8 libro de reiki de alejandro reiki, el recuerdo de nuestro destino para cambiar nuestra vida

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TITULO: REIKI, UN DESPERTAR PARA CAMBIAR NUESTRA VIDA. AUTOR: ALEJANDRO TEBAR OCHOA.

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PREFACIO “EL DESPERTAR” La humanidad duerme. Lleva años tan profundamente dormida que está olvidando su propio destino. Ha dejado de sentir la energía, ha olvidado lo que es el amor incondicional… El hombre ya no recuerda de dónde procede, hacia dónde camina y hasta de qué está hecho. Ni siquiera sabe explicar lo que le está pasando. El materialismo, el racionalismo, el nihilismo y tantos y tantos ideologías arquetipos de una presunta verdad incuestionable han reducido tanto nuestro campo de visión que no somos capaces de ver y sentir más allá de nuestra piel, nuestra carne y nuestros huesos; más allá de los que nos dicta un cerebro unidireccional en exceso. Ideologías un cerebro tridimensional:2dinero, sexo y poder. Al reducirnos a nosotros mismos a solo mente y cuerpo, nuestro propio sueño inconsciente y primitivo nos ha desequilibrado. No hemos aprendido a ser hombres, nos hemos quedado por el camino y con los deberes por hacer. Nos creemos el centro de la creación y sin embargo hemos cimentado la civilización en el mal uso del poder, en la obsesión por lo material y en el deseo egocéntrico que solo nos ha generado dolor, frustración, malestar. Y karma, un karma que nos pesa como una losa. Por eso enfermamos. Cada vez más. Y al olvidar lo que somos, al olvidar de dónde venimos, a dónde vamos y de qué estamos hechos hemos olvidado también que la energía es el camino para poder sanarnos. Pero ha llegado la hora del despertar. Ese despertar colectivo que muchos ya han empezado a experimentar. El despertar puede llegar de muchas maneras y desde diferentes ángulos pero el Reiki es, posiblemente, la fórmula más fácil para iniciarse, para avanzar en la dirección correcta. Su senda de luz nos habla del amor incondicional y de una nueva conciencia, abriéndonos la puerta hacia nuestro verdadero destino. ¡Despierta! Es el momento de emprender juntos un viaje iniciático hacia un destino que comienza en el Reiki pero va más allá. Porque el Reiki es solo el principio, solo el principio de una luminosa senda de amor…

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LIBRO I: “LA SENDA DE LUZ” Estás a punto de comenzar un viaje iniciático por la senda del amor incondicional, un viaje hacia una nueva conciencia, a través del Reiki. Solo por el hecho de encontrarte aquí y ahora, ya has 3 empezado a andar por un sendero iluminado, ya has empezado a cambiar. Debes saber que tienes en tus manos la energía, la energía que te conferirá el poder de transformar tu vida, de alcanzar tu destino. Solo hace

luz

que

PARTE 1ª REIKIS

falta que te dejes guiar por la intuición y sigas la senda de de forma imparable se va trazando a medida que avanzan tus pies.

REIKI,

CAPÍTULO I “ENERGÍA Y CONCIENCIA” Reiki es una palabra japonesa formada por la conjunción de dos sintagmas: rei y ki. “Rei” significa espíritu, alma, sobrenatural, milagroso y “Ki”, energía, energía vital, fuerza vital. Algunos autores occidentales han traducido erróneamente Reiki como “la energía universal” pero el auténtico significado de Reiki es más bien un dogma, una máxima: “Vivir la vida desde la conciencia, desde la vitalidad”, como una proyección de lo espiritual que hay en cada uno. Es el comienzo del despertar. Pero sobre todo, Reiki hay que entenderlo como una técnica o un sistema de técnicas para la sanación y el equilibrio emocional a través de la energía. Mediante la imposición de las manos, la intención y la estimulación de diferentes puntos energéticos (como los chakras o sus zonas reflejas) la energía se trasmite desde el

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terapeuta hasta el paciente, reparando las zonas dañadas, una energía que es la misma que forma el universo y todas sus partículas y que es inagotable e infinita. Practicando Reiki como terapeutas nos convertimos en un canal por el que fluye la energía desde nuestra coronilla (chakra corona) hacia el paciente, pasando por nuestras manos o nuestro aliento, que hacen de nexos de unión entre ambos cuerpos energéticos. La energía fluye del terapeuta al paciente de forma generosa y gratuita, porque es amor en estado puro, y lo hace con una doble intención: equilibrarlo y ayudarle a despertar; reparar su cuerpo energético y a la vez facilitarle el camino para que pueda recuperar la conciencia que duerme en el fondo de su ego, ese ego que se 4 resiste a convertirse en Ser, pero que despertará al contacto con la energía, con el amor incondicional. Por eso, el responsable, el artífice, de una sanación con Reiki es el paciente, nunca el terapeuta. El terapeuta solo es el medio, el instrumento. Pero el mérito es del paciente, que es quien transforma la energía en sanación, en su propia sanación. Por eso las primeras experiencias con Reiki son las intensas, porque al sentir la energía fluyendo en nuestro interior empezamos a tener conciencia de nuestro Ser. Y todo sucede de una forma tan sencilla porque el Reiki es casi innato, es universal. Todo el mundo puede dar y recibir Reiki. El único requisito es estar sintonizado, y sintonizarse es un ritual tan simple como que un iniciado (un maestro) abra nuestro chakra corona, nuestra “puerta de entrada” de la energía para que ésta empiece a fluir hacia nuestro interior, de chakra en chakra, en dirección a nuestras manos y también a nuestra boca. Tras la sintonización solo es necesario + y desear la sanación para que el amor incondicional circule a través de nosotros y sane o equilibre al paciente. Por eso cuanto más intensamente vivamos ese amor incondicional mejor transmitiremos su carga curativa. Una parte de nosotros, de nuestros desequilibrios, se trasmite mediante la conexión Reiki , de ahí que la energía llegue más intensa o más atenuada al paciente. El canal (el terapeuta) es importante aunque no sea el pilar básico de la terapia. Ese es el motivo por el que los niños son los mejores terapeutas, porque aman de forma incondicional, son canales prácticamente puros por los que la energía fluye sin trabas. ¿Por qué funciona el Reiki? Porque nos despierta. La respuesta está escrita en su propio nombre. “Ki” es energía, la energía que está en todas partes, que es el origen de todo. Y esa energía que no siempre somos capaces de percibir nos rodea. Está dentro y fuera de nosotros. Y la práctica del Reiki –ya sea como terapeuta como paciente- nos permite ser conscientes de la existencia de esta energía, nos capacita para canalizarla y para utilizarla para sanar a los demás o para sanarnos a nosotros mismos, y a la vez crecer como persona. Sentir la energía nos conecta con nuestra propia identidad, con nuestra propia conciencia. Empezamos a ver cuando abrimos los Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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ojos. Empezamos a ser conscientes de nuestra propia identidad cuando sentimos la energía. Y la sentimos por primera vez a través del Reiki. Reiki es la terapia energética más accesible para todos, la más fácil de recibir y de transmitir, y también la más fácil de aprender. Sea cual sea el nivel o el estilo de Reiki que se practique es imposible hacerlo mal RIDICULO SI. La energía es sabia, siempre sabe lo que debe hacerse, más allá de los conocimientos del terapeuta. El amor siempre es amor. Durante una sesión de Reiki el paciente tiene 5 los ojos cerrados pero es capaz de ver. Ve mejor que con los ojos abiertos. Desde el primer momento, la energía se manifiesta en él en forma de imágenes mentales simbólicas, de pensamientos lúcidos o de sensaciones sanadoras, de paz. Por eso cada terapia se convierte en un momento sagrado, en un momento importante y definitivo porque nos ayuda a identificar la raíz de nuestro bloqueo. Y la superación del bloqueo nos permitirá evolucionar en nuestro desarrollo personal, caminar hacia nuestro destino. Sin darnos cuenta tendemos a simplificar nuestra vida hacia el plano de lo palpable, de lo material, de lo físico. Si nos encontramos mal, buscamos el medicamente que nos sane, el remedio que nos elimine el síntoma: la fiebre, el dolor, el sudor, la ansiedad… sin importarnos, sin atacar la raíz de nuestro problema. Y eso no nos sirve. Eso nos pasa porque en occidente hemos confundido el síntoma con la enfermedad. Nos duele una parte de nuestro cuerpo físico y pensamos que el dolor se origina ahí y finaliza ahí. En nuestra ceguera, buscamos el analgésico que nos calme, que nos alivie. Pero solo estamos apaciguando el síntoma, no el origen del mal. La bestia sigue viva en niveles más profundos como el mental, el espiritual o el energético. Y volverá. Antes o después volverá.

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La enfermedad volverá porque la vida es más compleja, no todo es causa y efecto. La vida es un bucle de consciencia e inconsciencia, de plenitud o de vacío, de equilibrio y crisis. Nuestras vidas son complejos puzles formados por millares de piezas que debemos ir encajando. Pero no son puzles planos, son puzles multidimensionales. Y en un puzle multidimensional hay tantas opciones terapéuticas como planos o niveles a sanar. Muchas de estas terapias tienen un mismo origen y solo difieren en el “cuerpo” o nivel que tratan. Así, por ejemplo, los masajes, el pilates o el yoga, inciden sobre el cuerpo físico; la terapia regresiva, sobre el cuerpo emocional y kármico; la psicología, sobre el cuerpo mental y el Reiki, sobre el cuerpo energético. Pero hay más. Y el Reiki, que solo nos servirá para reparar nuestro cuerpo energético, nos conducirá inexorablemente hacia terapias más avanzadas, más holísticas, hacia terapias tan multidimensionales como nuestro puzle vital. Porque el camino del Reiki igual que tiene un principio, también tiene un final. Pero no se trata de un final abrupto, no es para nada un final después del cual no hay nada. El final del Reiki es en realidad una nueva conexión, un principio, una puerta a otro nivel, a un nivel superior. Pero el Reiki es la herramienta clave para empezar a sanarnos porque actúa sobre el nivel en el que se origina el mal: en el nivel energético. El origen de nuestras dolencias son desajustes en el cuerpo energético que lentamente se van trasmitiendo al resto de niveles para acabar de aflorar en el cuerpo físico en forma de síntoma. El desajuste energético se detecta antes que los síntomas físicos de la enfermedad a nivel inconsciente, donde el desequilibrio se convierte en un “trauma”, en un choque emocional que se queda anclado de forma duradera. Por eso cuando la enfermedad Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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llega al cuerpo físico es cuando más difícil se vuelve librarse de ella, porque no es más que la punta de un iceberg. Ahí radica la importancia del Reiki: su acción balsámica nos devuelve parte del equilibrio que perdemos cuando el cuerpo energético enferma al hacernos conscientes de la raíz real del problema. ¿Y por qué enferma el cuerpo energético? Lo que en realidad nos origina la enfermedad (la que es sintomáticamente visible en el cuerpo físico) es nuestra propia forma de vida basada en el miedo y en el deseo egocéntrico, un deseo egocéntrico que genera karma. Y el karma es una deuda, un lastre que acumulamos como una hipoteca que en lugar de cancelar vamos ampliando y ampliando y ampliando… Y el karma 7 energético, después traumas y por último desencadena primero bloqueos en el cuerpo síntomas en el cuerpo físico. Por eso enfermamos: enfermamos porque no sabemos amarnos y porque nuestros actos generan dolor. Pero ni el dolor no es eterno. Los bloqueos se superan cuando identificamos las situaciones que los engendraron y somos capaces de visualizar una forma de superarlos. Y eso se consigue con el Reiki. En realidad, la enfermedad hay que entenderla no como un castigo sino como una oportunidad para evolucionar, para cambiar, para detectar nuestros desequilibrios, nuestros miedos y vencerlos. La enfermedad es una advertencia para que rectifiquemos y el síntoma sólo es un aviso para que seamos conscientes de ello. Por eso si solo acabamos con el síntoma no acabamos con el origen del problema. Tarde o temprano volveremos a enfermar. Entender que los bloqueos y que los traumas están detrás de todo es básico para comprender los beneficios del Reiki y su bondad terapéutica. Los traumas desencadenan que nos volvamos inconscientes y, fruto de esa inconsciencia, desarrollamos una falsa personalidad que desvirtúa nuestras vidas porque nos aleja de nuestro destino. Las terapias con Reiki hacen posible que “despertemos” y podamos de una vez por todas empezar a vivir esa realidad que deseamos, esa realidad que está y estaba escrita en nuestro destino. El Reiki nos facilita el acceso a una vida plena, desde la consciencia, porque nos libera de los patrones de conducta negativos que nos perjudican, que nos hacen enfermar. A nivel energético, el Reiki podría definirse como un tratamiento de shock. Es la antítesis del trauma. Mientras que el trauma es un choque emocional negativo que altera el inconsciente, la iniciación o la terapia son su anverso: un choque emocional positivo. Y es que las situaciones intensas, de choque, como las que se experimentan en las sesiones de Reiki, siempre nos dotan de conciencia y de identidad. CAPÍTULO II “EFECTOS TERAPÉUTICOS DEL REIKI” El Reiki empieza a actuar en cuanto es invocado, en cuanto el terapeuta inicia la sesión. El primer síntoma, el más evidente del inicio de la sesión, es el calor que el terapeuta siente en ambas manos y que se concentra en el centro de las palmas. Este calor tiene un origen y una explicación energética, una explicación que contiene en si misma la base existencial del Reiki.

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Los chakras de las manos son un punto reflejo del chakra corazón (como también lo son los ojos) y la emoción asociada al chakra corazón es el amor incondicional. Y Reiki es la transmisión del amor incondicional en forma de energía o de la energía en forma de amor incondicional, que ambas lecturas serían correctas. Por eso no es casual que las personas sensibles se fijen en las manos y en los ojos de las personas, porque intuitivamente saben que muestran la naturaleza del corazón. Y así, el calor brota de las manos porque empiezan a irradiar amor de forma acompasada con el chakra corazón, que se activa en el momento de iniciarse la terapia y que lo bombea hacia las palmas. La conexión entre corazón y palmas de las manos es 8 esas mismas manos serán las que, tras imprescindible y a la vez básica porque canalizarán el amor incondicional, lo trasmitirán por contacto al paciente. El calor es la señal de que las manos ya están cargadas de energía, de un amor incondicional que “nace” en el preciso instante en el que el paciente decide acudir a terapia, porque dar ese paso es un síntoma inequívoco de que empieza a amarse a si mismo. La energía de las manos simboliza también el poder del amor, capaz equilibrar el cuerpo energético del paciente: una silueta humana tridimensional formada por luz y oscuridad que envuelve al cuerpo físico. Allí donde hay un bloqueo o un trauma el campo de luz es débil o está oculto por una niebla oscura. Al hacer la imposición de manos, el calor de las palmas, la energía luminosa que éstas desprenden, devuelve la luz a las zonas oscuras, las repara. Y el calor, que es amor, se transmuta en vitalidad y a la vez en conciencia. En general, una terapia profesional de Reiki suele durar aproximadamente tres meses y las sesiones acostumbran a celebrarse con una periodicidad semanal y se prolongan por espacio de una hora cada una. Evidentemente, los resultados de la terapia no son inmediatos pero los efectos ya son notorios a partir del primer contacto entre terapeuta y paciente. Lo normal es que muy pronto aparezcan síntomas o señales de que la terapia está funcionando como. Por ejemplo, la toma de conciencia, los cambios repentinos o la sincronía o simultaneidad de hechos o fenómenos, lo que también se denominan “coincidencias”. Coincidencias que no son simples casualidades, ya que, si se saben interpretar, en realidad nos están orientando en el camino, como si se tratara de revelaciones que guardan una finalidad y tienen una explicación que solo nosotros somos capaces de interpretar. Es como si todo el mundo que nos rodea nos estuviera hablando, como si hubiera mensajes dirigidos a nosotros escritos en todas partes. Seguramente, y hablando en números absolutos, el principal objetivo de las terapias con Reiki es que el paciente alcance una mayor tasa de conciencia y de identidad, conseguir que dé un auténtico y brioso golpe de timón a su “karmático” devenir lleno de traumas y desequilibrios. Y será en ese campo donde se producirán los más relevantes efectos terapéuticos. Pero los beneficios del Reiki son igualmente apreciables en el cuerpo físico, aunque generalmente por un tiempo determinado, ya que el Reiki no es la panacea, no es la solución definitiva. Solo es la puerta, la antesala de la sanación multidimensional. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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El primer síntoma físico del tratamiento con Reiki es consecuencia directa del amor incondicional que se absorbe durante la terapia o durante la iniciación: aumenta la autoestima y la vitalidad. El amor genera amor. Y el amor pacifica, nos vuelve más apacibles, por eso tras una sesión de Reiki el estrés y la tensión se reducen de forma automática. De hecho, las enfermedades del tipo “psicosomático” son las primeras que desaparecen tras la imposición de manos y el flujo de la energía. De alguna forma, tras la terapia se empieza a ver el mundo “con otros ojos”, se vibra de otra manera, como más “elevada” y eso conlleva una inevitable mejora de la calidad de vida. El ver el mundo con otros ojos no es metafórico. En realidad el Reiki activa la 9 intuición, lo que nos aporta una nueva visión de la realidad, más completa y profunda. Este estado de activación mental o psíquica nos vuelve más receptivos y acelera los procesos de aprendizaje. Todo ello nos conduce de forma inmediata a cambios visibles y palpables en la vida cotidiana, que se vuelve más sincrónica y más dinámica, y que adquiere visos de un estilo diferente al que teníamos hasta ahora. Hay otros cambios algo más profundos, a nivel orgánico, pero igualmente notorios. La energía Reiki fortalece el sistema inmunológico, potencia los efectos de la medicina convencional y desintoxica el sistema linfático. De alguna forma, después de la terapia nos sentimos mejor porque realmente estamos mejor, estamos más sanos. Nos sentimos como si nos hubiéramos tomado un reconstituyente o un tónico de efecto casi milagroso. Realmente, “con energías renovadas”, como se dice popularmente. La mejora también es plausible cuando dormimos. La reconexión energética y emocional del Reiki es como una excavadora que hurga en nuestro pasado y en nuestro subconsciente y eso hace que tengamos sueños más lúcidos, sueños en cierto modo hasta premonitorios. No es extraño, de alguna forma el Reiki nos está haciendo olvidar cuál es nuestro destino, ese que olvidamos al poco de nacer. Los cambios y los síntomas son diferentes en función del número de sesiones que se realicen y también del tiempo transcurrido entre ellas. Hay unos efectos, de tipo paliativo, que son prácticamente inmediatos y ya son notorios en cuanto concluye la primera sesión o la primera iniciación. Los efectos se amplifican de forma progresiva también en las dos o tres sesiones siguientes. En esta fase ya es más que relevante el alivio de la sintomatología de fenómenos como la depresión, el cansancio y también el estrés. Además, el paciente realmente nota que su nivel energético está más elevado, porque tiene más vitalidad, se siente con más ganas de hacer cosas. A partir de la cuarta sesión los efectos del Reiki son menos “físicos” y más a nivel de conciencia, porque es a partir de ese momento cuando el paciente se da cuenta por si mismo, o “re-descubre”, que su enfermedad tiene en verdad un origen emocional. Lo correcto al llegar a este punto es investigar el origen de dicha enfermedad para evitar que vuelva a ocurrir, porque el Reiki por si mismo no puede eliminar esa fuente. En este punto hay que optar por complementar las sesiones de Reiki con otras terapias más especializadas en el cuerpo emocional como la terapia regresiva o las constelaciones familiares, por citar dos ejemplos.

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El Reiki siempre tiene efectos inmediatos, instantáneos. Siempre. Si por alguna razón ni el paciente ni el terapeuta son capaces de observarlos o de describirlos no significa que no se esté produciendo la sanación. Lo más probable es que no se detecten avances porque éste no sea el momento idóneo para la mejora o para que el cambio aflore (esto estaría relacionado con el verdadero destino del paciente). O tal vez el problema estriba en que el terapeuta no es la persona adecuada para tratar a este paciente en concreto porque no se ha establecido una relación de confianza. Hay que tener siempre presente que el terapeuta de Reiki solo es un canal, solo en un medio. Toda la responsabilidad y todo el mérito de la sanación recaen en el paciente, porque éste empieza a sanar cuando 10 decide acudir a una terapia. En la terapia simplemente se hace consciente de esa sanación, conoce o reconoce los patrones que necesita eliminar para cambiar su vida. Pero tampoco hay que olvidar el vínculo que se establece entre el terapeuta y su paciente. Durante la terapia el terapeuta puede transmitir sus miedos y sus propios traumas al paciente. Aún es más, un terapeuta con una serie de bloqueos o problemas definidos solo atraerá a pacientes aquejados de su misma dolencia. Por eso el terapeuta debe tener plena conciencia de su rol y debe haber superado todos sus miedos y pagado su karma antes de poder funcionar como un canal puro y sin interferencias traumáticas de amor incondicional.

CAPÍTULO III HUELLAS QUE FORMAN UNA MISMA SENDA Reiki hay solo uno y a la vez hay muchos. Se podría incluso decir que hay tantos Reikis como terapeutas y como maestros, porque el Reiki es solo un principio, un camino. La energía es universal y cualquier camino que conduzca a ella, que siga su estela, es válido siempre que parte desde el amor incondicional. La energía, que es sabia, ha sabido dictar a las personas adecuadas los cambios necesarios para que el Reiki se fuera haciendo más poderoso a la vez que se extendía. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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REIKI USUI TRADICIONAL JAPONÉS El creador del Reiki como disciplina fue Mikao Usui, un monje budista japonés que en 1922 sentó de nuevo los principios de una terapia milenaria que había caído en el olvido. Sus enseñanzas básicas y los cuatro símbolos que recibió directamente de la energía dieron forma a lo que se conoce como Reiki Usui Tradicional Japonés. Mikao Usui tenía la capacidad de ver y equilibrar el cuerpo energético del ser humano, su sistema de chakras y su aura. Tras ser iluminado, descubrió que podía transmitir la capacidad de sanar y también que todas las personas pueden transmitir la energía y 11 que todas pueden convertirse en canales de transmisión de esta energía eficaces y terapéuticos. Así nació la técnica Reiki, en un intento por hacernos ver que hay algo más que la materia. En el budismo esotérico se cree que todo es mental, que la mente crea la realidad. Si la mente crea la realidad, la mente puede cambiar la realidad, esta es la máxima del “despertar” de conciencia que se inició hace cien años con el Reiki Tradicional Japonés. Recientemente, la física cuántica y las teorías holográficas han explicado esta realidad de forma científica. Tras la muerte del maestro Usui, sus seguidores siguieron dos caminos: el más conservador o purista con las enseñanzas del primer maestro (Usui Reiki Ryoho o también Reiki Gendai) y el de uno de sus discípulos: Chujiro Hayashi, que centró “su” Reiki en el aspecto más “médico” de la disciplina: la canalización de energía dirigida a la sanación, dejando en un segundo plano las prácticas más espirituales, como la meditación o el control de la respiración, por ejemplo. Este Reiki menos “espiritual” fue el que llegó a occidente a través de Hawayo Takata (una ciudadana estadounidense de origen japonés, discípula de Hayashi) que fue quien lo introdujo en Estados Unidos en los años 70, donde se extendió de forma exponencial, sobre todo después de la muerte de la maestra en 1980. El gran mérito de Takata es que supo adaptar las enseñanzas originales de Usui (muy orientales) a la idiosincrasia y a la visión del mundo de los nuevos practicantes a base de “occidentalizar” y sus preceptos fundamentales. De la “fuente Takata” descienden todos los demás Reikis que existen y se practican en la actualidad. La diferencia esencial entre una y otra modalidad son los diferentes símbolos propios de cada una que se utilizan en las terapias y que han sido directamente inspirados o canalizados por la energía a sus maestros “creadores”. Además, las técnicas incorporan elementos de otras corrientes o creencias como el budismo, el hinduismo, la metafísica, el ocultismo, la cultura tibetana o la egipcia. REIKI USUI TIBETANO La variante más extendida es el Reiki Usui Tibetano, de la que a su vez descienden el resto de Reikis más modernos. El Reiki Usui Tibetano fue desarrollado por el maestro Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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estadounidense William Rand en base a las enseñanzas de Hawayo Takata. Rand agregó algunas técnicas, como la cirugía psíquica o la sintonización de sanación, e introdujo nuevos símbolos de origen tibetano para activar la kundalini y el sistema de chakras. El Reiki Usui tibetano trabaja más que su antecesor el cuerpo energético: campo Merkabah, aura, nadis, shushma, canales de luz, etc. La activación de la Kundalini (la “serpiente” de energía que conecta los chakras desde la columna vertebral) y el poder de los símbolos tibetanos permite tanto la sanación del cuerpo como la de la mente si se invocan desde lo más profundo del corazón. 12 William Rand es conocido entre los maestros de Reiki con el sobrenombre de “el Registrador” porque se hizo con la paternidad del Reiki Usui Tibetano solo por el mérito de haber sido el primero en registrar los símbolos del estilo, a pesar de que en el “alumbramiento” también habían participado otros maestros. Algo similar sucedió con el Reiki Karuna, que también se atribuye a Rand, aunque otros maestros defienden haber canalizado algunos de los símbolos conjuntamente con el creador oficial. Entre ellos está la maestra estadounidense Kathleen Ann Milner, que creó el Reiki Tera Mai, cuya simbología es idéntica a la del Reiki Karuna. Ambos Reikis son casi gemelos. De hecho muchos, atribuyen a Kathleen Milner en solitario la maternidad de este Reiki. REIKI KARUNA El Reiki Karuna (que en sánscrito significa compasión o perdón) es un Reiki que rompe con todo lo anterior porque por primera vez plantea la existencia de una “sombra” que planea sobre maestros, terapeutas y pacientes. Nadie vive sin mácula, nadie es perfecto. Todo el mundo, incluso los “grandes” maestros, tiene secretos y mucho karma que debe ser eliminado, sanado. No solo existe una vida espiritual, también hay una vida física que hay que satisfacer y vivirla desde la consciencia, porque de lo contrario se genera karma. La energía detecta que muchas personas iniciadas al Reiki utilizan el mundo espiritual como forma de evasión y, en realidad, evadiéndose no se están sanando porque no se están enfrentando a sus “sombras”. Si Reiki Usui es el despertar, Reiki Karuna es la purificación. Este Reiki, que se alimenta de la iconografía y la simbología del hinduismo, tiene una simbología propia (21 símbolos) que, casi con toda certeza fueron canalizados por varios practicantes de Reiki Usui Tibetano o bien descubiertos en sutras (libros antiguos tibetanos. Reiki Karuna otorga a la intuición un papel primordial en la exploración y la sanación de los pacientes. El Reiki Karuna es revolucionario pero a la vez una vuelta a la espontaneidad del sistema Usui tradicional. Se emplea un sistema completamente intuitivo mediante la

