S E M I N A R I O
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El conocimiento al servicio del país productivo 22 de mayo de 2003 - Salón Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo:
Senador José
Mujica Dr. Eduardo Manta
Catedrático de la Facultad de Química
Dr. Ricardo
Ehrlich
Ing. María
Simón
Decano de la Facultad de Ciencias
Decana de la Facultad de Ingeniería
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Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
Se termin贸 de imprimir en Caligr谩ficos S.A. Luis Surraco 2581 Telefax: 480 3095 - 486 0070 Montevideo - Uruguay E-mail: caligraf@adinet.com.uy Dep贸sito Legal: N潞332.374
El Conocimiento al Servicio de un País Productivo • 22 de mayo de 2003
Estimados amigos: Queremos contribuir a la construcción de un Proyecto de País y para ello apelamos a la más rica y abundante riqueza que poseemos los orientales: "nuestra gente". Esta obra, que es esencialmente colectiva, incluye a todos aquellos que tienen como su principal desvelo "la pública felicidad", no necesitando para sumarse a esta construcción más herramientas que el valor de la ética, la riqueza del saber y la fuerza de sus brazos. Cadesyc, concebido como un punto de encuentro para el intercambio, la reflexión y la elaboración, valora muy especialmente estos aportes y los desafíos que nos proponen todos aquellos que han participado en la construcción de esta propuesta. Es así que con satisfacción y orgullo hacemos llegar a Uds. esta publicación con las exposiciones realizadas en el ciclo que denominamos "El Conocimiento al Servicio de un País Productivo". Finalmente agradecemos a todos los que hicieron posible estos encuentros: • Fundación Friedrich Ebert Stiftung - FESUR • Intendencia Municipal de Montevideo • Transportistas unidos de Pasajeros de Capital e Interior TUPCI • Universidad de la República - UdelaR
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Indice El conocimiento al servicio de un país productivo 22 de mayo de 2003 Salón azul de la Intendencia Municipal de Montevideo
1. PRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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2. SENADOR JOSÉ MUJICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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3. DOCTOR EDUARDO MANTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Catedrático de la Facultad de Química 4. DOCTOR EDUARDO MANTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Decano de la Facultad de Ciencias 5. INGENIERA MARÍA SIMÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 Decana de la Facultad de Ingeniería 6. DEBATE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
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1 Presentación
Muy buenas noches a todos. El CADESYC, asociación constituida para promover y difundir los derechos económicos, sociales y culturales, agradece la presencia de todos ustedes. Esta asociación nace como un espacio para la reflexión, el intercambio y el aporte de ideas provenientes de los más diversos sectores sociales, teniendo como objetivo generar un nuevo pensamiento crítico que posibilite la sustitución del sistema económico vigente. Especialmente orienta su acción a la promoción de los derechos económicos, sociales y culturales, impulsando tanto una actuación positiva del Estado en el sentido de una mayor igualdad social, como el apoyo y creación de normas que permitan asegurar estos derechos. Con tales objetivos cobra especial interés un estudio profundo de la gestión del Estado, de las políticas productivas, de las condiciones laborales, de la identidad cultural que hacen al bienestar del pueblo y el desarrollo del país. Y en este marco, la ciencia y la tecnología están presentes en cualquiera de estas áreas de trabajo. Hoy nos reunimos para debatir sobre la vinculación del conocimiento y el país productivo. Para esto contamos y agradecemos la presencia de los expositores, Senador José Mujica, Doctor Eduardo Manta, Ingeniera María
Simón y Doctor Ricardo Ehrlich. Tenemos acá algunas comunicaciones excusándose de su ausencia, por ejemplo, del Rector de la Universidad de la República Ingeniero Rafael Guarga, que agradece la invitación a este Seminario denominado “El conocimiento al servicio de un país productivo”. L .amentablemente la circunstancia de no encontrase en el país le impide asistir y le desea éxitos a lo que califica como una valiosa iniciativa. El Ingeniero Jorge Brovetto, vicepresidente del Encuentro Progresista–Frente Amplio, también se excusa de no participar por no encontrarse en el país, y augura éxitos en el tratamiento del tema propuesto en este seminario. Hay otro saludo proveniente del Intendente Municipal de Salto, Escribano Eduardo Malaquina, que agradece la invitación para participar. Ineludibles compromisos del cargo le impiden acompañarnos en esta oportunidad. La Diputada Beatriz Argimón también agradece la invitación y se disculpa por no participar al tener otro compromiso. El Capitán Raggio, Director Registral de la Marina Mercante, también nos brinda su saludo y se excusa de la no participación. Hay un saludo del Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas, CEIPA. Otro de la Coordina-
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dora de Psicólogos del Uruguay y otro saludo del Economista Gustavo Sención, Master en el Manejo Integrado de Recursos Naturales. A todos ellos muchas gracias. Respecto a la dinámica de este Seminario, se realizará primero las cuatro exposiciones y finalmente habrá un debate donde todos ustedes, los presentes,
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podrán realizar preguntas o emitir opiniones sobre lo expuesto. Ya les indicaremos cómo, seguramente a través de un micrófono inalámbrico que al primer pedido de ustedes, levantando la mano, se lo vamos a acercar. Ahora invitamos para hacer uso de la palabra, en primer lugar, al Senador José Mujica.
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2 Senador José Mujica Bueno, muchas gracias por estar acá. Un gusto saludarlos. Hace varios siglos un pensador acuñó el pensamiento que saber es poder. Tal vez, en los tiempos contemporáneos habría que sumar que gestionar significa organizar la sabiduría colectiva. Pero pienso que esto tiene una definición de carácter político no partidario. En lo que nos es personal pensamos que nuestro Uruguay hace 40 o 50 años que flota, que vive en el corto plazo. La preocupación fundamental es leer la prensa y estar en condiciones de responder a los dilemas diarios. No es que el corto plazo no tenga valor, pero a dónde va la suma indeterminada de corto plazo, cuál es el rumbo. Pensamos que una nación, mientras lo es, en alguna medida es un proyecto, podrá ser un proyecto subliminal, no totalmente consciente, pero en nuestro acontecer histórico creo que hemos pasado primero la lucha por la independencia, por no ser colonia, como decía Berro, después, como le pasó a varios países de América Latina, tenemos la Constitución, pero hay que crear el país, la nación, después las simientes del Estado moderno.
sectores, de matices, de la mar en coche, sumamos un fenomenal desconcierto y entonces estamos en una esquina importante de América, una pequeña nación envejeciendo, al lado de un continente que crece un Uruguay entero por año, y nos estamos dando y nos vamos a dar el lujo de desfibrarnos.
Todo el período de la gesta, del tiempo que rodea a don José Batlle y Ordóñez con una fuerza tal que de hecho funcionaron como un proyecto.
Y estoy en un Parlamento donde hace 40 años que no se aprueba una convención contra la discriminación, porque todo el mundo está de acuerdo, pero lleva cuarenta años sin aprobarse por bagatelas. Pero no vino ningún organismo internacional, ni ningún embajador nos ha tirado de la oreja, total eso no lo arregla, pero la ley de patente, la ley de semillas, la propiedad intelectual, nos
¿Y qué es un proyecto? Es tácitamente tener un nosotros colectivo, un ir para algún lado, pero hace más de cuarenta años que flotamos, no navegamos. A las naturales divisiones de clase, de
A partir de esta interpretación surge lo segundo, ¿en qué tiempo estamos? ¿cuál es la característica central de los tiempos en los que hemos entrado? A nuestro humilde juicio, y esto es discutible, es el tiempo en que la inteligencia y la propiedad de la inteligencia se transforman en el motor y en la mercadería más importante. ¿Por qué? Porque en su acontecer la humanidad ha descubierto que la única mina inagotable es la que compone la corteza cerebral, y naturalmente el usufructo de la inteligencia. Existen y sobran pruebas: cuando compro un producto en una farmacia, estoy pagando la patente, y cada día que respiro estoy pagando la propiedad del conocimiento.
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apreta por todas partes. Es la nueva gran forma de propiedad. De poco valdrán las minas y los recursos naturales cuando la gran batalla está en quién es propietario de la inteligencia. Entonces ningún trabajador va a generar, probablemente en el porvenir, más plusvalía que los trabajadores de la inteligencia, y el gran dilema que tenemos por delante es: ¿en qué trabaja la inteligencia y con qué? ¿Para quiénes trabaja la inteligencia y qué cometido tiene? Y obviamente estamos en un pequeño país, en esta parte del mundo. Hemos planteado con algunos amigos algunas hipótesis, que no son nada más que eso, porque el quid de la cuestión es despertar la sed de la necesidad de este debate, porque no vamos a enfrentar un grave problema de época si como sociedad no empezamos por convencernos de la importancia que tiene esto. No es posible que la discusión del uso de la inteligencia sea un problema de cada tanto tiempo, cada vez que discutimos el presupuesto universitario, para saber incluso, entre otras cosas, cómo distribuimos el presupuesto universitario, tenemos que darnos, tenemos que motorizar esta discusión. Pero esta discusión no puede ser el acervo de la gente que está empapada en el campo de la cultura o que lee diarios, porque las consecuencias de dar o no dar este debate y de tener o no tener posición son un problema central del destino de la nación. Y esto no puede ser la respuesta ni de un sector político ni de un partido. Este es un problema de nación o no nación, hoy. Desde ese punto de vista hemos planteado alguna hipótesis, pero nada más que hipótesis. Como globo sonda, como elemento motorizador de la discusión. Esas ideas, si les tuviéramos que poner un nombre les diríamos Finlandia, por decir un bolazo, pequeña nación en un rincón del mundo, vendedora de troncos y de madera; con todo lo bastar-
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do, desde el punto de vista intelectual, que puede significar el ser un pobre vendedor de materia prima, que a partir de ahí nos está infectando con los Nokia. Hizo otra apuesta, pero no dejó de ser un país maderero, más bien con la madera financió el otro país. Y con lo cual le quedó una tajada muy fuerte de plusvalor para seguir siendo un formidable maderero, en todos los planos tecnológicos que implica eso. Y hemos planteado la hipótesis, que no la podemos resolver nosotros, que tenemos que llamar a la gente que piensa, para que la haga pelota, para que la critique, pero usted que lo critica proponga algo mejor, porque nosotros no somos hombres de ciencia, somos apenas luchadores sociales, que tenemos la certidumbre -porque la política también es un arte- que hay que introducir la ciencia, en las decisiones fundamentales. Ya no podemos tener un proyecto nacional implícito, tiene que ser explícito, tiene que ser absolutamente consciente y medido y discutido, tiene que caminar por el camino de la conciencia hasta que termine siendo, en todo caso, un brutal sentimiento y una emotividad global de nación, porque nuestro problema sigue siendo la política. Entonces ¿cuál es esa idea? Estamos casi en el medio de la última frontera agrícola que le queda a la humanidad, es poca cosa, mas no deja de ser importante. Nos hallamos en el medio del mayor hato ganadero que está arriba de la tierra y que lo será cada día más. Pero estamos en la época del impacto tecnológico y sobre todo en el siglo de la biología, por antonomasia. El conjunto de las ciencias biológicas no ha podido tener más desarrollo porque tuvo que esperar el soporte de un conjunto de desarrollos científicos que la hacen hoy posible; ninguna cosa va a ser más explosiva que el conocimiento y la profundización de la ciencias ligadas a la vida y a la biología.
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A título de grosero ejemplo: para doscientos veinte millones de vacas, cuando uno saca las cuentas, tres o cuatro vacunas son una fortuna. ¡Si habrá trabajo genético, embrionario, y dilema por delante! Porque el siglo de la inteligencia y la adaptación significa esto, tener un intercambio, apuntar a un país que tenga un intercambio, que venda materia gris, pero sin renegar de nuestro origen, sino calificando nuestro origen, porque nuestro origen nos va a dar los medios, así como los troncos le dieron los medios a Finlandia. Nuestro ser, nuestro viejo país, el vilipendiado, el que no sirve, el atrasado, el olvidado, que sigue demostrando porfiadamente en un mundo terco, que es el más competitivo, todavía. Pero no para quedarnos en ése, sino a través de ser un país agroexportador, luchar por ser agroindustrial para terminar siendo un país agrointeligente. Yo sé que esto choca porque alguna gente tiene un concepto de industrialización muy relativo: industrializar es tener chimeneas, pero nosotros creemos que es multiplicar valor y que ningún instrumento es más importante que la inteligencia y que una semilla hibridada contemporánea es una máquina tan sofisticada como un aparato de alta precisión. Es decir, las ciencias de la vida también sirven para multiplicar el valor. Y entonces pensamos en la montaña de embriones, en las formas de reproducción, en el perfeccionamiento genético, en todo un capítulo que está a la vuelta de la región, que está al alcance, pero que es una necesidad inapelable de la región y que si no tenemos la voluntad deliberada lo hará el mundo de las transnacionales. Mejor dicho, lo están haciendo, lo van a hacer, con esta diferencia: ¿a dónde irá la plusvalía de los hombres de ciencia y los técnicos que trabajen en ello? Más claro, quedarán enganchados con su peripecia personal y condenados a trabajar, si quieren trabajar, para alguna multinacional en el campo de la investigación o seremos capaces de levantar un proyecto, que entre otras cosas, coloque a
nuestros hombres de ciencia y a nuestra juventud ante este dilema. Vale la pena ir a la Universidad y hasta andar en zapatillas y pasar privaciones pero con un compromiso con el destino de nuestra sociedad, y estas cosas no se arreglan por decreto, ni por voluntarismo, las lograremos o no, pero soy consciente que si no lo logramos nuestro destino es el de África: seguiremos vendiendo materia prima, poniendo el lomo y haciendo el trabajo bruto y abriendo o cerrando las puertas para que nuestros hijos más calificados se vayan y se jubilen de trabajar con alguna multinacional. Son tiempos de lucha por la liberación, pero la liberación hoy tiene canales que no los podíamos ni prever. Con un país de gente corajuda y gauchitos cuasi analfabetos, en un mundo que en pocos años la mitad de la juventud va a tener calificación universitaria, no jodemos a nadie, le vendemos un barco de carne y nos pagan con dos cajones de microchip o algo por el estilo. Es un intercambio parecido al que hacía Colón en las Antillas cuando cambiaba oro por pedacitos de vidrio. Como no podemos soñar con cambiar el mundo, por lo menos en el corto plazo, interpretemos con inteligencia el mundo y la época en la que vivimos, porque la política sigue siendo un arte, mas no puede ser un artificio y es por esto que hoy con este instituto nuestra propuesta, nuestro dilema, no es sembrar un conjunto de cosas que sean el desiderato sino nada más ni nada menos que poner una piedra fundamental en un debate atrás de esto: ¿hacia dónde va el Uruguay? ¿Con qué herramientas? Y en el mediano y largo plazo, ¿qué tiene que hacer el Uruguay como proyecto colectivo? Ganarnos el derecho a vivir en el tiempo que va a venir. Por esto, este instituto y el esfuerzo de los compañeros, pedimos, a los hombres de ciencia que están acá, que nos entreguen su debate, sus puntos de vis-
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ta, pero con una aclaración: apenas empieza, probablemente el país tenga que enfrentarse a la lucha por cambios trascendentes. No deberíamos correr el riesgo de fracasar, no por nosotros, sino por el destino de nuestra sociedad. Entonces, para que muchos de estos debates repercutan en el seno de toda la sociedad, y todas las organizaciones sociales y políticas dejen por un minuto la discu-
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sión de la coyuntura, de la crisis fiscal, del pago de la deuda, de los dramáticos problemas, deben tener el coraje de intentar vislumbrar un debate para veinticinco o treinta años de historia por delante de nosotros. No vamos a lograr mucho el corto plazo si no nos preocupamos también del largo plazo. De ahí esta convocatoria, y muchas gracias.
