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ESTILO DE VIDA
Por Susana Ruiz González
De regreso al asfalto
Después de un año de estar encerrados por la pandemia, donde todos los deportes tuvieron que adaptarse a la nueva normalidad con cancelaciones o traslados de fechas y ausencia del público, en el 2021, la pandemia dio un respiro a los atletas con el regreso de las competencias presenciales.
Sin duda alguna, el 2020 será recordado por esa pandemia que nos cambió la vida a todos, donde la virtualidad entró en todos los rincones de nuestra vida. En el campo del atletismo pasó lo mismo con las competencias virtuales, donde las sensaciones de los participantes estuvieron muy lejos de lo que conlleva estar corriendo en las calles con público apoyándolo y competidores a su lado.
Con la flexibilidad en las medidas contra el COVID-19, el deporte mundial fue uno de los más beneficiados, entre ellas las carreras atléticas. Estados Unidos y algunos países de Europa dieron su aval para que las competencias se realizaran de manera presencial.
Una de ellas fue la Maratón Internacional de California, en Estados Unidos, en la que participó Luis Diego Quirós, editor en jefe de la Revista Vida y Éxito, quien nos cuenta su experiencia.
Quirós, que en el 2020 compitió en la Air Force Marathon de forma virtual, una vez que se dio luz verde para que las carreras se hicieran presenciales, decidió volver a correr en una prueba internacional.
“La mejor opción era una maratón en Estados Unidos y pensé en la de California, porque era a final de año, cuando hay tiempo frío, y con una ruta muy amigable”, recuerda.
Una preparación fuerte
Regresar a las competencias con otros atletas implicaba tener una preparación fuerte, tal y como lo hace cada vez que interviene en una prueba, además esta prueba tenía algo especial, era su décima maratón.
“Entrené atletismo cuatro veces a la semana, más dos sesiones de pesas y tres entrenamientos de natación y una de yoga. Al ser un entrenamiento tan intenso, tuve que madrugar y usar las noches y los mediodías para el deporte, y así seguir con normalidad con el trabajo. Puedo decir que, al ser mi décima maratón, esta ha representado el entrenamiento más intenso y estratégico”, afirma el atleta.
Este entrenamiento fue diferente a los anteriores por su intensidad y porque se acostumbró a entrenar la mayoría de veces solo. “Al faltar las carreras presenciales en Costa Rica, veo cada vez menos gente entrenando atletismo, entonces había días en los que, si acaso me topaba una o dos personas corriendo. Todo eso es un entrenamiento mental, al igual que físico”, explica.
Día de la competencia
Concluida la preparación, llegó el 5 de diciembre, fecha de la Maratón Internacional de California. Esta prueba de 42,2 kilómetros entre el pueblo de Folsom hasta la ciudad de Sacramento, capital de California, era el reto que Luis Diego tenía que superar junto a, aproximadamente, 8.000 participantes.
El ambiente de la competencia era inmejorable, las personas haciendo sus ejercicios de estiramientos, los vehículos de seguridad en posición de salida y el público a los costados de la calle esperando que los atletas se acomodaran para recibir la señal de salida.
“Sentí la mejor de las sensaciones. La adrenalina que se tiene al estar en una competencia con más personas es única. Siempre, como en todas las competencias, la salida es un conjunto de emociones, desde nervios hasta alegría. A lo mejor es un tema mental, pero la gente viendo alrededor y los otros competidores le dan a uno la fuerza que se necesita para completar esos 42,2 kilómetros”, recuerda Quirós.
Asegura que antes de la carrera, “tenía nervios”, algo normal antes de enfrentar un desafío como es una maratón, “pero es de esos miedos que lo hacen a uno sentirse vivo. Es bonito sorprenderse y emocionarse por algo tan sencillo como correr”.
El objetivo de Luis Diego era hacer la maratón en menos de tres horas, algo que logró al detener el reloj en 2:59:30. “Es muy significativo para mí, porque mi meta en mi primera maratón, en 2015, fue correr en menos de cuatro horas, y tantos años después bajar una hora es un gran logro para alguien como yo, que ha sido muy poco talentoso para los deportes”.
Ahora el 2022 tiene muchas competencias por delante para Quirós y el resto de atletas del mundo. Sin embargo, todo va depender de cómo se mueva el virus del COVID-19 en el planeta, en especial con la variante Ómicron.
“Todavía estoy analizando cuál puede ser la próxima maratón, pero, si Dios lo permite, creo que puede ser en abril o en septiembre. Siempre en EE.UU., allí son un poco más flexibles. Pero hay que esperar a ver cómo avanza el virus. Por el momento, la meta probable es Boston 2023, pero falta mucho para asegurar algo”, concluye.
Pero hay algo seguro, Luis Diego, se levantará cada mañana a entrenar, para estar listo para su próxima competencia, para vencer su propio tiempo y cruzar una meta más.