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exploración aural, la intuición, las sensaciones, el dejar ir las manos… guiadas por el Chakra Corazón. La sanación kármica es una regresión, un viaje hacia vidas pasadas que logra desatarnos de las sombras, de nuestra parte oscura, de nuestros traumas. Y lo más importante: el Reiki Karuna nos libera de la culpa, porque la culpa es el origen de la enfermedad. Eliminar todo vestigio de culpabilidad es un requisito imprescindible para poder vivir de forma equilibrada. Pues, en el fondo, permitimos que otros nos dañen o nos enfermen porque nos sentimos en deuda con ellos. 13 Por todo ello, este Reiki es especialmente efectivo con pacientes que sufren bloqueos o traumas energéticos y emocionales, para tratar enfermedades psicosomáticas (como la sensación de no poder cambiar), para atajar complejos de culpabilidad y para ayudar a las personas que se sabotean a si mismas, ésas que lo tienen todo para ser felices en el presente en el que viven pero que experimentan una constante sensación de vacío que, a la postre, resulta ser fruto de la culpa acarreada desde vidas pasadas o desde sucesos traumáticos de la infancia. REIKI EGIPCIO (o SEKHEM-SEICHIM) El siguiente paso en la evolución del Reiki es el Reiki Egipcio, también llamado SekhemSeichim Reiki (SSR), un estilo muy energético, muy poderoso. Reiki Egipcio fue trasmitido el estadounidense Patrick Zeigler en 1997 mientras meditaba en la cámara del faraón de la Gran Pirámide de Egipto y en un primer momento no supo qué era lo que se le estaba comunicando. De Regreso a su país, Zeigler logró proyectarlo e identificar su significado después de ser iniciado en Reiki Usui. En la revelación del Reiki Egipcio jugó un papel vital la maestra de Zeigler, Diane Ruth Shewmaker, que está considerada la artífice real de la transcripción definitiva del sistema. El Reiki Sehkem es muy vital, muy telúrico, porque conecta directamente con el poder que emana de la tierra. Practicarlo otorga una fuerte sensación de poder terrenal. Te hace sentir poderoso. La magnitud de su fuerza radica en que nace en Egipto, la primera gran civilización de la historia de la humanidad junto a la sumeria. La egipcia fue la primera civilización que realmente activó el ego, que definió la sensación de poder, el ansia de poder. Hasta entonces, la humanidad funcionaba en tribus, que eran como un rebaño de ovejas sin aspiraciones, guiadas por un líder que tampoco aspiraba a ser más que eso. La civilización egipcia simboliza, de alguna forma, el nacimiento del poder. Por eso el Reiki Egipcio confiere poder. Uno de los elementos importantes de este Reiki es que quien lo practica se siente pleno, colmado de amor incondicional. Durante la iniciación, muchos descubren sus propios símbolos, su geometría, su equilibrio y al finalizar la terapia c omienzan a experimentar

los símbolos diseñados especialmente para ellos, logrando objetivos de salud, felicidad y realización personal. Metafísicamente podría decirse que el SSR conlleva a una

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canalización más clara, más íntima, con las entidades cósmicas y un contacto más directo con el Ser Superior y también con nuestro niño interior. REIKI SHAMBHALA El “poder” del Reiki Egipcio da paso a la creatividad del Reiki Shambhala, canalizado en la década de los años 90 al maestro inglés John Armitage directamente por el maestro ascendido Saint-Germain. Armitage reintroduce en las técnicas Reiki elementos de la metafísica occidental, como los ángeles o los maestros ascendidos que velan por la humanidad, vehiculando una energía multidimensional más alegre y creativa que brota 14 es que la energía divina creó el universo del corazón. La máxima de la Shamballa entero y la vida y, a la vez, está presente de forma intrínseca en las propias creaciones. El Reiki Shambhala, seguramente el Reiki más espiritual de todos, incorpora técnicas específicas de sanación para algunas enfermedades y utiliza los símbolos del Reiki Karuna y del Reiki Usui, a los que integra la energía de la tierra. Shambhala consta de 352 símbolos de los que únicamente se conocen 32, el número maestro. Shambhala es un sinónimo de la Atlántida, un reino mítico de armonía y plenitud donde se habría originado el Reiki hace millares de años. En el Reiki Shambhala la energía pide que cada uno tome su poder y que trabaje conectado con la voluntad divina o yo superior, pues es un Reiki creativo por encima de todo. Shambhala es una conexión multidimensional que despierta dones, recuerdos de las maestrías en otras vidas. Por eso, quienes lo han practicado aseguran que la sensación que se vive en la iniciación es la de recordar algo que ya se sabía más que la de aprender algo nuevo. Según sus principios, este Reiki tiene una aplicación directa en el día a día ya que la maestría se encuentra, se sublima en la vida cotidiana. Los efectos del Reiki Multidimensional de Shambhala son rápidos y visibles en seguida y podrían resumirse en solo dos palabras: alegría y creatividad. Como reitera una de sus máximas: La alegría, la risa, es el signo de la espiritualidad. REIKI UNITARIO Y OTROS A un nivel energético similar al Shamballa se sitúa el Reiki Unitario creado en Francia por Selene y Cyrille Odon en 2002. El Reiki Unitario está considerado como la fusión de tres Reikis (Usui, Karuna y Shamballa) y sus respectivos símbolos, con lo que acumula un total de 25. También se trata de un Reiki que confiere mucho poder pero que mal utilizado puede hipertrofiar el ego y generar karma. Por otro lado, también otorga una gran importancia a la intuición y a la creatividad del terapeuta en los tratamientos y sienta sus pilares en la activación del campo Mercabah, el cuerpo de luz que cada individuo tenía antes de venir a La Tierra y con el que se marchará de ella. En el polo opuesto, por su sencillez, destaca el Reiki Kundalini que trabaja el despertar y la elevación de la energía Kundalini desde la base de la columna vertebral hasta la corona sin ningún tipo de símbolo. Pero todavía hay más Reiki: el Reiki Andino y el del Arco Iris, el Reiki Celta, el Reiki Okuna, el Reiki Fusión, el Reiki Zen… Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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REIKI TRANSPERSONAL Mención a parte merecen el Reiki Transpersonal y el Reiki Unificado, canalizados ambos por Alejandro Tébar en 2010 y 2011, respectivamente. El Reiki Transpersonal es el fruto de muchas iniciaciones en diferentes estilos e introduce métodos de iniciación más maduros, al beber de la fuente del Reiki Shambhala. Por ejemplo, dota a la persona de mucha más fuerza espiritual en su iniciación y también en la sanación ya que no precisa la intermediación de maestros ascendidos o de ángeles. El cimiento espiritual de este Reiki es que la “divinidad”, la energía suprema, está en 15 los hombres. Así, cada hombre es en si cada uno de los hombres y a la vez en todos mismo un dios, capaz de co-crear su propia realidad en base al destino que le es encomendado antes de nacer y que es necesario para el bien global de la humanidad. Y en tanto que colaborador imprescindible en su propio devenir, el hombre no tiene por qué delegar su poder a nadie. Este Reiki se basa en el precepto de que el hombre es un proyecto evolutivo, y que todavía no ha llegado a su cénit. El objetivo final de la especie humana es vibrar desde el Chakra Corazón, una meta que se alcanza cuando la persona se ama a si misma y a los demás, desde el perdón y de forma consciente. Así, perderá el miedo y dejará de generar karma. Uno de los elementos innovadores del Reiki Transpersonal concede a todos los habitantes del mundo la categoría de maestros de Reiki y que asegura que para que Reiki funcione solo es necesario adaptar la energía a cada uno, siempre y cuando vibre desde el Chakra Corazón. REIKI UNIFICADO El Reiki Unificado podría definirse como la suma total de todos los anteriores (el Reiki Unitario no llegó a completar el círculo porque le faltaban elementos). Reiki Unificado es también la antesala de un concepto de la energía y el amor incondicional, de un paradigma denominado NeoConcienciA y que va más allá del Reiki propiamente dicho. Tanto es así, que es muy posible que en un futuro tanto NeoConcienciA como otras terapias energéticas de nueva generación acaben convirtiendo el Reiki tal y como lo conocemos ahora en una herramienta obsoleta. Reiki Unificado no aporta ningún símbolo nuevo, simplemente absorbe lo esencial de las anteriores tendencias, liberándolas de su rigidez intrínseca, para que juntas fructifiquen de una forma creativa y desde la intuición. Como suma de todos los Reikis desde el original de Mikao Usui, Reiki Unificado debe considerarse como el paradigma de una nueva conciencia multidimensional. Es posible que se trate del último Reiki o bien del primer eslabón de una nueva forma de concebir las terapias energéticas más acorde con los cambios que ya son palpables en la Sociedad actual y que tenderán a multiplicarse con el inminentemente posible advenimiento de un despertar masivo. El Reiki Unificado puede definirse simplemente utilizando una serie de palabras de contenido abstracto casi espiritual que ya empiezan a “sonar” como lenguaje cotidiano, Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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que ya empiezan a estar en boca de muchos o que lo estarán muy pronto: amor incondicional, autorrealización, vivencia de tu propio destino desde la creatividad, recuperación de la voluntad y del poder para cambiar tu vida, alegría, plenitud, el despertar de la intuición, vitalidad, liberación kármica o conexión con otras dimensiones para vivir sin miedo “en el aquí y el ahora”… Y todo ello será factible gracias a la implantación generalizada de una nueva conciencia espiritual o transpersonal que evitará que nuestros actos generen karma. El secreto es que por fin empezamos o empezaremos a comprender que todo lo que nos ocurre a cada uno es necesario, que nuestra mente crea la realidad con la finalidad de 16 permitirnos evolucionar. LA METÁFORA DEL PRISMA DE LUZ La germinación de tantos Reikis diferentes a partir de la semilla única plantada por Usui podría transmitir la imagen errónea de que el hombre ha hecho un mal uso de la energía, un uso partidista, pero en realidad es todo lo contrario. Todos los Reikis eran, son o han sido necesarios en su momento. Cada evolución, cada incorporación ha conllevado un salto cualitativo, un paso adelante en el camino del amor incondicional. Si los seres humanos necesitamos crear nuestra propia realidad para evolucionar, el Reiki ha ido evolucionando a medida que la realidad cambiaba. Esto sucede así porque, han sido las necesidades “energéticas” del mundo, su nivel de vibración, las que han dictado los cambios, las que han ocasionado que el Reiki fuera mutando del Usui al Transpersonal o al Unificado. Que el Reiki haya evolucionado tanto, peldaño a peldaño, en un siglo es una demostración de que la propia energía se ha ido adaptando a los tiempos, escogiendo para verbalizar una nueva forma de expresión al maestro más idóneo en cada momento para vivenciar y extender la nueva fórmula energética. Muchos Reikis distintos, todos válidos, y en realidad un único Reiki, pero visto o experimentado desde diferentes perspectivas. Como la misma luz que está compuesta por siete tonalidades de color que se descomponen al atravesar un prisma o que forman el Arco Iris. A o la inversa. Porque al final la suma de todos los colores, de todas las gamas desde el violeta hasta el rojo, se funden en una poderosa y única luz blanca, la luz de la energía, la luz cegadora del amor incondicional. Es la metáfora del arco iris y la luz blanca que devuelve el prisma escalado, una imagen que también simboliza el Reiki Unificado. El terapeuta de Reiki no deja de ser siempre un mero y fiel reflejo de la sociedad en la que vive. Por eso, en el fondo cada Reiki se moldea a imagen y semejanza de sus maestros. El Reiki Usui de principios del siglo XX es extremadamente ingenuo y se sostiene únicamente en el budismo esotérico. Pero funciona como un “despertar”, como un relé que activa la electricidad en el circuito humano y la conciencia. Pero el referente es demasiado frágil por eso “madura” y se va tornando una serpiente multicolor. El Reiki Usui podría relacionarse con el primer chakra, con el color rojo, con la fuerza. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Al principio, un hijo siempre idealiza al padre, cree que su padre es perfecto, pero al madurar descubre que también tiene fallos, que también duda o se equivoca. Y lo mismo le ocurre al Reiki Usui. No es perfecto. Ni inmutable. Ni mucho menos. Por ejemplo, los primeros linajes de maestros no querían iniciar, sintonizar, a Takata, la que después sería la madre del Reiki occidental. La energía detecta esto y no lo permite, al contrario, empieza a abrir el camino a una nueva forma de Reiki más acorde con la sociedad occidental posterior a la Segunda Guerra Mundial y que acaba desembocando en el Reiki Usui Tibetano, por ejemplo, como escala intermedia hacia una evolución de mayor calado. 17 la energía detecta que los beneficios del Y esta evolución de mayor calado llega cuando Reiki se están convirtiendo en una forma de evasión para muchas personas, en una moda, en una forma de intentar expiar sus penas, ni si quiera eso, y nada más. Ahí surgen las sombras. La espiritualidad excesiva de muchos practicantes y maestros esconde un reverso tenebroso, una vida cotidiana donde hay secretos e incluso perversiones. Existe una fuerte dualidad entre la luz de las terapias y la oscuridad de la vida privada. No solo de espiritualidad vive el hombre, se necesita un equilibrio. Son los añoso 80 y aparece el Reiki Karuna, que fluye para sanar específicamente las heridas que la dualidad, la bipolaridad de luz y sombra está provocando en el karma. LA respuesta de la energía es un Reiki que desencadena una liberación kármica, imprescindible para poder co-crear una nueva realidad desde la libertad donde todo es cambio, donde todo es posible. La evolución a Reiki Karuna podría relacionarse con el ascenso del primer al segundo chakra, el ascenso al universo de las emociones, de las pasiones por eso se le identifica con el color naranja, el color del deseo. Nuevo salto de Reiki y nuevo salto de chakra. De Karuna a Reiki Egipcio, el Reiki del Tercer Chakra, el Reiki del plexo solar, el Reiki del poder. El nuevo pero antiguo Reiki canalizado en las pirámides de Egipto activa la voluntad de poder necesaria para plasmar el espíritu en la materia. Pero su intensidad es insuficiente para comprender la inmensidad de la poliédrica humana y por eso aparecen Reikis “multidimensionales” más impregnados por el amor incondicional. E inevitablemente se produce el ascenso de la vibración energética hasta los chakras superiores: el Reiki Shambhala y el Reiki Transpersonal. El Reiki Shambhala se asocia con el color azul del quinto chakra, el azul del conocimiento y la reconexión porque, por encima de todo, este Reiki facilita una reconexión multidimensional para comenzar a vivir sin miedo. El Reiki Transpersonal se identifica con el color verde-turquesa (una mezcla de chakra corazón y chakra garganta) y con el índigo del Tercer Ojo, dos colores que transmiten plenitud y sabiduría y reconexión multidimensional, respectivamente. Este es el motivo por el que el Reiki Transpersonal despierta la memoria de nuestro destino, tanto individual como colectivo, y nos confirma que la vida fue diseñada con un propósito. Una vez que la frecuencia energética del Reiki ha ido ascendiendo de abajo a arriba en la escala de chakras, de los inferiores a los superiores es necesario un nuevo Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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requilibrio de fuerzas. El hombre necesita conectar con su destino y ser consciente de que es una forma de hibridación entre chakras inferiores y superiores. Hace falta alcanzar el equilibrio. Por eso surgen otros estilos como el Reiki Transpersonal, que aportan el color azul del chakra garganta o el índigo del tercer ojo. Reiki Unificado se asocia al verde turquesa y al blanco, blanco porque incluye a todo los reiki y turquesa porque solo se puede integrar desde el corazón…”solo los limpios de corazón conocerán a Dios”. La suma de todos los colores daría el blanco, el color que los contiene a todos, el color 18 del Reiki Unificado y su metáfora del prisma. Esta suma, esta fusión dota al Reiki resultante de una mayor plasticidad que permite superar su inseguridad original. La energía llama a la creatividad, de la misma forma que invita a un niño a jugar con todo lo que le rodea, a disfrutar con todo. A ser alegre. A ser feliz. Ahora la energía se ha transmutado y pide técnicas más holísticas que ni siquiera utilicen símbolos pero a la vez más populares. Las nuevas terapias energéticas deben hacer extensible el lujo espiritual a todos por igual. Todo el mundo puede sanarse. La socialización de la energía reclama una superación de la primera visión del Reiki hace un siglo. Pide allanar un camino que muchas veces se nos ha presentado como muy complicado, muy retorcido, pero que en realidad es muy simple. Cualquier aprendizaje es un paso de la oscuridad, del caos, a la luz, al orden, a la conciencia. Todo maestro antes de ascender ha tenido que caer, porque solo así podrá ser humilde. Solo así podrá saber de las imperfecciones, solo así comprenderá que errar es humano y podrá sanarse y sanar a los demás. De alguna forma la energía lo compensará con su propia piedra filosofal. Por eso el Reiki del futuro será aquel que funcione como un alquimista, aquel que nos transforme del barro terrenal del que estamos hechos en oro, en divinidades. Porque somos nuestros propios dioses, somos energía. Durante siglos, la humanidad ha delegado su poder de co-crear la realidad y alcanzar su destino en dioses exteriores omnipotentes sin darse cuenta de que en realidad ese dios estaba dentro de él, vibraba con él. El hombre es a la vez cuerpo y espíritu y no debe renunciar a ninguna de las cosas. Está llamado a ser completo, a ser un híbrido en perpetuo equilibrio. Sanar implica conocerse, y conocerse implica amarse. Y evolucionar.

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PARTE 2ª EL CUERPO ENERGÉTICO CAPÍTULO I LA VISIÓN HINDUISTA Para las culturas orientales la energía no es nada nuevo. Al contrario. Creen en ella y en sus beneficios desde tiempos inmemoriales, desde mucho antes de que Mikao Usui redescubriera el Reiki. Creencias y disciplinas asiáticas milenarias como el hinduismo, el yoga, el tantra, el budismo, el taoísmo, el sijismo o el gnosticismo están llenas de referencias al cuerpo energético, a la energía a los chakras… La ciencia actual de Occidente (racional, empírica y basada en la realidad palpable) y la tecnología moderna están empezando ahora a constatar la existencia “real” de elementos abstractos o de creencias espirituales que en Oriente hace años que se dan por supuestos, por válidos. Y eso es positivo. Muy positivo. Seguramente, por primera vez en la historia de la humanidad se está viviendo algo parecido al nacimiento de una primigenia y auténtica fusión cultural entre ambos mundos. La occidentalización de las doctrinas orientales, el incipiente equilibrio entre razón y espiritualidad, puede que sea sintomático. Es posible que estemos ante la prueba definitiva de que algo está empezando a cambiar en el mundo. Y para bien. La ciencia occidental es la que está demostrando las teorías y filosofías orientales. Pero el mérito no es evidentemente solo suyo. Posiblemente la cuna de todo este conocimiento ancestral se encuentre en el hinduismo, una de las religiones más longevas que se vertebra entorno a la existencia de la energía universal. Una energía que se revela como el leiv motiv, como el hilo conductor de su doctrina. LA KUNDALINI El hinduismo Kundalini a llama a la energía “invisible e inmedible”. La Kundalini se identifica con una serpiente (o a veces con un dragón) que duerme enroscada en el primero de los siete chakras o círculos energéticos que se alinean con la columna vertebral. La serpiente enrollada da tres vueltas y media alrededor del primer chakra, que se sitúa en el perineo, formando con su cuerpo lo que se denomina el nudo de Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Brahman. Los hinduistas creen que cuando se logra despertar a la serpiente dormida, se pueden controlar la vida y la muerte. Pero la serpiente no debe dormir, debe ser despertada para que pueda cumplir su misión sagrada: lograr la unión del cuerpo y el espíritu, fusionar sus dos fuerzas opuestas. En términos tántricos, estos dos estadios complementarios que la kundalini reúne al despertar son Shivá (el principio masculino o conciencia) y Śakti (el principio femenino o energía). Gracias a la alquimia (o según algunas teorías a base de la práctica del yoga), la energía Kundalinī asciende verticalmente por la20columna vertebral imbricada en el fluido espinal. Por este canal, atraviesa todos los chakras y llega hasta el cerebro, con el fin de alimentarlo y modular su actividad. Chakra a chakra, la energía va evolucionando a medida que el individuo consigue impulsarla a base de adquirir más conciencia. Para llegar al estado de máxima conciencia la energía debe superar tres nudos Brahman (en el que duerme), Vishnú (en el cuarto chakra o Chakra Corazón) y el de Shivá, en el entrecejo (Sexto Chakra o Tercer Ojo). En estos tres enclaves la serpiente, Shivá y Śakti se entrecruzan y se anudan, facilitando una evolución de la conciencia hacia un nivel superior cuando el nudo se desenreda. Según las creencias orientales, cuando la Kundalini logra su misión, el ser humano alcanza la iluminación: el estado evolutivo ulterior, que trasciende al propio ego y que desarrolla una supraconciencia (comparable al Ser) en la que rige el amor universal. La serpiente Kundalini funciona como un nexo que unifica y a la vez comunica todos los chakras. Para evolucionar como personas es necesario que todos los chakras interaccionen, se mezclen y se equilibren y eso solo es posible cuando la Kundalini ha empezado a recorrer la columna vertebral. La Kundalini despierta primero como una energía instintiva que busca el último chakra pero después también recorre el camino de vuelta transportando la energía mental hasta el corazón. EI hinduismo sostiene que la Kundalini discurre por tres canales: el Ida Nadi (lado izquierdo o canal de la luna), el Pingala nadi (lado derecho o canal del sol) y el Shushumna Nadi (canal central) El Ida Nadi es el lado más femenino tanto de hombres como mujeres. Según los hindúes en este canal residen las emociones en estado puro: el placer, el amor, la compasión y las habilidades artísticas. Los problemas energéticos típicos de un desequilibrio del lado izquierdo son el apego emocional, la depresión, la baja autoestima, el sentimiento de culpa o el mantener una actitud de letargo ante la vida. El Pingala Nadi representa el lado más masculino de los seres humanos. Es el canal que otorga el poder a la mente racional, el canal del aprendizaje y de la fuerza que permite superar los problemas mediante el esfuerzo. Los problemas energéticos del lado derecho son el comportamiento egoísta o violento, la arrogancia y el orgullo. El Shushumna Nadi es el equilibrio que enfría el canal del Sol y calienta el canal de la Luna. Cuando el Shushumna Nadi dirige y gobierna la Kundalini, la atención deja de Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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pasar de un canal al otro: de la tristeza a la euforia, de la hiperactividad al letargo, Y permanece siempre en el centro. LOS SIETE CHAKRAS La filosofía hinduista sostiene que la energía se concentra en siete núcleos o chakras que se alinean siguiendo la estela de la columna vertebral desde el perineo hasta la coronilla, buscando un nexo de unión con el sistema nervioso y el sistema circulatorio. Según los hindúes, la activación de cada chakra otorga al individuo cualidades positivas como la diplomacia, la compasión, la sabiduría y la creatividad. 21 Cuando los chakras se activan, después de la «realización espiritual» hinduista o de una terapia de Reiki, comienza el lento proceso de limpieza de toda la energía negativa acumulada en ellos durante años de actividades autodestructivas (como la drogadicción, el alcoholismo, la violencia, la ira o el fanatismo de cualquier tipo). La energía negativa se almacena en forma de bloqueos energéticos o de traumas. Los beneficios de la activación de los chakras son casi inmediatos: la ansiedad tiende a desaparecer mientras que el gozo y la objetivad comienzan a manifestarse. En orden ascendente, los siete chakras son los siguientes: Primer chakra: Chakra Mūlādhāra (tierra) El

primer chakra está situado en el perineo, justo debajo del hueso sacro, y es el lugar donde reside enroscada la kundalinī. La principal virtud que su equilibrio aporta al hombre es la inocencia, una cualidad que permite experimentar el goce en estado puro, sin las limitaciones de los prejuicios y los condicionamientos.

