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Un buen principio
La pasión por la relojería mecánica no cesa y el número de coleccionistas, aficionados y connaisseurs es cada día mayor. En este artículo queremos hacer una propuesta de diez relojes para aquellos que bien deseen iniciarse en el coleccionismo de relojes mecánicos o bien sean coleccionistas ya maduros que buscan nuevas piezas.
Ninguno de ellos figura en los catálogos actuales y no son sólo vintage. Eso sí, todos ellos tienen un precio de mercado en Europa inferior a 5.000 euros.
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No hemos querido centrarnos solamente en relojes vintage puesto que hay modelos muy interesantes que tienen poco menos de veinte años. Eso sí, todos ellos son guardatiempos muy coleccionables, algunos con cierta tendencia a revalorizarse, pero casi todos con valores bastante estables por lo que, en caso de querer desprenderse de alguno, su venta será relativamente rápida. Es una propuesta abierta tanto en tipología de reloj (cronógrafos, buceo, GMT u horas del mundo o sólo hora) como de marca. De nuevo, intentar seleccionar sólo diez relojes entre los miles existentes no es tarea fácil, pero estamos seguros que os gustará nuestra selección.
Omega Flightmaster
Iniciamos nuestra recopilación con un cronógrafo de una marca bien conocida, el Flightmaster de Omega. Este reloj es todo un clásico de la firma de Bienne. En 1969, cuando diversas marcas pugnaban por ser los primeros en lanzar un cronógrafo con carga automática, Omega sorprendía con una variante del Speedmaster, el Flightmaster pensado para pilotos y con un look muy particu- lar: su caja pilot sobredimensionada (43mm de diámetro sin corona x 15mm de grosor), sus tres coronas, dos pulsadores y sus siete manecillas lo convirtieron en un reloj muy especial. Entre su plétora de funciones destacamos la del cronógrafo y la de GMT gracias a una manecilla independiente de 12h mejorando las prestaciones de otros relojes GMT de la época. Otra de sus características que lo hacen tan especial es su esfera y los códigos de color de sus pulsadores. Su esfera tricompax ofrece una lectura fácil y rápida de las indicaciones de tiempos intermedios (subesferas de 30 minutos y 12 horas) así como de la indicación de 24 horas en la subesfera de las nueve. En su interior late un soberbio calibre de carga manual 910 derivado del calibre 861 y que dispone de 17 rubís y oscila 21.600 a/h.
La referencia del Flightmaster es la 145.013 y se comercializó en dos versiones: una con las manecillas naranjas y una segunda con las manecillas del cronógrafo (incluida la trotadora central de segundos) en amarillo. Asimismo, Omega fabricó una serie muy limitada en oro amarillo (ref. BA 345.0801) con 250 gr de peso. Una de las principales críticas a esta primera versión era la ausencia de aguja de segundos para las funciones horarias normales. Esto propició el lanzamiento de una segunda versión, la 145.026 en la que se sustituyó la indicación de las 24 horas por el segundero. Ambas versiones en acero están disponibles a partir de 3.000 euros y su precio dependerá de su estado tanto interior como exterior, así como de su brazalete y sus extras. Sin duda una pieza icónica muy a tener en cuenta.
Heuer Calculator
Otro cronógrafo que nos atrae mucho y que tampoco pasa desapercibido es el Heuer Calculator. Heuer tuvo su época dorada en la década de los sesenta y especialmente setenta bajo el liderazgo de Jack Heuer. Con él vieron la luz múltiples e icónicos cronógrafos de automoción: Autavia, Mónaco, Camaro, Carrera, Monza, Silverstone aunque en esta ocasión hemos optado por un modelo más profesional y tal vez menos comercial: el Calculator. El primer Calculator (ref. 110.633) fue presentado en 1972 y era un cronógrafo grande se mirara por donde se mirara. Sus 45mm de diámetro de caja por sus 15mm de grosor lo convertían en un reloj imponente. Adicionalmente, sus agujas naranjas, así como su espeso bisel, lo hacían realmente llamativo. Su esfera tenía disposición bicompax ofreciendo en dos sub esferas la lectura de 30 minutos y de doce horas. El segundero central se accionaba sólo al activar las funciones de cronógrafo. Los dos pulsadores del cronógrafo se disponen en la carrura derecha mientras que la corona principal se montó en la carrura opuesta. Esto era debido al calibre que equipaba: calibre 12 de carga automática con micro-rotor que se fabricó conjuntamente con Hamilton-Buren, Heuer y Breitling. La posterior referencia 150.633, presentada en 1972 en dos colores de esfera (azul y negra) se diferenciaba de la anterior por la disposición de las subesferas y en la que las indicaciones de las horas del cronógrafo se sustituían por un pequeño segundero en la posición de las 10. En 1974 se comercializó una última versión, la 740.633, con calibre automático Valjoux 7740 en el que se volvía a la subesfera de las horas y tanto pulsadores como corona se montaban en la parte derecha de la carrura. Los precios de mercado para este modelo arrancan entre los 3.200 euros y los 3.500 euros aproximadamente y llegan hasta los 5.000 euros.