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Antes que nada, agradecer la invitación tanto en mi nombre como en nombre del decano de la Facultad de Química, Profesor Alberto Nieto, que es quien debería estar aquí hablando con ustedes. Lamentablemente Alberto hoy no está en el país y me toca a mí tener que transmitirles a ustedes algunas ideas que estamos llevando adelante. Creo que es de orden saludar esta iniciativa, porque nos está marcando un camino, o de alguna manera se está indicando una forma de comenzar a socializar la discusión de los temas de ciencia y tecnología que estaban tan postergados en este país, y que son hoy por hoy tan necesarios. Evidentemente me tocó a mí, de alguna manera, bailar con la más fea, porque me toca hablar después que habló el senador Mujica, y eso siempre es bravo. Eso por un lado, y por otro lado es bravo también porque los científicos siempre decimos que si no le sabemos poner números a una cosa no sabemos nada de esa cosa. Entonces no tengo más remedio que abrir esta disertación y presentar un conjunto de números, un conjunto de datos que son los que nos van a permitir a nosotros elaborar algún tipo de hipótesis, y terminar con algunas proyecciones que desde nuestro centro de estudios estamos haciendo a favor de la ciencia y la tecnología de este país. Vamos a dividir la exposición en un
conjunto de ejes temáticos basados fundamentalmente en tres cosas: primero es que la ciencia la hacen los científicos, los científicos se forman, un país debe formar recursos humanos capaces de generar conocimiento y capaces de generar buena ciencia y buena tecnología. Por otro lado, a esos recursos humanos hay que dotarlos del financiamiento necesario para que puedan desarrollar sus ideas, y finalmente todo ese conjunto debe ser abordado en el marco de una política de Estado que nos lleve de una u otra manera hacia el fin común que todos nosotros pretendemos, y es poner la ciencia y el conocimiento al servicio de una sociedad más justa. Vamos a empezar contándoles a ustedes cómo se forman los recursos humanos en ciencia y tecnología. Voy a tratar de ser lo más breve posible, no cansarlos con muchos números y no hablar más de veinte minutos, que es lo que me pidieron que hablara. (lo marcado con asterisco (*) indica una presentación diferente).
* Básicamente ese es un esquema que nosotros manejamos mucho acerca de cómo se forman los recursos humanos en ciencia y tecnología. Los creadores de conocimiento básicamente siempre se forman incorporándose a un grupo de investigación, que de una u otra
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manera está trabajando sobre una determinada temática. Ese recurso humano se empieza a formar al lado de un profesor, al lado de un proyecto de investigación y una vez que adquirió el conocimiento suficiente, a juicio de sus pares, se transforma en lo que nosotros conocemos como un nuevo investigador independiente. Ese nuevo investigador independiente es el que va a ser capaz de formar nuevos recursos humanos. Esto nos genera a nosotros este círculo de aquí pero lo que está claro es que este es un círculo medianamente acotado. Llega un momento que se satura, llega un momento en que el país tiene que buscar algún tipo de salidas diferentes para que no nos ocurra lo que en este momento nos está ocurriendo: círculos parcialmente saturados y fuga de cerebros. Perdemos por todos lados. * Está claro que formamos recursos humanos y que, de alguna manera, nosotros tenemos que tener la capacidad de autocrítica para saber cómo estamos formando esos recursos humanos. Los científicos tenemos algunos parámetros que nos permiten compararnos o valorar la capacidad que tienen nuestros recursos humanos. Uno de esos parámetros son, las publicaciones científicas de difusión masiva o bien aquellos conocimientos con protección patentaria o con las patentes. Esta es la situación básicamente que nosotros tenemos en el Uruguay, hoy por hoy, en materia de productividad científica, en trabajos publicados en revistas arbitradas, es decir revistas donde los pares nuestros nos dicen: este conocimiento sirve, este conocimiento es original, este conocimiento aporta a la ciencia y a la tecnología. Estamos bastante bien, comparados con los países más o menos de nuestro mismo tamaño. * Pero vamos a ver algunos cuadros que nos van a indicar cosas interesantes. Fíjense esto. Este es un cuadro que nos indica cuántos investigadores por cada mil integrantes de la población económicamente activa, tienen estos
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países. Uruguay anda básicamente en 1.8. Estamos bastante parecido a algunos países de la región y muy lejos de lo que son algunos países de las llamadas economías desarrolladas, como Estados Unidos y España. Pero esto no nos debe asustar. Vamos a empezar a acotar esta tabla. * Fíjense ustedes cómo anda el Uruguay en creación de conocimiento científico capaz de ser publicado en revistas arbitradas, andamos en esta cifra para el año noventa y ocho. Estos datos, son datos recogidos de la Red Iberoamericana de indicadores de ciencia y tecnología, son datos públicos que los conoce todo el mundo y que son absolutamente objetivos. Estamos en este valor, en trescientos veinte. Ustedes pueden decir trescientos veinte publicaciones arbitradas es poquísimo. Fíjense, comparémonos nomás con España, que saca del orden de veintitrés mil publicaciones por año. * Pero no nos asustemos. ¿Qué es lo que pasa cuando esas publicaciones nosotros las dividimos por el número de habitantes? Por cada cien mil habitantes, ya nos van acercando mucho más. Fíjense que tenemos valores de 10,6 y nos estamos empezando a equiparar prácticamente a toda la región, y ya hay un factor de diez o incluso menos, con los países más desarrollados. * Si nosotros tomamos el número de investigadores activos de nuestro país, por cada cien investigadores activos tenemos básicamente este número de publicaciones, casi 15. Ya pasamos a algunos de los monstruos y todavía la próxima va a ser la mejor de todas. * Acá somos los campeones mundiales, al menos en esta estadística. Si nosotros tomamos el número de publicaciones registradas que hacen nuestros científicos y lo dividimos por lo que el país invierte en investigación y desarrollo, nos da un coeficiente de 6,6. Yo lo que quiero que ustedes tengan en claro
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es éste, este coeficiente de 6,6 contra el coeficiente de los monstruos generadores de ciencia y tecnología: 1,6 , 1,5 , 1,3. No somos malos produciendo ciencia y tecnología con los recursos que tenemos. Es un buen control de calidad de nuestra producción de investigadores. * Ahora bien, a nuestros investigadores, que forman eso, ¿el sector productivo los requiere? Sí, por supuesto que los requiere. Esta gráfica yo la traje de Facultad de Química porque era la única que tuve en su momento. Pero fíjense ustedes que el número de asesoramientos que nos está pidiendo el sector productivo está incrementando cada vez más. Aquí tenemos un salto muy grande, pero eso fue el famoso problema de la plombemia, que es aparte. Tomemos básicamente este crecimiento constante que tenemos aquí. ¿Cómo se divide ese crecimiento constante? * Se divide de esta manera: las industrias farmacéuticas, otras industrias, otro tipo de industrias privadas, son las que de alguna manera están recurriendo a nuestros investigadores para que les solucionen determinados tipos de problemas. O sea que estamos siendo reconocidos por nuestro sector productivo. Segundo gran paso, creo que tenemos buena formación de investigadores y esa buena formación de investigadores hace que estén siendo reconocidos cada vez más por nuestro sector productivo. * Vamos a ir al segundo de los puntos. El segundo de los puntos es quién invierte en ciencia y tecnología o cómo se invierte en ciencia y tecnología. Volvamos un poco a los números para saber dónde estamos parados y por dónde tenemos que ir caminando. Fíjense esto. La inversión en ciencia y tecnología por parte de los gobiernos en el año 97 en función del PBI. Andamos en valores rondando el 1% en la mayoría de los países que tienen muy buena producción tecnológica y aproximadamente el 0.5 %
sólo aportes del gobierno como porcentajes del Producto Bruto Interno en lo que se refiere a fondos para investigación y desarrollo. Esto que ustedes ven acá, es una experiencia interesantísima y que creo que la deberíamos nosotros recoger en estos debates. Es la experiencia del Producto Bruto Interno del municipio o estado de San Pablo, en Brasil, con respecto a los fondos propios que es capaz de poner al servicio de la ciencia y la tecnología. * Pero ¿qué es lo que pasa con la inversión en investigación y desarrollo por parte del sector privado, por parte de las industrias? Aquí cambia mucho la cosa y evidentemente algunos países de la región, como el caso de Brasil, donde prácticamente encontramos la misma cantidad o el mismo porcentaje del PBI aportado por los gobiernos como por el sector privado, a países donde los aportes en inversión, en investigación y desarrollo por parte del sector privado, llegan a triplicar o cuatriplicar lo que el gobierno está aportando. * Esto es un poco una distribución institucional de las actividades de investigación y desarrollo, en función de dónde se hacen, cómo hacen los países para generar sus conocimientos y en qué instituciones las hacen. Y acá hay una gran variedad y si ustedes analizan este cuadro con los anteriores van a encontrar determinadas correlaciones interesantes e importantes de ver. La primera de ellas, tomemos un país de la región: en Brasil, prácticamente todos los investigadores forman parte de los cuadros universitarios. En la Universidad es donde se crea el conocimiento fundamentalmente, y muy pocos aparecen trabajando asociados al sector productivo privado. En el caso de otros muchos países europeos, la Universidad y otros organismos estatales tienen un conjunto determinado de investigadores, pero una gran camada de ellos forma parte de los
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cuadros de creación de conocimiento del sector productivo nacional. La pregunta que se nos viene ahora es: ¿estaríamos, entonces, nosotros en condiciones de empezar a generar políticas, de tal manera que la formación de recursos humanos buenos que nosotros tenemos sea capaz de incorporarse al sector productivo nacional? ¿Lo necesitamos o no lo necesitamos? Evidentemente que sí. * Esto es clave para que nosotros de una buena vez por todas nos demos cuenta en estos debates que la ciencia no es básica ni es aplicada, sino que la ciencia es buena o la ciencia es mala y la tecnología es buena o la tecnología es mala. Fíjense ustedes la gran contraposición que siempre nosotros encontramos cuando salimos hacia la búsqueda de recursos para hacer nuestras investigaciones. La pregunta fundamental es: ¿y eso para qué sirve? Muy bien, acá tenemos respuestas que son, a nuestro juicio, clarísimas. Ustedes saben que las dos formas, como hablábamos anteriormente, que nosotros tenemos de dar a conocer el conocimiento científico es a través de la difusión pública de los resultados o a través de los patentamientos. Los patentamientos son la manera que tienen los productores de conocimiento privado de proteger sus invenciones. ¿Saben lo que es esto? Esta gráfica lo que nos muestra es el número de referencias a trabajos de investigación básica que existen en cada una de las patentes que hoy por hoy están saliendo al mercado. Este número que aquí tenemos, que es un promedio de doce, indica que las patentes, el promedio de citas bibliográficas de investigaciones básicas, de investigaciones fundamentales en las patentes publicadas en fármacos, sobre fármacos y medicinas en el año 95, tenía un promedio de doce. Había doce trabajos científicos fundamentales de difusión masiva, que eran la base de la creación de conocimiento de ese producto patentable.
