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PERIODISMO NARRATIVO DE HIDALGO

Soledad Solicita compañía • FEBRERO 2015 • AÑO 3 • • NUMERO 26 • • PRECIO $ 30.00 M.N • • WWW.451efe.mx •

Alma Santillán

* ELENA PONIATOWSKA: Soy lo que soy por las miles de voces que he escuchado * CRISTÓBAL ROJAS MILLÁN: Lalo, una historia sin final feliz *KHRISTIAN ARTURO HERNÁNDEZ MORALES: Ciudad de los Palacios 1

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LOS AMOROSOS ¢¢ Jaime Sabines

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino, el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos porque están solos, solos, solos, entregándose, dándose a cada rato, llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben.

Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte.

Esperan, no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.

El amor es la prórroga perpetua, siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

Los amorosos son los insaciables, los que siempre -¡que bueno!han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.

Las venas del cuello se les hinchan también como serpientes para asfixiarlos.

Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos, sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos, hambrientos, a cazar fantasmas.

Se ríen de las gentes que lo saben todo, de las que aman a perpetuidad, verídicamente, de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua, a tatuar el humo, a no irse.

Juegan el largo, el triste juego del amor.

Nadie ha de resignarse.

Dicen que nadie ha de resignarse.

Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, la muerte les fermenta detrás de los ojos, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida, a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios una canción no aprendida, y se van llorando, llorando, la hermosa vida.

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Carta del

PERIODISMO NARRATIVO DE HIDALGO

Soledad Solicita compañía • FEBRERO 2015 • AÑO 3 • • NUMERO 26 • • PRECIO $ 30.00 M.N • • WWW.451efe.mx •

ALMA SANTILLáN

* ELENA PONIATOWSKA: SOy LO quE SOy POr LAS mILES dE vOcES quE hE EScuchAdO * crISTÓBAL rOJAS mILLÁN: LALO, uNA hISTOrIA SIN fINAL fELIz *KhrISTIAN ArTurO hErNÁNdEz mOrALES: cIudAd dE LOS PALAcIOS 1

Directorio Director JAVIER PERALTA ZAMORA Director Editorial MIGUEL ÁNGEL HERRERA HERNÁNDEZ Edición TANIA PERALTA ZAMORA ARTE EDITORIAL LDG. VIANEY TOLENTINO SÁNCHEZ Colaboradores permanentes: AGUSTÍN RAMOS, LUIS CORRALES VIVAR, CRISTÓBAL ROJAS MILLÁN, JULIA ELENA CASTILLO, JORGE VALERIO ÁVILA GÓMEZ, ARTURO TREJO VILLAFUERTE, FEDERICO ARANA, MELINA GONZÁLEZ, ABIGAIL HERNÁNDEZ Ventas, publicidad y suscripciones: 451efe@gmail.com 7711569625 y en el 7711274343

* 451EFE, publicación mensual* Febrero de 2015* Año 3 Número 26* Editor responsable: Javier Peralta Zamora* Número de certificado de reserva: 04-2013-111313471300-102, expedido por el Instituto Nacional del Derecho de Autor* Certificados de licitud de título y contenido en trámite* Publicado y Distribuido por Consorcio SABINO de Comunicación y Educación, S.A. de C.V. *Domicilio de la publicación: Arcos del Padre Tembleque 130 Fraccionamiento Los Arcos, Pachuca, Hidalgo 42083 *Teléfono 7711569625 y 7711274343* Impreso por Lito Impresos Bernal S.A., Cerrada Bulevar Everardo Márquez s/n Km 2.5 carretera Pachuca Ciudad Sahagún, Pachuca, Hidalgo, CP.42090* Precio $30.00 * Dirección de Internet: http//www.451efe.mx. Prohibida su reproducción parcial o total.

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Es febrero y el asunto amoroso puede ser abordado a través del clásico de Jaime Sabines, pero también con la soledad en el texto de Alma Santillán.

Ni uno ni otro le quitan calidad al amor.

Lo que pasa es que a veces se quiere y, como dicen los que saben, uno puede ser correspondido. Pero otras no, y es cuando pocas son las viejas y botellas para Pedro Chávez y Luis Macías.

Decíamos que es febrero, y apenas si alcanzamos unos días del mismo, pero los alcanzamos.

Y con ustedes un discurso memorable de Elena Poniatowska que versa sobre lo que aquí nos convoca, ese asunto de contar, de llevarnos de la mano que hoy por hoy muchos periodistas practican. Vale la pena leer y releer el texto de una maestra en estos asuntos.

Cristóbal Rojas Millán sigue el recuente de su vida allá cuando vivía en el DF, y existía un almacén que se llamaba no “El Puerto de Veracruz”, sino “Al Puerto de Veracruz”. En su Bar Mirador nos descubre que en todos los lugares, en todos los rincones, en todos los espacios incluso de trabajo, hay historias.

Como siempre nuestras secciones de cine, vinos, viajes, tecnología.

Ya en el tercer año de vida, 451efe le invita también a que nos siga en nuestra página de internet www.451efe.mx, donde también podrá encontrar algo nuevo: 451efe TELEVISIÓN. Ni más ni menos. Con historias completas en pequeños cortos que esperemos sean de su agrado.

Sea como siempre bienvenido. Aquí es su casa.

Soy lo que soy

por las miles de voces que he escuchado: Elena Poniatowska

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L (Discurso de apertura del ‘encuentro nuevos cronistas de indias 2’, organizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes –CONACULTA- y la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano –FNPI-, el miércoles 10 de octubre de 2012.)

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a crónica en América Latina responde a una necesidad: manifestar lo oculto, denunciar lo indecible, observar lo que nadie quiere ver, escribir la historia de quienes aparentemente no la tienen, de los que no cuentan con la menor oportunidad de hacerse oír. La crónica refleja más que ningún otro género los problemas sociales, la corrupción de un país, la situación de los olvidados de siempre.

Sus hallazgos bien pueden saltar a la novela y por lo tanto resultan muy difíciles de encasillar. ¿No es ficción o es ficción o es las dos cosas? Monsiváis nunca se preocupó por encontrarle solución a este rompecabezas.