Breitling Navitimer
El modelo Navitimer de Breitling es otro de los grandes cronógrafos clásicos. Si bien es cierto que podemos adquirir algunas versiones del Navitimer con calibre de cuarzo (Plutón, Jupiter Pilot y otros) entre 1.000 y 2.000 euros, nosotros les proponemos los modelos con calibres mecánicos. Hay multitud de modelos que elegir: desde los primeros con calibre manual de la década de los 60 hasta los más modernos Old Navitimer. Todos ellos tienen en común tanto su disposición tricompax ya sea en horizontal o en vertical como su compleja esfera que permite varios cálculos necesarios para la aviación. El modelo originario data de 1952 cuando la prestigiosa AOPA (Asociación americana de Propietarios y Pilotos de Aeronaves) solicitó a Willy Breitling un nuevo cronógrafo para sus miembros. Con generosos 41mm de diámetro, Breitling consiguió concentrar en la esfera distintas medidas para que los pilotos pudieran calcular de una forma ágil cálculos necesarios como el de la velocidad media, consumo de combustible, distancia recorrida o conversión de kilómetros a millas entre otras, cálculos que de otro modo requerían la regla deslizante logarítmica. Con los años, diversos modelos han ido sumándose a la colección, pero todos manteniendo su espíritu original.
Entre 2.500 euros y 5.000 euros hay multitud de
Old Navitimer disponibles con distintos estados y extras. Los Heritage empiezan a partir de 3.500 euros y las más antiguas referencias 806, 809, 816 u 819 con calibres Valjoux, Venus o Lemania también pueden adquirirse entre 2.700 euros y 5.000 euros.
Aquastar Benthos
El género del reloj de buceo mecánico también tuvo su época dorada en la década de los años 60 y 70. De entre la multitud de divers que se comercializaron hemos seleccionado dos modelos que por sus prestaciones también podemos calificar de icónicos. En primer lugar, el modelo Benthos 500 de Aquastar. La firma Aquastar inició su andadura en 1962 cuando Frederic Robert fundó la marca en Ginebra. Para inmersiones a grandes profundidades se concibió el Benthos con diversas variantes. El Benthos I (hermano mayor del Benthos 500 y que se comercializó con posterioridad) era sumergible hasta los 1.000 metros gracias a su corona roscada y caja monobloc. Su rasgo principal era el pulsador situado a las cinco cuyo accionamiento permitía medir hasta 60 minutos de duración de la inmersión. Su predecesor, el Benthos 500 (ref. 1002) por su parte garantizaba por primera vez una hermeticidad de 500 metros.
En su primera generación (lanzado entre 1966 y 1968) equipó calibres A. Schild 1962 que latían a 21.600 a/h; en su segunda generación (lanzado entre 1974 y 1975) se optó por otro calibre A. Schild 2162 con unas más modernas 28.800 a/h. En ambos modelos, a pesar de ligeras diferencias de caja y acabados, el pulsador se desplazaba a las cuatro y la corona principal roscada a las dos con respecto al modelo Benthos I. Este totalizador de 60 minutos se añadió al calibre original y gracias al color naranja de la manecilla se facilitaba el control del tiempo de inmersión. El bisel más común es el unidireccional con escalado de 60 minutos. Pero en una serie contadísima (ref. 1003), se comercializaron también con un bisel con los tiempos de descompresión similar al que equipaba el DeepStar.
Todos los modelos Benthos, tanto el I como las dos versiones del 500 no superan los 5.000 euros y según estado pueden encontrarse a partir de 2.000-2.500 euros.