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* Esto creemos que es absolutamente clave, está marcando una tendencia completamente firme y completamente directa. Sin una investigación fundamental fuerte ningún país va a ser fuerte tecnológicamente. Aquí tienen los números para demostrarlo. * Este es otro de los grandes mitos que nosotros tenemos que introducir en nuestros debates sea como fuere. Siempre nos hablan a nosotros y siempre hacen referencia nuestros gobernantes de lo buenos que son determinados sistemas avanzados universitarios donde la matrícula y el financiamiento es privado, y cosas por estilo, y nos machacan y nos machacan. Esto es absolutamente claro, todas las universidades de Estados Unidos, sean privadas o públicas, tienen un promedio de financiamiento estatal del 65%. El 65% del Estado está financiando todas las universidades, solamente las universidades están metiendo con fondos propios no mucho más del 20%. Este es un dato que también tenemos que tener en cuenta a la hora de diseñar políticas claras de cómo vamos a mantener nuestra querida Universidad de la República. * Este cuadro es interesantísimo también, y quiero compartirlo con ustedes en estos cinco minutos que me van a quedar de charla. ¿Quién paga la investigación y quién la hace? Es absolutamente clara esta pregunta. Tomemos estos datos, fundamentalmente porque son los que conseguimos, podríamos haber conseguido datos de Canadá, o de Corea o de Francia y hubiera sido prácticamente lo mismo. Fíjense esto, gobierno – industria – Universidad y otras instituciones sin fines de lucro. ¿Quién paga? Los desarrollos tecnológicos, en general, los paga la industria y los paga el gobierno. Las investigaciones aplicadas: la industria, el gobierno y un poco la Universidad. ¿Y la investigación básica? La Universidad, dentro de sus poquitos fondos, también aporta, pero el gobierno es el gran aportador de los fondos para inves-
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tigación básica. ¿Y quién realiza la investigación básica? El trasvase acá es interesantísimo porque, si bien todos estos fondos están disponibles, los desarrollos siguen en parte de la industria; pero acá hay un trasvase de fondos desde el sector privado hacia la creación de conocimiento en el ámbito universitario. Aquí está clarísimo cuál es el porcentaje de investigación básica que realiza la Universidad, y acá, los poquitos fondos de que dispone la Universidad. Aquí queda claro que la industria y los sectores productivos están ampliamente asociados a la creación de conocimiento básico en nuestras Universidades, incluido, por supuesto, la investigación fundamental y la investigación aplicada. * Vamos a resumir un poco la cosa. Hablemos de la inversión privada en investigación y desarrollo en América Latina. Por ejemplo Argentina, más o menos aporta un 15%, Brasil 18 y Chile tiene prácticamente un 30% de inversión privada en I+D. En las economías desarrolladas, Canadá anda en los 50 y Estados Unidos puede andar en los 64. Pero veamos lo siguiente, que es lo más interesante. Este invierte, pero ¿quién ejecuta? La ejecución privada en Chile es sólo del 18%, quiere decir que si comparamos este número con este, hay un 12% de inversión privada o inversión del sector privado, en investigación y desarrollo que está pasando a la Universidad para realizar las investigaciones. También tenemos el otro modelo con el cual podemos o no podemos estar de acuerdo, pero está claro que existe. Si la inversión privada en Estados Unidos es del orden del 64% y está gastando o está ejecutando 34,5%, hay un trasvase de fondos públicos al sector privado. Tendríamos que analizar eso, por qué se da, cómo se da y en qué condiciones se da, y espero que esto lo podamos debatir mucho. * Esto puede ser básicamente las conclusiones fundamentales: En los países desarrollados, aparentemente hay mucha mayor participación del sector
privado en el financiamiento de las investigaciones, de la ejecución de I+D. La demanda privada del conocimiento sin duda está impulsando el crecimiento en investigación y desarrollo. En América Latina hay muy poca demanda privada de conocimiento y nuestra hipótesis de trabajo dentro de la Facultad de Química es ésta: que la industrialización asociada a la sustitución de importaciones no era rentable, y por lo tanto nuestro sector productivo nunca invirtió en investigación y desarrollo. * ¿Cuáles fueron entonces las propuestas generales que estamos abordando en función de toda esta información, todos estos números y todos estos recursos? Propuestas a mediano plazo y propuestas a corto plazo. ¿Cuáles son las propuestas a mediano plazo? Lograr sistemas educativos que promuevan nuevas actitudes. Está claro que no podemos en el Uruguay de hoy seguir formando buscadores de empleo. Tenemos que formar nuestro personal investigador para que sea generador de su propio empleo. Esa es la base fundamental de esto. Esta es una de las propuestas con las cuales nosotros estamos trabajando. Una propuesta concreta que es promover el emprendimiento y la innovación tecnológica. * ¿Cómo lo estamos haciendo? Empezamos trabajando sobre la base de un nuevo plan de estudios que tratará de incorporar la ideas de emprendimiento a nuestros estudiantes. La creación de una incubadora de empresas de base tecnológica y el desarrollo fundamental de un polo tecnológico. * ¿Qué es el polo tecnológico de la Facultad de Química? * La Universidad y las empresas comparten riesgos y beneficios para agregar valor a través del conocimiento. * ¿Qué es lo que estamos procurando con esto? Estamos procurando que si
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esto se nos satura esta segunda opción sea viable y no se nos fuguen los cerebros. * ¿Cuál es el objetivo entonces? Facilitar la incorporación de investigación y desarrollo a las empresas. En lo que nosotros tenemos que trabajar fundamentalmente es en generar en las empresas la necesidad de que incuben sus propios laboratorios de investigación y desarrollo. ¿Cuáles son los mecanismos con los que estamos tratando de trabajar? Evidentemente a través de mecanismos de consorcio, entre lo que es el polo tecnológico y lo que son las empresas. ¿Cuáles son nuestros aportes?. Los investigadores y la inversión en equipamiento. ¿Cuáles son los aportes de las empresas?. Los profesionales y los gastos de funcionamiento. ¿Cuáles son las actividades de ese consorcio? Van a estar definidas de manera conjunta. * Aquí tenemos algunos ejemplos. Este es un consorcio que hoy por hoy está funcionando con un laboratorio farmacéutico privado y los cuatro puntos en los cuales se está consorciando son éstos: desarrollo y escalado de síntesis de moléculas para la fabricación de medicamentos, desarrollo y puesta a punto y validación de estudios fármaco-dinámicos y fármaco-cinéticos, desarrollo de dispositivos de diagnóstico, y esto es fundamental: coparticipación en gestión de patentes y propiedad intelectual. * Consorcio en el cual nosotros también estamos apostando mucho, lo estamos realizando con Conaprole. Básicamente es una iniciativa para la gestión de la innovación en la industria láctea.
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* Estas son básicamente las líneas de acción que estamos trabajando en el marco de ese consorcio: proyectos de investigación aplicada, prestación de servicios analíticos, formación de recursos humanos. Aquí yo les presento el polo tecnológico. Este no es ni más ni menos que los viejos laboratorios de Ancap, que ésta decidió cerrarlos. La Facultad de Química los pidió, ella se está haciendo cargo de esos laboratorios y hoy por hoy, con muchísimo esfuerzo, esto que estaba bastante abandonado lo estamos recuperando, y están hoy ahí funcionando. Programas de desarrollo tecnológico, empresas que se están incubando, personal que se está formando, etc. * De estas otras iniciativas no voy hablar porque ya se me pasaron los veinte minutos y quedarán para otra discusión. Lo que sí me gustaría, a mí, para finalizar es hacer un punto de inflexión en esto. Porque muchas veces cuando uno se entusiasma y empieza a hablar de estos temas lo que no debe olvidar es cuál es básicamente la función de la Universidad de la República en nuestra sociedad. La función de la Universidad de la República en nuestra sociedad es la formación de recursos humanos capacitados, es la creación de conocimiento original, es la extensión, es el apoyo a los sectores productivos, etc. Esto es sólo una parte de lo que la Universidad de la República debe hacer y en eso tenemos que tener mucho cuidado. Y en eso somos absolutamente conscientes. Muchas gracias.
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4 Doctor Ricardo Erlich
Bien, buenas noches a todos. En primer lugar, quiero agradecer a los organizadores por la invitación a este Seminario y felicitarlos muy calurosamente por esta singular iniciativa para pensar juntos el futuro. Por otra parte, quiero decirles que es un gran honor para mí integrar este panel y es un gran honor también estar con todos ustedes esta noche. Eduardo Manta nos acaba de dar una visión de conjunto que les permite tener una idea de lo que nosotros llamamos, con cierto cariño, con un poquito de orgullo pero también con preocupación, con responsabilidad, nuestra plataforma científica, científico-técnica, tecnológica nacional. (lo marcado con asterisco (*) indica una presentación diferente).
* Lo que quiero proponerles, es recorrer algunos pocos números. No podemos nosotros escaparnos de presentarles números, van a ser pocos, pero los voy a invitar a mirar algunos, sobre todo para que puedan llegar a tener una dimensión de lo que es esta plataforma. En algunos aspectos muy precisos, en particular lo que tiene que ver con la gente. Luego, también muy poquitos números, afortunadamente compatibles con los que acaban de ver, para dimensionar esta plataforma y que ustedes puedan ver con qué contamos para proyectarnos al futuro, y luego los voy a invitar a compartir algunas reflexiones de
ese futuro que podemos, de alguna manera, preparar juntos y apoyados entonces en esta plataforma. * Esta estructura se creó en los últimos quince años, luego de la dictadura, con un esfuerzo muy grande de múltiples instituciones y múltiples personas, con un esfuerzo en cierto modo del Estado, pero con muchas dificultades en cada paso. Una instancia singular fue sin duda la creación de un programa, que ustedes conocen, que es el Programa de Desarrollo de Ciencias Básicas, PEDECIBA, sobre el cual se esperó empezar a reconstruir la estructura científica nacional. Y ese programa tuvo dos singularidades. La primera es que tal vez sea el primer ejemplo de una pequeña política de Estado, y que además funcionó, donde se asocian la Universidad de la República y el Ministerio de Cultura. Y la segunda que define como elemento central el formar a las nuevas generaciones de científicos, y funcionó. Hay algunas cifras ahí, que las voy a mencionar por lo que representan. Este programa tiene 400 y tantos investigadores, de los cuales 50 son uruguayos y algunos colegas extranjeros que están todos radicados en el exterior. Tenemos entonces 360 o 370 investigadores en las áreas de las ciencias básicas que cubre este programa. Ahí tienen un primer dato que puede ser interesante. Lo otro es que el programa, en quince años de actividad formó unos 130 doctores, es decir científi-
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cos de alto nivel. Esos 130 doctores, entre el 85 y 90% están trabajando en el país. Yo creo que ese es un dato importante. Creo que podemos discutir sobre la fuga de cerebros y qué pasa con nuestros jóvenes. Entre el 85 y el 90% está en el país. Pero les podría dar otro dato. El programa abarca ciertas áreas y el programa no logra cubrir todas las necesidades. Por cada doctorado, por cada joven formado a alto nivel en este programa, dos jóvenes y medio se formaron en programas del exterior: Hemisferio Norte o en la región. En total, en todas las áreas del conocimiento que van de la Filosofía a las Matemáticas tenemos entonces unos 400 jóvenes, los cuales han sido censados en el país, están radicados aquí. Los invito también a calcular cuánto representa eso desde el punto de vista económico. En los países del Norte, la preparación de un joven a muy alto nivel, según el tipo de especialidad, según el tipo de institución cuesta entre cincuenta y cien mil dólares. Ahí tienen una idea del potencial que tenemos, entonces, en esos jóvenes. Estos datos, son para completar un poco lo que puede ser una idea, una dimensión, de la estructura nacional. Los otros componentes de esta plataforma son el esfuerzo enorme de la Universidad de la República -que lo van a ver en los datos que están en alguna otra diapositiva-, el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, que es uno de los pilares de la ciencia nacional que ha cobrado en el último período un dinamismo muy importante, se ha creado la Facultad de Ciencias en el período. * Se han creado algunos fondos pequeños votados a nivel parlamentario: el fondo Clemente Estable, un fondo de apoyo a los investigadores, muy pequeño, que ustedes van a ver para qué sirvió. Y algunas estructuras como el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, la Dirección Nacional de Ciencia y Tecnología, han cobrado o han jugado un rol interesante en la época, en
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particular porque han administrado cada una un préstamo destinado a ciencia y tecnología, el primero de los cuales tuvo mucho impacto. Y en el período se han desarrollado, consolidado, cobrado particular fuerza algunas otras instituciones en distintos sectores, en distintos ámbitos, sobre los cuales podemos conversar si les interesa. Al mismo tiempo, en algunas empresas del Estado se han hecho esfuerzos en el último período, las empresas del Estado señalan que no están haciendo investigación y lo dicen con énfasis. Y asimismo en algunas dependencias ministeriales, en algunas direcciones, se está haciendo un trabajo significativo que hay que reconocer, que hay que poner como formando parte de esta plataforma. * Y finalmente éste es un punto importante. Eduardo Manta, lo acaba de destacar. En el último período se desarrollaron una serie de iniciativas que han permitido llegar a propuestas a nivel empresarial integrando ciencia y tecnología de punta con mucho éxito. Entonces, esta plataforma debemos situarla en el contexto de lo que es la crisis económica actual, la crisis social actual; entendemos que esos actores, que esta estructura puede y debe contribuir a pensar el país de mañana. Y además, segunda conclusión a esta primera parte, es que esta estructura, para hacerla funcionar se requiere implementar políticas, y van a ver que no son necesariamente políticas costosas, sino políticas que requieren bastante inteligencia de todos los actores. * Y entrando al segundo tema, los actores, ustedes han visto ya algunos números. Pero la pregunta es cuánta gente está haciendo investigación en Uruguay. Los distintos estudios mostraron que considerando absolutamente todos los sectores, habría 1500 personas en Uruguay activas en investigación. Estos son datos que ya tienen un año y medio o dos. El 80% del potencial está en la Universidad de la República, distintos
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estudios lo muestran, y entendemos que esta cifra es una estimación, tal vez demasiado importante, pero sobre todo el problema que tiene es el siguiente: aquí, como en muchos otros sectores de la actividad nacional, existe también el multiempleo, existen las personas, especialistas cuya probabilidad de presencia en el lugar, en el momento adecuado, es muy baja. Si nosotros pasamos esto a tiempo completo van a ver cuánto nos puede dar . Para darles una idea de investigadores a tiempo completo, la Universidad de la Republica, con 6.000 docentes, tiene poco más de 500 personas trabajando en dedicación exclusiva. * Todos estos datos para llegar a estos dos problemas: el país y los jóvenes. Creemos que es uno de los problemas centrales, qué pasa con nuestros jóvenes. No voy a extenderme en el tema de lo que se llama fuga de cerebros, pero los invitaría a leer un trabajo muy destacado, muy interesante, hecho por dos universitarios, la doctora Adela Pellegrino y Juan José Calvo, sobre el tema. Pero más que hablar de números yo quiero dar testimonio de lo que veo cotidianamente. Creo que los jóvenes, por lo menos los jóvenes que trabajan en nuestras áreas, están haciendo un esfuerzo muy notable para insertase en nuestro país. Por cierto, en muchos casos, hay opciones personales que llevan a alejarse, pero en general vemos que los esfuerzos son muy importantes y los vemos insertándose en los lugares que pueden, dentro y fuera de la comunidad académica, con dificultades es cierto, pero ustedes saben que es un sector que vemos que funciona, que sigue funcionando el estímulo moral y que es uno de los componentes importantes. Entonces quisiera decir que si bien vemos con alarma la situación actual, queremos saludar el esfuerzo que se está haciendo, que están haciendo estos jóvenes, y la vocación que tienen. Este es uno de los grandes problemas y es la riqueza mayor que tenemos para el período que se abre.
