Sanando Nuestra Iglesia

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Derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en ninguna forma o por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones o por ningún otro sistema para almacenar u ofrecer información, sin previo aviso por escrito del publicador. Las citas de la Escrituras contenidas en este texto provienen de Dios Habla Hoy: La Biblia, © Sociedades Bíblicas Unidas 1966, 1970, 1979, 1983, 1996. Todos los derechos son reservados. Diseño de la portada: Ruth Markworth Traducción por Verónica López y Patti Gutiérrez © 2019 RENEW International ISBN: 978-1-62063-151-5

RENEW International 1232 George Street Plainfield, NJ 07062-1717 www.renewintl.org RENEW International es una organización sin fines de lucro 501 (c) (3). Impreso en los Estados Unidos de América


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Contenido

iv Prólogo

vi Introducción

1 Primera semana: La Iglesia en tiempo de crisis

9 Segunda semana: Una Iglesia de santos y pecadores

17 Tercera semana: Reconstruir nuestra Iglesia

28 Cuarta semana: Sanación, arrepentimiento, y perdón

37 Quinta semana: El don de Dios en la Eucaristía y en los otros sacramentos

46 Sexta semana: Un camino hacia adelante

57 Repasar y reflexionar

58 Adelante

60 Coordinadores de asistencia a las víctimas

60 Líneas directas

61 La reunión de la pequeña comunidad

63 Breve historia de RENEW International



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Prólogo Implementé Sanando Nuestra Iglesia/Healing Our Church en la Arquidiócesis de Newark como parte de un programa pastoral más amplio que busca establecer una base para la sanación y el discipulado misionero renovado. No tomé esa decisión solo; primero consulté con los decanos de la Arquidiócesis, el Consejo Presbiterial y el Consejo Pastoral Arquidiocesano. Tal consulta es esencial, dado que el camino a seguir para la Iglesia, desde la doble crisis de abuso sexual por parte del clero y el mal manejo por los obispos, es un camino que debemos recorrer juntos, clérigos y laicos. Nuestro objetivo es ayudar a las personas a reconocer lo que ha sucedido en la Iglesia, hacer juntos lo que podamos para ayudar a los que han sido perjudicados; prevenir tal daño en el futuro y continuar como discípulos misioneros de Jesús. Sanando Nuestra Iglesia de RENEW International es un paso en este camino común. El programa está destinado principalmente a los fieles laicos que han sido profundamente afectados por las crisis. Invita a los laicos a descubrir y reclamar su papel en ayudar a reconstruir y sanar a la Iglesia. La necesidad de formación permanente fue muy evidente para mí durante las sesiones de escucha que realicé en la arquidiócesis como una respuesta al problema del abuso sexual. Creo que el formato de pequeñas comunidades de RENEW ayudará a abordar esa necesidad al proporcionar un foro en el que hombres y mujeres católicos puedan expresar de forma libre y segura sus emociones complejas sobre las crisis, y también ayudar a formar a los participantes en la fe y construir un sentido más profundo de comunidad que tanto desean. No podemos ir más allá de este problema sin enfrentarlo directamente: ignorar el problema con la esperanza de que desaparezca o por temor a que se derrame aún más lo desagradable, no es una opción. Necesitamos ayudarnos unos a otros. Sé que este es un tema difícil para todos nosotros católicos. Aunque el abuso sexual es prevalente en nuestra sociedad, cuando es cometido por o mal manejado en la Iglesia, es personalmente doloroso para los obispos y los sacerdotes y devastador para mucha gente en nuestras parroquias. Reconociendo este sufrimiento, sentí que una manera efectiva de ayudar a los feligreses a lidiar con los efectos traumáticos del abuso sexual y su encubrimiento era aprovechar las oportunidades que ofrece Sanando Nuestra Iglesia. Cardenal Joseph W. Tobin, C.Ss.R. Arzobispo de Newark



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Reconstruir nuestra Iglesia

TERCERA Semana

Oración inicial Canto: “Canción del Misionero,” Flor y Canto #678 Coloquen en una mesa, al centro del grupo, una Biblia abierta en el pasaje que se va a leer. Coloquen una vela junto a la Biblia. Enciendan la vela cuando empiece la oración. Oración de san Francisco Oren juntos: Señor, hazme un instrumento de tu paz: Donde hay odio, que lleve yo el amor; Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón; Donde haya discordia, que lleve yo la unión; Donde haya duda, que lleve yo la fe; Donde haya error, que lleve yo la verdad; Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría; Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz. Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar, ser comprendido, sino comprender, ser amado, como amar. Porque es dando, que se recibe, Perdonando, que se es perdonado, Y muriendo, que se resucita a la vida eterna. Amén.