IWC Aquatimer
Otro diver bastante más moderno pero también convertido en un clásico es el Aquatimer de IWC. El primer Aquatimer de IWC data de 1967 con caja tipo super compressor, doble corona y resis- tencia hasta los 200 metros. Las incursiones en el campo del reloj de buceo le hicieron cosechar buenos resultados a lo largo de los más de 50 años de vida del modelo incluyendo la colaboración con Porsche en su modelo Ocean 2000 o la saga de los “Deep” con el Deep one como ejemplar más icónico. El modelo que les íbamos a proponer fue lanzado en 1998 bajo la colección GST, abreviatura de Gold, Stainless Steel y Titanium. Es un modelo sin estridencias, espartano pero muy funcional (referencia 3536) y que hasta hace poco había bastante oferta entre 4.000 y 5.000 euros ya fuera en su versión de acero o en titanio; pero recientemente su cotización ha subido y no hay casi ningún reloj disponible por debajo de 5.000 euros. Por tanto, les proponemos un modelo posterior y de especificaciones prácticamente idénticas: el IW3538 lanzado en 2004. Al igual que el GST es un reloj de buceo muy funcional y resistente; viene equipado con doble corona: una acciona el bisel interior y la segunda activa las funciones normales del reloj. Es un auténtico y ya clásico diver: caja de titanio con 42mm de diámetro, fondo y corona roscados, cristal de zafiro y hermeticidad garantizada hasta los 2.000 metros. El color amarillo presente tanto en el bisel como en la manecilla minutera aportan un toque más deportivo y moderno que su predecesor 3536. En su interior late un calibre de carga automática 30110 con base ETA 2892A2. La versión con correa de caucho (IW353804) es más frecuente y ligeramente más asequible que la versión con brazalete de titanio (IW353803). Coetáneo de estos modelos son las versiones IW3548-05 y 07 con similar fisonomía, fabricados en acero y con resistencia hasta los 1.000 metros.
Todos estos divers se mueven en rangos que oscilan entre 3.000 y 4.000 euros.
Zenith El Primero
Un cronógrafo que no puede faltar y que cuenta con una vasta historia de modelos es el Primero de Zenith. 1969 es el año del nacimiento del primer movimiento (“el Primero”) con funciones de cronógrafo de carga automática y de frecuencia rápida. Son años en que se anuncia la llegada de los relojes de cuarzo más precisos y baratos y la carrera por comercializar un calibre automático con funciones de cronógrafo estaba servida. Buren-Hamilton, Breitling y Heuer con su calibre 11 con micro-rotor, la nipona Seiko con su calibre 6139 y Zenith con su Primero se atribuyeron el mérito de ser los primeros en lanzar un cronógrafo con carga automática. Volviendo a nuestro protagonista, existen multitud de versiones clásicas que equipan este famoso calibre: tanto si es en su versión de los años 70 como en posterio- res (Rainbow, Port Royal, el apodado “TV” o el Sport) todos coinciden en el mismo calibre base aunque con sucesivas modificaciones. Entre 1969 y 1975 Zenith fabricó cerca de treinta y dos mil movimientos de el Primero. En 1975 los nuevos propietarios de Zenith decidieron apostar por los calibres de cuarzo. A punto de ser abandonado por la nueva tecnología, en la década de los años 80 la demanda de relojes mecánicos dio signos claros de recuperación. Zenith decidió rescatar el Primero para relanzarlo de nuevo y equiparlo tanto en modelos clásicos como deportivos; a esa recuperación contribuyeron sin duda los múltiples pedidos tanto de Rolex como de Ebel de dicho mecanismo. Ello fue posible gracias a que Charles Vermot, relojero de la firma y especialista en cronógrafos junto a su hermano, lograron secretamente conservar planos, prensas y herramientas varias incluidos los del calibre el primero. Retomando nuestra selección nos gustan dos modelos: uno más clásico y más asequible, con referencia 01.0210.415 de mediados de los años 70 con caja de acero de 36 mm y que equipa calibre 3019PHC que oscila a 36.000 a/h (5 Hertzios). El otro es el Rainbow Flyback, algo más caro, con referencia
02.0480.405, de finales de los años 90, con calibre 405 que también late a unas muy rápidas 36.000 a/h. De este último destacamos su vocación aérea con acabados satinados, función fly-back, bisel bidireccional y corona y pulsadores de generosas dimensiones para su mayor facilidad de uso.
Edox Geoscope
Otro clásico que les sugerimos es el modelo Geoscope de la firma suiza Edox. Del griego antiguo, Medida del tiempo, la marca Edox cuenta con casi 140 años de apasionante historia. En 1970 presentó su Geoscope (refs. 200170 y 26880) del que presumían era un verdadero reloj global del mundo capaz de indicar simultáneamente la hora en 50 ciudades del mundo. Se comercializó en dos tamaños: en 42 y 48mm de diámetro de la caja. En ambos modelos la esfera es la principal protagonista. En ella es visible el mapamundi con los 24 husos horarios y la línea GMT, la propia del Meridiano de Greenwich. En el anillo escalado de las 24 horas se puede observar a las doce una pequeña manecilla para indicar la posición del sol. Técnicamente el reloj tiene una estructura de dos cuerpos: caja monobloque y bisel; y en su interior equipa un calibre Eta 2774 con 21 rubíes y unas 45 horas de reserva de marcha. Sus precios oscilan entre los 1.750 euros y los 3.000, aunque hay que ir con cuidado porque a pesar de ser un modelo muy raro, se falsificaron muchos de ellos; en ebay y Chrono24 hay algún modelo que yo consideraría como mínimo sospechoso. El detalle del mapamundi sin errores de grafía, el calibre 2774 que al tirar de la corona para mover las agujas sigue moviéndose la trotadora de segundos (en algunos fakes al tirar de la corona se para el segundero) o el movimiento del mapamundi que gira con las horas son detalles que ponen en evidencia las copias.
