirla en ideología. ¿Cuántas personas hablan de comunión para pedir la uniformidad? ¿Cuántas veces hablamos de comunión y lo que perseguimos es que cada cual haga lo que crea? ¿Cuántas veces usamos la comunión para enmascarar intereses o miedos egoístas? Hoy le preguntamos a Jesús que nos explique qué entiende por comunión.

Quinta Semana de Pascua

Nos

163


Lunes

La tentación de...

...convertir la comunión en ideas

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él. […] El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. […] Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. [Jn 14, 21-26]

164


La tentación de...

Lunes

...convertir la comunión en ideas

Jesús nos invita a vivir el amor como un proceso de relación, diálogo y confianza entre él y su seguidor. Es esa relación de amar y ser amado la que abre el corazón para acoger su proyecto de vida, incluso aceptar con confianza las renuncias y mandatos que este proceso tenga, porque en este diálogo de amor hay confianza. La relación implica aceptación y entrega confiadas abiertas a un continuo crecimiento. Si olvidamos esta relación mutua en la que va naciendo el amor como aceptación, acogida y confianza, el cristianismo queda reducido a una mera filosofía o en una conducta moral. Y es esta relación mutua la que abre a la persona a la trascendencia: Dios es amor y donde hay amor allí está Dios. Experimentar el amor de Jesús y responder a él con amor confiado, pone a la persona en sintonía del amor divino, pues nada hay más de Dios que precisamente el amor, entendido éste como acogida y entrega confiada.

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

165


Lunes

La tentación de...

...convertir la comunión en ideas

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, porque en numerosas veces entiendo la fe como una lista de obligaciones a cumplir y me olvido que si no llego a establecer e incrementar mi relación contigo, mi fe se convertirá en una moral. Perdón, Señor, por la tentación de vivir la fe desde un perfeccionismo egoísta y no desde una relación mutua de amistad contigo en la que es necesario crecer en acogida, escucha, confianza y donación. Perdón, Señor, por las veces que entiendo el amor como un sentimiento vano y no me lleva a la entrega desinteresada.

166


La tentación de...

Martes

...no continuar con el anuncio

preguntamos

Vivimos con una tentación constante de recortar alas a las ansias de paz y confundir esta con la tranquilidad. Y la tranquilidad en numerosas ocasiones la confundimos con la comodidad y la instalación. Soñamos con vivir instalados, sin más preocupación que esperar que la vida se nos regale. Frente a esta actitud, Jesús nos invita a acoger la paz como un don ofrecido por él, que nos lanza a cruzar las fronteras de la instalación y a comunicarla y anunciarla a los cuatro vientos.

Quinta Semana de Pascua

Nos

167


Martes

La tentación de...

...no continuar con el anuncio

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

“La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado". Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago”. Pablo y Bernabé se embarcaron para Antioquia, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.

[Jn 14, 27-31a; Hch 14, 19-28] 168


La tentación de...

Martes

...no continuar con el anuncio

A los apóstoles, a Pablo, a ti y a todos nos cuesta romper y zarpar. Jesús ofrece su paz a los apóstoles como fruto de la resurrección y junto con su paz se despide de ellos. Son ellos los que tienen que ser ahora los portadores de la paz de Dios al mundo. Los apóstoles a su vez, han de desinstalarse para hacer que esta paz llegue hasta el confín de la tierra. Pablo y Bernabé, eslabones de esa cadena de transmisión de paz, guiados por el Espíritu, han anunciado el Evangelio y la Paz en Derbe, y de ahí se embarcan a Antioquía. Tú también has de romper amarras para que la paz que nace de Cristo Resucitado siga propagándose y llegando a toda persona de todo tiempo. ¿Qué amarras has de romper?

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

169


Martes

La tentación de...

...no continuar con el anuncio

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, por las veces en que busco acomodarme y me instalo en mis seguridades. Perdón, Señor, por las veces que prefiero vivir una paz sin conflicto y huyo de aquellas situaciones que esperan o necesitan de la paz nacida en tu resurrección. Perdón, Señor, por las veces en que entiendo la vida como una inversión y prefiero vivir de las rentas del pasado que afrontar el futuro con un talante misionero. Perdón, Señor, por las veces en que valoro más lo conseguido y no el reto de cuanto falta.

170


La tentación de...

Miércoles

...hacer de la costumbre, norma

preguntamos

Reza un refrán muy castellano que las personas “somos animales de costumbres”. Verdaderamente las costumbres nos facilitan la vida, ofreciéndonos respuestas estereotipadas ante estímulos iguales, evitándonos tener que inventar respuestas originales. El problema surge cuando nos encorsetamos tanto a las costumbres y a las normas que hacemos de ellas las columnas de la fe. Es entonces cuando las tradiciones y las normas privan a la experiencia religiosa del frescor de la espiritualidad, y encorsetan a la persona en una superestructura divinizada que pone a la persona y al mismo Dios a su servicio.

Quinta Semana de Pascua

Nos

171


Miércoles

La tentación de...

...hacer de la costumbre, norma

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

“Yo soy la verdadera vid y mi Padre el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca”.

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé. [Jn 15, 1-8; Hch 15, 1-6]

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La tentación de...

Miércoles

...hacer de la costumbre, norma

A través de imagen de la vid, de nuevo, nos ofrece Jesús una bonita reflexión sobre el continuo discernimiento que el creyente ha de tener en su vida para distinguir qué es lo importante y qué lo accesorio; cuál es la cepa de donde viene la savia y cuáles son los sarmientos secos que ya no ofrecen vida. Lo mismo que el viñador, de forma periódica, ha de discernir, frente a la vid, qué sarmientos podar y cuáles dejar; cuáles recortar y cuáles dejar crecer y todo con la finalidad de que la vida de la vid llegue a todos los sarmientos con fuerza y éstos puedan ofrecer sabrosos frutos. Éste es el discernimiento que la primera comunidad hizo ante costumbres como la circuncisión. A pesar de su tradición, decidieron cortar con ella porque no ofrecía ya la vida nueva de Cristo. También tú debes discernir, en tu vida, qué es lo que has de potenciar y qué es lo que has de ir cortando; qué te sigue sirviendo y qué es lo que te resta vida.

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

173


Miércoles

La tentación de...

...hacer de la costumbre, norma

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, por poner mi confianza en las costumbres y en las normas y no en la vida que ellas ofrecen. Perdón, Señor, por rehuir el dolor y el esfuerzo que supone podar o cercenar costumbres o valores de mi vida que me privan de la vitalidad del Espíritu. Perdón, Señor, por poner las costumbres e incluso normas por encima del respeto y el amor a la otra persona, y me atrevo a condenarlo o a desdeñarlo.

174


La tentación de...

Jueves

...creer que lo nuestro es lo mejor San Juan de Ávila

preguntamos

Si ayer Jesús nos manteníamos alertas frente a las tradiciones y normas, hoy enfrentamos frente a la tentación de creer que lo mío es mejor que lo del otro. Fácilmente, cuando uno se encuentra a personas que han cambiado de ciudad o de región, y hoy día incluso de país, qué fácil es juzgar las expresiones religiosas, las formas e incluso la misma fe; pero el mayor juicio se hace cuando se juzga la forma del otro, bien como heterodoxa, bien como arcaicas o rancia, por no ajustarse al cliché que yo tengo de cómo deben ser las cosas.

Quinta Semana de Pascua

Nos

175


Jueves

La tentación de...

...creer que lo nuestro es lo mejor

San Juan de Ávila

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

Hermanos: Desde los primeros días, como sabéis, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca el mensaje del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué provocáis a Dios ahora, imponiendo a esos discípulos una carga que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús. [Hch. 15, 7-21]

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La tentación de...

