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ESPECIAL INFLACIÓN
El gran reto del 2022
El inicio de este año nos ha traido noticias agridulces. Por una parte, parece que la nueva variante del coronavirus es menos letal, lo que permite que vayamos regresando a la normalidad, pero por otro lado, nos damos cuenta que en casi todo el mundo, los precios de los productos y servicios se dispararon, afectando a los consumidores.
El alto costo de la vida es como un cuento de terror. Le tenemos miedo, y especialmente, nos genera incertidumbre para lo que viene en el futuro.
Al producirse la crisis económica mundial producto de la pandemia, con los cierres de los mercados y de las empresas de las principales economías desarrolladas y emergentes, desde finales del primer trimestre del 2020, las autoridades monetarias, en especial en los países más desarrollados, se vieron en la necesidad de expandir fuertemente su política monetaria, poniendo dinero líquido a la disposición de las empresas y las personas. Esta política fue complementada con políticas fiscales expansivas en apoyo también al sector salud.
Todo eso ha creado una inflación más alta de la que se ha tenido en las últimas décadas, lo que obliga a los gobiernos, empresas y familias a tomar medidas extraordinarias.
En este especial consultamos a distinguidos economistas centroamericanos para que nos ofrezcan sus explicaciones y visiones de lo que ocurre en el mundo económico.
Paulo De León
Economista, analista financiero y económico, y director ejecutivo de la empresa de consultoría Central American Business Intelligence (CABI).
La economía más grande en América Central es un referente del desempeño económico del resto de nuestros países. Guatemala ha mantenido una inflación relativamente baja y un déficit fiscal del 1,1% en el 2021, una cifra envidiable para la mayoría del mundo. de escasez en algunos mercados. Esto generó una oferta poco suficiente, sumado a que los procesos son más lentos en los puertos y los aeropuertos por los contagios y los protocolos de salud. Tercero, la gran crisis energética de Europa.
“Creemos que es duradera porque ya la inercia inflacionaria se ha puesto a funcionar, hay cambio en las expectativas inflacionarias, reinicio de contratos laborales o de cualquier tipo a tasas de inflación mayores. Tomará al menos dos años más domar la inflación, y un fenómeno que dura más de 24 meses es poco transitorio”.
Para el especialista, el impacto en la región es claro, la inflación subirá en todos los países provocando una erosión del poder adquisitivo de las familias e individuos. Además, será difícil que se pueda resolver algo cuando América Central es una región marginal dentro del contexto mundial.
“La recomendación es mejor optar por una política monetaria adaptativa o que vaya detrás de lo que hagan los bancos centrales del primer mundo. No tiene sentido apretar las condiciones monetarias internas pretendiendo que afectaran los precios mundiales”, agrega.
De León añade que el sector empresarial deberá moverse ante los cambios de patrón de consumo que origina una escalada inflacionaria. Hay poca experiencia porque la última vez que algo similar pasó fue hace más de 40 años. Así que habrá que recortar los ciclos de retroalimentación estratégicos y tácticos en las empresas para ver qué funciona, y hacer los ajustes necesarios.
Álvaro Trigueros Argüello
Economista y director del Departamento de Estudios Económicos de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES).
D esde hace mucho tiempo, los economistas están de acuerdo que la inflación en el largo plazo es un fenómeno monetario, y los principales bancos centrales del mundo han mejorado enormemente el combate a la inflación.
De acuerdo con el economista Álvaro Trigueros, en Estados Unidos, de 1950 a la fecha, hay tres grandes picos de inflación, previo al actual; el primero es de febrero de 1951, con 9,4% de inflación y está asociado a la guerra de Corea, y los otros dos, en diciembre de 1974, con 12,3% de inflación, y en marzo de 1980, con 14,8%, ambos están asociados a embargos petroleros.
“Esto permite visualizar que estos grandes picos inflacionarios están asociados a grandes disrupciones en los mercados mundiales, fenómenos que ocurren con poca frecuencia. La pandemia actual es uno de esos grandes fenómenos, que ciertamente ha sacudido diversidad de factores de oferta y demanda elevando el nivel general de precios”, explica el economista Trigueros
Los países de América Central y República Dominicana son economías muy abiertas al comercio internacional, interconectados a las cadenas de valor de insumos, bienes y servicios, y por eso ya están sintiendo este ciclo inflacionario que puede durar varios meses más, sin saber con seguridad cuánto.