La inocencia es fuente de dignidad, de equilibrio y está marcada por un fuerte sentido de lo correcto. El hinduismo le atribuye a este chakra una sabiduría intuitiva que está siempre presente en los niños, pero que poco a poco se pierde, debido a las condiciones de la vida moderna. Pero esta cualidad sigue viva en el interior de todas las personas, esperando el despertar de la Kundalini para manifestarse en todo su esplendor. Segundo chakra: Chakra Swadisthan (agua) El

segundo chakra subyace en la parte baja del abdomen y cuando alcanza su punto de equilibrio conlleva la plenitud de la creatividad y la atención. La activación del segunda chakra es la conexión con la fuente interna de la inspiración y con la trasparencia que nos permite apreciar la belleza del mundo y percibir la realidad de forma directa, limpia de los artificios de la mente.

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En este centro energético reside también la capacidad de concentración y de atención y bajo su protección se encuentra la parte inferior del hígado, los riñones y toda la parte baja del abdomen, incluyendo también las glándulas sexuales. Tercer chakra: Chakra Nabhi, o Chakra Manipura (fuego) La

armonía del tercer chakra, que se sitúa por debajo de la línea de las costillas, hace florecer el don de la generosidad y el hombre siente plenamente lo que significan la satisfacción y la felicidad. Cuando la Kundalini ilumina este chakra, la activación energética proporciona al ser humano rectitud y un sentido 22 interno de moralidad, de forma que se consiguen equilibrar las diferentes facetas de la vida.

Rodeando al segundo y al tercer chakras, se encuentra el Vacío, también llamado por algunas culturas “el océano de la ilusión” y en la India Baba Sagara. El hinduismo señala que este vacío suele puede cruzarse con la ayuda de un guía espiritual o gurú. Pero cuando la Kundalini despierta y atraviesa el océano de la ilusión, cada persona se convierte en su propio maestro y es capaz de percibir sus problemas de forma sutil en la yema de los dedos. Además, el “nuevo” autoguía espiritual es ya capaz de poner solución a los problemas que detecta utilizando su propia serpiente de energía. Cuarto chakra: el Chakra Anahata (aire) El

del

cuarto chakra gobierna el centro del pecho, el círculo del corazón, y es el lugar donde reside el espíritu del hombre, su verdadero Ser. El equilibrio del cuarto chakra, al que también se conoce con el nombre de Chakra Corazón, se manifiesta a través del amor y de la compasión. Además Anahata nos dota sentido de la responsabilidad.

El cuarto chakra es especialmente poderoso en su parte central, a la altura del esternón cuando está compensado. En este punto es donde se manifiesta la completa seguridad y la confianza en uno mismo. Por eso los hindúes sostienen que cuando la Kundalini atraviesa el Chakra Corazón, todos los miedos y temores del hombre se disipan y desparecen. Quinto chakra: Chakra Vishuddhi (éter) El

quinto chakra es el de la diplomacia y se sitúa en el cuello para aportar la energía que se necesita para comunicarnos con los demás. Su buen estado es básico para que las relaciones interpersonales sean fluidas y correctas y para que siempre se puedan expresar libremente las percepciones del corazón. Este chakra se obstruye con los sentimientos de culpa y cuando se culpa a otros desde la arrogancia, es decir, cuando actuamos sin dignidad ni ni piedad hacia los demás. Cuando somos indignos hasta de nosotros mismos. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Sexto chakra: Chakra Agnya (luz) El sexto

chakra vehicula el perdón y la compasión, y permite trascender de la conciencia mental pensante a la conciencia espiritual que se manifiesta de forma directa: el nirvichara (que en sánscrito significa “sin pensamiento”). Sería un tercer ojo pensante que ve sin necesidad de que las imagines estén delante de él. Cuando este chakra se abre, entendemos el verdadero significado de la palabra perdón, al igual que nos hacemos conscientes del mal y el dolor que nos causan el odio y el rencor, dos sentimientos incompatibles con la paz y el amor a los que todo un ser23 humano aspira espiritualmente.

Séptimo chakra: Chakra Sahasrara (sabiduría) El

séptimo chakra, el Chakra Corona, es la integración de todos los aspectos, cualidades y virtudes de los seis anteriores. Representa el último escalón en la evolución de la conciencia humana. Cuando la Kundalini lo despierta y lo equilibra el hombre adquiere , igual que con la activación del segundo chakra, la facultad de percibir de forma directa la realidad, sin ningún tipo de filtro.

Cuando la serpiente Kundalini acaba su camino ascendente desde el primer chakra y deshace el tercer nudo, se alza para que todos los chakras se armonicen. El cénit de la Kundalini provoca que la luz del conocimiento descienda hacia abajo en la línea de chakra fundiéndose con la energía de la serpiente. En ese instante, defiende el hinduismo, la conciencia individual se une a la conciencia universal y el hombre se adentra en un estado paradisíaco de conocimiento, bienaventuranza y liberación final. Para la religión hinduista, sólo el verdadero iluminado es capaz de despertar a la serpiente energética cuando quiera y cuantas veces quiera. Son muchos los que lo intentan y muy pocos los que consiguen mantener despierta, aunque solo sea un instante, a la Kundalini. El sistema de los siete chakras hindú simboliza también las galaxias del cosmos. Cada chakra sería en si mismo una galaxia y la Kundalini funcionaría como la energía oscura que unifica y a la vez vivifica todo el universo. Según esta creencia, el Chakra Corazón sería comparable al centro gravitatorio del cosmos. KUNDALINI Y EVOLUCIÓN HUMANA

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Utilizando conceptos más occidentales, más científicos, la ascensión de la Kundalini en el sistema de chakras podría explicarse como un símil, una réplica de la propia evolución de la especie humana. Cada chakra representaría las necesidades y los retos a los que el ser humano ha tenido que ir haciendo frente en cada etapa evolutiva desde su aparición en la Tierra en la prehistoria hasta nuestros días. Con mayor o menor dificultad, la especie humana ha conseguido hasta ahora superar todas las adversidades que ha ido encontrando a su paso. Pero aunque que el hombre lleva miles y miles de años sobre la Tierra, la Kundalini de la evolución todavía no ha recorrido ni la mitad del camino. Exactamente ahora se 24 de ese trayecto. El hombre actual estaría encontraría a punto de alcanzar la mitad viviendo mayoritariamente en la incertidumbre del ascenso del tercer al cuarto chakra, un salto para el que no está claro que esté preparado. El equilibrado del primer chakra, y su posterior superación, exigió a nuestros antepasados alcanzar la seguridad económica y material, afianzar la supervivencia de la especie y ser fuertes como individuos. Una vez logrado este objetivo, los humanos buscaron la seguridad emocional de forma grupal y se organizaron en tribus defensivas en las que se sentían cómodos y amparados, protegidos. Aunque sin aspiraciones. Para alcanzar el tercer chakra y crecer, los hombres necesitaron crearse una identidad propia y fuerte basada en la autoconciencia (el Ego) y así controlar sus emociones. El fortalecimiento individual fue posible cuando los individuos accedieron (o al menos aspiraron) a dotarse de un poder que les hacía ser únicos, sentirse únicos, y a la vez, les alimentaba con reconocimiento social. Ascender al cuarto chakra requiere un gran esfuerzo. CARECER DE KARMA El hombre debe despojarse de ese Ego hiperatrofiado con el que se ha asentado y fortalecido en el tercer chakra y debe empezar a experimentar el amor incondicional y debe aprender a manejar su capacidad para ser omnisciente y así dejar de ser sólo autoconsciente. La mutación es enorme y la dificultad grande. El hombre debe pasar del ego al ser, de estar gobernado por una identidad egoísta incluso socialmente a estarlo por una identidad transpersonal. Hay que dejar de pensar en que nuestra personalidad la forja y la define nuestra escalada en el estatus social a aceptar que nos distinguiremos por nuestros méritos y nuestra capacidad a la hora de para amar a los demás Y eso cuesta. Es duro porque cada vez las exigencias de nuestros egos se están multiplicando más, de forma directamente proporcional a la generalización del consumismo desaforado, que genera necesidades “innecesarias” que antes no existían y que solo se colman con mayores cotas de poder, con mayor relevancia social. Y no todo el mundo está preparado para ello. Un síntoma simbólico de los problemas que la humanidad está teniendo para alcanzar esta meta es que el 30% de las enfermedades realmente son el 40 y su crecimiento es ascendente que padecen las personas que viven en el mundo occidental están relacionadas con el sistema coronario, con el corazón, con el chakra al que no accedemos. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Actualmente se vive una etapa de transición y el ascenso “real” de la Kundalini que aporta la alquimia de las terapias energéticas (como Reiki) debería facilitar esta escalada del tercer al cuarto chakra. La humanidad se encuentra en el momento idóneo para crecer. Era necesario haber vivido y equilibrado los chakras inferiores para poder centrarnos en los sentimientos, en el chakra corazón. Es imposible que el hombre pudiera amar de forma incondicional con los tres primeros chakras desequilibrados. O lo que es lo mismo no podía aspirar estar gobernado por el Chakra Corazón en la miseria (primer chakra), sin poder controlar las emociones (segundo chakra), y con un ego atrofiado que le impedía reconocer al otro (tercer chakra). Se dan 25 las condiciones, ahora hace falta que se den también las intenciones.

CAPÍTULO II “ENERGÍA, LUZ Y CIENCIA” La energía no podemos tocarla (o la tocamos y no la notamos), pero existe. Existen muchas cosas que no podemos tocar pero sabemos que existen. La ciencia se ha encargado de demostrar su existencia y ahora creemos ciegamente en ellas: la ley de la gravedad existe, por ejemplo, aunque su presencia (que no sus efectos) es invisible. Todas nuestras creencias primitivas que se basaban en la ceguera, en el freno que nuestro cerebro ejerce sobre aquello que no se ve han acabado por derrumbarse. La Tierra no es plana aunque parece que el abrupto horizonte señale el final del espacio y el principio del abismo. El Sol no gira alrededor de la Tierra, aunque todos los días lo veamos salir por Oriente y ponerse por Occidente. Hay muchas cosas que no vemos ni tocamos pero que la evidencia o las consecuencias que generan estas cosas nos ha hecho que las aceptemos como reales. Muchas de estas cosas “indeterminadas”, “indescriptibles” tienen presencia, existen para nosotros gracias a la tecnología. Nos aferramos a la demostración que nos hace la tecnología para explicar su existencia aunque no la entendemos. Percibimos sus consecuencias y por tanto, creemos y afirmamos que son “reales”. Necesitamos a la ciencia para que nos compense nuestra ceguera. No vemos la electricidad pero sabemos que está ahí cuando pulsamos el interruptor; no vemos las ondas de radio pero sintonizamos con nuestra emisora favorita; no vemos las ondas electromagnéticas pero descolgamos el móvil cuando suena, no vemos el bluetooth pero nos parece de lo más naturales que enlace dispositivos . No vemos las imágenes volar por el espacio pero nos distraemos con ellas cuando aparecen en la televisión. No vemos el ciberespacio pero usamos Internet y nos enviamos correos electrónicos, Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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colgamos fotografías no se sabe dónde, chateamos a golpe de teclado o nos vemos las caras a través de una webcam conectados a la red por un wifi que tampoco vemos. Para la mayoría de los hombres, la energía del Reiki es invisible cuando se mira sólo con los ojos, con la cornea, el iris y el cristalino. Pero también puede verse y pulsarse. Existe. Su percepción no es un mero estado de sugestión o de autosugestión. No es un engaño mental. Existe. La ciencia se ha encargado de demostrarlo. Ya no podemos seguir ciegos, al menos, seguir ciegos voluntariamente. Ya no podemos usar la excusa de que ya no hay una explicación científica detrás, si es que “sentir” las consecuencia de la energía curativa, del amor incondicional, 26 no era en si misma ya una demostración evidente, palpable e irrefutable. Pero para abrir los ojos hasta de los más escépticos, aquellos que no creen en la energía del amor incondicional, la ciencia le ha echado una mano al Reiki. Mediante el empleo de métodos tecnológicos y de instrumental científico ha sido posible no solo visualizar la energía en su estado puro sino también radiografiar, hacer un escáner del cuerpo energético del hombre, ese campo electromagnético que nos rodea y al que también llamamos el aura. EL EXPERIMENTO VINARDI Una de las pruebas científicas de la existencia del aura fue publicada en el número 52 de la revista Discovery DSalud, de la mano de un artículo de Fernando Sánchez Quintana. Se trata de los experimentos del científico y profesor universitario estadounidense Livio Vinardi que dieron forma al esqueleto de la Biopsicoenergética, una teoría del propio Vinardi que interrelaciona al ser humano con la Madre Naturaleza y con el Cosmos a través de la energía. La Biopsicoenergética postula que el ser humano posee tres dimensiones: física, emotiva e intelectual y que cuando éstas no están equilibradas, no están en armonía, enfermamos. El objetivo de la Biopsicoenergética es tratar de armonizar la triple dimensión humana. Para dotar de base científica a su teoría, Livio Vinardi dirigió durante diez años un proyecto de medición objetiva del campo energético humano (del aura) en colaboración con la Universidad Estatal de San Francisco (California). Las investigaciones implicaron la utilización de un complejo instrumental de medición, como polígrafo, cúmetro, osciloscopio, asímetro, fasímetro, multímetros, moduladores y conformadores de ondas, entre otros. Los experimentos consistieron en crear un circuito eléctrico que unía el instrumental de medición y una bobina, capaz de albergar en su interior una persona tumbada. Se trataba de medir una serie de variables cuando la persona estaba dentro del cubículo y cuando la bobina estaba vacía para después comparar ambas. Uno de los parámetros que se midieron fue lo que se denomina Factor Q y que podría definirse de forma sencilla como “la variación de voltaje (o de potencial eléctrico) que se produce en un circuito cuando es sometido a una frecuencia resonante”. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Dicho de otra forma, el equipo de Vinardi hacía resonar el campo eléctrico con vibraciones de frecuencia y distinta intensidad con la persona estirada dentro de la bobina y con la bobina vacía, para detectar en qué partes del cuerpo y con qué grado se producían modificaciones en función del tipo de vibración o de energía aplicado. El “invento”, sencillo pero ingenioso funcionó y el instrumental empezó a detectar y a

27 medir diferencias imperceptibles al ojo humano pero “reales” e imposibles de cuantificar de forma directa. En definitiva, consiguió demostrar científicamente la existencia del cuerpo energético humano. Los resultados dieron pie a la elaboración de una colección de “mapas” con la proyección de las mediciones que arrojaron un revelador resultado: en el campo energético de todos los seres humanos (con independencia de su edad, sexo, raza o estado de salud) se detectan tres zonas perfectamente diferenciadas (a las que Vinardi definió como "áreas básicas") y que están íntimamente vinculadas con los tres “cuerpos” del hombre mental, emocional y físico. La primera de estas zonas se ubica entorno a la cabeza (chakras superiores), la segunda en el tórax o y la tercera en el abdomen. En las extremidades no se detectaron pautas constantes aplicables a todas las personas. El ojo humano no lo ve pero los instrumentos de Vinardi constataron que las tres áreas básicas energéticas del hombre están compuestas por radiaciones y ondas del espectro de la luz ultravioleta, de una frecuencia muy similar a los rayos cósmicos y los rayos gamma. Al proseguir con sus investigaciones científicas, Vinardi detectó unos tres años después una serie de “focos de energía” repartidos por todo el cuerpo donde la actividad electromagnética era mayor. Al situar estos puntos intensos, una especie de vórtices energéticos, sobre el mapa con la silueta humana comprobó que los focos más radiantes coincidían con los lugares en los que, según la espiritualidad hinduista y oriental, se ubican los chakras.

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28 Los datos recogidos revelaron que los vórtices donde la energía era más intensa tenían tamaños diferentes pero que todos ellos tenían la misma forma: una espiral tridimensional cónica que giraba sin cesar. La espiral generaba una proyección de dentro hacia afuera del cuerpo (en ambas direcciones). En algunos casos la proyección energética sobrepasaba la piel solo unos pocos centímetros, mientras que otros vórtices eran capaces de expandirse de tal forma que rellenaban todo el campo energético situado por debajo de la planta de los pies y por encima de la coronilla. O lo que es lo mismo, Vinardi descubrió atónito algo insólito: que los chakras están localizados tanto dentro como fuera del cuerpo “físico” humano. Además, los datos científicos confirmaron que los chakras son dobles, pues en realidad están integrados por dos espirales cónicas simétricas unidas por el vértice y que se expanden una hacia la cara anterior del cuerpo (tórax y abdomen) y la otra hacia la cara posterior (espalda). El siguiente en la investigación paso fue la clasificación de los vórtices según su tamaño y grado de importancia, un trabajo que acabó confirmando que los más importantes, los “vitales” coinciden con la alineación de los siete chakras principales del hinduismo. Si pudieran fotografiarse con una cámara normal los descubrimientos de Vinardi la imagen mostraría que el cuerpo humano “físico” o bioquímico más denso que está rodeado o dentro de otro cuerpo o nube más sutil que lo envuelve con una irregular forma humanoide. Tras muchísimas mediciones instrumentales y científicas más, los investigadores estadounidenses consiguieron elaborar una topografía del aura o un “atlas” del campo de energía humano que puede utilizarse como un modelo de referencia común a todas las personas. Pese a obtener datos “generalizables”, el trabajo de Vinardi puso de manifiesto a base de experiencia que cada ser humano presenta características energéticas particulares que le diferencian del resto de congéneres. No hay dos auras iguales. Al igual que ocurre con las huellas digitales, los hombres también tienen sus propias huellas energéticas distintivas, personales e intransferibles. Vinardi cree firmemente que el mapa energético del cuerpo, la topografía del aura, sus áreas básicas y sus chakras o vórtices son la base de numerosas aplicaciones. Una de ellas, probablemente la más importante, la salud. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Y dos aspectos adicionales al experimento de Vinardi y que resultan esenciales para entender el Reiki y su capacidad sanadora. Por un lado, que el ser humano tiene polaridad: la parte izquierda absorbe energía y la parte derecha irradia energía. Y un segundo elemento: la parte anterior o delantera del chakra simboliza el presente y la cara posterior del chakra simboliza el pasado.

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BIOFOTONES: LA LUZ DEL ADN Junto con el experimento de Vinardi, el otro gran “favor” que involuntariamente la ciencia le ha hecho al Reiki es demostrar que el ser humano, al igual que el resto de seres vivos, también emite luz. Sí. El hombre emite biofotones, una radiación de intensidad muy débil, dentro del espectro ultravioleta, que fluye sin necesidad de que medie ninguna reacción química. Casi un siglo después, todavía nadie ha podido explicar por qué las células emiten esta luz biológica ni tampoco cuál es su función. Pero el descubrimiento abre un fascinante camino que podría despejar muchos interrogantes. Los primeros biofotones fueron descubiertos en 1920 por el biólogo ruso Alexander Gurwitsch, que los denominó “radiación mitogénica”. Medio siglo después, en 1977, el biofísico alemán Friz Albert Popp logró demostrar experimentalmente la existencia de esa luz ultravioleta y “rebautizó” a la radiación como biofotones. Las investigaciones de Popp desvelaron que cada centímetro cuadrado de tejido vivo emite entre 10 y 1000 fotones por segundo de una longitud de onda de entre 200 y 800 nanómetros. Popp también teorizó que los biofotones son emitidos por el ADN desde el núcleo celular, siguiendo unos patrones periódicos y coherentes, y aventuró que esta luminiscencia juega un papel básico en la comunicación entre las células. En 2012, el físico ruso Sergey Mayburov ha dado un paso más en la investigación de los biofotones y ha hallado evidencias de que las células utilizan esta luz ultravioleta para Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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comunicarse entre ellas, para enviarse mensajes. El descubrimiento es doblemente sorprendente. Mayburov también ha comprobado que las células (y las plantas) utilizan en sus intercambios de información patrones casi calcados a los datos binarios que se usan en las redes de comunicación informáticas actuales, cuando se precisa que un mensaje llegue a su destino salvando todo tipo de interferencias. Las investigaciones de Mayburov explicarían porqué en un experimento con biofotones se consiguió aumentar la división celular hasta en un 30%. Y también explicarían por qué los fotones ultravioletas emitidos por los huevos en crecimiento fomentan el desarrollo de otros huevos, mientras que los biofotones producidos por huevos más maduros impiden el desarrollo de los huevos 30 más jóvenes. ¿Comunicación inteligente? Los descubrimientos de Sergey Mayburov se encuentran en una prometedora fase inicial que todavía no ha logrado descifrar el lenguaje que utiliza la luz biológica. Una teoría es que los biofotones emitidos por las células transmiten información genética a través de un estado de entrelazamiento cuántico. Y las emisiones ultravioletas serían la forma con la que la célula “deletrearía” su propio código genético a las demás. La emisión de biofotones con finalidad comunicativa ha inspirado las teorías del biólogo francés Jeremy Narby, que se plasman en su libro The Cosmic Serpent (La serpiente cósmica). Es sabido que muchos chamanes del Amanzonas aseguran que pueden sostener una comunicación espiritual con las plantas para obtener de ellas conocimientos medicinales. Pues bien, Narby sostiene que esta conexión mística sería en realidad una comunicación directa con el ADN de los vegetales, que se iniciaría como una radiación de luz ultravioleta y se transformaría en imágenes en la mente de los chamanes. “Esta es la fuente del conocimiento: el ADN, viviendo en el agua y emitiendo fotones, como un dragón acuático escupiendo fuego», explica Narby textualmente en su libro. LA SANACIÓN ENERGÉTICA DEL FUTURO La ciencia también ha avanzado muy esperanzadoramente en otras direcciones dentro del camino de la sanación. Los investigadores han descubierto, por ejemplo, que la luz del láser y de los cristales iluminados tiene un efecto intensamente curativo sobre células y órganos del cuerpo humano. Es posible que en un futuro no muy lejano la medicina aproveche estos descubrimientos y desarrolle un tipo específico de rayo láser que permita modular y equilibrar el sistema energético del cuerpo, el sistema de chakras, acelerando los procesos curativos. Los avances tecnológicos han llegado incluso al campo del instrumental científico. Ya existen tubos fotomultiplicadores y magnetómetros que son capaces de medir luz de muy baja intensidad así como las emanaciones magnéticas que se detectan en las manos y en los chakras de los terapeutas energéticos. Estos descubrimientos podrían convertirse en los cimientos de una futura ciencia que se especializara en la sanación magnética mediante la imposición de manos y en la curación irradiatoria (curación a distancia), de la que podrían beneficiarse muchísimas personas. Además, también es factible que se obtenga energía sometiendo a líquidos a ultrasonidos, aprovechando un fenómeno físico que se denomina sonoluminiscencia. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Según los expertos, los ultrasonidos generan cavidades (burbujas) en los líquidos que los colapsan, haciendo que alcancen temperaturas de hasta 30.000º centígrados. En estas condiciones extremas, los electrones se separan del núcleo del átomo, provocando una tremenda emisión de luz. Hay quien compara esta técnica con la fusión nuclear y hay quien incluso vaticina que esta nueva tecnología podría ser la antesala de una fuente de energía ilimitada y no contaminante. Y al parecer, la sonoluminiscencia puede intensificar enormemente su poder si se trabaja con gases inertes como xenón, criptón, argón, neón o helio. 31 La medicina tampoco está exenta de evoluciones. Varios equipos de científicos están trabajando con gases nobles sometidos a alta presión para conseguir “ondas de plasma” que podrían curar muchas enfermedades, incluido el cáncer. Ya existen estudios que aseguran que la estimulación de estos gases mediante ondas electromagnéticas ayuda a remediar desequilibrios del organismo. Y la manipulación y la interpretación del código genético. Seguramente el siglo XXI será el siglo de genética y de la genómica, que muy probablemente descubrirá en qué forma las condiciones medioambientales provocan cambios en el ADN. Y la combinación de los avances genéticos con el láser, por ejemplo, podría incidir en el proceso de transferencia de información del ADN, abriendo la puerta a una rápida curación de los desequilibrios de origen genético. Evidentemente, y por si todavía existían dudas, la energía que se transmite con Reiki no es una quimera o una sugestión como algunos sostienen. Cada vez hay más pruebas científicas (para muchos los elementos imprescindibles para aceptar algo que no se ve a simple vista) que lo avalan. Como ha quedado ampliamente demostrado, la ciencia está encontrando poco a poco datos empíricos que corroboran los postulados sobre los que se fundamentan las terapias energéticas e incluso abriendo nuevas vías de investigación y progreso. Además, si se sigue trabajando así, el imparable avance de la tecnología puede fructificar en nuevas aportaciones, descubrimientos y técnicas energéticas que seguro serán muy beneficiosos para la especie humana. CAPÍTULO III “EL SISTEMA DE CHAKRAS: ESPIRALES Y NECESIDADES” ESPIRALES EN MOVIMIENTO Cada chakra, cada vórtice energético detectado y cuantificado en el experimento de Livio Vinardi es una espiral de energía en movimiento, una galaxia a escala. Técnicamente, los chakras se podrían definir como superconductores bidireccionales de energía que nos comunican con el exterior y nos “conectan”, porque son puntos de intercambio energético y de absorción e irradiación de información. Los chakras hay que concebirlos como espirales en rotación que -como todas las espirales- se han formado por la interacción de dos fuerzas opuestas: una centrípeta (hacia el interior) y otra centrífuga (hacia el exterior). Por este motivo, los chakras tienen un movimiento centrífugo (exhalan) y otro centrípeto (inhalan). Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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El origen de una espiral tridimensional es la fuerza centrípeta, que impulsa la energía desde la periferia hasta el núcleo, en un esfuerzo por condensarla, por materializarla. Cuando la energía llega a su máxima concentración la fuerza inicial se dispara en sentido opuesto, transformándose en una fuerza centrífuga que se expande desde el centro hacia el borde exterior como una forma de expresión de la descomposición y la desmaterialización. Por eso el interior de una espiral siempre es más denso, más concentrado, mientras que la periferia se muestra más liviana.