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Enfoque de la sesión Identificamos y exploramos los factores que condujeron al abuso sexual y el encubrimiento en la Iglesia. Afirmamos nuestra participación en reconstruir nuestra Iglesia.

Experiencia humana Dediquen unos momentos a la lectura de la siguiente reflexión, en silencio o en voz alta. Virginia Zamora cree que la muerte de su hijo fue el resultado final del abuso sexual que sufrió a manos de un sacerdote. Según un artículo en America: The Jesuit Review, Dominic Zamora tenía 12 años cuando les dijo a sus padres que ya no quería ser monaguillo en una parroquia en el sur de California. La razón era que el niño había sido abusado por años por el párroco, Michael Baker, quien después fue condenado por abusar de niños. Baker ocultó el abuso al decirle a Dominic que nadie le creería a un niño que acusaba a un sacerdote. Virginia Zamora dice que es un problema fundamental: “Necesitamos aprender a escuchar a nuestros hijos”, dijo a América. “Ellos tienen síntomas…Mi hijo no quería volver a la Iglesia. Él odiaba a Dios”. Virginia, quien trabaja con la Red de Sobrevivientes de Abusados por Sacerdotes (SNAP por sus siglas en inglés), dijo que hay un problema cultural involucrado, específicamente que los latinos dudan en acusar al clero. “Los hispanos creen que es su cruz que tienen que cargar”, le dijo a América. “Así es como viven con eso. Pero no es nuestra cruz. Necesitamos hablar… “En cuanto a los hispanos, todo lo que el sacerdote dice, así es. Pero eso no está bien. El sacerdote no es Dios. Nadie está por encima de Dios”. Virginia cree que el alcoholismo que llevó a la enfermedad del hígado y la muerte de Dominic fue el resultado del abuso. “Es triste, pero ahora él está a salvo”, le dijo a America. “Nadie puede volver a hacerle esto de nuevo”. Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) adoptó el Estatuto para la Protección de Niños y Jóvenes en junio de 2002. Las juntas diocesanas están formadas principalmente por laicos que no son empleados de la diócesis. Cada junta también incluye un párroco con experiencia, un experto en el tratamiento del abuso sexual infantil y, a menudo, una víctima o un miembro de la familia de una víctima. La función de esta junta es asesorar al obispo en su evaluación de los cargos y pruebas de abuso sexual de menores por


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parte del clero; aconsejarle para determinar si un sacerdote acusado es apto para el ministerio; y revisar las políticas diocesanas sobre estos temas. Además de crear juntas de revisión nacionales y diocesanas, el Estatuto, que ha sido revisado varias veces, impuso varias obligaciones a las diócesis, incluyendo estas: •

denunciar a las autoridades policiales cualquier acusación creíble de abuso sexual de un menor;

cooperar en la investigación;

promover la sanación y la reconciliación de los sobrevivientes de abusos y sus familias;

investigar un cargo de abuso sexual, incluso si un estatuto de limitaciones impide el procesamiento penal;

remover al sacerdote del ministerio, posiblemente incluso del sacerdocio, si se admite o se prueba un solo caso de abuso infantil;

crear un ambiente seguro para los niños a través de la selección y capacitación de ministros y otro personal.

No hay un solo factor Ningún factor por sí solo conduce al tipo de crimen que atrapó a Virginia y a su hijo y a miles de otras víctimas y sus familias. Como dijo el obispo Robert Barron, fundador de Word on Fire, “Cualquier cosa tan compleja como este fenómeno tiene causas múltiples...Casi todos los eventos tienen causas múltiples.” Han surgido algunos conceptos erróneos acerca de los factores que conducen al abuso sexual de niños por parte de los sacerdotes, incluidos los papeles del celibato y la homosexualidad. La investigación realizada por el Colegio de Justicia Criminal John Jay, encargada por la USCCB, destaca la complejidad del tema y ofrece múltiples factores que conducen a estos delitos. Los investigadores concluyen que no hay una conexión directa entre el celibato o la homosexualidad y el abuso de niños en la Iglesia; ser célibe u homosexual no aumentaba el riesgo de que un sacerdote violara a los niños. Thomas G. Plante, profesor de psicología en la Universidad de Santa Clara, escribió en la revista América en octubre de 2018 que la orientación sexual, por sí sola, no es un factor de riesgo para los delitos sexuales contra menores o, en este caso, contra cualquier persona. El Dr. Plante citó la conclusión del equipo del Colegio John Jay de que “la mayoría de los infractores sexuales clérigos eran... hombres que simplemente abusaban de las víctimas a las que tenían acceso y con quienes tenían la oportunidad de desarrollar confianza. En la Iglesia Católica, estos


