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LOCAL
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EQUILIBRIO INFORMATIVO
Martes 27 de diciembre de 2016
Los pioneros “Entre los años de 1908 a 1910, el venerable Circo Teatro Yucateco, para entonces el más flamante coso taurino con techo, donde lo mismo se protagonizaban las corridas de la feria de Santiago, charreadas, banquetes, temporadas de teatro, eventos deportivos, el señor Enrique Rosas con un equipo “Lumiere” ofrecía funciones de cine mudo o silencioso, amenizadas con un conjunto de cuerdas presentado como el Sexteto Uranga”. En una de sus temporadas de cine presentó una película de cortometraje titulada “Las aventuras del Sex- teto Uranga”, lo que resultó la primera experiencia del público yucateco de admirar en la pantalla a quienes conocía en persona. El cine hizo entonces presencia como parte integral de las muy pocas actividades y espectáculos que se desarrollaban en Mérida. Con el desarrollo del cine también se hizo necesaria la presencia de áreas más amplias y con la infraestructura para la sociedad meridana que crecía rápidamente. De esta manera se inauguraron salas más amplias y confortables. Inicialmente los cines Apolo, en el mismo barrio de Santiago; posteriormente las salas de El Rialto, El Alcazar en el barrio de Mejorada, el Nuevo Principal en el centro de la ciudad y seguidamente el Cine Teatro Colonial, en la confluencia de las calles 57 y 62, teatro hecho de madera, con una presencia muy sólida en la época de los años 30. La nueva experiencia del cine Con el desarrollo y las nuevas tecnologías del cine desarrolladas en Estados Unidos y Alemania, las salas cinematográficas en Mérida crecieron, se ampliaron, la demanda era mayor, todos los sectores de la sociedad podían acceder a ella y los personajes, tanto mexicanos como extranjeros se habían convertido en super héroes, lo que dio paso a nuevos componentes del negocio cinematográfico en las áreas de dulcería, los horarios para sectores específicos de la población y la variedad en el precio de las entradas; por ello mismo se abrieron incluso cines de dos pisos, donde abajo se podía contar con privados para ver las funciones y las siguientes como plateas, luneta y la general donde eran sillas de plegar, sin colchones para sentarse. Las nuevas salas de cine se abrieron en la década de los 50. Es entonces que aparecen los grandes y amplios es-
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naugurado en 1949, con una arquitectura Art déco, el Cinema-Teatro Mérida ha cumplido seis décadas de ser uno de los puntos referentes de la cultura y el espectáculo de la capital yucateca. Originalmente sala cinematográfica y posteriormente sala de espectáculos bautizada con el nombre del compositor Armando Manzanero, es considerado uno de los sitios más importantes de los trabajadores de la cultura de nuestro estado. El cine en Yucatán inició a finales del siglo XIX. Hemos documentado todo esto antes. En nuestro estado no sólo se integraron compañías cinematográficas, sino también se realizaron una serie de producciones cinematográficas en las primeras tres décadas del siglo XX, en el que importantes y destacados productores, actores, guionistas, escritores, pero también técnicos lograron conjuntar una serie de propuestas que desarrollaron
una incipiente industria cinematográfica. Desde los primeros años del siglo XX, el cine ocupó un lugar preponderante entre las tareas de entretenimiento de los yucatecos, no solo en la capital del estado donde se abrieron varias salas, sino también en el interior del estado donde empresarios visionarios implementaron mecanismos para proveer de este espectáculo a la naciente sociedad yucateca. En México muy pocos estados pudieron impulsar una producción cinematográfica, Durango, México, capital, Chihuahua y Jalisco fueron los pocos estados, junto con Yucatán que despuntaron en el quehacer del desarrollo cinematográfico, refiere el periodista e investigador Luis Ramírez Aznar en el documento “De cómo se hizo el cine en Yucatán”. Uady 1976.
