PERIODISMO NARRATIVO DE HIDALGO
Vicente Leñero,
• ENERO 2015 • AÑO 3 • • NUMERO 25 • • PRECIO $ 30.00 M.N • • WWW.451efe.mx •
el amigo que se fue
* MELINA GONZÁLEZ GUZMÁN: Taxi libre * CRISTÓBAL ROJAS: El espejo de la moralidad *ALMA SANTILLÁN: Séptimo día *TIMO VIEJO: El ego perfeccionado 1
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ios hubiera dicho: “¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. ¡Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo! El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso? Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía. Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino,
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DIOS D OS SEGÚN BARUCH SPINOZA Nota de la redacción: Cada quien, por supuesto, tiene su concepto o no de Dios. A nosotros nos pareció prudente y propicio, publicar el que tenía el filósofo holandés Baruch Spinoza allá por el siglo XVII. Para empezar el año, nada mejor que la frescura de un Dios que nos habla como hermanos.
ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas. Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?… Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas
en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar. Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme. Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones? No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti.”
perfeccionado ¢¢ Por: timo viejo
M
i trabajo me permitió, por casi tres semanas, entrar no más tarde, sino a una hora más que cómoda para iniciar mis labores. Así que tuve tiempo de leer y ver un poco de televisión antes iniciar el día. Un miércoles por la mañana sintonicé el canal del Instituto Politécnico Nacional, el once. El programa que estaba en ese momento era “Diálogos en confianza”, el tema, según los títulos, era la apropiación de los problemas de los demás. La transmisión ya había iniciado, sin embargo, la charla fundamentada entre los panelistas fue lo que me atrajo para prestar toda mi atención. Ellos hablaban sobre cómo responde la población mexicana ante los problemas y sobre el altruismo de algunos. Las opiniones que llamaron mi atención, explicaban las posibles razones sobre el altruismo en personas con poder y que tienen grandes cantidades de dinero. La razón era querer limpiar su imagen, su ego, ante la población ¿Por qué lo hacen?, preguntaba la moderadora. Porque quizá en su interior saben que están corroídos, respondió una opinión. Otra decía que, tal vez, lo hacen para olvidar sus problemas solventando, simbólicamente, los de los demás. Una tercera los catalogaba como actos de simple vanidad para aumentar el ego; y así llamar la atención y simpatía de los demás.
Esto me hizo extrapolar el tema a mi entorno inmediato. Si nuestra naturaleza se alimenta cada día por un ambiente individualista y violento ¿por qué en cualquier medio donde nos podemos exhibir actuamos como personas buenas, morales o rectas? ¿Por qué nuestras redes sociales se llenan de condenas, y llamados a despertar cuando estamos intoxicados de indiferencia? Quizá por esas tres razones. La primera probablemente la hagamos para olvidar que somos el problema o parte del mismo. Queremos olvidar que también estamos corroídos. La segunda la llevamos a cabo porque sabemos que, nosotros o el 95% de la población mexicana, al tener poder, destinaríamos dinero del pueblo y haríamos obras para nuestro beneficio; tal y como lo explicó Guillermo Fadanelli en su libro “Insolencia. Literatura y mundo”. La tercera la realizamos por quedar bien ante los demás, por vanidad, para alardear de nuestra postura crítica como quien luce un vestido. Necesitamos autodenominarnos “subversivos”, “informados”, o peor aún “conscientes”, para sentirnos parte de algo. Es un hecho que este pequeño texto sea parte de lo mismo: pura vanidad. Tal vez sólo sea un montón de tinta que aprovecha la ocasión para llamar la atención y decir lo que ya se ha dicho hasta el cansancio.
Este punto me hace volver a una de mis convicciones: “el hombre es malo por naturaleza”. Quisiera defenderla porque no faltará quien culpe a un ser superior por su inactividad ante el sufrimiento humano, a lo que me gustaría responder que, si no existe una deidad superior, los problemas son originados por el hombre. Y, si existe una deidad superior, ésta, en la mayoría de las religiones, nos delegó el gobierno de la tierra, así que en ambas debemos asumir la responsabilidad de nuestros actos. Y, aunque les parezca increíble, la responsabilidad y la maldad son parte de la libertad que tenemos. Sin embargo, la causa de nuestra más grande imperfección, la que nos lleva a un falso altruismo, es el ego. El ego, el pecado original del cual parten todas nuestras dolencias, el que hemos aprendido a sobrellevar y, también, a perfeccionar. Tanto que, como lo escribió Schopenhauer, hemos creado una maquinaria del ego. Ésta se llama: estado. Él la definió como “la más grande creación del egoísmo inteligente”. Esta maquinaria ha demostrado que el egoísmo no tiene límites puesto aprendió a disimularse gracias a la cortesía, y a regularse por las instituciones. Así es como una vez más hemos fundamentado la solución en el problema. Menuda cosa. 3
Carta del
PERIODISMO NARRATIVO DE HIDALGO
Vicente Leñero,
• ENERO 2015 • AÑO 3 • • NUMERO 25 • • PRECIO $ 30.00 M.N • • WWW.451efe.mx •
el amigo que se fue
* MELINA GONZÁLEZ GUZMÁN: TAxI LIbRE * CRISTÓbAL ROJAS: EL ESPEJO dE LA MORALIdAd *ALMA SANTILLÁN: SéPTIMO díA *TIMO VIEJO: EL EGO PERfECCIONAdO 1
Directorio Director JAVIER PERALTA ZAMORA Director Editorial MIGUEL ÁNGEL HERRERA HERNÁNDEZ Edición TANIA PERALTA ZAMORA ARTE EDITORIAL LDG. VIANEY TOLENTINO SÁNCHEZ Colaboradores permanentes: AGUSTÍN RAMOS, LUIS CORRALES VIVAR, CRISTÓBAL ROJAS MILLÁN, JULIA ELENA CASTILLO, JORGE VALERIO ÁVILA GÓMEZ, ARTURO TREJO VILLAFUERTE, FEDERICO ARANA, MELINA GONZÁLEZ, ABIGAIL HERNÁNDEZ Ventas, publicidad y suscripciones: 451efe@gmail.com 7711569625 y 7711371878
* 451EFE, publicación mensual* Enero de 2015* Año 3 Número 25* Editor responsable: Javier Peralta Zamora* Número de certificado de reserva: 04-2013-111313471300-102, expedido por el Instituto Nacional del Derecho de Autor* Certificados de licitud de título y contenido en trámite* Publicado y Distribuido por Consorcio SABINO de Comunicación y Educación, S.A. de C.V. *Domicilio de la publicación: Arcos del Padre Tembleque 130 Fraccionamiento Los Arcos, Pachuca, Hidalgo 42083 *Teléfono 7711569625 y 7711371878* Impreso por Lito Impresos Bernal S.A., Cerrada Bulevar Everardo Márquez s/n Km 2.5 carretera Pachuca Ciudad Sahagún, Pachuca, Hidalgo, CP 42090* Precio $30.00 * Dirección de Internet: http//www.451efe.mx. Prohibida su reproducción parcial o total.
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2015. Hay mucho que contar y recordar. Por principio de cuentas Agustín Ramos trae a la memoria a uno de los personajes claves en la historia del periodismo en México: Vicente Leñero, muerto el año que acaba de terminar. Encuentros de vida, de esos que dan constancia que estamos aquí, en el camino que siempre creemos eterno de la existencia, y que un día de pronto termina. Agustín, el escritor, el amigo de Leñero, lo platica en el plano necesario para comprender la irreparable pérdida que representa para quienes lo quisieron, lo admiraron y hoy mismo lo extrañan. Melina González nos acompaña en este arranque de año con un texto de lo cotidiano. Taxi Libre es la posibilidad de estar presente en las pláticas que nutren la vida, le dan color y permanencia, contrario a lo que uno piensa que son efímeras por ser del quehacer del diario. Por supuesto Alma Santillán se hace presente con el séptimo día, es decir el domingo, cuando a ciencia cierta uno no sabe si llegará el lunes, y si llega es una de las reflexiones más fúnebres para quien sepa de la semana y los meses y los años y lo que tenga que venir. Así que aquí está, Séptimo Día. Cristóbal Rojas Millán de plano espanta con lo que pudiera suceder si el “Espejo de la Moralidad” llegara a caer en manos poco prudentes en este 2015, porque de plano al horror horroroso que vivimos en el país se sumaría un imprudente artefacto que dejaría muy, pero muy mal parados a la mayoría de los hombres del poder. Con El ego perfeccionado, Timo Viejo nos lleva a mirar de frente un elemento vital pero fatal en la historia de la humanidad. Ya sabrá usted el porqué luego que lea su texto. El arquitecto Corrales nos recuerda lo que fue, antes de ser Instituto de Artes de la Universidad del Estado, la colonia San Cayetano allá en Real del Monte. Mar Peralta Zamora sigue en la tarea de descubrir palabras inexistentes en su Manantial de Serendipias. Como siempre nuestras secciones de cine, vinos, viajes y música. Tengamos un buen año, abriguemos la esperanza de que los siguientes doce meses nutran la posibilidad de querer la vida, simplemente quererla.
Taxi ¢¢ Por: Melina González Guzmán
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na mujer y yo caminamos hacia el sitio de taxis. Ella se adelanta corriendo. Estoy por decirle que llegué primero, pero de la bolsita que le cruza por el hombro saca un radio walkie talkie. Pide taxis. Desactivo mi neurosis rutinaria y me siento en la banca de la parada de autobuses. Espero. Un par de taxis llegan rápido, hacen fila. Pensándolo mejor, ni tengo prisa. Además traigo este capuchino acompañado de un mini pay de queso y zarzamora de Starbukcs. Con esos precios, es necesario tomarse un tiempo para estimar su calidad. Pronto hay tres formados. Del primero sale un jovenazo. Saluda a la mujer del radio con un beso que se hunde en la comisura de sus labios. Se llama Maru. Él es un mozuelo de camisa verde fluorescente deslavada. Trae el cuello levantado hasta el borde del último pelo que alisó excediéndose en gel. Viéndolo bien, su porte es de galán. Obsequioso, le pregunta a Maru cómo está, que por qué no estuvo en el sitio ayer.
- Es que agarraron a mi hijo. Lo tenían atrás de la Procu. - ¿Otra vez? - No, pérate, ora sí se pasaron. Se lo llevaron por desmadroso en una posada y me lo entregaron muy golpeado. Querían cinco mil pesos para soltarlo, pero pues de dónde…, yo no me iba a dejar y me salió lo Maru. Ya sabes cómo soy. Les dije hasta de qué se iban a morir. Peor de rabiosos se pusieron. Nomás la regué. Lo llevaron al tutelar echando cuentas a lo menso. Los cinco mil que pedían los repartieron de a mil por mes. Que pase por él en cinco meses. - Ay, Maru… - Me fui a Derechos Humanos y les metí contra demanda. Ahí se me fue todo el día. Y tanto para que me salieran con que un legista o algo así tiene que verle los golpes a ver si procede. El chofer le pasa un brazo por la espalda en plan consolador. Abrigada en su axila, parece que Maru se hace más pequeña. Sigue quejándose tranquilamente. Por momentos creo que
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va a llorar, pero se yergue y encauza también su alegato. - Le voy a dar una vuelta el lunes, a ver si ya junté algo y lo sueltan, porque ahorita, ¿a qué voy?, de plano no tengo ni un centavo… - Yo te alivianaría, pero ando a raya, cargando un montón de deudas. Ayer no entregué la cuota diaria del taxi. Quedé con el dueño de completarle al rato y todavía me falta echarle gasolina. Además hoy empezaron a trabajar en mi casa. - ¿Ya por fin? - Sí, no me quedó de otra más que vender la moto y pedirle a mi suegro que me prestara. Ya ves que llevaba un chorro de tiempo el material en la calle y a cada rato le salían pies. Aunque esté un tiempo en obra negra el segundo piso…, ahí que aguante tantito, pero que los tabiques no se hagan menos… Maru, le toma la mano que cuelga por su hombro, la oprime. - Ya sabes que con lo que sea me ayudas…
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Avanza el siguiente taxi. Como todos, el conductor baja del carro y deja abierta la cajuela. Se ve que éste no es su cuate porque Maru sólo lo saluda meneando apenas la cabeza y aprovecha para atravesarse al puesto de enfrente por un vaso de fruta picada. Regresa corriendo, ya hay pasaje. Abandona el vaso colmado de crema chantilly debajo de una esquinita en la banca de la parada de autobuses. Atiende al pasaje, sube sus compras, recibe la monedita y despacha. Con la mano pide que se acerque el siguiente taxi al tiempo que solicita por el radio otros más. El carro que llega lo trae don Luis.