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individuos tendían a ser niños varones...los niños varones se les confiaban a los sacerdotes.” De hecho, el estudio de John Jay informó que la mayoría de los clérigos que cometieron estos delitos a finales del siglo XX se describirían a sí mismos como más probablemente heterosexuales. El informe explicó que los incidentes de abuso sexual por año “aumentaron de manera constante desde mediados de los años sesenta hasta fines de los setenta, luego disminuyeron en los ochenta y continúan siendo bajos.” Agregó que la mayoría de los sacerdotes acusados de abuso desde 1950 hasta 2002 fueron ordenados entre los años cincuenta y setenta. Los investigadores descubrieron que “muchos sacerdotes acusados comenzaron a abusar años después de ser ordenados, en momentos de mayor estrés en el trabajo, aislamiento social y menos contacto con sus compañeros.” Además, solo existían pocos recursos disponibles, como asesoramiento profesional, con sus limitaciones, para ayudarles con sus dificultades. “Los sacerdotes que carecían de estrechos vínculos sociales…tendían más probablemente a abusar sexualmente de menores, que aquellos que tenían un historial de vínculos sociales cercanos,” señala el informe. Los investigadores de John Jay escribieron que, si bien la respuesta a la crisis de abuso sexual se concentró durante mucho tiempo en las características de los infractores, no abordó adecuadamente los factores en la estructura de la Iglesia que permitieron el abuso y la protección de los abusadores. Desde su perspectiva, como la del obispo Barron, el clericalismo y el abuso de poder han jugado un papel importante en estos crímenes. El “clericalismo” se refiere a una cultura en la cual algunos clérigos asumen una actitud de superioridad y privilegio a la que no tienen derecho. Es una actitud que los laicos, por generaciones, no han podido o no han querido desafiar. El Papa Francisco se ha referido a esta actitud repetidamente, y él también ha establecido la conexión entre un clero que lo controla todo sobre los laicos y los delitos de abuso sexual. En agosto de 2018, el Papa le dijo a un grupo de jesuitas en Dublín: “Este drama de los abusos, especialmente cuando es de grandes proporciones y produce gran escándalo... tiene detrás situaciones de Iglesia marcadas por elitismo y clericalismo, una incapacidad para la cercanía al pueblo de Dios.” En ese mismo mes, en una carta “al pueblo de Dios,” el Papa Francisco destacó que la Iglesia está compuesta por todos sus miembros (laicos y clérigos) y advirtió que la Iglesia no puede avanzar si eso no se entiende claramente y se implementa en la práctica. Francisco escribió:


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“Esto se manifiesta con claridad en una manera anómala de entender la autoridad en la Iglesia — tan común en muchas comunidades en las que se han dado las conductas de abuso sexual, de poder y de conciencia…El clericalismo, favorecido sea por los propios sacerdotes como por los laicos, genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos. Decir no al abuso, es decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo.” El informe de John Jay se refirió al abuso de poder dentro de otras organizaciones, por ejemplo, dentro de los departamentos de policía. El estudio dijo que factores, como los que contribuyen a la brutalidad policial, también han existido en la Iglesia y ayudan a explicar “cómo el abuso de menores pudo persistir dentro de la organización durante tantos años.” “La subcultura de la policía es tal,” dijo el informe, “que los oficiales se muestran renuentes a denunciar a otros oficiales por conducta desviada o criminal, en gran parte por temor al ostracismo por parte de sus compañeros. Si bien algunos oficiales si reportan a sus colegas, muchos casos de conducta indebida y descarrío de la policía se revelan a través de un escándalo hecho público ... A menudo, los administradores de la policía son renuentes a reconocer la existencia de conductas delictivas o desviadas antes de su exposición pública. Este patrón no es exclusivo de la policía u otras organizaciones y es muy similar al comportamiento de los sacerdotes en la Iglesia Católica.” El informe de John Jay College notó que desde 2002 “la Iglesia Católica ha tomado medidas serias para comprender y reducir el problema del abuso sexual de menores por parte de los sacerdotes.” El informe menciona la Carta Estatutaria de Dallas, que incluye normas para la reconciliación, sanación, responsabilidad y prevención de futuros actos de abuso. El informe dice que los obispos de Estados Unidos están “continuando a través del modelo de cambio organizacional en camino a implementar lo que se considera una de las mejores prácticas en términos de educación sobre el abuso.” En su Asamblea Plenaria de junio de 2018, los obispos identificaron y discutieron a profundidad temas que no se abordaron adecuadamente en la Carta Estatutaria de Dallas. Por ejemplo, •

