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Lunes 6 de marzo de 2017
FOTOS: MIGUEL DUARTE
C
on el paso del tiempo, el grafiti ha tenido una mala reputación y es considerada por muchos una forma de expresión del vandalismo, sin embargo, “Datoer” ha llevado la pintura en aerosol a un nuevo nivel de arte y profesionalización, creando verdaderas obras en murales y bardas de empresas y hogares que aprecian su trabajo. Desde los 15 años de edad, Arnold Cruz comenzó a realizar pinturas en grafiti y desde entonces, ha logrado exponer en diversas ocasiones en Yucatán y otros estados de la república como Campeche, Quintana Roo, San Luis Potosí, Chiapas, Puebla, Veracruz, entre otros. Sus obras abarcan todo tipo de temáticas y entre sus trabajos pueden encontrarse retratos, paisajes, caricaturas y hasta cómics. “Me dedico a hacer murales con grafiti y me contratan para hacer decoraciones de oficinas, de interiores de cuartos, salas. Han aceptado mi trabajo incluso en la eecretaría de educación y el mural más grande que he hecho fue en la barda de medio kilómetro”, expresó Arnold. A través de sus producciones, Cruz busca que las personas empiecen a eliminar la etiquetas y mala reputación al grafiti, cambiar la mentalidad de las personas para que aprecien este tipo de arte y no sea asociado con vandalismo, además de brindar una experiencia agradable para aquellos que tengan contacto con los murales. “Ahora trato de recuperar elementos que hemos tenido muy olvidados, por eso hago rostros de ancianos, ellos tienen mucho que contarnos. Igual el punto de cruz, se está olvidando y es un buen bordado, es una costumbre de Yucatán, parte de la cultura. Ahora trato de enfocarme en eso”, explicó el artista. Datoer logra mantenerse a través de lo que gana con sus obras, se dice agradecido con las personas que lo han contratado y apoyado su trabajo, y reconoció que desde hace unos años, la sociedad ha ido teniendo una mejor aceptación hacia el grafiti. En ese sentido, recomendó a los jóvenes apasionados por el grafiti, continuar practicando para convertirse en mejores artistas cada día. “Todos tenemos un inicio y nunca hay que olvidar los comienzos. Yo también empecé de esa forma y poco a poco van a notar que van a querer más. Yo les recomiendo que practiquen mucho,
se dediquen y si lo desean, desempeñarlo como un oficio, así como yo lo trabajo”, manifestó. Cruz, quién cursó hasta el bachillerato, ha realizado más de mil obras a lo largo de los años, mismas que pueden encontrarse en diferentes partes del país. Fue en el año de 2012 cuando el artista decide comenzar a comercializar sus obras para poder mantenerse y conseguir los materiales de trabajo que utiliza, sin embargo, hace apenas un año que Datoer dejó otros trabajos para dedicar todo su tiempo de lleno al grafiti. “Yo estudié hasta la preparatoria, era ayudante de cocina y hacía grafitis, eran mis dos oficios pero llegó un momento en el que no me daba abasto y tenía que decidirme por alguno y escogí el grafiti. Era tanta la demanda de trabajos que tenía que decidí dedicarme y vivir de esto”, señaló. Las creaciones de Datoer son diversos; desde un dibujo a lápiz, hasta cuadros y murales y tienen costos muy variados que pueden ir desde los 300 pesos, hasta los 2 mil 500 pesos, dependiendo de la complejidad del trabajo y la cantidad de material que se utilice en la obra. Datoer, grafitero por pasión y de profesión, se visualiza dentro de cinco años formando una familia y con más trabajo. “Me veo creciendo a la familia, con mayores oportunidades de trabajo, de exponer en diferentes lugares, conocer más partes del país que es muy lindo a pesar de los problemas y me gustaría que después de mí, vengan más chavos que se dediquen al grafiti”, expuso. Indicó que en los próximos meses contará con varias exposiciones en diferentes puntos de la ciudad, como en el Bistro Cultural en el mes de abril y el Macay, además de impartir talleres de grafiti. Para quienes estén interesados en contratar al artista, pueden contactarlo a través de su página de Facebook bajo el nombre de “Datoer”, así como al número 9992-32-83-07, vía llamada telefónica o whatsapp.— Miguel Duarte
FOTOS: MIGUEL DUARTE
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esde hace más de dos años, Alejandro se gana la vida tocando la batería todos los días en las calles de la ciudad, trabajo que le ha ayudado a mantener a su familia.
Desde la temprana edad, Alejandro Negrete comenzó a tener interés por aprender a tocar la batería y fue hasta los 15 años que por primera vez tomo unas baquetas e inició su formación musical de manera autodidacta. El músico narra como hace poco más de dos años, era empleado en una tienda de artículos deportivos en una plaza comercial, sin embargo tenía mucha carga de trabajo y la remuneración era poca, por lo que decidió retirarse. “Era diciembre y todas las plazas que pude haber ocupado en tiendas similares estaban ocupadas y yo no sé hacer otra cosa más que tocar batería y platicando con un amigo surgió la idea de tocar en la calle y gracias a Dios ha resultado bastante bien y hasta gano más de lo que me pagaban en la tienda”, explicó. Aseguró que por falta de tiempo, recursos y oportunidades no ha podido ingresar a una escuela de música para instruirse formalmente. Pese a esto, Alejandro ha tomado diversos cursos de grabación y producción para poder salir adelante y destacar en la escena local. “Tocar en la calle me ha llevado a varios trabajos en el ámbito musical, por
un tiempo conseguí un patrocinio de baquetas que ya finalizó, mucha gente me ha apoyado, he tenido la oportunidad de dar clases, algunos que me han visto me llamaron para tocar en diferentes escenarios y ahora voy a grabar unas canciones para una banda”, dijo. Vecino de la colonia San Pedro Uxmal, Ajelandro mencionó que la situación económica es complicada debido a que existen factores como la lluvia, días inhábiles o hasta accidentes que afectan lo que logra recaudar durante el día. “Es divertido pero si en un punto siento que no me está funcionando, pues tendría que optar por hacer otra cosa. Obviamente no siempre voy a tocar en la calle, quiero estudiar ingeniería en audio para seguir en contacto con la música”, agregó. Aunque existen días en los que Alejandro se retira con los bolsillos vacíos, también hay ocasiones en los que puede recaudar entre 70 y 75 pesos en una hora. Dijo que aunque no es mucho, agradece no depender de nadie y poder administrar su propio tiempo para poder cumplir otros compromisos. El baterista manifestó que hasta el momento no ha tenido problemas con las autoridades, que le han permitido trabajar debido a que no afecta el trásito vehicular en las calles donde se instala para brindar el espectáculo musical. “Sé que esto no es para siempre pero me ha funcionado pero si tengo que ver otra manera de poder ayudar con las cosas de la casa y mantener a mi esposa y a mi hija. También busco generar ingresos extras haciendo otras cosas como grabar, he desyerbado casas, lavado coches y trabajos pequeños de carpintería, electricidad y albañilería, de todo”, añadió. Alejandro apenas logró cursar hasta el primer año de preparatoria y entre sus propósitos para este 2017 y deseos de superación personal, se encuentra poder terminar sus estudios de bachillerato para despues ingresar a una carrera como la ingeniería en audio. “No me avergüenzo nunca de tocar en la calle porque no estoy haciendo nada malo, estoy pidiendo una pequeña cooperación por un show que doy. Así como hay gente que me ayuda y aporta algo, también hay gente que no y no hay ningún problema, cada quien es libre”, finalizó.— Miguel Duarte