REPORTAJE CERTIFICACIONES

Por Angie López Arias

Normas y certificaciones conducen a la competitividad

Es imposible concebir una empresa exitosa sin certificar que sus procesos cumplen con los más altos estándares de calidad a nivel mundial.

Para sobresalir en mercados tan competitivos como los actuales y conquistar otras latitudes, es necesario contar con productos y servicios de primera, pero, sobre todo, es indispensable certificar que todos los procesos de la empresa cumplen con los más altos estándares de calidad a nivel mundial.

Justamente, las normas técnicas y certificaciones garantizan esa excelencia y por ello abren las puertas de la competitividad empresarial, pues les permite a las compañías tomar ventaja de la competencia y posicionarse en lugares de privilegio entre clientes y consumidores porque brindan confianza.

Las certificaciones regulan aspectos tan variados e indispensables en la vida diaria como la calidad de productos y servicios, la reducción de impactos ambientales, la seguridad en los centros de trabajo, la manipulación correcta de los alimentos y hasta asegura las cadenas de suministros, entre otros.

Todo ello, conlleva beneficios para las empresas como el fortalecimiento de la imagen, acceder a mercados internacionales y ganar terreno en los sectores en los que opera, pero también beneficia a los diferentes públicos de interés porque aumenta su satisfacción al proveer transparencia y consolidar así la reputación.

LA ORGANIZACIÓN MÁS IMPORTANTE DE TODAS EN EL CAMPO DE NORMAS Y CERTIFICACIONES ES LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA LA ESTANDARIZACIÓN (ISO, POR SUS SIGLAS EN INGLÉS). NACIÓ EN SUIZA, EN 1947

Normalización

Alexandra Rodríguez, directora de Normalización del Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (INTECO), comenta que la libre circulación de bienes y servicios en el mundo impulsa a que las estrategias empresariales se centren en la calidad y la competitividad.

“La normalización en la producción de bienes, servicios y procesos es fundamental porque colabora en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Con ella se logra el reforzamiento de la infraestructura técnica de las empresas y la infraestructura reglamentaria del Estado”, afirma Rodríguez.

Ella explica que una norma técnica es un documento que establece las condiciones mínimas que debe reunir un producto, proceso o servicio para que sirva al uso al que está destinado.

“Las normas son reglas y criterios no obligatorios, ya que son adoptadas voluntariamente por las partes interesadas, es decir los productores, los consumidores, el gobierno y los laboratorios de ensayos, entre otros. Se establecen por consenso y con la aprobación de un organismo reconocido”.

Diferenciador

La certificación es ahora casi un requisito para competir y constituye, por tanto, un elemento diferenciador en el mercado. Las certificaciones se otorgan a organizaciones que se han sometido a un proceso de evaluación de un tercero independiente (organismode certificación) y que ha demostrado que su sistema de gestión de calidad, producto, proceso, servicio o persona cumple los requisitos establecidos en una norma específica.

El primer paso para certificarse es adoptar una norma, de acuerdo con el giro de negocio de la compañía y su interés particular, ya sea para la comercialización de productos o servicios, porque lo solicita la casa matriz o por requerimientos de clientes, por ejemplo.

Jazmín Lobo, directora comercial de INTECO, recomienda crear un pequeño comité dentro de la empresa que quiere certificarse para analizar la norma y los requisitos, y llevar un curso de interpretación de este proceso, para que puedan despejar dudas y entender cómo deben ser abordados los temas.

Una vez finiquitado ese aspecto lo que sigue es determinar si la empresa tiene la capacidad, la estructura y la competencia técnica para desarrollarla norma con recursos internos o si deben contratar un consultor externo que acompañe el proceso. Una vez que la empresa implementa el sistema de gestión en la norma que requiera y ya se ha auditado internamente al menos una vez, es momento de contactar al ente certificador, para que evalúe la conformidad y la calidad del sistema.

“Las certificaciones generan confianza a las partes interesadas (clientes, vendedores) y optimiza el valor agregado de los productos y servicios que comercializa.

El respaldo de un sistema de gestión estructurado en función del giro de negocio aporta un mejor abordaje en la resolución de conflictos, capacitación al personal, y formas de que sus productos y servicios sean entregados con altísima calidad, de la mano con el medio ambiente”, agrega.

Entes certificadores

Los entes de evaluación, como los certificadores, deben acreditarse para poder certificar. Es así como INTECO, en el caso de Costa Rica, cuenta con acreditaciones por parte del Ente Costarricense de Acreditación (ECA), el único con potestad para emitir las acreditaciones en este país.