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- No me digas eso, gordita… Y vieras que hoy ando bien querendón… De veras no junto nada para darte… Ora que si me das chance… Se acerca una familia, Maru suelta la mano reanimadora. Ella se adelanta como siempre. Toma el carrito de las compras mientras les pregunta para dónde van y acomoda las bolsas en la cajuela mientras el resto la mira hacerlo. - Sale. A la Plutarco –le dice al joven chofer despachándolo con tono serio y rotundo, relegando su queja. El jefe de familia le da una monedita antes de subir. Maru la recibe y con ella se persigna. Avanza el siguiente taxi. Como todos, el conductor baja del carro y deja abierta la cajuela. Se ve que éste no es su cuate porque Maru sólo lo saluda meneando apenas la cabeza y aprovecha para atravesarse al puesto de enfrente por un vaso de fruta picada. Regresa corriendo, ya hay pasaje. Abandona el vaso colmado de crema chantilly debajo de una esquinita en la banca de la parada de autobuses. Atiende al pasaje, sube sus compras, recibe la monedita y despacha. Con la mano pide que se acerque el siguiente taxi al tiempo que solicita por el radio otros más. El carro que llega lo trae don Luis. - ¿Cómo está, don Luis? Maru le extiende la mano y la estrechan con aire familiar. - Aquí, Maru, pasándola, como todos ¿Y ayer a dónde se fue a pasear que ni invitó? - No, don Luis, otro día le cuento, orita ya se me está bajando el entripado. Don Luis saca de la cajuela un costal lleno hasta la mitad. - Vea, le dice orgulloso y lo planta en la banqueta, lo que me encargó. Deja caer entre sus dedos un buen puño de maíz. Va a ver, Maru, cómo se le engordan bien bonito, eh. - ¿Y ora eso para qué? Pregunta otro taxista que acaba de integrarse a la fila de espera. ¿Tiene pollos, Maru? - Quince, responde presumida. Me los dieron en el programa de la
SAGARPA. Estaban así de chiquitos y yo creí que me iban a llegar muertos, ahí todos como masa en la caja de zapatos. Ora están hasta acá, mire… - Ah, qué a todo dar, luego véndame uno para un caldito, ¿no? - Dejen que den huevos y les convido. Maru enseña una expresión de superioridad. - No, Maru, tanto huevo hace daño. Apenas el martes un patrullero me rebasó rozando el carro, así de cerquita, y hecho la raya. Le pité la de su mamá. Me detiene. Yo me le pongo al tiro y terminó quitándome una placa por quién sabe qué. Pero como dijo mi mujer: un día ha de caer en el consultorio del Sector Salud porque esos no pagan dentista ni de chiste. Y le voy a dejar el hocico tronado, sin anestesia y con las amalgamas bien flojas… - ¡Qué va! El huevo a ti nomás te aumenta el colesterol. Ya nos contaron que andas de vacaciones y te la pasas lave y lave platos, pisos y hasta la ropa. Tú eres don mandilón… - ¿Te dieron vacaciones? Pregunta Maru más envidiosa que sorprendida - Por fin. Pero sólo una semanita afortunadamente. No me hallo si no es el consultorio o en el taxi, qué lavar ni qué nada. Todos estos días agarro desde bien temprano el carro. - ¿Entons, el mañanero no lo cumples ni en vacaciones? Sigue don Luis retando al dentista. - Yo siempre estoy firme… - Pero, traías ganas de un caldito… - Y hasta dos me echo cualquier día, usted ni se acuerda a qué sabe… A ver, Maru, ¿son más ricos de pollo o de gallina? - Híjole, con ustedes no se puede, de veras… ¿pues qué no me ves? Yo digo que son mejores los de gallina. Cuando quieras nos echamos el caldito. Queda como una promesa. Viene el pasaje. ¿Taxi, caballero? Maru pregunta todavía con la voz incitada. Deja el costal bien apretado junto a su fruta y corre a jalar el carrito de las compras. Súbale. Don Luis la observa acarrear
las bolsas. ¿Cuánto le quedo a deber, don Luis? - No me va a quedar a deber nada, Maru. Son setenta pesos. - Por eso digo que cuánto le quedo a deber, porque no traigo ahorita. - Si quiere, a la otra vuelta me los da. - No, mire -de su bolsita saca un billete de cincuenta pesos- era de mi comida pero igual ahorita sale y mejor le doy los veinte que restan otro día. - Está bien Maru, ya déjelo así. Don Luis guarda en la bolsa de su camisa el billete. Se dan la mano, Maru cierra la cajuela y la puerta del pasaje. Gracias por lo de caballero, le dice al subir el pasaje, condescendiente. Maru se sonroja. Y aunque no hubo monedita, no baja la sonrisa. Es una buena mañana. El día de las compras de último momento. Y todavía el comercio no se ponen de a peso. Atrasito de don Luis, sale el dentista. El siguiente taxi lo acerca su conductor empujándolo y vuelve a la labor que lo tenía ocupado. Está quitando las manijas de las ventanas traseras, le comenta a Maru que con frecuencia dejan que los niños vayan sueltos de ventana a ventana y él viaja con el Jesús en la boca, mejor las bloquea. Maru usa el radio otra vez. El conductor se queja de dolor en la espalda. No, no es un torzón por el entrenamiento de lucha libre que dirige. Es de tanto estar sentado. - ¿Y cómo van esas clases? - Ahí, dos, dos. Me llegó un chamaco nuevo, parece que le acaban de quitar los pañales, pero el canijo trae una furia que a todos se los suena a la primera. No pela indicaciones. Es un relajo, ya ninguno quiere entrarle con él. Llega un taxi más, lo conduce una mujer. Me llaman Vicky. Su taxi así la nombra con letras cursivas una mica polarizada que cubre de extremo a extremo la parte superior de su parabrisas. Es la típica mujer de eternos lentes de mosca. En cuanto apaga el motor saca su cosmetiquera y se adhiere al retrovisor. El entrenador sigue hablando de sus alumnos, de lo difícil
que es meterles en la cabeza que la lucha es un deporte civil, y terminando esa idea tan esclarecida, que casi acaba de tener, le cuenta de unos polvos para licuado que levantan la masa muscular y que él consigue cerca del Zócalo. Los revende con los chavos porque les urge estar tan lactados como en las luchas gringas. Maru ya no lo escucha, le hace caras pícaras a Vicky y ésta le responde con risitas. Despacha al pasaje del entrenador de lucha lbre. Abre la puerta delantera del taxi de Vicky, quiere subirse pero se encuentra con un reguero de cosméticos. Chocan la mejilla simulando un saludo, Maru se sienta en la orillita y husmea entre tanta pintura. - Ya hace hambrita, ¿desayunaste? Vicky niega con la cabeza, su voz es muy baja y habla poco. Pues vente por unos taquitos aquí con la Chío. Algo dice Vicky, Maru le aclara que hoy son de birria y están sabrosos… Mira las bolsas de topers abajo del asiento, las sopesa. ¿Y qué te preparaste?..., no, pues mis respetos para las que se levantan a cocinar, qué hacendositas. Yo antes me traía mi comida, pero aquí hay de todo, mejor lo vengo a comprar, hay que ayudarnos.
Se forma otro taxi, modelo nuevo, pulidito, parece que sonríe como el rayo McQueen, accesorios notables de lujo: faros de luz neón, espejos anchos, alerones, rines de rehiletito. Vicky recoge rapidísimo las pinturas, a Maru le gana una risa nerviosa. - Pues cómo se comunican que apenas sabe que llegaste y viene volando ese Poyo… Baja el Poyo del taxi, el sol lo sorprende, regresa por los lentes de espejo. Maru sale, se saludan con una sonrisa, se va por unos tacos para cooperar también con Chío. Allí están almorzando empleados de una empresa galletera. Aun maquillada, Vicky se cubre con los lentes de mosca. El galán sube, y le pregunta mientras cierra la puerta: - ¿Quién te pone feliz?... Po yo. Dentro del taxi truenan los cosquilleos mudos de Vicky y los besos que en su cuello clava el pico del Po yo. Tremendos arrumacos, acelerados. Nadie lo nota, ambos son invisibles con sus lentes. En el puesto, Maru se topa con proveedores de la tienda. Quizá también los conozca. Inicia como siempre una plática fácil al tiempo que recibe de la mano de Chío un grasiento catálogo de edredones. Le
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echa un ojo rápido a los modelos, con el otro guarda lo que ocurre en el carro de Vicky, y del elemental tercer ojo vigila la banqueta por donde aparecerá el pasaje. Le gusta tal y tal más para el cunero del nieto que dicen que ya nació, y se los va a encargar, qué carambas. Los proveedores de galletas le aconsejan… - Si te vas a endrogar que sea con un protector para el colchón, los niños son súper miones… - A quienes hay que regalarles cuando nace el bebé, es a los papás, el baby shower debería ser con puro efectivo me cae. Argumenta otro. Chío, la mismísima vendedora también se solidariza recordándole: - ¿No que el chamaco ni era de tu hijo? Ya ni friegas, Maru. Primero averigua. Están muy caras estas colchas. Además de bebés ni les falta nada, lo que les sobra es ropa y sarapes. Al taxi de Vicky se acercan un par de gordinflones vestidos completitos de negro asoleado. Su gesto está caído. Se mueven como si estuvieran solos en el mundo, definitivamente están crudos. Cargan un six en cada mano. El Po yo se baja y les dice que pasen a su taxi que él los lleva. La pareja no le hace caso. Suben y azotan la puerta. Vicky echa a andar. El Po yo se queda con las palabras atoradas en el pico. Ni lo voltearon a ver, sus lentes obscuros escaman. Vuela a encender el motor gorgoroso de su carro y sin pasaje se va atrasito de Vicky. Por un momento el sitio se queda sin taxis. Pronto hay un señor esperando. Lleva dos carritos, el primero con un gran árbol navideño natural que se adivina muy esponjoso a pesar de estar amarrado como tira de longaniza, el otro saturado de compras. Detrás de él se forma una familia. Maru suelta el catálogo. Corre hacia el pasaje mientras pide más carros por el radio. - Apenitas alcanzó uno, ¿verdad? Ya no venden más que artificiales. - Tuve suerte. Responde orgulloso el señor. - ¿A poco aquí lo consiguió?
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- Sí, pero no en la tienda, ya ni en el apartado había. Lo que pasa es que la señorita de la óptica me vendió el que le adornaba el changarro, pero a precio de ojo de águila. - Nombre… Como dicen, le llegó al precio, ¿no? - ¿Pus qué le hago? Llevo dos semanas sin pararme en mi casa. Quedé de ponerles su árbol. Llega el taxi. El conductor, junto con el padre desaparecido intentan subir al toldo tremendo árbol. Batallan. Se suman al jaloneo, Maru y el otro padre de familia que también esperaba carro. El árbol se desguanza y resbala varias veces por el toldo. Llega otro taxi, el conductor baja a echarles la mano. Unos sostienen, otros jalan, y meten en cintura al méndigo árbol mientras que Maru llama a chiflidos a los viene viene del estacionamiento. Llegan apurados entre risas, con trozos de rafia. Comienza la batalla por amarrarlo, suben y bajan del taxi añadiendo pedazos. Los proveedores de galletas entran al quite todavía masticando un bocado del taco. Por un momento, en el paisaje resaltan más tantas manos que el restregado árbol, que ya con la luz se ve envejecido. Llevaba por lo menos un mes exhibido en la mentada óptica. Al rato es la noche buena, ni modo de regresar sin lo que se prometió. Maru suelta el árbol para ir metiendo las bolsas a la cajuela, pero el tronco impide que abra bien, luego sale a relucir que ni se detiene sola. La madre de familia aún miraba con sus niños, asiste a Maru. En la cajuela también se organizan, ella la sostiene mientras Maru y los niños pasan rápido las bolsas. Todos se ayudan, todos congenian, así funcionas las pequeñas comunidades. Unos acuden a otros. Avanzan remendando. Con las prisas se atora una bolsa de esferas en el carrito. Se rasga. Pronto hay un reguero. Qué suerte que ahora sean de plástico. Quiero agregarme ayudando a recogerlas. Suena mi teléfono. Es mi marido. No me da tiempo de saludarlo… - ¿Qué pasó, dónde andas? - Espero un taxi libre.
El siguiente taxi lo acerca su conductor empujándolo y vuelve a la labor que lo tenía ocupado. Está quitando las manijas de las ventanas traseras, le comenta a Maru que con frecuencia dejan que los niños vayan sueltos de ventana a ventana y él viaja con el Jesús en la boca, mejor las bloquea. Maru usa el radio otra vez. El conductor se queja de dolor en la espalda. No, no es un torzón por el entrenamiento de lucha libre que dirige. Es de tanto estar sentado.
SÉPTIMO DÍA ¢¢ POR: Alma Santillán
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uién te asegura que es el cielo el que se mueve y no simplemente tu mundo que, cansado de verse siempre igual, empieza a girar sobre su propio eje para lentamente irse derrumbando ante tus ojos abiertos, muy abiertos, al saber que nada pueden hacer tus piernas o brazos para evitar la hecatombe en la que te verás envuelto de ahí en adelante, sin salida o refugio. Era domingo, el día que más odiaba; en ese lugar la iluminación era la misma en mayo que en diciembre. Había pasado medio día en la terminal de autobuses reubicada en las orillas de la ciudad que lo vio nacer pero que, sin explicaciones, lucía un poco más ajena que el día anterior. Acordaron
encontrarse a las seis de la tarde, pero él no soportó la idea de quedarse en casa todo el día, había pasado ya suficiente tiempo mirando las paredes blancas que enmarcaban la pintura que ella le regaló en su cumpleaños veintiséis; su ansiedad crecía tanto que decidió salirse a caminar desde temprano. Él trabaja medio tiempo en un restaurante y toca en un bar por las noches; en sus ratos libres le gusta ir a la biblioteca y hojear libros al azar. Le gusta contar historias pero no ha reunido el valor para enfrentarse a la hoja en blanco, prefiere sólo armarle una vida a los que van por las calles y olvidarla un par de minutos después de que salen de su campo de visión. De vez en cuando oye una voz en su
mente pero la calla con unos audífonos profesionales. Ella estudió arte en un estado del norte pero se mudó al centro huyendo de la violencia y todo lo que se ve a diario en las noticias. Le gusta pintar pero evita especialmente ponerle título a sus obras, piensa que es intervenir en la vida de las pinturas y predisponer a quien las admira. Llevaba seis meses buscando empleo y se había cansado de ser mesera de medio tiempo. Pronto serás uno más de esos inexpresivos humanos que deambulan por las calles o se sientan bajo la lluvia como si lo que cayera no fuera un líquido frío sino la esperanza de que existe algo más adelante, dios sabe qué o dónde o cuándo. Tu piel
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Ella estudió arte en un estado del norte pero se mudó al centro huyendo de la violencia y todo lo que se ve a diario en las noticias. Le gusta pintar pero evita especialmente ponerle título a sus obras, piensa que es intervenir en la vida de las pinturas y predisponer a quien las admira. Llevaba seis meses buscando empleo y se había cansado de ser mesera de medio tiempo.