pacios para presentaciones fílmicas. De la misma época en la que se construyó el cine Mérida se edifica la Escuela de Medicina de la Universidad de Yucatán, la Colonia Alemán y muy cerca del parque de esa colonia el Cine Maya, el ex rastro de Mérida, ya desaparecido, pero en el centro de la ciudad, el Hotel Colón, y se desarrollan las colonias Reparto Dolores Patrón, Colonia México y la García Ginerés, el Parque de las Américas y el emblemático Monumento a la Patria. El cine Mérida fue puesto en funcionamiento el 9 de diciembre de 1949, construido por el arquitecto Michelle Monique, fue edificado originalmente como Cine Mérida destacando por su monumental fachada Art déco, con la presentación de la película española “Locura de amor”, impulsado por el empresario Tuffic Charruf Baduy. El Cine Mérida se convirtió en un foro vanguardista del sureste del país”. Originalmente contó con una capacidad para 2 mil 300 personas. Tras funcionar ininterrumpidamente por más de 40 años, el cine Mérida vio sus últimos momentos de gloria cuando aparecieron en la ciudad las salas más pequeñas y con horarios más amplios, como fueron los multicinemas de Plaza Dorada, al final de los años 80. En 1992 dejó de funcionar como cinema y en 2000, con el impulso del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, esta sala fue sacada del abandono y reabrió sus puertas como teatro. Es preciso decir que además de ser un cine cumplió muchas veces la función de teatro, pues ahí se presentó en 1978 la Orquesta Sinfónica Nacional, pero también se realizaron eventos artísticos con compañías teatrales,
dancísticas y conciertos de grupos y artistas de la época del rock and roll. Una fuerte presencia del Art déco La principal característica de su fachada es su marcada verticalidad acentuada con el manejo de vitroblocks. A manera de remate cuenta con el escudo de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Mérida y en sus interiores, tanto en la sala de acceso, como en el foyer hay una notable presencia arquitectónica que fue reconstruida y detallada para recuperar la presencia Art déco propia de la época de su construcción. Sus techos, paredes y accesos de herrería fueron presentadas a detalle con bocetos que el arquitecto Monique confeccionó, añadiendo un primer telón, ya perdido, con un dibujos y escenografía contemporánea. Es importante establecer que el Cine Mérida fue uno de los primeros enfriado con aire acondicionado en la ciudad, por lo que en sus primeras funciones el precio del boleto era de 2 pesos. Con el Cine Mérida se edificaron también las salas: Cinema Cantarell, Cine Rex, Nuevo Novedades, Principal, Rialto, Encanto, Cine Teatro Esmeralda, San Juan y Alcázar. En el Cine Mérida se estrenó una de las películas más célebres de Pedro Infante: “A Toda Máquina”. A la medianía del siglo XX, el Cine Mérida era uno de los sitios preferidos de la sociedad yucateca; por ello logró muy buenas entradas con las película “Los Enredos de una Gallega”, con Niní Marshall. También en el Mérida se estrenó “Suez” con Tyron Power y Loreta Young, El Puente sobre el Rio Kuyt. En esta misma sala se presentaron los éxitos más importantes de la cinematografía estadounidense de esa época, entre ellos El Buscavidas, con el inolvidable actor Paul Newman. Los nuevos tiempos Para sus nuevos tiempos, ya bautizado Teatro Armando Manzanero, sus salas integradas presentan ahora muestras de cine de muy diversos géneros en temporadas realizadas tanto por la Secretaría Estatal de la Cultura y las Artes, como de organismos privados. Este foro ha sido representativo porque ahí fue la última presentación del genio yucateco Héctor Herrera Alvarez, “Cholo” en un evento con otros importantes actores mexicanos. Ha destacado como sitio preferencial en los Otoños Culturales, en los actividades del Fic Maya, pero también como espacio para eventos folclóricos, musicales, teatrales. El Cine Teatro Mérida, hoy Teatro Armando Manzanero, ha vivido 67 años de una intensa actividad cultural, social y artística en la capital yucateca. Este recinto ha sido foro político también, ha albergado diversos escenarios y salas para la práctica y exposición de obras de arte, ha sido también el espacio donde se han presentado los más destacados artistas de nuestro estado, así como compañías operísticas nacionales e internacionales, ha sido espacio para las presentaciones de las más diversas disciplinas del quehacer artístico y mantiene su presencia inalterable como testigo vivo de la vida cultural de Yucatán. –José Cortazar Navarrete