Mariluz Quirós López, jefe de Gestión de la Innovación de ECA, explica que la acreditación es una herramienta establecida a nivel internacional para generar confianza y transparencia sobre la correcta ejecución de un determinado tipo de actividades denominadas “Actividades de Evaluación de la Conformidad”.

Estas incluyen a los laboratorios de ensayo, laboratorios de calibración, laboratorios clínicos, organismos de inspección, organismos de certificación, verificación de gases de efecto invernadero y proveedores de ensayos de aptitud, entre otros.

“Organismos como el Ente Costarricense de Acreditación son los responsables de garantizar y respaldar la competencia técnica y credibilidad de los entes acreditados; además, se aseguran que los servicios ofrecidos por estos organismos mantengan la calidad bajo la cual fue reconocida la competencia, imparcialidad e integridad”, asegura.

Añade que la acreditación es fundamental para el correcto funcionamiento de un mercado transparente, orientado a la calidad y para la competitividad, ya que mediante los procesos se comprueba la competencia de los organismos evaluadores de la conformidad para realizar actividades, con el objetivo de dar confianza tanto al comprador como a la administración.

“La acreditación se percibe, a primera vista, como un tema técnico y muy complejo, sin embargo, cuando se estudia de cerca su aplicación se puede ver en actividades cotidianas. Por ejemplo, para tener confianza en los resultados de una balanza, estas se someten a calibraciones periódicas por parte de laboratorios de calibración acreditados para asegurar la confianza de dichos resultados”, recalca.

Quirós agrega que solo aquellos organismos de certificación acreditados han demostrado su competencia y su sujeción a normas internacionales.

CONCEPTOS

Es importante tener claro cada concepto:

Norma técnica:

Es un documento que establece requisitos, especificaciones, directrices o características que pueden utilizarse para asegurar, en forma consistente, que un producto, proceso o servicio es adecuado a su uso o propósito. Son establecidas por consejo entre las partes interesadas, son aprobadas por organismos de normalización reconocidos y están disponibles al público. Se utilizan para la evaluación de: productos, procesos y servicios.

Certificación:

Es un instrumento eficaz para la defensa del consumidor, para la competencia leal entre empresas, y contribuye al desarrollo tecnológico de las organizaciones, para lograr un mejor posicionamiento en los mercados facilitando y promoviendo la exportación.

Acreditación:

Es una herramienta establecida a nivel internacional para generar confianza y transparencia sobre la correcta ejecución de un determinado tipo de actividades denominadas “Actividades de Evaluación de la Conformidad”. Estas incluyen a los laboratorios de ensayo, laboratorios de calibración, laboratorios clínicos, organismos de inspección, organismos de certificación, verificación de gases de efecto invernadero y proveedores de ensayos de aptitud, entre otros.

Fuente: Inteco y Mariluz Quirós López, jefe de Gestión de la Innovación de ECA.

¿POR QUÉ CERTIFICARSE?

Las certificaciones les permiten a las empresas:

Ante el mercado:

• Mejorar la imagen de los productos y/o servicios ofrecidos.

• Favorecer su desarrollo y afianzar su posición.

• Ganar cuota de mercado y acceder a mercados internacionales.

• Generar confianza ante los clientes y los consumidores.

• Acceder a incentivos en compras públicas sustentables.

Ante los clientes:

• Aumentar la satisfacción de los clientes.

• Acceder a segmentos de mercado con consumidores sensibilizados con los temas de calidad.

• Eliminar múltiples auditorías, lo que conlleva al ahorro de costos.

• Acceder a acuerdos de calidad concertada con los clientes.

• Respaldar la relación comercial en cualquier país del mundo.

Para la gestión de la empresa:

• Mantener y mejorar la eficacia y adecuación del sistema de gestión de la calidad al poner de manifiesto los puntos de mejora.

• Cimentar las bases de la gestión de la calidad y estimular a la empresa para entrar en un proceso de mejora continua.

• Ayudar a gestionar los riesgos sociales, ambientales y económicos.

• Aumentar la motivación y participación del personal, así como mejorar la gestión de los recursos.​

• Diferenciar aquellos productos o servicios de la empresa que tengan un mejor desempeño ambiental o social.

• Acceder a segmentos del mercado más sensibles a temas ambientales y/o sociales.

Fuente: Mariluz Quirós López, jefe de Gestión de la Innovación de ECA.