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ESPECIAL DE COOPERATIVAS
Por Arturo Castro Barrantes
Cooperación que genera desarrollo
Desde 1923, los cooperativistas re unidos en la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), celebran el segundo sábado de julio la existencia de estas organizaciones, para mostrarle con orgullo al mundo su identidad coo perativa.
Y es que tienen de qué estar orgullo sos, ya que los valores cooperativistas de autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidari dad y los valores éticos de honestidad, actitud receptiva, responsabilidad social y respeto hacia los demás nunca estu vieron más vigentes que hoy, desde su creación en 1844.
El compromiso con la comunidad, la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad, la solidaridad, la honestidad, la transparencia, la responsabilidad social y la preocupación por los demás toman un significado es pecial, en un mundo en proceso de reinvención, que busca recu perarse de la peor crisis sanitaria de los últimos años.
“A nivel mundial y en muchos sectores diferentes de la econo mía, las cooperativas han demos trado ser más resistentes a las cri sis que el promedio. Fomentan la participación económica, luchan contra la degradación ambiental y el cambio climático, generan buenos empleos, contribuyen a la seguridad alimentaria, mantienen el capital financiero dentro de las comunidades locales, construyen cadenas de valor éticas y, al me jorar las condiciones materiales y la seguridad de las personas, contribuyen a una situación tan positiva como la paz”, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo con Ariel Guarco, presidente de la ACI, la propia ONU declaró el 2012 como el Año Internacional de las Cooperati vas, afirmando que este tipo de empresas construyen un mundo mejor.
“Hoy, una década después de aquel hito, recuperamos esa con signa y ratificamos nuestra pro puesta para superar los crecien tes desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrentamos como humanidad. Las coopera tivas siempre mostramos que es posible un mundo distinto, con justicia social, un mundo en ar monía con la naturaleza, un mun do en paz”, dice Guarco.
Importante aporte social
De acuerdo con Luis Emilio Cuenca, profesor de Incae Busi ness School, la empresa coopera tiva es social en su constitución y sus principios, sin fines de lucro y sus excedentes se reparten con criterios distintos a los de las empresas de capital.
“Otro de los principios mundia les de las cooperativas se refiere al compromiso con la comunidad. Esto quiere decir, que la cooperati va debe trabajar para el desarrollo sostenible de su comunidad, por supuesto, bajo líneas de acción de finidas por las personas asociadas”, asegura Cuenca.
Por otra parte, Estefanía Ra mírez, abogada Senior de Deloitte Legal Costa Rica, explica que el aporte social del modelo coopera tivista radica en que un grupo de personas -que por sí solas les resul ta imposible acceder a los medios de producción de manera indivi dual- unidos consiguen organizarse en un grupo cuyo objetivo principal es satisfacer las necesidades de sus miembros y promover su mejora miento económico y social.
Ramírez asegura que, desde sus inicios, el cooperativismo se ha guiado por una serie de valores y principios que sientan las bases para su orientación de desarrollo social en aras del bienestar colec tivo, como la autoayuda, la auto rresponsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidari dad, la afiliación voluntaria; el con trol democrático de sus miembros; la participación económica de los socios; la autonomía e indepen dencia; la educación, formación e información; la cooperación entre cooperativas y el sentimiento de comunidad.
Importancia del modelo en América Central
El cooperativismo ha permitido que ciertos sectores sociales en América Central puedan organizar se en grupos (cooperativas) legal mente reconocidos y posicionarse con la suficiente fuerza en ciertos mercados o actividades económi cas los cuales, de lo contrario, se encontrarían fuera de su alcance y solamente unidos tienen el nivel de competitividad requerido para po sicionarse en el mercado.
Así lo afirma Ramírez, quien ase gura que este modelo cooperativo representa una fuente importante de empleo y de desarrollo en zonas rurales centroamerica nas.
“En todos los países de América Central el modelo cooperativo existe y cuenta con casos de éxito empresa rial. En el caso costarricense, el modelo cooperativo ha sido un pilar en la construcción de comunidades rurales con al tos niveles de progreso social. Así lo señala un estudio de sarrollado por el Centro La tinoamericano para la Com petitividad y el Desarrollo Sostenible del Incae. Además, sin duda, las cooperativas de usuarios, como las financie ras por ejemplo, juegan un papel importante en el acce so a servicios financieros de buena parte de la población urbana”, dice Cuenca.
Indudablemente, el coope rativismo constituye un mo delo económico solidario que ha beneficiado a cientos de miles de asociados, consumi dores y comunidades a lo lar go de más de siglo y medio de trayectoria y que continuará generando bienestar en los años por venir.
Pioneros de Rochdale, quienes son considerados como los precursores de las cooperativas.
¿QUÉ ES UNA COOPERATIVA?
Se define como una asociación autónoma de per sonas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económi cas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráti camente controlada.
Las cooperativas son empresas centradas en las personas, que pertenecen a sus miembros, quienes las controlan y dirigen para dar respuesta a las necesidades y ambiciones de carácter económico, social y cultural comunes.
178 AÑOS DE COOPERATIVISMO
Se considera que los Pioneros de Rochdale, un grupo de 28 artesanos que trabajaban en las fábricas de algodón de esa localidad inglesa, fueron los precursores de las sociedades cooperativas modernas y los fundadores del movimiento cooperativo en 1844, al establecer la primera empresa cooperativa moderna, la Sociedad Equita tiva de los Pioneros de Rochdale. Los tejedores tenían unas condiciones de trabajo miserables y unos salarios bajos, por lo que estaban imposibilitados para pagar los ele vados precios de los alimentos y artículos domésticos. Por ello, decidieron reunir sus escasos recursos y trabajar juntos, para acceder a los bienes de consumo básicos a un precio más bajo. Al principio, solo había cuatro productos a la venta: harina, avena, azúcar y mantequilla.
Los Pioneros decidieron que era hora de que se tratara a los consumidores de manera honesta, con transparencia y respeto, que estos debían poder participar de los beneficios según su contribución y dis poner del derecho democrático de tomar parte en las decisiones del negocio. Cada cliente de la tienda se convirtió en miembro de la cooperativa, con lo que cada uno de ellos tenía un interés real en el negocio. Al principio, la cooperativa abría solo dos tardes a la semana pero, al cabo de tres meses, el negocio había crecido tanto que funcionaba cinco días a la semana.
Fuente: Alianza Cooperativa Internacional.