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comenzará a subir de temperatura, desde dentro, como nunca te dijeron los doctores ni brujos que en toda tu existencia no imaginaste consultar; nadie te advirtió que al no seguir un camino porque desapareció en un instante podrías tomar tus manos como la mejor y única arma disponible para destruir el silencio que te envuelve y te acorrala cada vez más, que querrías arrancarte la piel más cerca de un deseo de sobrevivencia que de un intento suicida. Se conocieron hace cuatro años, ella adivinó su nombre con apenas verlo a los ojos un par de minutos; él rió divertido cuando ella le explicó su extraña habilidad y a cambio le cantó un par de líneas improvisando las percusiones con una mesa de plástico en la que descansaban varias botellas de whisky. En un tiempo récord se conocieron de manera tal que se desprendieron de sus nombres y se dedicaron a ser sólo ellos, los de verdad. Su historia fue muy distinta de las que existen, aseguraba él; nunca imaginaron que todo pasaría tan rápido, afirmaba ella. Se fueron a vivir juntos al año de encontrarse gracias a sus amigos en común. En una libreta de pastas negras escribían los lugares que querían visitar cuando él comenzara a ganar dinero de verdad con su música o sus libros y ella con sus pinturas. Por las noches les gustaba platicarse su vida, salir a beber como dos amigos y reír de todo lo que encontraban, por políticamente incorrecto que fuera. Ninguno creía en la eternidad, pero se miraban como si no hubiera nada más alrededor; sabían que habían tenido suficiente del mundo exterior y estaban felices de ser los únicos en su tipo. Nunca antes fueron tan honestos. Una mañana te sorprenderás escribiendo un par de dígitos que ya no existen y te verás obligado, casi en la incredulidad, a trazar con el lápiz una cifra nueva que veías muy lejos, aquella que querrías haber esperado con ansias lejos de este pantano en el que los calendarios no tienen paredes para colgarse y hacer
la correspondiente cuenta regresiva de la mano de un futuro que no creías poder alcanzar nunca, y que ahora no existe. Sabías que los sueños se hacen realidad, pero alguien te ocultó que a veces el proceso se revierte y de tenerlo todo, tus manos pasan a tener nada. Ni a ti mismo. Un día ella tuvo que salir de la ciudad para visitar a su madre, él la llevó a la terminal y quedaron de llamarse al día siguiente. La llamada no llegó. Él esperó. Un día, dos, tres, seis más. Nada. La buscó por todos los medios hasta que respondió por correo: "Disculpa el silencio, de camino a casa tuve una crisis y creo que es mejor quedarme acá unas semanas. Prometo escribir pronto. Te amo". La ansiedad comenzó a correr por todo su cuerpo, no tenía idea de lo que pasaba y las paredes no respondían sus preguntas; las pinturas a medio terminar no le daban una sola pista y caminar por la ciudad lo alteraba de maneras inimaginables. Su empleo se convirtió en un martirio de seis a doce del día, el resto se metía a dormir hasta que el hambre lo despertaba y comía lo que encontraba. Sus noches de música desaparecieron y la incertidumbre no lo dejaba prender la televisión sin desesperar. Dejó de crear historias de la gente a su alrededor y se dedicó a repasar día a día el último año. Nada se veía mal. Ahora lo único que tienes es un aquí y ahora que la gente se empeña en restregarte a diario como valioso, único e irrepetible. Por supuesto que tú quisieras que fuera irrepetible, para que mañana a esta hora despertaras y vieras que todo fue un muy mal sueño; que fuera único para poder mudar de identidad en medio de la noche, cuando la esperanza duerme al lado de la incertidumbre, antes de turnarse para ser tu acompañante al día siguiente. Entonces mirarás al cielo en la más pura imitación de quienes por siglos han sido retratados pidiendo clemencia, pero nadie dijo nunca que ese llamado a brazos y gargantas
abiertas fue escuchado y su pena transformada en alegría. Claro que no, los desenlaces desafortunados no son plasmados en los libros de la historia de los tiempos. Por fin, luego de dos meses, ella escribió: "Hola voy de regreso mañana. ¿Puedo verte en la terminal pasadas las seis? Necesito hablar contigo". Él respondió de inmediato: "Sí, ahí te veo, te amo". No hubo más respuesta. La noche fue larga, el insomnio se intercalaba con sueños de ella y una voz, la que nunca antes había atendido, se escuchó más nítida que nunca: "Rogarás que ella deje de aparecerse en todos lados, en las calles, en los ojos de los extraños, en los maniquíes de las tiendas, en las risas de los cafés y el viento helado del invierno. Le gritarás: ‘¡No te soporto faltando en las mañanas, tardes y noches; te odio cuando por las madrugadas el silencio sustituye tu respiración!’, y después caerás en el regazo de su recuerdo, de su insoportable ausencia, llorando como harás cientos de noches después de ésta. Tus oídos dejarán de percibir tu propia voz, que saldrá huyendo de tu cuerpo en busca de vivir afuera porque adentro no halló oxígeno ni movimiento ni calor”. Abrió los ojos y, sobresaltado, corrió por sus audífonos y los puso muy alto. Quiso creer que había escuchado la voz en un sueño y se metió entre las cobijas, cerró fuerte los ojos hasta que dejó de temblar, no sabía si de miedo por lo escuchado o por la incertidumbre de lo que pasaría después. Era domingo, el día que más odiaba desde que ella se había ido. La terminal estaba llena de viajeros que parecían gritar su vida a cada paso que daban, al mirar las pantallas con los horarios de salida de autobuses al norte, al sur, a la frontera, a lugares impronunciables donde alguien los esperaba. Las seis. La media hora que siguió fue eterna, él no podía sino caminar de un lado a otro en el área de llegadas. Por fin la vio aparecer entre la gente, cargaba la misma mochila que se llevó
hacía meses, pero su mirada traía más pasado del que él creía conocer. Caminaron hasta un café cercano, en silencio; ella estaba tan ensimismada que él no encontraba algo que decir. De pronto eran dos extraños con tristezas inexplicables; su sonrisa no viajó en el mismo autobús que ella, y él se quedó con la mente en blanco mientras acariciaba sus manos frías. Hablaron, él del pasado que compartieron, ella del futuro que no sucedería a su lado. Él parecía estar escuchando un idioma incomprensible, ella parecía lejos de este mundo. Ella se estaba despidiendo de la historia que él seguía escribiendo en presente. Su mundo se derrumbó. De ese momento en adelante vio correr el tiempo en cámara lenta: ella levantándose de la mesa, en medio de lágrimas, tomando su mochila y dejando las llaves del departamento al lado de sus manos inmóviles, pronunciando una disculpa que podía ver pero no escuchar y mucho menos comprender. Ella se fue. Él se quedó. Entonces lo supo: la voz que escuchaba a diario desde que ella se fue era la del futuro, revelándole poco a poco el tiempo que estaría sin ella, detallándole la batalla que tendría que enfrentar a diario, solo. Sintió sus brazos y piernas debilitarse, se levantó y comenzó a deambular por la ciudad, bajo la lluvia fría; la piel le quemaba y sus manos quisieron arrancarla mientras se veía caminar de vuelta del sueño a la realidad. Levantó las manos y le gritó al cielo, a la vida, a ella, a nadie, hasta que dejó de escucharse y de sentir su cuerpo. Aquella voz tuvo razón: dentro de él ya no había oxígeno, movimiento ni calor. Sabía cómo sería el resto de la historia y no estaba dispuesto a escenificarla, no iba a contentarse con ese aquí y ahora ni con la esperanza de que algo mejor llegaría más adelante, dios sabe qué, cuándo o dónde. No, él no; decidió que su desenlace desafortunado no fuera plasmado en los libros de la historia de los tiempos y, simplemente, se salió de sí mismo ese domingo, el día que más odiaba.
Entonces lo supo: la voz que escuchaba a diario desde que ella se fue era la del futuro, revelándole poco a poco el tiempo que estaría sin ella, detallándole la batalla que tendría que enfrentar a diario, solo. Sintió sus brazos y piernas debilitarse, se levantó y comenzó a deambular por la ciudad, bajo la lluvia fría; la piel le quemaba y sus manos quisieron arrancarla mientras se veía caminar de vuelta del sueño a la realidad. Levantó las manos y le gritó al cielo, a la vida, a ella, a nadie, hasta que dejó de escucharse y de sentir su cuerpo. Aquella voz tuvo razón: dentro de él ya no había oxígeno, movimiento ni calor. 11
Vicente Leñero ¢¢ POR: Agustín Ramos
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Nunca deja de escribir. Ni siquiera cuando toma vuelo para repreguntarme alguna opinión sobre cuestiones políticas o –si lo convencen mis argumentos– para agregar sazón a un chisme sabroso, nuevo siempre (no importa que ya esté publicado o que apenas lo esté cocinando), nuevo siempre con su sello impecable con su capacidad para defender lo que considera justo, ahora ya no frente a sus censores sino frente a quienes comparten sus convicciones, con una conciencia que se despliega en contra de la ignorancia y de las limitaciones (propias y ajenas).
S
e despide por primera vez en el umbral de su casa pasando el medio día del viernes. Le han detectado cáncer y lo operarán el lunes. Hemos rumiado de lo que hay: amigos, enemigos, recuerdos, desmemoria, mucho de política, poco de literatura. Pero apenas hora y media. La cita fue ahí, en San Pedro de los Pinos. Llegué antes de que terminaran de desayunar él y una Estela desmejorada –la noticia la noqueó más a ella que a mí, dirá él, pálido, anguloso, ronco y machacón, con un hablar diferente a ese hablar carrereado, de casi sin abrir la boca, de apretar la voz y masticar cada palabra–. Sólo sus pupilas conservan la chispa ágil y certera de siempre. Ayer jueves, mi celular sonó minutos antes del temblor que vació los edificios del centro del Paseo de la Reforma. Era su voz, dilatada y rasposa, preguntando si podía verlo al día siguiente. A la hora que quieras, dije. Diez y media, once, dijo. Va. Ni el temblor sentí. Los demás viajantes despepitaron sus experiencias sísmicas y yo me pregunté qué mosca le picaría a Vicente. Siempre nos vemos a las once de la mañana. Primero en el restaurante de la Sogem. Después, cuando éste quebró [cerrado por remodelación, decía un letrero amarillo], a pocas cuadras de ahí, también en la Guadalupe Insurgentes. Y pese a mi puntualidad siempre me gana, así que puedo observarlo a mis anchas, desde lejos, concentrado en escribir. Nunca deja de escribir. Ni siquiera cuando toma vuelo para repreguntarme alguna opinión sobre cuestiones políticas o –si lo convencen mis argumentos– para agregar sazón a un chisme sabroso, nuevo siempre (no importa que ya esté publicado o que apenas lo esté cocinando), nuevo siempre con su sello impecable con su capacidad para defender lo que considera justo, ahora ya no frente a sus censores sino frente a quienes comparten sus convicciones, con una conciencia que se despliega en contra de la ignorancia y de las limitaciones (propias y ajenas).
Nuevo siempre, en su constante tarea de ir humanizando lo humano en un movimiento narrativo en dos sentidos, de abajo hacia arriba, de los humildes por la justicia, de la justicia para los humildes, y de arriba hacia abajo, con una potencia crítica que atrae hacia tierra a quienes están o parecen estar más alto que los demás. Y así pasan diez años, un miércoles al mes, entre dos y tres horas. A la una o dos de la tarde pone punto final a la plática, con fatiga o enfado, en señal de que toca ir al estacionamiento de la Sogem, donde lo espera El Chino, su asistente... Esos siempres terminan, empero, cuando él comienza a lidiar con la salud. Los médicos creen que es el corazón, porque su presión se le trepó a las sienes días después de ir al Excélsior actual a revisar unos documentos. No me cayó nada bien volver ahí, confiesa describiendo el estado actual de las instalaciones originales. Lamentable, Agustín, lamentable. Lo sometieron a un chequeo integral. Y en todo salí perfectamente, informa ladeando los labios, sombreados por su gran nariz. Sonríe primero con los ojos, desde el fondo. No se jacta: este orgullo de ahora, me parece, sólo es una forma de expresar la herida de no sentirse entero. ¿De veras? Sí, soy un enfermo pésimo, rebelde, caprichoso, reconoce. No sabe soportar la enfermedad, el ruido corporal. Eso les pasa a quienes están impuestos a gozar de buena salud, ¿no Vicente? Sí, sonríe, es falta de costumbre, la plenitud enciende sus pupilas. De esa plenitud proviene su modestia, su naturalidad, su humildad, su autenticidad: virtudes y cualidades que caracterizan a sus personajes en la narrativa, en el teatro, en los guiones, en las crónicas. Personajes entrañables, como él. Pero después de febrero se le amotinan los achaques y ya no vuelve a estar bien. Si no es la presión es una costilla fracturada o humedad en un pulmón. Un día me cuenta del berenjenal en que entrará cuando equis personaje se muera, lo cual podría ocurrir muy
pronto. Y casi hasta se le caen los hombros. Aunque –desliza sibilino para escabullirse de ese peso– quizá yo muera antes. Tú no, Vicente, tú eres imprescindible. Nadie es imprescindible, Agustín. Lo ha dicho con fatiga y quizás hasta con enfado. Rencoroso, me acuerdo de su resistencia a las muestras de cariño y de las cuentas que hizo con su madre: Me dio leche, no miel. Me dio pan, no golosinas. Me dio su presencia, no los latidos de su corazón… llegué a la edad adulta y ahora a la vejez siendo un poco así, como ella.
Esa forma de ser bueno y áspero, noble y duro; esa forma de ser, construida y dada, hace de Vicente Leñero un católico ejemplar. No un militante como tantos, de semana inglesa y golpes de pecho. Sino un católico que sabe y puede perseverar en la inteligencia, en la apertura, en la incertidumbre de su fe.
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Enjuicia, no como juez; tampoco tanto en su propio provecho, aunque también, como en provecho de este prójimo que es su interlocutorlector. Enjuicia desde la integridad de espectador que escudriña unánime con diversos lentes – teatro, periodismo, narración, guionismo–, empezando por sí mismo, en su fe, en sus desánimos, en historias que sigue sintiendo inmediatas, dolorosas; enjuicia no como quien hace experimentos – ni siquiera en sus estructuras novelísticas más temerarias–, sino como consecuencia exacta de la búsqueda de la apremiante, imposible objetividad detrás de la cual, tal vez, quién sabe, se encuentre la verdad.
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Pero nunca lo he sentido tan huérfano, tan cercano, en una militancia distinta y desoladora, como cuando acababan de asesinar al hijo de Sicilia. Entonces hablamos de la amistad, de la muerte, del final, del principio, de Juan Bautista, de su evangelio preferido y de mi predilección por Mateo. Tú siempre con la política, ¿verdad, Agustín? Y tú traduciéndolo todo a letras, a escrituras. Esa forma de ser bueno y áspero, noble y duro; esa forma de ser, construida y dada, hace de Vicente Leñero un católico ejemplar. No un militante como tantos, de semana inglesa y golpes de pecho. Sino un católico que sabe y puede perseverar en la inteligencia, en la apertura, en la incertidumbre de su fe. No tardé nada en descubrir, en confirmar, que además de amigo me considera un lector ante quien prueba la verosimilitud de sus versiones. Por ejemplo, relata que el subcomandante Marcos ha asistido a la presentación de Más gente así en Minería. No le creo, no porque la historia cojee (un muchacho indígena, al final del acto, lo saluda en corto y pone una tarjeta blanca sobre la franela de la mesa de presentación, para que al voltearla descubra un saludo del Sub). Me parece inverosímil, explico sin verlo a los ojos, porque conoces a Marcos y aunque éste ande sin capucha no podría pasarte desapercibido jamás. ¿Ni entre la muchedumbre? … Casi estoy seguro de que renunciará a escribir este pasaje. Porque todo lo que me cuenta (casi todo) lo he leído antes o lo leeré después, en libro o en la Revista de la Universidad, y le correspondo siendo sincero. Ni modo mano, ahora sí, me fijo en sus pupilas, que no te creo. Y si no le creo es porque, en esa ocasión se me hace presente una entrevista, que sobresale entre todas las que Marcos ha concedido y que es antológica entre tantas entrevistas antológicas de Vicente (como aquella a María Félix, la más descollante entre sus primeras) y que, para él, buscador de la justeza, son otras tantas formas de poner todo en tela de juicio; todo, desde la humanidad más representativa, ascendiendo por héroes y redentores, hasta la mismísima divinidad.