Jueves

...creer que lo nuestro es lo mejor San Juan de Ávila

Pablo es el que hoy nos dirige la palabra en nombre de Jesús. Nos pide acoger al otro desde lo más radical de su persona con respeto y cariño, no simplemente con tolerancia. Unidos en Cristo, reconociendo como Pablo, que somos distintos, confesamos que Dios no hace acepción de personas, sino que todos hemos sido iluminados por la luz de la fe. Si confesamos que su experiencia de Cristo es auténtica, porque nace de la acogida del Señor Jesús, también su forma de vivir la fe es tan válida como la mía. Lo importante es vivir la comunión que nace de compartir la misma fe y no la división que por ser distintos hace que esta fe se viva de forma distinta. La fe está llamada a ser pluriforme al encarnarse en culturas, historias, edades distintas, pero todas ellas encierran misma raíz.

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

177


Jueves

La tentación de...

...creer que lo nuestro es lo mejor

San Juan de Ávila

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, por las veces en que valoro más el compartir la misma ideología o la misma cultura que compartir la misma fe en Cristo, aunque esta lleve a adoptar opciones ideológicas distintas o se exprese en formas culturales diferentes. Perdón, Señor, por las veces en que juzgo a quienes no viven la fe en tu Hijo Jesucristo como yo la vivo, o a quienes tienen otras formas de expresar su experiencia religiosa. Perdón, Señor, por las veces en que mi etnocentrismo europeo me lleva a mirar por encima del hombro a otras formas de ser Iglesia. Hoy en el día del Maestro Juan de Ávila, te pedimos por todos las sacerdotes españoles que lo tienen por patrón, y por quienes se preparan para el sacerdocio, para que como él, sean doctos a la vez que sencillos en la proclamación del Evangelio.

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La tentación de...

Viernes

...creerse protagonista

preguntamos

Uno de los sueños míticos que todos albergamos es la de pasar a la historia como héroes. Cuando se vivía en pequeños círculos, era fácil que se recordara a las personas a través de los recuerdos orales, pero en un mundo globalizado y urbano las pequeñas gestas de cada día quedan en el silencio del anonimato. Por esta razón, algunos de los jóvenes, se resisten a lo prosaico, al anonimato que marca la vida, y buscan al menos pasar a la historia firmando con grafitis las calles de la ciudad. Todos sentimos la tentación de sentirnos protagonistas de la historia.

Quinta Semana de Pascua

Nos

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Viernes

La tentación de...

...creerse protagonista

Quinta Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra “Ya no os llamo siervos, a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure”.

Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, y les entregaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia». [Jn 15, 12-17; Hch 15, 22-31]

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La tentación de...

Viernes

La Palabra nos responde Frente a la tentación de ser protagonistas heroicos que pasen a formar parte de la historia, la oferta que nos hace Jesús es a sentirnos parte de una red de personas enviadas por él mismo a anunciar el Evangelio. Sin anular nuestra identidad personal, ofreciendo lo mejor de nuestra persona, sumarnos a un proyecto más grande que nosotros mismos, en comunión con otras personas de todo el mundo y de los más de veinte siglos de historia del cristianismo.

Quinta Semana de Pascua

...creerse protagonista

El día que acababa la JMJ de Madrid una chica de mediana edad se acercó a los sacerdotes de la parroquia a dar las gracias por haber contado con la colaboración de sus padres. Se habían sentido miembros y colaboradores, desde su trabajo sencillo en la parroquia, de un gran proyecto universal como es el ofrecer el Evangelio a los jóvenes de nuestro mundo.

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Viernes

La tentación de...

...creerse protagonista

Quinta Semana de Pascua

Orad sin cesar Perdón, Señor, por las veces que me dejo llevar del individualismo y me embarco en proyectos en los que se me ofrece ser protagonista y no comparto éste con otros compañeros. Perdón, Señor, por las veces en que no construyo o rompo la red de la comunión eclesial, buscando sacar adelante mis ideas y proyectos, en vez de buscar un protagonismo de comunión. Perdón, Señor, por las veces en que no dejo que los pobres y desheredados sean los principales protagonistas del anuncio evangélico.

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La tentación de...

Sábado

...la complacencia

preguntamos

Cuando era pequeño se me aconsejaba pasar desapercibido: no destacar ni por lo más ni por lo menos. Es la tentación de disolverse en el grupo y no aportar nada. Se esconde debajo el miedo al vacío y a la soledad. Para la persona es más cómodo pasar desapercibido y como un camaleón, acomodarse al color predominante. No se trata esto de una estrategia de mercado sino de una forma de estar en la realidad. En definitiva es una expresión del egoísmo que no busca más que vivir y dejar vivir sin problemas.

Quinta Semana de Pascua

Nos

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Sábado

La tentación de...

...la complacencia

A la escucha de la Palabra Quinta Semana de Pascua

«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra".».

Como el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y Galacia. Al llegar a la frontera de Misia, intentaron entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo consintió. [Jn 15, 18-21; Hch 16, 1-10]

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La tentación de...

Sábado

...la complacencia

El Evangelio y la fe en Cristo Jesús tiene una dimensión profética a la que difícilmente se puede renunciar sin privar al mensaje de Jesús y a su misma persona de la fuerza de Dios. El Evangelio genera tensión que permite seguir caminando y construyendo el Reino: “el ya pero todavía no”. Por eso siempre hay un desajuste entre la fe y el presente social vivido. Este desajuste es el que en ciertos momentos históricos genera una confrontación abierta con la fe, que se traduce en persecución. Pero es necesario este desajuste para que el Reino genere tensión de futuro en el mundo presente. La tentación que podemos tener es olvidarnos de esta tensión y querer que el Reino se acomode al presente; entonces el reino dejará de ser de Dios y se convertirá en nuestro reino. Cada día hemos de pedir en la oración tener capacidad para vivir la tensión de este desajuste.

Quinta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

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Sábado

La tentación de...

...la complacencia

Orad sin cesar Quinta Semana de Pascua

Perdón, Señor, por las veces que me da miedo el conflicto y privo a la fe de su dimensión profética. Perdón, Señor, por las veces en que prefiero ir de víctima por la vida en vez de afrontar el conflicto del Reino desde los sentimientos de Jesús, como son la entrega, la gratuidad y el perdón. Perdón, Señor, si mi fe tiende a acomodarse a los valores socialmente más extendidos o más poderosos. Perdón, Señor, por cuantas veces no acudo a ti para pedirte fidelidad y fortaleza para vivir la tensión del Reino.

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[Jn 16, 17]

Sexta Semana de Pascua

¿Qué es eso que nos dice?

Jesús anuncia su partida junto al Padre. Es el momento de las despedidas, y de que los discípulos crezcan. Es el tiempo de la mayoría de la edad de la Iglesia. 187


Sexta Semana de Pascua

“Llegados sus últimos días, el apóstol Pablo pidió al discípulo Timoteo que «buscara la fe» (cf. 2 Tm 2, 22) con la misma constancia de cuando era niño (cf. 2 Tm 3, 15). Escuchemos esta invitación como dirigida a cada uno de nosotros, para que nadie se vuelva perezoso en la fe. Ella es compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros. Tratando de percibir los signos de los tiempos en la historia actual, nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo. Lo que el mundo necesita hoy de manera especial es el testimonio creíble de los que, iluminados en la mente y el corazón por la Palabra del Señor, son capaces de abrir el corazón y la mente de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera, ésa que no tiene fin”. [Porta fidei 15, Benedicto XVI]

188


Tu Palabra nos habla...

Domingo

...de igualdad

preguntamos

La Palabra de Dios que viene hoy a nuestro encuentro puede parecer, a primera vista, una mera historieta, una anécdota que se contaba en las primeras comunidades cristianas y que, de tanto repetirse entró en el libro de los Hechos. Nada más lejos de la realidad: hoy el Señor nos aclara, con Pedro, que nos llama a todos, que nos ama a todos.

Sexta Semana de Pascua

Nos

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Domingo

Tu Palabra nos habla... ...de igualdad

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

Cuando iba a entrar Pedro, salió Cornelio a su encuentro y se echó a sus pies a modo de homenaje, pero Pedro lo alzó, diciendo: «Levántate, que soy un hombre como tú». Pedro tomó la palabra y dijo: «Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea». Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu Santo sobre todos los que escuchaban sus palabras. Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos, que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se derramara también sobre los gentiles. Pedro añadió: «¿Se puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo igual que nosotros?». Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo.

