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EQUILIBRIO INFORMATIVO
Jueves 8 de junio de 2017
El Ik Kil, el Sagrado de Chichén Itzá, Xkekén, Samulá y Yokdzonot son algunas de esas formaciones especiales de la Península de Yucatán que impresionan a los turistas de todo el mundo. Hermosas vistas que combinan plantas, piedras y aves. Algunas sugerencias para visitarlas y disfrutarlas.
H
ay alrededor de 1,000 cenotes registrados en Yucatán”, declara nuestro guía de manera orgullosa, mientras nos conduce por el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, que exhibe el arte maya y la historia del estado. Eso es un gran número, pero no sorprende dado que muchos de los cenotes en el área fueron el resultado del impacto de un gran asteroide que afectó a la región hace más de 60 millones de años. Para el resto del mundo, la Península de Yucatán puede ser conocida por sus enigmáticas ruinas mayas y la historia, así como sus playas de agua clara. Sin embargo, para los más conocedores son los cenotes los que representan a la región, según se
afirma en un reporte especial del semanario electrónico The Yucatan Times, con texto y fotografías de Michelle Rae Uy. (Usted puede ver la versión original, en inglés, en la dirección: http://www.travelpulse.com/news/destinations/best-cenotes-in-yucatan-mexico.html).
El reporte especial subraya que las ricas aguas de color azul esmeralda son el pasaporte para una refrescante y escénica inmersión durante los calurosos días de Yucatán. Y aunque sería imposible visitar los 1,000 cenotes durante el transcurso de una vida, y mucho menos durante sus vacaciones, algunos valen la pena como para dedicarles un buen tiempo.
EL CENOTE SAGRADO El Cenote Sagrado de Chichén Itzá era -y probablemente sigue siendo- depósito de un tesoro formado por artefactos arqueológicos que datan de la época precolombina maya. Pero su importancia se extiende hasta los antiguos mayas, quienes lo usaron para sus ceremonias, durante las cuales ofrecerían (en cierta época de su cultura) un sacrificio humano, para apaciguar a los dioses. Como parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco que es Chichén Itzá, el Cenote Sagrado está fuera de los límites donde se permite la natación o cualquier tipo de actividad acuática. Pero es un deleite para la vista contemplarlo, con su tamaño enorme, su follaje exuberante y las hermosas aves azules que constantemente vuelan sobre las aguas y el follaje y anidan en sus grietas exteriores. Pídale a un guía que le hable de los rituales que tuvieron lugar ahí durante las diferentes dinastías mayas.
CENOTE IK KIL Situado a unos ocho minutos de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, el cenote Ik Kil podría ser el más turístico en el estado. Pero hay una buena razón para eso. Buscar las aguas, de 130 pies de profundidad de agua, son el hogar de un pequeño bagre negro, que ha establecido su hábitat a unos 85 pies por debajo del nivel del suelo. Encima está un agujero enorme cubierto de hermoso follaje, incluyendo lianas llenas de hojas que cuelgan apenas por encima de la superficie del agua. El cenote es hermoso de una manera primitiva, pero también es uno de los pocos con las mejores instalaciones y servicios, como parte del Parque Arqueológico Ik Kil. Entre las opciones para divertirse, los visitantes pueden entrar en el agua mediante un conjunto de escaleras de madera, o bien pueden saltar de la plataforma escalonada que fue tallada especialmente para ese propósito.
CENOTE XKEKÉN Muchos visitantes lo consideran como el mejor cenote de México. El cenote Xquequén (o Xkekén) cuenta con una magnífica colección de estalactitas, que ofrecen una visión impresionante, además de que se puede nadar en sus aguas de color turquesa. Este cenote ubicado en las afueras de la ciudad colonial española de Valladolid se encuentra en una cueva, pero un pequeño agujero en su techo permite un hermoso rayo de luz natural, golpeando el agua en un ángulo encantador. Por supuesto, para que sea seguro para los nadadores y para resaltar sus formaciones de piedra caliza, hay una amplia luz artificial instalado en todo el cenote. También se permite bucear, lo que permite admirar los numerosos peces que viven en sus aguas templadas. ¿Lo mejor de este cenote? Que generalmente no está tan lleno de turistas como el Ik Kil.
CENOTE SAMULÁ Situado también a las afueras de Valladolid, el cenote Samulá se encuentra a tiro de piedra del Xkekén. Puede ser menos impresionante que su vecino, pero pero también merece mucha atención. Como en el Xkekén, en el Samulá hay un agujero en el techo que proporciona luz natural. Sus mejores características, sin embargo, son las raíces del árbol de álamo que corren y alcanzan el agua bajando 25 pies desde el techo de la bóveda-
Otro atractivo es el área baja del cenote, una especie de islote en el centro del espejo de agua. Antes de bajar las escalinatas hasta el espejo de agua, se recomienda tomarse una foto con el fondo espectacular que puede apreciarse desde la plataforma construida como mirador. Este cenote no es tan grande. Sin embargo, por razones de seguridad, una cuerda atraviesa el centro del espejo de agua para que los visitantes se aferren a ella si se cansan de nadar.
CENOTE YOKDZONOT Claro, el Ik Kil tiene su encanto, y es definitivamente una parada obligatoria para todos los que visitan Yucatán. Sin embargo, su menos conocido vecino, el cenote Yokdzonot, podría ser más encantador. Administrado por una pequeña cooperativa de mujeres mayas, este cenote está a sólo 20 minutos de Chichén Itzá. Cautiva con sus aguas turquesas, su exuberante entorno y la ocasional bandada de aves que juegan cerca de su superficie. Las multitudes turísticas nunca se forman aquí, probablemente demasiado distraídas por las maravillas de Ik Kil, así que es una parada ideal. El cenote Yokdzonot está tan fuera de los planes de los turistas comunes, que probablemente algunos días tendría todo el lugar para usted nada más. A pesar de eso, hay instalaciones y servicios modernos siempre disponibles, incluyendo un restaurante, baños y chalecos salvavidas.