El principio “cero tolerancia” en el estatuto se ha aplicado a los sacerdotes (una ofensa resulta en la suspensión del ministerio) pero no a los obispos que han cometido abusos. Además, no existe una política clara que aborde a los obispos que no han actuado de manera responsable ante los informes de abuso del clero.


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Existe una necesidad de mayor transparencia en la forma en que las diócesis tratan las denuncias de abuso.

Existe la necesidad de una mejor auditoría y rendición de cuentas. Algunos obispos no han estado tan atentos como otros para asegurarse de que se apliquen todos los aspectos del estatuto.

El término “adultos vulnerables” debe aplicarse no solo a aquellos con necesidades especiales, como lo describe la ley canónica pero también para aquellos sobre los cuales los obispos o sacerdotes tienen autoridad, por ejemplo, los obispos sobre los seminaristas o los sacerdotes sobre los feligreses.

Luego, en 2019, el Papa Francisco y la USCCB reforzaron significativamente el proceso para denunciar el abuso y el encubrimiento y para asegurar que las investigaciones sean rápidas y de forma abierta. (Los detalles se incluyen en la introducción a este libro por el Dr. Thomas Plante). El Papa Francisco, en el documento Vosotros sois la luz del mundo, exige que todas las diócesis del mundo establezcan “sistemas estables y fácilmente accesibles al público” para denunciar delitos, incluido el abuso sexual y la posesión o distribución de pornografía infantil. El documento hace a los sacerdotes y obispos de todos los niveles responsables por su comportamiento, y garantiza la protección de quienes presentan denuncias. En cumplimiento de la directiva del Papa, la USCCB aprobó un sistema que permitirá a las personas denunciar el abuso sexual por parte del clero, o el hecho de que un obispo de cualquier rango no trató correctamente un informe de abuso a través de un número de teléfono gratuito o en línea. El metropolitano (el principal obispo en una provincia de diócesis contiguas) tiene la responsabilidad principal de supervisar una investigación inmediata. Las diócesis individuales también han tomado medidas para ser más receptivas a las víctimas, más responsables de presentar informes sobre los presuntos abusadores y más transparentes sobre estas actividades. Las diócesis de Nueva Jersey, por ejemplo, crearon un programa de compensación para los niños víctimas de abuso por parte del clero. Este programa ayudará a través de recursos financieros a las diócesis para proporcionar compensación y consejería para los que fueron víctimas como menores de edad. Como el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, explicó al Encuentro Mundial de las Familias en Dublín, agosto de 2018, “A través de eso, víctimas tendrán una voz formal que les permite hablar frente a un comité independiente. ... El programa asegurará compensación financiera a víctimas que no la han recibido sin importar si sus denuncias cumplan los requisitos del tiempo delineados en las reglas de prescripción”.


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Compartir Tómense unos momentos de silencio para reflexionar sobre lo siguiente. Después compartan sus respuestas: 1. ¿Cuál es tu reacción a la idea, expresada en esta sesión, que hay una reticencia en la cultura hispana a cuestionar a los clérigos o acusarlos de maldad? __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ 2. Discute los factores que contribuyen al encubrimiento del abuso sexual en la Iglesia o en cualquier otro lugar. __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ 3. ¿Cuál crees que es el paso más importante que ha tomado la Iglesia con respecto al abuso sexual por parte del clero? ¿Por qué? __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________


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La Palabra de Dios Lector: Lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios (4:11-13. 15-16) Y él mismo concedió a unos ser apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del Hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo. . . . Más bien, profesando la verdad en el amor, debemos crecer en todo hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo. Y por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión entre sí de todas sus partes; y cuando cada parte funciona bien, todo va creciendo y edificándose en amor. Palabra de Dios. Todos: Te alabamos, Señor. Hagan una breve pausa para reflexionar en silencio, dejando que penetre la Palabra de Dios profundamente en sus corazones.