Carlos Monsiváis es, sin lugar a dudas, el mayor cronista de nuestro país, y, en lo particular, de esta ciudad (prueba de ello es el dominio que logra al describirla en “Los rituales del caos”, que también habría podido llamar “Compendio de catástrofes mexicanas”). Con él, los lectores encuentran un nuevo lenguaje, Monsiváis le pone casa nueva a un periodismo anquilosado y tramposo. Logra integrar a los maestros, a los trabajadores, electricistas, petroleros, a los empleados bancarios, a los jóvenes que lo leen en un país analfabeta que aún no cuenta con una clase media.

Monsiváis nunca quiso ser novelista, aunque en sus principios escribió alguna que otra poesía, algún que otro cuento que probablemente conserve José Emilio Pacheco. Monsiváis influye de manera significativa en la opinión pública al pitorrearse de las declaraciones de políticos, empresarios, obispos, embajadores, diputados y demás personajes de la llamada “vida nacional” a quienes su lucidez endemoniada exhibió con sus propias palabras.

Crítico, analista de los acontecimientos políticos y sociales, biógrafo tanto de celebridades (de Salvador Novo a Luis Miguel, pasando por Spencer Tunik y Octavio Paz), Monsiváis es el testigo de todo evento: terremoto, masacre, inundación, protesta, marcha, coloquio, conferencia, mesa redonda, simposio o manifestación pública.

Siempre he pensado que si a él le gustó tanto que Spencer Tunik desnudara a los mexicanos en el Zócalo y a las mexicanas viejas y jóvenes en la Casa Azul en honor a Frida Kahlo, es porque él habría querido hacerlo (así como se disfrazaba de obispo) pero su protestantismo no se lo permitió.

Durante los últimos 30 años resultó indispensable tanto en los actos universitarios como en los multitudinarios porque reseñaba tanto las tragedias nacionales como las glorias de la farándula y si comía con el rector Ramón de la Fuente en la torre de Rectoría, cenaba con Madonna. Salir en la foto con Monsi era una consagración, salir con Madonna, una muy probable excomunión.

Hoy ya no nos acompaña la risa de Carlos y su despeinada cabellera blanca. No por nada José Luis Cuevas lo dibuja como un “Quevedo Posmoderno”, que puede darse el lujo de burlarse de quien le dé la gana o deshacer a su mejor amigo sin que se enoje. Sus juicios definieron a los grandes acontecimientos y por lo general tenían que ver con la buena conducta política y con la moral. Lo llamaban para ser el comentarista de cuanto suceso importante en México porque sin él no quedaban consignados. En el concierto de Pavarotti en el Palacio de Bellas Artes, al referirse a quienes lo vieron en una pantalla gigante en la calle a pesar de la lluvia,

Hoy ya no nos acompaña la risa de Carlos y su despeinada cabellera blanca. No por nada José Luis Cuevas lo dibuja como un “Quevedo Posmoderno”, que puede darse el lujo de burlarse de quien le dé la gana o deshacer a su mejor amigo sin que se enoje. Sus juicios definieron a los grandes acontecimientos y por lo general tenían que ver con la buena conducta política y con la moral. Lo llamaban para ser el comentarista de cuanto suceso importante en México porque sin él no quedaban consignados. En el concierto de Pavarotti en el Palacio de Bellas Artes, al referirse a quienes lo vieron en una pantalla gigante en la calle a pesar de la lluvia, sentenció: “Este es el mejor público porque viene a ver, no a que lo vean”.

sentenció: “Este es el mejor público porque viene a ver, no a que lo vean”.

–Yo ya no leo novelas -me dijo hace años- pero haré un esfuerzo sobrehumano para tu “Tinísima”.

–¿Sólo lees crónicas?

–Sí, el documento es el arte del futuro.

Monsiváis ponderó a Tom Wolfe, a Norman Mailer, a Truman Capote. Analizó el “New Journalism” porque lo que él hacía tenía mucho que ver con el nuevo periodismo y con el modo en el que utilizaba su información que al final de cuentas era una forma de denuncia y sobre todo de lucha. Él tenía a sus informantes (entre otros yo, “a ver, dime qué sabes, qué viste, qué te dijeron”) pero a todo le daba un nuevo tratamiento y los burdos informes se transformaban en sus crónicas en materia memorable.

Alguna vez hablamos de Studs Terkel, ganador del Premio Pulitzer por su “The Good War: An Oral History of World War Two” y autor de “Working”, porque Hugo Hiriart me aconsejó: “Deberías hacer un libro sobre el trabajo en México, entrevistar a una enfermera y a un minero, a un cantinero y a un taxista”, los grandes sujetos de la llamada “oral history” o literatura oral, como habría de hacerlo más tarde Oscar Lewis con “Los Hijos de Sánchez”.

La voz de los sin voz

1979 y va de Manuel Payno, Guillermo Prieto, Francisco Zarco hasta Hermann Bellinghausen, José Joaquín Blanco, Jaime Avilés y el más joven Fabrizio Mejía Madrid.

Todos estos escritores -”fogueados por la escuela del periodismo”, a decir de Federico Campbell- además de reseñar acontecimientos de nuestra vida diaria, reflejan a su época y, en algunos casos, han sido factores de cambio como en el dibujante o “monero” Gabriel Vargas, que marcó a los mexicanos con su historieta “La familia Burrón”. Cristeta Tacuche es una de mis heroínas.

Por cierto que el apoyo de Monsiváis a los caricaturistas resultó tan valioso como la reciprocidad, por ejemplo, de un artista de la talla de Rafael Barajas, “El Fisgón”, quien resultó definitivo en la creación del Museo del Estanquillo, el de las colecciones monsivaisianas.

Finalmente, los caricaturistas son grandes historiadores y les aconsejo a todos leer a “El Fisgón”, que es más elocuente que cualquier cuentista.

José Joaquín Blanco es el autor de dos libros notables, entre otros, “Función de media noche” y “Un chavo bien helado”. Su sátira de los rich and beautiful es memorable y su denuncia de las oligarquías analfabetas, que Daniela Rossell retrató en su libro “Ricas y famosas”, es un compendio de la im-

La voz de los llamados sin voz es una fuente formidable de enriquecimiento.

Remiten a una historia colectiva y permiten hacer –claro, dentro de las limitaciones de cada escritor- periodismo de investigación, de denuncia, de resistencia que suele llamarse “político”.

