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ECONOMÍA

Por Karen Retana Barboza

Auguran crecimiento económico del 3,5% para Centroamérica

Un enfoque estratégico, políticas económicas flexibles y una gestión eficaz serán elementos clave para asegurar un crecimiento sostenible en la región en este 2024.

Amedida que se avanza en el nuevo año, las proyecciones económicas para América Central muestran un panorama alentador, consolidando a la región como un epicentro de crecimiento moderado, pero sostenible. Así lo evidencia el Banco Mundial, que pronostica un crecimiento económico para esta región del 3,5% en el 2024, un indicador prometedor que resalta la estabilidad y potencial de desarrollo.

Dentro de la región, Panamá se destaca como líder en dinamismo económico, proyectando un crecimiento del 4,5%, impulsado principalmente por la inversión pública. Cabe destacar que, a pesar de las presiones alcistas en los precios a nivel mundial, Panamá exhibe una de las tasas de inflación más bajas globalmente.

Durante su última reunión realizada en diciembre pasado en Antigua, Guatemala, el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) reconoció que el desempeño económico global ha resultado ser mejor a lo previsto, a pesar de condiciones financieras más restrictivas.

Gisela Sánchez, presidente ejecutiva del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE),asegura que si bien se espera un desempeño económico favorable en América Central, existen retos importantes. Desde su óptica habrá un crecimiento entre el 3,8% y 4% (superior al crecimiento esperado a nivel global de un 2,9% y al crecimiento de Latinoamérica de un 2,3%) y que se dé una reducción de las presiones inflacionarias.

“Es importante enfocarnos en temas claves como pobreza, inequidad, migración en gran escala y el impacto del cambio climático. Desde una perspectiva positiva, considero que son más las oportunidades que los retos que enfrentaremos en el 2024 (nearshoring, aumento de la competitividad y desarrollo en armonía con el planeta y las personas) y que es ahí donde debemos enfocar el esfuerzo armonizado de todos los sectores de la sociedad (sector público, sector privado y sociedad civil)”, señala Sánchez.

Este criterio es compartido por el economista costarricense José Luis Arce, quien afirmó que en el corto plazo, las perspectivas son positivas, debido a que Centroamérica muestra una ligera mejora en comparación con hace 12 meses. Resalta un repunte en el crecimiento económico tras un periodo de desaceleración provocado por factores externos y políticas monetarias restrictivas. Asimismo, en su opinión se observa una reducción en las tasas de inflación, que preocupaban anteriormente. Aunque la situación económica enfrenta desafíos, Arce señala que los balances externos se mantienen saludables, y los mercados cambiarios han demostrado estabilidad, en parte gracias a flujos de financiación externa y remesas estables en la región.

En el caso de Costa Rica se vislumbra en un panorama positivo, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Las proyecciones sugieren un crecimiento del 3,5% en el PIB para el 2024 y un 3,6% en el 2025.

Se espera un fortalecimiento gradual de la demanda interna a medida que se flexibilice la política monetaria y mejoren las condiciones del mercado laboral. La inflación en Costa Rica se prevé en 1,9% en el 2024 y en 3,1% en el 2025, ligeramente por encima del objetivo del 3%.

En Guatemala, el Fondo Monetario Internacional (FMI) augura un crecimiento del 4% en el 2023 y del 3,5% en el 2024, destacándose como uno de los mayores crecimientos en América Latina.

Guatemala sigue siendo una economía con múltiples oportunidades para atraer la inversión extranjera. Su economía ha demostrado ser resistente, basándose en un sólido historial de políticas prudentes, bajos déficits fiscales y relación deuda/PIB, altas reservas internacionales y fuertes entradas de remesas, detalló el informe del FMI

En Honduras, el Banco Mundial espera un crecimiento del 3,2%, y el FMI del 2,9% para el cierre de este año.

El Banco Central de Honduras señala que la actividad económica mantendrá el mismo dinamismo del 2023 debido a un mayor consumo privado, destinado principalmente a la compra de alimentos y bebidas, dado los mayores ingresos de las empresas y hogares.

El organismo hondureño apuntó que las remesas enviadas principalmente de Estados Unidos crecerán un en 8% para el 2024, asociado al comportamiento previsto en el mercado laboral estadounidense.

Nicaragua se mantiene en terreno positivo, con una inflación en desaceleración y un superávit en la posición fiscal del gobierno central. Se espera un crecimiento del PIB del 3,5% en el 2024, respaldado por el consumo privado, consolidándose como la segunda economía menos endeudada de la región.

Bajo la óptica del FMI, en Nicaragua podría haber “sorpresas positivas” y el crecimiento del PIB podría ser superior al previsto debido a una recuperación más sostenida de la demanda interna, incluida la inversión y a una entrada de remesas más fuerte de lo previsto, especialmente en el corto plazo.

