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Réquiem por una Plaza Suculenta

Iosu Aramburu + Román Bauer Arquitectos + Juan Caycho (Augusto Román, José Bauer)

Concurso

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Primer premio del Concurso público de proyectos organizado por la Municipalidad de San Isidro y el Grupo Centenario __________________________________

Lugar Plaza Paz Soldán, San Isidro. __________________________________

Fecha

Abril de 2018

Página derecha: Planta general del proyecto de la plaza emplazado en su contexto. __________________________________

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3 Municipalidad de San Isidro y Grupo Centenario, 2018. Bases del Concurso Nacional Plaza Paz Soldán, p. 5. Disponible en <www. plazapazsoldan.pe>. Plantas adaptadas a la escasez de agua; en concreto, trabajamos con especies de suculentas y cactáceas. «¡Habría que enrejar el Olivar!», dice una nota de lo escuchado en esas reuniones.

El concurso para convertir el óvalo vehicular Paz Soldán en una plaza pública convocó a equipos mixtos compuestos por arquitectos y artistas, y planteó cuatro preguntas: «¿Qué puede entenderse hoy por arte público? ¿Cuál es el rol del arte en la construcción de lo público? ¿Qué tipos de relación pueden pensarse entre el diseño de una plaza y la presencia o ubicación de una obra artística? ¿Qué posición puede tener el arte frente a la historia y la memoria de un lugar?» 1

No fue casualidad que el lugar objeto del concurso perteneciera al proyecto urbanístico para San Isidro de Manuel Piqueras Cotolí (1885-1937), español, escultor de formación, quien fuera invitado al Perú para enseñar en la Escuela de Bellas Artes y terminara realizando importantes diseños de arquitectura y urbanismo.

El equipo de nuestro proyecto estuvo conformado por tres arquitectos y un artista. En la primera reunión quedó zanjado que no forzaríamos una distinción por roles, que trabajaríamos conjuntamente. También quedó claro que la intervención sería unitaria; que no daría lugar al diseño de una plaza sobre la cual se colocaría una obra de arte. Borrados estos límites artificiales, empezamos a trabajar.

Primer movimiento. Las operaciones se movieron alrededor de cómo ofrecer un espacio de pausa al peatón, en medio de tantos vehículos. Planteamos un talud artificial abundante en plantas xerófitas 2 para aislar la plaza del tránsito vehicular.

Dentro, unos largos bloques monolíticos, dispuestos radialmente, mostrarían su vaciado por capas. Estos bloques, a los que llamamos estratigráficos en alusión a la formación geológica y cultural de Lima, proveerían distintas alturas para sentarse, echarse o apoyarse, gracias a su interacción con el pavimento elevado gradual

mente hacia el borde exterior. Para conseguir sombra ideamos unos parasoles que protegerían a los árboles jóvenes mientras crecieran. Una vez que estos árboles estuvieran maduros y frondosos, los parasoles podrían ser desmontados y llevados a otras plazas para repetir la secuencia. Se generaban así espacios más íntimos

de encuentro y conversación, inmersos en los jardines de suculentas. Segundo movimiento. La propuesta resultó ganadora del concurso y, a pesar

de que el proceso de selección y validación había incluido a los vecinos, hubo un par de dirigentes vecinales que pusieron muchas trabas a lo que ellos entendían que era una invitación a más gente a ocupar el espacio público e ir al parque El Olivar. 3 Se hicieron estudios adicionales, se ajustaron todos los detalles, pero

cuando todas las observaciones fueron aclaradas y resueltas, el período municipal llegó a su fin y hubo que esperar al siguiente alcalde para la ejecución.

Finale. El actual alcalde, en un acto que no por habitual es menos indignante, resolvió cancelar el proyecto de la gestión anterior. Arguyó que emplearía los recursos de su comuna para diseñar su propia versión del proyecto. Quede este breve artículo como registro de lo que pudo ser.

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1. Vista aérea de la propuesta desde la Av. Camino Real. 2. Corte transversal de la plaza y la sección de vía paralela. 3. Detalle en dibujo isométrico de la estructura que apoya el crecimiento de árboles y genera sombra. 4. Vista peatonal de la plaza, con las bancas estratigráficas.

Planteamos un talud artificial abundante en plantas para aislar la plaza del tránsito vehicular. Dentro, unos largos bloques monolíticos, dispuestos radialmente, mostrarían su vaciado por capas. Estos bloques proveerían distintas alturas para sentarse, echarse o apoyarse, gracias a su interacción con el pavimento elevado gradualmente hacia el borde exterior.

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5. Planta de la plaza que indica la vegetación propuesta. 6. Sección del proyecto que incluye la vía lateral de la Av. Paz Soldán.

7. Vista peatonal de la plaza. 8. Vista aérea de la plaza desde la esquina de las avenidas Camino Real y Víctor Andrés Belaunde. 9. Diseños de los distintos pavimentos del proyecto.

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Román Bauer Arquitectos. En 2014 realizaron la Feria Climática de la COP20-Lima, después de ganar el concurso convocado por Naciones Unidas. Otros premios: primer lugar en el concurso para las nuevas oficinas del estudio de abogados M&A en Lima y segundo lugar en el concurso de Intervenciones en el Parque Arqueológico de Machu Picchu, convocado por el Ministerio de Cultura del Perú. José Bauer y Augusto Román son arquitectos por la Universidad Ricardo Palma y estudiaron sus respectivas maestrías en la Universidad Politécnica de Cataluña. En Barcelona, antes de volver al Perú, trabajaron en proyectos independientemente.

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