* Pero aquí el segundo problema es éste. El país se ha corporativizado, se nos han creado una serie de estructuras y de círculos muy particulares en torno a nucleamientos muy diversos, y es eso lo que está dificultando a veces que estos jóvenes con las nuevas profesiones puedan lograr insertase en nuestro país. Este es uno de los problemas que seguramente haya que estudiar para preparar la nueva etapa. * En cuanto a números, cuánto se invierte, ustedes saben que se invierte poco. Estas dos cifras que son sobre-estimaciones, yo creo que son elocuentes: 0.25% del PBI en la épocas en que teníamos un dólar bajo, menos de 0.2% y de aquí para abajo en el momento actual. Esto puede darles una idea de en qué estamos. ¿De dónde vienen esos recursos? Fundamentalmente del sector público a través de programas diversos: los recursos para investigación provienen todos de programas, de llamados a concursos, de evaluaciones rigurosas, y progresivamente se va logrando interesar al sector privado. * Esto como ejemplo, tomé los datos que tenía más cerca, que son de la Facultad de Ciencias, pero creo que la situación debe ser general en el conjunto de estructuras que hacen investigación. ¿Cómo se financia?. Lo que les puedo decir es que por cada peso que pone la Universidad, en este caso, vienen cinco de fondos o de recursos externos. Y aquí tienen todos estos componentes, yo diría que como máximo un tercio, viene de organismos, de agencias internacionales para financiar programas diversos que les podría detallar si les interesa. El resto viene de distintos programas nacionales y del resto, un cuarto viene de financiamiento de empresas y de distintas actividades con sectores privados. * Para dimensionar estos datos los voy a comparar con algunos otros de la región, similares a los que vieron.
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* Este es un dato de RICYT, la Red de Información en Ciencia y Tecnología de América Latina, donde tienen acá la inversión en investigación y desarrollo y aquí un Índice de Desarrollo Humano, que en alguna medida compara el esfuerzo o la riqueza relativa, o el bienestar de la gente con lo que se invierte en ciencia y tecnología. Les mostré ésta y no la relación inversión-PBI por lo siguiente: Uruguay tenía un índice de desarrollo humano comparado a estos otros países de la región, relativamente importante. Sin embargo, invertía en ciencia y tecnología, en investigación, muy poquito, estaba a la altura de otros países: Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Colombia, Perú. Panamá invertía más, invierte más que Uruguay. La pregunta que surge acá y que la podemos discutir luego, si a ustedes les parece, es: pero caramba, si teníamos un índice de desarrollo humano tan bueno invirtiendo tan poco en investigación y desarrollo ¿para qué invertir más?. Yo creo que vale la pena la discusión, lo podemos discutir luego si les interesa, pero la respuesta inmediata es que esto es de una fragilidad, fue de una fragilidad extrema y es absolutamente artificial. * Puedo pasar sobre estos datos, compara lo que invertimos en ciencia y desarrollo en los otros países de la región. Hoy los datos de Chile son que está invirtiendo poco más del 1% en ciencia y tecnología. Los países vecinos -aún la Argentina con su crisis está muy por encima de nosotros- por supuesto Brasil, Cuba; Uruguay estaba aquí con los datos viejos, bajó la mitad, y figura entre los países que menos invierte en ciencia y en investigación. * En cuanto a número de personas, fíjense en América, estos son el número de investigadores por región en el mundo. Acá tienen Estados Unidos y Canadá, esto es Europa, esto es Japón, estos tres sectores representan la gran mayoría, y América Latina es este pedacito chiquito de la torta con menos de 3%.
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* Volvamos a mirar cuántos investigadores hay en Uruguay, estos son datos propios pero también datos de afuera comparados a los nuestros. Uruguay está aquí, este es el número de investigadores estimados a tiempo completo. ¿Cuántas personas tendríamos trabajando a tiempo completo en Uruguay? 124,13. ¿Es mucho, es poco? Es muy poquitito. Estos datos coinciden con los que les di hace un rato, es una pequeña plataforma científica. * Y esto está medido en relación a la población económicamente activa del país. El Uruguay figura en la cola, está bien abajo. Uruguay tiene un número de personas que hacen investigación muy pequeñito en relación a su población. Esto de los números, y las estadísticas, y las divisiones es muy relativo. Si nosotros, como comentamos siempre cuando estamos con colegas, dividimos por el número de habitantes algunas otras actividades nacionales, nos van a dar estadísticas interesantes porque somos pequeñitos. Pero en este caso, este número es realmente significativo y les da una idea muy clara de esta plataforma que les mencionaba. * Bueno, habiendo mencionado esto vamos a pasar rápido a algunas proyecciones de futuro que podemos a partir de esta estructura que les mencionaba. * Fíjense lo que pensamos en relación al futuro, algunos caminos que creemos que hay que explorar. Tenemos que crear, inventar nuevas opciones de formación de nuestros jóvenes. Nuevas opciones, con nuevos conceptos, revisando mucho nuestras estructuras y fundamentalmente coordinando con todos los actores nacionales, y complementando la capacidad, el esfuerzo que tienen el conjunto de nuestras instituciones. Tenemos que aprender a trabajar en conjunto, aprovechando el potencial nuestro en los distintos sectores del país. Un segundo punto es que tenemos que desarrollar nuevas tendencias y
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nuevos estilos de trabajo, aprender a trabajar juntos o profundizar las experiencias exitosas que hicimos en ese sentido. Desarrollar programas multi institucionales y luego lograr definir algunos objetivos centrales que permitan configurar pequeñas masas críticas en aquellos temas en los cuales tenemos que jugarnos y tomarlos como temas centrales. En cuanto a políticas y prioridades, se necesita definir una política nacional, coordinar una política nacional en ciencia y tecnología para que todos los actores que están en esta plataforma, que es viva, existe, si está inserta en la sociedad y si tiene una relación con los sectores productivos y con las autoridades nacionales. Se necesita entonces coordinar una política nacional. Vamos a hablar después de un punto central que es el tema calidad. El tema calidad es el tema central en la investigación. Sin calidad, sin excelencia, sin estar en la frontera del conocimiento, sin realmente crear, no vale la pena invertir en investigación. Y no tenemos más remedio que definir algunas áreas prioritarias, jugarnos por algunas propuestas centrales y poder crear algún sistema coherente que permita que de eso pasemos a producir, a crear riqueza en el país, a crear trabajo de manera efectiva. * Otros caminos. Tenemos que crear ámbitos de encuentro. Tenemos que lograr fomentar confluencias. Hace poco estuvimos en una exposición interesante en el Palacio Legislativo sobre ciencia y tecnología que convocó a actores muy diversos. La experiencia fue notable. Una experiencia singular que habría que profundizar. Tenemos que lograr, entonces, crear ámbitos de encuentro. En cuanto a esta plataforma pequeñita que les mencionaba, tiene que ser consolidada, el tema central son las oportunidades para nuevas generaciones. Por supuesto el tema salarial y el te-
ma de asegurar que esos trabajos puedan llegar adelante. Por eso, repito, el estímulo moral en este sector sigue siendo un factor importante. Un sistema nacional de innovación es un tema del que se habla mucho, deberíamos poder definirlo, y tenemos que explorar las promesas y los desafíos del espacio regional, sobre todo del espacio regional que se sigue dibujando. Esta plataforma científica nacional se creó gracias a la vinculación, gracias al apoyo de las comunidades científicas de los países vecinos. Los lazos son muy importantes, creo que tenemos que agradecer siempre públicamente ese apoyo que seguimos teniendo. Tal vez por este lado es que podamos lograr participar de masas críticas. * En aras de jugarnos por opciones y áreas prioritarias, ésta es una lista primaria, hay muchos terrenos, hay muchas áreas que tenemos que explorar. Recorreremos todos estos caminos, vamos a tener mucha gente trabajando en muchos de ellos. Algunos van a tener que ser definidos como ejes centrales para el futuro, para las próximas etapas, y va a haber que explorarlos con márgenes de error que no son pequeñitos. * Pero pensando en definir áreas prioritarias, éste es el tema central, sea cual fuere el área prioritaria, sin definir la alta calidad como la prioridad central, nos vamos a equivocar seguro. Sobre esto podemos discutir, pero éste es el tema central. * Y sin duda el tema clave es éste: Educación y tener una capacidad endógena de creación de conocimientos. Esta es la clave para poder construir el futuro. Creemos que es un tema central, y el tema educación sin duda es el tema de mayor complejidad. * Y con esto podemos concluir. Primer punto que consideramos importante: tratar de proyectar el país del futuro,
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apoyado en lo que es el conocimiento, la sociedad del conocimiento, formación a todo nivel, es la prioridad número uno, desde la escuela, secundaria, formación técnica y la formación superior no exclusivamente universitaria. Tenemos que pensar en crear nuevos espacios. No puedo dejar de repetir algo que me impresionó mucho la otra noche en una reunión, donde algunos de ustedes estaba presente: un colega mencionó que encontraron en un libro de texto de escuela , de escuela pública, una página donde se hablaba de ciencia y tecnología y se hablaba que la ciencia es una actividad cara por lo que es patrimonio de los países ricos. Es una afirmación que duele porque tenemos la impresión que estamos formando en nuestras escuelas ciudadanos de un mundo de segunda, y creo que tenemos que revisar muchas cosas. Este es un tema central. Por otra parte tenemos que crear nuevas instituciones . Por supuesto si ustedes me dicen si precisamos más recursos y más gente en la Facultad de Ciencias, les voy a decir que sí, voy pelear firmemente para poder lograrlo. Pero las prioridades son crear nuevas instituciones y crear nuevos lugares, nuevas oportunidades y definir nuevos espacios. El país tiene que crear nuevos espacios. Por otra parte, les decía que hay que jugarse y definir áreas de cierta prioridad. Y ahí tenemos que diferenciar lo que es urgente y hay que empezar mañana, las áreas de emergencia que si no las abordamos inmediatamente no hay futuro. Entonces urgencia y emergencia tenemos que separarlas, y por otra parte definir áreas estratégicas que sabemos van a obligarnos a recorrerlas a muy largo plazo. Las soluciones no van a venir en plazos cortos, creo que vamos a ir obteniendo pequeños éxitos y algunos de cierta significación. Pero nos espera un trabajo largo y hay que empezarlo y profundizarlo ya.
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El otro punto es que sin rupturas a nivel cultural parece muy difícil poder desarrollar una sociedad, un país basado en el conocimiento, y estas rupturas culturales atraviesan absolutamente todos nuestros sectores, desde una nueva cultura empresarial hasta nuevos valores, nuevas pautas, nuevas referencias para el ciudadano. Y finalmente, casi a modo de conclusión, el futuro se prepara con las nuevas generaciones. Si nosotros no tenemos conciencia de esto, realmente creo que en lo que tiene que ver con la ciencia y la tecnología y los otros ámbitos, no vamos a llegar muy lejos. * Y por último, son dos puntos más de naturaleza material. Precisamos pensar en estructuras, en organismos, tal vez múltiples, que coordinen los esfuerzos de todos los sectores que tienen que confluir en esta aventura. Son actores sociales, son autoridades nacionales, empresarios y esta estructura científica. Tienen que abrirse muchos caminos, muchos puntos de encuentro, es muy importante coordinar, revisar nuestras estructuras y tal vez pensar en algunas nuevas. * Finalmente, sin duda, va a haber que pensar en recursos, pero ustedes saben que es un tema importante, pero tal vez no sea el más complicado. Los recursos probablemente puedan provenir de distintos sectores vinculados a las actividades de investigación a las cuales pueden estar asociados y de las cuales dependen. Ustedes saben que el país invierte 11% de su producto bruto en salud. En el período anterior esto era una cifra muy importante. Casi todos los países desarrollados o subdesarrollados invierten un pequeño porcentaje de la suma que invierten en salud para hacer investigaciones, lo cual les permite abaratar los costos, les permite aprovechar mejor los recursos. Ahí tienen una idea: un pequeño porcentaje, pero ínfimo, algunos puntos por mil, permiten mante-
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ner una estructura vigilante, una estructura que permita estar en la frontera del conocimiento y que apoye, por ejemplo, el sector salud. Podemos revisar muchas cosas y de pronto podemos encontrar soluciones que permitan transitar con entusiasmo, con creatividad, las próximas etapas. Les decía que entonces, a pesar de las dificultades, creo que hay una comuni-
dad científico-tecnológica sólida, con muchos problemas, pero que mira el futuro con preocupación pero con mucho optimismo. Y esta comunidad está esencialmente integrada por jóvenes, han visto que la mayoría se han formado en el período, por las cifras que les di, y que creo que debemos, podemos apoyarnos en ello para construir las próximas etapas. Muchas gracias.