Enjuicia, no como juez; tampoco tanto en su propio provecho, aunque también, como en provecho de este prójimo que es su interlocutor-lector. Enjuicia desde la integridad de espectador que escudriña unánime con diversos lentes –teatro, periodismo, narración, guionismo–, empezando por sí mismo, en su fe, en sus desánimos, en historias que sigue sintiendo inmediatas, dolorosas; enjuicia no como quien hace experimentos –ni siquiera en sus estructuras novelísticas más temerarias–, sino como consecuencia exacta de la búsqueda de la apremiante, imposible objetividad detrás de la cual, tal vez, quién sabe, se encuentre la verdad. Hablando de objetividad, en 1971 su mamá se molestó con él por meterse con la madre Conchita, mitológica para ella. Él invitó a su mamá al estreno de El juicio “para demostrarle mi objetividad” y ella “salió encantada”. Sin embargo, como para equilibrar y no dar pie a la soberbia, por cada triunfo él opone el recuerdo de un fracaso. A la obtención del premio Biblioteca Breve contrapone cierta confidencia de Joaquín Diez Canedo. Al principio, atemperaba cada logro con el dolor de que su padre ya no viviera para atestiguarlo. Porque su padre, él supone, no creyó en su talento literario, al menos no lo suficiente como para imaginar que sobreviviría escribiendo, así que sugirió a su nuera Estela que convenciera a Vicente de que mejor se dedicara a la ingeniería. No, no necesita de resentimientos intermitentes ni perdurables para conservar el equilibro: su humildad es más genuina y más necesaria mientras menos dócil sea una realidad que lo obliga a tomar partido. A él, que corre los riesgos propios de la creación afrontando el peligro de convertirse en estatua de sal, de topar con hueso. A él, habitante de márgenes, escalador de sicomoros, sabedor de que la ficción sola no basta para dar con una realidad que nunca se deja sorprender del todo con las manos en la masa. Sí, acepta que a veces hasta miente al escribir con tal de no falsear la realidad; cuando lo zarandean las contundencias de la incertidumbre o, peor, cuando siente alguna verdad escurriéndose entre sus dedos.
Todo mundo habla del temblor y si bien ellos casi no lo sintieron es el tema cuando llego a su casa. Mientras terminan su coctel de frutas les expreso mi asombro de ver Paseo de la Reforma repleto de gente evacuada. ¿Por qué siguen haciendo edificios altos? No se caerán, asegura él. ¿Por qué? Por sus cimientos. Se anima un poco al recordar su juventud de estudiante de ingeniería, cuando acompañó, con sus condiscípulos y maestros, a un japonés que encomió los cimientos de la Torre Latinoamericana. Estela aprovecha para salir y nosotros subimos al estudio biblioteca. Estoy en capilla, dice, después de regañar a El Chino. Esta vez, como de costumbre, pondrá punto final a la plática. Sólo que media hora antes de lo habitual. Porque quiere ir a la casa de una de sus hijas. Toma un bastón de madera. Lo acompaño. Camina lento pero nuestra conversación siempre lo acelera, ahora además le dificulta respirar y lo obliga a detenerse cada tanto. La casa de su hija está a pocas cuadras de la suya, tras un seto de cactáceas, protegida por formas coralinas que traslucen los vidrios esmerilados de las ventanas, Nos despedimos, mejor dicho él me despide. Comedido pero cortante, como de costumbre. Cruzo la calle, volteo. Aún no le abren. Muevo una mano despidiéndome. Responde. Me alejo un paso, apenas uno. Volteo otra vez, él ha dado media vuelta y regresa por donde llegamos. Lo contemplo. No es una figura triste. Va despacio. Esbelto y digno, sólo algo encorvado en comparación con aquel que sale de Excélsior a Paseo de la Reforma junto a Julio Scherer y a otros en 1976. Hoy me resulta demasiado doloroso verlo de espaldas, yéndose. ¡Vicente!, decido gritar. Me escucha, se frena. Me explica que su hija no está. Te acompaño (lo digo temeroso de su negativa, pero accede). Hablamos de mi novela, que saldrá el año que entra. No vayas a quitarle la dedicatoria, estira la boca, bromea. Siempre dice que le gusta lo que escribo, desde hace treinta años, cuando platicamos por primera vez, en un bar de Cuautla, y él me aconsejó impedir que nadie nunca me cortara las alas.
Yo le llamaba Rubén y él corregía con paciencia: Vicente, Vicente, Agustín. Luego se desquitó tomándose su tiempo para dejar de llamarme Arturo. Agustín, Vicente, Agustín. Estoy en capilla, dijo ahora. He puesto cara de circunstancia. Difieren su versión y la de Estela. Ella sabe que el tumor es maligno. Él argumenta que eso se sabrá hasta el lunes. El Chino repasa archiveros, él lo reprende, no es hora de seguir buscando, ya todo tendría que estar a punto. Su asistente asegura que sí, que ya, pero sigue abriendo y cerrando cajones, sacando papeles y asintiendo. En los rezongos de Vicente no hay exceso, ni en tono ni en palabras. Ágil, sólo dice lo que viene al caso y no requiere transiciones entre el reclamo a su asistente y el diálogo conmigo. Al despedirnos la primera vez de hoy, con su estilo, sobrio, preciso, periodístico, teatral pero sin ficción, pondera las bondades de dejar en orden sus papeles. Es otra petición de auxilio que no hallo cómo atender. Luego, cuando estamos volviendo a despedirnos bajo el dintel de su casa, llegan su asistente y Estela, a quien también abrazo fuerte diciéndole ánimo, ánimo. Eso es lo que más falta hace, responde ella. Vago con rumbo fijo pero sin ganas de llegar. El motivo, ¿o el pretexto?, la despedida de hoy, que por supuesto ni aun ahora que reescribo me resigno a aceptar como definitiva. Porque él está vivo. Sí, ya sé, lo operarán el lunes. Su perspectiva es funesta pero con futuro; contraria a la de Estela su esposa, que es trágica, sin miedo a esa conmiseración que él quiere evitar. Duro, Vicente. Duro ante lo que de veras importa. Estarás vivo. Aun mañana sábado. Es más, el lunes 12 de mayo, cuando entres en el quirófano, habrás de seguir vivo. Y mientras haya vida, etcétera. Antes de bajar al metro en la estación de San Pedro de los Pinos necesito sentarme. La mujer que boleará mis zapatos me extiende La Prensa, mastico trapo, trago sin saliva. ¿Qué me dará fuerza para llegar a dormir toda la tarde y despertar de noche sin ganas de nada? De dónde obtener
Cruzo la calle, volteo. Aún no le abren. Muevo una mano despidiéndome. Responde. Me alejo un paso, apenas uno. Volteo otra vez, él ha dado media vuelta y regresa por donde llegamos. Lo contemplo. No es una figura triste. Va despacio. Esbelto y digno, sólo algo encorvado en comparación con aquel que sale de Excélsior a Paseo de la Reforma junto a Julio Scherer y a otros en 1976. Hoy me resulta demasiado doloroso verlo de espaldas, yéndose. ¡Vicente!, decido gritar. Me escucha, se frena. Me explica que su hija no está. Te acompaño (lo digo temeroso de su negativa, pero accede). Hablamos de mi novela, que saldrá el año que entra. No vayas a quitarle la dedicatoria, estira la boca, bromea. energía para levantarme el sábado, día de las madres, a escribir, ¿de qué, para qué?, la nostalgia de haber podido, debido, querido decirle no sé qué a Vicente cuando me confió, cara a cara o, peor tantito, cuando después me confíe, por teléfono, su deseo de vivir con calidad, el rechazo a estar en capilla… *Una versión abreviada de este texto apareció en el suplemento dominical La Jornada Semanal.
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l proyecto PLATAH, iniciativa del gobierno que encabeza el mandatario José Francisco Olvera Ruiz, posiciona a Hidalgo como un polo industrial de desarrollo de la región centro de la República Mexicana. Bajo la visión económica, social y municipalista del gobernador, respecto al desarrollo integral de cada una de las regiones que conforman al territorio estatal, PLATAH se centra fundamentalmente en el impulso a la educación y en el fortalecimiento de Hidalgo como el nuevo polo industrial del centro del país. Así, con PLATAH se beneficiará a los municipios colindantes a este complejo industrial, como son Zempoala, Zapotlán, Tolcayuca y Tizayuca, cuyos ayuntamientos trabajarán de manera coordinada con la administración estatal, para definir una poligonal de aproximadamente 20 mil hectáreas y con ello constituir un órgano público descentralizado, mixto e intermunicipal, que impulse un plan regional de largo plazo que dé orden y estrategia de desarrollo a las hectáreas que son cinturón del proyecto. Con esto, Francisco Olvera manifestó que los primeros beneficiarios son los
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CONTINÚA HIDALGO SU POSICIONAMIENTO COMO EL POLO INDUSTRIAL DE DESARROLLO DE LA ZONA CENTRO DEL PAÍS
¢¢ En 2014 PLATAH, el proyecto con visión logística, innovador y productivo, se consolidó ya como una realidad
ejidatarios que confiaron en el gobierno hidalguense y que hoy ven consolidado, como una realidad a PLATAH; el cual, indicó, es proyecto de una comunidad y de todo un estado. El titular del Ejecutivo también señaló que el proyecto se diseñó para generar un polo de desarrollo que aumentará la creación de empleos de calidad, en beneficio de las familias que habitan esta zona de la entidad. Así, Hidalgo se convierte en una zona competitiva y que, por ende, se transforma en el principal frente de crecimiento de México, ya que la entidad cuenta con la infraestructura adecuada, red educativa, servicios
públicos de calidad, además de las condiciones favorables para el crecimiento de la industria y, en sí, de la iniciativa privada. Dentro de los objetivos que busca consolidar el proyecto PLATAH, se encuentra el establecer un Parque Industrial y Logístico de alto perfil; generar 10 mil nuevos empleos directos y 41 mil indirectos, entre otros beneficios. Cabe mencionar que el proyecto PLATAH cuenta con el máximo respaldo del presidente de la República Enrique Peña Nieto, ya que se suma a la visión logística, innovadora y productiva que el Ejecutivo federal impulsa por todo el territorio nacional.
CONSOLIDA HIDALGO ESTRATEGIA DE
PROMOCIÓN TURÍSTICA
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ara la administración que encabeza el mandatario José Francisco Olvera Ruiz, el turismo es una actividad estratégica y prioritaria, de carácter transversal que debe aprovecharse a plenitud; es por ello que el gobierno estatal implementó la campaña turística “Vívelo para Creerlo”, con la que la entidad poco a poco se consolida como un importante referente en la materia en el país. Con diferentes promocionales que resaltan los atractivos turísticos de Hidalgo, enfocados a un público que gusta de lugares y servicios de
calidad, “Vívelo para Creerlo” puso de manifiesto el trabajo coordinado entre los gobiernos federal, estatal, municipal y la sociedad civil. Cabe señalar que el gobierno federal ha implementado diferentes acciones para fortalecer el rubro en la entidad, como lo son inversiones en diferentes municipios para detonar su potencial turístico; mejora de los servicios en destinos estratégicos; una inversión de 20 millones de pesos para la señalética; capacitación a los prestadores de servicios, así como el reforzamiento de la promoción nacional e internacional.