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Cuando se hacer girar un chakra hacia el interior, es decir hacia la derecha (movimiento dextrógiro), estamos incrementando la fuerza centrípeta, estamos introduciendo energía en él. De alguna manera lo estamos activando. Por el contrario, cuando le aplicamos una fuerza centrífuga con un giro hacia la izquierda (movimiento levógiro) le estamos extrayendo energía, lo estamos limpiando, desbloqueando. Se ha comprobado que las moléculas en forma de espiral presentes en el cuerpo humano son levógiras, giran al revés que las agujas del reloj. También se ha constatado que las moléculas con espirales dextrógiras (giran igual que las agujas del reloj) provocan reacciones perniciosas o efectos secundarios en el organismo. Un ejemplo es el de la talidomida, un fármaco que fue comercializado entre los años 1858 y 1963 como sedante y como calmante de las náuseas en las mujeres embarazadas durante los tres primeros meses de gestación. Aunque las pruebas experimentales no arrojaron ningún problema, el uso generalizado del medicamento provocó miles de nacimientos de bebés con focomelia, una anomalía que se caracteriza por la carencia o la excesiva cortedad de las extremidades del cuerpo. Al investigar las causas de las malformaciones, se detectó que existían dos tipos de moléculas de talidomidas idénticas (lo que químicamente se denomina enantiómeros) pero que se diferenciaban cuando se prestaba atención en ellas en que “rotaban” en direcciones opuestas en función de la colocación de un átomo de Carbono. Al parecer, las primeras moléculas de talidomida fabricadas en el laboratorio eran levógiras (giro inverso al de las agujas del reloj) y solo tenían efectos positivos. Pero al elaborarse industrialmente, en grandes cantidades, se fabricaron las moléculas dextrógiras que “giraban” como las agujas del reloj (porque eran más fáciles de construir sintéticamente) y que resultaron tener efectos desastrosos. JERARQUÍA Y NECESIDADES Los chakras son vórtices de energía, centros neurálgicos del organismo. Pero no solo deben entenderse como puntos estratégicos del aura sin mayores implicaciones. Todo lo contrario, como son puntos de intercambio de información, de comunicación tienen Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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una función mucho más profunda. Su jerarquía interna, la preponderancia de uno o de otro y la categoría del chakra dominante condicionan las facetas de la vida de cada persona, su nivel evolutivo. Dicho de otra forma, el dominio de un chakra sobre los demás del sistema determina un “modelo” concreto de vida humana, un paradigma. Los seres humanos somos la combinación de los siete chakras y dependiendo del chakra que actúe como dominante, cada hombre persona siguiendo unos patrones específicos, unos comportamientos tipo. Y la sociedad, que es una suma de todos individuos que la forman, también se moverá en una u otra dirección en función del chakra de mayor predominio entre sus integrantes. 33 Así, los chakras podrían relacionarse con las facetas de la vida ya que de alguna forma guardarían relación de con la Pirámide de Maslow, una teoría que postula que las necesidades humanas se organizan en una escala ascendente piramidal, de más básicas o primitivas a más que se identifican con la autorrealización personal. En la base de esta pirámide se situarían los chakras inferiores (del primero al tercero) y las necesidades fisiológicas, la seguridad emocional y sentimental, las necesidades sociales y de estima. En la cúspide se ubicarían los chakras superiores, con necesidades más espirituales, como la de crear o trascender. La pirámide de Maslow tiene cinco niveles. Los cuatro primeros (vinculados a los chakras inferiores) se podrían agrupar como “necesidades de déficit” mientras que la necesidad de autorrealización sería más bien una motivación, una meta: alcanzar la felicidad plena, la armonía. Según Maslow, solamente se atienden las necesidades superiores cuando se han cubierto las necesidades inferiores. Es decir, todos aspiramos siempre a satisfacer las necesidades superiores (a crecer como personas) aunque no tengamos cubiertas las básicas. Ese sería el objetivo de la humanidad. Las fuerzas de crecimiento personal dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades predominantes hacia abajo en la jerarquía. Haciendo un paralelismo con el sistema de chakras, el hombre solo pasaría a vibrar desde un chakra superior cuando hubiera podido equilibrar y “superar” las exigencias del chakra inferior.

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Actualmente, la humanidad funciona de forma generalizada desde el tercer chakra, el chakra del plexo solar. No obstante, existes síntomas de que estamos asistiendo a un salto hacia arriba en la pirámide, a un ascenso de chakra: nos dirigimos a vibrar desde cuarto chakra, desde el Chakra Corazón. De concretarse y de cuajar, esta evolución acarrearía también un giro radical del actual modelo de sociedad, un cambio de paradigma: pasaríamos de estar dominados por el Ego a estarlo por el Ser; pasaríamos de la apariencia social a la necesidad de amor y de aceptación; de basarlo todo en la física mecanicista a confiar en la física cuántica… CAPÍTULO IV “CHAKRAS, CEREBROS Y COLORES” LOS TRES CEREBROS El cerebro actual del hombre tiene tres partes que son la huella de las especies que nos han precedido en la escala evolutiva: reptiles, mamíferos primitivos y homínidos. Estas Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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tres partes son el cerebro reptiliano, el cerebro de mamífero primitivo (o sistema límbico) y el cerebro más evolucionado o neocórtex. Cada uno de estos cerebros está relacionado con tres de los siete chakras y, también, con los chakras de las extremidades. Todo ello en función del nivel de evolución. El cerebro de reptil controla las funciones básicas corporales, como el ritmo cardíaco y la respiración. Está integrado por el tallo cerebral y el cerebelo y controla los instintos. Este cerebro está relacionado con el segundo chakra, el chakra del Sacro o chakra sexual, y también con los chakras de los pies. 35 controla las respuestas emocionales El segundo cerebro, o sistema límbico, inconscientes, como el estado de ánimo y el miedo. El cerebro de mamífero está relacionado con el cuarto chakra ( el Chakra Corazón) y con los chakras de las manos. En el neocórtex residen las funciones más complejas del cerebro del hombre, como el razonamiento lógico y las emociones conscientes, es la parte que controla la mente y el pensamiento. El neocórtex está bajo la influencia del sexto chakra (el Tercer Ojo), íntimamente relacionado también con los dedos pulgares. Reptil raíz Mamífero sacro Neocortex plexo solar Cuarto cerebro chakra corazón

COLORES SIMBÓLICOS La luz la percibimos como “blanca” pero en realidad es la suma de un sinfín de longitudes de onda diferentes, cada una de su propio color. Como el espectro de la luz es muy amplio en realidad existe un número indefinido de tonalidades. Pero el ojo humano no puede ver todo el espectro cromático, porque no tiene receptores oculares (los denominados conos) para todas las gamas. De hecho, solo tiene tres tipos de receptores: para el rojo, el verde y el azul. Por esta razón, a estos tres colores se les denomina colores primarios o colores naturales. La suma o “interferencia de ondas” de los tres colores primarios produce otros tres colores: el cian (o índigo), el magenta y el amarillo. A estos colores se les denominan secundarios, pero también colores primarios artificiales o de la pigmentación. La suma de un color primario y un color secundario daría un color terciario (gama del marrón). La suma de todos, evidentemente, es el blanco. Los colores secundarios o de la pigmentación son los que el ser humano utiliza como base en el mundo del arte, para fabricar pinturas de diferente tonalidad a base de mezclar colores por ejemplo. El hecho de que los pigmentos cian, amarillo y magenta Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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se combinen “artísticamente” en su forma sólida para dar lugar el resto de colores de la paleta es el motivo por el que se les tienda a denominar erróneamente colores primarios en lugar de al verde, al rojo y al azul. Pero esta definición sólo es válida para el ojo humano, que es tricrómata (con tres tipos de receptores). Hay especies que tienen cuatro tipos de receptores (tetracrómatas) como algunas aves, insectos y marsupiales. Estos especímenes disponen de un receptor específico para un cuarto color que podría definirse como un “magenta espectral puro”, muy diferente al magenta que nosotros vemos fruto de la interferencia entre las longitudes de onda del rojo y del azul. Hay estudios que han puesto de 36 de forma hereditaria la capacidad de visión manifiesto que algunas mujeres adquieren de los tetracrómatas. Por otro lado, los mamíferos son dicrómatas solo tienen receptores para dos colores, lo que reduce su paleta cromática. Esto es que de alguna forma le sucede a las personas que tienen el defecto genético que provoca el Daltonismo, en sus distintos grados. Los daltónicos no pueden percibir los matices existentes entre el rojo y el verde (dos de los colores primarios) porque los conos receptores se les desarrollan de forma incorrecta. Los colores primarios o colores naturales de la luz se utilizan también para diferenciar o para definir la potencialidad de cada chakra, en base a su vibración energética y a su importancia en la evolución del hombre y del propio sistema energético. Los chakras ¿y el naranja? CAPÍTULO V “PLEXOS Y CHAKRAS” Los chakras no están colocados aleatoriamente en el cuerpo humano. Al contrario. Su posición es tremendamente estratégica. Se ubican en puntos desde los que es fácil acceder al control de los órganos y las funciones vitales del organismo, en los denominados plexos. Si el cuerpo humano fuera una red de carreteras, los chakras funcionarían como centros neurálgicos en la encrucijada de las principales autopistas, y estarían allí para distribuir la energía vital, provechando la red viaria del cuerpo. Algo similar es lo que sugiere la doctora Marina Baraniuk, quien ha redactado una interesante teoría que relaciona a cada chakra con el plexo en el que está ubicado. Anatómicamente hablando, un plexo es una tupida red formada por la intersección de un elevado número de ramificaciones nerviosas y de vasos sanguíneos (venas, arterias y capilares), vinculados bien a los nervios céfalo-raquídeos o al sistema nervioso simpático. Cada plexo forma por una compleja malla de la que parten nuevas conexiones que enlazan con otros plexos o con otros órganos. Según la doctora Baraniuk, el plexo sacro-coccígeo, el lumbo-sacro, el solar o digestivo, el cardiopulmonar o cardíaco, el faringo-laríngeo o laríngeo y el cavernoso o frontal guardan una estrecha relación con los seis primeros chakras. De hecho, se podría decir que el plexo sería el “reflejo” funcional del chakra en el cuerpo físico. Así, cada chakra se encargaría de alimentar energéticamente al plexo al que está estrechamente vinculado para que éste distribuya la energía vital por toda su área de influencia, por toda su red. Si el chakra funciona correctamente, si está equilibrado, Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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toda la actividad corporal relacionada con el plexo “gemelo” estará en perfecto estado. Estará sana. Pero si por el contrario, el chakra se desequilibra, tiene un déficit energético, una sobrecarga o un bloqueo, la anomalía se traducirá irremediablemente en un malfuncionamiento del plexo o de su red anexa. Y el cuerpo físico enfermará. Las emociones serían vías de doble sentido, que afectarían tanto al chakra como a su plexo hermano y que mal canalizadas podrían derivar en una enfermedad. Pero la emoción también podría ser la baliza que anunciara el desequilibrio energético. De esta forma, por ejemplo, una disfunción emocional se trasmitiría a todos los planos del cuerpo en el punto de contacto entre el chakra y la red orgánica del plexo vinculado. Y 37 una emoción y una enfermedad física. a la vez, un desequilibrio energético generaría La anomalía, el desequilibrio (fuera el que fuese) se visualizaría en el cuerpo físico como una enfermedad (en realidad, como un síntoma) y en el cuerpo energético, como un bloqueo. Esta interacción entre los diferentes planos es la que explica por qué los síntomas no son la enfermedad, como cree erróneamente la medicina alopática occidental. La sintomatología es más bien una pista, un camino que se abre para poder detectar la raíz real de un desequilibrio y, así, poder sanarlo. Los fármacos sintéticos, de laboratorio, solo atacan el síntoma pero no curan la raíz del mal. PLEXO SACRO-COCCÍGEO El Plexo sacro-coccígeo, situado en la parte baja de la pelvis, estaría íntimamente vinculado con el primer chakra, con el Chakra Raíz. Marina Baraniuk lo define como el más arcaico y, en consecuencia, como el gestor las funciones primitivas de supervivencia, vinculadas a las cápsulas o glándulas suprarrenales: ataque y huida, conservación de la especie y subsistencia. En la relación entre este plexo y el primer chakra se asientan las bases para que el ser humano se comporte de forma correcta, mantenga intacto el criterio de lo que es real y lo que es imaginación, sea consciente de su propio cuerpo físico y sea consciente también de que está conectado a la materia, a los aspectos materiales de la vida, y a qué nivel está conectado. Un plexo sacro-coccígeo que funciona mal (por un bloqueo energético del Chakra Raíz) puede ser el detonante, por ejemplo, de los trastornos mentales vinculados con la falta de personalidad, con la pérdida del sentido horario y del clima, con la falta de capacidad para concentrarse o con la imposibilidad para tener sensación de apetito (hambre) o sentir la necesidad física de dormir (sueño). La doctora Baraniuk sostiene que las personas con disfunciones en el plexo sacrococcígeo muestran unos miembros inferiores (piernas y pies) poco desarrollados y que por su anómala arquitectura (no por su delgadez) funcionan de forma insuficiente como punto de apoyo o anclaje para el cuerpo. Cuando un individuo está sometido a una fuerte y prolongada presión física o psicológica por bloqueos del primer chakra, puede desencadenarse una disfunción en las cápsulas suprarrenales que dispararía algunas patologías relacionadas con los minerales y con los gluco-corticoides. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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PLEXO LUMBO-SACRO El Plexo lumbo-sacro está situado junto encima del plexo sacro-coccígeo, a la altura de las caderas y los riñones, y está íntimamente vinculado al segundo chakra (o chakra sexual o del tándem) con el que comparte espacio. Este plexo es el responsable de la capacidad reproductiva y también de dotar al individuo de sensualidad y sexualidad. Marina Baraniuk dice de él que “comanda el impulso del movimiento hacia afuera, el despliegue motriz necesario para el funcionamiento del primer plexo y todos los otros”. Esto es así porque el plexo lumbo-sacro está gobernado por las glándulas sexuales (o gónadas), impulsoras de la vida. Esto convierte al segundo chakra en una conexión 38 directa con el placer y con la circulación de las endorfinas, unas sustancias que se segregan de forma más evidente durante la práctica deportiva, el baile o el deleite con los placeres sensuales en general, y nos hacen “felices”. Un mal funcionamiento del plexo lumbo-sacro predispone al individuo a la depresión, al aumento de peso, al sedentarismo, a la implantación de una personalidad más opaca y a la pérdida del deseo sexual. El desequilibrio de las gónadas y el chakra del tándem conduce a dos situaciones antagónicas: la psicopatía sexual y la abulia, además de a una larga escala de disfunciones clínicas ligadas a la sexualidad. PLEXO SOLAR O DIGESTIVO El plexo solar o digestivo está, como era de suponer, íntimamente ligado al tercer chakra, conocido también como el Chakra del Plexo Solar, y se sitúa en el abdomen, justo por debajo de las costillas. Este plexo está en relación muy íntima con todo el proceso de la digestión pero a la vez, según La doctora Baraniuk “con los aspectos más infantiles del ser humano: la creatividad, la asimilación, la auto-referencia, la capacidad lúdica, la curiosidad, los temores primarios, el desamparo, la intolerancia, los cambios bruscos e incomprensibles del humor, el egoísmo y los caprichos”, que pueden ser superados o no cuando el niño se hace adulto. La inestabilidad del tercer chakra se trasmite automáticamente al plexo solar hasta el punto de hacer que las funciones propias de la digestión se tornen peligrosas para la mucosa gástrica del estómago, el hígado, el intestino y el páncreas. A diferencia del plexo lumbo-sacro, Baranuik define al plexo solar como un plexo “hacia adentro”, hacia nuestro mundo interior. Las fantasías, los temores se alimentan de este plexo y de los procesos fisiológicos que comanda. A la vez las glándulas anejas y los órganos de este plexo son el asiento físico de muchas emociones. La sobrecarga emocional, debida a un desequilibrio energético, hace que enfermen. Las preocupaciones cargan contra el estómago, el resentimiento contra el hígado, la amargura contra el páncreas, la sensación de fracaso contra el bazo… Un pista que evidencia un mal funcionamiento del plexo solar es que una persona tenga un el hábito (o un tipo de constitución) pícnico, que se define por vientre abultado, dificultades digestivas y circulatorias y riesgo cardíaco. PLEXO CARDIO-PULMONAR O CARDÍACO Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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El plexo cardio-pulmonar o cardíaco está situado en el pecho y se retroalimenta con el cuarto chakra, con el Chakra Corazón. La doctora Baranuik afirma que en este plexo radica un importante componente psíquico: la noción de alteridad, “el yo-no yo”, y el reconocimiento de sí mismo. El plexo cardio-pulmonar, bajo la influencia del Chakra Corazón, es la morada física de los afectos y los sentimientos, de las aspiraciones y de la autoafirmación. Del Ser. Evidentemente, el estado de salud de este plexo es el de la suma de la salud de la función cardíaca y de la función respiratoria, dos actividades vitales fuertemente ligadas a través de los vasos sanguíneos. Esa interacción es palpable hasta en nuestro idioma. La palabra angustia, que define 39 la emoción “negativa” que seguramente más identificamos con esa zona del cuerpo, deriva del vocablo latino “angor” (y éste a su vez del griego “ankhon”) que significa estrangular. Así, angustia se traduciría como “sensación estrangulante”. La raíz de angustia es idéntica a la de una enfermedad cardíaca extrema: el “angor pectoris “, la angina de pecho. Baranuik subraya que la debilidad del plexo cardio-pulmonar se observa a la perfección en una persona con constitución longilínea o asténica (tórax alargado y aplanado y abdomen plano). También se evidencia en los denominados “pechos de zapatero” o “pecho excavado” (Pectus Excavatum), una deformidad que provoca una depresión en el centro del pecho; en las cifosis acentuadas y en el raquitismo, entre otros. Los casos enfermizos de exceso de plexo cardio-pulmonar son más “notorios” todavía que los de déficit porque tienen connotaciones mucho más visuales: la imagen de una persona que lleva una coraza en el pecho, como si fuera un escudo, y que inconscientemente relacionamos con el mal uso de la fuerza. Es el retrato típico que nos viene a la cabeza cuando pensamos en personas autoritarias y que pretendidamente son inconmovibles (como por ejemplo policías, militares, profesores de gimnasia, altos ejecutivos): todos cortados con un mismo patrón: el pecho firme (muy firme y preponderante) y la mano de hierro. Los desajustes energéticos del cuarto chakra traspasados a disfunciones del plexo cardio-pulmonar (ya sea por debilitamiento o por acorazamiento) traen aparejados consigo problemas orgánicos y enfermedades muy graves que van desde la insuficiencia respiratoria de cualquier origen hasta el infarto de miocardio, pasando por la hipertensión, entre otros. Marina Baranuik indica que en el caso de los problemas graves del plexo cardiopulmonar también juegan un papel muy importante los tres plexos anteriores: “aportando adrenalina por el síndrome de alarma, hipercolesterolemia y triglicéridos en exceso por el sedentarismo y picos de presión por los disgustos…”. PLEXO FARINGO-LARINGEO O LARÍNGEO El plexo faringo-laríngeo o laríngeo es el plexo del quinto chakra, del Chakra Garganta. Y algo no menos importante: es el plexo que rige a la glándula tiroides. Como su propio nombre sugiere se localiza en el entorno del cuello, en todo el espacio comprendido entre la cabeza y el tronco, desde el tórax hasta la mandíbula. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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El plexo laríngeo es el de la comunicación y el de la información vivencial e intelectual pero también el del aprendizaje, del virtuosismo en los oficios y en las artes, de la memoria orgánica. Marina Baranuik asegura que este plexo es “imprescindible para adaptarnos y responder con los códigos correctos”. Mantener equilibrado el quinto chakra y, por mimetismo, este plexo implica conservar la salud de las cervicales, reducir la autoexigencia y la autocensura, estimular la espontaneidad, utilizar un lenguaje eficaz y mejorar la precisión (y por ende la fidelidad) de los cinco sentidos. Pero sobre todo es vital para mantener sana la glándula tiroides. Un desequilibrio en el Chakra Garganta se reflejaría inmediatamente en las tiroides, la 40 glándula responsable de regular el metabolismo del organismo de acuerdo con la etapa vital en la que se encuentra el individuo y en base también a un amplio abanico de variables climáticas, emocionales y de otro tipo. La inestabilidad del cuerpo energético genera stress en el cuerpo emocional y también en el cuerpo físico. El stress aplicado a la tiroides produce un agotamiento glandular al que se conoce médicamente como hipertiroidismo, y que está siendo una de las enfermedades más diagnosticadas en la última década. Una de las enfermedades que causa hipotiroidismo, la tiroiditis autoinmune de Hashimoto, es un buen ejemplo de un mal funcionamiento del tándem plexo laríngeosexto chakra. El bloqueo del Chakra Garganta se materializada en el plano físico con un funcionamiento descontrolado de la tiroides que la lleva a su propia destrucción, en mitad de padecimientos orgánicos añadidos como taquicardia y palpitaciones, sudoración profusa y pérdida de peso. Pero la lista de efectos secundarios es más larga: astenia (una sensación generalizada de cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica), sequedad ene la piel, caída del pelo, dificultad para concentrarse, mala memoria, estreñimiento, falta de apetito sexual… El desequilibrio energético es especialmente dañino para todo el plexo laríngeo, empezando por la tensión cervical, un mal muy “occidental” que tiene su siguiente escalón el estrechamiento de la conciencia. La doctora Baranuik asevera que el mal funcionamiento de este plexo tiene un efecto comparable “al del consumo de anfetaminas o similares. Si bien la velocidad de asociación y acción de la glándula aumentan, lo harán en desmedro de la efectividad, a costa de ella, aumentando en muchas ocasiones el margen de error”. Los exponentes extremos de la disfunción energética del quinto plexo son, de un lado, la flema británica, con su “correcta” reacción en cada momento, fría y nada emotiva; y del otro, el desorden de “la bohème”, una bohemia tan romántica pero a la vez tan anárquica que conduce hasta el abismo de las conductas marginales, una antítesis para nada poética del arte. Huelga decir que cualquiera de estas dos actitudes antagónicas acarrea un coste muy elevado al organismo. PLEXO CAVERNOSO, FRONTAL O SEXTO PLEXO El plexo cavernoso, frontal o sexto plexo está ubicado en el interior de la cabeza, justo detrás de la frente. La medicina china y ayurvédica y las creencias orientales sitúan en este punto el Tercer Ojo, el sexto chakra, un ojo interior que simboliza la capacidad de Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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percepción correcta y justa, completamente desnuda de prejuicios y opiniones personales. Algo así como la objetividad absoluta, tanto introspectiva como proyectiva. En este plexo rigen la glándula de glándulas, la hipófisis (o glándula pituitaria) y la epífisis (o glándula pineal). La función de la hipófisis es regular todo el sistema glandular humano, administrando inhibidores o estimuladores de la secreción de cada glándula en función de las necesidades metabólicas de cada momento. La hipófisis es un director de orquesta que no puede en ningún momento perder el ritmo porque está en juego la estabilidad y la subsistencia del organismo. La influencia de esta glándula en la red de plexos del 41 uno de los momentos clave de la vida del organismo es determinante en todos y cada hombre: crecimiento, pubertad, adolescencia, embarazo, andropausia, menopausia, senectud, etc… Y si se no interpreta bien la partitura, se acabó el equilibrio. Marina Baraniuk define la hipófisis como el auténtico “cerebro” de las glándulas del cuerpo humano. La doctora advierte que este “cerebro glandular” juega un papel preponderante en los cuadros de stress pero que esto acaba convirtiéndose en un arma de doble filo. La razón es que, en pleno stress, la hipófisis porque intenta compensar las secreciones alteradas de sus compañeras de otros plexos con más secreciones, algo que muchas veces no tiene ningún éxito. Aún es más, las propias limitaciones fisiológicas de la glándula hacen que en ocasiones sea peor el remedio que la enfermedad y que la reacción desesperada de la hipófisis genere daños en alguna glándula o en todo el sistema endocrino. La glándula pineal guarda una relación directa con la regulación de los ciclos de vigilia y sueño y es vital porque segrega una hormona muy importante: la melatonina. La melatonina ha sido calificada como “el elixir de la eterna juventud” y tiene excelentes propiedades: amaina el jet-lag de los viajes transoceánicos, es un óptimo inductor del sueño (ritmo alfa) y del descanso; funciona como antioxidante y, por tanto elimina los radicales libres que aceleran el envejecimiento celular, e incluso se cree que es una poderosa arma anticancerígena. Hay quien considera a la epífisis el auténtico “tercer ojo” porque responde a los estímulos visuales igual que lo hacen los dos ojos físicos. Según el médico Sérgio Felipe de Oliveira, director de la Clínica Pineal Mind, “el incremento de la actividad pineal está estrechamente relacionado con las actividades psíquicas, como las visiones o la meditación”. Según Oliveira, la glándula pineal funciona en realidad un pequeño receptor de ondas cerebral. Baraniuk reconoce que para prevenir y tratar las disfunciones del plexo cavernoso no bastan los remedios físicos porque la relación entre las glándulas y el sexto chakra es muy intensa. La única fórmula para acceder a la sanación pasa porque la persona entre en un estado de “concentración mental” que modifique el ritmo cerebral, de forma que las ondas emitidas pasen de ondas beta a ondas alfa. En este estadio, toda la actividad orgánica se desacelera y equilibra automáticamente. Como contrapartida, las funciones corporales que van más rezagadas o que están agotadas se estimulan.