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5 Ingeniera María Simón
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Bueno, muchas gracias, buenas noches. Me uno al saludo y al beneplácito con que vemos esta convocatoria. La preocupación de las fuerzas sociales y políticas por los temas de ciencia y tecnología es claramente una condición necesaria para que este tema pase a ser tema de debate público como debe ser, de debate amplio y democrático que forme parte de las plataformas políticas y de las políticas de Estado, por lo tanto me parece que la iniciativa es de la mayor importancia.
res que no llegan en total a los mil, en realidad superan los mil vistos con criterios relativamente amplios y están muy por debajo si se consideran aquellos de dedicación exclusiva y el aporte a ciencia y tecnología tomando todo lo que se puede encontrar, todo lo que pueda corresponder está en el orden del 0,25%, es decir del 2.5 por mil del producto bruto interno, cuando en los países en desarrollo se llega al 1%, es decir cuatro veces más y en los países desarrollados está en el 3 o 4%.
No voy a dar más cifras, más números, porque creo que han sido dados y me disculpo si repito algo de lo que ha sido dicho por Eduardo Manta o Ricardo Ehrlich. Simplemente es porque coincidimos en algunos conceptos, pero voy a tratar de centrar las cosas de otra manera o por lo menos dar otra óptica. Mi idea es más bien dar una óptica muy general sobre qué se ha hecho hasta ahora y qué habría que hacer en ciencia y tecnología. Sobre lo que se ha hecho los dos colegas dieron algunos datos absolutamente objetivos y hay además publicaciones que contienen relevamientos interesantes, por ejemplo la de Celia Barbato, del 95, que ya tiene algunos años pero en muchos aspectos está válida; la de Darío Saráchaga, la de Sutz, Filgueira y otro colaborador, que tal vez es la más completa. En todos ellos se ven, por ejemplo, las cifras que han permanecido básicamente constantes, de investigado-
Ahora, más allá de la cuestión cuantitativa, existen algunos problemas de fondo que son muy profundos, uno de ellos y en el cual me parece que esta convocatoria es más relevante, es la poca importancia que se le da al tema en cualquier agenda política. Más allá de las palabras, no es un punto destacado en ningún programa político, no es un punto destacado en un debate público, en general no es un punto destacado para el ciudadano común. Sin duda tenemos parte de la culpa, porque no hacemos muy buena difusión de lo que producimos, también es cierto que la prensa mayoritariamente da noticias efectistas, sesgadas y principalmente centradas en lo que se hace fuera del país. Yo a veces he llamado a diarios a decir ¿ustedes no saben que esto también se hace aquí o que se hizo antes? Por ejemplo nos pasó, algo que no tiene na-
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da que ver con la ingeniería: con sistemas de prótesis auditivas, que se hablaba de lo que se hacía en otro lado y yo tuve que llamar para decirles que en el Maciel hay profesionales que están implantando prótesis auditivas y hay un implantado que está trabajando de telefonista. Es decir, la difusión que se hace es parcial, más bien extranjerizante, apoyando esa idea de que ‘esto es cosa de otros’. Es realmente destructiva, y a veces efectista, al punto de, en lugar de crear un interés positivo por la ciencia, se puede llegar a crear hasta una cierta aversión o cierto recelo en la gente común, como es natural cuando a uno le hablan de algo que parece un poco mágico y que tiene amenazas, y se hace especialmente énfasis en éstas. La persona que no la conoce, puede llegar a ver la ciencia y la tecnología con cierta preocupación. Otro dato de la realidad, lo voy a decir en términos más bien brutales, pero bueno lo podemos debatir, y además en una exposición corta conviene exagerar un poco, caricaturizar o resaltar los rasgos más fuertes: yo diría que no existen políticas de Estado en ciencia y tecnología. Existen algunas iniciativas, pero una política de Estado que supere lo que es un gobierno, no la hay y yo diría que ni siquiera a escala de gobierno. Ahora, una política de ciencia y tecnología por naturaleza tiene que ser política de Estado, tiene que superar el alcance de un gobierno, porque algo serio en ciencia y tecnología se hace sobre todo, como decía Ricardo, a través de la formación de recursos humanos. Y la formación de recursos humanos en un área en la que, pongamos por ejemplo, no tenemos algo y sería muy importante estudiar polímeros, y que no tenemos gente, entonces el mandar a alguien al exterior, el que después empiecen a dictar cursos aquí, el que se forme una generación, eso al menos lleva tres generaciones académicas. Y yo digo siempre, que por suerte sucede siempre más rápido que las generaciones biológicas, porque uno tiene me-
nos distancia de edad con sus discípulos que con sus hijos, pero igual es una política que hay que pensar con un mínimo absoluto de diez o quince años. Por lo tanto eso tiene que ser una política de Estado, tenemos que llegar a un acuerdo entre los uruguayos y yo estoy convencida que podemos llegar si le asignamos al tema la importancia que tiene. No hay visiones tan distintas. Otro factor de análisis del estado de la situación en cuanto a recursos, en cuanto a la importancia que se le da, en cuanto a la existencia de políticas de Estado, es que el requerimiento de ciencia y tecnología por parte de la actividad productiva nacional es bajo, lo estoy diciendo desde una Facultad que ya tiene más de doscientos convenios hechos con empresas públicas y privadas y que está haciendo convenios desde el año 85. Pero aún así es bajo, hay sectores a los que nosotros no llegamos, en particular llegamos muy poco nada menos que al sector exportador, al sector agropecuario. Éste no debe estar exento de ciencia y tecnología, ese sector probablemente sea el que nos dé recursos, como decía el senador Mujica, para avanzar, para permitirnos catapultarnos también en otras direcciones. Si a ese sector nosotros no le añadimos más conocimiento, vamos a terminar también sin poder vender carne, lana y todas esas cosas. Porque, por ejemplo, en la carne hay requerimientos de calidad cada vez más altos, que exigen utilizar técnicas de análisis de imágenes para saber cómo se distribuye la grasa en la carne, o en la lana hay requerimientos muy importantes en cuanto a fibras coloreadas, la lana tiene que ser completamente blanca para que se pueda teñir de distintos colores, y nosotros estamos muy por encima de la cantidad de fibras coloreadas que está ofreciendo Australia, por ejemplo. Por encima como diez veces más. Entonces, hay que añadir genética, se puede añadir también técnicas de procesamiento de imagen, técnicas de
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selección posterior. Pero a esas actividades, tradicionalmente consideradas cimarronas también hay que añadirles ciencia y tecnología. Y nos resulta, a veces, más difícil entrar ahí donde no hay profesionales que tengan conciencia de qué problemas tienen y de que se pueden solucionar. Muchas veces la gente se acostumbra a convivir con un problema y a soportarlo o a tenerlo como una cosa inevitable, y es contra eso que tenemos que luchar. Yo diría también, como parte de este diagnóstico y repitiendo lo que dijo Ricardo, que la enseñanza temprana de las ciencias, que es bien importante, adolece de carencias muy fuertes. Y también tal vez adolece de carencias en el tema de la ciencia, la formación de los propios docentes, de la enseñanza temprana, de la enseñanza primaria y secundaria. Lo digo con el mayor respeto, con el mayor cariño hacia los maestros y hacia los profesores que ustedes saben que hacen maravillas en este país con los recursos que tienen, pero en la parte de ciencias exactas ellos mismos saben que deberían tener un aporte más y un acceso a quienes hacen investigación, hay poco trasvasamiento entre la investigación y la enseñanza. Aquí se hace, por ejemplo, muy buena matemática, hay grupos que están a nivel internacional y sin embargo la materia no se enseña especialmente bien en la educación temprana. Ahí falta una mayor comunicación interna del sistema académico. Dentro de los temas de diagnóstico, no puedo dejar de nombrar el escasísimo salario de los investigadores. Un grado tres universitario puede compararse a un empleado no calificado de muchas ramas, pero absolutamente no calificado, entonces esto también conspira contra la estabilidad del sistema. Esta situación, yo diría, no la quiero hacer ni quejosa ni exitista, a veces tendemos a decir somos muy buenos, hacemos muchas cosas y a veces tendemos a decir estamos horrible, no podemos hacer nada.
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No. Ni una cosa ni la otra, lo que creo que muestra nuestra historia hasta ahora es que, con pocos recursos logramos hacer bastante y que se puede proyectar; y con algo más de recursos se podría hacer mucho más. Es decir que podríamos tener un crecimiento proporcional o mucho más alto que proporcional, porque ejemplos de posibilidad hay: un ejemplo es el software nacional. El Uruguay está exportando más de software que de lácteos, creo que en un país tradicionalmente agropecuario está muy bien, y además es una industria construida exclusivamente a partir del conocimiento que imparte la Universidad de la República, que surgió a través de ideas más bien teóricas, diría que a través de felices ideas teóricas se logró empresas productoras de software que están exportando. Otro ejemplo, la biotecnología, que tiene en este momento empresas que están exportando elementos de alto valor agregado. Y podría dar alguno más, pero yo creo que esos hay que tomarlos como lo que son: ejemplos de que se puede. Porque todavía en volumen son muy pequeños, son de repente algunos cientos de millones de dólares. Eso parece mucho pero comparado con el producto bruto interno nacional es poco ese aporte. Pero muestran la posibilidad con inversiones relativamente bajas, con nulo apoyo de políticas de Estado, con gente inteligente y audaz en cierto modo, audaz porque se animó a hacer cosas distintas. Con esto quiero decir que no se tiene clara conciencia de lo que es la investigación tecnológica. A veces la gente cree que hay una investigación básica y que después de ahí como que se pasa casi sin nada intermedio a las aplicaciones industriales. Eso en el Uruguay no es así para nada, hay ciencia básica, pero en general los industriales compran sus máquinas, compran sus medios de producción, sus sistemas de producción afuera del país. Muchas veces optando por soluciones que no son las más adecuadas ni las más baratas. Esto no es
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así, el aparato científico tecnológico tiene que vivir entero, como un organismo vivo que para vivir tiene que estar entero. Y se retroalimenta de varias maneras. Cuando uno tiene una idea de ciencia básica, todavía hay un largo camino que recorrer antes de llegar a una aplicación industrial. Ese camino es el que muchas veces es caro y que en estos países es difícil recorrer si queremos ser autónomos, si queremos que nuestro conocimiento sea endógeno, lo que no significa cerrarse al mundo, pero significa sí tener que aprovechar bien de nuestros propios conocimientos. Hay una fase que es la investigación tecnológica, es otro asunto, es investigar por ejemplo que un compuesto químico hecho hasta ahora en pequeña escala se pueda hacer en gran escala. Que se pueda hacer económicamente, eso también es ciencia. Eso es lo que se llama la investigación tecnológica, y después viene un proceso de implantación, y a través de esos procesos muchas veces se refluye hacia los aspectos fundamentales, porque uno encuentra nuevos problemas que necesitan más ciencia para ser entendidos y ser solucionados. Por eso es muy importante mantener el aparato entero, viviendo. Concuerdo profundamente con lo que decía Eduardo sobre que no hay ciencia aplicada y ciencia pura, hay ciencia y toda es aplicable, lo que importa es que sea buena porque cuando surge un problema los científicos se interesan, cuando surgen problemas interesantes se interesan y surgen soluciones. Hay ciencia buena y mala, no se puede clasificar toda ciencia es aplicable. Se podrían dar muchísimos ejemplos de gente que hizo cosas que en su momento parecían meras curiosidades y hoy están tan integradas a nuestra vida como por ejemplo la anestesia. O por ejemplo, los “displaces”, de lo que le llaman cristal líquido. Empezaron por ser curiosidades de científicos que parecían sin utilidad.