“Desde la perspectiva del pobre, la inflación actual es demasiado alta. La región es algo heterogénea en términos de desarrollo, pero todos los países aún tienen alta informalidad y pobreza; esto debe llevar a considerar el impacto de la inflación en la desigualdad y la pobreza”, añade.
En la región hay dos países que no tienen política monetaria, por estar dolarizados. Panamá y El Salvador dependen de las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos. Por tal razón su inflación está altamente correlacionada con la de ese país. Su política debería concentrarse principalmente en la protección social focalizada de los
más afectados por el fenómeno inflacionario, cuidarse de los desequilibrios fiscales que han quedado golpeados por la pandemia, y facilitar la actividad empresarial, de grandes, medianas y pequeñas empresas.
En el resto de países que sí tienen moneda propia, también se debe reconocer que la prudencia monetaria es importante, aunque por ser economías pequeñas y abiertas, el margen de maniobra también es limitado, pero han tenido éxito relativo en mantenerla por debajo de dos dígitos.
Para el especialista, está comprobado que existen principios y fundamentos básicos de funcionamiento de una empresa que ayudan a resistir este tipo de crisis.
Santiago Herrera Valle
Economista y gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP).
P ara Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), los problemas inflacionarios en este momento son multicausales. En tal sentido, la inflación en este momento está explicada principalmente por las disrupciones en la oferta generadas por la pandemia; interrupciones en las cadenas globales de valor, aumento de precios de materias primas y fletes, problemas logísticos a nivel mundial y escasez de mano de obra; por lo tanto, es un problema de oferta más que de demanda. En cuanto al impacto, el FMI ha estimado que, América Latina cerró el 2021 como la región con mayor aumento de precios del mundo, dado que, en sus últimas proyecciones estimó una inflación regional del 9,3% en 2021 y de 7,8% para el 2022.
“Las autoridades monetarias han actuado de diferente forma en la región. Países como México ha respondido con cinco aumentos consecutivos a la tasa de interés; en Chile, la historia parece ser similar dado que, las presiones inflacionarias han obligado a incrementar su tasa de interés hasta el 4% -el mayor nivel desde el 2014- y a reducir el estímulo monetario ante los riesgos inflacionarios”, explica el especialista.
Por otro lado, en Estados Unidos se está analizando, por parte de la FED, que ha disminuido la recompra de títulos en los mercado al doble, para forzar una subida en los tipos de interés e intentar impactar en los niveles inflacionarios históricos del país norteamericano.
“Desde nuestra consideración, creemos que, las autoridades de la región deben esperar a tener la mayor cantidad de información necesaria antes de aplicar medidas de control inflacionaria que pongan en peligro los procesos de recuperación del país. Esto supone la necesidad de mantener un balance entre reactivación e inflación, lo que puede implicar controlar los excesos de liquidez en el sistema, sin afectar la disponibilidad de recursos y los incrementos sustanciales en el crecimiento del crédito, positivo para la recuperación”, agrega.
Herrera considera que, dada la expectativa de que el fenómeno inflacionario será sostenido en este año y parte del 2023, será razonable que las empresas y familias cuiden sus estructuras de costos y gastos. Por lo tanto, reitera que es mejor esperar a contar con más información para tomar decisiones ya que, subir las tasas de Política Monetaria anticipadamente, puede afectar la reactivación, el crecimiento y el empleo.
Marvin Díaz-Lacayo
M.D. MBA, MS ingeniería, certificado en Gestión de Calidad Total y certificado en Finanzas.
Sabemos que la inflación es el aumento generalizado del precio de los bienes y servicios. Para el especialista Marvin Díaz-Lacayo, este fenómeno tiene muchas causas. Por ejemplo, está la impresión excesiva de dinero por parte de los Bancos Centrales, el aumento de salarios, el incremento de los costos de la energía, la escasez de bienes, el aumento en los costos de envío, las barreras comerciales y el impacto climático, entre otros.
“Hay una segunda causa de inflación enseñada por pocos economistas que es la que yo prefiero, en la que considero que la clase patronal es la única que puede y aumenta los precios. Sin embargo, la inflación no es patrimonio del capitalismo. Ocurre en todo tipo de sistemas económicos; por lo tanto, las consecuencias de la inflación son las mismas a nivel regional que a nivel global: aumento del costo de vida y del costo de los préstamos. Si la inflación persiste por más tiempo, las grandes empresas reducen la productividad y aumenta el desempleo”, explica el doctor.
Al aumentar la inflación, el beneficio va para la clase patronal porque son ellos los que aumentan los precios, pero a medida que se prolonga la inflación esos beneficios comienzan a desacelerarse.