De esta forma, a través de esta campaña, Hidalgo ha tenido en meses recientes, presencia en el estado Vaticano, con lo que se consolidó la promoción de sus atractivos, fuera de las fronteras de México. Los principales atractivos que contempla la mencionada estrategia son los balnearios, los Pueblos Mágicos y la región de Tula de Allende. Asimismo se busca crear emociones y experiencias personales a través de la promoción turística en las diferentes regiones del país, en diferentes espacios televisivos; junto con su cultura, biodiversidad, gastronomía, hasta la vida nocturna. 17
2015, AÑO DE OBRAS
PARA PACHUCA: ELEAZAR GARCÍA
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urante el año 2015, el ayuntamiento de Pachuca que encabeza Eleazar García Sánchez, llevará a cabo proyectos estratégicos que puedan contribuir a la identidad de la capital, acciones como el Centro Cultural El Reloj, el Parque de la Familia, el Velatorio Municipal, Pachuca se Pinta, entre otros, pretenden ser consolidados como algunas de las acciones más relevantes de la reciente administración. De acuerdo con el munícipe capitalino, el Centro Cultural El Reloj, representa un proyecto ambicioso para la identidad de la ciudad, que dará inicio con la primera etapa en los próximos días; inicialmente se rehabilitará la estructura de la plancha de la Plaza Independencia, con una inversión de 40 millones de pesos, esta obra se pretende concluya para el mes de septiembre de este año. Como parte de esta gran obra, se tiene proyectado que cuente con sanitarios, ludoteca, librería, tienda gourmet, tienda de arte, sala de exposiciones, módulo de información turística por mencionar algunos. Otro proyecto que se llevará a cabo durante el 2015 es el Parque de la Familia, donde se creará un nuevo pabellón para la convivencia de las familias, al conectar el antiguo Parque del Charro, el Jardín del Maestro y el Centro Cultural del Ferrocarril, los primeros dos, mediante un puente peatonal. Este espacio contará con áreas lúdicas, el museo del juguete, juegos para niñas y niños con capacidades diferentes, muros verdes, así como un jardín y pérgola de baile para adultos mayores, esta obra representará una inversión superior a los 17 millones de pesos. En el tema de imagen urbana, durante este año se habrán de inaugurar las esculturas de Sebastián, obras de este reconocido artista plástico, del cual se han colocado
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¢¢ Darán inicio los trabajos de construcción del Centro Cultural El Reloj. ¢¢ De igual forma iniciará la construcción del Parque de la Familia. ¢¢ El velatorio municipal en breve estará ofreciendo servicio a la ciudadanía. ¢¢ Pachuca será sede de Seminario Internacional. en 5 puntos de la ciudad, estas esculturas representan al viento y dan identidad a la capital. Además se distribuirá un libro con el significado de cada una de ellas, estas obras se encuentran ubicadas en: Bulevar Minero esquina con Colosio, Bulevar Panorámico, Camino Real de la Plata, Bulevar Santa Catarina y en el Bulevar Ramón G. Bonfil, esquina con el Bulevar Colosio. Por otro lado, mediante recursos del programa nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, se ha creado un proyecto para la integración comunitaria y el mejoramiento de la imagen urbana del Cerro de Cubitos; con una inversión de 5 millones de pesos, se tiene por objetivo crear un mural a gran escala, que refleje las tradiciones, los sentimientos e inquietudes de los habitantes de esta zona “Hoy contamos con un diagnóstico de la comunidad, en 2015 estaremos realizando la intervención social y la creación de arte urbano”. De igual forma, durante los primeros meses de este año, se pondrá en funcionamiento el Velatorio Municipal, el cual está prácticamente finalizado en su construcción, sin embargo, se está integrando el equipamiento para brindar un servicio de calidad a los ciudadanos. Eleazar García, abundó que también se tiene proyectada la construcción de más de 10 kilómetros de Ciclo-rutas y senderos verdes, principalmente en tres tramos: Bulevar Minero-Punta Azul, Belisario Domínguez-Ocampo, Valle de San Javier-Río de las Avenidas. Finalmente, el alcalde capitalino dio a
conocer que Pachuca será sede del Tercer Seminario Internacional de Experiencias Innovadoras en Gestión Pública Efectiva, y agregó que después de un proceso de concurso, la Bella Airosa fue elegida para este evento que reúne a países integrantes de la Organización de Estados Americanos. El objetivo es reconocer y promover prácticas exitosas en la consolidación de gestiones públicas que fortalezcan la democracia y se llevará a cabo durante los primeros días del mes de marzo. “Aún nos quedan muchas acciones por emprender y consolidar, mi compromiso es y seguirá siendo con los pachuqueños, quienes me han dado su confianza para llevar las riendas del ayuntamiento, continuaremos dando nuestro mejor esfuerzo por mejorar las condiciones de nuestro municipio, y trabajaremos hasta el último día que resta de nuestra administración, tengan la certeza que nuestro esfuerzo es pensando en tener una mejor ciudad”
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¢¢ Vestigio arqueológico de hace más de 500 años desenmascara a políticos ¢¢ Más creíble que el IFAI y cualquier reforma anticorrupción (no requiere fiscal) ¢¢ Cuento político (escrito en 1984) corregido y aumentado 30 años después
¢¢ Por: Cristóbal Rojas Millán En ese status, tal vez inspirado en la “Renovación Moral” que prometía el Presidente De La Madrid, fue que nació este cuento. Hace 30 años. Vale la pena retomarlo, porque (lo notará el lector) muchos de los conceptos bien pudieran escribirse en este 2014. El espejo de la moralidad La vestimenta de Emiliano Cabañas era deprimente: un pantalón de mezclilla, cuyo desgaste le había hecho perder el azul original, ahora se percibía blanco grisáceo; una camisa raída que apenas le cubría las inclemencias del crudo invierno; los dedos de sus pies ya se asomaban de sus zapatos rotos. Emiliano poseía en su rostro el eterno gesto del reproche, a la vida, a Dios... a la suerte. Tenía cuatro años de no poseer trabajo fijo. Su oficio de albañil ha sido muy castigado por la crónica crisis económica que contrajo espectacularmente la industria de la construcción. Ese día, sin mucha esperanza de conseguir un empleo, al deambular su frustración por las calles del centro citadino, un letrero hizo renacer sus esperanzas: “Se solicitan peones, buen salario, aquí informan”. El trabajo consistía en auxiliar a un grupo de arqueólogos que realizaban excavaciones, bajo la premisa de que ahí, en el centro de la gran ciudad, debía haber importantes ruinas de la cultura de sus antepasados. Dichas excavaciones debían ser muy cuidadosas para no dañar la estructura de las importantes edificaciones coloniales, que ya se consideraban tesoros culturales de la humanidad. Ese día Cabañas se convirtió repentinamente en “excavador de la historia”.
La teoría de que en el centro de la gran ciudad había importantes vestigios era correcta. Todos los días los arqueólogos veían aumentada su colección de vasijas, restos humanos, objetos religiosos, dagas, etcétera. En varias ocasiones, cuando lo encontrado era de un material valioso, ya fuera oro, plata, obsidiana, los “estudiosos de nuestra historia” se rifaban el objeto, sin informar a las autoridades del hallazgo. El espejo desenterrado Tal vez fue por ello que cuando Emiliano Cabañas, en su zona de excavación tuvo la suerte de encontrar aquel espejo, no dio cuenta a nadie. Su intención fue aliviar en algo su precaria situación económica. Y es que el espejo referido tenía en lugar de cristal, plata, y su marco estaba bellamente confeccionado en oro. Además, el espejo tenía ciertas inscripciones ideográficas que el humilde albañil no entendió. Sabía que tenía que ser muy astuto para poder sacar el espejo de la zona arqueológica. Cuando llegó el final de su jornada laboral, esperó a que los demás peones y arqueólogos se fueran; envolvió el espejo en periódico y lo colocó cerca de la gran reja que limitaba el lugar. Emiliano salió con las manos vacías del centro arqueológico. Se despidió de los tres vigilantes que ese día mataban el tiempo jugando cartas. Amparado por las sombras de la noche, caminó unos metros, metió sus manos y sacó de entre los dos barrotes la valiosa reliquia. Apresuró el paso y desapareció entre las oscuras calles. Ya en su hogar, con gran ansiedad, desenvolvió el espejo. Notó extrañado que el objeto devolvía su imagen con una gran verruga en su rostro que no poseía.
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ste cuento fue escrito hace 30 años. Un año muy especial para quien esto escribe. Ese año dejé de ser contador (lo fui durante 11 años) al quemarse la empresa para la cual trabajaba (Al Puerto de Veracruz, 1 noviembre 1984). Cursaba el cuarto semestre de la licenciatura en Periodismo y desde hacía dos años ansiaba empezar mi incursión en esta bella carrera. Sin embargo, los once años de antigüedad como contador, me hacían dudar en renunciar, pues de hacerlo no habría indemnización. La única posibilidad para tal opción era provocar mi despido, pero en la aventura podría dar el pretexto para no recibir dicha compensación. La otra opción era que mi empresa se incendiara… y que se incendia. Fue gracias a este evento catastrófico que adelanté mi incursión en el periodismo nacional. Por otra parte, 1984 fue para México un año difícil (otro más): Asesinan al periodista Manuel Buendía; lanzan bomba molotov al palco presidencial en el desfile del primero de mayo; el año de las explosiones en San Juanico … Era el sexenio de Miguel de la Madrid, aquel que basó su campaña en una “Renovación Moral de la Sociedad”. Eran los inicios del neoliberalismo la filosofía que asegura que dando a los empresarios todas las facilidades; entregando a ellos la economía del país, México saldría de sus recurrentes crisis. ¡Vaya filosofía tan torpe! 30 años después se ven las consecuencias: Concentración de la riqueza, empresarios que se encuentran entre los más ricos del mundo; bajos salarios, violencia generalizada, crimen organizado a todo lo que da; y sobre todo una tremenda frustración en el pueblo, al no vislumbrar en el futuro mejoría económica familiar.
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El espejo de la moralidad
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Creyó que el espejo estaba sucio. Lo frotó intensamente con un lienzo hasta dejarlo brillante, volvió a observarse y vio con espanto que el espejo insistía en aquella carnosidad. Emiliano, desconfiado, acudió al espejo del baño para saber si en verdad poseía esa verruga. Éste le comunicó que su rostro no tenía ninguna alteración carnosa. Volvió a recurrir al espejo ancestral y éste, neciamente, le hacía ver la excrecencia cutánea. Francamente asustado llamó a gritos a su esposa y le enseñó el espejo. Ella quedó asombrada de la belleza del objeto, mientras que Emiliano observaba extrañado que la imagen que el espejo devolvía de su pareja era normal. Ella ni cuenta se dio de la zozobra de su marido. Sólo preguntó acerca de la procedencia del objeto. Él mintió una vez más: “un jefe me lo regaló en agradecimiento a mi trabajo”. La mañana del siguiente día, en la excavación, hubo mucho trabajo. Los arqueólogos, encontraron, precisamente en el lugar donde Emiliano tuvo el hallazgo del espejo, un gran códice. Después de varias horas de tarea, los estudiosos lograron traducir el mensaje del vetusto documento. Con mucha ansiedad pidieron a los peones concentrar sus excavaciones en ese lugar. No era para menos. El antiguo documento hablaba de un misterioso espejo que tenía la facultad de reflejar la imagen de las personas “deformada según la corrupción moral que poseyeran”; esto, lo decía el códice, gracias a ritos de sacerdotes. Los arqueólogos calificaron esa afirmación de superchería. Sin embargo, sí se interesaron por los materiales con que el espejo estaba hecho. Emiliano preguntó el porqué de su ansiedad. Los arqueólogos no tuvieron empacho en confiarle lo que el códice narraba. Y que el espejo buscado podría poseer la clave para entender más las creencias religiosas y costumbres de nuestros antepasados, ya que el códice afirmaba que cuando los antiguos moradores de esa región cambiaban de emperador, los candidatos tenían que someterse a la prueba del espejo, y que si la imagen era deformada, el aspirante era descalificado. Cabañas entendió entonces el por qué de su imagen deformada: “Al robar me convertí en algo así como un político 24
corrupto. ¡El espejo dice la verdad! ¡Mi esposa, el espejo lo confirma, es una mujer honesta!” Ya en la calidez de su hogar tomó una importante decisión: entregaría el espejo, pero no a los arqueólogos. Tenía el temor de que le dieran mal uso a los materiales de que estaba hecho. “Se lo entregaré al funcionario público que me indique el espejo. El funcionario cuya imagen no esté deformada”. Corrupción generalizada Al otro día Emiliano no fue a trabajar. Acudió con el espejo cubierto con una tela y bajo el brazo a las oficinas de uno de los ministerios más importantes del gobierno. Su intención era someter, discretamente, al Secretario, a la prueba del espejo. Pidió a la recepcionista una cita con el titular de la dependencia. Ésta le dijo que entrevistarse con el funcionario era difícil, que se tenía que anotar en una larga lista de espera que poseía su secretario particular “que no tarda en llegar”. Cabañas decidió esperarlo. Para matar el tiempo descubrió una parte del espejo, enfocando con discreción, para que éste le comentara qué tan honradas eran las personas de esa oficina gubernamental. Quedó muy sorprendido, pues casi todas las imágenes que el espejo devolvía aparecían con cuatro, cinco y hasta veinte verrugas. Emiliano manipulaba el espejo cuando al enfocar la gran fotografía que del ministro había en la oficina, notó estupefacto que el espejo también tenía la propiedad de dar su veredicto moral, respecto a las imágenes en fotografía. Ahí estaba la imagen de un ministro totalmente corrupto. El espejo mostraba, en lugar de rostro, una masa deforme que Emiliano reconoció sólo por el traje y corbata que lucía el ministro en la fotografía. Disimulando sus emociones, Emiliano volvió a envolver el espejo y se puso de pie y salió del edificio totalmente frustrado. Se dirigió a un parque cercano para meditar sobre su reciente descubrimiento: “esto significa que no necesariamente tengo que acudir personalmente con los funcionarios. Basta con reflejar su fotografía en el espejo”. Se preguntó: ¿de qué me sirve a mi todo lo que he descubierto? Decidido concluyó: debo llevar al espejo para que
alguien saque provecho de sus virtudes. En seguida recordó al periodista Ricardo Aristegui Buendía, famoso por su incorruptibilidad, y decidió visitarlo para que éste le asesorara sobre qué hacer. Así fue como dirigió sus pasos al periódico “Journal XXI”, donde solicitó una entrevista con el periodista. Emiliano desenvolvió el espejo. Quería saber la opinión que la reliquia tenía del hombre que había sido despedido de innumerables medios. Un periodista que jamás había recibido un Premio de Periodismo de parte del poder pues como se sabe, los gobernantes no premian a los criticones. Sometió al espejo la imagen que del periodista había en el periódico del día. Fue así que cuando Ricardo Aristegui Buendía estuvo frente a Emiliano Cabañas, éste ya sabía que se podía confiar en él. Le explicó en unas cuantas palabras, que de esa plática podría depender en mucho el futuro del país, por lo que solicitó unos cuantos minutos de su tiempo para confiarle un secreto trascendental. El olfato periodístico de Ricardo Aristegui le ordenó concederle lo pedido. Minutos después ya se encontraban tomando una copa, en el bar Chapultepec. Ricardo no lo podía creer, pero después que Cabañas desenvolvió el espejo y reflejó la imagen del cantinero, alterador de cuentas, así como la de algunos parroquianos, el periodista quedó convencido de la importancia que podría tener el espejo en nuestra boca bajeada sociedad, a la que parecían aquejar tantos males. “Ésta puede ser la oportunidad que tanto hemos esperado”, dijo el periodista convencido. Ricardo Aristegui Buendía invitó a Emiliano a su casa. Ahí, aprovechando su completo archivo, expuso a la opinión del espejo las fotos de los principales hombres del poder de aquel país... No había de donde escoger... Todos, absolutamente todos, aparecían con por lo menos cinco verrugas. Algunos se transformaban, con la magia del espejo en monstruos horripilantes. Al caer la noche, decepcionados de la clase gobernante y sumamente fatigados, decidieron irse a descansar, pero quedaron de acuerdo en verse al otro día para estudiar cuál sería el siguiente paso que darían
La sociedad se entera Afuera llovía y hacía mucho frío cuando Ricardo le propuso al humilde albañil renunciar a su empleo y cambiar de domicilio, proponiendo sufragar los gastos que todo esto implicara, “mientras dure la aventura que vamos a emprender”. Vamos a enterar a la sociedad de la clase de gobernantes que tenemos. No podemos seguir así. Es imposible permitir que sigan asesinando a los opositores, que sigan surgiendo fosas clandestinas por doquier. Enseguida le pidió autorización para hacer públicas las cualidades del espejo. Emiliano aceptó, pero propuso esconder el espejo como medida preventiva a lo que pudiera venir. Un día después, a ocho columnas de “Journal XXI” apareció un gran encabezado: Espejo desenmascara al poder • “Odisea de un humilde albañil –cuyo nombre omitimos por razones obvias-” • “Un llamado a la gente honesta para lograr una verdadera revolución moral que tanta falta hace” • “Sometamos al espejo a todos los candidatos… incluyendo a los presidenciales”. • ¡Ya basta! En el cuerpo de la nota, Ricardo Aristegui Buendía proponía que los aspirantes a cualquier puesto de elección popular fueran expuestos a la opinión del espejo. “… que esta vez los electores no decidan... sino el espejo... El candidato con menos deformaciones será el próximo Presidente... Tenemos que obligar a un verdadero cambio, a verdaderas reformas que no sólo beneficien a los empresarios... el pueblo, con necesidades apremiantes provocada por la misma gente del poder, termina vendiendo su voto por tarjetas de supermercado”. La credibilidad que el periodista poseía hizo que en unas cuantas horas miles de adhesiones se pronunciaran en el diario. En la edición del día siguiente el periódico agradecía las innumerables muestras de solidaridad y denunciaba el retiro masivo de anuncios comerciales y de publicidad gubernamental, “yo no pago para que me peguen”, denunciaron que les pretextaron. La sucesión de eventos posteriores fue la clásica: Al atardecer de ese jueves
las instalaciones de “Journal XXI” fueron embargadas por el Ministerio de Hacienda, alegando un fuerte adeudo fiscal, mientras que la fachada de la casa familiar de Ricardo fue ametrallada. El viernes solamente el diario “Libertad”, en breves notas, dio a conocer ambas noticias: el embargo a “Journal XXI”, así como el atentado contra el periodista, provocando que algunos intelectuales se indignaran y exigieran al gobierno que garantizara la integridad física del columnista. En un comunicado de prensa, el ministerio de Seguridad prometió castigar a los responsables de “este bárbaro atentado... llevaremos la investigación hasta sus últimas consecuencias... en este país hay leyes, instituciones. Este incidente no quedará impune”. El sábado, Ricardo Aristegui, en un artículo publicado en “La Libertad” pidió una Reforma Constitucional que obligara a todos los candidatos a un puesto público fueran sometidos a la prueba del espejo”. Esta petición fue apoyada multitudinariamente esa tarde, cuando en un mitin decenas de miles de personas hicieron suya la propuesta del periodista. Pero el pueblo fue más lejos todavía: pedían que todos aquellos funcionarios a quienes el espejo denunciara como de nula confianza, renunciaran por no ser dignos de confianza. La reseña de la manifestación apareció publicada solamente en “Libertad” Pues los otros periódicos hablaban en sus encabezados principales del triunfo de la selección nacional (la televisión y la radio dedicaron gran parte de su programación a repetir los goles de los seleccionados, a organizar mesas redondas con especialistas en el deporte de la patada). Lo que sí reprodujeron tanto radio, como televisión e impresos, fueron las declaraciones del primer ministro: “Existen intentos perversos, provenientes del extranjero, de desprestigiar al actual gobierno. Pido solidaridad y nacionalismo para superar estos amargos momentos”. Estas declaraciones de cerrazón gubernamental, provocaron una reacción contraria a la buscada, fueron como un llamado a la insurrección. Esa tarde, otra manifestación, aún más imponente que la del día anterior tomó la calle y al grito de: “Fuera corruptos” y “El espejo no miente”, solicitaban airados la renuncia en masa del gabinete.