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La propia doctora Baraniuk reconoce que la mejor forma de acceder al equilibrio de este plexo es la meditación, en cualquiera de sus variantes. De alguna forma, la doctora está también rompiendo una lanza en favor del Reiki, pues uno de los beneficios de este método de sanación energética es que consigue que las ondas beta cerebrales se transformen en alfa. Baraniuk también recomienda el uso de la música o los sonidos de la naturaleza durante la meditación (o el Reiki) y confirma que “el ordenamiento y la depuración energética” son un beneficio para la salud. Los desajustes del plexo frontal solo son negativos cuando existen carencias. Un desarrollo insuficiente o débil del Tercer Ojo conlleva actitudes muy primitivas y genera 42 o compulsivas. La atrofia de este plexo es personalidades extremadamente violentas peligrosa porque las personas que carecen de él no ven colmadas sus necesidades, no pueden superar el escalón del deseo y adoptan una postura altamente destructiva para ellos mismos y para el prójimo, concluye Marina Baraniuk.

PARTE 4ª EL TRATAMIENTO REIKI CAPITULO I “LAS POSICIONES FIJAS” Si no existe un único Reiki está claro que tampoco existe una única forma de realizar una terapia de Reiki. Con independencia de su maestría o su iniciación, cada terapeuta tiene su propio estilo, porque cada terapeuta siente la energía o la proyecta de una forma diferente. Incluso es distinta de una sesión a otra. El terapeuta también siente la energía del paciente y de alguna forma esta interacción los condiciona a ambos. Por lo tanto, en cualquier caso, la terapia siempre será un reflejo, una proyección de esta simbiosis más allá de la técnica empleada. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Si cada sesión de Reiki es un reflejo de cada maestro, es inevitable que cada terapeuta imprima a sus técnicas su propio sello. Eso no significa que no puedan establecerse unos estándares o unos protocolos básicos y sencillos. Una fórmula muy recomendable para realizar la terapia es aprovechar las posiciones de las manos sobre el cuerpo del paciente para proyectar diferentes intenciones sanadoras en función de la emoción o actitud ante la vida que se pretenda trabajar, porque cada órgano del cuerpo simboliza justamente una emoción y cada chakra tiene también una funcionalidad concreta. La cultura oriental hace siglos que defiende que todos los planos del hombre: el energético, el mental, el emocional y el meramente 43 físico están interconectados. Según la medicina tradicional china, la ira, el odio, la frustración, el resentimiento, la amargura y el desprecio se sienten en el hígado; la alegría y la excitación, el amor y los celos, pero también el deseo y la avaricia, en el corazón; la reflexión excesiva y obsesiva castiga al bazo; las preocupaciones alteran los pulmones; la tristeza, la pena, la nostalgia y el arrepentimiento se ceban en el pulmón y el corazón; el miedo y la inseguridad se acumulan en los riñones, mientras que los sustos repentinos, los shocks y los sentimientos de culpa (heredados de tabús socio-religiosos, de una educación errónea o de la represión) aturden tanto al corazón como a los riñones. Y al final todas las emociones acaban afectando al corazón. Siguiendo este patrón, antes de la imposición de manos, la terapia debería iniciarse con una declaración de intenciones, que no es otra que recordar nuestro destino (7º chakra), nuestra verdad(6º chakra), expresarla (5º chakra), y aceptar nuestro destino, sea cual sea porque existen diversas maneras de entender tu vida (4º chakra), con la voluntad necesaria para imponerlo a pesar de los condicionamientos kármicos, sociales y familiares (3º chakra), Para vivir nuestro destino desde la alegría y la pasión(2º chakra) en el aquí y ahora (1º chakra), En síntesis: concornos para percibiel mundo de forma real y poder adaptarnos a él desde el equilibrio y la conciencia. El siguiente paso podría ser testar el estado energético de cada chakra para detectar posibles vacíos energéticos, posibles sombras que requerirán una mayor dedicación, pero este paso no es obligatorio si se pretende hacer un tratamiento completo y de tipo general. A continuación se iniciaría la imposición de manos de las denominadas “posiciones fijas”. La parte anterior (pecho y abdomen) simboliza el presente y la parte posterior (espalda) simboliza el pasado. También hay que tener presente que la energía circula por el organismo de izquierda a derecha: mientras que la mano izquierda del terapeuta absorbe la energía del paciente y la dirige hacia su propio chakra corazón, la mano derecha recoge esta energía purificada y hace que emane de la mano derecha del terapeuta. Es importante que el paciente tenga los ojos cerrados en todo momento. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Las posiciones siguen un orden descendente, de la cabeza a las pies, y trabajan principalmente los chakras, primero los superiores y después los inferiores, en orden inverso. Además de los siete chakras, se trabajan las articulaciones principales. PARTE ANTERIOR: El PRESENTE. (falta los hemisferios Posición 1 (Sienes) Dirige las manos hacia la cabeza del paciente y coloca cada palma en una sien, 44 haciendo que las puntas de los dedos se encuentren en el centro del cráneo. La intención de esta posición es convertir las ondas beta en ondas alfas y así a provocar un estado alterado de conciencia. Esto sucede así porque en el hemisferio derecho, hacia donde remitimos la energía, reside la capacidad de percibir el tiempo de forma holística, la conciencia multidimensional y las emocionalidad. Posición 2 (el Tercer Ojo) Dirige las manos a los ojos y coloca la mano derecha sobre el ojo derecho y la mano izquierda sobre el ojo izquierdo. La intención de esta posición es activar la intuición y la glándula pineal (o epífisis) del paciente con el objetivo de que reconozca su propio destino y empiece a percibir la vida de forma objetiva, sin distorsiones. Posición 3 (Chakra Corona) Dirige las manos hacia la coronilla y colócalas juntas, pegadas. La intención de esta posición es activar la memoria del destino, el recuerdo de quienes somos realmente, un mensaje que se encuentra escrito en la hipófisis o glándula pituitaria. Se puede verbalizar la intención de esta postura: “Abro tu inconsciente para que seas consciente. Nos desequilibramos o enfermamos porque somos inconscientes”. Posición 4 (Chakra Garganta) Dirige las manos a la garganta con la intención de que el paciente active la capacidad de manifestar su propia verdad. Posición 5 (Hombros) Coloca la mano izquierda sobre el hombro izquierdo del paciente y la mano derecha sobre su hombro derecho. La intención es conseguir la liberación del Karma, la liberación de las cargas impuestas, heredadas y adquiridas o de las falsas responsabilidades.

Posición 6 (Chakra Corazón) Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Coloca las dos manos en la línea del pecho, con la mano izquierda encima del corazón. Es el momento de que cada uno acepte su destino y alcance la plenitud a través de la auto-realización, del cumplimiento de su propia misión. Esta posición puede realizarse con las dos manos en el centro del pecho, sobre el esternón, la izquierda arriba y la derecha abajo. Incluso se pueden realizar las dos posiciones de forma consecutiva o correlativa. Posición 7 (Tercer Chakra) Dirige las manos al plexo solar y colócalas debajo de las costillas. La intención de esta 45para que aprenda y sea capaz de manifestar posición es activar la voluntad del paciente su destino en comunión con los demás. Todavía vivimos aún en un mundo dominado por la dualidad víctima/verdugo y se necesita voluntad para superar este binomio. La activación de la voluntad permite controlar el deseo egocéntrico y liberarnos de karma. Posición 8 (Segundo Chakra) Dirige las manos a ambos lados de la parte baja del abdomen, por debajo del ombligo, con la intención de activar el deseo, para que el paciente pueda vivir su destino desde la alegría y la pasión. Posición 9 (Caderas) Coloca una mano en cada cadera; la mano derecha en la cadera derecha del paciente y la mano izquierda en la cadera izquierda del paciente. La cadera es un punto reflejo del Chakra Raíz. La posición busca activar en el paciente la fuerza necesaria para que pueda plasmar su destino y viva sin miedo. Posición 10 (Rodillas) Dirige las manos hacia las rodillas del paciente y coloca la mano izquierda sobre la rodilla izquierda y la mano derecha sobre la rodilla derecha. La intención es activar la memoria del destino familiar y colectivo que tenemos que cumplir. Las rodillas se asocian a nuestros padres. Cada familia contiene una trama propia que debe solucionar, y cada generación es un estadio evolutivo en esa trama y la resuelve en parte. Es imprescindible transmitir al paciente que todos debemos reconocer el trabajo que han realizado nuestros antepasados para no caer en sus mismos errores. Cuando no perdonamos ni comprendemos los comportamientos de nuestros progenitores estamos condenados a repetirlos, hasta que los entendamos. Cada generación siempre supera a la anterior por muy duro que sea su comportamiento porque la energía nunca involuciona, siempre avanza hacia adelante.

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Las posiciones de la parte anterior del cuerpo podrían resumirse con la siguiente correlación de intenciones: activamos la conciencia en los hemisferios cerebrales, reconocemos nuestro destino en la frente, recordamos nuestro destino en la coronilla, manifestamos nuestra verdad en la garganta, nos liberamos de karma en los hombros, aceptamos nuestro destino en el pecho, activamos la voluntad en el plexo solar, vivimos nuestro destino con pasión en el abdomen, activamos la fuerza para vivir sin miedo en las caderas y recordamos nuestro pasado familiar y aceptamos los errores de nuestros padres en las rodillas. PARTE POSTERIOR: El PASADO.

46 El karma y la memoria de nuestro Ser residen en la columna vertebral. La espalda es una fotografía fija de nuestro pasado que nos informa de las cargas y los bloqueos emocionales o energéticos que acumulamos cada uno. Al hacer Reiki sobre las vértebras la intención es desbloquearlas y eliminar todo el karma que arrastran. Cada conjunto o región de vertebras (cervicales, dorsales y lumbares junto con el coxis y el sacro) simboliza o alberga un karma diferente. En las vertebras cervicales reside el karma mental generado por los chakras superiores. Se asocia con la manipulación mental. Su eliminación nos permite ser conscientes de nosotros mismos, despertar a la realidad, porque cuando somos manipulados perdemos nuestra propia identidad, nuestras propias ideas y no vemos el mundo con nuestros propios ojos ni cumplimos nuestro destino. El karma sentimental reside en las vértebras dorsales y es generado por el Chakra Corazón. Cuando nos somos incapaces de fusionar los chakras inferiores y los chakras inferiores perdemos la armonía. Hemos de buscar el equilibrio entre los instintos y el espíritu y fundirlos en una única alma. El karma de las vertebras dorsales se asocia con la incapacidad de amar y de aceptarse a uno mismo. En el núcleo formado por el coxis, el sacro y las vértebras lumbares, reside el karma material. Aquí se almacena el karma generado por el desequilibrio de los chakras inferiores y se asocia con la manipulación material y la manipulación emocional y con los miedos. Cuando uno es manipulado físicamente (forzado) o emocionalmente (engaños, traiciones, insatisfacciones o decepciones) es despojado de su energía y pierde su capacidad de sentir. La parte baja de la espalda sería el almacén del karma provocado por abusos de todo tipo (incluidos los abusos sexuales), los abandonos (al nacer, por ejemplo), las insatisfacciones, las carencias, las exclusiones... En suma, porque no fueron cubiertas total o parcialmente nuestras necesidades afectivas (de pareja, interpersonales o de relación social) en el pasado. Igual que en las posiciones de la parte delantera, al trabajar energéticamente el pasado también nos guiaremos por l os chakras y las articulaciones y seguiremos un orden descendente, de la cabeza hacia los dedos de los pies.

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Posición 11 (cervicales y hombros) Dirige las manos a los hombros o a las vértebras cervicales, recordando que siempres debes colocar la mano derecha en el lado derecho del paciente. La intención es eliminar el karma mental, es decir, la visión de la realidad que nos ha sido impuesta y las cargas familiares que asumimos como propias pero que no nos corresponden. Ser como los demás quieren que seamos o desear siempre ser imprescindible para los demás son manifestaciones de un ego desequilibrado. Esta posición puede hacerse sólo en los hombros y sólo en las cervicales o realizar las dos de forma correlativa. Posición 12 (Vértebras dorsales)

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Alinea las manos horizontalmente en el chakra corazón. La intención es eliminar el karma emocional del paciente, hacerle el perder el miedo a amarse a si mismo. La posición facilita que nos aceptemos como somos y empezamos a amarnos. Lo importante no es buscar la perfección, lo importante no es ser perfectos. La verdadera finalidad humana es buscar la plenitud a través de la autorealización. Y eso pasa por renunciar a la perfección. Posición 13 (Baja espalda) Dirige las manos a las vértebras lumbares para eliminar el karma emocional, para liberar al paciente del peso de los abusos sexuales, las dependencias emocionales, el aburrimiento y el tedio o la baja autoestima. Existen varias variantes o posibilidades. Se puede hacer una única imposición de las manos en toda la parte baja de la espada o bien dedicar un tiempo a cada uno de los tres chakras inferiores Posición 14 (Sacro y corazón) Coloca la mano izquierda en el hueso sacro (final de la espalda) y la mano derecha en el Chakra Corazón (centro de la espalda). La intención de esta posición es activar la Kundalini para que el paciente empiece a vibrar desde el Chakra Corazón y deje de hacerlo desde los chakras inferiores. El objetivo es ayudar al despertar del paciente, a que evoluciones del Ego al Ser, de una identidad egocéntrica basada en el poder social a una identidad transpersonal basada en el amor, la auto-realización y la plenitud. Posición 15 (Rodillas) Dirige las manos a la cara posterior de las rodillas (mano derecha en la rodilla derecha y mano izquierda en la rodilla izquierda) con la intención de equilibrar el uso del poder. Posición 16 (Pies) Coloca una mano en cada pie del paciente para fijas sus energías en la tierra, con el objetivo de permitirle vivir en el aquí y en el ahora.

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Posición 17 (Arrancar el karma) 19.-Deslizas los dedos de las manos por los lados de la columna vertebral con la intención de eliminar el karma que reside en la espalda. Posición 18 (Unificación de chakras) Coloca la mano izquierda en el hueso sacro (Chakra Raíz) y la mano derecha en el Chakra Corona y después a la inversa. El objetivo es que la energía fluya y al hacerlo, conecte y active todo el sistema de chakras, haciéndolo uno. La intención es que el paciente alcance el equilibrio. 48 Posición 19 (Limpieza del aura) Una vez finalizado el tratamiento, se colocan ambas manos en paralelo a la altura del Chakra Corona pero separadas unos centímetros del cuerpo. Las dos manos, formando una unidad, se deslizan al unísono siguiendo el eje de la columna vertebral de arriba abajo. El barrido se ha de efectuar con una cierta intensidad tres veces, de forma consecutiva. La intención de limpiar el aura y equilibrarla. Otra opción en hacer una limpieza individual en cada una de las tres zonas de la columna vertebral. *TRATAMIENTO INTENSIVO DE CHAKRAS En lugar de realizar todas las posiciones fijas en las partes anterior y posterior del cuerpo se puede realizar un tratamiento intensivo más breve y más intenso, concentrándolo en los siete chakras, con el objetivo de activarlos y equilibrarlos. La liturgia sería idéntica a la del tratamiento completo con todas las posiciones fijas y las intenciones también. Se comenzará por la coronilla y se acabará en las caderas. Posición 1 (Coronilla) Se abre el Chakra Corona para que el paciente conecte con su destino, con su verdad. Posición 2 (Frente) Se activa el Tercer Ojo para que el paciente sea capaz de reconocer su destino y percibir la vida de forma más objetiva. Posición 3 (Cuello) Se activa el Chakra Garganta para que el paciente exprese su verdad y su destino. Posición 4 (Pecho) Se activa el Chakra Corazón para que el paciente acepte su verdadero destino y sea capaz de transmitirlo desde el amor incondicional.

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Posición 5 (Plexo solar) Se activa el tercer chakra para que el paciente pueda desarrollar su voluntad y pueda plasmarla en el mundo en comunión con el resto de personas, con la sociedad. Posición 6 (Bajo vientre) Se activa el chakra sexual para que el paciente viva su destino desde la alegría. Posición 7 (Caderas) 49 Se activa el Chakra Raíz para que el paciente pueda manifestar su destino con fuerza y sin miedos en la vida cotidiana, en el aquí y en el ahora.

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CAPITULO II “TECNICAS TRADICIONALES DE AUTO-REIKI REVISADAS” Una de las ventajas del Reiki terapeuta puede hacer tratamiento a los demás pero también puede hacérselo a si mismo: el auto-Reiki. El protocolo de imposición de manos de esta técnica seguirá el mismo patrón de las posiciones fijas, pero teniendo en cuenta que cuando nos hagamos Reiki a nosotros mismos solo trabajaremos la parte anterior, el presente. Existen varias formas de realizar auto-Reiki, pero se recomienda el uso de dos: el tratamiento completo (más complejo) o el tratamiento intensivo o abreviado, dirigido a 50 los siete chakras, idéntico al de las posiciones fijas. En ambos casos será esencial trabajar la intención en cada postura de las manos. La elección de uno o de otro procedimiento será siempre una decisión propia, en función del tiempo del que disponga, de sus necesidades energéticas en ese momento y de su intuición. TRATAMIENTO COMPLETO Posición 1 (Ojos) Se dirige una mano a cada ojo con la intención de activar el segundo chakra, el Tercer Ojo, para activar la intuición. La intención de esta postura es ver la realidad de forma objetiva. Abro el tercer chakra para poder reconocer mi propio destino, mi verdad y percibir la vida de forma objetiva. Posición 2 (Sienes) Dirijo las manos a ambos lados de la cabeza para equilibro mis hemisferios cerebrales. La intención es activar el lado derecho y de esta forma conectar con mi parte emocional y con otras dimensiones. Posición 3 (Cuello) Coloco las manos sobre la garganta, bien en paralelo o bien si nos resulta más cómodo entrecruzándolas, para activar el quinto chakra y poder expresar mi verdad. Posición 4 (Nuca) Coloco las manos en paralelo a la altura de la nuca para abrir mi inconsciente y ser completamente consciente de él durante la terapia. Nos desequilibramos o enfermamos porque somos inconscientes. Posición 5 (Coronilla) Llevo las dos manos a la coronilla y las coloco una por encima de la otra. La intención es activar el Chakra Corona para recordar mi destino, mi verdad.

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Posición 6 (Pecho) Coloco las manos a ambos lados del pecho o sobre el esternón y así activo mi Chakra Corazón. La intención es aceptarme tal como soy y aceptar mi destino. Abro mi Chakra Corazón para poder expresarme desde el corazón, para poder sentir y vivir desde el amor incondicional y aceptar la vida tal y como es. Posiciones 7 y 8 (Plexo solar) Coloco las dos manos sobre el plexo solar con la intención de encontrar mi lugar en el mundo y expresar mi voluntad. Esta posición 51 tiene dos pasos. En el primero se colocan las manos en paralelo, presionando suavemente el diafragma. En el segundo, se sitúa la mano derecha rozando la línea de las costillas y la izquierda más próxima al vientre. Posición 9 (Bajo vientre) Abro mi Chakra Sexual para poder vivir desde la alegría y la creatividad, para que me transmita la alegría de ser. Posición 10 (Pubis) Coloco las manos siguiendo la línea del pubis para activar mi chakra raíz, con la intención de plasmar mi destino aquí en la tierra y vivir sin miedo. Posición 11 (Rodillas) Sitúo la mano derecha en la rodilla derecha y la mano izquierda en la rodilla izquierda y abro los chakras de las rodillas porque acepto que hay un poder superior al individuo y para poder plasmar mi poder desde la humildad. Posición 12 (Pies) Activo mis chakras de los pies para anclarme en la Tierra. TRATAMIENTO INTENSIVO DE CHAKRAS. Posición 1 (Coronilla) Abro mi Chakra Corona para conectar con mi destino, con mi verdad. Posición 2 (Frente) Activo mi Tercer Ojo para ser capaz de reconocer mi destino y percibir la vida de forma más objetiva. Posición 3 (Cuello) Activo mi Chakra Garganta para poder expresar mi verdad y mi destino. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Posición 4 (Pecho) Activo mi Chakra Corazón y así acepto mi verdadero destino y me torno capaz de transmitirlo desde el amor incondicional. Posición 5 (Plexo solar) Activo el tercer chakra para desarrollar mi voluntad y poder plasmarla en el mundo en comunión con el resto de personas, con la sociedad. Posición 6 (Bajo vientre)

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Activa mi chakra sexual para poder vivir mi destino desde la alegría. Posición 7 (Pubis) Activo mi Chakra Raíz para poder manifestar mi destino con fuerza y sin miedos en la vida cotidiana, en el aquí y en el ahora.

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PARTE 5ª TÉCNICA REIKI: SÍMBOLOS E INTENCIONES Al realizar un tratamiento Reiki no solo nos limitamos a concentrarnos y a dejar que la energía fluya de las manos en dirección al paciente o hacia nosotros mismos. Tan importante como la colocación de las manos en los lugares precisos es el motivo con el que éstas se sitúan en un punto determinado: la intención. Para trabajar esa intencionalidad existen diferentes herramientas: los mantras, las visualizaciones, las intenciones y los símbolos, principalmente. Todas ellas son igualmente válidas y eficaces aunque lo más frecuente es que en las terapias se utilicen 53 las intenciones y que los símbolos se reservan para las iniciaciones, donde el maestro necesitará de ellos para hacer evidentes sus propósitos y para que el iniciado sea consciente de lo que está viviendo. Los símbolos funcionan por varios motivos: porque centran la intención y aumentan la atención, porque los símbolos recuerdan la dimensión geométrica del hombre, porque tienen un efecto placebo, porque representan al cuerpo energético, porque activan el hemisferio cerebral derecho, porque “filtran” la canalización de energía durante la iniciación, porque conectan con otras dimensiones, porque facilitan el aprendizaje… Repasando todas y cada una de sus virtudes y los fundamentos en los que se sostienen, entenderemos la auténtica dimensión del rol que juegan dentro de Reiki. Sin embargo, no es menos cierto que Reiki es una intención sanadora y que la mente por si misma ya es capaz de transmutar la materia. Los símbolos son útiles, pero no lo son todo. Los grandes maestros rara vez utilizan la simbología Reiki durante las terapias porque cuando se tiene un campo energético fuerte se absorbe el cuerpo energético del paciente y se sintoniza con él. La onda mayor absorbe a la onda menor. Las técnicas y el conocimiento de los símbolos son la base para acceder a la maestría de Reiki pero no lo son todo. Para llegar a ser un buen maestro es necesaria la experiencia y las experiencias. Y eso necesita tiempo. Pero cuando se cambia, cuando se conecta con la energía, se puede cambiar el entorno y, por tanto, se puede cambiar también a los demás. Los seres humanos no dejamos de ser vibraciones energéticas que interfieren las unas con las otras, intercambiando energía e información. Y al interactuar, cambiamos. Sin necesidad de símbolos.

