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EL JUICIO A PAXTON LA POLÍTICA O LA LEY:
Por Sebastián Gambas / Reporte Austin
Ken Paxton nunca debió haber sido Procurador General de Texas. No debería siquiera estar en la política. Es de esas personas que conocen tan bien la ley, que la usa para aprovecharse de ella. Que ha sabido relacionarse con las personas adecuadas para evitar las consecuencias de burlarse de la legalidad. Y que a pesar de un pasado lleno de acusaciones en su contra, consiguió el apoyo para llegar a lo más alto del poder como Procurador General de Texas y desde ahí, juzgar a sus enemigos políticos y contrincantes ideológicos.
Paxton es un personaje al que muchos le deben favores. Y varios de ellos están en el Senado de Texas, que será el que lleve a cabo su juicio político. Incluso su esposa es una de las senadoras que votarán sobre si Paxton es culpable o inocente. Muchos de ellos saben perfectamente que Paxton ha estado bajo investigación del FBI durante años por otras acusaciones de que usó su autoridad -y no la legalidad- para ayudar a un donante y fue acusado también de fraude financiero en 2015. Todos esos casos han sido retrasados o no han avanzado gracias a sus tácticas legales y no a que ha demostrado su inocencia.
Con esa carga es que, en cambio, ha demandado y detenido los programas a favor de los inmigrantes, como el DACA o cambios del gobierno actual sobre darle prioridad en la deportación a inmigrantes con historial criminal y no a inmigrantes con buen récord. Desde su posición de poder ha marcado a los inmigrantes como criminales, incluso a aquellos que no han cometido un sólo delito ni son investigados por haberlo hecho; a diferencia de él.
La pregunta es si por fin le ha llegado el momento final. El Comité de Investigación General de la Cámara de Representantes de Texas envió una recomendación para acusarlo de abuso de poder. Estas acusaciones son soborno, abandono del deber, incumplimiento del deber oficial e ineptitud para el cargo. La mayoría de esas acusaciones habían sido ya documentadas desde el 2020. Pero es hasta ahora que se intenta desde el poder legislativo hacer algo al respecto. ¿Será el momento de su final político? Lo dudo.
Desde su posición de poder ha marcado a los inmigrantes como criminales, incluso a aquellos que no han cometido un sólo delito ni son investigados por haberlo hecho; a diferencia de él.
Tuvo que ocurrir que para evitar ser demandado por abuso de poder por varios exempleados suyos, decidiera llegar a un acuerdo para el pago de 3 millones de dólares a los demandantes. Ese dinero, sin embargo, pretendió que fuera pagado por el gobierno. Y ahí es donde la Legislatura no estuvo de acuerdo. Por supuesto también tuvo que ver que su relación se rompió con algunos sectores de su propio partido en la Cámara de Representantes estatal. Pero se verá si esa ruptura se extiende al Senado o si seguiremos volteando hacia otro lado mientras tenga los aliados políticos que lo han impulsado a donde está.
En la actualidad, Ken Paxton está suspendido temporalmente de sus funciones y espera un juicio en el Senado que se anunció que se llevará a cabo más adelante este año. Los miembros del comité de la Cámara dijeron que era necesario avanzar con el juicio político “para evitar que Paxton use los poderes otorgados al fiscal general para obstruir y retrasar aún más la justicia, no sólo evitando la rendición de cuentas por sus fechorías, sino socavando la integridad de nuestro gobierno estatal”, según el comunicado de su juicio político.
Sus compañeros republicanos e incluso el Gobernador Greg Abbot se han mantenido en silencio sobre todo esto. Sólo Donald Trump publicó su opinión sobre este asunto en sus redes sociales, declarando ‘Free Ken Paxton’ e incluso deja muy claro que él Irá tras los republicanos de la Cámara de Representantes de Texas que voten a favor de su juicio político. Ambos tienen mucho que compartir y seguro se reconocen en sus similitudes y en su situación jurídica.
¿Habrá llegado el final para Paxton? Irónicamente, en el país de la justicia, depende más de la política que de la ley.