190

[Hch 10, 25-26. 34-35. 44-48]


Tu Palabra nos habla...

Domingo

...de igualdad

“Está claro que Dios no hace distinciones”, dice san Pedro, “sea de la nación que sea”. No sé si hoy tenemos tan claro esto que parece tan básico y elemental. En el siglo primero, que se dijera que Dios ama igual a un judío, que a un griego, era todo un escándalo, sobre todo para los primeros. Hoy esta igualdad está proclamada solemnemente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todos los políticos dicen defenderla con todas sus fuerzas, los sindicatos hacen huelgas cuando se infringen, pero, si vamos a lo concreto, con frecuencia no tratamos igual al inmigrante que al español, al indigente que a la señora que espera en la fila del banco. La Declaración de los Derechos Humanos ha hecho un gran bien a la humanidad, no cabe duda, pero sentir en nuestra vida, en nuestro día a día concreto, que Dios nos ama y, que ese mismo Amor es el que siente por el indigente que duerme en la calle o por el inmigrante que acaba de llegar, exhausto, en patera, es algo que transforma y convierte en transmisor del Amor de Dios a toda persona “sea de la nación que sea”.

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

191


Domingo

Tu Palabra nos habla... ...de igualdad

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Señor, enséñanos a amar a aquellos que no tienen quien los ame. Hay millones de seres humanos, tus hijos y nuestros hermanos, que mueren de hambre sin haberlo merecido, que mueren de sed, sin haber hecho nada para morir de sed, que no te conocen sin ser culpables de esta ignorancia. Señor, no permitas que vivamos felices y satisfechos en nuestro pequeño mundo. Haznos entender la angustia de la miseria universal y líbranos de nuestro yo, ciego y solitario. Esta es nuestra ardiente oración.

192


Tu Palabra nos habla...

Lunes

...de Amor

preguntamos

Hoy Jesús nos dice palabras bien hermosas, nos habla de Amor, del Amor con el que el Padre le ama, el mismo con el que nos ama a cada uno de nosotros. Ese Amor no puede quedar estancado en nosotros, Como el Amor del Padre no quedó estancado en Cristo, hemos de compartirlo con todos, hemos de darlo en cada día, en cada respiro, en cada suspiro.

Sexta Semana de Pascua

Nos

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Lunes

Tu Palabra nos habla... ...de Amor

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

194

[Jn 15, 9-17]


Tu Palabra nos habla...

Lunes

...de Amor

La Palabra de Dios de hoy es de lo más paradójico. A primera vista parece una “declaración de amor” de Jesús a sus amigos, pero no podemos olvidar que estamos ante una despedida. Jesús acaba de decir a sus amigos que pronto se irá y, sin embargo, su mayor preocupación es que se amen entre ellos, que permanezcan en ese Amor que les ha transmitido. Si se lo dice, no es para entristecerles, todo lo contrario, es para que sean plenamente alegres. Aquello que celebramos hace ya más de un mes, y que seguimos celebrando aún hoy, no se nos puede olvidar nunca: la cruz de Cristo, su pasión y su muerte, es un acto sublime de Amor, y no una mera desgracia, una pérdida de alguien querido. ¡Cristo ha resucitado! No lo olvidemos. Ahora es el momento de iluminar la oscuridad de la Pasión, de responder las preguntas, las dudas que bombardearon nuestra mente y nuestro corazón ante la injusticia de la cruz que, por el inmenso Amor de Dios, se convirtió en árbol de Vida.

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

195


Lunes

Tu Palabra nos habla... ...de Amor

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Vengo a Ti, Señor, para que me des la mano antes de comenzar el camino de este tiempo. Que tus ojos se posen un momento en los míos. Que me encuentre a mí mismo con la certeza de que tú me acompañas. Mete dentro de mí tu Palabra, ¡mientras atraviese el desierto del ruido! Que la fuerza de tu Palabra entre en mis pensamientos, en mis miedos, en mis debilidades, y que se detenga allí donde se necesite renovar la vida. Mauricio Baeza

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Tu Palabra nos habla...

Martes

...de esperanza

preguntamos

La Palabra de Dios de hoy nos clarifica mucho, en ella Jesús nos desvela lo que pasará cuando él se vaya, pero a la vez, es un poco confusa, sobre todo por el lenguaje que utiliza en la última parte. Pidámosle al Señor que nos ilumine antes de leer este fragmento de la Palabra: Señor, ¡danos más fe!

Sexta Semana de Pascua

Nos

197


Martes

Tu Palabra nos habla... ...de esperanza

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?". Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado». [Jn 16, 5-11]

198


Tu Palabra nos habla...

Martes

...de esperanza

Hoy Jesús “echa en cara” a sus discípulos que ninguno le pregunte “¿Adónde vas?”. Están tristes porque se va, pero no son capaces de ver más allá. Si recordaran aquello que les dijo Jesús, que venía del Padre y al Padre volvía, no estarían tristes, pero no pueden asimilar tanto… ¡solos! He aquí la esperanza: Jesús cuando se vaya, cuando vuelva al Padre, les enviará el Espíritu Santo, el Defensor. Sólo así podrán asimilar aquello que Jesús les estaba diciendo. El Espíritu aportará tres pruebas que, a nosotros, nos pueden “chirriar” un poco: un pecado, una justicia y una condena. El pecado que nos hará reconocer el Espíritu será la ceguera, la negación a creer que Cristo ha sido enviado por Dios. La justicia propuesta por Cristo -sí al amor y no al odio- se ve confirmada por el retorno de Cristo al Padre y el envío del Espíritu. Finalmente, el príncipe de este mundo, no nos enseña más que odio, pero la muerte y resurrección de Cristo ha significado la victoria del Amor sobre el odio, de la Vida sobre la muerte.

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

199


Martes

Tu Palabra nos habla... ...de esperanza

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Padre de Jesucristo, te damos gracias porque en él vino tu luz al mundo para librarnos de las tinieblas y guiarnos por el camino de la vida. Te damos gracias porque él está siempre con nosotros, con tal que tengamos ojos para ver, porque no deja de hablarnos, con tal de que tengamos oídos para escuchar. Concédenos unos ojos y unos oídos nuevos para detectar su presencia y escuchar su llamada en nuestra vida y en la vida de los demás, y danos el coraje de seguirle, cualquiera que sea la Jerusalén a la que nos lleve, ahora y por toda la eternidad. Amén. Piet Van Breemen, sj

200


Tu Palabra nos habla...

Miércoles

...de dejarnos guiar por el Espíritu

preguntamos

Hoy te propongo que traigas a tu memoria al menos una de las dos imágenes que espero hayas podido vivir al menos una vez en la vida (de no ser así, te invito a ello). ¿Te acuerdas de aquel día en el que pudiste disfrutar contemplando la inmensidad del mar sentado sobre la arena de una playa? ¿O de aquella noche que tumbado sobre la hierba quedabas enmudecido ante el cielo estrellado? ¿No has querido nunca llegar nadando hasta el horizonte del océano? ¿O ser capaz de llegar al final de aquella infinidad de estrellas? Esto es un pálido reflejo de lo que nos acontece ante el misterio de la Santísima Trinidad.

Sexta Semana de Pascua

Nos

201


Miércoles

Tu Palabra nos habla... ...de dejarnos guiar por el Espíritu

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que toma de lo mío y os lo anunciará». [Jn 16, 12-15]

202


Tu Palabra nos habla...

