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ESPECIAL PROGRAMAS VERDES - GALILEO
UNIVERSIDAD GALILEO
Aboga por los principios de la Sostenibilidad
Los seres humanos somos cómplices del déficit ecológico mundial, vivimos a un ritmo acelerado y esta vorágine de actividades diarias es una alarma permanente que nos aleja cada vez más de los principios que rigen la sostenibilidad.
El Día de la Sobrecapacidad de la Tierra simboliza la presión ejercida por el ser humano sobre el planeta. El 28 de julio de 2022 será registrado como el punto de inflexión en el cual se habrán consumido todos los recursos que la Tierra es capaz de regenerar en un año para satisfacer la demanda humana de recursos ecológicos. En esa fecha, habrán pasado apenas 207 días (en lugar de 365) y es evidente que nuestro planeta es incapaz de seguir el ritmo al cual consumimos. Dicho de otra manera, los seres humanos necesitamos 1,75 planetas para continuar el acelerado ritmo de diario vivir.
En definitiva, hay una deuda con el planeta que debemos resolver y todos estamos obligados a involucrarnos en programas verdes para lograr minimizar los problemas generados. La producción de energía renovable, los edificios sustentables, la planificación urbana, la agricultura sustentable, la gestión de residuos, la economía circular e incluso la extracción minera con técnicas de bajo impacto ambiental contribuyen para mitigar los gases de efecto invernadero provocados por la deforestación, industria, transporte y ser resiliente ante los cambios del entorno rural o urbano en el cual convivimos.
Esfuerzos verdes en Galileo
Universidad Galileo es líder en innovación por eso concentra importantes esfuerzos en desarrollar proyectos e iniciativas sostenibles. Energía fotovoltaica Está en constante crecimiento a nivel mundial y Universidad Galileo emplea esta fuente de energía renovable para suministrar electricidad al laboratorio del Instituto de Recursos Energéticos.
El Instituto de Recursos Energéticos (IRE) de Universidad Galileo ha apostado por esta tecnología, la cual es considerada la segunda fuente de energía renovable de mayor potencia instalada en el mundo. Los techos del laboratorio del IRE están cubiertos de paneles solares fotovoltaicos y brindan suficiente energía eléctrica
Es una fuente de energía renovable que emplea módulos de paneles para aprovechar la energía solar. Tiene la versatilidad de adaptarse con facilidad para suministrar energía eléctrica desde centrales de energía conectadas a la red eléctrica hacia industrias pequeñas, medianas o grandes. Además, es una excelente tecnología para brindar electricidad a residencias conectadas a una distribuidora o alejadas de los centros urbanos.
Este instituto mantiene iluminadas sus instalaciones por medio de un sistema de 2800 kW de potencia.
Según IRENA (International Renewable Energy Agency), en el 2010 producir 1 kWh de energía eléctrica con paneles fotovoltaicos tenía un costo de 38 centavos de dólar. En el 2020, el costo producción era alrededor de 5 centavos de dólar por kWh, registrando disminuciones porcentuales de 85%. En definitiva, el mundo está apostando a este tipo de tecnología de alto crecimiento aprovechando los avances de la electrónica y las tecnologías de la información. Universidad Galileo va más allá de mantener un sistema solar fotovoltaico que brinda energía limpia y autónoma en los últimos 20 años. Además ha conformado un equipo de docentes expertos que forman a los futuros profesionales a través de su programa de Técnico Universitario en Diseño e Instalación de Sistemas de Energía Solar Térmica y fotovoltaica.
Sistemas de microgeneración de energía distribuida
Los sistemas de microgeneración de energía distribuida son una alternativa para incorporar energía limpia a ciudades inteligentes. En Universidad Galileo se tienen dos sistemas híbridos solar-eólico de iluminación, que se han convertido en modelo para el desarrollo de ciudades sostenibles.