Durante toda su vida, Monsiváis fue un periodista-denunciante, o si a alguien le molesta lo de periodista, un escritor-denunciante. Reunió a quienes consideraba cronistas y rindió homenaje a sus colegas en “A ustedes les consta, Antología de la crónica en México”, lanzada por la Editorial ERA en 1980 (aunque la UNAM publicó una primera versión en 1979) en la que recoge y juzga a la crónica en México a través de dos siglos, desde 1906 hasta

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La voz de los llamados sin voz es una fuente formidable de enriquecimiento.

Remiten a una historia colectiva y permiten hacer – claro, dentro de las limitaciones de cada escritor- periodismo de investigación, de denuncia, de resistencia que suele llamarse “político”.

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becilidad de la alta burguesía que nos gobierna desde su prepotencia sexenal.

Por otro lado también se ocupa de la cultura que corre por las calles y se extasía ante la creatividad de compositores como Pérez Botija y Juan Gabriel, que nos brindan canciones de tan difícil comprensión como: “Te quiero mucho, mucho/ Desde hace mucho tiempo,/ Te quiero mucho, mucho/ Desde el primer “te quiero”,/Te quiero mucho, mucho/ Desde que estás conmigo,/ Te quiero mucho, mucho/ Desde que estoy contigo/”.

Estas sesudas reflexiones hacían llorar a la española Rocío Durcal y para agradecérselo, Juan Gabriel creó en exclusiva: “Ya lo ves: la vida es así,/ Tú te vas y yo me quedo aquí;/Lloverá y ya no seré tuya:/Seré la gata bajo la lluvia/¡y maullaré por ti!”

La crítica ácida y certera de José Joaquín Blanco no le ha dado luz a los poderosos pero sí los ha puesto en evidencia a partir del final de los años 80.

“Función de media noche”, que no le pedía nada al mejor Monsiváis, y “Un chavo bien helado”, demostraron su maestría de crítico y de escritor. Su conocimiento de la literatura desde la Colonia hasta nuestros días lo han vuelto indispensable para conoce al México que no vivimos y al que estamos viviendo.

Fabrizio Mejía Madrid, el más joven de todos, nos da en su “Salida de emergencia” crónicas hechas a lo largo de 13 años, en las que destaca a la APPO ( Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca) porque es el único que se preocupa por saber quién era el joven camarógrafo gringo Brad Will, que murió con su cámara en la mano cuando le apuntaron dos hombres a menos de 20 metros, el 27 de octubre de 2006 en una batalla en el centro de Oaxaca.

Años antes, Brad Will se había subido al techo de un rascacielos en Nueva York para impedir que lo demolieran y desde allí desafió con sus dos manos en alto al helicóptero, a los bulldozers y a las grúas que esperaban en la calle. En Oaxaca no llegó vivo al hospital. Fabrizio lo rescata como rescata al líder Flavio Sosa, aunque no sea tan puro ni

tan limpio como Brad Will que desde chavito se martirizó por la lucha de los pueblos de América Latina.

También Fabrizio nos entrega a otra luchadora cuyo asesinato a todos nos injurió: Digna Ochoa. Sigue a los migrantes al otro lado del Río Bravo y comparte su heroísmo y sus humillaciones, le perdona la vida al ángel caído de Gloria Trevi y al igual que José Joaquín Blanco retrata a los ricos en una caminata por la avenida Presidente Mazaryk, en Polanco, al que le pone “Mazaryk Drive”.

Sus crónicas son grandes porque recogen al México bárbaro de los 80 y porque Fabrizio no tiene miedo de viajar a los sitios de peligro y a irse de mojado y compartir la suerte y la ilusión de los mojados y ahora las mojadas.

Comparte la pasión urbana que también era la de Carlos Monsiváis y del Carlos Fuentes de “La región más transparente”, que sin proponérselo inició la crónica de la ciudad, que tiene ahora el dudoso privilegio de ser la capital más grande del mundo y lleva el horrible nombre de Distrito Federal.

En México denunciar se paga con la muerte En México, denunciar se paga con la muerte y ser cronista es poner la propia vida en peligro. Manuel Buendía, por ejemplo, fue el primero en ser abatido por la espalda en la calle como un perro el 30 de mayo de 1984 por saber demasiado de la guerra contra el narcotráfico y sus lazos con los militares y los gobernantes de México.

Sergio González Rodríguez, autor de “Huesos en el Desierto” -sobre las más de 400 asesinadas de Ciudad Juárez- ha sido un hombre perseguido durante años. En México, investigar sobre el crimen, las drogas, las fortunas malhabidas es correr riesgo de muerte.

Por eso es admirable la constancia con la que la revista “Proceso” y el gran Jenaro Villamil han denunciado a los miembros del crimen organizado que fueron capaces en el norte de asesinar a María Elizabeth Macías, jefa de información de “Primera Hora” de Nue-

vo Laredo en 2011 y dejaron su cabeza decapitada sobre su mesa de trabajo al lado de su teclado.

También en el sur, en Veracruz, fue asesinada en su casa la corresponsal de “Proceso” Regina Martínez el 28 de abril de 2012. A propósito de las mujeres quisiera recordar aquí a Lydia Cacho, formidable luchadora contra la pederastia, a Sanjuana Martínez que se para sola en medio de los balazos en Monterrey, a Carmen Aristegui, a Marcela Turati de “Proceso”, a Jesusa Cervantes y a otras que caminan al borde del peligro, son perseguidas y se la juegan. Jon Lee Anderson acaba de declarar en Jalapa que para un periodista, México es el país más peligroso del mundo.

Todas ellas, al lado de José Joaquín Blanco, Fabrizio Mejía, Hermann Bellinghausen, Jaime Avilés y el alto Villoro somos lo que se ha dado en llamar “comprometidos”. ¿Por qué lo somos?

Porque damos una información que no ofrece la prensa oficial y nos esforzamos en la investigación, pero sobre todo porque al escribir vinculamos nuestra experiencia privada al destino colectivo.

Si en México y en América Latina el auge del testimonio es grande, es porque en nuestros países todavía hay grandes zonas por descubrir, todavía es palpable la orfandad de grandes minorías sociales. No creo que pretendamos darle voz a quienes no la tienen (como se ha dicho en varias ocasiones) porque su voz barre con todos nosotros. Al contrario, la voz de Jesusa Palancares es poderosa porque es única y no la han cincelado las convenciones. Es a esa voz que sigo desde hace muchos años.

A esta tarea se ha querido darle una ideología. Pero ¿cómo abarcar la ideología de una ciudad de 20 millones de habitantes? Fabrizio Mejía consignó una frase en una manta del movimiento #YoSoy132. “Si tú no ardes, yo no ardo.

