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Por Arturo Castro Barrantes

La obesidad como factor de riesgo

Conozca por qué evitar la obesidad constituye una excelente forma de prevención de enfermedades y se convierte en un importante aliado para alcanzar una buena calidad de vida.

Dejemos la vanidad a un lado y hablemos de salud, pues los estereotipos pueden resultar tan dañinos como la peor de las enfermedades.

¿Quién decide lo que es lo “mejor”? Lo ideal sería pensar que la gente rige su vida con base en datos científicamente comprobados y que lo hace buscando siempre lo mejor para ellos y para su beneficio.

La obesidad, además de ser uno de los principales factores de riesgo para el COVID-19, lo es para otras enfermedades. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la obesidad es un problema de salud complejo que resulta de una combinación de causas y factores individuales como el comportamiento y la genética. “Los comportamientos pueden incluir inactividad física, patrones dietéticos, uso de medicamentos, el entorno alimentario y de actividad física, la educación, las habilidades, y la promoción y comercialización de alimentos”.

“EL SOBREPESO ESTÁ LIGADO A UN ÍNDICE DE MASA CORPORAL MAYOR O IGUAL A 25 Y LA OBESIDAD A UNO MAYOR O IGUAL A 30”, OMS

El CDC asegura que “la obesidad es grave porque se asocia con peores resultados de salud mental y una menor calidad de vida y también está ligada a las principales causas de muerte en los Estados Unidos y en todo el mundo, incluidas la diabetes, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer”.

Por otro lado, de acuerdo con la Clínica Mayo, la obesidad “tiende a ser hereditaria” ya que, además de compartir los genes, los miembros de la familia “también tienden a compartir hábitos alimentarios y de actividad similares”.

QUÉ COMER

• Elija alimentos integrales mínimamente procesados: como granos integrales (trigo integral, avena cortada, arroz integral), verduras (una variedad colorida), frutas enteras, nueces, semillas, frijoles y otras fuentes saludables de proteínas (pescado y aves), aceites vegetales (oliva y otros).

• Beba agua u otras bebidas naturales y sin calorías.

• Limite: bebidas azucaradas (gaseosas, bebidas de frutas, bebidas deportivas), jugo de frutas (solo una pequeña cantidad por día), granos refinados (pan blanco, arroz blanco, pasta blanca), dulces, papas (al horno o fritas), carnes rojas (res, cerdo, cordero), carnes procesadas (salami, jamón, tocino, chorizo) y los alimentos altamente procesados, como la comida rápida.

Fuente: Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.

VIVA SALUDABLEMENTE

La clave para lograr y mantener un peso saludable es más que los cambios dietéticos a corto plazo; se trata de un estilo de vida que incluye una alimentación saludable y actividad física regular.

• Evalúe su peso: el Índice de Masa Corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura son dos herramientas de detección para estimar el estado de peso y el riesgo potencial de enfermedad.

• Peso saludable: un IMC alto puede ser un indicador de grasa corporal alta. Aprenda a equilibrar las calorías, perder peso y mantener un peso saludable.

• ChooseMyPlate: los hábitos alimenticios saludables son un factor clave para un peso saludable. Visite el sitio web ChooseMyPlate; busque información nutricional de los alimentos, realice un seguimiento de su ingesta de calorías, planifique las comidas y encuentre recetas saludables.

• Actividad física: incide directamente sobre su salud y permite alcanzar un peso saludable. Conozca los diferentes tipos de actividad física y las pautas para la cantidad necesaria cada día.

• Consejos para los padres: conozca la gravedad de la obesidad infantil y ayude a sus hijos a establecer comportamientos saludables.

Fuente: Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

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