Miércoles

...de dejarnos guiar por el Espíritu

La experiencia de Dios se da en la relación con él. La oración, sin ser el único lugar de la experiencia de Dios, es lugar privilegiado de cultivo de esa relación. Seguramente has escuchado más de una vez que “a orar se aprende orando”. Dios tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al oído, al corazón. Quiere verte a los ojos y, con sólo su mirada, decirte que te ama. Pero quizá tampoco ahora estemos preparados para digerir lo que él nos quiere decir. Quizá todavía vivimos apegados a las cosas de la tierra y no hemos aprendido aún a poner nuestros ojos y nuestro corazón en lo que es. . verdaderamente importante. Dejémonos acompañar por Dios a través del Espíritu Santo. Él nos enseñará a leer los signos de los tiempos, a ver la mano de Dios en los acontecimientos de nuestra vida ordinaria. Resulta asombroso pensar que ese mismo Espíritu que guió a Jesús durante su vida, y que fue donado a sus discípulos es el que ahora nos impulsa a caminar en nuestro día a día.

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

203


Miércoles

Tu Palabra nos habla... ...de dejarnos guiar por el Espíritu

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Espíritu Santo, eres viento: llévame donde quieras; eres brisa: déjame respirar lo nuevo; eres fuerza: levántame del suelo; eres vida: dame pasión por la vida; eres alimento: nútreme de tu savia; eres luz: ilumíname con tus rayos; eres calor: calienta mi existencia; eres libertad: hazme libre; eres fecundidad: cúbreme con tu sombra; eres agua viva: dame de beber; eres respuesta: dame fuerza para decir sí al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu Santo. Anónimo

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Tu Palabra nos habla...

Jueves

...de incomprensión

preguntamos

¡Cuántas veces no entendemos nada! Debo reconocer que me siento tremendamente identificado con los discípulos cuando parecen no comprender qué significa lo que Jesús quiere decirles. Y es que hay muchas veces que en mi vida desconozco por qué acontecen determinadas situaciones. Es difícil saber qué quiere Dios de mí, saber cómo pretende que le conozca, dar sentido a acontecimientos que aparentemente no lo tienen. La pregunta que los discípulos, desconcertados, realizan, es también una pregunta mía. Tal vez la única respuesta posible sea la que da Jesús. Estemos atentos hoy, pues como todos los días, Dios tiene una palabra exclusiva para ti.

Sexta Semana de Pascua

Nos

205


Jueves

Tu Palabra nos habla... ...de incomprensión

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de "dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver", y eso de "me voy con el Padre"?». Y se preguntaban: «¿Qué significa ese "poco"? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: "Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver"? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría». [Jn 16, 16-20]

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Tu Palabra nos habla...

Jueves

...de incomprensión

La partida de Jesús genera tristeza y confusión. Sus palabras resultan un jeroglífico: “Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver”. Imagino los rostros de los discípulos con “cara de poker” preguntándose, una vez más, qué significaría todo aquello. Están desconsolados, sufren por la partida del maestro, también por su incomprensión. ¿Cuántas veces hemos escuchado que el cristiano debe estar siempre feliz, sonriendo? ¿Cuándo dijo Cristo que lo importante era estar siempre feliz? ¿No vivimos, en este sentido, un poco alejados de la verdadera realidad? Este pasaje nos enseña que estar tristes o contentos no depende de nosotros ni es lo más importante. El dolor tiene varias y muy válidas razones para existir. Jesús sabe que sus discípulos no entienden, pero les ama; un amor que extiende a cada uno de nosotros. No se trata de que entendamos todo. Él sabe de quién se ha fiado, ¿no crees?

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

207


Jueves

Tu Palabra nos habla... ...de incomprensión

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Amo, Señor, tus sendas y me es suave la carga (la llevaron tus hombros) que en mis hombros pusiste; pero, a veces, encuentro que la jornada es larga, que el cielo ante mis ojos de tiniebla se viste, que el agua del camino es amarga..., es amarga, que se enfría este ardiente corazón que me diste; y una sombría y honda desolación me embarga, y siento el alma triste, hasta la muerte, triste... El espíritu débil y la carne cobarde, lo mismo que el cansancio labriego, por la tarde, de la dura fatiga quisiera reposar. Mas entonces me miras, y se llena de estrellas, Señor, la oscura noche. Y detrás de tus huellas, con la cruz que llevaste, me es dulce caminar. José Luis Blanco Vega sj

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Tu Palabra nos habla...

Viernes

...de alegría

preguntamos

Algo nuevo está a punto de nacer ¿no lo notas? Mira un poco a tu alrededor ¿no te parece que todo está marcado por una crisis a la que se le acentúa el sufrimiento? ¿Acaso no hay razones para tener esperanzas? ¿Dónde debemos centrar nuestra mirada los cristianos, en lo doloroso o en la esperanza?

Sexta Semana de Pascua

Nos

209


Viernes

Tu Palabra nos habla... ...de alegría

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada». [Jn 16, 20-23a]

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Tu Palabra nos habla...

Viernes

...de alegría

Todos y todas pasamos por momentos de dolor, de sufrimiento, de tristeza. Son momentos que parecen no acabar nunca. Ante ellos Jesús propone una imagen: la mujer que va a dar a luz. Nos ofrece una visión nueva. El dolor, el sufrimiento no se acaban en ellos mismos sino que son fuente de vida, fuente de esperanza para quienes creen en él. Nuestra sociedad parece vivir un momento de desaliento, de sufrimiento ante una crisis en todos los sentidos, pero ¿nos vamos a quedar ahí anclados? ¿Vamos a vivir en el pesimismo de las malas noticias de telediarios y periódicos o como cristianos vamos a mirar con esperanzas? ¿Acáso no nos ha dicho el Señor que estará con nosotros? ¿Quién entonces nos puede robar la alegría?

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

211


Viernes

Tu Palabra nos habla... ...de alegría

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Querido Dios: Estoy lleno de anhelos, llenos de deseos, lleno de expectativas. Algunos se realizarán; muchos no, pero en medio de todas mis satisfacciones y decepciones, confío en ti. Sé que nunca me dejarás solo y que cumplirás tus promesas divinas. Aún cuando parezca que las cosas no siguen mi camino, sé que siguen el tuyo y que, finalmente, tu camino es el mejor para mí. ¡Oh, Señor! Refuerza mi esperanza, en particular cuando mis numerosos deseos no se cumplen. Nunca dejes que olvide que tu nombre es Amor. Amén. Henri Nouwen

212


Tu Palabra nos habla...

Sábado

...de pedir y recibir

preguntamos

¿Se me da mejor dar o recibir? ¿Soy detallista o más bien me gusta que tengan detalles conmigo? Hoy Jesús nos va a hacer una propuesta, que seamos capaces de dejarnos hacer un regalo. ¿Estás dispuesto a acogerlo? Pero no pienses que Dios es el genio de la lámpara, aquí no tienes solo tres deseos, puedes pedir cuanto quieras con una finalidad: que tu alegría sea completa. ¿Qué podemos pedir para que estemos siempre alegres? ¿Todo lo que deseo me llenaría de alegría?

Sexta Semana de Pascua

Nos

213


Sábado

Tu Palabra nos habla... ...de pedir y recibir

A la escucha de la Palabra Sexta Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no

hablaré

en

comparaciones,

sino

que

os

hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre». [Jn 16, 23b-28]

214


Tu Palabra nos habla...

Sábado

...de pedir y recibir

Dios respeta nuestra libertad, sabe el momento que cada uno vive y entiende que hay momentos en los que nos cerramos a su don, a su darse, a su comunicarse, a su gratuidad. Hoy en el Evangelio se nos invita a estar abiertos a la acción de Dios, reconocernos necesitados, a ser capaces de darnos cuenta de que sólo con nuestras fuerzas no podemos. Además nos muestra que hay razón para la esperanza: Jesucristo. Él está junto al Padre, lleno de amor por el hombre y él intercede por nosotros. Él nos habló del Padre en parábolas y con claridad, en la Cruz y la Resurrección. Allí nos dejó ver a un Padre rebosante de amor por el hombre. ¿Cómo no confiar y abrirnos al don de este Dios?