Y si no ardemos juntos, ¿quién iluminará esta oscuridad?”

Hoy en día, los cronistas de la ciudad de México ya no podrían abarcarla.

Lo dijo Guillermo Tovar y de Teresa al sugerir que cada delegación tuviera el

suyo. Ayer fueron Antonio García Cubas, Luis González Obregón, Ángel del Campo “Micrós“, hoy son Carlos Monsiváis, Fabrizio Mejía Madrid, Juan Villoro, Jaime Avilés, José Joaquín Blanco, Hermann Bellinghausen, Emiliano Pérez que nos regala a Ciudad Neza y muchos nuevos escritores a quienes aún no les salen callos, juanetes, uñeros, ojos de pescado ni de pie de atleta. ¿Podrán con esta ciudad tan demandante y diversa? ¿Quién iluminará esta oscuridad?

Mientras duren en los países de América Latina las condiciones de opresión, miseria y marginación, la crónica que se deriva de la historia oral será la única manera que tenga el lector de enterarse de vivencias insospechadas y ajenas.

Un lector muchas veces hostil a conocer las verdades de su propia realidad.

El lugar común acerca de que la realidad supera a la ficción abarca no sólo a Gabriel García Márquez sino también a los cronistas. Es así como Bernal Díaz del Castillo es un gran novelista aunque no consigne las masacres de los primeros mexicanos. Las “Cartas de Relación de Hernán Cortés” son parte de la inmensa crónica que hacen los conquistadores de América Latina pero el historiador Miguel León Portilla los evidencia, al menos para nosotros, al recuperar para México el otro lado de la medalla en “La visión de los vencidos”.

Es así también como Guillermo Prieto, Francisco Zarco, Manuel Payno y muchos más ennoblecen a México. Es así como Carlos Monsiváis no necesita escribir novelas para transmitir su inmensa capacidad creativa y su talento de narrador. En su última y apasionante novela “Disparos en la oscuridad” sobre Díaz Ordaz, Fabrizio Mejía Madrid reúne sus dotes de novelista con la excelencia de sus grandes crónicas.

Fabrizio Mejía Madrid, mi amigo, me dijo que hablara de cómo había escrito las crónicas del 68, de “Fuerte es el silencio”, de “Nada nadie, las voces del temblor” y de otros textos publicados a lo largo del tiempo que ya es mucho porque de 1968 a 2012 han pasado

44 años. “¿Usaste grabadora? ¿Les pusiste un cuchillo en la panza para que hablaran? ¿Cómo le hiciste? ¿A qué hora lo hiciste?

Ricardo Pozas había dado a conocer en 1948 un clásico “Juan Pérez Jolote”, la vida de un tzotzil de San Juan Chamula Chiapas que le dijo: “Quiero vivir.

Soy indio Chamula, no sé en qué año nací”.

Quizá este “statement” conmovedor influyó en que deseara yo conocer a aquellos que no saben en qué año nacieron y quieren vivir. En cierto modo, pretendía integrarme a la vida de México, mi país, yo que fui niña francesa hasta los diez años. Si yo lograba entender lo que les sucedía a otros, probable-

En México, denunciar se paga con la muerte y ser cronista es poner la propia vida en peligro. Manuel Buendía, por ejemplo, fue el primero en ser abatido por la espalda en la calle como un perro el 30 de mayo de 1984 por saber demasiado de la guerra contra el narcotráfico y sus lazos con los militares y los gobernantes de México.

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mente podría vivir otras vidas además de mi propia vida.

“Biografía de un cimarrón” del cubano Miguel Barnet, publicada en 1963 fue otra experiencia de vida, como lo fueron “Los Hijos de Sánchez” que Oscar Lewis lanzó en México, para gran escándalo de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y provocó la expulsión del Fondo de Cultura Económica de su director Arnaldo Orfila Reynal.

En cierta forma el escándalo de “Los Hijos de Sánchez” consolidó al testimonio. “Se lee como una novela -decían los comentaristas.

“Cuenta ¿cómo le haces?” —insiste Fabrizio Mejía Madrid.

Meto todo en lo que escribo, las palabras y las miradas, diálogos, descripciones objetivas y subjetivas, observaciones que creo sesudas, monólogos interiores, mis propios sentimientos e impresiones, ¡cuántas impresiones y cuántos recuerdos!, la torpeza de mis buenas intenciones, el rechazo de mis entrevistado a su aceptación.

Trato de que no se me olvide nada, repaso, corrijo y vuelo a corregir. Describo lo que veo, se me caen los ojos de cansancio sobre el teclado pero allí sigo atornillada esperando que algún día escribiré un buen texto, una buena crónica, una buena novela, la ilusión que compartimos los que nos dedicamos a esto. Mis vivencias más genuinas surgen al escribir y no al calor de los acontecimientos o cuando la amenaza es real.

Claro que lo que me repito mentalmente hora tras hora nunca sale igual en el papel. Investigo, intento ser minuciosa, soy subjetiva y emocional, me equivoco, torturo a mis entrevistados que no son otra cosa que mis personajes y llamo por teléfono a Monsiváis, consejero áulico de sus amigas, que a la primera frase me dice que todo está bien con la esperanza de que me encierren con los loquitos de la Castañeda. Pero insisto, siempre insisto.

Soy mujer, soy subjetiva y emocional pero intento ofrecer descripciones objetivas, sobre todo de los personajes que entrevisto. Lo que escribo es impre-

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sionista pero sobre todo está ligado al periodismo. A los que más siento mis compañeros son a los reporteros que se apasionan por la historia detrás de la noticia e intentan reflejarla e ir más allá como lo hizo Truman Capote quien utilizó mecanismos de ficción para su “A sangre fría”.

Las crónicas del movimiento estudiantil de 1968 y la masacre del 2 de octubre de 1968, las del terremoto de 1985, las de la toma de tierras por paracaidistas en Morelos y las de madres de desaparecidos políticos son producto de la indignación que he sentido por los jóvenes y su lucha. Esta alianza con los estudiantes se inició en 1968, continuó con el festival de rock de Avándaro y con las brigadas de simpatizantes que salían desde la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM a las comunidades indígenas en 1994 en apoyo al Ejército Zapatista en Chiapas.