Lunes Sangriento Todo fue muy rápido. Algunos de los manifestantes, declararon que todo el infierno empezó cuando un gran cohete de colores estalló en el cielo. “Esa pareció ser la señal para que miles de soldados arremetieran contra el pueblo... en la agresión utilizaron helicópteros, tanques de guerra, ametralladoras, gases... Fue Horrible”. Esa noche el ministerio de la Seguridad emitió un boletín transmitido por radio y televisión en cadena nacional, en el que se señaló que grupos terroristas internacionales, infiltrados entre los manifestantes, iniciaron la agresión... los soldados tuvieron que defenderse. Aseguraba que los muertos sumaban 25 y los heridos 150, sin embargo la gente hablaba de miles de desaparecidos. “Libertad”, en su edición del martes (que sería la última en aparecer) fue el único medio informativo que se atrevió a desmentir: “Los militares tendieron una emboscada a los manifestantes... Sólo esperaron una señal para atacar... Los muertos se cuentan por miles y los detenidos fueron conducidos al estadio nacional, que en estos momentos está abarrotado por decenas de miles de detenidos rodeados por tanques de guerra y sobrevolados por aviones F-6”. Los demás diarios titularon a ocho columnas: “Agresión al ejército” “Agreden a nuestras fuerzas armadas” “Extranjeros infiltrados agreden a militares” Después los acontecimientos parecieron acelerarse. Algunos funcionarios públicos renunciaron; uno de ellos fue acusado de peculado y encarcelado. El pueblo pareció quedar conforme con ese sacrificio menor y se entregó nuevamente al futbol y a la televisión. De Ricardo Aristegui Buendía y de Emiliano Cabañas no se volvió a saber nada. Algunos dijeron que un cártel los había secuestrado, asesinado, incinerado y que sus restos habían sido arrojados a un río. Otros rumoraban que habían solicitado asilo político en otro país. Del espejo, sólo quedó la esperanza de encontrarlo algún día, tal vez cuando un estadista, y no un político, sea quien gobierne al país. 25
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n donde se encuentra actualmente la Escuela de Artes de la UAEH, en Real del Mote, alguna vez fue una colonia habitacional privada de la Compañía de Real del Monte y Pachuca, que había destinado para residencia de sus ingenieros. Estos profesionistas llegaron de Guanajuato en su mayoría. Habían estudiado en la Universidad de ese Estado, en la Escuela de Minas: esta institución tenía fama de ser de mucha calidad, que preparaba con éxito a los jóvenes ingenieros que habría de ir a trabajar a los diferentes centros mineros de México, tales como Zacatecas, Taxco, San Luis Potosí y Pachuca con su vecino Real del Monte. Algunos se quedaban a ejercer en “Guanainas” como le decía de cariño a su ciudad natal. En Pachuca todavía comandaban las minas los ingenieros de la “American Smelting & Refining Company” que había adquirido las minas de la compañía de los Escandón y Beístegui, a principios del siglo XX. Aunque tuvieron varias dificultades, los americanos habían llevado bien la marcha de las minas de la región, sorteando las crisis que había producido primero la Revolución Mexicana y luego las dos guerras mundiales. Todavía estaban algunos norteamericanos al frente de las minas para 1946, acabada la segunda guerra mundial, porque el nuevo dueño de las minas a partir de 1942, el Gobierno Federal, les pidió que se quedaran un poco más de tiempo hasta tener el personal técnico necesario. De ellos fue la idea de contratar grupos completos de jóvenes egresados de la universidad guanajuatense, para conducir los trabajos e ir sustituyéndolos poco a poco. Recordemos que para esas fechas no había en Pachuca en el Instituto Científico y Li-
terario, estudios para carrera de Ingeniero de Minas. Antes hubo en el siglo XIX y actualmente hay en la UAEH, pero para mitad del siglo XX no. De hecho durante la década de los años cincuenta, había en la Real del Monte jefes americanos con ingenieros mexicanos. Para atender bien a estos ingenieros se restauró y acondicionó la colonia San Cayetano como una zona habitacional, de unas 8 ó 10 casas para la habitación de estos jóvenes que llegaron, la mayoría casados y con hijos pequeños o de brazos. En esta misma colonia adaptaron departamentos más chicos para ingenieros solteros. Había un comedor para la alimentación de estos que manejaba un hombre de nacionalidad china llamado Manuel. Esta colonia estaba toda bardeada y tenía también cocheras cubiertas para cada casa en una zona entrando a mano izquierda. Empleados de la Real del Monte cuidaban la puerta por turnos, así que nunca estaba sola ni de día ni de noche. La Colonia San Cayetano tenía muchos árboles y zonas verdes, jardines y flores. La arquitectura era estilo americano con techos a dos aguas y con madera en pisos y plafones. Las casas en muy buen estado con rejas pequeñas de madera que dividían los jardines de las casas sin ser un impedimento a la vista, así que todos disfrutaban de los jardines y árboles. Recuerdo que tres ingenieros compraron coches iguales, de modo que a todos llamaba la atención los tres Ford, modelo 1950 con parrilla como de avión monomotor y colores suaves. Recuerdo que vivían ahí en San Cayetano, los ingenieros siguientes: Ing. Gildardo Montes, Ing. Gilberto Ortega, Ing. David Gómez Ruiz, Ing. Jesús Corrales, Ing. Carlos Ezcurdia, Ing. Guillermo Patiño
e Ing. David Cortés, entre otros que no recuerdo. Por lo mismo se generó en tal colonia una convivencia tanto entre los ingenieros que trabajaban en las minas de olores, La Rica, Purísima y otras, como de sus esposas y también de los hijos. Poco salían de la colonia, aunque sí tenían actividades sociales y de consumo en Real del Monte. Todos los niños eran llevados diario a Pachuca en una camioneta que la Compañía dispuso para el caso y los transportaba a la escuela Inglesa de Pachuca, sita en la primera calle de Morelos, y a la Escuela Americana, en Allende y Xicoténcatl. Todos iban a la primaria, ya que todos eran menores, algunas niñas iban al Lestonac y al Anglo Español. En San Cayetano había árboles frutales como manzanos, tejocotes y capulines y los niños que ahí vivían desfrutaban mucho de ese contacto con la naturaleza. Había un gran patio descubierto que le llamaban “El Tenis” y que creemos que fue la primera cancha de ese deporte en México ya que data de principios del siglo XX. Al fondo, más allá de la cancha de tenis, había unos gallineros sin uso que los muchachos de esta colonia usaban como “su club” y ahí se reunían a platicar, a fumar y entretenerse sin la vigilancia de sus padres. A un lado de la cancha de tenis, había una gran árbol, un capulín que era trepado diariamente por los niños de la colonia que serían unos 10 cuando mucho. Muy interesante que ahora sea toda la colonia una escuela de la Universidad, la Escuela de Artes , bien restaurada y acondicionada y que está produciendo músicos, pintores, escultores y actores para nuestro estado y con beneplácito de la sociedad. Recuerdo de San Cayetano en Real del Monte. Enero de 2015
carátula
¢¢ Arq. Luis Corrales Vivar
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San Cayetano en Real del Monte
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¢¢ POR: Mar Peralta Zamora
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iguiendo la definición de palabra, la palabra es una idea exteriorizada a través de un sonido o grupo de sonidos, que al articularse, en una unidad básica de contenido, cobran sentido. Pero, ¿qué hacer cuando esa palabra no existe? Esta parte está dedicada para todos los amantes de una sensación que no sabían que existía y que sin embargo la experimentaron. “La gente me dice, ¿cómo puedo saber si una palabra es real?". Cualquiera que haya leído un libro para niños sabe que el amor hace que las cosas sean reales. Si amas a una palabra, ellos la utilizan. Eso hace que sea real. Estar en el diccionario es una distinción arbitraria que no tiene una palabra más verdadera que cualquier otra. Si amas una palabra, se convierte en real." (Erin McKean). Funkenzwangsvorstellung: El trance instintivo que se tiene de ver una fogata en la oscuridad, pasando horas viendo cómo se tuesta y como se asienta y se hunde en la tierra como un montón de naufragios, cuyos marineros levantan sus velas titilantes tratando de indicar que los vientos dominantes de su vida están a punto de cambiar, que
el borde de la Tierra es real y que asoma apenas unos años antes, y al final de todo descubres que tu malvavisco está en llamas. Alimento mori: Las sacudidas que te da el insomnio y que, a la vez, te transmite una conciencia de que morirás, de que no se trata simplemente por el pasar de los años. Que no son solamente escenas de un ensayo general, rondas de un juego en curso o capítulos de una historia en la cual tú en un futuro estarás contando más tarde, sino más bien las huellas están bañadas por el reuniendo de manera constante marea de un abismo El efecto McFly: El fenómeno que se tiene cuando observas a tus padres interactuar con la gente con la que crecieron, que de algún modo reinicia sus personalidades en modo “juventud”, regresando a un tiempo donde aún eran soñadores, bribones, piratas astronautas, esperando aterrorizados y a la vez con ganas para que se reunieran por primera vez, así regresándolos al punto en el que estaban. Anemoia: La nostalgia por un tiempo que nunca he conocido. Imagínese paso a paso por el cuadro de una fotografía en blanco y negro, bruma teñida, donde te puedes sentar en el lado de la carretera y ver la gente pasar que vivió
y murió antes de que cualquiera de nosotros llegáramos aquí; que durmieron en la misma casa que nosotros, que miraron a la misma luna, que respiraron el mismo aire y que nosotros sentimos la misma sangre en sus venas. Y que, a pesar de todo eso, nosotros vivimos en un mundo completamente diferente. Onism: La frustración de estar atrapado en un solo cuerpo, que habita en un solo lugar a la vez, que es como estar de pie delante de las salidas que aparecen en la pantalla de un aeropuerto, parpadeando con extraños nombres de lugares que nunca habías conocido y que a la vez son como las contraseñas de otras personas, cada una representando una cosa más que nunca vas a lograr conocer; y todo porque, como la flecha en la pantalla del aeropuerto, señala amablemente, estás aquí. Vellichor: La extraña melancolía de las librerías de segunda mano, que de alguna manera están infundidos con el paso del tiempo. Llenas con miles de libros antiguos que nunca tendrás tiempo para leer, cada uno de los cuales está enzarzado en su propia época, atados con fecha y empapelado como una habitación vieja, de un autor que abandonó hace años un anexo oculto lleno de pensamientos que el dejó tal y como estaban en el día en que fueron apresados.
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Nociones fundamentales
sobre Vino
¢¢ Reglas que nadie, pero deveras nadie, debe olvidar
Vinos
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Los vinos deben ser apreciados en su justa medida, y en función de la calidad del mismo. Una buena comida debe contar con un buen vino (proporcional a la calidad de la comida), no se puede "escatimar" en su precio y estropear una buena comida. - No se debe poner objeciones al vino, salvo que no se encuentre en buen estado (picado, por ejemplo). La calidad del mismo es variable en función del presupuesto para la comida. - Si se necesita enfriar un vino, no se debe hacer de forma brusca, y mucho menos echándole hielo, o metiéndole en el refrigerador. Se puede meter en una cubeta con agua fría, como mucho. - Elija el vino adecuado a los alimentos que van a tomar. - La norma general es que el vino blanco marida bien con los pescados y el tinto con las carnes. Pero cada vez hay más excepciones a esta regla debido a la compleja elaboración de algunos platos. - Las copas deben ser siempre transparentes para poder apreciar todas las características del vino: cuerpo, color... - Sin ser demasiado llamativos, podemos oler el vino, para reconocer su aroma, moviendo suavemente la copa.