La energía eólica es la tercera fuente de energía renovable de mayor crecimiento a nivel mundial. Aprovechar la energía cinética que proporciona el viento ha sido posible gracias al desarrollo de la tecnología en los últimos años en cuanto los materiales utilizados para fabricar las palas y la incorporación de sistemas electrónicos de potencia de mayor eficacia.
Las inversiones en este tipo de tecnología han aumentado y esto se ve reflejado en costos de producción. En el 2020, a nivel global se estableció un valor de 4 centavos de dólar para producir 1 kWh de energía eólica conectada a la red eléctrica. La instalación de parques eólicos es una apuesta a nivel mundial y un compromiso adquirido por los países para reducir el dióxido de carbono. Pero también es importante mencionar los sistemas híbridos eólico-solar autónomos para suplir demandas por iluminación.
En Universidad Galileo se tienen instalados dos prototipos de un sistema eólico-solar fotovoltaico que actúan de forma simultánea aprovechando el viento y la radiación solar para almacenar energía eléctrica en un banco de baterías e iluminar por las noches dos áreas distintas del campus central. Este aerogenerador de eje vertical aprovecha la fuerza del viento para producir energía eléctrica, su potencia nominal es de 400 W pero integrado a un panel solar fotovoltaico suman ambos 700 W.
El Instituto de Recursos Energéticos mantiene una constante supervisión de estos sistemas de microgeneración y modela o configura cómo estos pueden incorporarse a centros urbanos con necesidades puntuales de energía para iluminación, los cuales pueden ser monitoreados desde un móvil o computadora. El valor de estos sistemas de baja potencia radica en la adaptación a residencias a través de una microgeneración distribuida de energía eléctrica, convirtiéndose en un elemento importante que aporta al desarrollo de las ciudades inteligentes y con ello fomenta ciudades sostenibles.
Universidad Galileo trabaja en optimizar los modelos híbridos eólico – solar fotovoltaico porque son una potencial opción para ciudades o comunidades sin acceso a energía eléctrica y pueden suplir las necesidades de iluminación en alumbrado público, consumo de energía eléctrica residencial o aportar energía a la red de distribución.
En Universidad Galileo han sido testigos de la formación de diferentes profesionales que buscan especializarse en sistemas híbridos de generación para fortalecer el abastecimiento individualizado (Microgeneración) no centralizado, las redes inteligentes interconectadas (smart grids), la medición inteligente del gasto energético (smart metering) y los sensores inteligentes responsables de recopilar información para que el sistema de generación cumpla su función para lograr una mayor eficacia de los recursos disponibles, así como otros temas relevantes relacionados con la energía renovable y eficiencia energética. Hoy su expertiz lo replican en el dinámico subsector eléctrico de Guatemala. Esto es posible gracias a la apuesta académica de Galileo con programas de maestría actualizados en estos temas.
Dentro de estos esfuerzos, hay que destacar que el IRE de Universidad Galileo instaló nueve celdas de hidrógeno HHO en buses que circulan en el área metropolitana. Estas fueron validadas y se logró demostrar su eficiencia en la reducción en uso de diésel y emisión de gases de efecto invernadero GEI. Fue importante medir además en otra iniciativa paralela las emisiones y consumo de los carros livianos que circulan por primera vez en el país.
El IRE realizó con el apoyo de la Iniciativa Global para la economía de Combustible (GFEI), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y CE- GESTI de Costa Rica, el proyecto de economía de combustible para vehículos livianos (LDV), con el propósito de establecer métricas de rendimiento y emisiones de CO2 de acuerdo con estándares internacionales. Los resultados obtenidos lograron calcular que un vehículo tiene en promedio un rendimiento de 9,28 litros de gasolina equivalente por cada 100 kilómetros recorridos y 220 g CO2 emitidos por kilómetro recorrido. Con este proyecto se logró comparar por primera vez la situación de Guatemala con otros países que aplicaron la misma metodología de GFEI y sus objetivos de descarbonización en el sector transporte. Además de establecer la necesidad de implementar políticas para mejorar la eficiencia de los vehículos LDV que circulan en el país.