Quiero pasar ahora a pensar qué tendríamos que hacer. No tomen esta actitud como presuntuosa de mi parte, no pretendo dictar cátedra de sobre qué tendríamos que hacer. Pretendo aportar ideas, pero me parece que lo mejor es tratar de aportar ideas concretas sobre qué tendría que ocurrir. Lo primero que evidentemente hay que hacer es pensar políticas de Estado que tengan continuidad en el tiempo, larga continuidad en el tiempo. Una vez yo estaba hablando con un político y me dijo: “Usted me convence de que eso es importante. Ahora dígame: ¿cómo convenzo yo a la gente que me vota, a la gente que quiero que me vote?”. Me parece bien, pero en realidad ese es su oficio no el mío. Vamos a tener que trabajar juntos, varias personas desde muy distintas vertientes, pero es absolutamente esencial que esto sea un tema que le interese a la gente en su conjunto. Un tema de debate nacional, si no, no es cuestión de que los políticos quieran o no quieran o de que las instituciones quieran o no quieran. Tiene que haber un convencimiento global. Eso en general no lo hay, pero a veces hay convencimientos parciales que son particularmente conmovedores. A mí me conmueve mucho, por ejemplo, el inmenso apoyo que le da a la Universidad de la República cantidad de gente que nunca fue ni nunca pudo siquiera pensar en ir a ella. Eso en este país es bastante importante. Debemos también promover la cultura en ciencia y tecnología a través de la educación temprana y a través también de la difusión informal, es decir a través de exposiciones, actividades, todas ellas fidedignas, es decir expresadas en lenguaje llano como para que todo el mundo las entienda, pero sin simplificaciones y sin efectismos. Que digamos la verdad. Tratar de fortalecer el intercambio entre el sector productivo y los productores de ciencia y tecnología, porque aún
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a pesar de los ejemplos positivos todavía les falta interactuar mucho más. Dentro de esta línea se puede promover, por ejemplo, las incubadoras de empresas, o empresas nacientes de los propios proyectos que se desarrollan en ámbitos académicos. Muchas veces, incluso nuestros propios proyectos de fin de carrera, podrían ser la semilla de empresitas, pero sin capitales de riesgo y sin apoyo, sin apoyos jurídicos, sin asesoramiento contable y de una cantidad de elementos, no pueden con la sola buena idea llegar a ser una empresa. La gente por suerte está asumiendo cada vez más la idea de que no se forma como un empleado, es decir, que no lo van a estar esperando en una empresa hecha, no va a llenar un lugar que ya está preparado para él, sino que va a tener que crear su lugar en el mundo e incluso crear empleo para otros, si le va bien. Pero hay que ayudar, eso para mí es parte de lo que debería hacer una política de ciencia y tecnología: ayudar a empresas nacientes y que si de diez semillas hay dos que nos prenden, está bien. Hicimos un buen negocio. Creo que hay que conjurar ciertos riesgos, en este momento la falta de recursos está poniendo en riesgo esa plataforma de la que hablaba Ricardo Ehrlich, esa plataforma humana que es lo más valioso que tenemos y que es sensible sin duda a los estímulos morales, pero que también llega a ser sensible a extremas necesidades. Nosotros estamos en riesgo de perder gente, estamos perdiendo gente y el número que tenemos es suficiente, es bueno, está muy bien calificado en algunas áreas y no tanto en otras, pero es un sistema decoroso y estamos en riesgo de perderlo. Ahí hay una acción de emergencia, yo concuerdo con la calificación de urgencias, emergencias, políticas a largo plazo. Hay una emergencia que es no dejar que esa plataforma se disgregue. Hay otra emergencia que es el riesgo de aislamiento que estamos corrien-
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do. Un sistema científico tiene que estar en muy buena comunicación con el ámbito internacional. Eso es casi obvio, tal vez, porque si no estamos corriendo el riesgo de estar haciendo cosas que ya se hicieron o de no enterarnos de cosas que nos serían útiles, etc. Y en este momento estamos en riesgo de aislamiento, porque nos resulta sumamente difícil mantener las suscripciones a las revistas periódicas que son lo que une a la comunidad científica, son lo que actualiza a la comunidad científica. E incluso resulta difícil mantener suscripciones a través de Internet, a sitios donde se ponen novedades científicas que son en general pagos y caros. Es una política, que yo creo que es muy discutible, de los países más desarrollados que ponen precios muy altos por la suscripción a través de Internet a sitios especiales académicos. Yo creo que en eso el Estado tiene que tomar un papel activo de emergencia para conjurar el riesgo de aislamiento. Otros elementos, no ya de emergencia pero sí de políticas que yo creo que tienen que implementarse rápido, es, por un lado, la mayor apertura entre el sistema académico y el industrial. El académico ha alcanzado cierta madurez, para seguir tiene que crecer y para crecer tiene que salir un poco de la Universidad, en el caso de la Universidad, o salir de los institutos de investigación y ligarse más al sector productivo. Es parte de su crecimiento. Y para eso, a veces hay que hacer acciones proactivas, acciones positivas, hay cosas que no pasan solas, hay que de repente poner algunos fondos para tender puentes. Pienso, como parte de una posible ley de innovación, en varias iniciativas que podrían ser interesantes. Una de ellas sería ésta: tender puentes entre lo productivo y lo académico. Otra, a la que se refirió Ricardo claramente, pero quisiera extender un poco el concepto, es lo que llamamos a veces fondos sectoriales. Es decir que quienes hacen actividad en un sector, contribuyan a la investigación en ese
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sector. Eso en Brasil se hace. Se llama justamente política de fondos sectoriales. Y no sólo lo hacen las empresas públicas, lo hacen también las empresas privadas que compran algún servicio público. Si una empresa privada empieza a actuar en telecomunicaciones o en energía, digamos en la refinación de petróleo o en la extracción de petróleo que en Brasil existe, tiene que poner una fracción muy pequeña, que de todas maneras es mucho dinero, una fracción muy pequeña de su facturación en ciencia y tecnología en esa área, esa es una política muy razonable. Porque cuando a uno le compran un servicio público, lo que principalmente le están comprando es un mercado. No son las máquinas lo que valen, es el mercado. Y se corre el riesgo de que enajene también la posibilidad de hacer innovación en esa área, porque si son empresas multinacionales la van a ir a hacer a sus casas matrices, y si son empresas nacionales muchas veces compran hecho. Entonces está muy bien que pongan en algo que les interese, que no lo vean como un aporte dadivoso sino como un aporte que a ellos les va a redituar. Otro elemento que podría integrar una política de innovación es la creación de grupos que yo llamo competencia -colaboración. Hay actividades que compiten entre ellas claramente, pero si no se alcanza cierto nivel de colaboración no es posible llevar una política en gran escala. Ejemplo: los vinos. Las bodegas claro que compiten entre ellas, pero hicieron algunas alianzas para promover la calidad de los vinos uruguayos, porque una de ellas sola no lo podía hacer. En otras áreas también habría que hacer esfuerzos de esta naturaleza. Otro elemento es el apoyo a la creación de empresas. Otro, apoyo a la vinculación con los científicos uruguayos residentes en el exterior o eventualmente al retorno. Yo creo que la época del retorno ha pasado básicamente o en
grandes números. Pero sí se puede hacer otras cosas, que es tener una relación constante, mantener laboratorios en esas áreas, mantener pasantías de jóvenes como estos uruguayos que están en el exterior y que han desarrollado carreras científicas. Otro tema, en el que yo creo que se puede aportar en esta materia es la función de regulación. La función de regulación es natural en los Estados, me refiero por ejemplo a la regulación de energía eléctrica, de las comunicaciones. Por supuesto que se da incluso en los Estados más liberales que se pueda imaginar, es una función típica del Estado, y al contrario cuanto más se desmonopoliza más hay que regular. Ahora, para una regulación seria hay que tener un apoyo científico tecnológico, porque uno puede emitir reglamentos, después ver si se cumplen o apoyar a que la gente los pueda cumplir. Porque no es sólo vigilar, sino apoyar para que se logre la calidad de poderlos cumplir y para eso se precisa laboratorios, se precisa capacidad. Esa es otra línea posible de alianza entre el Estado y la investigación: el apoyo a los organismos reguladores. Y por último, el tratar de promover un cambio de cultura. Desgraciadamente las empresas uruguayas se han formado en gran parte, en muchos sectores, en una cultura de sustitución de exportaciones, de proteccionismo, de poco riesgo sobre todo. Ejemplo de ello, tal vez el más claro, la explotación agropecuaria. Hay que producir un cambio hacia empresas más audaces, más generosas en la aplicación de nuevas tecnologías o en el compartir algunas iniciativas con sus potenciales competidores. Es decir una mentalidad empresaria, que no deje de ser empresaria por cierto y no deje de dar ganancia, pero que sea también más solidaria, más generosa y con una visión más general de lo que tiene que ser un país.
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Otro tema a impulsar es: comunicaciones y estándares de calidad. Ustedes dirán qué tiene que ver. Tiene que ver porque son dos elementos que nos ayudan a nosotros a superar la distancia y la ignorancia, el desconocimiento que de nosotros se tiene. Un país que está a 35º de latitud sur, está muy lejos de la mayoría de los centros poblados del mundo, hay muy poca tierra en el Hemisferio Sur, pero si se trabaja con muy buenas comunicaciones, si la infraestructura de comunicaciones es buena, es accesible, hay algunos aspectos en que el problema distancia deja de ser tan importante y el desconocimiento que de nosotros se tiene muchas veces se puede superar si cumplimos estándares de calidad. El mundo está evolucionando hacia estándares de calidad muy objetivos, hay una cantidad de normas y de organismos normalizadores, y si uno dice yo cumplo tal norma, entonces deja de ser tan importante. Y al Uruguay ¿quién lo conoce? En suma, para terminar, a mí me preocupa mucho qué es lo que va a pa-
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sar con el apoyo de la ciencia y la tecnología cualquiera sea el gobierno que venga, porque frente a otras urgencias tan angustiosas que tiene el país puede parecer que éste es un tema secundario, un tema un poco lujoso, frente a gente que se muere de hambre. Ahora, hay que invertir en el futuro, si no vamos a estar siempre igual. No hay que crear falsas oposiciones, es muy peligroso crear falsas oposiciones así como entre básico y tecnológico o hasta que no hagamos esto no empezamos con esto otro, porque entonces no empezamos más. Hay que armar, como un rompecabezas muy difícil que se tiene que empezar a armar desde todos lados al mismo tiempo, y hay cosas que no se pueden posponer porque si bien la ciencia y la tecnología no bastan para producir bienestar y dignidad en la vida de las personas, está claro que a esta altura del siglo, a esta altura de la evolución del mundo, sin ciencia y tecnología no se logran un bienestar y una dignidad colectivas. Entonces no alcanza pero es absolutamente imprescindible.
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6 Debate
PRIMER PARTICIPANTE. Hola, las cuestiones protocolares mejor las dejo, creí que iba a tener otro carácter esto, muy importante lo que dijeron, sin discusión, pero yo venía con otra idea, en el sentido siguiente: pediría a esas personas que están en el campo científico que pudieran indicarnos, por la circunstancia actual y por lo que vemos hacia adelante, qué es lo que tenemos que hacer en este país. Se dice que el aparato productivo ha sido desmantelado, tenemos que reconstruirlo. Estamos de acuerdo porque eso es fuente de trabajo, pero ¿en qué sentido lo vamos a reconstruir? ¿vamos a seguir produciendo vacas cada vez mejor? ¿Podemos desarrollar un país más agrícola que éste para que haya agroindustria? Pienso que sí, pero ahí entra este otro problema que quisiera saber. Porque yo a veces tengo que hablar públicamente, y he tenido que ir a distintos lugares del país y no he sabido decirle a los jóvenes, en qué iban a ocupar sus esfuerzos en el futuro inmediato y no tan inmediato, es decir dónde iban a emplear sus energías. Entonces yo pregunto, en este biodiesel? ¿vamos a plantar soja transgénica? ¿qué es lo que vamos a hacer? A mí me preocupa que se trabaje en ese sentido, es decir, esta reconstrucción que vamos a hacer, refundación del aparato productivo nacional ¿en qué dirección la vamos a hacer? Y me parece que los científicos en ese sentido tendrían que darnos una gran ma-
no, orientarnos, todo lo que se dijo es importante, pero para sostener, como dijo el senador Mujica, los troncos para que después Nokia pudiera desarrollarse, nosotros ¿qué es lo que vamos a hacer ahora, y de aquí en más, para poder tener esos recursos para ese desarrollo ulterior? A mí me importaría saber si hay posibilidades en el plano del campo científico y dónde podría ser eso. Que se analice ese tema.
RESPUESTA. DR. MANTA No es una pregunta, o no son preguntas fáciles. Creo que hay tres tipos de preguntas: unas que las podemos contestar como ciudadanos; otras que no son de resorte científico y que a veces es difícil poder predecir el futuro; pero hay cosas que sí podemos afirmar, conocemos la capacidad que tenemos y la gente que está en la frontera del conocimiento en diversas áreas, y entonces podemos ver qué es lo que se puede hacer, qué iniciativas se pueden tomar. Lo que hay que hacer entonces es ofrecer a los tomadores de decisiones, a los sectores que pueden tomar iniciativas empresariales y que saben de mercados, que saben colocar un producto, saben qué se precisa, ofrecer esa capacidad en áreas diferentes. Y hay claras prioridades pero la lista es muy grande y algunas cosas son más o menos seguras y en otras hay que hacer opciones y probar.
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Este país tiene recursos naturales notables, nosotros ahí tenemos que agregar ciencia, agregar tecnología, tenemos mercados que nos ponen exigencias importantes, que nos ponen limitaciones, tenemos que estar por delante en lo que puede ser producción animal, en lo que puede ser todo el terreno agrícola. El Uruguay explota, de las tierras productivas 7 a 8 % únicamente en cultivos, ahí hay un enorme desafío. Nosotros tenemos que ver de qué somos capaces, qué es lo que podemos crear en el Uruguay. Esa es un área estratégica, podemos afinar más. Sin duda en todo lo que tiene que ver con el área biológica que va desde la biomedicina hasta la parte alimentaria, el desarrollo de las tecnologías abre una enorme potencialidad en todo lo que llamamos biotecnologías. Hay experiencias exitosas, pero si tenemos que transitar esos caminos ahí podemos identificar una serie de elementos país, desde el punto de vista agrícola ¿vamos a plantar maíz para hacer importantes. El proceso requiere, como decía María Simón, articular eso, no tomar iniciativas sólo desde el punto de vista de los científicos, sino articularlo con otros actores que puedan llevar a que eso sea producto, a que eso se coloque, a que eso traiga riquezas. El área de la energía me parece que es otra área importante a explorar y que puede ser considerada prioritaria. En otras áreas como los recursos del suelo, el país tiene una gran potencialidad, tenemos que tomar una serie de decisiones. Sería injusto, es una lista poco exhaustiva, pero creo que se puede trabajar en muchísimas áreas. Los recursos del mar, las familias que viven de la pesca artesanal son un número muy importante; existe la pesca industrial, pero además se está abriendo una gran cantidad de oportunidades en todo lo que es la acuicultura, tanto a nivel de piscicultura como de otras especies. A partir de eso se puede tener una gran cantidad de exportaciones de especies de alto valor agregado, se mencionó el vino, se mencionó el software, pero podemos hablar
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de la miel; a la miel también se le puede agregar ciencia y tecnología, y eso está sucediendo. En fin las áreas son múltiples. Podemos hablar de otras áreas que están lejos de nuestras especialidades, como las que tienen que ver con el ordenamiento territorial, con el transporte, generar una sociedad que funcione mejor, que rinda más, y bajar costos, mejorar las comunicaciones. Entonces creo que sería necesario se tomen cuenta las posibilidades, la capacidad de nuestros ciudadanos y que los que pueden tomar las decisiones orienten una serie de pasos en algunos sentidos. Como se dijo ya varias veces, hay cosas que son emergencia, que hay que responder ya, mañana, eso tiene su lógica. Hay algunas urgencias, después hay desafíos que van a llevar ciertos tiempos. Tenemos ejemplos positivos que debemos tomar en cuenta. Y yo creo que, sé que no respondo la interrogante en forma plena, pero me parece que ese es el camino que tenemos que recorrer. Tal vez esa pregunta, la invitación que está detrás de la pregunta, forme parte de ese ámbito que nuclee distintos sectores donde se intercambien experiencias, potencialidades, y de ahí surjan las decisiones y la respuesta a la pregunta que no puede ser sólo del lado nuestro.