Reflexión Dediquen unos momentos a la lectura de la siguiente reflexión, en silencio o en voz alta. Las poderosas palabras de San Pablo describen cómo cada uno de nosotros es parte del Cuerpo de Cristo, nuestra Iglesia. Y cada uno de nosotros está llamado no solo a ser parte del Cuerpo, sino también a ser un miembro activo, cada uno contribuyendo con su propia perspectiva y dones para edificar y, cuando sea necesario, sanar nuestra Iglesia. Este es un concepto que San Francisco de Asís llegó a comprender y se convirtió en la base del trabajo de su vida. Francisco, cuyo padre era un rico comerciante de especias y telas, se apartó de una vida despreocupada en favor de una vida de simplicidad y servicio a los pobres, una vida que él creía que era la única manera de seguir a Cristo. Francisco estaba orando en una capilla junta al camino, abandonada y dedicada a san Damián cuando, contó él, tuvo una visión de Jesucristo diciéndole, “Ve Francisco, repara mi iglesia. Ya lo ves: está hecha una ruina.” Francisco tomó este llamado literalmente, e inmediatamente vendió una carga de las cortinas de su padre e incluso su caballo para recaudar dinero para reconstruir esa capilla, eventualmente haciendo el trabajo físico él mismo, y se ocupó de la reparación de otras capillas. Pero Francisco vio un significado más amplio de “repara mi casa.” Desechado por algunos como un tonto o lunático, Francisco, a través de su pobreza autoimpuesta,


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puso un ejemplo para toda la Iglesia que, en ese momento, era ostentosamente rica y preocupada por la supresión a veces violenta de las herejías. Francisco reunió seguidores, un movimiento de laicos que implicó volver a comprometerse con el Evangelio para vivir simplemente enfocados en Jesucristo y los pobres. Fundó la orden ahora conocida como los Frailes Menores cuando aún era un laico. Más tarde fue ordenado diácono. Francisco de Asís continúa inspirando y desafiando a cristianos y no cristianos hoy día. Si seguimos su ejemplo, no nos contentaremos con responder con silencio o resignación al daño que se ha hecho a la Iglesia, al pueblo de Dios, a las víctimas y sus familias, a los fieles laicos y al clero fiel. Más bien, responderemos al llamado a edificar el Reino de Dios en la tierra; discerniremos nuestro papel en la reparación del daño, y actuaremos. Algunas acciones pueden venir rápidamente a la mente; algunas pueden venir solo después de la oración o después del diálogo y la colaboración con otros. De cualquier manera, que lo discernamos, tenemos un papel en la sanación de nuestra Iglesia. Estos son algunos ejemplos: •

explorar con el párroco maneras en que la parroquia puede dejar en claro su compasión por los afectados por el abuso sexual;

orar por las víctimas de abuso sexual en privado y como parroquia;

animar al párroco a celebrar “sesiones de escucha” y proporcionar otros medios para permitir que las personas expresen sus emociones y busquen sanación;

presionar a los líderes de la Iglesia para que incluyan a hombres y mujeres laicos en el proceso de reconocimiento de las denuncias;

participar en el curso Protegiendo a los Niños de Dios que ofrece tu diócesis3, para que estemos mejor capacitados para identificar el abuso sexual en la Iglesia, en una familia o en cualquier organización que atienda a niños y adolescentes.

Como Pablo escribió a los cristianos en Éfeso, y como escribe en otras partes, cada ligamento en el Cuerpo de Cristo tiene un papel, y, como Francisco, todos estamos llamados a discernir nuestro rol y cumplirlo. Que seamos capaces de recordar que Jesús convocó a una comunidad de personas enfocadas en él, su enseñanza y su ejemplo, no a una estructura de arriba a abajo en la que algunos tienen más por ganar que otros. Nosotros somos la Iglesia.

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Para información sobre este programa, visita al sitio web de su diócesis o www.virtusonline.org.


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Compartir Reflexionen brevemente en silencio sobre los puntos siguientes y después compartan en el grupo: 1. Pablo escribió sobre los “ligamentos” en el Cuerpo de Cristo. ¿Cómo se ven a sí mismos en esa descripción? __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ 2. ¿Qué puede hacer para sanar las heridas y reconstruir la Iglesia? __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ 3. Nombra las acciones que crees que son más críticas para que los obispos las aborden. ¿Qué preguntas te gustaría hacerle a tu obispo? __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________

Actuar En esta sesión, hemos reflexionado sobre los factores que conducen al abuso sexual y el encubrimiento, y nuestro papel en la reconstrucción de la Iglesia. ¿Cómo les inspira esto para actuar? Aquí hay unos ejemplos: 1. Como grupo, escriban las acciones que creen que son más críticas para que su obispo las tome en relación con el abuso sexual en la Iglesia, las preguntas que les gustaría que respondiera o las cuestiones que les gustaría que aclarara. Den sus respuestas a su animador de Sanando Nuestra Iglesia para que puedan combinarse con las respuestas de los otros pequeños grupos de su parroquia y ser enviadas al obispo. 2. Inscríbanse para el curso Protegiendo a los Niños de Dios.