Aunque El Salvador proyecta un crecimiento del 2%, similar al año anterior, enfrenta desafíos significativos. La consolidación fiscal y la mejora de la transparencia fiscal son prioridades clave para proteger las reservas de liquidez y recuperar el acceso a los mercados.

Desafíos en su horizonte económico

A pesar de las proyecciones optimistas del Banco Mundial, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) adoptó una postura más conservadora en sus perspectivas para la región.

Según sus análisis, se espera un crecimiento del PIB promedio regional del 1,5% en el 2024, una ligera disminución respecto al 1,7% registrado en 2023.

El criterio moderado de la CEPAL refleja la prudencia ante los riesgos en el entorno internacional. Entre estos, destaca la preocupación por la persistencia de la inflación en las principales economías mundiales, un factor que podría impactar en las condiciones financieras de la región. Además, la incertidumbre derivada del conflicto Rusia-Ucrania y otros eventos se presentan como una variable que podría tener consecuencias en el panorama económico global.

Las autoridades de la CEPAL enfatizan la importancia de coordinar las políticas monetarias y fiscales para afrontar las presiones inflacionarias y reducir los riesgos financieros, previstos como más complejos en el panorama internacional de 2024 y 2025.

El organismo recomendó a las autoridades monetarias de la región adoptar un enfoque pragmático en el manejo de las diversas herramientas de la política monetaria para asegurar la estabilidad de precios y mitigar los efectos restrictivos sobre la dinámica de la actividad económica.

En el ámbito laboral, la CEPAL destaca los retos para lograr un crecimiento económico inclusivo, especialmente en la formalización y en los salarios, estructuralmente bajos en la región. Dichas medidas son cruciales para mejorar la calidad del empleo y avanzar hacia una inclusión laboral más equitativa.

LAS AUTORIDADES DE LA CEPAL ENFATIZAN LA IMPORTANCIA DE COORDINAR LAS POLÍTICAS MONETARIAS Y FISCALES PARA AFRONTAR LOS RETOS

Por su parte, el Banco Mundial resalta la necesidad de abordar los desafíos financieros externos en algunas economías de la región.

En Costa Rica, se enfatiza la necesidad de implementar reformas tributarias para un sistema más equitativo y eficiente. Mientras que en El Salvador, se aboga por la consolidación fiscal creíble y mayor transparencia fiscal.

Por su parte, en Guatemala, Honduras, y Nicaragua se recomienda poner en marcha políticas estructurales que fomenten el crecimiento sostenible e inclusivo, junto con mejoras en seguridad y certidumbre jurídica. Para enfrentar los retos, se requiere de una gestión fiscal prudente y políticas estructurales en Honduras.

Aunque las proyecciones económicas son favorables, la estabilidad regional dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación y respuesta frente a los desafíos globales mencionados.

En este contexto, América Central se enfrenta a la necesidad de adaptarse a las dinámicas cambiantes del escenario internacional. La región deberá estar atenta a la evolución de estos riesgos externos y adoptar medidas proactivas para mitigar posibles impactos adversos en sus economías.

PARTICULARIDADES DE LA REGIÓN

• Economías pequeñas y dependientes del comercio exterior. Vínculos comerciales estrechos con EE.UU.

• Las economías en su mayoría son importadoras netas de materias primas.

• Mercados financieros domésticos incipientes y abiertos al exterior. Alta dependencia del ahorro externo (inversión extranjera directa, préstamos y movimientos de capital para cubrir el déficit externo y las necesidades de inversión.

• Alta migración en países del Triángulo Norte. Remesas familiares son fuente de recursos externos dedicados al financiamiento del consumo. Economías receptoras de remesas con alta propensión al consumo.

• Diferencias en la estructura productiva. Costa Rica y Panamá con enfoque en sector de servicios. Honduras y Nicaragua con un alto peso relativo al sector agro. Guatemala, El Salvador y Honduras con alta importancia en manufactura.

Fuente: José Luis Arce, Economista, Economías de Centroamérica Perspectivas 2024, Universidad de Costa Rica.

¿QUÉ NOS HACE FUERTES

• Quinta economía de América Latina y El Caribe

• 40 instalaciones portuarias.

• 21 aeropuertos internacionales.

• Más de 31 millones de pasajeros por vía aérea.

• 148 176 km de carreteras.

• Más de US$38.815 millones en remesas.

• Más de US$9.378 millones en inversión extranjera directa.

• Más de US$46.574 millones en exportación de bienes.

• Liderazgo global en la exportación mundial de cardamomo, piña, banano, melón y café.

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