- Y por último, debemos recordar que las copas no llenan en su totalidad. El maridaje básico Es bueno conocer algunas generalidades sobre el vino para poder mejorar nuestros conocimientos sobre esta materia y saber apreciar mejor sus cualidades. - Debemos tomar siempre la copa de vino por el tallo y nunca abrazando la copa, lo que haría que el vino cambie de temperatura. Debemos tener en cuenta que la temperatura corporal es de alrededor de 36º. - Los buenos vinos -grandes reservas- no se toman recién descorchados, sino que debemos dejarlos "airear" al menos unos minutos (mejor media hora como mínimo). - Los vinos, no deben permanecer en nuestra estantería o bodega muchos años, salvo excepciones. Es mejor abrirlos dentro de sus fechas óptimas para el consumo. - Los vinos se deben tomar a la temperatura adecuadaen cualquier época del año, independientemente de la temperatura exterior. - Siempre se debe limpiar la boca de la botella, una vez descorchado, antes
de proceder a servir el mismo. Una servilleta o un trapo limpio, será suficiente para pasarlo por la boca de la botella. También se puede verter un poco de líquido en una copa vacía para evitar trocitos de corcho en el mismo. El vino es una parte muy importante en la confección o elección de un menú, y por lo tanto es un conocimiento bastante imprescindible que debemos tener, al menos de forma muy genérica. Saber algunas generalidades sobre el vino es fundamental para nuestra vida social e incluso laboral (lo bien que puede quedar delante de sus clientes o de sus jefes demostrando sus conocimientos sobre el tema). Ahora bien, tampoco es imprescindible que sea un experto. Con saber desenvolverse con cierta soltura es suficiente. Veremos las cuestiones más básicas sobre el tema. Orden de servicio de los vinos. - Por su color: se sirven antes lo blancos que los tintos. - Por su edad: se sirven los más jóvenes y luego los más añejos. - Por su sabor (cuerpo): primero se sirven los más suaves (de menos cuerpo) y luego los más intensos (de más cuerpo).
- Por su contenido en azúcar: primero los secos y luego los dulces. Al igual que el menú va ganando intensidad, los vinos deben ir acompañando este "incremento" de sabores más suaves a sabores más elaborados o fuertes. Una regla general: Los blancos suelen acompañar a los pescados y mariscos (y algunas carnes blancas). Los tintos a las carnes rojas. Los vinos dulces a los postres (y algunos se sirven también como aperitivo). Apertura de la botella de vino. - La botella de vino siempre debe estar apoyada sobre la mesa. Olvídese de poner la botella entre las piernas o cogerla en brazos, como si fuera un niño. - La botella no se mueve, se mueve o gira el sacacorchos. - Nunca se taladra el corcho de lado a lado, para evitar caer "migas" de corcho en el vino. - Una vez abierto se limpia la boca con una servilleta o trapo limpio. - Una buena opción es servir en una copa, que desecharemos, un poco de vino para limpiar la boca y el cuello, y sacar los pequeños restos que pudieran quedar en este tramo de la botella. - Es bueno dejar que el vino se airee un poco. En caso de vinos añejos es bueno dejarles airearse al menos una hora antes de tomarlo.
le ocurra nunca echar unos vinos al hielo para enfriarlo. Servir el vino. - No se llenan las copas hasta el tope. Se deben llenar un tercio, aproximadamente, del tamaño de la copa (cantidad variable en función del tamaño de la copa). - En el caso de los blancos se puede servir menos cantidad para mantener su temperatura ideal, que debe ser muy fresca. Es mejor servir más a menudo. - No se apoya la botella en la copa para servir. - Si se cambia de vino, se debe cambiar de copa. (o al menos darle un pequeño enjuagado con agua). No es correcto mezclar sabores. Consejos generales. - La copa se toma por el tallo, para evitar variar la temperatura del vino. - Al vino no se le echa nada; hielos, refrescos, gaseosa, etc. El vino se debe tomar tal cual. - Si el vino es añejo (una gran reserva, por ejemplo) es bueno decantarlo (pasarlo a un recipiente para eliminar
impurezas y posos). También es bueno airearlo una hora, al menos. - Se puede hacer una comida en su totalidad con cava o champán. Costumbre muy poco extendida en España. - Si se utiliza un solo vino para toda la comida, hay que elegir un vino intermedio que vaya con todo el menú (ni demasiado joven ni demasiado viejo). - No haga gestos de experto en la mesa (indicado solo para las catas). Como mover constante la copa girando su contenido, metiendo la nariz en la copa, paleando de forma sonora y gestos por el estilo. - Si le dan a probar el vino, antes de servir al resto de los comensales, diga sinceramente lo que le parece. No es bueno disimular ante un vino de mala calidad o que puede estar picado, entre otras cosas que puede tener el vino. El resto de comensales se lo agradecerán. - Si le gusta saborear el vino después de terminada su comida, pida que no le retiren la copa a la hora de los postres. Esperamos que con estos consejos, y un poco de práctica, pueda "defenderse" bien en cualquier evento social al que tenga que acudir.
Temperatura de los vinos. Todos los vinos deben servirse a su temperatura adecuada. Los blancos se sirven fríos (no helados). Los rosados frescos. Los tintos a temperatura ambiente. Si el vino no está a la temperatura adecuada, es mejor cambiar el vino que tratar de enfriarlo de forma brusca. Estropearíamos el vino. Enfriar un vino requiere su tiempo y no se puede hacer de forma brusca (por ejemplo, metiéndole en el congelador). Ni que decir tiene, que no se
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Mandatarios estadounidenses ¢¢ POR: Jorge Carrasco V.
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iendo los presidentes estadounidenses, unos de los personajes más conocidos del mundo, resulta extraño que Hollywood los haya llevado a la pantalla en tan pocas ocasiones y sólo los haya concebido como un héroe al estilo James Marshall protagonizado por Harrison Ford en Avión presidencial de Wolfgang Petersen (1997); un estoico presidente Beck (Morgan Freeman) que atestigua el fin del mundo en Impacto final de Mimi Leder (1998); un líder como Thomas Whitmore (Bill Pullman) que ayuda a combatir a los extraterrestres en El día de la independencia de Roland Emmerich (1996); un doble como Kevin Kline en Dave, Presidente por un día (1993) de Ivan Reitman o Sawyer (Jamie Foxx), el compañero de lucha del policía Channing Tatum contra unos terroristas, en La caída de la Casa Blanca (2013) del mismo Emmerich. En realidad son pocas las biografías sobre mandatarios norteamericanos considerándolos como figuras de museo a las que no hay que tocar ni con el pétalo de una rosa. El más popular de todos es Abraham Lincoln quien ha protagonizado todo tipo de películas,
desde la espléndida El joven Lincoln (1939) de John Ford, con Henry Fonda como un abogado soñador e idealista. Una solemne biografía de Steven Spielberg (2012), en la que lo único rescatable era la actuación de Daniel Day Lewis que le valió un Óscar, hasta el ridículo de verlo armado con un hacha, convertido en un caza vampiros (Benjamin Walker) de Timur Bekmambetov en el 2012, con tal éxito que se pondría a cazar también zombies en un video de Richard Schenkman protagonizado por Bill Oberst Jr, ese mismo año. El mismo Spielberg se mostró amante de la Historia, al rescatar a John Quincy Adams en Amistad (1997), como un abogado que defiende a un grupo de esclavos. Mandatarios polémicos Ya en tiempos más modernos se ha tocado la vida de mandatarios más polémicos como John Fitzgerald Kennedy, cuyas hazañas en la Segunda Guerra Mundial fueron retratadas en Lancha torpedera 109 de Leslie H, Martison con Cliff Robertson como el combatiente del Pacífico. No sería sino Oliver Stone, quien en JFK (1990) mostraría las intrigas que culminaron con el asesinato del Presidente.
El mismo Stone ha hecho otros retratos sobre el poder, con Hijo de Bush (2008), una ácida biografía sobre el nefasto político texano bien caracterizado por Josh Brolin o el tour de force que fue Nixon (1995) con Anthony Hopkins como el tramposo que tuvo que renunciar por el escándalo Watergate, tan bien mostrado en Todos los hombres del presidente (1976) de Alan J. Pakula. Mucho mejor resultó la actuación de Frank Langella, que le valió una nominación al Óscar por Frost Nixon (2008) de Ron Howard. Otros mandatarios que han sido retratados en el cine han sido Truman, protagonizado por Gary Sinise en el 2005 bajo las órdenes de Frank Pierson o Teddy Roosevelt (el recientemente fallecido Robin Williams) como un comparsa en la serie de Una noche en el museo. Pero pocos han tenido la osadía de La visita del rey (2013) de Roger Michell, de mostrar los amoríos de Franklin Delano Roosevelt (Bill Murray) con su prima Daisy (Laura Linney). Todos quisieran ver los amoríos de Kennedy con Marilyn Monroe, o los de Bill Clinton con Mónica Lewinski. Sin embargo, la vida privada de los presidentes norteamericanos es un secreto al que Hollywood difícilmente podrá acceder.
Gloria. Sin duda una de las cintas más esperadas del año que comienza es esta biografía de la cantante regiomontana Gloria Trevi de Christian Keller. Con el nefasto Sergio Andrade llegó a filmar tres cintas juveniles como Pelo suelto, Zapatos viejos y Una papa sin catsup. Pero nunca se habló del lado oculto de la relación. Sin embargo habrá que advertir que algunos aspectos del filme fueron censurados por la propia cantante, que se volverá a poner de moda pues Sofía Espinosa canta los temas ya conocidos dándoles un nuevo impulso.
recomendaciones
PANTALLA GRANDE
Dr Who. Con 50 años de antigüedad se trata sin duda de la serie de ficción más longeva de la televisión. Producida por la BBC, narra la historia de un maestro del tiempo, que viaja en una cabina de teléfono conocida como Tardis, enfrentándose a temibles enemigos como los Daleks. Uno de los secretos de su longevidad, es que el doctor debe cambiar de apariencia después de un tiempo. Entre los más famosos están William Hartnell, Tom Baker, Christopher Eccleston y el de la actual temporada Peter Capaldi. LIBRO Los albañiles de Vicente Leñero. Editorial Origen Planeta. 210 páginas. El reciente fallecimiento de este gran periodista y escritor, es una buena oportunidad para releer o conocer algunas de sus obras poco conocidas. Pero sin duda su novela más conocida fue esta escrita en 1964, que sería llevada a la pantalla grande por Jorge Fons una década después con Ignacio López Tarso en el papel de don Isidro.
recomendaciones
PANTALLA CHICA
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¢¢ POR: Abigail Hernández
con la realeza
Vacaciones
Los viaje Ilustran Los viaje Ilustran
D
espués de tomar el desayuno en el pequeño restaurante del hotel, pusimos las maletas en la cajuela para continuar con nuestro camino. Una hora más de ruta fue lo que hicimos, y al pasar ese tiempo por fin estábamos en el histórico Valle del Loira. Nuestra primer parada la hicimos en el majestuoso castillo de Chambord. Famoso por ser el representante del estilo renacentista francés mezclado con elementos medievales, se cree que en el diseño de este lugar participó el mismo Leonardo Da Vinci, pues algunos de los elementos, como la escalera de doble hélice, son ligados al famoso artista italiano. El rey Francisco I de Francia, mandó construirlo para tener un lugar donde descansar después de sus largas jornadas de cacería. La construcción es inmensa, con 440 habitaciones; este castillo nunca fue habitado en su totalidad. A pesar de que no lo visitamos por dentro, su belleza exterior es inigualable. Sus techos con tejas negras hacen destacar el blanco de la piedra con la que fue construido. Como ya lo indicaba, dentro de él se encuentra una peculiar escalera llamada de doble hélice, pues está compuesta por dos
escaleras en forma de caracol, que tienen la característica de que si dos personas la bajan, o suben al mismo tiempo, no se podrán ver. A pesar de que la temporada alta de turismo ya había terminado, el lugar estaba lleno de visitantes curiosos que como nosotros deseaban poder admirar este lugar, que para los franceses fue importante pues con su majestuosa arquitectura quería mostrar al mundo de lo que era capaz la corona gala, así que nosotros nos dirigimos a nuestro segundo punto del recorrido del día. Subimos al auto y después de atravesar los bosques en los cuales la realeza francesa solía pasar los días de primavera, llegamos a la ciudad de Blois. Ahí sin perder tiempo, nos dirigimos a la colina más alta, pues en ella se construyó otro castillo. El sitio, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, fue un sitio de gran importancia histórica. Nuevamente la presencia de Juana de Arco, se hacía presente en mis vacaciones, y es que en 1429, la joven recibió la bendición en la capilla de dicho palacio, por el arzobispo de Reims antes de dirigirse a la importante batalla de Órleans. Personajes como el rey Luis XII, Francisco I de Francia, Enrique IV, Catalina de Médici y Gastón de Órleans, habitaron la suntuosa residencia, que durante la Revolución Francesa fue saqueada al punto de casi ser demolida completamente. El castillo acoge dentro de sí diferentes estilos arquitectónicos de los cuales destacan tres que reciben los nombres de sus iniciadores, el ala Luis XII, el ala Francisco I y finalmente el ala Gastón de Órleans. Nosotros entramos por la parte construida por el rey Luis XII, que se caracteriza por su construcción en ladrillos rojos, en esa entrada arriba del gran portón, observamos la estatua del soberano en un caballo. Una vez adentro nos dirigimos al Salón de los Estados Generales o Sala del Trono. Una majestuosa sala toda ella llena de color por sus techos pintados y sus muros decorados con papel tapiz, que dan un aspecto cálido pero a la vez lujoso, era el lugar donde el rey recibía a sus invitados para hacer recepciones, bailes, pero también para atender asuntos de estado.