Por otro lado, el gobierno puede beneficiarse cuando los bienes y servicios se encarecen y recaudan más impuestos sobre las ventas. “Más adelante, a medida que se satisfaga la demanda de salarios más altos, algunas personas pueden caer en una categoría impositiva más alta pagando más impuestos, lo que beneficia al departamento de impuestos”, agrega el doctor Díaz-Lacayo.
Adicionalmente, las industrias del sector financiero se benefician porque cobrarán una tasa de interés más alta.
Dado que la inflación puede ser un fenómeno global, se estandariza la estrategia a aplicar. Los controles de precios rara vez se utilizan debido a los efectos posteriores una vez que se levanta el control.
“Todas las inflaciones son temporales. Tienen un principio y un final, aunque tienen una duración diferente. Incluso la hiperinflación de Alemania tras la Primera Guerra Mundial, una de las peores de la historia, fue controlada tras la creación de una nueva moneda”, puntualiza Marvin Díaz-Lacayo.
Gerardo Corrales
Economista, banquero, profesor y conferencista en INCAE Business School y en LEAD University.
La causa de la inflación mundial tiene componentes de demanda y oferta. De acuerdo con el economista Gerardo Corrales, quien además es banquero, profesor y conferencista en INCAE Business School y en LEAD University, la inyección de trillones de dólares de los bancos centrales a las economías desarrolladas han puesto más liquidez en manos de las familias y las empresas, aumentando la demanda agregada y ejerciendo presión sobre los precios. Por otra parte, la crisis de contenedores ha ocasionado aumento de costos y desabastecimiento en la mayoría de países. También esto ha venido acompañado de aumento del precio de materias primas, incluyendo el petróleo.
“En mi criterio, es una inflación temporal pues el exceso de liquidez será recogido por los bancos y la crisis de contenedores es un tema temporal de ajuste de logística. Al ser nuestros países importadores de materias primas, este fenómeno externo sin duda acelerará la inflación local”, explica.
El especialista agrega que los gobiernos de la región, con tal de controlar la inflación y evitar la salida de capitales, van a subir las tasas locales reduciendo la liquidez en exceso. “Estoy de acuerdo en esta política contracíclica”, añade.
En el caso especifico de Costa Rica, Corrales es optimista para este 2022, pues los dos candidatos presidenciales que se enfrentarán en la segunda ronda generan confianza en los mercados, por lo que hay buenas expectativas de que siga aumentando con fuerza la inversión extranjera directa, y las exportaciones, que aun con la crisis por el COVID-19 han crecido de forma sostenible.
Ahora bien, en donde existe más preocupación es en el mercado interno, pues aun hay muchos sectores de la economía local que siguen sin recuperarse tras la pandemia. Lo mismo pasa con el turismo, aunque este sector depende del avance de la pandemia y de que los visitantes extranjeros retomen sus planes de visitar otros países.
Al igual que otros economistas, Gerardo Corrales es optimista para este 2022, pero si recurre a la prudencia, pues aun hay muchos retos que se deben enfrentar.
“A los empresarios y a las familias, les recomiendo que deben ser muy prudentes; en el año 2022 se vislumbran tasas de inflación crecientes; mayores tipos de cambio; tasas de interés mayores y por tanto menor crecimiento y más desempleo. Mucha prudencia, inversión de corto plazo, endeudarse en la moneda de su salario y concentrarse en lo gastos prioritarios”, puntualiza.
Marco A. Fernández
Economista, analista, consultor de estrategia de negocios y socio de INDESA Capital.
El principio de que la inflación es ocasionada siempre por una excesiva expansión monetaria es cosa del pasado. Las recientes restricciones en los canales mundiales de distribución han incrementado los costos de producir y consumir. Pero hay un fenómeno oculto detrás de la inyección de liquidez en muchos países: las transferencias monetarias a las familias han reducido en alguna medida el incentivo de algunas personas a participar en la fuerza laboral, creando mayores presiones de costos a las empresas, especialmente a las medianas y pequeñas. A esto tenemos que añadir que el contagio con la variante Omicrón en meses recientes ha enviado a sus casas a trabajadores por un periodo que varía de país a país. Esta combinación de mayores costos y expansión monetaria mundial continuarán en el 2022.
“En una economía dolarizada como la panameña, la transmisión de la inflación internacional se produce principalmente a través de los canales del comercio exterior, y el Indice General de Precios pasó de un signo negativo (deflación) en el 2020 a casi 2,5% en el 2021”, explica Marco Fernández, socio de INDESA Capital.