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CAPITULO I “LA PUERTA MULTIDIMENSIONAL” Joe Dispenza , el prestigioso quiropráctico estadounidense que defiende que el cerebro humano funciona como el director ejecutivo del organismo, sostiene que “primero conocemos con el hemisferio (cerebral) derecho y después analizamos y entendemos con el izquierdo”. O lo que es lo mismo, el lado derecho del cerebro (también llamado lóbulo frontal derecho) es el encargado de procesar las nuevas ideas. Cuando éstas han sido memorizadas y se convierten en familiares, en rutinarias, pasan al lado izquierdo (lóbulo frontal izquierdo). 54 o recibir una terapia energética estamos Al iniciarnos en Reiki, al asistir a un curso recibiendo algo nuevo. Cada vez que conectamos con una energía, sea al nivel que sea, estamos siendo conscientes de nuestro inconsciente y estamos accediendo a otras dimensiones, a otras realidades. Nuestra propia atención activa la capacidad del lóbulo frontal derecho del cerebro. Y los símbolos todavía la incentivan más, porque los símbolos también se reciben como algo cognitivamente nuevo en el lado derecho. El desarrollo de los lóbulos frontales nos diferencia del resto de homínidos y de los mamíferos. Lynne Mc Taggart, autora de “El experimento de la intención” y del bestseller “El Campo”, detectó en sus investigaciones que “el hecho de dirigir los pensamiento hacia un blanco determinado parecía tener el poder de afectar a las máquinas, a las células y, desde luego, a los organismos multicelulares como los seres humanos. Este poder de la mente sobre la materia parecía incluso atravesar el tiempo y el espacio”. En uno de sus ensayos clínicos con la Universidad de Toronto (Canadá), descritos en “El experimento de la intención”, Mc Taggart trabajó con personas voluntarias que padecían daños cerebrales. La autora detectó que los pensamientos (intenciones) de las personas con daños en el lóbulo frontal derecho “no tuvieron ningún efecto sobre las máquinas. El único (voluntario) en lograr un efecto superior al normal fue un voluntario que había sufrido daños en el lóbulo frontal izquierdo pero cuyo lóbulo frontal derecho estaba intacto”. Los símbolos, al actuar sobre el lóbulo frontal derecho, refuerzan el “efecto” de la intención de la que está impregnada su propia naturaleza simbólica. Los símbolos, cargados de intencionalidad, actuarían como un catalizador del propio poder de la mente sobre la materia, como un acelerador del proceso de “conexión” energético del Reiki. El símbolo aumenta la potencia de una iniciación Reiki de la misma forma que lo hace un carburante cuando se vierte sobre una llama. MENTE Y EMOCIONES En el hemisferio cerebral derecho se centraliza el aprendizaje y en ella se haya la puerta que nos conecta con otras dimensiones, más complejas que las que percibimos a simple vista, y nos permite ir más allá de nuestro propio ego. Y los símbolos son llaves capaces de abrir esa puerta.

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En el hemisferio derecho residen las emociones, la comprensión intuitiva de la vida basada en el lenguaje simbólico o lenguaje no verbal. A través de los símbolos intentamos plasmar lo inefable, todo aquello que no se puede explicar con palabras. En el hemisferio derecho duermen los arquetipos, las formas primitivas de los pensamientos, los modelos originales. Una vez hemos aprendido algo, la idea o el proceso interiorizado se traslada al hemisferio izquierdo, que memoriza la información que le llega y la encorseta para que funcione de forma casi automática. Y racional. Si utilizamos el lenguaje verbal, activamos directamente el hemisferio izquierdo, el cerebro racional. Cuando somos 55 simplemente racionales anteponemos nuestro propio yo, nuestra identidad egoísta y discriminatoria, a todo. Si activamos el hemisferio izquierdo, anclamos a la persona en el presente y en sus problemas cotidianos. El hemisferio izquierdo es como un rígido y reflexivo callejón sin salida, frío y calculador. Por el contrario, en el hemisferio derecho reside la identidad transpersonal (que ultrapasa al ego) y multidimensional. Es el reino de las emociones y del lenguaje no verbal tan válido como el lenguaje verbal y lógico. El hemisferio derecho es creativo, es capaz de concebir belleza y arte a partir de emociones: la música, la poesía o la pintura. Los símbolos, en tanto que alfabeto de base emocional, activan el hemisferio derecho, el único capaz de leerlos y de interpretarlos. El hemisferio izquierdo es analítico y centrado en la parte; el hemisferio derecho es intuitivo y enfocado hacia el todo. Uno ve el árbol y el otro el bosque. Uno simplemente ve y el otro siente. Esta dualidad se muestra en la forma de interpretar el mundo los hombres (más dominados por el hemisferio izquierdo) y las mujeres, mucho más emocionales que los hombres y capaces de perciben cosas que ellos no ven. Mente versus emociones. El hemisferio izquierdo siempre intenta regir sobre el derecho. La razón por encima de todo. Por eso la función de los símbolos (y también de la respiración consciente o de los mantras) es anular el control del hemisferio izquierdo. Cerrando la puerta de nuestra identidad rígida y racional podremos activar el hemisferio derecho y abrir el portal que conduce a otras dimensiones y, por tanto, a una conciencia multidimensional. Pero los dos hemisferios son vitales, no podemos prescindir de ninguno de ellos. Ambos lóbulos temporales deben trabajar en armonía. Si algo rompe este equilibrio, el cerebro percibirá otro «yo» distinto al real y creará una alucinación. La necesaria búsqueda de una nueva conciencia no puede hacernos olvidar que tenemos los pies en la Tierra. La ciencia avala la tesis de que la espiritualidad reside en el lóbulo temporal izquierdo del cerebro. Michael A. Persinger, investigador de neurociencia cognitiva canadiense, descubrió en uno de sus experimentos que la estimulación del lóbulo temporal derecho genera la percepción de las visiones espirituales, tanto buenas como malas. Si se dirigen simultáneamente campos magnéticos hacia las dos partes de la amígdala del cerebro (un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales y que se relaciona con la respuesta emocional ante el mundo y Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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el sentido de identidad personal) se produce intensas emociones, comparables a las que se perciben durante una experiencia espiritual. Persinger también descubrió que si se estimulaba primero un lado de la amígdala y después el otro se conseguía realzar aún más el contenido emocional de la experiencia. En Occidente, desde el estallido de la revolución industrial, hemos vivido predominantemente gobernados por el hemisferio izquierdo. El dominio de la razón ha permitido que dominemos la materia y disfrutemos al máximo del mundo físico. Pero el exceso de materialismo nos ha hecho perder la conexión espiritual. Y no solo eso. Nuestra individualidad nos ha hecho olvidar que formamos parte de un colectivo, nos ha hecho anclarnos en el tiempo lineal 56 y hemos olvidado el tiempo cíclico, el de la naturaleza. Uno de los estandartes de nuestra concepción actual del mundo, del predominio apabullante del hemisferio izquierdo es la física mecánica de Newton: solo existe la materia, solo existe lo visible, lo medible. No obstante, la sociedad occidentalizada está empezando a experimentar un cambio de enfoque, un cambio de paradigma. La física cuántica ha puesto en evidencia que todo está conectado, que existe un campo invisible al ojo humano que unifica las partes; que si alteras una parte, alteras el conjunto. Esta forma de pensar nace del hemisferio derecho, la cuna de la visión y la compresión holística. El opuesto al predominante. Toda la historia de la humanidad puede explicarse también como una historia de alternancia de hemisferios cerebrales dominantes. Pero lejos de perjudicarnos, la alternancia ha sido la base de la evolución. El hemisferio derecho crea la ilusión de unidad y el hemisferio izquierdo la de separación. Si solo hubiera fusión, no habría cambios. Y la evolución es un traspaso de poderes entre lóbulos. Primero el hemisferio derecho intuye y después el hemisferio izquierdo lo analiza. El proceso en sí es limpio y transparente porque el hemisferio derecho no filtra ni critica. Por eso las sectas y la publicidad manipuladora utilizan técnicas que sólo activan el hemisferio derecho. La contraposición de hemisferios tiene un claro exponente en la dicotomía entre las culturas de Oriente y de Occidente. Oriente, sobre todo la India, ha vivido hasta ahora presa de su hemisferio derecho: conexión y apertura dimensional superlativa pero desde una espiritualidad desequilibrada basada en el sistema de castas y vivida desde la pobreza por falta del desarrollo del hemisferio izquierdo. En Occidente, todo lo contrario. Hemos vivido bajo las ínfulas del hemisferio izquierdo, dominando la materia y el mundo físico, pero desconectados emocional y energéticamente. Pero está claro que las dos opciones eran incompletas. Ni espiritualidad suprema en la pobreza y las desigualdades extremas ni materialismo insensible. Las visiones de los dos mundos están confluyendo en una nueva forma, más completa y ¿universalizada? de interpretar la realidad. La globalización que experimentan las civilizaciones también se puede extrapolar a los individuos: las diferencias entre masculino y femenino cada vez se diluyen más. Domina lo unisex, lo andrógino. Y detrás del cambio, de la totalización, surge la entrada en la Era de Acuario. Es un hecho que asistimos al paso de la Era de Piscis a la Era de Acuario. El salto de era es un Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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síntoma de que la humanidad ya ha finalizado su proceso de aprendizaje y debe equilibrarse, concebir un nuevo modelo de civilización, un nuevo paradigma de mestizaje, de hibridación. Solo hay que abrir los ojos y mirar alrededor con atención para percibir que muchas cosas empiezan a ser, o a parecer, diferentes.

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CAPITULO II TRASCENDER EL EGO Mientras visualizas un símbolo, el cerebro no piensa en otra cosa. Se concentra. La imagen simbólica se dibuja detrás de la mente y todo el pensamiento, toda la actividad mental se centra en ese punto. Es como si no existiera nada más, ni siquiera el propio Ego que casi siempre se empeña en llenar el encéfalo con sus razonamientos y sus inquietudes. Es como si el objetivo único del cuerpo humano en ese momento fuera proyectar el símbolo y sentir como brota la energía. Por eso funcionan los símbolos, porque nos ayudan a no interferir en la canalización, a trascender el Ego. La estadounidense Lynne Mc Taggart, autora de “El experimento de la intención”, ya constata en sus observaciones que el hemisferio cerebral izquierdo tiende a distraer al hemisferio cerebral derecho. Lo explica en su conocido best-seller “El Campo”: “Lo peor que podía hacer el observador remoto era interpretar o analizar lo que veía (utilizando el hemisferio izquierdo). Esto tendía a colorear sus impresiones cuando la información aún estaba siendo filtrada, por lo que invariablemente se equivocaba. Basándose en esta primera interpretación errónea, empezaba a interpretar otros elementos de la escena en el contexto de la imagen principal. Si un observador remoto pensaba haber visto un castillo, empezaba a buscar un foso. Sus expectativas o su imaginación ocupaban el extremo receptor del canal. No cabía duda de que la información llegaba espacial y holísticamente en ráfagas de imágenes. Al igual que en el fenómeno estudiado por el PEAR y Braud, este canal sensorial parece hacer uso de la parte inconsciente y no analítica del cerebro. Como Dunne y Jahn habían descubierto con sus máquinas ERG, el cerebro izquierdo es el enemigo del Campo….” Los símbolos, igual que la meditación, son la clave para emitir ondas cerebrales alfa en lugar de ondas beta y conectarnos con el otro. Durante los momentos de experiencia meditativa se detecta una mayor actividad en los lóbulos frontales del cerebro y una menor actividad en los lóbulos parietales. Lo comprobaron dos investigadores de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) –Eugene d'Aquili, experto en medicina Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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nuclear, y Andrew Newberg, neurofisiólogo y neuroteólogo– al realizar un estudio clínico con monjes tibetanos. La meditación y otros estados alterados de conciencia también pueden afectar a los lóbulos temporales, más en concreto a la amígdala. Como se explicó con anterioridad, la amígdala es un núcleo de neuronas de los lóbulos que guarda relación con la identidad personal y las respuestas emocionales. En otras palabras, la amígdala cerebral dilucida si nos gusta o no lo que percibimos. Pues bien, los trabajos de Newberg y d’Aquili han puesto de manifiesto que la estimulación de la amígdala y de los lóbulos temporales (o un trastorno en ellos) puede crear familiaridad o extrañeza, rasgos que también son característicos de58una experiencia trascendental o de la propia canalización de la energía universal de Reiki. Una intensa concentración intencionada en otro ser (o en un símbolo) da la sensación de que «desactivar» la amígdala y, por tanto, elimina el sentido neuronal de identidad (el Ego). Deshacerse del Ego es básico para conectar con otras dimensiones y para adquirir conciencia. Sumergiéndonos en los vericuetos de la meditación y de estados de alteración de conciencia con fines sanadores, muy estudiados por la ciencia actual entenderemos por qué funcionan los símbolos. Lawrence LeShan, psicólogo norteamericano y especialista en cáncer, descubrió dos importantes coincidencias al estudiar a varios curanderos de éxito: todos acceden a un estado “especial” de conciencia y también todos visualizan que están físicamente unidos a la persona que deben curar, imaginan que se unen a ella por un lazo místico al que ellos mismos denominan “el Absoluto”. Para acceder a esos estadios de elevada conciencia, es esencial el papel que desempeña el lóbulo derecho, la diana de los símbolos. Los curanderos de Cooperstein, citados por Lynne Mc Taggart en “El experimento de la intención”, también afirmaban haber “desconectado” su Ego y haber perdido su propio sentido de identidad, llegando incluso a sentir que formaban parte de un único cuerpo inseparable con el enfermo. Durante las prácticas curativas, todos ellos tenían la sensación real de que, físicamente, formaban parte de la persona que tenían que sanar y hasta compartían su punto de vista. Uno de los curanderos aseguró que podía notar cómo cambiaba su propio cuerpo, como la energía se redistribuía y adoptaba nuevos patrones y que podía contemplar la escena como si estuviera fuera de ella, de pie, pero aun siendo consciente de que realmente estaba sentado en una silla junto a su paciente. Aunque los sanadores de Cooperstein no adquirían la enfermedad o el dolor de sus pacientes, podían sentirlos cuando se visualizaban unidos al enfermo. En este momento de fusión, la percepción de los curanderos se alteraba de forma significativa y sus capacidades motoras disminuían. Durante la sanación, todos creían estar viviendo en un presente en expansión y perdían la noción del paso del tiempo. También dejaban de ser conscientes de que sus cuerpos tenían límites, por lo que percibían de forma alterada su propia imagen corporal: se sentían más altos y ligeros (como si estuvieran fuera del cuerpo físico) y sumergidos en un denso sentimiento de amor incondicional, como el de Reiki. Uno de los curanderos comentó que se veía a su mismo como “una especie de núcleo que permanece”, describe Mc Taggart. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Otros curanderos experimentaban una pérdida más profunda de la identidad. Para llevar bien a cabo su trabajo tendían, no solo a unirse, sino también a convertirse en el individuo que intentaban curar, asumiendo toda su historia física y emocional. La identidad propia y personal del sanador y su memoria se desvanecían porque entraba en un espacio de conciencia compartida, en el que una tercera entidad impersonal realizaba la curación. Algunos de los curanderos experimentaban una identificación mística con espíritus guardianes o guías. Y ese álter ego espiritual tomaba el control. La aurora de “El experimento de la intención” relata así la experiencia espiritual de los sanadores de Cooperstein: “Describieron su experiencia como una sensación de entrega total a un ser superior o incluso 59 al propio proceso de la curación. Todos creían formar parte de un todo mayor. Para acceder a la entidad cósmica y no local de la verdadera conciencia, tenían que trascender los estrechos límites del yo y de la identidad personal, y fusionarse con la entidad superior. Con esta expansión de la conciencia, los curanderos sentían que entraban en comunicación directa con este gran campo de información que les proporcionaba chispazos de información, símbolos e imágenes. Las palabras aparecían de la nada y les daban un diagnóstico. Algo que estaba más allá de su pensamiento consciente se encargaba de llevar a cabo la curación”. En realidad, los curanderos se convertían en un “canal de transmisión” como sucede en Reiki. Aunque cualquiera puede acceder a la espiritualidad, a la conexión con otras dimensiones, no a todo el mundo le resulta fácil. Según el psicólogo norteamericano Stanley Krippner existen ciertas personalidades más susceptibles de fusionar su identidad que otras durante una experiencia de sanación. Este tipo de personalidades más fusionables coincidirían con las definidas como perfiles con las “fronteras psicológicas delgadas”, si se les aplicara un test psicológico denominado Cuestionario Hartmann, desarrollado por el psiquiatra estadounidense Ernest Hartmann, un estudioso de los trastornos del sueño. El Cuestionario Hartmann mide las defensas psicológicas de una persona y distingue entre personas con “fronteras delgadas” y “fronteras gruesas”. La gente con “fronteras gruesas” son personas muy bien organizadas, responsables y, en palabras del propio Hartmann, están «bien defendidas» ante los impulsos o ítems que reciben del exterior porque atesoran un firme sentido de identidad, con una barrera a su alrededor. Para convertirse en buenos “canalizadores” de la energía, las personas con “fronteras gruesas” tendrán que romper primero un montón de prejuicios y bajar las barreras, ser más receptivos y menos racionales. Todo lo contrario que las personas con “fronteras delgadas», que tienden a ser abiertas, confiadas y, por tanto, están psicológicamente desprotegidas. Las personas con fronteras delgadas son sensibles, vulnerables y creativas y se involucran rápidamente en las relaciones sentimentales. También son más propensas a experimentar estados alterados de conciencia y a pasar con facilidad de la fantasía a la realidad. De hecho, hay veces que las personas con “defensas delgadas” tienen problemas para distinguir en qué estado se encuentran. Las personalidades de este tipo no reprimen los pensamientos desagradables ni separan los sentimientos de los Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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pensamientos. Por todo ello, suelen sentirse más cómodas con el uso de la intención para controlar o cambiar las cosas de su entorno que la gente con “fronteras gruesas”. Las diferencias a nivel espiritual entre personas con fronteras psicológicas delgadas y gruesas también han sido constatadas por Marilyn Schlitz, directora del Instituto de Ciencias Noéticas de California. En un estudio realizado por Schlitz con músicos y artistas, se detectó que los individuos creativos con fronteras delgadas también obtenían mejores resultados en pruebas la influencia remota mental a distancia (como, por ejemplo, influir mentalmente en el resultado de una tirada de dados) que quienes se defendían psicológicamente con fronteras gruesas. 60 Otras investigaciones sobre curanderos reafirman la hipótesis de que los sanadores acceden a un estado alterado de conciencia que abandonaba el Ego. Algunos se ven a sí mismos como el agua (la fuente de la curación) y otros, como la manguera (el canal a través del cual viaja la energía curativa). El primer grupo creen que su poder era un don personal mientras que los “canalizadores” sostienen que actúan como meros vehículos de una fuerza mayor que está más allá de ellos mismos. La psiquiatra Elisabeth Targ Fischer, fallecida en 2002, elaboró un estudio sobre curanderos y Sida, en el que incluyó a 40 sanadores de todas las tendencias, de los que el 15% usaban el rosario o la oración como herramientas curativas. La experiencia de Targ, fue recogida por Lynne Mc Taggart en el libro “El experimento de la intención”: “(Elisabeth Targ) halló que una actitud de compasión o bondad era esencial para poder enviar una intención curativa. Pero sea cual fuere el enfoque utilizado, la mayoría de ellos (los curanderos) estaba de acuerdo en una sola cosa: la necesidad de quitarse de en medio. La necesidad de rendirse a una fuerza curativa. Los curanderos habían presentado su intención esencialmente como una petición –por favor, haz que esta persona se cure– y luego se habían quitado de en medio. Cuando Targ examinó a los pacientes que mejor habían mejorado, comprobó que los curanderos que más éxito habían tenido fueron los «canalizadores» –los que se habían apartado para dejar paso a una fuerza mayor–. Ninguno de los curanderos exitosos creía ser el poseedor del poder curativo”. El psiquiatra neoyorkino Daniel Benor, que ha reunido y clasificado prácticamente todos los estudios, afirmaciones y escritos sobre los curanderos más famosos del mundo también afirma que los “mejores” compartía esa necesidad de quitarse de en medio. Entre ellos, la sintió el inglés Harry Edwards (fallecido en 1987) y que seguramente es uno de los curanderos más analizados del mundo. De Edwards, que llegó a recibir semanalmente 10.000 cartas solicitándole ayuda y sanación a distancia, se describen facultades extraordinarias y demostraciones de curación insólitas, como la que en 1948 reunió a 6.000 personas en Manchester. Pues bien, “para Edwards, lo más importante era apartarse, abandonar el ego personal, hacer un esfuerzo consciente por quitarse de en medio”, destaca en su libro Lynne Mc Taggart. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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La sanación espiritual sólo está vinculada al hemisferio cerebral derecho, ahí radica la importancia de los símbolos. Es cierto que el inicio de la terapia requiere pensamiento conscientemente dirigido, un acto racional, pero la terapia propiamente dicha es otra cosa. Por ejemplo, en un tratamiento de dos minutos, puede haber un minuto y medio de pensamiento racional y luego «unos cinco segundos de algo irracional, un espacio que puede constituir la clave de toda la experiencia», subraya Mc Taggart. CAPITULO III LA DIMENSIÓN GEOMÉTRICA. La realidad humana es multidimensional.61El ser humano vive en la dimensión física y también (y sobre todo) en una dimensión emocional. Pero también existe una dimensión geométrica. Para entenderla y saber en qué consiste utilizaremos un símil. La realidad humana sería como un edificio y los planos que se dibujaron para poder construirlo formarían la dimensión geométrica. Está claro que planos son básicos para levantar la obra pero nadie puede vivir dentro de los planos, necesita vivir entre las cuatro paredes de una realidad física. Los símbolos podríamos definirlos como planos de nuestro campo energético, como croquis cargados de intencionalidad. La geometría forma parte de nuestras vidas. La escritora y pedagoga Marta Povo, en su libro “Los principios inteligentes de la geometría sagrada” explica: “Los seres humanos estamos eternamente rodeados de formas y de símbolos: los números, el abecedario, la publicidad, el arte que reposa en nuestras paredes, los ángulos arquitectónicos de nuestro hábitat, las curvas que desprenden las flores, los árboles, las órbitas de nuestros átomos... Todo, absolutamente todo, es 'forma', tiene una forma determinada, una figura, una proporción. Y en todas las formas existentes, en cualquier cosa creada, reposa la luz visible, por tanto, todo lo existente desprende también una vibración cromática. El ser humano vive dentro de la luz. Los colores que se derivan de ella nos afectan y nos nutren. Todo a nuestro alrededor son ondas, fuerzas, radiaciones. Todos y cada uno de nosotros somos entes sujetos a la polaridad de la luz y a sus frecuencias. De la misma manera, también estamos influidos siempre por las formas y por los campos de fuerza que desprende cada arista, cada ángulo, cada curva y cada estructura. Por el momento tan solo sabemos que esas formas geométricas regulares y simétricas, los polígonos planos bidimensionales, influyen siempre (y por tanto podemos emplearlos a conciencia) en el comportamiento de nuestras células y en nuestro comportamiento psíquico y emocional. Y podemos emplear terapéutica y evolutivamente esa geometría sencillamente porque son pautas ondulatorias naturales y ondas de forma coherentes que influyen sobre cualquier ser vivo y sobre cualquier campo de energía existente.” Un ejemplo visual de cómo la geografía nos afecta aunque sea desde la inconsciencia: la construcción de las casas. Las culturas nómadas construyen las casas de forma circular (los tepees indios, las jaimas árabes, los iglús) mientras que las culturas sedentarias edifican viviendas de planta cuadrangular. La explicación de esta diferencia arquitectónica tan elemental es que los nómadas entienden el tiempo de forma Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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circular (el ciclo lunar, las estaciones…) mientras que las culturas sedentarias tienen un concepto lineal del tiempo (el calendario, el año cero). En geometría todo tiene una explicación que va más allá del plano físico y de cuestiones estéticas. En geometría también existe una relación causa/efecto. Todo tiene un significado, cada vértice, cada ángulo, cada forma. Incluso que la estructura de las moléculas, de los átomos o de un compuesto químico tenga una estructura determinada tiene una explicación. Lo clarifica Marta Povo: “Lo más fascinante de la relación entre la causalidad de las formas naturales y la 62 geometría es que, entre todas las agrupaciones posibles de combinación de redes, los cristales (y los sistemas físico-químicos aislados) toman únicamente las formas cuadradas, triangulares y hexagonales, pero nunca toman la forma del pentágono ni de sus derivados (dodecaedro, icosaedro...). La simetría pentagonal está claramente relacionada con la vida orgánica y sólo con la vida orgánica, de la misma manera que la forma hexagonal está asociada a la vida inorgánica. Un maravilloso ejemplo lo tenemos en el agua. Cuando el agua se convierte en hielo, los cristales microscópicos que se generan muestran una variedad de formas y diseños, siempre hexagonales, de una extraordinaria belleza. Como dijo el científico F.M. Jaeger: 'Tanto en el caso de los animales como en el de las plantas, parece existir una cierta preferencia por la simetría pentagonal, una simetría claramente relacionada con la sección áurea y desconocida en el mundo de la materia inerte...' La manifestación pentagonal se encuentra también en otros seres vivos, en el hombre y en todo el reino animal; por ejemplo el tener cinco dedos con cinco huesos en cada mano y en cada pie es propio de muchísimas especies; incluso las ballenas cuentan con cinco huesos en la estructura de sus aletas, como muestra el estudio de Matila Chyka”. Existen más científicos que han demostrado la existencia de una relación entre la geometría y significado. El físico Jorge Wagensberg en su libro “la Revolución de las formas” ya se plantea interrogantes sobre el aspecto geométrico de la naturaleza, que adopta un reducidísimo número de formas y sin embargo parece inteligible. “¿Por qué ciertas formas –esferas, hexágonos, espirales, hélices, parábolas, conos ondas, catenarios y fractales– son especialmente frecuentes? ¿Por qué justamente éstas y no otras?”, se pregunta Wagensberg. Y llega a la conclusión de que existen unos principios básicos de la geometría: “La esfera protege, el hexágono pavimenta, la espiral empaqueta, la hélice agarra, el ángulo penetra, la onda comunica, la parábola emite y comunica, los fractales colonizan”. Toda esta teoría geométrica es perfectamente aplicable a toda la extensa simbología Reiki. Cada elemento geométrico del símbolo tiene su propio significado, su propia intención, que sumada a la intención del resto de elementos da lugar a la intención integral del símbolo, a su fuerza, a su finalidad. Tanto el todo como las partes del símbolo tienen su propia explicación, su propio significado y su razón de ser grabados a fuego en su raíz misma, en su propia forma. Y al utilizarlos, el terapeuta o el maestro