Al salir de dicha habitación llena de brillantes colores, nos encontramos en el patio central donde el color reinante era nuevamente el blanco. Desde ahí pudimos admirar una pequeña, pero majestuosa escalera de hélice simple que encuentra en lo que se conoce como el ala Francisco I. El cambio de arquitectura era obvio, los elementos renacentistas son los que predominan en esta zona, con una influencia italiana fuertemente marcada, era un poco como ver elementos de Chambord en ese pequeño espacio. En las habitaciones pudimos admirar el mismo estilo de decoración que el Salón de los Estados Generales, llenos de color, donde predominan sobre todo el azul rey, el verde y el dorado. En estos aposentos vivió Catalina de Médici, quien fue reina de Francia, esposa del rey Enrique II de Francia y madre de los reyes Francisco II y Enrique III. Durante el recorrido pudimos ver su cama, entrar a la biblioteca y visitar lo que era su capilla. En todos lados se podía ver un emblema con dos C entrecruzadas y con una H en medio, la C por su nombre, Catalina y la H por Henri, (Enrique). Era fascinante poder caminar entre los pasillos y las habitaciones por donde caminaron los reyes y nobles que cambiaron la historia no sólo de Europa sino del mundo entero. Salimos del castillo a mediodía, por lo que tuvimos tiempo de caminar por las estrechas y pintorescas calles de Blois para buscar algo que comer. Las calles estaban llenas de gente que aprovechaba los rayos del sol y el hecho de que era sábado para visitar el mercado del centro. Luego de nuestra pausa gastronómica, nos dirigimos a Chaumont, donde me esperaba una grata sorpresa. Después de minutos de caminar hacia lo alto de una colina, empujando la carreola de nuestro pequeño, por fin llegamos a los jardines del castillo, que me cortó la respiración, no sólo por el cansancio, sino por su belleza. A pesar de ser más pequeño de los dos que acabábamos de visitar, su arquitectura de estilo medieval, conquistó mis ojos. Sus torres redondas, terminadas en techos en forma de cono, con su entrada
pasando por un puente levadizo, junto con sus jardines llenos de frondosos árboles verdes, flores de colores que engalanaban el pasaje y por detrás la vista del río Loira, enamoró mis sentidos. Dentro aún se conserva mucho mobiliario de la época, nuevamente vimos salas pintadas con colores, verdes, azules y dorados como los aposentos en Blois, y no era de sorprenderse pues el castillo también perteneció a Catalina de Médici, quien a la muerte de su esposo, obligó a Diana de Poitiers, quien fuera la amante del rey a darle el castillo de Chenonceaux, que es más grande e importante en la región y que había sido un regalo del fallecido monarca. Sin embargo, la cortesana no pasó mucho tiempo en el sitio. La mayor parte de las habitaciones conserva su mobiliario, desde la cocina hasta las recámaras, el comedor y la sala de juegos, y la sala de estar, cada una conservando celosamente su encanto y algunos tesoros como la armadura medieval que recibe a los visitantes, la tapicería que adorna los muros y muchos retratos de la nobleza que ahí residió. Entre los personajes históricos que se alojaron en dicho castillo, destacan los nombres del famoso astrólogo Nostradamus y Benjamin Franklin. En lo que eran sus caballerizas pudimos ver algunos carruajes de la época. Fue verdaderamente una visita que me transportó en el tiempo. Este castillo, también declarado como Patrimonio de la Humanidad había sido el
broche de oro con el que terminamos las visitas de nuestro primer día. Luego del largo día que tuvimos, recorriendo la historia del país que me ha adoptado, por fin llegamos a un pequeño poblado llamado Sainte Catherine, a pesar de ser verdaderamente pequeño, llegamos a él porque ahí se encontraba el sitio donde íbamos a dormir. No era un hotel, sino un gran sitio de “camping” como le llaman los franceses, un lugar en donde se pueden rentar cabañas, o lotes para ir con su caravana y acampar en el sitio. Nosotros habíamos pedido una pequeña cabaña con dos habitaciones, una pequeña cocina y un balcón, tenía todo lo necesario para pasar una semana de vacaciones, los baños y regaderas son compartidos, así que teníamos que caminar unos cuantos metros por el bosque para llegar a ellos. El sitio cuenta también con albercas, canchas de tenis, de fútbol, un centro de recreación y un pequeño lago. Era mi primer experiencia de “camping” al estilo francés, pero mi marido estaba ya acostumbrado pues en este lugar pasó toda su infancia, así que la semana prometía estar llena de agradables sorpresas, no sólo para nosotros, sino también para el pequeño príncipe que también se había divertido en las visitas pues corría entre los jardines y explanadas de cada castillo. Así que después de una ducha y de un aperitivo en el balcón decidimos descansar para esperar lo que el día siguiente nos ofrecería.
Castillo de Chambord.
Entrada del Castillo de Blois.
35 Castillo de Chaumont.
Armadura medieval en el Castillo de Chaumont.
Escalera del Castillo de Blois.
APPLE WATCH
Gadget
Lo infaltable para este 2015 Este año será recordado por la irrupción de la tecnología «wearable» -vestible, en español- aunque ha tenido una fría acogida a pesar de los múltiples lanzamientos realizados por los fabricantes. La muñeca es el objetivo a conquistar. Pero aún no se ha conseguido. Sin haber inventado la rueda, Apple ha encandilado a muchos fanáticos de la tecnología una vez presentado el Apple Watch, su apuesta por este tipo de dispositivos ultraportátiles. Los expertos consultados por ABC en anteriores ocasiones han vaticinado que desde el momento en el que llegue a las tiendas -presumiblemente en febrero- será todo un éxito. Este reloj inteligente ofrecerá funcionalidades similares a otros sistemas encontrados en el mercado. Pero apostará por la personalización, a tenor de la decisión de la firma de Cupertino de ofrecer distintas correas, tamaños y materiales. Mediante este dispositivo se podrán consultar las notificaciones desde
Gadget
FIT BIT
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Pioneros en el campo de la monitorización de la actividad física, FitBit se ha puesto al día con nuevos lanzamientos tras discontinuar la pulsera Force que incluía pantalla. En su lugar, la firma ha lanzado Charge que hace lo mismo pero desde un pequeño panel. Sus prestaciones están enfocadas al público más sedentario al que anima a andar los diez mil pasos diarios recomendados por los médicos, pero olvidándose de los deportistas intensivos. Pero precisamente a este tipo de personas (los que hacen ejercicio de forma continua e intensiva) es hacia donde se dirige con FitBit Surge,que se puede considerar como «smartwatch». Es una gran apuesta. Posee una pantalla de gran tamaño con control táctil. Al igual que la Charge HR registrará el ritmo cardíaco a lo que habrá que sumar un sistema GPS que permitirá registrar todas las rutas que se realizan. Este dispositivo, que aparecerá a principios de 2015, seguirá ofreciendo las
una pantalla táctil de tecnología Retina. Sin embargo, sí contará con un sistema de visualización y navegación innovador, algo paradógico al tener en cuenta Apple ha insistido en el «todo táctil» desde que llegó el primer modelo de iPhone (2007). Ahora, a diferencia del resto de «smartwatches», el Apple Watch incorporará un engranaje alojado en su interior compuesto por una corona tradicional llamada Digital Crown que servirá para mover la pantalla, navegar entre las distintas aplicaciones y hacer zoom. Claro está que este reloj no será totalmente independiente y requerirá de un dispositivo matriz (un «smartphone») para transferir los datos. Como no podía ser de otra manera, se incluirá todo un ecosistema de aplicaciones y servicios para la salud y el deporte, entre los que destacará la posibilidad de reconocer el ritmo cardiaco del usuario. Como el dispositivo estará en contacto con la piel las alertas y notificaciones se sentirán mediante un leve toque.
SONY SMART EYEGLASS
mismas funcionalidades que los anteriores modelos, es decir, monitorizará los pasos, la distancia, las calorías quemadas, las escaleras subidas y los minutos activos, además de analizar el sueño. Pero se le sumarán opciones para multideporte, de tal manera, que se podrá registrar las carreras, los entrenamientos, ejercicios de cardio. Una gran evolución.
Previstas para el mes de marzo, el rival de las Google Glass serán las Sony SmartEyeGlass. Ahora que empieza el declive de la gafas de Google, la firma japonesa ha ideado un concepto similar que funcionan por Wifi y Bluetooth. Utilizará un cristal transparente de tres milímetros de grosor que integrará una pantalla monocromática verde para superponer la información en la vista general del usuario. El dispositivo dispondrá de una cámara de 3 megapíxeles que permite grabar vídeo en versión VGA a una resolución de 640 x 480 píxeles. Entre otras cosas, estará equipado con acelerómetro, giroscopio, brújula, sensor luz ambiental.
Los fabricantes como Samsung han apostado, en su gran mayoría, por pulseras y dispositivos que únicamente se pueden sincronizar con productos de su misma marca. A diferencia del Apple Watch, que seguirá esa misma línea, la entrada en el mercado de los «wearables» por parte de Microsoft supondrá un nuevo invento muy interesante y cuyo concepto permitirá tener soporte a distintos sistemas operativos, como iOS y Android, como los que capitalizan la penetración a nivel global. Microsoft Band será una pulsera cuantificadora que permitirá a sus propietarios monitorizar su estado físico y su actividad. El debut de la empresa en esta emergente tecnología relacionada con el ámbito de la salud llegará a prin-
Microsoft band cipios de 2015, dos años después de que Sony lanzara su primer reloj inteligente. Pero la firma de Redmond lo hará por todo lo alto, con un diseño excepcional y muy interesante, cuyas primeras críticas a las que han tenido acceso medios especializados norteamericanos le otorgan una gran puntuación. El concepto seguirá los pasos de otras pulseras ya existentes. Al igual que otros modelos similares, el dispo-
sitivo de Microsoft, a la venta por 199 dólares (158 euros), incluirá GPS y vendrá cargado de una serie de sensores (10 sensores en este caso) que se encargarán de analizar desde la frecuencia cardíaca, las calorías consumidas y la calidad del sueño.La compañía, además, promete una duración de la batería de 48 horas, lo que superaría así a todos sus rivales, y se carga mediante un cargador magnético.
OCULUS RIFT
Oculus VR ha vuelto a poner sobre el papel el interés por la realidad virtual. Más allá de las obvias aplicaciones en el mercado del entretenimiento, que reforzará su apuesta, se ha creado en torno a esta tecnología un sinfín de usos, que van desde la telemedicina, el diseño, la arquitectura o la comunicación. Todo se irá viendo a partir de los próximos años, pero lo cierto es que la gran apuesta del sector tiene nombre, Oculus Rift, cuya versión comercial llegará en 2015 tras numerosos retrasos. Se han lanzado dos kits para desarrolladores y la compañía justifica que no haya llegado al mercado porque quieren crear un dispositivo perfecto. Bajo el paraguas de Facebook, que adquirió la empreas por 2.500 millones de euros, el dispositivo ofrece una experiencia inmersiva y asombrosa, superando a
otros modelos rivales. Este año también han colaborado en el Gear VR, un caso de realidad virtual para utilizarlo con el «phablet» Samsung Galaxy Note 4. Con un peso de 380 gramos, el dispositivo tiene una pantalla de 5 pulgadas OLED (Organic Light-Emitting Diode), con una resolución de800 x 1.280 píxeles en cada ojo y un ángulo de visión de 100º por ojo. Se conecta mediante cable HDMI y USB a los ordenadores -no está disponible de momento para consolas de sobremesa al estilo de un producto similar, Project Morpheus, anunciado por Sony-. La compañía ha estado apoyada por desarrolladores de juegos como Valve, Epic Games o Unity. En las pruebas, la óptica es alucinante y sorprendente, y el resultado está muy bien conseguido. Oculus Rift recrea una visión en 3D en estéreo con una gran pro-
fundidad que, a diferencia la tecnología 3D adaptada en un televisor, esto se presentan las imágenes para cada ojo. Entre sus características se encuentran un control de movimientos de la cabeza, seguimiento de armas, resolución incrementada y operaciones inalámbricas configuradas para ordenadores. Este dispositivo, similar a unas gafas de esquí, utiliza una tecnología de seguimiento personalizado que ofrece un seguimiento de baja latencia de la cabeza a 360 grados. Cada movimiento sutil de la cabeza se realiza un seguimiento en tiempo real creando una experiencia natural e intuitiva. El campo de visión es de más de 90 grados horizontales (110 grados en diagonal).
iPAD DE 12 PULGADAS Una tableta de doce pulgadas es una de las posibilidades que se especulan en la casa de Apple. En los últimos meses se ha hablado de que la marca lanzará un iPad de mayor tamaño pensado para la productividad y el entorno laboral. Podría ser este año cuando llegue a conocerse.
El mercado de las tabletas está ahora muy contenido y apretado ante el auge de los dispositivos de bajo coste basados en sistema operativo Android, el de mayor penetración en estos momentos. Por esto, la idea de un iPad más grande, que se llamaría iPad Pro o iPad Air Plus, podría asestar un duro golpe al resto de competidores. 37
Conexión Musical Conexión Musical 38
Lo nuevo de
Kinky
¢¢ Por: Sandra Pérez García
Y
a terminó el 2014 y ahora viene un 2015 lleno de nuevas sorpresas, alegrías, enseñanzas y tristezas, pero sobre todo nos traerá nuevas oportunidades. En este año podemos mostrar lo bueno de cada uno de nosotros y enmendar aquellas cosas que hicimos mal ó que pudimos haber hecho mejor. En el 2015 en su sección “CONEXIÓN MUSICAL” seguiremos hablando de los mejores exponentes de la música; este primer mes del año lo iniciaremos con una exitosa banda mexicana, nada más y nada menos que Kinky. Estos regiomontanos que dieron a conocer su MTV Unplugged grabado en la Ciudad de México en junio, se convirtieron en la banda mexicana número 11 en realizar este show acústico, donde mostraron cosas nuevas y diferentes.
Su particular sonido electro, rock y funk al que estamos acostumbrados durante ya casi 15 años lo dejaron un poco de lado, pero no abandonaron el estilo que los hacer ser auténticos. Estos cinco chicos: Carlos Chairez, Gil Cerezo, Ulises Lozano, Omar Gongora y César Pliego tuvieron la difícil tarea de elegir algunos de sus grandes éxitos entre ellos: “Una línea de luz”, “¿A dónde van los muertos” , “Negro Día” y “Hasta quemarnos”, anexan una melodía inédita llamada “Vuelve”; el tema “ Soy lo Peor” escrita por el maestro Armando Manzanero también fue grabada en este Unplugged pero con una versión renovada que la hace destacar, la canción “Para que regreses” que años atrás hiciera popular el cantante Ernesto Pérez, mejor conocido como
‘El Chapo de Sinaloa’ es incluida también aunque muy al estilo de Kinky. Los instrumentos creados por los mismos integrantes así como los invitados de lujo hicieron que las melodías tuvieran un sonido fresco y único, la dulzura de la voz de ‘Carla Morrison’, la personalidad de ‘La Mala Rodríguez’, el talento de ‘Voz de mando’ junto a ‘Beto Zapata’ (Grupo Pesado) y la originalidad de la banda ’Los Recoditos’ hacen que todo el arduo trabajo realizado por Kinky, dé como resultado un excelente y memorable Unplugged que pone en alto el nombre de México, pues sabemos que en muchos lugares será escuchado y tendrá una gran aceptación debido a que la propuesta hecha por la banda es vanguardista e innovadora.
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