Oris Worldtimer
Siguiendo con los relojes con función GMT hemos escogido otro clásico de otra clásica marca relojera: el Worldtimer de Oris. Presentado en 1997 el Worldtimer equipa un sistema patentado que posibilita adelantar o atrasar la hora local en saltos de una hora mediante dos pulsadores ubicados en la posición de las cinco y de las ocho. Esta operación no interrumpe el funcionamiento regular del reloj. Ello es posible gracias al calibre Oris 690 con base ETA 2836-2 que equipa un volante de Glucydur y que late a unas modernas 28.800 a/h. Es un reloj ante todo funcional y sin estridencias. Con unos contenidos 37,5mm de diámetro, la referencia 690 7485 40 65 MB 82041 muestra una esfera con 5 manecillas en dos sub esferas: las manecillas principales corresponden a la hora local y son las que pueden adelantar o atrasarse con los pulsadores. En la posición de las tres el segundo huso horario con pequeña ventana para día y noche. Finalmente, en las nueve se dispone un pequeño contador de segundos. Su corona roscada le garntizan una hermeticidad de gasta 50 metros. Este modelo ha sido reeditado por la firma este pasado 2022. Su precio oscila entre los 1.500 y los 3.000 euros y este mismo calibre está montado en otros Worldtimer como el Big Crown Pro Pilot, el Worldtimer Classic o el Worldtimer Atelier entre otros.
Panerai Submersible
Otra firma que no podía faltar en nuestra selección es Panerai. En la etapa en la que todavía no montaba calibres de manufactura los modelos más populares de la marca florentina eran el Radiomir y el Luminor cuyos nombres evocan los pigmentos luminiscentes utilizados en sus primeros modelos: el radio y su sustituto el luminova. Hay múltiples modelos de Panerai disponibles por menos de 5.000 euros: Luminor Base, Luminor Marina, Luminor Submersible o la colección Radiomir; de entre todos ellos centraremos nuestra atención en el PAM 00024 que hace referencia a uno de los primeros Submersibles “modernos” de Panerai y tal vez uno de los modelos que más fielmente representa el espíritu de la marca italiana: caja tipo almohada de 44 mm de diámetro fabricada en acero, bisel del mismo metal unidireccional, corona protegida con el especial saliente exclusivo de la marca y esfera funcional, sobria, con agujas esqueleteadas y pequeña trotadora de segundos en la posición de las nueve fruto del calibre para cronógrafos Valjoux 7750 que Panerai modifica para limitar solo a las funciones horarias. A las generosas asas de la caja se le une una correa de caucho personalizada con el nombre de la firma. Este reloj de buceo cuenta además con un fondo roscado y garantiza una hermeticidad de 300 metros.
Rolex Datejust
Por último y no por ello menos importante hemos seleccionado otro modelo clásico entre los clásicos de una de las marcas más universalmente conocidas: el Datejust 16030 de Rolex. El Datejust es un reloj todoterreno a pesar de su espíritu clásico. Es un reloj atemporal, que no pasa de moda, elegante y que en temas de inversión nunca pierde valor. Sus 36mm permiten vestirlo en todo tipo de muñecas incluso las femeninas. Sus esferas con varias opciones de colores y numerales así como su brazalete (que puede elegirse entre el tipo Oys- ter o Jubilée) unidos a su clásica lente cyclops que aumenta el tamaño del calendario y su bisel estriado convierten a este Datejust en un modelo muy coleccionable. Gracias a su corona y fondo atornillados el modelo es hermético hasta los 100 metros. En su interior se alberga un soberbio calibre 3035 (para relojes entre 1977 y 1988) o su derivado 3135 (para modelos posteriores a 1988) que late a unas rápidas 28.800 a/h y cuya precisión es merecedora del certificado de cronómetro por el COSC. Poco más se puede decir de un modelo que aúna los rasgos más característicos que han hecho de la firma ginebrina ser conocida universalmente. El mismo reloj pero en su versión con bisel de oro amarillo y brazalete mixto acero y oro (16233) también puede encontrarse alguna pieza por 5.000 euros aunque muchos menos que su versión totalmente en acero.
Queremos agradecer especialmente la colaboración de la web española de compra venta de relojes de pulsera vintagewatches83 (https://watches83.com/) por el excelente trato, así como por la cesión de varias de las imágenes de este dossier. Igualmente agradecer a Albert Nomen, amante y connaisseur de relojería también por la cesión de la imagen del Zenith Rainbow.