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ESTILO DE VIDA - EMILIANA
EMILIANA
Revolución orgánica en la industria vinícola
Es la viña orgánica más grande del mundo. Se ubica en Chile y lidera el camino con un enfoque que combina tradición, innovación y compromiso con la sostenibilidad.
Emiliana, la viña orgánica más grande del mundo, revoluciona la industria vinícola con su producción de vinos bajo rigurosos estándares de agricultura orgánica, regenerativa y sostenible.
Sus vinos han sido elaborados de una manera más sana, sin uso de fertilizantes, químicos sintéticos, pesticidas, insecticidas y herbicidas.
“Cuando se trabaja de forma orgánica, los trabajadores y comunidades alrededor conviven sin riesgos que puedan afectar su salud. Es un ambiente libre de químicos”, afirma Cristian Rodríguez Larrain, gerente general.
Para Rodríguez, lo más importante es trabajar aumentando la biodiversidad del lugar, mejorando las condiciones del suelo vía aplicación de compost o materia orgánica y usando los corredores biológicos y cultivos entre hileras, y otras prácticas más.
Proceso
Lo que diferencia a un vino orgánico de uno tradicional es el método de producción, más allá del sabor. “Nos gusta afirmar que los vinos orgánicos representan fielmente el lugar o terroir donde han sido cultivados, expresando la variedad o fruta cultivada”, detalla.
Rodríguez explica que el vino pasa por un proceso de vinificación en el que el enólogo puede usar diferentes técnicas o insumos, como las barricas, para darle características diferenciadoras a un vino.
Viñedos Emiliana cultiva de forma orgánica, biodinámica y regenerativa, cuenta con el sello Fairtrade (certifica que productores y empresas han cumplido con estrictos criterios sociales, económicos y ambientales) y es una empresa B, que quiere decir que ha sido certificada por B Lab, por su compromiso con el bienestar ambiental, social y económico.
“Todas estas certificaciones son un sello de nuestro compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente”, comenta.
“Hoy día, el consumidor busca 100% transparencia. Y para eso nos certificamos, porque las certificaciones dan credibilidad y autentican los altos estándares de calidad bajo los cuales producimos, ya que pasamos por rigurosas auditorias varias veces al año”, agrega.
Cuentan con una estrategia sostenible (que incluye entre sus objetivos la reducción de su huella de carbono) que implementa el departamento de sustentabilidad liderado por una gerencia.
Desafíos
Producir orgánica y regenerativamente conlleva desafíos.
Según Rodríguez, existen barreras como la alta burocracia de las certificaciones, su alto costo, el tiempo de transición para ser orgánicos (tres años) y el conocimiento o Know How que se debe tener para preparar un campo para prescindir del uso de agroquímicos.
Aunque frente a esos retos, Viñedos Emiliana siempre está abierta a las empresas que quieran evolucionar hacia lo orgánico, inspirando y brindando la confianza de que se puede y que hay beneficios al hacerlo. Por ello, reciben viñas que han comenzado su camino, gracias a las reuniones y capacitaciones que han otorgado.
El experto asegura que la demanda de vinos orgánicos en los próximos años crecerá a tasas más altas que las del vino convencional.
Viñedos Emiliana ha hecho las inversiones necesarias en diferentes campos y zonas de Chile, así como en tecnología para ofrecer productos de la mejor calidad en todo el mundo.