Sexta Semana de Pascua

La Palabra nos responde

215


Sábado

Tu Palabra nos habla... ...de pedir y recibir

Orad sin cesar Sexta Semana de Pascua

Siguiendo las indicaciones que Jesús nos da en el Evangelio de hoy, oramos al Padre poniendo en sus manos nuestras necesidades y deseos: Padre, te pido que mi alegría sea completa, que no viva dejándome llevar por el pesimismo. Padre, te pedido que me ayudes a entender qué quieres de mí, cuál es tu voluntad. Padre, te pido por los que sufren, por aquellos que piden y no se les da. Ayúdame a ser mano tuya que se tienda hacia ellos. Padre…

216


[Jn 16, 31]

Séptima Semana de Pascua

¿Ahora creéis?

La fe de los apóstoles ha ido madurando, logrando comprender y dando razón de lo acontecido en Jesucristo. El Espíritu les ha revelado la Verdad. ¿En qué creemos? 217


Séptima Semana de Pascua

“Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro (cf. Mt 10, 28). Creyeron en las palabras con las que anunciaba el Reino de Dios, que está presente y se realiza en su persona (cf. Lc 11, 20). Vivieron en comunión de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas, dejándoles una nueva regla de vida por la que serían reconocidos como sus discípulos después de su muerte (cf. Jn 13, 34-35). Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda criatura (cf. Mc 16, 15) y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de la resurrección, de la que fueron testigos fieles. Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de los Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para atender las necesidades de los hermanos (cf. Hch 2, 42-47)”. [Porta fidei 13, Benedicto XVI]

218


Creemos en...

Domingo

...que necesitamos a Dios Ascensión del Señor

preguntamos

Nos preguntamos si nuestra vida está llamada a la «ascensión» y es verdad. Está impulsada por la esperanza hacia la realidad del nuevo y definitivo mundo, realidad comenzada ya aquí, pero que tendrá su culmen cuando el Señor vuelva. Mientras tanto, todos nosotros estamos invitados a llevar el mandato que el Señor nos hace este día, que es el de pregonar el Evangelio por todas partes. Ahí queda esta gran responsabilidad. Habrá que preguntarse entonces si nuestra vida está llamada a la Ascensión o si nos hemos quedado en el Viernes Santo.

Séptima Semana de Pascua

Nos

219


Domingo

Creemos en...

...que necesitamos a Dios

Ascensión del Señor

A la escucha de la Palabra Séptima Semana de Pascua

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. [Mc 16, 15-20]

220


Creemos en...

Domingo

...que necesitamos a Dios Ascensión del Señor

En este día de la Ascensión al cielo, Jesús quiere ser deseado por su ausencia y no simplemente aceptado por su presencia. Esta es la invitación que nos hace el Señor. Quien siente más la ausencia que la presencia, porque no le basta cualquier forma de presencia entonces es que no ha entendido el mensaje del Reino de Dios. Hoy nos resulta fácil buscar a Dios cuando su ausencia parece que se ha intensificado: en la sociedad secularizada, en la corrupción, en la violencia, en la miseria e injusticia. Hay demasiada necesidad de salvación, como para no. echar de menos a Jesús. ¿Cómo está presente en todo esto Aquel que parece estar ausente? Sólo desde el amor podemos entender que es posible descubrir la presencia resucitadora de Jesús en el mundo. Sólo desde el amor entendemos que la ausencia de Jesús terrenal, es presencia total en el mundo hasta el fin de los tiempos. Habrá que empezar a sorprenderse por la nueva presencia de Jesús. No tengamos miedo de no encontrar a Dios en el mundo. Basta con que miremos al hermano solo, abandonado, pobre. Ahí está Dios.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

221


Domingo

Creemos en...

...que necesitamos a Dios

Ascensión del Señor

Orad sin cesar Séptima Semana de Pascua

Creemos en… que Dios no deja al hombre sólo en este mundo. Creemos que nos ha confiado la tarea de ir por todo el mundo anunciando el Evangelio, asegurándonos que él mismo nos acompañará confirmando la Palabra. Creemos, hoy más que nunca, que el mundo necesita de la presencia de Dios, y nosotros somos portadores de la Buena Noticia. Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, Don, en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén. Aleluya. Secuencia de Pentecostés

222


Creemos en...

Lunes

...la victoria de la Paz

preguntamos

Muchas veces nos preguntamos si realmente creemos, si nuestra fe es sólida y firme, y muchas veces nos damos cuenta que nos falta algo, para descubrir que realmente Jesús es el único que nos pueda dar esa paz de espíritu para seguir nuestro camino, nuestro día a día. Creemos que Jesús es el Señor, pero muchas veces vivimos como si no lo fuese. ¿Seremos capaces de vivir en coherencia el Evangelio? ¿Seremos capaces de creer en Dios y de entender cuál es el proyecto que tiene para cada uno de nosotros?

Séptima Semana de Pascua

Nos

223


Lunes

Creemos en...

...la victoria de la Paz

A la escucha de la Palabra Séptima Semana de Pascua

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios». Les contestó Jesús: ¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo». [Jn 16, 29-33]

224


Creemos en...

Lunes

...la victoria de la Paz

«Ahora si que hablas claro». Realmente siempre el Señor nos ha hablado claro, lo que pasa es que en numerosas ocasiones en nuestra vida y en nuestro corazón no queremos dejarnos interpelar por la Palabra de Dios, ya que sabemos que muchas veces, en lugar de darnos supuestamente esa paz de corazón, el Evangelio nos complica la vida. ¿O tal vez nos implica con el mundo? Es verdad que hemos de afrontar luchas y dificultades en el día a día, pero no perderemos la paz en nuestra vida ya que la fuerza del Espíritu está en nosotros. Jesús ha vencido al mundo. A la luz de su muerte y resurrección, nosotros también “venceremos” si empezamos a creer que también todos somos portadores de la Buena Noticia que es Cristo Resucitado. Tal vez, hoy debemos pedir al Señor que nos conceda una fe robusta y adulta, desde una oración humilde para encontrar la Paz en él y seguir nuestro día a día.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

225


Lunes

Creemos en...

...la victoria de la Paz

Orad sin cesar Séptima Semana de Pascua

Creemos en… que Jesús es el camino para construir la Paz en el mundo. Todos somos responsables de ella, y desde la fe nos sentimos implicados en ese camino de paz, desde el Evangelio.

Envía, Señor, tu Espíritu que renueve nuestros corazones. Envíanos, Señor, tu luz y tu calor, que alumbre nuestros pasos, que encienda nuestro amor. Envíanos tu Espíritu y un rayo de tu luz encienda nuestras vidas en llamas de verdad. Envíanos, Señor, tu fuerza y tu valor, que libre nuestros miedos, que anime nuestro ardor. Envíanos tu Espíritu, impulso creador, que infunda en nuestras vidas la fuerza de tu amor. Envíanos, Señor, la luz de tu verdad, que alumbre tantas sombras de nuestro caminar. Envíanos tu Espíritu; su don renovador engendre nuevos hombres con nuevo corazón.

226

J. Madurga


Creemos en...

Martes

...la fuerza de la oración

preguntamos

¿Cómo andamos de oración? Hoy nos encontramos a Jesús rezando. Ya sabemos que la oración es parte fundamental para cualquier cristiano, y por ello, estamos siguiendo este Cuaderno de Oración. Pero, ¿acudimos a Dios a través de la oración sólo en los momentos difíciles de nuestra vida?, o ¿es una oración confiada y esperanzada en el Señor? Hoy Jesús se encuentra con sus discípulos en actitud de oración, una oración confiada al Padre. Hagamos también de nuestra oración en este día, una oración de confianza a Dios.

Séptima Semana de Pascua

Nos

227


Martes

Creemos en...

...la fuerza de la oración

A la escucha de la Palabra Séptima Semana de Pascua

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. […] Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti». [Jn 17, 1-11a]

228


Creemos en...