En 1968, a partir del mes de octubre empecé a ir de nuevo a Lecumberri a visitar a los estudiantes presos políticos como lo había hecho diez años antes, en 1959, a los ferrocarrileros y a su líder oaxaqueño Demetrio Vallejo. La indignación por la masacre de los muchachos en la Plaza de las Tres Culturas el 2 de octubre y el hecho de que los periódicos la silenciaran y se ejerciera una censura contra cualquier información que no fuera la oficial hizo que uno tras otro, el diario “Novedades” rechazara los artículos que escribí. Hasta una entrevista con la periodista italiana Oriana Fallaci fue a dar al cajón de los artículos censurados.

Si los estudiantes y algunos de sus maestros pasaron dos años y medio en la cárcel después del 2 de octubre, no podemos prever qué futuro les espera a los chavos del #YoSoy132 , mucho más numerosos que los del 68, con mayor capacidad de convocatoria y mayor respuesta popular y repercusión mediática.

Tampoco podemos adivinar qué sucederá en 2018 aunque hay probabilidades de que el PRI llegó para quedarse. El #YoSoy132 no tiene líderes aparentes y es encomiable su horizontalidad.

Por eso es admirable la constancia con la que la revista “Proceso” y el gran Jenaro Villamil han denunciado a los miembros del crimen organizado que fueron capaces en el norte de asesinar a María Elizabeth Macías, jefa de información de “Primera Hora” de Nuevo Laredo en 2011 y dejaron su cabeza decapitada sobre su mesa de trabajo al lado de su teclado.

Antonio Attolini Mura, uno de sus voceros más articulados y alumno del ITAM, me llamó la atención por su inteligencia. Lo que he oído en alguna que otra asamblea me llenó de entusiasmo porque los oradores eran bien concretos y valientes como lo fueron cuando salieron a la calle para manifestarse contra Televisa. El movimiento #YoS-

oy132 es, antes que el del 68, un movimiento de masas. La mayoría reclama ser #YoSoy132. En el Distrito Federal, los muchachos cuentan con la solidaridad de los citadinos. Somos muchos lo que queremos escucharlos y ayudarlos a convertirse en una gran organización política.

Personalmente los veo como a salvadores, cosa que no me sucede con los partidos políticos. También habría que mencionar al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia y que ha trascendido hasta cambiar la vida de muchos jóvenes que antes considerábamos “fresa”.

Antes de terminar, quisiera asentar que no somos víctimas. Al contrario, las víctimas son aquellas que se esclavizan hasta a un par de pantuflas y no pueden salir de la cama si no las encuentran, como me lo dijo un día Sergio Pitol a quién vi en la tele firmar su “El mago de Viena” en el Hay Festival de Jalapa.

Ahora, a los ochenta años estoy consciente de que pase lo que pase, el contacto con hombres, mujeres, niños que confiaron en mí y me hicieron la crónica de sus horas y sus días, la vida de la calle y de los barrios populares, el haber sido testigo de tragedias como la del 2 de octubre y las del 19 y 20 de septiembre, los 5 días de plantón en el zócalo en 2010 (que todos consideran un error garrafal) nutren esa novela invisible aún, que quiere ser mi vida y la enriquecen silenciosamente.

Soy lo que soy por las miles de voces que he escuchado. Estoy hecha de las múltiples entregas de los que me han dado su confianza. Por esta razón, mi agradecimiento al otro es infinito y la identificación que siento con los demás es estimulante a más no poder.

Vivo, en verdad, como un cable de alta tensión, siempre a punto del corto circuito. El poeta Jaime Sabines lo dice mejor que yo y me permito pedirle prestadas sus palabras ya que también fue mi entrevistado: “Me quité los zapatos para andar sobre las brasas.

Me quité la piel para estrecharte.

Me quité el cuerpo para amarte.

Me quité el alma para ser tú.”

Si en México y en América Latina el auge del testimonio es grande, es porque en nuestros países todavía hay grandes zonas por descubrir, todavía es palpable la orfandad de grandes minorías sociales. No creo que pretendamos darle voz a quienes no la tienen (como se ha dicho en varias ocasiones) porque su voz barre con todos nosotros. Al contrario, la voz de Jesusa Palancares es poderosa porque es única y no la han cincelado las convenciones. Es a esa voz que sigo desde hace muchos años.

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D A D E L O A S T I C I L SO AÑÍA P M CO án

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Me daba fuerza, algo parecido a lo que dicen que es la alegría; sabes, cuando la sonrisa no te abandona de noche ni de día. Y nunca imaginé que se iría, que de pronto el mundo se caería frente a mis ojos y quedaría hecho un revoltijo donde no se puede identificar un solo principio y mucho menos un final”.

Todos buscamos no estar solos.

Quien diga lo contrario, miente; querrá estar solo por un rato, unos días, unos meses, que nadie lo moleste mientras cae en cuenta de que su soledad no es tan divertida y mucho menos puede abrazarle.

Entonces sí, regresará como perro, con

Santill

la cola entre las patas, a querer recuperar la compañía que despreció y destruyó.

En realidad nadie quiere estar en los zapatos de la soledad, indeseable y constante mal del mundo moderno, en el que cada ser se encierra en sí mismo y se cuenta la historia de que nadie es indispensable y, por tanto, no necesita absolutamente nada ni a nadie para… ¿sobrevivir? E inevitablemente estar acompañado implica tener contacto con el amor (o algo parecido a lo que es), con el cariño, o ya de jodido con el respeto. Pero tal parece que esos tres factores son imposibles de unir para formar un ente capaz de desbancar a la

Todos buscamos no estar solos. Quien diga lo contrario, miente; querrá estar solo por un rato, unos días, unos meses, que nadie lo moleste mientras cae en cuenta de que su soledad no es tan divertida y mucho menos puede abrazarle. Entonces sí, regresará como perro, con la cola entre las patas, a querer recuperar la compañía que despreció y destruyó.

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soledad, a esa perra soledad que ataca igual por las noches que cuando el sol aparece en el horizonte y no hay mejilla que besar y sonreírle y todas esas cursilerías que se hacen cuando se está enamorado.

Cada quien busca compañía donde quiere, o donde puede. Es por eso que las calles se llenan de personas que, paradójicamente, caminan como si el resto del mundo no existiera, que se extrañan al ver una sonrisa y hasta le sacan la vuelta a quien pretenda dirigirse a ellos para pedirle la hora. Basta con hacer un experimento: busca una víctima a la cual sonreírle sin motivo (que de preferencia no vaya con pareja, si no quieres ganarte una maldición secreta); por ejemplo, un niño: seguramente recibirás una sonrisa de vuelta… pero también la mirada asesina de su madre, que con miedo de todo lo que está alrededor le preguntará a quién le sonríe y le ordenará que no lo vuelva a hacer.

