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LOCAL
EQUILIBRIO INFORMATIVO
Martes 14 de febrero de 2017
seleccionadas entre los más de 200 cuadros que el artista ha elaborado. Don Ermilo, con la humildad y sencillez que lo caracteriza, continúa esforzándose por mejorar, por seguir aprendiendo y hacer cosas nuevas en sus pinturas. “Creo que todavía no he hecho algo que realmente valga la pena. Quiero cada día superarme lo más que pueda. Mientras haya vida, hay ilusión por hacer algo con lo que quede totalmente satisfecho”, dijo. “Yo no sé en qué me inspiro, pero creo que es un don que viene de allá arriba. Tengo que estar siempre con el pincel en la mano, cuando no tengo el pincel en la mano me siento como un adicto que no tiene su droga. Es mi droga la pintura y eso me ha conservado tantos años tan bien y pinto de todo: retratos, paisajes, cosas modernas. De todo lo que me piden”, señaló.
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sus casi 93 años de edad don Ermilo Torre Gamboa continúa realizando aquellos trazos y pinceladas que lo han llevado a exponer en todo el mundo y lo han convertido en un ícono de la pintura a nivel nacional. Sus obras lo han llevado a realizar exposiciones en países como España, Estados Unidos, Francia y Cuba. En México ha llevado su arte a lugares como Campeche, Izamal, Veracruz, Puebla, Ciudad de México y, desde luego, Mérida, donde ha presentado unas 14 exposiciones. En una entrevista con Punto Medio, don Ermilo narró cómo fue que decidió dedicarse a la pintura, cuáles fueron sus inicios, su formación académica, sus mayores influencias, retos, logros y cómo heredó la pasión por el arte de su tío abuelo Juan Gamboa Guzmán, el pintor más importante del estado durante el siglo XIX. “Desde chico llegaba de la escuela y en lugar de ponerme a estudiar, me ponía a dibujar y a pintar. A los 8 ó 9 años empezó mi dedicación para más tarde tomar clases particulares. A los 18 años me fui a México, a la Academia de San Carlos y ahí estuve dos años. Después regresé a Mérida, terminé la prepa y me fui a hacer estudios mayores en Europa. Estuve un año en España, seis meses en París y un año en Italia”, relató. Tras descubrir su destreza por la pintura a temprana edad, se convierte en alumno del Centro Estatal de Bellas Artes en la ciudad de Mérida y posteriormente, a la edad de 17 años, decide viajar a la Ciudad de México para estudiar en la Academia San Carlos. A don Ermilo no le falla la memoria y asegura que aún tiene muy buenos recuerdos. “Vivía en el mero centro de la ciudad, sobre la calle 67 a dos cuadras del Mercado Lucas de Gálvez. Mi padre era comerciante. Tenía una tienda de artículos religiosos que se llamaba “El Paje”. Al morir, la tienda se quedó en manos de un hermano mío y yo no quería quedarme ahí, quería dedicarme a la pintura. Fue entonces cuando me fui a México a estudiar”, expresó. “Cuando volví a Mérida ya tenía 27 años y puse mi primera exposición, que fue un éxito porque no había pintores en esa época. Fue la primera exposición que hice llegando de Europa y fue en un local que está en la calle 59 por 64. De ahí en adelante ya hice como 200 ó 300 exposiciones y estoy preparando una nueva que va a ser a fines de este año y estará en el Museo Maya”, añadió. Su próxima exposición La exposición que prepara será interesante, pues estará conformada por diversas obras que ha realizado con el paso del tiempo. Pinturas que hizo desde muy pequeño, hasta las más recientes. Todas
El artista mencionó que muy poca gente le cree cuando habla de su edad. Casi 93 años de edad y don Ermilo camina sin necesidad de un bastón. “Todos me dicen que parezco de 75 u 80 años, pero tengo 93, aunque me siento como de 30 ó 40. Mi mente está perfectamente bien y desde las siete de la mañana estoy pintando hasta las diez de la noche”, expresó. Sus pintores favoritos Al hablar de sus influencias, el pintor yucateco manifestó que entre los pintores que más admira de México se encuentran Rufino Tamayo, Diego Rivera y José Luis Cuevas, entre otros. Y sus artistas favoritos de Europa son Leonardo da Vinci, Francisco de Goya y Rembrandt, por mencionar algunos. Durante aproximadamente 50 años también fue maestro de pintura de una gran cantidad de pintores aprendices, aunque lamentablemente, debido a cuestiones de salud, tuvo que retirarse para continuar con sus pinturas. “Tengo muchos amigos yucatecos que pintan, hay muy buenos pintores aquí en Yucatán. Son muchos pintores y pintoras, ahora están como hormigas. Estuve dando clases como 50 años a muchos de ellos”, dijo. “Así como me ves muy bien, ya tengo tres infartos, uno de ellos muy fuerte que casi me lleva a la otra vida, pero el de allá arriba no quiso que me vaya y seguí pintando y pintando. Hasta hoy me cuido mucho la salud, tomo las medicinas que me receta el cardiólogo, paso buenas noches, no tomo los tragos, los tomé de joven así que ya, me va muy bien”, narró el artista mientras sonreía. Grandes logros Conocer a mucha gente importante, grandes artistas nacionales e internacionales, hacer muchos amigos, contar con el cariño y el aprecio de la gente, son para el pintor yucateco sus más grandes logros.
“He conocido a grandes maestros. En México tuve la gloria de conocer y llevarme con el famoso Diego Rivera, José Clemente Orozco y muchos otros pintores que iban a Bellas Artes cuando yo era alumno”, dijo. Es bien sabido que la vida del artista no es fácil. Es una vida de constante trabajo y pasión por lo que se hace, aunque puede convertirse en algo mágico con el paso del tiempo, así lo describe Torre Gamboa. “La vida del artista es muy bonita porque estás haciendo lo que te gusta, pero económicamente es dura porque no te deja más que para vivir moderadamente. No puedes tener lujos como un buen coche o una casa muy elegante. Vivo modestamente y con lo poco que gano, ayudo a mis hijos, a mis nietos y a mis padres cuando vivían. Ahí se iba lo poco que ganaba. Es más por pasión que por dinero”, manifestó. “Mientras siga con vida, espero seguir haciendo más. Seguiré pintando hasta el último día”, afirmó Torre Gamboa. A los jóvenes que están interesados en el arte de la pintura, el mensaje de don Ermilo Torre Gamboa es “que trabajen como locos, como yo. Desde la mañana hasta la noche”. Actualmente, don Ermilo cuenta con una exposición en la Pinacoteca Juan Gamboa Guzmán, que lleva ese nombre en honor al abuelo del artista y está ubicada en la calle 59 entre 60 y 58 del centro de Mérida. La entrada tiene un costo de 40 pesos, aunque durante los domingos es de acceso gratuito para los de nacionalidad mexicana. La galería está abierta de martes a sábado de 9 a.m. a 5 p.m., y los domingos de 10 a.m. a 5 p.m. Finalmente, una pregunta obligada. Si don Ermilo no fuera pintor, ¿qué estaría haciendo? “Me gustaría haber sido piloto aviador, porque me llevé con muchos amigos pilotos y me invitaban a pasear y me encantaba, pero tenía problemas de corazón desde chico así que no se pudo, pero la pintura me gustó tanto que dediqué toda mi vida a ella”, finalizó el artista.– Miguel Duarte