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EQUILIBRIO INFORMATIVO
Viernes 26 de mayo de 2017
A
20 minutos del municipio de Chemax se encuentra la comunidad de Xcatzín, lugar donde se asentó el parador turístico “Pueblo Fantasma y Oasis Maya”, espacio donde el paso de los años hizo que la naturaleza regalara a los habitantes de esta tierra un importante espacio ecoturístico, y que abrió sus puertas para maravillar a propios y extraños con su fascinante estructura.
Y
o llegué cuando tenía 15 años y nuestra casa tenía muchas incomodidades. Nuestro dormitorio era muy pequeño, nos costaba mucho trabajo dormir por las noches. Pero hoy, eso ha quedado atrás. Contamos con un espacio equipado donde además, se fomenta la cultura, expresó Cecilia Cen Chimal tras inaugurarse la rehabilitación de la Casa del Niño Indígena “Dr. Alfonso Caso”.
HISTORIA DEL LUGAR Cuentan los pobladores que el cenote era desconocido. Nadie sabía de su existencia, por lo que encontrarlo fue una gran sorpresa. El designio de los mayas, así lo quería. Según el relato de don José Fausto Uitzil Góngora, un día, uno de los ejidatarios estaba haciendo tumba en la zona y se dio cuenta que había una pequeña entrada, donde apenas y se apreciaba el interior. La oscuridad envolvía tan enigmático tesoro. Supuso que era un cenote, tuvo miedo, dijo, por lo que cercó el espacio, dejó su milpa y rápidamente fue al pueblo y lo comentó. El entusiasmo se apoderó de los habitantes, por lo que se decidió llevar a cabo asambleas para tomar acuerdos sobre el destino de tan importante descubrimiento. Sin dudarlo, empezó la limpieza. –Veníamos todos los domingos, era de asombro el empeño que se ponía. Así lo hicimos y hacemos desde hace siete años -comentó. La propuesta de pedir apoyo al gobierno estatal y federal se hizo presente, por lo que los pobladores iniciaron la solicitud ante la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). En 2014, autoridades estatales y federales entregaron 250 mil pesos para realizar un plan de negocios que permita explotar la zona; en 2015, un millón de pesos, y este año, un millón 350 mil pesos.
CARACTERÍSTICAS DEL LUGAR
De igual forma, en el marco de este evento, se entregaron apoyos en beneficio de tres Proyectos Culturales con una inversión de 181 mil pesos, donde se promueve la danza maya y la música de la jarana, como parte del Programa de Apoyo a Proyectos Culturales para el Fortalecimiento, Difusión y Preservación del Patrimonio Cultural Indígena.
Aunque llegar al parador podría resultar confuso, el lugar compensa todo molestia que podría generar. El primer encuentro será con el recibidor, un espacio amplio, iluminado y fresco, donde las artesanías son las protagonistas. A menos de 100 metros, marcado con brechas bien definidas se encuentra el comedor, espacio donde se podrá disfrutar de un refrigerio. A una distancia similar, se encuentra la entrada del cenote, rodeado de vegetación y grandes árboles que te hacen olvidar el bullicio de la ciudad. Sin duda, un lugar idóneo para encontrarse con la naturaleza.
Ahí, la jefa de la Casa del Niño Indígena, Filomena Tuz Tuz, recordó lo difícil que eran las horas de comida pues el número de becarios era alto. Ser jefa de casa no es fácil. Tener la responsabilidad de 70 becarios nos hace jugar papeles muy importantes; ser padre y madre, a la vez, expresó.
El cenote está cubierto por una gran bóveda de aproximadamente 21 metros de altura, donde los rayos del sol pasan ligeramente. La primera experiencia es la de bajar un importante número de escalones, para llegar al agua cristalina y fresca. Por ser una formación natural, las estalactitas y las estalagmitas conforman un importante paisaje, así como una enorme roca dentro de la misma cueva lo que conforma una vista espectacular. Jesús Gómez
Sin embargo, gracias al apoyo de los gobiernos estatal y federal, se cuenta con nuevas instalaciones que incluye una aula de medios, comedor digno y dormitorios. Por su parte, el delegado de la CDI en Yucatán, Jesús Vidal Peniche destacó importantes acciones en pro de las comunidades. Recordó que del 2015 se ha trabajado en la rehabilitación y modernización del sistema de agua potable de Chemax, así como apoyar 30 proyectos productivos.
SERVICIOS El cenote no es muy conocido ante la poca difusión que se tiene, por lo que fines de semana a penas y se registra la visita de 25 personas, todas locales. Se espera que, con la inauguración, a la cual asistió el gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello y la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Nuvia Mayorga Delgado, el lugar sea más conocido e impulsado a través del Programa Redescubre Yucatán. El lugar cuenta con restaurante-cocina, recibidor, agua potable, energía eléctrica, módulo de boletaje y atención al cliente, módulo de servicios sanitarios, cafetería, enfermería, así como renta de kayak y chalecos salvavidas. La entrada cuesta 50 pesos.
FOTOS: AGENCIAS
En los trabajos de rehabilitación y equipa-
miento de la Casa del Niño Indígena se destinaron 12 millones 116 mil 601.35 pesos, distribuidos en la construcción de la panadería, aula digital de medios, urdido de hamacas y jardín botánico. En todo el país existen 225 casas de este tipo, destacó la directora del CDI, Nuvia Mayorga Delgado, por lo que se trabaja en la rehabilitación, “y las estamos dejando muy bien. La CDI ha hecho un buen trabajo en Yucatán”. -Con estos esfuerzos se pueden ver resultados para la niñez. Sin estas casas, les costaría a los jóvenes ir y venir de 30 kilometros para estudiar, lo que les llevaría todo el día, y espacios como estos, que están equipados, permiten que los jóvenes se puedan desarrollar. Los niños indígenas deben tener las mismas oportunidades -resaltó. En su participación, el mandatario estatal refirió que acciones como estas transforman la vida de los habitantes de Chemax, pero sobre todo, permite que los jóvenes puedan complementar su educación. -Aquí encuentran espacios adecuados para desarrollar sus capacidades a través del taller, la sala de computo, pero también, poder preservar nuestra gran cultura maya; con un jardín botánico con plantas endémicas que permiten la medicina tradicional -comentó. Señaló que sólo con el trabajo coordinado se puede salir adelante, “hay que darle a la tierra esa grandeza, y su fortaleza son los seres humanos. Ahí es donde se tiene que trabajar”. Jesús Gómez