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EQUILIBRIO INFORMATIVO
Viernes 2 de junio de 2017
El secretario general de la Sección 33 del SNTE se siente orgulloso de ser maestro, y subraya el “sindicalismo de servicios” que impulsa esa agrupación. Afirma que su filosofía de vida es practicar el optimismo y admite que el liderazgo magisterial sí afecta las relaciones familiares.
S
iempre me llamó la docencia, ayudar a los niños a leer, a escribir, y como se dice coloquialmente: si me volvieran a tocar la misma canción, la bailaría con el mismo gusto como la he bailado a lo largo de 37 años –afirma José Crescencio Gutiérrez González, secretario general de la Sección 33 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en entrevista para Punto Medio. José Crescencio nació el 18 de febrero de 1962. “Ya nos quemamos con la edad”, dice sonriente. Es egresado de la escuela normal “Rodolfo Menéndez de la Peña” de esta ciudad. Ha sido maestro rural de toda la vida. Inició su servicio docente en 1980 en el estado de Veracruz, en el municipio de Chicontepec para ser exactos, y posteriormente trabajó siete años en Tabasco, llegó a Yucatán en 1988 “y me fui a trabajar al municipio de Chankom”.
¿Cómo era de niño?
–Yo creo que un niño normal, con las mismas travesuras. Vengo de una familia humilde y creo que por eso es la identidad que he tenido con el medio rural. Me he sentido muy cómodo. –Fui de los maestros que viví en cada comunidad, convivía diariamente con los padres de
familia y aprendimos lo que es la siembra, lo básico del trabajo ganadero: poner alambrado, vacunar ganado; pollos, tuve mis hortalizas.
¿Algún libro que le haya gustado?
–Hay un libro que leí hace mucho tiempo que se llama Jicaltepec, del autor Roberto Blanco Moheno (editorial Diana), donde se relata la vida en el campo, el costumbrismo, y en lo particular me identifiqué con esto porque hemos estado muy cerca de esas comunidades, he aprendido costumbres de otros estados, así como he llevado las costumbres y tradiciones de Yucatán.
¿Comida favorita?
–Los mariscos y los platillos yucatecos, ¡por supuesto!
¿Bebida?
–Los refrescos naturales. Soy una persona muy sencilla. Siempre le comento a nuestros compañeros de trabajo que no somos diferentes a nadie. Somos una persona común y corriente que nos van a encontrar en el súper, cine, zoológico... La responsabilidad que tenemos es muy importante y no nos debe hacer perder el piso o perder nuestra esencia como ciudadanos y como yucatecos.
¿Bebidas embriagantes?
–Ninguna. La etapa, tal vez de experimentar, ya la pasamos hace mucho tiempo. En la actualidad absolutamente nada.
¿Deporte?
–¡El fútbol! En su momento el América, los Pumas, pero futbolista de toda la vida. Ahorita solo viéndolo como espectador por algunas lesiones que tuve, pero lo practicamos de niños hasta buena parte de la vida adulta.
¿Posición?
–Mediocampista o delantero extremo derecho.
¿Cómo se define?
–Como un profesional de la educación comprometido con su responsabilidad, fortaleciendo en mucho a la escuela y a la educación pública, y con un compromiso para con nuestros agremiados. Dar resultados, de practicar la cercanía con todos ellos, el sindicalismo de servicios que el SNTE impulsa y, sobre todo, garantizar la certeza laboral de ellos.
¿Filosofía de vida?
–Siempre practicar el ser optimista, ver siempre el vaso medio lleno. Ha sido algo que he practicado toda la vida. Algo que también practico mucho es que el tiempo a veces te da las respuestas y ubica a todas las cosas en su justo lugar y en la justa medida.
En su tiempo libre, ¿qué le gusta hacer?
–En mi tiempo libre… ahorita soy el secretario general de la Sección 33, tememos una agenda muy complicada, los temas educativos son temas diarios que se tienen que ir abordando por el alto compromiso que tiene el magisterio nacional y sobre todo el magisterio agremiado al SNTE. –El tiempo que me queda libre trato de aprovecharlo al máximo con mi familia para no descuidar esa cercanía que debe uno tener no solamente con mi esposa, con mis hijas, sino con mis hermanos, mi madre.
¿Existe ese choque donde la familia es desplazada por el trabajo?
–En realidad sí es muy demandante la tarea que tenemos como dirigentes de la Sección. Tratamos de convivir al máximo con nuestros seres queridos. El fin de semana es totalmente para ellos, buscando a lo mejor recuperar un poquito
del tiempo que te pierdes durante la semana, pero hay comprensión por parte de mi esposa, de mis hijas y mis hermanos.
¿Por qué la docencia?
–Soy de la generación de maestros que de la secundaria entraron a la Normal. Salí a los 18 años y siempre me llamó la atención la docencia, ayudar a los niños a aprender a leer, a escribir. –Mis padres no fueron maestros; mi padre fue chofer de transporte urbano aquí en la ciudad, mi madre es ama de casa, pero desde muy joven, desde niño me llamó la atención esto y creo que no erré el camino. La vocación que uno ha tenido ha hecho que valore los años de servicio. –Yo siempre he sido un maestro rural y nunca me ha arrepentido de ello, al contrario, impulso para que respeten mucho ese trabajo como docentes.
¿Cómo llegó a la Secretaría General?
–Empiezo como secretario general delegacional, llámese de una zona de primarias, desde los años 90. Empecé a incursionar, me gustó el servicio a los compañeros y a partir del 2001 es que me integro a un comité ejecutivo aquí en la Sección 33. –Ante todo hemos buscado que el servicio a los compañeros sea un servicio real, hablarles con la verdad, cuando hay una cuestión positiva comentarla tal cual, si hay una cuestión negativa de riesgo también, porque creo que es algo que el magisterio se merece: hablarles con la verdad de manera directa. –No tratar de sacar el aplauso fácil con alguna declaración que no sea lo que es y que luego al final de cuentas te reclamen los compañeros.
¿Es difícil?
–Es difícil porque a veces hay cuestiones que se salen de nuestras manos; sin embargo, tratamos de estar en todos los escenarios con el mayor argumento que tenemos, que es el compromiso del magisterio yucateco, y eso ha permitido que el trabajo sindical dé resultados. –Tenemos autoridades educativas y gubernamentales que han tenido la sensibilidad de poder escuchar al magisterio a través de la dirigencia sindical y que de alguna manera allané el camino para que el equilibrio se vaya dando en ese tránsito, sobre todo de la Reforma Educativa.– Jesús Gómez
FOTOS: JESÚS GÓMEZ