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La amenaza de quitar la ciudadanía a hijos de inmigrantes

LA AMENAZA DE QUITARLE LA CIUDADANÍA A HIJOS DE INMIGRANTES

Por Boston Cote Cote Legal PLLC

Faltando apenas unos días para las elecciones intermedias, y con toda la intención de poner el tema de la inmigración indocumentada como eje para incitar a su base a votar por los candidatos republicanos el Presidente Donald Trump dio a conocer en una entrevista, su intención de firmar una orden ejecutiva que le quitaría el derecho automático a hijos nacidos de inmigrantes indocumentados, de tener la ciudadanía estadounidense.

Desde entonces, las reacciones han sido variadas. Desde aquellos, los cercanos a su ideología, de aplaudir y decir que era algo necesario y posible, hasta los que lo han criticado, afirmando que para ello tendría que cambiar la Constitución, algo que sólo lo puede hacer el Congreso y que en el pasado ha demostrado ser muy complicado. Hay un tercer grupo que afirma que todo es retórica electorera, palabras que tienen sólo el fin de causar enojo a sus seguidores, promesas que se terminarán apagando una vez pasadas las elecciones.

Quien tiene la razón puede ser lo menos importante de todo. Porque al final de cuentas, lo que se nos ha olvidado en la presente Administración es que los hechos son los que cuentan, más que las intenciones, buenas o malas.

Me explico: Estados Unidos no es el único país en dar ciudadanía automática a todos los nacidos dentro de su territorio, aunque tampoco es algo aceptado en todos los países del mundo. Pero aquí sí por una base histórica. La Enmienda 14 de la Constitución, que da este derecho, fue proclamada en 1868, con el fin de darle la ciudadanía a los recién liberados esclavos afroamericanos luego de la Guerra Civil. Desde entonces, ha sido tratada de transformar en diversas ocasiones, siempre sin éxito.

Desde hace una década, la resonancia ha sido mayor por parte de personas que están en contra de la inmigración indocumentada. Ahora el Presidente Trump la retoma más fuerte que nunca.

Si el mandatario decide hacerlo, es importante señalar primero que no es retroactivo; es decir, los hijos de indocumentados nacidos antes de la orden ejecutiva, no pueden ya perder su ciudadanía. Serán los nacidos después de la orden los que, en todo caso, podrían verse afectados. Pero incluso así, ya han anunciado organizaciones que de inmediato demandarán para su bloqueo. Algunos Estados podrían unirse a ello y es muy probable que sea suspendida en lo que se establece su constitucionalidad.

Todo esto llevará tiempo y lo más probable es que se vaya hasta la Suprema Corte para que decida. Y si bien es cierto que la mayoría ahí ahora es conservadora, ese grupo históricamente ha basado sus decisiones justo de tal forma que no haya que cambiarse la Constitución.

Otra de las opciones es que durante el tiempo de la batalla legal, el Congreso intente proclamar una ley que cambie la Enmienda constitucional. Muchos legisladores, incluyendo republicanos que generalmente apoyan al Presidente, han ya declarado que no están de acuerdo con esta política. Así que tampoco será sencillo el camino legislativo.

Finalmente, y quizá lo más importante, es que el Presidente no ha presentado nada. Y mientras no lo haga, todas son palabras. Palabras, además, que aún no dejan nada en claro, como el hecho de exactamente quiénes tendrán derecho a la ciudadanía (hijos de residentes, de personas con visas de negocios, turistas) y quiénes no. Y qué pasará con aquellos que no lo reciban.

Y es que el que se quite el derecho a los que nazcan de padres indocumentados, quedarán como indocumentados, aún sin haber cruzado ninguna frontera y entonces el número de personas sin documentos en el país no disminuirá, sino que se duplicará en cuestión de años. Y esto representará un nuevo problema para el país.

Esperemos que la respuesta a tantas preguntas sea el menor de todos los males: que simplemente se trata de palabras que pretendieron incitar a que la base del Presidente Trump votara en las elecciones intermedias a favor de los republicanos. Y que una vez pasadas las elecciones, se pierda en el mar de las promesas incumplidas de esta y pasadas administraciones. Pero si no, estaremos listos para luchar.

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