SEGUNDO PARTICIPANTE. Sí, hola, mi nombre es Juan Cristina y soy director del Centro de Investigaciones Nucleares de la Facultad de Ciencias. Mi pregunta va dirigida al senador Mujica, aunque creo que contesta un poco algo de lo que planteaba el compañero. El senador Mujica nos llamó a nosotros los científicos al debate, nosotros vemos quizás con cierto asombro que cuando se hace una entrevista en la prensa a un científico tiene que cumplir dos condiciones: ser uruguayo y estar trabajando en el exterior. Si no, no nos preguntan absolutamente nada. Entonces, socialmente tenemos que partir de la base de que no existimos. Eso hace
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que nos cueste mucho, lo que necesitamos no lo podemos hacer solos, si no tenemos un canal del sistema político nacional es imposible participar. Les cuento una innovación, digamos del área nuclear, donde yo estoy, una sola innovación que fue la utilización de técnicas nucleares, lo que le permitió a Chile erradicar la mosca de la fruta y vender la fruta directamente a Japón que es el mercado que mejor paga. Los argentinos se dieron cuenta: desde el sur del Río Negro argentino hacia abajo se utilizó la misma técnica, se saca la fruta por los puertos chilenos, y se exporta a Japón. ¿Y nosotros? Entonces yo pongo el grito en el cielo, sé que las investigaciones que se hacen en mi laboratorio, si yo se las contara, ustedes dirían: doctor ¿esto para qué sirve? Bueno, una sola innovación permite eso. Tuve el honor de ser uno de quienes hicimos el nuevo programa mundial de erradicación de la mosca de la bichera en el organismo internacional de energía atómica. Hace años que con compañeros estamos luchando para que en el Uruguay se haga lo que permitió erradicar la mosca de la bichera desde el sur de Estados Unidos hasta el istmo de Panamá. Hemos hablado con todo el mundo, y ésta es mi pregunta: ¿por qué la Agencia Internacional de Energía Atómica me envía a mí a instalar en laboratorios públicos, pobres como los nuestros, laboratorios completos de diagnóstico de biología molecular? Por ejemplo en el Hospital Regional de Valdivia en el sur de Chile y en el Hospital San Juan de Dios, en San José de Costa Rica, y estoy luchando para poder hacerlo en el Hospital Pereira Rossell. He hablado con todo el mundo, como científico, como ciudadano, ¿qué más quieren que yo haga? Muchas gracias.
RESPUESTA. SENADOR MUJICA Muy suscinta la respuesta, es una plaza fuerte a conquistar. Vale la pena pero hay que bombardear mucho previa-
mente antes de tirarse a las aguas. A usted lo van a escuchar el día que haya opinión pública, y el conjunto de la sociedad uruguaya se dé cuenta, por lo menos en parte, que detrás de los hombres de ciencia se está jugando su suerte. Ese pueblo no lo va a hacer desinteresadamente, lo va a hacer cuando entienda y tengamos la capacidad de comunicarnos y de promoverlo. Lo que pasa con los medios de prensa es que estas cosas no concitan público, tal vez por el carácter de nuestra cultura, y entre los muchos cambios que planteaba la doctora yo acompaño, y esta es una piedra, una pequeña piedra en el camino. Acá no vamos a resolver nada, lo que tenemos que entender es que la que puede dar fuerza a este debate es la nación y que por lo tanto esto no puede ser la cofradía de la comunicación de un mero público más o menos universitario, sino que estas cosas tienen que tomar encarnadura en nuestra sociedad para que los universitarios puedan tener un respaldo en todo esto. Y yo creo que es un camino largo, desde ya lo digo, es un camino largo, es una brutal batalla, como otras que tiene este país.
TERCER PARTICIPANTE. Yo para el tema de los especialistas técnicos, primero creo que el futuro de una nación no puede quedar sólo en manos de especialistas, debido a que hay un pueblo que debe defender la nación. Yo provengo de una industria que se quebró, lo cual motivó que cantidad de trabajadores hoy en día se promuevan y se esfuercen buscando alternativas propias de generación de empleo, en base a un sacrificio enorme. Los cuales están olvidados por la prensa y muchas veces por gran parte de los técnicos, gran parte, no todos. A mí me pasó cuando los trabajadores del vidrio fuimos a la Facultad de Ciencias Económicas y pedimos un respaldo, y aquel decano me dijo el costo del estudio de viabilidad, y yo le dije que todos habíamos invertido en eso que era público. Entonces creo que
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comparto la palabra de la doctora María Simón en que hay que generar un ámbito de sensibilidad de la gente, pero de ambos lados, de ida y vuelta, no sólo de una pata, porque pregunto: los compañeros que fueron desplazados de la industria, que están luchando allá en el Cerro ¿cuántos técnicos tienen para desarrollar el posible hornito para fundir vidrio? Los que están haciendo grifería de bronce ¿cuántos técnicos tienen para desarrollar el software, el chip, de lo que hablaba la doctora, para mejorar su producción en bronce y estar al alcance de la gente? Yo tengo que pagarle a una multinacional, Intervet, el desarrollo de una vacuna para darle a la gallina que me ponga un huevo, a la gallina híbrida, y me sale esa vacuna 230 dólares cada mil gallinas, ¿acá no hay un instituto o una gran cantidad de técnicos que podamos desarrollar esa vacuna? Yo creo que hay, pero tenemos que dar y dar de todos lados. Creo humildemente, que el paso a dar es que el conocimiento que aportaron varias generaciones hay que volcarlo a la sociedad hoy. Y de un lado están los que laburan y del otro los técnicos, hay que conjurarlo, hay que desarrollarlo solidariamente para generar la nación. Nada más. Muchas gracias.
RESPUESTA. DECANO EHRLICH Creo que evidentemente los canales de comunicación están fallando y tenemos que ponerlos a funcionar mejor de ambos lados. La Universidad de la República, con los escasos recursos que hoy tiene, es capaz de mantener un Hospital de Clínicas funcionando, es capaz de asesorar a los productores rurales, es capaz de tener programas sectoriales de investigación, justamente para el tipo de problemáticas que el compañero plantea. La Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República mantiene con muchísimo costo relativo respecto al presupuesto universitario y con muchísimo esfuerzo, un
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programa de vinculación, un programa de relacionamiento con el sector productivo y con los actores sociales. Yo te invito compañero a que tú vayas a la Comisión Sectorial de Investigación Científica y que, reunido con nuestros compañeros puedas ver ahí los proyectos conjuntos que se han hecho con sindicatos, con el PIT CNT, con institutos de la vivienda, tratando de aportar todo el conocimiento disponible en el marco de la Universidad de la República para el bienestar de nuestra sociedad. Por eso creo que no es que no se esté haciendo, creo que están fallando los canales de comunicación. Entonces, evidentemente tendríamos que mejorarlos en esta etapa y ver cómo podemos consolidar la cosa. Segunda iniciativa. La Universidad de la República, desde hace aproximadamente un año, ha generado un conjunto de mesas sectoriales en las cuales se reúnen los sectores académicos, los sectores empresariales, el PIT CNT, las cámaras empresariales, etc., etc., a discutir determinadas temáticas específicas de los sectores. Hoy están trabajando cuatro o cinco mesas sectoriales, con informes que se están elaborando a los efectos de proyectar el futuro país. Yo tengo acá conmigo el Informe que se está elaborando dentro o en el marco de lo que es la futura industria farmacéutica que nosotros queremos para nuestro país. En el marco de este informe están trabajando las industrias farmacéuticas, los sindicatos de la salud, el Hospital de Clínicas, las gremiales empresariales, etc., etc., y ya se están empezando a definir temáticas y problemáticas a corto, mediano y largo plazo. O sea que yo te invito compañero, a que te acerques a las mesas sectoriales, a la CSIC, y podamos comenzar a trabajar juntos y creo que la manera de trabajar existe y la disponibilidad y la apertura de la Universidad de la República y de todos sus científicos, para trabajar en esa dirección también. Gracias. CUARTO PARTICIPANTE. Yo quería hacer un par de cuestio-
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namientos o por lo menos plantear un par de discrepancias. En principio con el nombre del Seminario: El conocimiento al servicio de un país productivo. Yo soy un investigador universitario que transita por las áreas de la historia, la psicología, la antropología, me parece que centrar la temática del conocimiento hacia el sector productivo en ciencia y tecnología es un error. Me hace acordar a un dibujito animado que ve mi hijo que se llama el Laboratorio de Dexter, que todas las respuestas están en la ciencia y siempre aparece la hermana para desbaratarle la perfección de la ciencia en todas sus soluciones. Creo que mientras no se incorporen estos otros saberes, poner ciencia y tecnología en el campo no va a ayudar a que se produzca más a nivel del campo en un país altamente urbanizado. Digo esto como una simplificación, un prejuicio si lo quieren de parte mía, pero se prefiere vivir la crisis del exilio antes que vivir una crisis de un pasaje de urbanidad hacia el campo. Porque no es fácil ir a trabajar en el campo porque es pasar a vivir en el campo. Y en un país que está altamente urbanizado, donde más de la mitad de su población vive en una ciudad, se prefiere vivir en otras ciudades donde se siga dando esa misma forma de vida a la que uno está acostumbrado, que pasar a otra forma de vida totalmente diferente. No en vano del Interior se viene a Montevideo y de Montevideo se va a otras ciudades. Por otra parte quiero marcar, por lo menos, otra discrepancia. Me parece un error incentivar que el sector privado genere investigación y conocimiento. Es un error en tanto que es seguir las reglas del capitalismo, porque si bien es cierto que en los países desarrollados el sector privado es quien invierte en conocimiento, también es quien mayor dinero gana. O sea, invierte porque gana dinero en base al empobrecimiento de otros sectores. Yo creo que si bien hay que jugar con este juego de las patentes, la única manera que hoy tenemos de protegernos, de darle de comer a los in-
vestigadores, es que el Estado se haga cargo de esas investigaciones a través de diversos institutos, organizaciones, Universidad de la República, Clemente Estable. Que otros institutos que surjan a nivel estatal se hagan cargo de esas investigaciones, que sea a través del Estado donde surjan las patentes y de que esas patentes se vuelquen al propio Estado y de ahí a la sociedad. Porque la investigación en el sector privado básicamente lo conocimiento privado que va a permitir a las empresas lucrar con ese conocimiento. Entonces me parece que, sí es verdad, en los países desarrollados se invierte mucho en el ámbito privado del conocimiento pero es porque ganan millonadas de plata con eso y ganan millonadas de plata en base a la pobreza aplastante que hay en países de Latinoamérica. Me parece que eso, si bien puede incentivar la producción, me parece que es un error en tanto es instalar mecánicas de capitalismo fuertemente perjudiciales a largo plazo en nuestros países. Está bien el integrar el sector público y el privado. Está bien que la Universidad trabaje con el sector privado, pero me parece que el Estado y a través de la Universidad como ente autónomo, debe ser quien canalice, coordine, distribuya, a través de quien se potencie, la circulación del conocimiento. Que el conocimiento circule, si pasa al sector privado queda totalmente capturado y sobre todo en lógicas que no son las más colectivas o las más sociales.
RESPUESTA. DECANA MARÍA SIMÓN Compartimos totalmente, y yo terminé un poco ahí mi intervención, en que la ciencia y la tecnología es necesaria para generar bienestar y riqueza, pero no es suficiente en absoluto para generar bienestar y riqueza. Cuando dije eso me refería a las ciencias sociales y humanas o los conocimientos sociales y humanos sin los cuales la ciencia y la tecnología sola no resuelve, porque no apunta a quienes necesita apuntar o no
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produce los cambios de mentalidad que es necesario producir, por ejemplo para que personas que han vivido en extrema pobreza recuperen la capacidad de trabajar, la capacidad de integrarse a grupos grandes, la capacidad de interactuar, especialidades más bien de tipo psicológico o sociológico. Lo que quería decir era eso, tiene que haber integración de conocimiento social y humano. Tal vez centramos mucho la exposición en tema científico y tecnológico por quienes somos, es decir se invitó a gente que es de medios científicos tecnológicos y tratamos de hablar de lo que sabemos, no de lo que no sabemos, pero lo respetamos mucho y siempre hemos insistido en la necesidad de participación de las ciencias sociales y humanas para que las innovaciones tecnológicas realmente puedan prender en terreno fértil, puedan producir el efecto de bienestar y mejora que queremos que produzcan. En cuanto a lo otro que tu decías, yo entiendo, no son elementos contradictorios, es decir que la Universidad tiene que hacer más investigación y que queremos que haga más investigación sin duda, queremos que haga mucha más investigación e incluso tiene una disposición interna sobre cómo se manejan las patentes. Es decir, el investigador que hace un descubrimiento dentro de la Universidad, por ahora se han patentado pocas cosas, lo pone a disposición pública, comparte sus posibles ganancias, sus eventuales ganancias con la Universidad, pero yo no diría que la Universidad tiene que tener un monopolio sobre la investigación. La Universidad produce un 80% de la investigación total del país. Ojalá hubiera otra gente que hiciera más, si ese porcentaje decreciera -no porque la Universidad haga menos sino porque haya otros que hagan más- yo creo que para el país sería bueno, no son elementos contradictorios. Y además llevando políticas comple-
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mentarias como éstas de la que yo hablaba, del adecuado equilibrio entre la competencia y la complementación, o también dirigiendo bien los préstamos y los capitales de riesgo, por ejemplo. Yo puedo dar a una empresa capital de riesgo y decirle que lo que puede encontrar lo ponga a disposición de tal y cual manera, o le pagan alguna patente; es decir, no se pretende que sean filántropos, pero en ese caso le doy unas condiciones mucho más beneficiosas que si lo guarda en secreto. Es decir, se puede, manteniendo la libertad de opción de las personas, estimular más algunos comportamientos que otros. Gracias. Bien, la organización se había propuesto terminar alrededor de las diez de la noche, felizmente las exposiciones han sido un buen disparador para el debate, así que ya tenemos anotados tres o cuatro más participantes que pidieron la palabra. Vamos a cumplir con ellos y después el debate lo vamos a seguir, pero de una manera más informal, en la cafetería de este piso uno y medio de la Intendencia. Pero vamos con las últimas preguntas.