Estamos creando una cultura de la soledad que pocos serán capaces de sostener a lo largo de su vida. Esos niños que ahora son limitados con el entendible “No hables con extraños”, perderán la brújula y reproducirán en su mente esas cuatro palabras que de tanto repetir carecerán de sentido y un mal día se quedarán instaladas en su memoria. Crecerán, conocerán gente a la que evitarán, se embarcarán en relaciones que no podrán mantener porque el “No hables con extraños” degenerará en “No confíes, no sientas, no ames, no, no, no”. Y entonces, será el fin.

Perderán la alegría. Por más que quieran vendernos la idea de que la soledad es la mejor compañera, cualquiera que ha estado más de tres días solo, pero solo de verdad, sabe que eso es mentira.

Por supuesto que no es la mejor compañera, al contrario, es la peor que puedas encontrar: con una mano en la cintura puede ponerte frente al espejo y empezar a decirte al oído todo tipo de calumnias que creerás porque te han dicho que tu conciencia se manifiesta cuando la mente está en silencio y sin interrupciones, sola, pues. Pensarás que esa es la verdad, que tu yo interior alcanzó un envidiable punto de iluminación y que en realidad

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Cada quien busca compañía donde quiere, o donde puede. Es por eso que las calles se llenan de personas que, paradójicamente, caminan como si el resto del mundo no existiera, que se extrañan al ver una sonrisa y hasta le sacan la vuelta a quien pretenda dirigirse a ellos para pedirle la hora.

Basta con hacer un experimento: busca una víctima a la cual sonreírle sin motivo (que de preferencia no vaya con pareja, si no quieres ganarte una maldición secreta); por ejemplo, un niño: seguramente recibirás una sonrisa de vuelta… pero también la mirada asesina de su madre, que con miedo de todo lo que está alrededor le preguntará a quién le sonríe y le ordenará que no lo vuelva a hacer.

eres una basura, que no debiste haber llegado a este mundo (porque, además, ni lo pediste), y que lo mejor que podría pasar sería quedarte por siempre en ese lugar lejano, aislado de todo. ¿Ves?, nada de alegría.

Y perder la alegría es quedarse con las manos vacías, es despertar antes del amanecer sin intenciones de asomarse por la ventana; de levantarse de la cama ni hablemos, porque el estómago no reclama alimento ni los músculos actividad. El resto del día se vuelve una tortura: no hay música sino ruido, no hay gente sino estorbos, no hay risas sino hartazgo, no hay nada que te haga respirar con gusto.

Seamos honestos: una cosa es pasar solo algunos ratos en el día, soportarse a uno mismo (y así saber lo que padece el resto de la gente), lo cual es muy sano; pero otra muy distinta es estar siempre solo. Hay quien busca compañía en lugares públicos donde nadie se le acerque, donde pueda pasar desapercibido pero satisfaga su necesidad de contacto humano, sin importar que no haya ni la remota posibilidad de ver invadido su espacio vital, por más que lo desee no tan secretamente.

La sala de espera de un hospital, un parque, un mercado, una banca de la avenida principal, un restaurante, un bar, el transporte público, hasta a una iglesia -si no hay aversión a los lastimeros cuadros y figuras de cerámica colgando en paredes suplicándote en silencio lacerarte por ser pecador, por tu culpa y por tu gran culpa-, son sitios en los que la gente puede encontrar un poco de calor humano, aunque sea para sentirlo de lejos, para añorarlo, para vivir de la fantasía de que le pertenece; de que no está ahí, solo, sentado y contemplando, sino que es actor principal, y ríe, y acaricia una mano, y abraza, y besa, y es feliz.

Desde niños estamos expuestos al miedo a la soledad y la búsqueda implacable de compañía; cuando el hijo se va a la escuela por primera vez, los padres sienten un alivio que al minuto siguiente puede rayar en la incontrolable angustia porque un día no muy lejano ese escuincle huirá de los abra-

zos y los besos, y preferirá irse con sus amigos en busca de su propia compañía. Mala decisión si los padres (madre o padre, o ambos si es que el destino fue benevolente) optan por aislarse del mundo, pues en un abrir y cerrar de ojos se verán a sí mismos frente a la determinación de mudarse a un asilo, porque estar solos, concluirán, está de la chingada.

Nadie, en absoluto, es tan autosuficiente como para no necesitar un par de brazos que amortigüen la caída; a nadie le viene mal una voz que le diga que todo estará bien, que prometa no irse nunca. Y lo cumpla. Porque, claro que el apoyo moral siempre ayuda, pero no puede de ningún modo sustituir una mano firme y cierta, una espalda que esté, sólo esté, para contagiar calor, para asirse a la vida, para no rendirse.

La compañía debe, sin embargo, buscarse con cuidado, de lo contrario acabaremos al lado de alguien con quien no podemos ser sino la peor versión de nosotros mismos. Porque uno se da el lujo de ser miserable con aquellos que nos aman profundamente, hasta que debemos pagar el precio y la soledad nos cae encima con el peso de mil rocas. Porque el dolor provocado a otro, como un bumerang, ha de regresar a nosotros, tarde o temprano.

Pero para ser digno de compañía es necesario dejar de creer que somos invencibles, que todos los demás son unos pendejos y que mejor haríamos en huir a una isla desierta para no exponer nuestro inigualable IQ al del resto de los mortales, no vaya a ser que se nos pegue la imperfección. Pocos saben que ser inteligente va mucho más allá de comprender teorías, teoremas, o hablar cuatro idiomas; también hay que saber sentir, saber compartir y, sobre todo, saber amar. De la misma forma en que no puedes hacer que tu corazón lata nada más poquito, no puedes decidir que sólo amarás poquito. O es o no es, o das o no das; ni el mundo, ni la vida, están para tibiezas.

Sobreestimamos nuestro poder de autoexcluirnos de la realidad; nos refugiamos en compañías virtuales, nos convertimos en sujetos anónimos y nos

acercamos a otros que también ansían el anonimato, aparentemente inexistentes y claramente intangibles pero que finalmente cumplen su función de compañeros, compañeros de lo irreal, que comparten el temor a la vulnerabilidad, a verse reflejados en otros ojos igual de tristes y desesperanzados.