Martes

...la fuerza de la oración

Hoy la Palabra es una invitación a la oración personal. La oración es hablar con Dios como personas libres. Saber rezar no es difícil, basta hablar con Dios. Necesitamos orar, ya sea en medio del día a día, o desde la soledad del momento. Porque la oración, la contemplación y la experiencia de Dios, cuando son auténticas, nos abren las puertas de la libertad, una libertad plena que sólo Dios es capaz de trasmitirnos. Tal vez hoy podamos orar sobre el sueño que Dios tiene para cada uno de nosotros, porque cada uno de nosotros tenemos una misión encomendada. El Señor cuenta contigo, para ser buena noticia a los hermanos. Pero sólo podremos descubrir cuál es esa misión si nos ponemos a orar, y a abrir nuestro corazón a la presencia resucitada del Señor.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

229


Martes

Creemos en...

...la fuerza de la oración

Orad sin cesar Séptima Semana de Pascua

Creemos en… la fuerza de la oración para mover el mundo y nuestros corazones. Sólo la oración, nacida desde la confianza más absoluta en Dios Padre, puede transformar el mundo en un mundo de justicia, de paz, de amor, de liber-

tad.

Padre, hoy nuestra oración se une a la de Jesús en el cenáculo, cuando era inminente su hora, la hora de compartir el pan y el vino nuevos del Reino, la hora de mostrar todo su amor con la mayor prueba: entregando su vida por aquellos que amaba. Así completó la obra, que tú, Padre, le confiaste. Glorifica ahora a tu Hijo Jesús. Su hora es la nuestra, y su glorificación es la esperanza de cuanto sufrimos anhelando un futuro de liberación y la vida nueva que brota incontenible de la resurrección de Jesús.

230

B. Caballero, C.Ss.R.


Creemos en...

...la Verdad

preguntamos

Nos preguntamos muchas veces si estamos en posesión de la verdad plena, o nos montamos nuestras “verdades”, verdades que en el fondo, en numerosas ocasiones no nos hacen feliz ni nos dan la plenitud en nuestra vida. Hoy sabemos que el Evangelio es para nosotros la guía que nos lleva a esa verdad plena que es Jesucristo. Tal vez tengamos que empezar a romper muchos prejuicios y descubrir que sólo hay una verdad que nos hace verdaderas personas: Cristo Resucitado.

Séptima Semana de Pascua

Nos

Miércoles

231


Miércoles

Creemos en...

...la Verdad

Séptima Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. […] Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad». [Jn 17, 11b-19]

232


Creemos en...

Miércoles

...la Verdad

Hoy nos encontramos con Jesús que ora al Padre por sus discípulos para que sean fieles y fuertes en medio del mundo. Ante la certeza del cuidado del Padre, Jesús sabe que sus discípulos serán felices y se alegrarán por todo. Y tal vez ésta sea hoy la invitación que se nos hace en este día. Ser felices y alegres en el Señor. Sólo lo podremos conseguir si realmente nuestra vida se mueve en la verdad plena que es Jesucristo. Nosotros somos enviados al mundo como fueron enviados los primeros discípulos, para anunciar la Palabra de Dios, una Palabra que nos hace estar y ser felices en este mundo, porque el Señor no nos deja y sigue orando al Padre por todos nosotros.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

233


Miércoles

Creemos en...

...la Verdad

Séptima Semana de Pascua

Orad sin cesar Creemos en… la verdad, la verdad que viene del Evangelio, la verdad que nos hace libres, la verdad que nos hace felices y nos hace soñar con un mundo distinto, más justo, más solidario, donde no existan desigualdades, donde todos seamos hijos de un mismo Dios. Creemos en la Verdad que es Jesucristo, que da sentido a nuestra vida. Te damos gracias, Dios Padre, porque en Cristo nos elegiste y nos consagraste en la verdad para vivir contigo y con él sin ser del mundo. Señor Dios nuestro, si el mundo no te conoce, nosotros creemos en ti y en tu Hijo Jesucristo. No permitas que la persecución y el odio del mundo nos intimiden en nuestro compromiso cristiano. Danos fuerza para ser portavoces de la buena nueva y acompañar a nuestros hermanos los hombres en la difícil conquista del sentido de la vida. Y a todos los que sufren contrariedades por tu causa dales, Señor, tu Espíritu de paz y de gozo en el dolor.

234

Amén. B. Caballero, C.Ss.R.


Creemos en...

...la Unidad

preguntamos

Nos preguntamos muchas veces por la unidad de la Iglesia. Nos preguntamos muchas veces si seremos capaces todos los cristianos de vivir unidos por una misma profesión de fe. Es más, rezamos todos los años por la unidad de todos los cristianos. Pero, a veces, nos olvidamos de las primeras preguntas: ¿Vivo mi fe en comunidad?, ¿en mi familia?, ¿en mi trabajo?, ¿con mis amigos? Rezamos por la unidad de los cristianos, pero habrá que empezar por rezar para que todos podamos vivir en comunidad, cada uno con sus dones y su carisma. Es la petición que nos hace el Señor, que todos seamos UNO.

Séptima Semana de Pascua

Nos

Jueves

235


Jueves

Creemos en...

...la Unidad

Séptima Semana de Pascua

A la escucha de la Palabra En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. […] Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos». [Jn 17, 20-26]

236


Creemos en...

Jueves

...la Unidad

Hoy el Señor pide la unidad para todos los creyentes. Esta unidad es la «unidad del amor» existente entre el Padre y el Hijo. Es la unidad en la diversidad, pues no hemos sido cortados por un mismo patrón. Nuestras costumbres, nuestros modos de proceder y hasta de pensar, pueden ser distintos mientras estén orientados por el amor de Dios. Quien ama profundamente a Dios y cree en Jesús como el Hijo de Dios, está manifestando la acción salvadora del Señor sobre todos nosotros. La unidad de los creyentes, debe ser reflejo en nuestras comunidades y realidades sociales. Quien vive y reza su fe en comunidad, descubre que el amor de Dios es derramado sobre todos los hombres con su mismo Espíritu. Es la invitación del Señor en este día, que realmente seamos todos uno en la vida y en la fe, para que el mundo pueda recibir el anuncio del Reino de Dios. Esa es nuestra tarea.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

237


Jueves

Creemos en...

...la Unidad

Séptima Semana de Pascua

Orad sin cesar Creemos en… que la unidad de la Iglesia es posible. Sólo hemos de descubrir que entre todos podemos construir el .Reino de Dios con ilusión. Cada uno desde su carisma, su situación, su responsabilidad. Todos estamos llamados a ser UNO en Cristo Señor. Cristo, Señor de la vida, mantén a tu Iglesia en plena vida, capaz de irradiar tu palabra, y de anunciar la vida nueva. Que tu palabra nos convoque siempre en la mesa fraternal, allí donde tú te haces presente, siempre que están dos o tres reunidos en tu nombre. Cristo, Señor de la vida, mantén a tu Iglesia en plena vida. Que no sienta el miedo de la muerte ni la duda de la tiniebla. Que podamos escuchar siempre el susurro de tu anuncio: “No temáis, soy yo.

238

La paz esté con vosotros”.


Creemos en...

Viernes

...que nos llamas a amarte

preguntamos

Nos preguntamos a veces cómo es nuestra entrega al Señor, si hemos sido radicales y hemos sido capaces de seguirle, y muchas veces nos damos cuenta que una simple palabra, «sígueme», puede trastocar nuestra vida, como lo hizo con los apóstoles. Muchos de nosotros no hemos sido radicales en el seguimiento, aunque seamos consagrados o laicos, no lo hemos dejado todo por seguirle. Pero hoy la Palabra de Dios, nos vuelve a interpelar: ¿Seremos capaces de ser como Pedro y entender que el seguimiento de Jesús sólo se descubre desde la gratuidad?

Séptima Semana de Pascua

Nos

239


Viernes

Creemos en...

...que nos llamas a amarte

A la escucha de la Palabra Séptima Semana de Pascua

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú, sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me arnas?». Él le contesta: «Sí, Señor,

sabes

que

te

quiero».

Él

le

dice:

«Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Dicho esto, añadió: «Sígueme». [Jn 21, 15-19]

240


Creemos en...