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conectan con la dimensión geométrica de su propia intencionalidad, permitiendo al iniciado o al paciente participar también de ella. La geometría en si misma también es un lenguaje. De hecho, el ser humano, a lo largo de toda la Historia, ha empleado la simbología como el gran 'medio de comunicación' con las fuerzas abstractas primigenias. Los arquetipos y los símbolos, entre ellos los polígonos geométricos, actúan realmente como un puente entre dos realidades. Este puente, el lenguaje simbólico o arquetípico, posibilita la comunicación entre lo que llamamos divinidad y nosotros. Con cada signo o arquetipo accedemos a un diálogo que revela otra realidad mucho más sutil que nuestra racionalidad. 63 Los arquetipos de hecho contienen una esencia intemporal. Cada uno de los arquetipos simbólicos, no son una 'abreviatura' de la Realidad, sino que son un medio para instalarnos en esa Realidad. Cada arquetipo que existente es portador de cierto conocimiento determinado. Los polígonos de la geometría, por ejemplo, son un lenguaje arquetípico que reconstruyen la conexión perdida entre el hombre y el cosmos.” CAPITULO IV EL PODER DE LA MENTE El poder de los símbolos es una metáfora del increíble poder de la mente. Hay varias filosofías o disciplinas que avalan la fuerza de los símbolos en tanto que son creaciones mentales. Dos ejemplos podrían ser la física cuántica (que defiende que el universo es “una creación mental, un holograma”) o el budismo esotérico, que acuñó el concepto de Maya (“todo es ilusión y mente”). Siguiendo estas directrices (la de la física cuántica avalada por la ciencia, algo imprescindible en la exigente sociedad occidental) vivimos en un mundo mental porque la mente crea la realidad. Y por una simple regla de tres, si la mente crea la realidad y si los símbolos son una creación mental, en consecuencia a través de los símbolos, creamos esa realidad. Somos fruto de nuestras creencias y a la vez proyectores de las mismas, en base a los condicionamientos que son impone nuestra cultura, generalmente unidireccional y excluyente. Por eso las cosas suceden dónde y cúando deben suceder y si lo asumimos, podremos contribuir a que sucedan, a crearlas. , el fundador de la terapia, La foto fija del origen contemporáneo del Reiki no hace sino afianzar esta hipótesis. Mikao Usui, el fundador de la terapia, era un monje budista y como tal se sirvió de la tradición budista de trabajar con símbolos para cambiar la realidad. Los símbolos de Reiki eran utilizados antes de que el doctor Usui los universalizara como técnica de meditación y para potenciar la intención. Y los símbolos crearon una nueva realidad. EFECTO PLACEBO O EFECTO BURBUJA El mero hecho de utilizar un símbolo ya sana, ya funciona. Es el llamado efecto placebo o efecto burbuja, tan frecuente y evidente en medicina pero tan minimizado porque no responde a un principio medible, a una fórmula empírica. El paciente o el iniciado Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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creen en él y lo sienten. Este principio está presente en muchas religiones. Cuántos milagros si no ha obrado la sola presencia de la cruz en el cristianismo. Cuantas curaciones demostrables ha hecho la fe, la fe en cualquier cosa, divinidad o creencia. Está demostrado que el propio vínculo entre maestro y discípulo o entre terapeuta y paciente ya es un acto de sanación. La intención también reside en la existencia misma del acto curativo. Para empezar uno empieza a sanar porque desea ser sanado, porque desea sanarse. Acudir a la terapia es el principio “real” de la sanación. El físico teórico estadounidense Amit Goswani también sostiene que la voluntad tiene consecuencias tangibles. Cuando tomamos una decisión y adquirimos conciencia de ella estamos dando el primer paso 64 para que haya una repercusión, estamos convirtiendo la decisión en una causa. Una prueba sólida, aunque inverosímil, de este planteamiento (que explicaría claramente la naturaleza que trasciende del efecto placebo) la aporta Goswani en su libro “El médico cuántico”: “En realidad, la relación médico-paciente es cualquier cosa menos una jerarquía simple, puesto que está más entrelazada de lo que uno podría llegar a creer. Les contaré una anécdota de la que dan cuenta Locke y Colligan (1986). Un médico estaba tratando a un paciente de asma que tenía dificultades respiratorias. Un día se enteró de que había aparecido una nueva medicina y, como es natural, llamó a la empresa farmacéutica para pedir una muestra. Se la enviaron y él se la dio a su paciente, consiguiendo un marcado alivio en la respiración al cabo de unos minutos; incluso los bronquios parecían mantenerse abiertos más tiempo. Para comprobar la eficacia del fármaco, el médico le administró después un placebo a su cliente. Pero entonces volvieron a aparecer las dificultades respiratorias, de modo que el médico se convenció de que el fármaco funcionaba y escribió a la empresa farmacéutica para pedir más muestras. Imagine la sorpresa que se llevó cuando la compañía farmacéutica le dijo que lo que le habían enviado era un placebo.” El símbolo funciona solo por el mero hecho de que es un símbolo creado para funcionar. Y el paciente y el maestro lo saben. Lo creen. Y funciona. IMPREGNACIÓN PAVLOVIANA Es más, aunque parezca una paradoja, la intención puede inducirse en los símbolos. Es un simple proceso asociativo. Una artimaña mental. El hombre se mueve por estímulos y reacciona ante los estímulos. El aprendizaje hace que, mecánicamente, respondamos siempre de forma idéntica a un mismo estímulo. Es lo que en psicología se denomina el modelo Estímulo-Respuesta o el condicionamiento clásico o pavloviano, en homenaje a Ivan Pavlov, el fisiólogo ruso que demostró su existencia por primera vez. Según Pavlov el aprendizaje humano es asociativo, tiende a establecer puentes entre las cosas que le ocurren al individuo. Es lo mismo que, de forma muy similar planteaba Aristóteles con la ley de contigüidad: “Cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá a la mente la otra ". En los cursos de Reiki, lo normal es que la persona se encuentre en un estado de total receptividad ante la inminente reconexión. En este estado, el alumno es consciente de Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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su poder para transformar, de que su mente puede co-crear la realidad. Así, en la iniciación, al trasmitirle los símbolos, el maestro está impregnando la mente del alumno con una especie de “condicionamiento pavloviano”: se intenta asociar su poder a unos símbolos para que, cuando trabaje con ellos, se active su poder. Al finaliza el curso, la sensación de poder disminuirá pero la presencia de los símbolos contribuirá a que el alumno mantenga la confianza en si mismo y en su poder. CAPITULO V “LA LLAVE DEL CUERPO ENERGÉTICO” Los símbolos tienen su origen en la propia energía. Si todo el mundo pudiera ver el 65 posible que no hicieran falta los símbolos, cuerpo energético de las personas es muy porque en realidad la simbología es una descripción de ese cuerpo energético que no somos capaces de ver. De hecho, los símbolos han sido canalizados por personas con mayor capacidad psíquica y con la capacidad para ver el cuerpo energético justamente para las personas que no pueden verlo. Los símbolos son llaves que abren ese campo, que lo hacen visible porque nos describen su forma. El cuerpo energético está formado por un sistema de chakras y meridianos de luz que los conecta, por la Kundalini, el Merkabah y el aura. Quien puede ver el cuerpo energético lo describe como un cosmos en miniatura, donde cada chakra es una galaxia. Y la galaxia es una espiral. Por eso hay muchos símbolos que reproducen la espiral (como “Cho Ko Rey” de Reiki Usui). La Kundalini es la energía que asciende por la columna vertebral y justamente ese movimiento es el que simboliza o describe “la serpiente de fuego tibetana”. O el símbolo “Hart” de Reiki Karuna, que reproduce parcialmente la parte masculina de la geometría del campo Merkabah (la estrella de David que delimita en cuerpo energético y que funciona como un “traje” para viajar a otras dimensiones). Pero la espiral posiblemente sea el símbolo que más se relaciona con su naturaleza energética. Es muy habitual ver espirales o el cosmos en las iniciaciones o en las terapias Reiki porque estas imágenes son una fugaz visión del cuerpo energético. Visualizar espirales es una forma de recordad y de ser consciente de nuestra naturaleza multidimensional. La espiral es la repetición de un mismo patrón en diferentes planos. Si nos zambullimos en el plano microscópico y llegamos al átomo veremos que en realidad éste es una espiral formada por los electrones que giran alrededor del núcleo. Si por el contrario ampliamos nuestro gran angular al plano telescópico veremos que el sistema solar es un átomo maximizado: planetas (electrones) que giran alrededor del núcleo (sol). La rotación de las órbitas forma espirales y genera energía. La misma energía del átomo. Esta similitud en los diferentes planos la define perfectamente el esoterismo cuando afirma que “lo que es arriba es abajo”. Tal vez todo lo existente sea lo mismo expresado de distinta manera, de distinta vibración. Todo es el reflejo de algo que se repite en un estadio superior o inferior. Según la reflexología podal, por ejemplo, En el pie se encuentran los puntos reflejos de los órganos del cuerpo: actuando sobre el punto reflejo del pie, actuamos sobre el órgano. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Posiblemente el ser humano también sea el reflejo de algo mayor: de una galaxia, de seres extraterrestres, de dioses, de la energía, de algo inconmensurable. Y la espiral es una fórmula para reconectar con esa realidad, es la forma de hacer encajar las diferentes piezas de nuestros puzle multidimensional. Porque las espirales son como patrones que unifican con un único trazo millares de puntos dispersos en el espacio. Por eso cuando visualizamos espirales en una terapia o una iniciación de Reiki experimentamos una fuerte sensación de fusión, de unión. La espiral es la expresión gráfica del movimiento circular y una metáfora de la propia vida: se expande y se contrae, inhala y exhala, nacimiento y muerte. En la naturaleza hay muchos fenómenos que evocan las 66 espirales y la fuerza desmesurada (como los tornados y los huracanes) y muchas semillas y hojas también caen trazando hélices en vez de caer en línea recta. Pero el verdadero secreto helicoidal está dentro de nosotros. En lo más íntimo de cada una de nuestras células hay espirales: las dobles hélices del ADN de cada uno de los 23 pares de cromosomas de nuestro cariotipo, que se enroscan sobre si mismas como en una especie de escalera de caracol, que a la vez origina y comanda la vida. De la filosofía y la metafísica, a la praxis. La experiencia nos ha demostrado que las hélices son una forma muy sólida de empaquetar un material entorno a otro, de unir dos estructuras íntimamente, con fuerza. Y nos hemos puesto manos a la obra. Así, el hombre ha creado numerosos objetos helicoidales que cumplen exactamente esta función: tornillos, cables, cuerdas… Dame una espiral y sujetaré el mundo. Los símbolos que reproducen espirales funcionan porque vibran en la misma longitud de onda que las espirales del cuerpo energético y del resto de planos las activan, las invocan. Al actuar de forma solapada, el símbolo y las espirales reales resuenan, entran en sintonía y establecen un vínculo que conecta todas las dimensiones. La llave abre la puerta.

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CAPITULO VI “MENTE, VOLUNTAD Y ENERGÍA: LOS DIEZ EXPERIMENTOS” La intención es el motor de la sanación con Reiki. Los símbolos pueden ayudar a abrir el camino a la energía pero la mente está detrás de todo. La creencia y la fe en lo que se está haciendo. La mente es poderosa. Y la voluntad. El resultado de varios experimentos científicos contrastados revela que esa potencia es mayor incluso de lo que se creía y que es tan universal como 67 la energía que no vemos pero que puede demostrarse que existe. La mayoría de los ensayos clínicos citados aquí están extraídos del libro “El experimento de la intención” de Lynne Mc Taggart o han sido enumerados por el físico e investigador de la conciencia, Greg Braden, autor de textos como “El efecto Isaías” o el best-seller “El Tiempo Fractal”. EXPERIMENTO 1: INTENCIÓN SANADORA Los psicólogos estadounidenses Elisabeth Targ y Fred Sicher elaboraron en 1998 un estudio sobre enfermos de Sida y sanación a distancia. Eligieron a un grupo de 20 pacientes que sufrían el mismo estadio de la enfermedad e idénticas células T y a un grupo de sanadores que utilizaban métodos diferentes y que habían tenido éxito anteriormente tratando casos desesperados. El único requisito que Targ y Sicher pusieron para seleccionar a los curanderos, que tenían una media de 17 años de experiencia, fue que creyeran firmemente que lo que iban a hacer funcionaría. Targ y Sicher dividieron el grupo en dos. Todos siguieron el tratamiento ortodoxo convencional de Sida y solo la mitad recibió tratamiento a distancia. Ni los médicos ni los pacientes sabían quién estaba en cada grupo. A cada sanador se le enviaron cinco paquetes sellados con información sobre los cinco pacientes y una fecha de comienzo específica para cada uno de ellos. Los únicos participantes en el estudio que iban a saber quién estaba recibiendo tratamiento eran los sanadores mismos, que nunca llegaron a contactar ni conocieron a sus pacientes. A cada sanador se le pidió que mantuviese la intención de curar y mejorar la salud y el bienestar del paciente durante una hora diaria, seis días a la semana, durante diez semanas. Para evitar cualquier preferencia individual, los sanadores cambiaban semanalmente, de modo que se les asignaba un paciente nuevo cada siete días. Así, alfinal del estudio, cada paciente habría sido tratado por diez sanadores y cada sanador habría tratado a cinco pacientes. Y el estudio arrojó un resultado increíble. Durante los seis meses que duró la prueba, el 40% de los enfermos analizados murió, pero los diez pacientes tratados por sanadores a distancia no sólo seguían vivos sino que su salud había mejorado. Los resultados fueron analizados por un equipo científico que llegó a una contundente conclusión final: “El tratamiento estaba funcionando”, recuerda Mc Taggart.

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Con los resultados obtenidos Targ y Sicher se lanzaron a un segundo estudio con los mismos pacientes para verificar si el tratamiento a distancia podía ralentizar el progreso del SIDA. Los resultados fueron igualmente esperanzadores. A los seis meses, la salud de los tratados por sanadores había mejorado en todos los parámetros: menos visitas al médico, menos hospitalizaciones, menos días de internamiento hospitalario, menos factores definitorios del SIDA y menos gravedad de la enfermedad en general. Sólo dos de estas personas desarrollaron nuevos factores de la enfermedad mientras que esto les ocurrió a doce miembros del otro grupo de control. Además, se constató que los tratados por curanderos tenían un mejor estado de ánimo. 68 Los resultados de Targ y Sicher fueron corroborados un año después por un estudio del Mid-America Heart Institute (MAHI), que reveló que los pacientes con enfermedades cardíacas sufrían menos episodios adversos y tenían una hospitalización más breve cuando se rezaba por ellos. En este estudio de un año de duración, no participaron curanderos sino personas “normales” que creían en Dios y en que éste “respondía” cuando se intercedía por un enfermo a través de la oración. El informe del MAHI destapó que, al cabo de un mes, los síntomas de la enfermedad se habían reducido un 10% más en los pacientes por los que se había rezado, quienes además decían sentirse mejor en todos los sentidos. Ni Targ ni el MAHI demostraron ni que Dios responda a las oraciones, ni siquiera que exista solo que la intención sanadora funcionaba. Y funcionaba con independencia de la técnica que empleara cada curandero o a quien se invocara con los rezos. De hecho, la gran aportación del informe MAHI es que sugirió que la curación intencional estaba al alcance de cualquier persona, aunque para los sanadores podía resultar más fácil dada su experiencia y sus “habilidades”. Pero hasta las “habilidades místicas” tienen una explicación científica. El investigador americano Elmer Green ha podido comprobar que los sanadores experimentados generan unos campos eléctricos anormalmente intensos durante las sesiones de curación. Green llegó a medir en uno de sus experimentos que los sanadores generaban corrientes eléctricas de más de sesenta voltios. También se ha detectado la presencia de emisiones de fotones y campos electromagnéticos en maestros de Chi Kung durante los tratamientos. Esta sobrecarga energética podría ser la constatación física de que el sanador es capaz de ordenar coherentemente su propia energía cuántica y transferirla a un paciente menos organizado. Como en la superficie del agua, la onda grande engulle a la onda pequeña. EXPERIMENTO 2: EL ADN Y LOS FOTONES En un experimento de laboratorio, el biólogo cuántico ruso Vladimir Poponin conseguió el vacío en el interior de un recipiente y lo único que “dejó” dentro fueron fotones, partículas de luz. Poponin midió la distribución de los fotones y comprobó, tal y como esperaba, que éstos se habían repartido distribuido aleatoriamente dentro del recipiente. Tras la medición, el biólogo colocó dentro del frasco una muestra de ADN y volvió a fijar la localización de los fotones y contempló que las partículas de luz se habían organizado en línea junto al ADN. Entonces, removió la muestra de ADN y Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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comprobó con sorpresa que los fotones se habían vuelto a alinear con el ADN. De alguna manera los fotones y el ADN se habían comunicado “la posición”. Según Gregg Braden este fenómeno se explica porque “existe un nuevo campo de energía y el ADN se está comunicando con los fotones por medio de este campo”. EXPERIMENTO 3: EMOCIONES A DISTANCIA En un laboratorio militar se recogieron muestras de leucocitos (glóbulos blancos) de un número de donantes. Las muestras recogidas colocaron en una habitación equipada con un equipo de medición de los cambios 69 eléctricos y fueron monitorizadas. En otra habitación diferente del mismo edificio se ubicó a los donantes, que también fueron monitorizados. La prueba consistió en proyectar a los donantes video-clips que les generaban “estímulos emocionales”. Las reacciones de los donantes a las subidas y bajadas de las emociones generaron unas ondas eléctricas que fueron medidas. Al mismo tiempo se observó el comportamiento eléctrico del ADN de los leucocitos y se descubrió que había expresado respuestas idénticas y exactamente al mismo tiempo que el donante del que procedían. Los científicos militares llegaron a separar leucocitos y donantes 80 kilómetros y registraron idéntico resultado: los altibajos eléctricos “emocionales” coincidían en el tiempo y en magnitud. Para Gregg Braden, la explicación a este fenómeno reside en que las células vivas se reconocen por una forma de energía hasta ahora desconocida que no se ve afectada ni por la distancia ni por el tiempo. “Esta no es una forma de energía localizada, es una energía que existe en todas partes y todo el tiempo”, postula Braden. EXPERIMENTO 4: ADN CON SENTIMIENTOS El Institute of HeartMath (IHM) de California realizó un experimento con moléculas de ADN de placenta humana (la forma más primitiva del ADN). La prueba consistió en colocar 28 muestras de ADN en sendos tubos de ensayo para poder medir sus cambios. Cada muestra fue entregada a un investigador diferente que había sido previamente entrenado para generar emociones fuertes y sentimientos. Pues bien, asombrosamente, el experimento reveló que el ADN cambiaba de forma en función de los sentimientos de los investigadores. Así, cuando los investigadores sintieron gratitud, amor y aprecio, al ADN respondió relajándose y estirando sus filamentos. Se hizo más largo. Pero cuando los científicos sintieron rabia, miedo o se estresarlon, el ADN reaccionó a la inversa: encogiéndose, apretándose, y muchos de sus códigos se apagaron. Los códigos fundidos se conectaron de nuevo cuando los investigadores les trasmitieron sentimientos positivos. El experimento se aplicó posteriormente a pacientes VIH positivos. El resultado fue igual de asombroso. Los sentimientos de amor, gratitud y aprecio crearon 300.000 veces mayor respuesta inmune que la que generada sin ellos, lo que probaría que ñps sentimientos positivos ayudan a conservar la salud, sin importar cuan dañino sea el virus o la bacteria que pulule alrededor. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Si el amor profundo es capaz de cambiar la forma del ADN, sostiene Gregg Braden, es porque existe “una nueva forma de energía que conecta con una red toda la creación, toda la materia. Y, por medio de esa red, nuestros sentimientos nos conectan con la energía y la materia del universo”. Así, nuestra vibración, nuestras emociones influyen en la red de la creación. EXPERIMENTO 5: UN AGUA DIFERENTE La intención también altera las moléculas de agua. Esta es la conclusión de un experimento realizado por el biólogo canadiense Bernard Grad y reseñado por Lynne 70 Mc Taggart en “El experimento de la intención”. El resultado es importantísimo porque el cuerpo humano está constituido en un 70% de agua. En esoterismo, el agua simboliza las emociones. Haciendo una analogía se podría aseverar que la intención, que nuestra mente, es capaz de transformar nuestras propias emociones. Mediante espectrofotometría infrarroja, Grad analizó químicamente muestras de agua que había sido tratada “energéticamente” por curanderos. Al hacerlo, descubrió que el agua había sufrido un cambio fundamental en su estructura molecular: la unión entre las moléculas había disminuido de una forma similar a como lo hace cuando el agua es expuesta a imanes. Más científicos han ratificado los resultados de Grad, como un equipo ruso que averiguó que los enlaces entre los átomos de hidrógeno y de oxígeno del agua “sanadora” sufren distorsiones en su microestructura cristalina. Los estudios avalarían que la intención es capaz materializarse. Cuando alguien se concentra en un determinado pensamiento, la intención que genera puede alterar la propia estructura molecular del objeto al que se dirige. EXPERIMENTO 6: AGUA SENSIBLE El investigador japonés Maseru Emoto tiene fotografías que demostrarían que el agua es sensible a la música y que reacciona de forma diferente ante un compositor clásico, el rock sinfónico o el heavy metal. El agua también es capaz de sentir el amor incondicional y los efectos de la gratitud. Emoto es un estudioso de la arquitectura microscópica del agua. Cuando el agua congelada está formada por cristales con una estructura interna ordenada. Pero, según Emoto, el agua puede perder esta habilidad para formar cristales cuando es sometida a estímulos negativos de cualquier tipo. Y las acciones e intenciones del hombre también influyen en la estructura cristalina del hielo. O lo que es lo mismo, las vibraciones del pensamiento humano afectan al entorno. Para documentar su teoría Emoto fotografió (con una lente de entre 200 y 500 aumentos) cristales de agua a punto de derretirse. Así, por ejemplo, una muestra de agua de manantial procedente de la nieve posó como “un cristal hexagonal (seis lados) simétrico, con tres ramas que partían de cada arista, dando la impresión de ser un grupo de personas cogidas de la mano” como recoge Jeanne Manning en su artículo “La sensibilidad del agua”. Por el contrario, el agua contaminada no llegaba a formar hexágonos completos y el cloro hacía añicos los cristales de agua.