No podemos siquiera morir solos, por eso existen los panteones: los muertos con los muertos, porque hasta en ese momento compartimos características con el de junto; aun entonces querremos compañía, aunque sea en ese otro mundo en el que ya no hay vida.

“Soy, hago, tengo, pero mis palabras ya no encuentran oídos, mi risa no halla eco en otro pecho; los sueños se quedan ahora en ese mundo que se abre cuando se cierran los ojos. Soy incapaz de compartir la alegría de vivir, en algún momento alguien debió robármela, quizá nací sin ella porque no la recuerdo, o tal vez decidió salir por piernas al verme solo y con la vista fija en la nada.

Extraños que se extrañan, que se han quedado solos porque sí, y para nada”.

Seamos honestos: una cosa es pasar solo algunos ratos en el día, soportarse a uno mismo (y así saber lo que padece el resto de la gente), lo cual es muy sano; pero otra muy distinta es estar siempre solo. Hay quien busca compañía en lugares públicos donde nadie se le acerque, donde pueda pasar desapercibido pero satisfaga su necesidad de contacto humano, sin importar que no haya ni la remota posibilidad de ver invadido su espacio vital, por más que lo desee no tan secretamente.

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UNIDAD Y TRABAJO SE TRADUCEN EN BENEFICIOS Y RESULTADOS: FRANCISCO OLVERA 16

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n gira de trabajo por el municipio de Atotonilco de Tula, el gobernador José Francisco Olvera Ruiz, de cara a la sociedad de este lugar, manifestó que sólo con unidad y trabajo se alcanzan óptimos resultados; esto, al entregar diversas obras y beneficios.

El primer punto contemplado en su agenda de trabajo, fue la inauguración de la pavimentación hidráulica de la carretera Atotonilco – Texas, obra con una inversión aproximada de 4 millones de pesos, evento cuyo anfitrión fue el edil Edgar Reyes Martínez.

Ante diversos vecinos del lugar, el mandatario estatal aseguró que "la fórmula para lograr el desarrollo económico de Hidalgo es el trabajo coordinado, a través de acciones y obras concretas".

Agregó el gobernador Olvera, que gracias a esta coordinación entre la administración estatal y municipal, se alcanzan mejores niveles de vida en favor de las y los hidalguenses.

De igual forma, destacó que con la construcción de este tramo carretero, no sólo se beneficia a la región, sino también a otros municipios de la entidad, al tiempo que refrendó su compromiso de seguir trabajando para todas las familias de la entidad.

En su oportunidad, Edgar Reyes, reconoció la sensibilidad y compromiso de Francisco Olvera, además que enfatizó, "lo importante no son las cifras ni los números, son los beneficios que transforman y mejoran la calidad de vida de los habitantes de esta región, específicamente de Atotonilco de Tula", dijo.

FRANCISCO OLVERA INAUGURA PRIMERA ETAPA DE UNIDAD DEPORTIVA

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n esta misma gira de trabajo, el mandatario inauguró la primera etapa de la Unidad Deportiva y de Convivencia "Atotonilli", al tiempo que puso en marcha los trabajos de lo que será la segunda etapa de este complejo de sano esparcimiento familiar.

El ambiente previo a este acto fue enmarcado por una activación física entre los cientos de alumnos que se dieron cita en el lugar y que provenían de diferentes escuelas del nivel básico.

En su mensaje, el mandatario resaltó la importancia del trabajo en equipo, para la obtención de mejores resultados en favor de las familias, principio que promueve el deporte y la sana convivencia social.

Ejemplo de lo anterior, reconoció Francisco Olvera, es la coordinación de esfuerzos que se realiza entre los diferentes niveles de gobierno, así como el apoyo y respaldo de las y los legisladores locales y federales para la gestión de obras.

De la misma forma, el titular del Ejecutivo destacó el interés del diputado federal Pedro Porras Pérez, quien se acercó a la administración estatal para solicitar el apoyo en la construcción de esta unidad deportiva.

Por su parte, el legislador federal reconoció la apertura del mandatario y el respaldo a las gestiones hechas por su partido y la fracción parlamentaria a la que pertenece en San Lázaro.

Puntualizó que más allá de las ideologías partidistas, lo que tras-

NUEVA SEDE DEL AYUNTAMIENTO, UNA REALIDAD ciende es precisamente el trabajo que se traduce en acciones y en el mejoramiento en el nivel de vida de las familias hidalguenses.

Al respecto, Concepción Martínez Martínez, a nombre de la comunidad beneficiada, destacó que con este nuevo centro deportivo se promoverá la unión familiar, así como el cuidado de la salud, mediante la recreación y el ejercicio.

En su intervención, Edgar Reyes, alcalde anfitrión, refirió que la manera de sacar adelante los retos del día a día, es haciendo equipo, no sólo con el sector público, también con los empresarios de la región, quienes siempre han cooperado con el ayuntamiento dijo, y también con el gobierno del estado.

Durante el desarrollo de este evento, el mandatario estatal, así como las autoridades que lo acompañaron, hicieron entrega de reconocimientos a niñas, niños y jóvenes destacados del municipio, en las diferentes disciplinas del deporte, para posteriormente dar la patada inicial de la cancha de fútbol de pasto sintético.

D

e la misma forma, el titular del Ejecutivo hidalguense entregó la segunda etapa de las instalaciones de la nueva presidencia municipal, y señaló que este edificio además de ser un espacio digno de trabajo para los servidores públicos, permitirá darle a la población una mejor atención.

Ante habitantes de las diferentes comunidades de Atotonilco de Tula, Francisco Olvera anunció que para el mes de marzo comenzará la construcción del centro de salud de la cabecera municipal, mismo que beneficiará a las y los habitantes de la región.

El gobernador Olvera, aseguró también que durante su administración se han cumplido en un 85 por ciento, con los compromisos del Programa "Papelito Habla", al tiempo que refrendó su apoyo permanente de seguir trabajando en beneficio de la sociedad.

Finalmente puntualizó con los proyectos que impulsa el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se obtienen mejores oportunidades de desarrollo del país, específicamente de Hidalgo, que mejoran la calidad de vida de las y los mexicanos.