Viernes

...que nos llamas a amarte

Jesús, en el Evangelio, quiere comprobar hasta dónde llega el amor de uno de sus discípulos preferidos, Simón Pedro. Quiere establecer con él una alianza de amistad, después de haberle negado tres veces, preguntándole hasta en tres ocasiones si realmente le ama. Y es que la misión evangelizadora, el seguimiento de Jesús, sólo es posible desde el amor total y radical hacia el Reino de Dios, cuando uno está habitado por el amor de Dios. Y es por esta razón por la cual nos debemos de examinar todos qué tal andamos de amor, al prójimo, a Dios, y a uno mismo, si es que queremos ser fieles continuadores del mensaje de Jesús. Santa Teresa nos lo decía, “sólo Dios basta”. Dios es Amor, y es ese amor el que mueve nuestros corazones al anuncio del Reino de Dios.

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

241


Viernes

Creemos en...

...que nos llamas a amarte

Orad sin cesar Séptima Semana de Pascua

Creemos en… que es posible seguirte a ti Señor. Sólo nos falta un poco de ilusión y de confianza en nosotros mismos. Descubrir que tú nos llamas al anuncio del Evangelio, y nos llamas desde ese amor total que tú nos tienes, como hijos tuyos.

Señor Jesús, tú nos repites hoy también a nosotros: ¿Me amas? Sí, Señor; pero concédenos amarte mucho más, con un corazón caldeado por el fuego del Espíritu. Tú nos abriste el camino que lleva hasta el Padre y, gracias a ti, la vida es más fuerte que la muerte. Estamos seguros en la fe de que tú vives en nosotros y estás presente en cada hombre y mujer, nuestros hermanos. Haz que nos entreguemos a la apasionante tarea de amarte,

queriendo

sin

medida

a

los

demás.

Acompaña en su servicio a los pastores de tu pueblo y reúne en tu Iglesia a todos los hombre y mujeres de buena voluntad. 242

B. Caballero, C.Ss.R.


Creemos en...

Sábado

...el Reino de Dios

preguntamos

Seguro que en numerosas ocasiones nos preguntamos si creyendo en Jesús y en su Palabra tendremos la vida eterna, y entonces nos damos cuenta que ésa no es la actitud, o mejor dicho la pregunta, que tenemos que hacernos. Creer en Jesús hace que asumamos el misterio de su Resurrección, y es ahí donde está el fundamento de nuestra fe, que es anunciar su Muerte y proclamar su Resurrección. Sólo así seguiremos anunciando el Reino de Dios, que se construye desde el amor desinteresado a Dios y a los hermanos.

Séptima Semana de Pascua

Nos

243


Sábado

Creemos en...

...el Reino de Dios

A la escucha de la Palabra Séptima Semana de Pascua

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?». Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?». Jesús le contesta: ¿A ti qué? Tú sígueme». […]

Éste es el discípulo

que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y

nosotros

verdadero.

sabemos Muchas

que otras

su

testimonio

cosas

hizo

es

Jesús.

Si se escribieran una por una, pienso que los libros no .cabrían ni en todo el mundo. [Jn 21, 20-25]

244


Creemos en...

Sábado

...el Reino de Dios

Nos preparamos esta noche a celebrar la Vigilia de Pentecostés. Nosotros como los discípulos, queremos abrirnos al misterio de la redención. Contamos con una gran ventaja. Sabemos que el Señor verdaderamente ha resucitado y ha enviado el Espíritu a sus discípulos. Y esto hace que nos tengamos que implicar. Vivimos el tiempo del Espíritu Santo, y ahora todos nosotros somos responsables en la construcción del Reino de Dios y de la Iglesia; una Iglesia construida no por piedras muertas de edificios, sino por piedras vivas, que somos todos nosotros, formando comunidad de fe. Cada uno de nosotros tenemos un proyecto de vida, al cual debemos responder. ¿Dejaremos que el Espíritu Santo penetre en nuestros corazones para poder seguir construyendo el Reino de los Cielos?

Séptima Semana de Pascua

La Palabra nos responde

245


Sábado

Creemos en...

...el Reino de Dios

Orad sin cesar Séptima Semana de Pascua

Creemos en… que es posible el Reino de Dios, aquí y ahora. Creemos que el Espíritu Santo sigue actuando en nuestras vidas, que el Señor nos llama y nos invita a seguirle. Creemos que entre todos podemos construir la Iglesia de Jesucristo si nos dejamos tocar por el Espíritu Santo, que cuida de su Iglesia. Padre, me pongo en tus manos; haz de mí lo que quieras; sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo; lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque tú eres mi Padre. Beato Carlos de Foucauld

246


entenderles? [Hch 2, 8]

Pascua de Pentecostés

¿Cómo logramos

Pentecostés supone la eclosión de la Iglesia. El Espíritu que el Resucitado nos deja nos abre la comprensión y el entendimiento. Hace posible que nos reconozcamos como hermanos. 247


Pascua de Pentecostés

“Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso”. [Porta fidei 10, Benedicto XVI]

248


Vigilia de Oración...

preguntamos

Nos reunimos como los discípulos en el Cenáculo, como y con María, la Madre, como y en la Iglesia, para prepararnos a recibir el gran don de Dios, a Dios que se hace Don, la “promesa del Padre”. En un ambiente de fiesta y de esperanza, sean nuestras actitudes las de la pobreza, acogida y súplica intensa. Pobreza, porque sin el reconocimiento de nuestro vacío no viene el Espíritu. Es el Padre de los pobres, no de los ricos. Acogida, porque el Espíritu viene como huésped, como amigo, y hay que abrirle la casa con toda la disponibilidad. Súplica, que es hija de la necesidad y del deseo, pidiendo con fuerza y con fe la venida del Espíritu a nosotros, a la comunidad, a la Iglesia. El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo. Un amor que actúa y se revela como inspiración, impulso, fuerza y aliento de vida. La Sagrada Escritura nos lo presenta siempre en acción a lo largo de la Historia de la Salvación. Todos los dones que recibimos de Dios llevan el remite o la impronta del Espíritu. Es quien convoca a la Iglesia, le da unidad, la dirige, la instruye y la impulsa a dar testimonio de su fe. Todos somos Templos del Espíritu: de él recibimos fuerza y energía para seguir a Jesús; bajo su soplo caminamos en la fe.

Pascua de Pentecostés

Nos

Domingo

249


Domingo

Vigilia de Oración CANTO: El Espíritu del Señor

Pascua de Pentecostés

EL SEÑOR NOS DARÁ SU ESPÍRITU SANTO YA NO TEMÁIS, ABRID EL CORAZÓN DERRAMARÁ TODO SU AMOR.

El transformará hoy vuestra vida, os dará la fuerza para amar. No perdáis vuestra esperanza. El os hablará. El transformará todas las penas, como a hijos os acogerá. No perdáis vuestra esperanza. El os hablará.

Donde hay VACÍO, el Espíritu se hace PLENITUD. Donde hay MISERIA, el Espíritu se hace TESORO. Donde hay SUFRIMIENTO, el Espíritu se hace CONSUELO. Donde hay TRISTEZA, el Espíritu se hace ALEGRÍA. Donde hay DEBILIDAD, el Espíritu se hace FORTALEZA. Donde hay ORFANDAD, el Espíritu se hace MADRE. Donde hay IGNORANCIA, el Espíritu se hace SABIDURÍA. Donde hay MARGINACIÓN, el Espíritu se hace ACOGIDA. Donde hay OPRESIÓN, el Espíritu se hace LIBERTAD. Donde hay EXPLOTACIÓN, el Espíritu se hace RECOMPENSA. Donde hay SOLEDAD, el Espíritu se hace. HUÉSPED. Donde hay OLVIDO, el Espíritu se hace MEMORIA. Donde hay DESAMOR, el Espíritu se hace. CARIÑO. Donde hay MUERTE, el Espíritu se hace VIDA.

250

¡VEN ESPÍRITU SANTO, VEN!