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Manning explica que en experimentos posteriores “Emoto puso las muestras de agua entre varios altavoces y las expuso a determinadas grabaciones antes de congelar las gotitas. Cuando la letra de las canciones contenía expresiones agresivas, tales como «¡Te odio!» o «¡Imbécil!» el agua no solo no era capaz de formar cristales propiamente dichos, sino que además al mirarlos por el microscopio mostraban un aspecto caótico. Por otro lado, la música edificante, como la Sinfonía número 4 en sol menor de Mozart y la Pastoral de Beethoven, producía hermosos cristales elegantemente formados”. Hay otras fotografías reveladoras de Maseru Emoto. Las muestras de agua del lago Fujiwara después de que un pastor orara sobre ellas parecían al microscopio la cara de una persona sufriendo mientras que la71misma agua era diametralmente opuesta después de hubiera estado rezando a orillas del lago un sacerdote: “Entre los cristales hexagonales exquisitos obtenidos del agua después de los rezos había dos heptágonos (cristales de siete caras). Curiosamente, el reverendo había orado a las Siete Diosas de la Fortuna”, relata Jeanne Manning. El cambio de aspecto de una misma gota de agua tras ser sometida a diferentes estados de ánimo probaría que “los pensamientos conscientes centrados en el amor” puede obrar milagros. EXPERIMENTO 7: LAS SEMILLAS Y EL AGUA Además de con agua, Bernard Grad también experimentó con semillas. El agua salada es dañina para las semillas vegetales porque retrasa su crecimiento. Por este motivo, el biólogo canadiense preparó dos cuencos con agua salada en los que pensaba depositar las semillas. Después, hizo que un curandero pusiera sus manos sobre uno de los dos recipientes y después empapó la mitad de las semillas en cada bol de agua salada. El resultado de la experiencia fue determinante: las semillas sumergidas en el agua tratada por el sanador crecieron más que las otras. Grad se planteó entonces una nueva hipótesis: era posible que ocurriera todo lo contrario, que los sentimientos negativos tuvieran un efecto igual de negativo en el crecimiento de las plantas. Inmediatamente, el biólogo hizo que varios pacientes con problemas psiquiátricos sostuvieran recipientes de agua dulce que pensaba utilizar para germinar las semillas. El resultado fue demoledor, especialmente con un paciente de depresión psicótica que estaba visiblemente más deprimido que los demás. Las semillas plantadas en el cuenco que sostuvo este hombre no progresaron. El agua les inhibió el crecimiento. Es posible que este experimento explique porque algunas personas son hábiles con las plantas y otras sin embargo nunca consiguen que les crezcan. EXPERIMENTO 8: RATONES E INTENCIÓN En una tercera fase experimental, el biólogo Bernard Grad empezó a investigar con animales. Grad utilizó ratones de laboratorio o a los que les había practicado cortes en la piel. Tras controlar una serie de parámetros, incluido el posible efecto balsámico que podían tener de unas manos cálidas, descubrió que la piel de sus ratones se curaba mucho más rápido cuando eran tratados por curanderos. Grad también anotó que los sanadores eran capaces de paralizar el nacimiento de tumores cancerosos en animales de laboratorio. Los animales con tumores no tratados morían más rápidamente. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Estudios posteriores han demostrado que es posible curar a los animales de laboratorio afectados por amiloidosis, tumores y gota. El poder de la intención humana está siendo demostrado también en otros campos. Otros experimentos científicos han puesto sobre el tapete que las personas pueden influir en el crecimiento de levaduras, hongos e incluso de células cancerígenas aisladas. En uno de los más llamativos, Carroll Nash, un biólogo de la Universidad St. Joseph de Filadelfia, descubrió que la gente podía influir en la velocidad de crecimiento de las bacterias simplemente si enfocaba su voluntad en ello. EXPERIMENTO 9: ESPERAR LO MEJOR

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El parapsicólogo estadounidense Gerald Solfvin quería demostrar su teoría de que nuestro positivismo, nuestra capacidad de esperar lo mejor, puede afectar a otros seres, a la realidad, a la realidad. Para ello diseñó una ingeniosa prueba: inyectó a un grupo de ratones de laboratorio un tipo de malaria que suele ser fatal para los roedores. Seguidamente, tomó a tres asistentes de laboratorio y les dijo que sólo había inyectado la malaria a la mitad de los ratones. Además les explicó que un curandero psíquico intentaría curar una mitad de los ratones (que no tenían que ser precisamente los infectados por la malaria) y no les reveló qué ratones eran los elegidos para el tratamiento. Lo interesante del caso es que ninguna de estas afirmaciones era verdad. La función de los ayudantes se limitaba a esperar resultados y en confiar en que los ratones que les habían sido asignados mejorasen y que la intervención del sanador psicológico funcionara. La prueba no arrojó un resultado concluyente pero sí llamativo. Uno de los tres ayudantes de Solfvin era mucho más optimista que sus compañeros y eso se reflejó en los resultados: al final del estudio, los ratones que estaban al cuidado del ayudante optimista estaban menos enfermos que los tratados por los otros dos asistentes. Evidentemente, el estudio de Solfvin es demasiado puntual para ser definitivo. Pero hay más experimentos en la misma línea, como las investigaciones realizados por el psicólogo tejano Rex Stanford en 1974. Stanford comprobó que las personas podían influir en los sucesos y en los resultados de los procesos por el simple hecho de «esperar» que todo fuera bien, aunque no comprendieran plenamente qué era aquello que debían “esperar”. EXPERIMENTO 10: SANACIÓN COLECTIVA Se podría pensar, después de analizar los estudios de Elisabeth Targ o de William Braud que la intención cura por si misma, pero afirmar esto sería incompleto. Del trabajo de Targ, por ejemplo, se desprende que la curación también está vinculada a una fuerza digamos que “colectiva”, un espíritu universal con memoria sanadora que puede ser invocado con fines medicinales y que ayudaría a mantener sanos a los seres vivos. Por esta misma regla de tres, también podría afirmarse que ciertas epidemias de gran alcance no atacan al individuo sino al conjunto de la sociedad, como consecuencia o manifestación física de algún tipo de histeria energética colectiva. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Si, como sostiene Lynne Mc Taggart, partimos de la base de que la intención genera salud (orden), la enfermedad podría definirse como “una alteración de las fluctuaciones cuánticas del individuo”. Las enfermedades también podrían ser una manifestación palpable del aislamiento social del individuo, una consecuencia de la pérdida de la conexión con el “espíritu sanador global”. Esta tesis estaría refrendada por investigaciones como las de la terapeuta norteamericana Deb Schinitta, quien sostiene que el virus del Sida parece alimentarse del miedo: el miedo que sienten las personas excluidas por la sociedad. El miedo que sentía el colectivo homosexual cuando empezó a extenderse la epidemia. Mc Taggart también recoge en “El experimento de la73 intención” las conclusiones de varios estudios sobre pacientes de enfermedades del corazón que demuestran que el aislamiento (tanto de uno mismo como de la sociedad o de la espiritualidad) contribuye más al desarrollo de las patologías cardíacas que las condiciones físicas, como una elevada tasa de colesterol, por ejemplo. Según McTaggart “en los estudios sobre longevidad, las personas que viven más tiempo suelen ser no sólo las que creen en la existencia de un ser superior, sino tan bien las que tienen más sentido de pertenencia a la comunidad." La importancia de la intención e incluso del estado de ánimo del sanador es clave para la curación, pero no solo cuando se habla de curanderos. También cuando nos referimos a la medicina alopática convencional. La actitud de un médico es tan importante como sus conocimientos de medicina. “El doctor frenético que desea que su paciente cancele la consulta para poder irse a comer, el médico joven que lleva tres noches sin dormir, el médico al que le disgusta un paciente particular... todos ellos podrían tener efectos nefastos”, advierte Lynne Mc Taggart en “El experimento de la Intención”. O lo que es lo mismo, lo primordial para lograr la sanación sería, antes que nada, que el médico esperara que su paciente se curase. Que creyera en ello. Que lo deseara. La solución siempre empieza en nosotros mismos.

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LIBRO

II:

“SÍMBOLOS E INTENCIÓN”

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En Reiki, existen distintas maneras de trabajar con la energía. Una es con símbolos, visualizando o trazando con la mano derecha la silueta del símbolo en el cuerpo energético del paciente o del alumno. Pero también se puede practicar Reiki solo con la intención, sin necesidad de recurrir a la simbología. Utilizando la intención no hará falta recordar el dibujo del símbolo ni visualizarlo. Bastará con recitar en voz alta o para adentro su significado, su esencia, como si fuera una oración o un mantra. El efecto terapéutico será idéntico con ambas técnicas. Tu camino en la senda de luz y amor incondicional está apunto de adentrarte en el mundo más secreto y recóndito del Reiki: su simbología. A continuación te serán revelados todos y cada uno de los símbolos de todos los estilos de Reiki, sus aplicaciones energéticas y también su intención.

PARTE 1ª REIKI USUI (tradicional japonés y tibetano) Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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1 “CHO KO REY”

SÍMBOLO DE PODER PARA LA CREACIÓN DE LA ENERGÍA

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Cho Ko Rey Levógiro

Cho Ko Rey Dextrógiro

Cho Ko Rey es el primer símbolo de Reiki. El símbolo con el que comienza todo, el símbolo del poder. Poder significa en latín “capacidad de creación”. Cho Ko Rey está formado por dos grafías: un ángulo recto y una espiral. El significado geométrico del ángulo recto es que acota y hace penetrar la energía mientras que la es la forma que tiene la luz o la energía al moverse en esta dimensión a causa de la gravedad. Imaginar espirales sobre el cuerpo humano es, también, una forma de activar el sistema de chakras. Se asocia con el primer chakra y la sanación física. Mantra o intención: “Limpio y activo tus chakras”. “Fijo aquí la energía”. Funciones: 1.- Limpia, desbloquea y activa el sistema de chakras y el cuerpo físico. 2.- La espiral nos conecta multidimensionalmente con otras realidades. Aplicaciones (según el giro): La espiral levógira (en contra de las agujas del reloj) genera un movimiento centrífugo que diluye la energía, por lo tanto, limpia y desbloquea los chakras. La espiral dextrógira (a favor de las agujas del reloj) genera un movimiento centrípeto que crea e introduce la energía en el chakra: lo activa, lo vitaliza.

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2 “SHE HE KI”

SÍMBOLO DE SANACIÓN EMOCIONAL

She He Ki parece ser una evolución de la letra del alfabeto Gupta (una forma primitiva del sánscrito) que representa el sonido "A". El sonido “A” es la primera letra de muchos alfabetos y también ha sido utilizada como símbolo místico de la creación del universo. No es casual, que mucho de los nombres dados al dios supremo contengan este sonido: Yavhé, Jehová, Alá, Ra, Baal, Ahura Mazda, Mab, Atman, 77 etc.” La palabra mama, la primera palabra que se pronuncia en casi todos los idiomas, incluye el sonido “A”. La traducción japonesa de She He Ki significa “sanación con sonido”. El sonido es vibración y, por lo tanto, cambio. El sonido “a” es el que acompaña a la vibración del orgasmo, a la risa o al dolor. Es el sonido de todo lo intenso, y todo lo que es intenso nos transforma. Mikao Usui intentó transmitir con el uso de ese símbolo que la vibración y el sonido aceleran la sanación porque inciden de forma profunda en el cuerpo emocional y energético, penetrando en el interior de los chakras. Se asocia con el segundo chakra y la sanación emocional. El símbolo se puede visualizar como la imagen de una piedra que cae en un lago y produce ondas. Y también se puede sustituir con el uso de crótalos, cuencos o campanas tibetanas. Solo con la pronunciación, con la recitación del nombre del símbolo éste ya se activa, con independencia de que se visualice o no. La vibración She He Ki elimina las impurezas de los chakras. Es lo mismo que ocurre cuando se vive algo intenso, que nos hace vibrar, o en un concierto de música, por ejemplo, donde las ondas limpian y magnifican el aura de los artistas y del público. El símbolo She He Ki se relaciona con la glándula Timo, de gran importancia en el sistema inmunológico. Existe la creencia que mientras el Timo está activo no se envejece. Los médicos de la antigüedad sostenían que la vocal “A” cuando es pronunciada sabiamente tiene el poder de hacer vibrar la glándula timo. Por eso, para mantener actibva toda la vida la glándula del Timo utilizaban un mantra vulgarizado en nuestros días que prolongaba el sonido de la vocal A: el mágico “Abracadabra”. Mantra o intención: “Porque tú te sanas, sanas a otros”. Funciones: Limpia el sistema de chakras y el cuerpo emocional y energético.

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3 “HON SHA ZE SHO NEN”

SÍMBOLO PARA SANAR A DISTANCIA, EL CUERPO MENTAL Y EL PASADO 78 Hon Sha Ze Sho Nen trabaja el pasado para poder co-crear una nueva vida. En el budismo, base del Reiki, si no sanas el pasado, no puedes sanar el presente. Se asocia con el tercer chakra, la autoconciencia y la sanación mental. El símbolo sana el pasado, el presente y el futuro, trasciende el tiempo, sana el karma y hace posible la curación psíquica a distancia. Por eso es la llave de los Archivos Akhásicos, el “libro de la vida” donde se consignan las reencarnaciones de cada Ser. Tiene un poder mental porque al hacernos entender por qué ocurren las cosas nos permite solucionar y liberarnos de los problemas. Una adaptación del significado de este símbolo podría ser “abre el libro de la vida y lee ahora” Mantra o intención: 1.- Versión corta: “Al reconocer, al recordar tu pasado, te liberas de él. Te liberas del karma. El karma nos impide ser libres, nos impone una realidad que rectificar” 2.- Versión larga y ortodoxa: “Fijo aquí la sanación de este hombre en su viaje a través del tiempo; el tiempo es la memoria de todas las vidas que hemos experimentado. La memoria de lo que somos, recordar quienes somos realmente, nos facilita pagar y eliminar el karma; y liberarnos del karma nos permite tener pensamientos y deseos equilibrados, nos permite ser libres”. Funciones: Sanar el cuerpo mental, acceder al libro de Registros Akhrásicos Indicaciones: Si la finalidad de la terapia es conectar con el pasado para liberarnos de él, en lugar de emplear el símbolo o la intención se pueden utilizar técnicas de terapia regresiva o meditaciones de Brain Weiss, dos técnicas que son más eficaces y más racionales.

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Se puede proyectar todo el símbolo en el cuerpo energético del paciente o bien hacerlo ideograma a ideograma sobre los chakras, empezando por el Chakra Garganta y finalizando en el Chakra Raíz.

4 “DAI KO MYO (Tradicional)”

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SÍMBOLO DE RECONEXIÓN ESPIRITUAL DESDE EL CHAKRA CORAZÓN Dai Ko Myo es el símbolo de Maestría de Reiki Usui Tradicional Japonés. De acuerdo con las antiguas Escuelas de Misterio occidentales, el hombre hecho a imagen de Dios posee tres partes: espíritu, alma y alma. El espíritu se veía como masculino, el cuerpo como terrestre y por lo tanto femenino, y se decía que cuando el espíritu y el cuerpo se juntaban, entonces su unión creaba el alma. Los Misterios Griegos describían al alma como "un radiante cuerpo de luz", denominándolo "augoeides", lo cual significa "forma de radiancia". Cada reencarnación es un alma. Aunque los budistas no creen en el alma, ellos también describen al hombre como formado por tres partes: cuerpo, mente y espíritu. El símbolo de Maestría Reiki parece reproducir la idea de que cuando el espíritu ( chakras superiores ) y el cuerpo (chakras inferiores ) se unifican y, por lo tanto, se equilibran, crean un alma con una luz más brillante que el sol y la luna. Traducido a un lenguaje más comprensible y actual: la fusión y el equilibrio de la mente y de las emociones abre el chakra corazón, la experiencia del amor incondicional. Por eso se asocia con el cuarto chakra y la conciencia transpersonal. Mantra o intención: Se puede “mantralizar” el símbolo de tres formas, muy similares: “El hombre que se ilumina es el que activa su corazón y se libera del miedo, Siempre el miedo es a uno mismo, a partes que nos condicionan y que no controlamos.” “El hombre que activa el corazón de un mundo condicionado se libera.” “El hombre, que activa su corazón y el tercer ojo del karma generado por el deseo y los instintos se libera” Funciones: La apertura del chakra corazón para facilitar la liberación y la reconexión espiritual. Reiki, un despertar para cambiar nuestra vida

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Indicaciones: Como el símbolo se divide en partes, se puede proyectar correlativamente cada una sobre la cabeza, el corazón y las caderas (por este orden), porque simbolizan, los pensamientos (el espíritu), los sentimientos (el alma) y los instintos-emociones (la materia), respectivamente. En la cabeza: “Abro tu chakra corona, desciendo la energía espiritual hacia el tercer ojo para que la sabiduría te haga consciente”. En el corazón: “Activo tu chakra corazón para que irradie la energía hacía arriba, hacia los brazos y la cabeza, y hacia abajo, hacia los pies a través de las piernas”. Y en las caderas: “Y te libero de un mundo condicionado por los instintos y el deseo kármico”. 80 Corazón y proyectarlo en el cuerpo. Otra opción es colocar las manos en el Chakra 5 “DAI KO MYO (No tradicional)” USUI TIBETANO

SÍMBOLO DE RECONEXIÓN DIMENSIONAL Dai Ko Myo (no tradicional) puede considerarse como la fusión de los símbolos Cho Ko Rey y She He Ki. La espiral activa y unifica los chakras con otras dimensiones y el rayo (o Raku) los colma de energía. Es el símbolo que se utiliza para expresar el éxtasis, la conexión con el todo. No es casual que los chamanes o los derviches (místicos orientales) dancen en espiral para conectar con Dios, con el espíritu. La espiral es el patrón del movimiento de la energía. En nuestra dimensión la luz o la energía tiene forma de espiral y muchos elementos vitales: los chakras, las galaxias, el ADN, las órbitas de los planetas, los primeros fósiles o las primeras manifestaciones de la vida. Dai Ko Myo es el símbolo de que cada persona es un universo en miniatura y cada chakra es una galaxia con un tipo de energía. Cada vez que realizamos una espiral nos reconectamos con el universo de forma, con el Todo.

Mantra o intención: La espiral nos conecta multidimensionalmente con el Todo. Cuando uno se conoce a sí mismo, conoce al mundo; cuando se conecta a sí mismo, fluye con el mundo. Funciones: La sanción física, emocional y mental. Abre el chakra corazón y la conciencia multidimensional. Aplicación: Mientras se aplica el símbolo ha de visualizarse cómo crece cada chakra (espiral) y cómo se magnifica cuando se le introduce la energía (Raku).

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6 “RAKU” USUI TIBETANO

SÍMBOLO PARA SER CONSCIENTE Y RECARGARSE DE ENERGÍA Raku significa iluminación, rememora los rayos de una tormenta que electrifican y purifican el ambiente. Raku es una metáfora del principio de la vida: la electricidad (el espíritu) fecundando el agua (las emociones), lugar donde se originó la vida. Raku es una descarga energética vital que libera el cuerpo emocional de bloqueos y sintoniza a la persona con la fuente del campo, posibilitando la ascensión de la Kundalini. Raku ayuda a liberarse del karma negativo somatizado en la espalda o en el aura. También se conoce como Kundalini masculina. Mantra o intención: “Se consciente de quien eres y qué eres realmente. Recuerda que todo es ilusión”. Funciones: 1.- Raku se utiliza en la iniciación o en la sanación para abrir y limpiar el canal central de energía (Shusuma ), desde el Chacra Corona, y también el aura. 2.- Se utiliza al final de las iniciaciones para separar las auras del maestro y del iniciado. Actúa como una tijera que elimina vínculos o dependencias. 3.- Libera de las ilusiones del mundo material. Elimina el velo de la ilusión. Purifica y permite la reorganización física, mental y emocional.

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4.- El Raku se dibuja de la cabeza a los pies para que la energía superior ilumine el paciente (desencarnar). Es una técnica para desconectarse de los chakras inferiores y conectarle con los chakras superiores. 5.- Por encima de todo, Raku es un ionizador, que “depura” el ambiente. Igual que hacen las descargas eléctricas de una tormenta, impregna el aire de iones con carga negativa, que son beneficiosos para equilibrar la atmósfera (ha de haber un ión negativo por cada tres iones positivos). También son una fuente de ionización natural el agua en movimiento (cascadas, mar, cataratas, fuentes o duchas, por ejemplo) y la función clorofílica de las plantas. Por eso es tan agradable respirar el aire de un bosque 82 radioactividad telúrica cargada de (las montañas son además emisoras de una partículas negativas) o pasear junto al mar, porque la carga negativa de las olas transmite sensación de bienestar. Aplicación: Se proyecta sobre la persona de arriba abajo salvo para desencarnar.

7 “RAKU FEMENINA O KUNDALINI ASCENDENTE Y DESCENDENTE” USUI TIBETANO

SÍMBOLO PARA EQUILIBRAR EL SISTEMA DE CHAKRAS La Kundalini femenina es el símbolo que permite la ascensión de la conciencia a través de la columna vertebral. En la columna reside el karma y el karma genera bloqueos. La Kundalini unifica y comunica todos los chakras. Si la Kundalini está bloqueada no podemos equilibrar los chakras. La evolución implica la ascensión del sistema de chakras y no hay iluminación o evolución sin ascensión. La Kundalini eleva la energía instintiva hacia los chakras superiores y desciende la energía mental hacia el corazón. A este símbolo también se lo conoce como la serpiente de fuego tibetana Mantra o intención: “La Kundalini permite la evolución de conciencia y de identidad, equilibra el sistema de chakras”. Funciones: Equilibra el sistema de chakras, conecta cielo y tierra y recarga energéticamente. También es un vehículo para facilitar la iniciación transpersonal y la evolución de conciencia y de identidad. Aplicación: Hay dos arquetipos energéticos de personas y en función de ellos, el símbolo se aplicará de una forma o de otra. Se trazará una curva en cada chakra y la espiral (dextrógira) se dibujará siempre al final del proceso para fijar la energía.

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*A las personas muy emocionales (con la energía concentrada en los chakras inferiores) les ascenderemos la Kundalini. La mano izquierda estará fija en el sacro mientras la derecha traza el símbolo y dirige la energía por todo el sistema hasta el Chakra Corona. Es posible que el Chakra Corazón esté bloqueado y necesite más atención. *A las personas muy mentales (energía concentrada en los chakras superiores) les descenderemos la Kundalini. La mano izquierda se fijará en el Chakra Corona y con la mano derecha dirigimos la energía a través del sistema de chakras hacia el Chakra Raíz. También es posible que haya que “insistir” para desbloquear el Chakra Corazón 83 Al finalizar la sesión, colocamos la mano izquierda en el Chacra Corona y mano derecha en los pies para que la persona se dote de fuerza y la energía fluya. Se puede utilizar como fuente de energía antes de una iniciación o terapia o durante el auto-Reiki- Se coloca la mano izquierda en el Chakra Corona o en Chakra Raíz y la mano derecha en el Chakra Corazón para realizar la iniciación desde el amor incondicional. Puede emplearse después de utilizar el símbolo Raku para distribuir la energía por el sistema de chacras, trazando siete curvas, una por cada chakra. La activación de la Kundalini puede provocar una desintoxicación. Es aconsejable beber bastante agua y tomar depurativos hepáticos después de recibir una sesión de Reiki o una iniciación con este símbolo. 8 “DUMO O DAI KOO MYO TIBETANO” USUI TIBETANO

SÍMBOLO PARA ELEVAR EL NIVEL DE CONCIENCIA Dumo es el símbolo que fusiona las Kundalini: la masculina (Raku) y la femenina. Simboliza la unificación de la energía femenina que reside en el sacro y la energía masculina que proviene del universo para ampliar el nivel de conciencia. Mantra o intención: Esta iniciación te dota de una nueva conciencia e identidad transpersonal. Se puede visualizar como un interruptor en el hueso sacro que activa la Kundalini. Funciones: Permite activar el bulbo raquídeo y el sacro, puntos reflejos del Chakra Raíz. Al dirigir la energía hasta el Chakra Raíz, donde reside nuestra parte instintiva, se provoca el despertar espiritual. Aplicación: Se puede empezar trazando la espiral en el Chakra Corona y descender el símbolo hacia abajo, o viceversa.

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9 “KUNDALINI DE EQUILIBRIO” USUI TIBETANO

SÍMBOLO PARA EQUILIBRAR EL SISTEMA DE CHAKRAS La salud es equilibrio. En terapia, la energía se redistribuye de obtiene de donde hay existe un exceso y se reconduce hacia donde detectamos un déficit. No se destruye. Mantra o intención: La energía ni se crea ni se destruye. Equilibro la energía. Funciones: Desplaza y equilibra la energía de un chakra a otro. En la columna reside el 84 la cifosis y la lordosis. La cifosis (columna karma; este símbolo sirve para equilibrar abultada en la zona dorsal) refleja que el Chakra Corazón posterior se encuentra excesivamente abierto y coge demasiadas cargas emocionales. La lordosis (parte lumbar de la espalda deprimida) significa que el Chakra Raíz posterior carece de energía o la pierde porque alguien se la robó en la infancia. El sacro de las personas con lordosis suele estar muy frío La escoliosis (o columna desviada) denota que existe un trauma que impide que la persona viva su vida plenamente y evolucione porque impide la ascensión de la Kundalini. Las vértebras afectadas indicarán qué chakras son los afectados. Aplicación: El símbolo se traza entre dos chakras. La espiral a izquierdas (movimiento levógiro centrífugo) se utiliza para absorber la energía excedente de un chakra y la espiral a derechas (movimiento dextrógiro o centrípeto) se emplea para redirigir y fijar la energía en el chakra deficitario. Recordad la polaridad del ser humano: la mano izquierda absorbe y la mano derecha irradia. La mano izquierda se coloca siempre en el chakra con energía excedente. 10 “SUSTRAMA” USUI TIBETANO

SÍMBOLO DE EQUILIBRIO Y DE TIERRA Sustrama es uno de los dos símbolos de Maestría de Reiki Usui Tibetano. El círculo simboliza el ser; las aspas en movimiento, las emociones o el alma. Es la energía que despierta la parte espiritual del hombre. Mantra o intención: “Introduzco la energía que unifica el alma y el espíritu para despertar un nueva conciencia multidimensional.” Funciones: Activa y equilibra la mente y las emociones. Se utiliza para desbloquear a personas muy densas y conectarlas con los planos más sutiles, con su espiritualidad.

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Es útil utilizarlo al comienzo de las iniciaciones o de la terapia para desbloquear los chakras y permitir una conexión mucho más espiritual y profunda. Es muy aconsejable utilizarlo en el Chakra Corona, Tercer Ojo y el Chakra Corazón. Aplicación: Se proyecta íntegramente sobre el cuerpo o los chakras de la persona. Pero también se puede dibujar por partes: primero los círculos y después las aspas.

11 “ANTAKARANA” USUI TIBETANO

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SÍMBOLO DE EQUILIBRIO Y DE TIERRA Antakarana es el otro símbolo de Maestría de Reiki Usui Tibetano. El círculo simboliza el ser; las aspas en movimiento, las emociones; y el cubo, la materia. Es la energía que estructura y equilibra. Mantra o intención: “Unifico tu cuerpo espiritual, emocional y físico para que conozcas el equilibrio. Porque conoces el equilibrio, lo buscas” Funciones: Equilibra y unifica lo espiritual, lo emocional y la materia. Es útil para finalizar las iniciaciones o la terapia porque es un símbolo de equilibrio y de tierra. Aplicación: Se proyecta íntegramente sobre el cuerpo físico de la persona o sobre el Chakra Corazón y el Tercer Ojo. También podemos proyectarlo por partes: primero se trazan los círculos; después, las aspas; y finalmente, el cubo.

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