El economista considera que, como Panamá carece de una política monetaria efectiva para estabilizar el ciclo inflacionario, la expansión del gasto interno en el país depende de la Reserva Federal de Estados Unidos. La anticipada “subida” de las tasas del dólar llegará en mal momento para Panamá, que necesita algo más de expansión de la actividad interna.
“El aumento de la competencia en estos sectores, la eliminación de los precios ‘mentirosos’ que son el resultado de subsidios y prebendas, que si bien mantienen la inflación como un proceso, lo hacen con el nivel de costos para quien produce y genera empleos. El apoyo temporal a los afectados por los mayores precios de los alimentos siempre es bienvenido, pero las finanzas públicas están agotadas por la pandemia”, agrega.
Marco Fernández explica que cada empresa y cada familia tiene su propia “inflación”. El gobierno y los deudores ganan con la inflación pues el valor real de sus pasivos se reduce. En cambio, los depositantes pierden con la inflación porque el poder adquisitivo cae. Las empresas que, por su posicionamiento estrátegico pueden transferir los nuevos costos al consumidor, pueden acomodarse a mayores precios.
“Recordemos que existen costos, como los laborales o ciertas tarifas administradas por el Estado, que una vez que se ajustan hacia arriba, se mantienen aun cuando la inflación se reduce. También, si bien estamos esperando inflaciones relativamente elevadas, estamos sin hiperinflaciones como las de décadas pasadas. Así, que hay que mantenerse tranquilos y aprovechar la ocasión para ajustar los balances”, dice.
Luis Manuel Piantini
Economista, exembajador representante permanente ante la OMC y ex vicegobernador del Banco Central de República Dominicana.
E ntre diciembre del 2019 y noviembre del 2021, la Reserva Federal duplicó sus activos elevándolos de US$4.115.957 millones a US$8.648.682 millones. O sea que, en tan solo dos años, la Reserva Federal duplicó los activos acumulados durante 106 años, desde que fue fundado ese banco central en 1913.
Esta fuerte expansión se dio también por la necesidad que tenía el gobierno de ser financiado en su política fiscal expansiva y compensar la caída en sus ingresos fiscales. El gobierno estadounidense ejecutó programas de ayudas entre marzo del 2020 y del 2021 por un valor de US$5 billones equivalentes al 25% del PIB estadounidense.
Pese a esta fuerte expansión de las políticas monetarias y fiscales desde el primer trimestre del 2020, la inflación vino a repuntar un año después, cuando en marzo del 2021 llegó al 2,6% anual, y casi triplicándose nueve meses después, cuando alcanzó el 7% a diciembre del 2021. Esto se debe a que, desde el inicio de la pandemia hasta el segundo trimestre del 2021, el consumo experimentó una aguda caída y aumentó el ahorro.
Desde que se comenzaron a eliminar las restricciones por la pandemia, las personas volvieron a hacer vida activa en las calles comprando y comiendo, y el consumo se disparó y así también los precios.
“Ahora, hay elementos del lado de la oferta real que estaban sin vislumbrarse en ese momento y que se convirtieron en factores de empuje de la inflación, tales como los precios de las materias primas que se cotizan en dólares, como el petróleo, que aumentó 112% entre el 2020 y enero del 2022. Así como también se dispararon los precios del carbón y del gas natural”, señala el especialista.
“Preocupan los altos precios de los energéticos, que podrían ser impulsados por factores geopolíticos y por la expansión de la economía mundial. La decisión tomada por el presidente Biden de restringir la explotación de los energéticos fósiles en los Estados Unidos le puso en bandeja de plata a la OPEP y Rusia el manejo de ese mercado, aplicando estos, prácticas restrictivas para elevar los precios, cuando en años recientes los Estados Unidos con el aumento de su producción interna, habían logrado evitar la manipulación de los precios. Más del 80% del transporte terrestre utiliza energía fósil, por lo que debió aplicarse un proceso gradual de sustitución”, agrega.
En el caso de las autoridades monetarias dominicanas, comenzaron a aplicar desde mediados del año pasado, políticas restrictivas de expansión monetaria, recortando los créditos otorgados al sistema financiero, y elevando en 150 puntos la tasa de política monetaria. Asimismo, el gobierno reajustó los gastos, cayendo el déficit fiscal en el 2021 en 5 puntos porcentuales del PIB.
De igual forma las empresas tienen que estar atentas a los movimientos del mercado y actuar ahora con mucha cautela dado los elementos de incertidumbre que todavía se mantienen afectando las actividades en el mercado mundial.