Vigilia de Oración

Domingo

Invocación Ven Espíritu de Dios sobre mí, me pongo en tu presencia, cambiarás mi corazón.

V/. Ven, Espíritu Santo. R/. Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. V/. Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados.

Pascua de Pentecostés

CANTO: Ven Espíritu de Dios

R/. Y renovarás la faz de la tierra. V/. Con la ayuda del Espíritu Santo, renuévanos nuestra entrega a Dios, apartando el mal de nosotros. Pedimos perdón por nuestra debilidad, y elevamos hacia él nuestra oración... CANTO: Tui amoris ignem

Veni Sancte Spiritus, tui amoris ignem accende. Veni Sancte Spiritus, veni Sancte Spiritus. 251


Domingo

Vigilia de Oración

Orad sin cesar SALMO 138 (A dos coros)

Pascua de Pentecostés

Señor, tú me sondeas y me conoces; me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares.

No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco. 252


Vigilia de Oración

Domingo

¿A dónde iré lejos de tu aliento?, Si escalo el cielo allí estás tú; si me acuesto en abismo allí te encuentro; si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha. Si digo: "Que, al menos la tiniebla me cubra,

Pascua de Pentecostés

¿a dónde escaparé de tu mirada?

que la luz se haga noche en torno a mí, ni la tiniebla es oscura para ti; la noche es clara como el día. Gloria al Padre...

CANTO: Tui amoris ignem

Veni Sancte Spiritus, tui amoris ignem accende. Veni Sancte Spiritus, veni Sancte Spiritus.

253


Domingo

Vigilia de Oración A la escucha de la Palabra

Pascua de Pentecostés

El apóstol Pablo en su Carta a los Romanos nos anima a vivir con esperanza los anhelos y los frutos de nuestra fe. Esta actitud esperanzada la podemos sostener gracias al Espíritu Santo -garantía de futuro- velador de nuestra fe, mantenedor de nuestros buenos propósitos y hacedor de nuestras acciones. Él nos posibilita renovar la faz de la tierra, sintiéndonos seguros en el Amor que nos envuelve. Lectura de san Pablo a los Romanos [Rom 8, 22 – 27]

Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia. Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.

Palabra de Dios. 254


Vigilia de Oración

Domingo

CANTO INTERLECCIONAL: El Señor os dará su Espíritu Santo

En el contexto de una fiesta -Los Tabernáculos- Jesús revela al Espíritu (al que identifica con el agua). Un Espíritu que brotará con energía de la fuente, cuando el Señor sea resucitado. En esta presencia limpia y vivificadora, hemos de ser para los hermanos transparencia de la vida por la que apostamos y que el Espíritu nos da. Evangelio según san Juan [Jn 7, 37 – 39] El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a

Pascua de Pentecostés

A la escucha de la Palabra

mí, y beba el que crea en mí; como dice la Escritura: “De sus entrañas correrán ríos de agua viva”.». Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado.

Palabra del Señor SILENCIO ORANTE Y REFLEXIÓN PERSONAL CANTO: Tengo fe

Tengo fe en Ti, envía tu Espíritu, Señor. Hazme dócil a tu voz, quiero obrar tan sólo desde la fe. 255


Domingo

Vigilia de Oración

Orad sin cesar Respondemos: Danos, Señor, un corazón acogedor.

Pascua de Pentecostés

Espíritu Santo Creador, que al principio planeabas sobre las aguas, por tu soplo todos los seres han recibido vida. Danos vivir según el Espíritu de Cristo.

Danos, Señor, un corazón acogedor. Espíritu Santo Consejero, tú has revestido con tu fuerza a los profetas para que rindieran testimonio de tu Palabra. Danos valor para proclamarla cada día.

Danos, Señor, un corazón acogedor. Espíritu Santo Poder, tú has acogido bajo tu sombra a la Virgen María, y la preparaste para que llegara a ser la Madre del Hijo de Dios. Danos esa docilidad creyente.

Danos, Señor, un corazón acogedor. Espíritu Santo Consagrador, descendiste sobre Jesús el día de su bautismo para que fuera consagrado como testigo fiel del Padre. Otórganos ser sus discípulos.

Danos, Señor, un corazón acogedor. Espíritu Santo Luz, que llevaste hasta el desierto a Cristo y le asististe en la proclamación del Reino de Dios. Asístenos cuando somos probados.

Danos, Señor, un corazón acogedor. Espíritu Santo Defensor, descendiste sobre María y los Apóstoles, para enseñarles todas las cosas y conducirles a la plenitud. Otórganos ansiar la plenitud de la Verdad única de Dios.

Danos, Señor, un corazón acogedor. 256


Vigilia de Oración

Domingo

Desde la Vigilia Pascual, el Cirio Pascual ha estado presente en nuestras celebraciones, en él reconocemos la presencia de Cristo Resucitado y participamos de su vida resucitada y resucitadora. Ahora como a aquellos primeros discípulos, su Espíritu nos anima a ser sal de la tierra y luz del mundo, a ser testigos de esta luz en nuestros ambientes para comunicar la vida nueva que se nos ha dado.

Pascua de Pentecostés

Signo de Envío: sed luces

Los bautizados, por la gracia del Espíritu, somos la presencia resucitada de Jesucristo en medio del mundo, también le encontraremos presente allí donde los hombres y mujeres se aman y trabajan por la justicia y la paz, también entre los pobres y oprimidos. Vamos ahora a encender nuestra vela de este Cirio Pascual, pero esta luz no se extingue sino que se hace presente en nosotros "todos los días hasta el fin del mundo". 257


Domingo

Vigilia de Oración

Orad: Pregón de Envío ¡Salid, gente de mi pueblo!

Pascua de Pentecostés

Marchad, vosotros sois mis testigos en medio del mundo. ¡Salid, gente de mi pueblo! Os esperan afuera. Sed la expresión viva de la amabilidad de Dios; amabilidad en vuestro rostro; amabilidad en vuestros ojos; amabilidad en vuestra sonrisa; amabilidad en vuestra tarea y vuestra lucha. Vosotros sois mis manos para construir un mundo nuevo donde haya más fraternidad y justicia.

258


Vigilia de Oración

Domingo

Vosotros sois mis labios

la buena noticia de la libertad. Vosotros sois mis pies para acudir al lado de tantos jóvenes y niños, hombres y mujeres que necesitan palabras y gestos de ánimo.

Pascua de Pentecostés

para anunciar a los pobres

Vosotros sois mi pasión para lograr que todos los hombres vivan como hermanos. ¡Salid, gente de mi pueblo! Id más lejos, la ternura será vuestro cántico y la vida vuestra celebración. ¡Salid, gente de mi pueblo!, y Yo os digo, palabra de Dios, ¡Yo voy con vosotros! 259


Domingo

Vigilia de Oración

Orad sin cesar Padre Nuestro

Pascua de Pentecostés

Después de celebrar con efusión esta Vigilia de Pentecostés, somos conscientes de la responsabilidad que tenemos: hacer que esta llama siga encendida en cada uno de nuestros corazones para ser luz que alumbre a tantos hermanos nuestros que siguen caminando en la tiniebla y la oscuridad. Con el deseo de ayudar a quien lo necesite y juntos salir al encuentro de la Luz Verdadera, nos despedimos cantando: CANTO FINAL: Dame vida

Mi Señor, de mis enemigos líbrame, en ti me refugio, enséñame a cumplir tu voluntad, porque tú eres mi Dios, mi Dios. Tu Espíritu que es bueno me guíe por una tierra llana. ¡DAME VIDA, DAME LA VIDA, DAME TU VIDA, MI DIOS! Mi Señor, siente cómo me falta el aliento, no escondas tu rostro, si lo alejas de mí me moriría. Haz que sienta en la mañana tu amor. Enséñame el camino a seguir. A ti levanto mi alma. Enséñame tu tierra. Guíame a tu tierra. Llévame a tu tierra, Señor. 260

¡FELIZ PASCUA DE PENTECOSTÉS!



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