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NEGOCIOS - EMPRESA FAMILIAR

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CEO CLUB

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Por Enrique Cordero

La supervivencia de la empresa familiar como pilar del bienestar económico y social

Estas empresas juegan un rol clave en diversos sectores productivos, como la agricultura, el comercio y los servicios, promoviendo una economía diversificada.

Las empresas familiares son esenciales en la economía de Centroamérica y el Caribe, donde representan una fuente clave de empleo y estabilidad económica. Diversos estudios indican que más del 80% de las empresas en algunos países son de origen familiar, y aportan significativamente al producto interno bruto y al empleo. En su mayoría pequeñas y medianas, enfrentan el desafío de asegurar su continuidad y crecimiento, especialmente al traspasar el liderazgo a las siguientes generaciones. Su supervivencia es un objetivo económico, pero también un aporte al bienestar social y comunitario que impacta a la familia propietaria, a sus colaboradores y a la comunidad, fortaleciendo el desarrollo del país.

Las empresas familiares generan empleos y suelen adoptar un enfoque a largo plazo que prioriza la sostenibilidad y el impacto social. Su compromiso con la comunidad y su entorno las distingue de las empresas que operan con intereses puramente comerciales. Con frecuencia, estas compañías se involucran en actividades y proyectos locales, contribuyendo así al desarrollo social, económico y ambiental.

Además, estas empresas juegan un rol clave en diversos sectores productivos, como la agricultura, el comercio y los servicios, promoviendo una economía diversificada y resistente a cambios globales. Su visión a largo plazo se traduce en decisiones empresariales que consideran el rendimiento económico y también su contribución a la estabilidad de la economía local y regional, reforzando así el bienestar de la sociedad.

Un beneficio clave de las empresas familiares es su capacidad para generar empleo. En América Central y el Caribe, muchas de estas empresas emplean a una parte importante de la fuerza laboral, ayudando a reducir la pobreza y la desigualdad en zonas rurales y urbanas. Sin embargo, su impacto va más allá de los empleos que generan; influyen también en el bienestar de las familias propietarias y en el tejido social.

Para las familias propietarias, la empresa es más que una fuente de ingresos: representa un proyecto común que refuerza los lazos familiares, otorga identidad y sentido de pertenencia, y permite transmitir valores a las futuras generaciones. Este rol cohesivo genera beneficios económicos, emocionales y culturales, convirtiendo a la empresa familiar en un núcleo de valores que trasciende al ámbito empresarial.

A nivel comunitario, el compromiso de estas empresas es notable. Muchas de ellas participan activamente en proyectos sociales y contribuyen al desarrollo local a través de donaciones, iniciativas de responsabilidad social y prácticas sostenibles. Su arraigo local y preocupación por el bienestar de su entorno las hace esenciales para el desarrollo y estabilidad de las comunidades donde operan.

Enrique Cordero, consultor principal y fundador de EMCOR Consulting Group.
Factores clave para la supervivencia de las empresas familiares: visión, unidad familiar y preparación

La longevidad de una empresa familiar depende de varios factores que determinan su capacidad para enfrentar los desafíos y cambios generacionales. Entre estos factores destacan la visión a largo plazo, la unidad familiar, y la preparación para la sucesión.

La visión compartida a largo plazo es de vital importancia. Las empresas familiares exitosas se caracterizan por su enfoque en la continuidad. A diferencia de las empresas no familiares, donde las decisiones suelen basarse en resultados inmediatos, las empresas familiares prefieren invertir en estrategias a largo plazo. Esta visión, compartida por los miembros de la familia, ayuda a mantener un rumbo claro y permite alinear los esfuerzos a favor de la sostenibilidad.

Otro aspecto crítico es la unidad familiar. Las relaciones familiares son un soporte fundamental, pero también pueden convertirse en una fuente de conflicto si se gestionan inadecuadamente. La cohesión y el propósito compartido entre los miembros de la familia son esenciales para evitar divisiones que pongan en riesgo la continuidad de la empresa. La unidad implica la capacidad de enfrentar conflictos de manera constructiva, manteniendo siempre la visión y los valores familiares. Para esto, es importante establecer protocolos y reglas claras que faciliten la armonía. Por último, cabe mencionar que uno de los mayores retos para las empresas familiares es la preparación de la siguiente generación. La sucesión es un traspaso de liderazgo, pero también implica formar a los futuros líderes para que asuman responsabilidades y enfrenten retos con competencia. Este proceso requiere planificación, capacitación, y una transición gradual que permita a la nueva generación adaptarse y liderar de manera efectiva. Además, es importante que la generación saliente esté preparada para ceder el control de manera saludable, asegurando una transición armoniosa.

Para concluir, se puede decir que las empresas familiares son un recurso invaluable para el bienestar económico y social de sus regiones. Su supervivencia y crecimiento dependen de factores como una visión clara, unidad, y una planificación efectiva para la sucesión generacional. Estos elementos, además de garantizar la continuidad de la empresa, fortalecen los lazos familiares y contribuyen al desarrollo de la comunidad. Por ello, es fundamental que las empresas familiares se comprometan con la preservación de su legado y establezcan estrategias sólidas que permitan su permanencia como un pilar de estabilidad económica y social para las generaciones futuras.

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