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3. Continúen orando por las víctimas de abuso sexual y por iluminación sobre las acciones que pueden tomar para ayudar a sanar nuestra Iglesia. 4. Si algunos de ustedes son profesionales de la salud mental o tienen una habilidad particular en las áreas de abuso, consideren ser voluntarios para ayudar a nivel parroquial o diocesano.

Orar Una oración por la sanación de nuestra Iglesia Dios de bondad y de gracia, pedimos por la sanación de nuestra Iglesia herida y por una forma de seguir adelante en este tiempo de desesperación. A ti clamamos pidiendo sanación por las víctimas de abuso y por sus familias. A ti clamamos pidiendo la sanación de tu pueblo. A ti clamamos por la sanación del clero. Concédeles a nuestros obispos la fortaleza y la sabiduría de trabajar con los laicos por la transformación de nuestra Iglesia. Abraza a tu pueblo con tu compasiva misericordia, y restaura nuestra confianza en la Iglesia y sus ministros. Danos esperanza de que la Iglesia pueda ser transformada por tu gracia obrando en y a través de nosotros. Que Jesús, la compasión y el poder de Dios, nos atraiga hacia Sí mismo en Palabra y Sacramento y que nos envíe fortalecidos en la fe para compartir su amor con el mundo. Todo esto pedimos en el nombre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo, un Dios por los siglos de los siglos. Amen. © 2019 RENEW International

Recordatorio Prepárate para la siguiente sesión leyendo el Evangelio según San Lucas (15, 11-32).


El escándalo de abuso sexual en la Iglesia Católica ha dejado a muchos de los fieles en una agitación emocional con respecto a su fe. Para ayudar, RENEW International creó Sanando Nuestra Iglesia, un recurso para pequeñas comunidades que ayuda a los fieles a enfrentar el problema, lidiar con las complejas emociones que este escándalo ha provocado, y comenzar el camino hacia la sanación y el discipulado renovado. Claramente este es un momento crítico en nuestra Iglesia. La necesidad de reforma, renovación y sanación a la luz de estos terribles escándalos afecta a todas las diócesis. Hay un deseo entre los fieles de un foro que use la oración y la reflexión sobre las Sagradas Escrituras para expresar pensamientos y sentimientos y comenzar el proceso de sanación. Ruego a Dios que, Sanando Nuestra Iglesia, por RENEW International, cumpliera esta urgencia pastoral en la Iglesia en este momento difícil. Obispo Alfred A. Schlert, Obispo de Allentown Sanando Nuestra Iglesia llega en un momento crítico. Los feligreses necesitan una herramienta de reflexión sólida que los ayude a navegar la crisis de abuso a través de la discusión, el compartir la fe y la comunidad con otras personas que están sufriendo pero que están orando por un cambio en la Iglesia. A través de este libro, que todos podamos llegar a una renovación personal y comunitaria más profunda para terminar con las cosas que nos alejan de lo que debemos ser como la Iglesia de Jesucristo. Hermana Donna L. Ciangio, OP D.Min., Canciller, Arquidiócesis de Newark Las personas de fe necesitan desesperadamente una manera de comprender mejor y enfrentar el trauma que se ha desarrollado en la Iglesia durante tanto tiempo. Necesitan un camino hacia la paz, la reconciliación, el perdón y la integridad. Necesitan una forma de aferrarse a su fe, incluso sabiendo que muchos de los humanos que representan la tradición de fe han pecado y han tropezado tan atrozmente. Este libro es probablemente la mejor herramienta disponible para acercarnos a esta sanación tan necesaria. Ofrece un camino a la sanación y ofrece esperanza. Thomas G. Plante, Ph.D., ABPP, Universidad de Santa Clara y Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford

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RENEW International promueve la renovación espiritual enraizada en la Iglesia Católica, inspirando y preparando a comunidades y creyentes para descubrir la presencia de Dios en lo cotidiano profundizar y compartir la fe, y expresarla en sus actos.

HOC/19/S RENEW International 1232 George Street Plainfield, NJ 07062-1717 www.renewintl.org


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