QUINTO PARTICIPANTE. Hay muchísimas cosas para decir y creo que lo más importante es que esto se lance y comience. Quería referirme a un par de cosas que faltaron mencionar y que el Pepe Mujica esbozó al principio y después no fueron retomadas explícitamente por las exposiciones que hizo al país agrointeligente. Cada vez más la inteligencia ya no es sólo una parte del producto sino una materia prima en sí, la más costosa, la más ubicua y por suerte la que no depende de la geografía porque está en nuestras cabezas. Pero hoy en día las industrias del conocimiento no se ocupan únicamente de biotecnología o de ciencias de las llamadas duras, sino que también atiende a las preocupaciones
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del joven investigador en materia de sociología, de historia, etc. Pero no solamente las ciencias, no hay que confundir, me parece a mí, ciencia y disciplina. Una cosa es el pensamiento científico, la actividad tecnológica, otra cosa son las disciplinas, las maneras cómo formalizamos pedazos de conocimiento, los enseñamos, los reproducimos, etc. Creo que a lo que hacía referencia Pepe es al pensamiento científico, ese no es patrimonio ni del científico ni del ciudadano de a pie, ni del político, es un compromiso de todos nosotros y todos somos propietarios de la capacidad de pensamiento científico. Esa es una cosa general, o sea que tranquilicémonos, hay lugar para todo el mundo en este debate. Otra cosa, falta, me parece en el debate, mencionar el lugar que tiene el enemigo. Pepe hablaba de que la política es un arte, yo creo que es el arte de resolver paradojas, siempre falta alguien, alguien no está presente, o alguien está presente sin decirlo. El enemigo es el mercado, en el mundo actual un tercio del mercado corresponde a transnacionales entre sí, otro tercio a las transnacionales con sus filiales, y apenas un pequeño tercio queda para el comercio tradicional. Eso es un punto sobre el cual hay que trabajar. Otro punto, el comercio es virtual, ese es otro fenómeno, el lugar que ocupa la transmisión del conocimiento pasa por las industrias de la lengua y las industrias del conocimiento. En el Uruguay tenemos en ese sentido un atraso brutal, en este país se forman traductores públicos porque correspondía a las necesidades de la inmigración de los años veinte del siglo pasado, cuando había que certificar nacimientos y demás. El comercio electrónico, el uso de internet, el uso del avasallamiento de las deformaciones del lenguaje, no solamente de la presencia del inglés, que es de menor importancia porque las cosas son dialécticas. En este país no existían las grandes superficies, apareció Gèant y al día siguiente había medio millón de uruguayos comprando en Gèant que nunca había oído hablar
de eso. El día que sea necesario incorporar a los sectores marginados al comercio electrónico, las grandes transnacionales van a encontrar la manera de seducirlos y van a inventar íconos para que no haya ni siquiera que hacer nada. Entonces creo que hay que adelantarse, no sólo hay que reflexionar ..... Estados Unidos tiene su programa Itac de asesoramiento personal al presidente de Estados Unidos, para mantener la preeminencia en la gestión de la información y el conocimiento, desde el año 97. La Unión Europea lo tiene desde el año 2000. En América Latina, no lo tenemos, tenemos el ALCA, apenas mañana, pero por suerte y con esto termino, creo que hay no solamente que aprovechar las ideas y las informaciones que se dieron hoy sino que creo que hay que aprovechar las experiencias de algunos lugares donde han ido resolviendo o encontrado soluciones. Cito tres cosas: Universidad de Mérida, en Venezuela, una ciudad universitaria de 300.000 personas perdida en la montaña. En el año 96 un grupo de ingenieros inventó el programa Alejandría, los invito a que lo busquen con Google y encuentren la dirección electrónica, van a descubrir mucha información interesante acerca de cómo convertise de una pequeña ciudad y de una universidad casi inexistente, en una plataforma de desarrollo científicotécnico y de servicio al país que ha tenido un desarrollo exponencial. Es nada más que una información que vale la pena conocer. Otro ejemplo, para poder reunir tantos sectores que no se han juntado antes, y ese es el arte de resolver paradojas, hay que encontrar enemigos comunes, además de posibilidades y sueños. Y los enemigos comunes están justamente en la pérdida de la identidad, en la pérdida de la cultura, hoy en día tenemos el DVD y las industrias del entretenimiento están completamente desamparadas, pero entran por la ventana y por los servicios a bajo precio y eso va a seguir pasando cada vez más.
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Entonces concluyo, creo que en este debate o en esta asociación hay que incorporar además la reflexión sobre el mercado en cuanto a las comunicaciones, a las lenguas y a la gestión del conocimiento.
SEXTO PARTICIPANTE. Bueno yo tampoco vengo del área científico-tecnológica, pero les voy a proponer hablar de algo que sí saben. Es un poco triste para aquellos estudiantes universitarios en sala escuchar a la Universidad hablar de todo lo que debería pasar, sin hablar de lo que debería pasar con la Universidad. Es un poco triste no reflexionar entre nosotros si es correcto darle dinero, más dinero a esta Universidad que hay hoy en día, sin que ella misma sea capaz de hacerse una crítica, una autocrítica fuerte, cuando responde al compañero del vidrio que tenemos un montón de convenios entre grandes corporaciones pero también tenemos un montón de actores universitarios que trabajan con mucho más escasos recursos que los investigadores y que igual hacen investigación, pero como es más pobre la llaman Extensión y no la hacen ni con las empresas ni con las corporaciones ni con los sellos, la hacen en el día a día, y desarrollan y producen muchísimo conocimiento de una forma diferente. Sin embargo deberíamos hablar del presupuesto que la Universidad destina a ese trabajo cotidiano, por suerte algunos atisbos hay en algunas de la Facultades que están hoy presentes, pero deberíamos hablar del mínimo que destina a ese tipo de desarrollo de conocimiento, a ese tipo de desarrollo de investigación, y creo que quizás deberíamos preguntarnos si es mejor plantearnos que se fomenten empresas para los académicos que egresan de las carreras o que los académicos se hagan académicos fomentando empresas de aquellos uruguayos que quizás no están en la academia.
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Quizás sea mejor pensar si no hay que dejar de construir los muros adentro del patio para aprender a construirlos afuera, porque se construyen mejor con la gente que los construye con barro, que los construye con lo que tiene al lado de casa. En realidad yo aplaudo a muchísima gente que trabaja todos los días en la Universidad y genera un montón de cosas importantes, pero creo que también queda pendiente, y es un compromiso de los académicos, empezar a pensar si esta Universidad que hemos tenido, que formaba hasta ahora ilustres personajes que después lograban asentar un status económico determinado en base al conocimiento que se les brindó, no tiene que empezar a cambiar y pensarse de otra manera y pensar soluciones que empiecen desde el primer día en que una persona pisa la Universidad de la República. Para terminar, quería agregar, que quizás también tengamos que pensar que uno de los más grandes, quizás el más grande de los fundamentos de la Universidad de la República, no es formar profesionales sino democratizar el conocimiento.
RESPUESTA. DR. MANTA Las alusiones son muy directas así que tengo que contestar yo. Eso está claro. Creo que es bueno siempre escuchar todo, a nosotros nos llamaron a dar nuestra opinión sobre determinadas temáticas referentes Segunda cosa. Creo que fuimos los tres, y particularmente yo fui muy claro antes de terminar mi exposición, en pedir, en darle a la exposición una inflexión muy grande en el sentido de indicar que esto es una de las cosas que debe hacer la Universidad. Pero que la Universidad también necesita formar profesionales, hacer extensión, dedicarse a todas las demás tareas que le obliga la Ley Orgánica a realizar, a todos nosotros, que tú nos llamas académicos y no-
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sotros trabajamos de docentes. Y hacemos investigación porque dentro de las cinco tareas que nos obliga la Ley Orgánica a desarrollar, una de ellas es la creación original de conocimiento. No existe ninguna universidad que se pueda preciar de tal si no es capaz de crear conocimiento original. Las universidades que no son capaces de crear conocimiento original es una de las grandes problemáticas y situaciones que estamos viviendo desde hace mucho tiempo. Conocemos hoy muchas situaciones de que en muchos países latinoamericanos, para poner una universidad alcanza tener un garaje libre en la casa. Yo te puedo llevar a países de Latinoamérica donde si vos tenés en tu casa un garaje libre pones una universidad. Entonces quiere decir que la situación es bastante compleja desde ese punto de vista. La otra cosa a la cual tú hacías mención y que creo que nosotros por las características del debate decidimos, o al menos yo decidí no mencionarlas, es una cosa mucho más profunda y que voy a tratar de explicártela a tí en pocas palabras. Si hoy no existiera un relacionamiento fuerte de la Universidad con los sectores productivos que le permitiera al sistema universitario actual generar recursos extra presupuestales, hoy nuestra Universidad no existiría. Así nomás te lo digo. Yo te digo que más del 90% de los recursos extrapresupuestales que hoy genera la Universidad con el trabajo a través de convenios de los docentes que tú llamaste académicos, se vuelcan a la formación de grado. Te invito a que vayas a todas nuestras Facultades y veas cómo podemos nosotros organizar con el presupuesto universitario que nos dan, los prácticos que debemos entregarle a 150, 200, 300 estudiantes. Yo te voy a dar una cifra muy sencilla: para dar el práctico de mi materia, en la cual yo tengo que darle aproximadamente doscientas horas de práctico a cada alumno, el presupuesto que a mí me toca por la Universidad para hacer ese práctico son menos de dos dólares por alumno. Si yo tuviera que hacer con dos
dólares por alumno los cursos prácticos, evidentemente no los podríamos hacer. Entonces el asunto es, nos cruzamos de brazos y decimos: como el país no nos da recursos, cerramos la Universidad, o salimos a pelear por una Universidad que queremos mantener, que queremos sostener, que creemos que es posible y que creemos que va a poder apoyar a un cambio para otro país que es posible. Gracias.
Vamos con la última intervención.
SÉPTIMO PARTICIPANTE. Cuando en 1711 Hernandarias introduce la actividad ganadera a lo que hoy es el Uruguay, que era la Banda Oriental, le está imprimiendo una marca histórica. Cuando yo miro en el logo del CADESYC la imagen de José Artigas, reconozco que le imprime el 15 de setiembre de 1815 en su Reglamento de Tierras una consigna de desarrollo a este país. Y cuando escucho a los decanos y a un universitario más como José Mujica hablar de estos problemas, veo que el conocimiento científico tiene un papel muy importante en el país productivo. Y se ve que hay un conflicto de intereses entre lo que plantea la Universidad y las políticas gubernamentales en los últimos años. A modo de ejemplo, cuando se habla del Uruguay batllista de 1903, ese gobierno, utilizando lo que tenía el Estado funda la Facultad de Agronomía, coincidentemente un 15 de setiembre de 1904, ubicando tres estaciones agronómicas, la de Bañados de Medina, en Cerro Largo, la de San Antonio, en Salto y la de Paysandú, hoy llamada Estación Cassinoni. ¿Por qué? Porque había una política de gobierno comprometida con el desarrollo del país. Cuando en 1907 se funda lo que hoy es Facultad de Veterinaria, había tan sólo siete alumnos. Para el Estado uruguayo era más fácil becarlos a la Facultad de La Plata que instalar la Escuela de Veterinaria y ese gobierno apuesta a la Universidad. Lo
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podíamos ver en el seminario de Tacuarembó en 1965, cuando Reverdito hablaba que la Universidad era cuestionadora y planteaba la crisis del Estado de derecho o cuando desde la Facultad de Agronomía se planteaba por un país productivo, como se reitera ahora. Quiere decir que mientras no exista vocación por parte del gobierno y del Estado de apoyar, de integrarse, no es posible un país productivo. Y termino con una reflexión. Cuando el decano Ehrlich plantea en una de las transparencias los objetivos de la Universidad o de la Facultad de Ciencias, aparece en el primer ítem recursos naturales y en el último, ordenamiento territorial. Hace menos de una semana asistimos a un Congreso, a un Seminario hecho aquí en Uruguay sobre ordenamiento territorial y país productivo, con la participación de tres secretarios de Estado: Ganadería Agricultura y Pesca, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y Trabajo. Pudimos ver que el representante de lo que es Ordenamiento Territorial dice públicamente que en este país habría que borrar pueblos y eso no es concebible con ninguna política que permita ningún tipo de país productivo. Nada más, muchas gracias.
RESPUESTA. SENADOR MUJICA El tiempo y todo tiene límites. Fíjense que Dios parece que se tomó una semana para hacer el Universo y tuvo que descansar, y naturalmente en dos horas, porque nuestras cabezas florecen y se ramifican, aparece todo un montón de temas que se van entreverando y que obviamente nosotros somos conscientes que quedan muchas cosas en el tintero. En algún momento podremos hablar de los nuevos aportes que ha hecho la antropología, de lo que es el hombre como animal y de tantas otras cosas más, pero no las podemos encarar todas juntas. Y segundo, acá no cabe ninguna plataforma reivindicativa, no le vamos a multiplicar el presupuesto a la Universidad
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ni le vamos a sacar. Estamos tratando de lanzar un tema y tratar de formar opinión, y nada más. Pero yo me permito políticamente: lo que queremos es que determinadas cosas se empiecen a discutir y se empiecen a discutir allí cerca de donde se van a ir generando espacios de decisión, pero fundamentalmente en política, y menos en alta política, no existe la línea recta. No existe, eso es un logro de las matemáticas. En política sólo existe la aproximación indirecta y esto quiere decir que si no se forma opinión previamente perdiendo mucho tiempo, aparentemente bombardeando inútilmente, sembrando como los yuyos inútilmente, no habrá ninguna propuesta que camine. Ahora, la mente matemática quiere la decisión de hoy para mañana, así era yo hace veinte años.
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