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...puedes vender esos peluches...
En términos de mentor/consejos, realmente nos apoyamos todos en mi familia ya que caminamos el mismo camino y compartimos tantas experiencias iguales. Supongo que el mejor consejo que he recibido en términos de mi negocio de costura es, “puedes vender esos peluches”.
tengo algún trabajo de traducción y lo hago, si lo tengo. Si no, me pongo a coser.
Usualmente tengo mi lista de proyectos que quiero coser. Si no tengo nada en mente, me pongo a ver las telas o busco patrones nuevos para hacer. Después de buscar a mi hija a la escuela usualmente no hago más trabajo a menos que haya algo que quiera terminar ese día. Pero coso todos los días.
Siempre me ha encantado trabajar desde casa porque me permite tener un balance entre el trabajo y la vida personal.
Cuando trabajaba en una oficina todos los días, sentía que toda la vida era trabajo. Trabajando en la casa puedo estar con mi familia, atender a mis mascotas, atender a mi hija antes y después de la escuela. Eso no lo cambiaría por nada. Realmente hago las dos cosas a la vez, trabajo y atiendo a la familia a la vez.
El dinero y las finanzas. Son altas y bajas y es imposible predecir exactamente el dinero que vas a hacer ese mes. Ya después de muchos años tienes idea con lo que cuentas, pero no es un cheque de nómina y al principio no te brinda la estabilidad financiera de un cheque de nómina.
Yo solita.
Mi consejo para otras emprendedoras es que hagan lo que quieren hacer. Que no se queden con el trabajo aburrido si no las hace feliz. Claro, fue mucho más fácil hacer eso cuando tenía 25 años y no tenía una hija.
Cuando decidí renunciar a mi trabajo de oficina y trabajar por mi cuenta mis gastos eran mínimos. Tener el estilo de vida que tengo es lo más gratificante porque me puedo enfocar en lo que quiero. Como mencioné antes, el reto son las finanzas. Pero se balancea con la felicidad que siento al estar en mi casa con mi familia y hacer algo que me encanta. La felicidad que me da la costura no me la había dado ningún otro trabajo profesional. Y esto empezó en el 2020 cuando tenía 38 años. Nunca me imaginé que estaría cosiendo juguetes todos los días, no lo estudié, lo aprendí yo sola y me encanta.
Cuando comencé a coser, ese era mi pasatiempo. Luego lo convertí en negocio, pero sigue siendo mi pasatiempo, disfruto lo que hago. Siempre quiero coser y no me canso de coser. A parte de coser, me gusta ver películas y shows, después que se duerme mi hija.
Sew Cute by Mari @sewcute.by.mari
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