Al hacer uso de la palabra, el alcalde anfitrión, indicó que gracias a las accio-

nes que realizan los gobiernos federal y estatal, a finales de año se concluirá con la construcción de la planta tratadora de aguas residuales más grande de América Latina.

En ese sentido, el alcalde manifestó que con la inauguración de las obras entregadas, Atotonilco de Tula se sigue transformando para garantizar el desarrollo social de la población.

Por su parte, el regidor Jaime Celerino García, destacó que gracias al asentamiento de empresas en la región, el municipio se ha convertido en uno de los polos de desarrollo económico del estado, lo que permite mejores oportunidades de empleo para las mujeres y hombres hidalguenses.

Después del evento, el gobernador y su comitiva realizaron un recorrido por las nuevas y modernas oficinas.

A los eventos acudieron los legisladores federales, José Antonio Rojo García de Alba y Pedro Porras Pérez; los diputados locales, Rosalío Santana Velázquez, Imelda Cuellar Cano; así como el secretario de Desarrollo Económico, José Pablo Maauad Pontón, además del titular de la Secretaría de Planeación, Desarrollo Regional y Metropolitano; Alberto Meléndez Apodaca.

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RECIBE AL ALCADE DE PACHUCA, EN AUDIENCIA CIUDADANA

SANTIAGO TLAPACOYA 18

¢¢ Hubo 941 contactos ciudadanos durante la audiencia pública. ¢¢ Alcalde agradece la participación del gobernador Francisco Olvera. ¢¢ Alumbrado público, la petición más recurrente.

C

on el propósito de escuchar y atender las necesidades de la gente, agilizar un trámite que esté ligado a la presidencia municipal o canalizar alguna petición a la dependencia correspondiente, el alcalde de Pachuca Eleazar García Sánchez, acompañado de Gabriela Castañeda Badillo Presidenta del DIF municipal y de su equipo de trabajo, acudió a la comunidad de Santiago Tlapacoya para llevar el programa de acercamiento ciudadano Tu Presidente Contigo.

A esta dinámica se sumó el Gobierno del Estado de Hidalgo que encabeza Francisco Olvera Ruíz, a través de la Secretaría de Salud, con consultorios móviles donde fueron atendidos 193 ciudadanos en diversas especialidades como: Geriatría, Odontología, Nutrición, Psicología, Ginecología, Oftalmología, entre otros.

Fueron un total de 941 contactos ciudadanos lo que se tuvieron en esta 8va audiencia pública, donde los pobladores expusieron ante el presidente municipal, sus peticiones, sugerencias, observaciones y planteamientos.

En su mensaje el mandatario capitalino, agradeció la participación decidida del gobierno del Estado por sumarse a las tareas de acercamiento ciudadano y atención médica especializada “Gracias al gobernador Francisco Olvera que siempre ha estado sumado a este tipo de programas sociales, a la secretaria de salud Geraldina García, a todas las secretarías de la presidencia, hoy pudimos atender y resolver una buena parte de las gestiones y peticiones y seguiremos con mucho entusiasmo trabajando para la gente que nos ha brindado su confianza”.

Eleazar García explicó que las peticiones más recurrentes fueron alumbrado público, infraestructura y drenaje, por lo que se analizará la posibilidad de atender en la medida de lo posible los planteamientos ciudadanos “Gran parte de las peticiones es alumbrado que ya ahorita mismo se está atendiendo, en este tiempo se ha ido avanzando y siempre ha habido participación de la gente, ellos se quieren sumar con nosotros para que esto pueda avanzar más rápido y así podamos priorizar lo que necesitan”.

Ciudad de los Palacios,

ciudad de los recuerdos

K

hristian Arturo Hernández Morales nos acompaña en esta edición. Es un fotógrafo joven con un talento natural para captar la monumental arquitectura de la ciudad de México. Sin embargo, también, el alma, los recuerdos de un lugar al que una inmensa mayoría de hidalguenses tienen en la memoria.

Hoy nos presenta un ensayo que habla precisamente de eso, de la tarea memoriosa del que visita la capital del país y anota en la agenda pasada de su existencia, lo que existía y dejó de existir; lo que un día cualquiera el Palacio de las Bellas Artes representó en su vida.

Acompañamos las fotografías de Khristian Arturo con textos del poeta José Emilio Pacheco, quizá uno de los escritores que más buscó en el corazón del DF, del defectuoso como algunos le dicen, el origen de la relación amor-odio-amor que todos guardamos, de un modo u otro, con la Ciudad de los Palacios.

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De aquella parte de la ciudad que por derecho De nacimiento y crecimiento, odio y amor Puedo llamar la mía (a sabiendas De que nada es de nadie) No queda piedra sobre piedra. Ésta que allí no vez, que allí no está Ni volverá a alzarse nunca, fue en otro mundo La casa en que abrí los ojos.

La avenida que pueblan damnificados Me enseñó a caminar.

Jugué en el parque Hoy repleto de tiendas de campaña.

Terminó mi pasado.

Las ruinas se desploman en mi interior.

Siempre hay más, siempre hay más.

La caída no toca fondo.

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He visto muchas veces a las ratas de México, las grandes habitantes de la noche de México: despanzurradas, envenenadas, pudriéndose.

Sólo una vez miré su plenitud escurridiza en un alba de piedra impenetrable.

Las ratas me siguieron por San Juan de Letrán, esquina tras equina, retadoras, burlándose con chillidos bien descifrables: “No oses dañarnos ni nos veas desde arriba Mucho menos cantes victoria.

Quieras o no será nuestra la última palabra.”

Frente al Salto del Agua me dejaron en paz.

No adiós sino hasta luego me dijeron las ratas: “Allá abajo nos vemos.”

En las ruinas de lo que fue hasta el siglo veinte la Ciudad de México, Cerca de una gran plaza que llamaban el zócalo, Me salió al paso una manada de hienas.

Desde hace un mes nos quedamos sin ratas O, para ser más precisos, Nosotros somos ahora las ratas Pues no alimentarnos de su pelambre y su carne.

A las hienas les ofendió mi olor y repudiaron mi aspecto.

En vez de atacarme Dieron la vuelta.

De lejos me observaron con gran desprecio.

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Y desde entonces la eternidad Me dio un gastado vocabulario muy breve: “ausencia”, “olvido”, “desamor”, “lejanía”.

Y nunca más, nunca más, nunca, nunca.

La ciudad en estos años cambió tanto Que ya no es mi ciudad, su resonancia De bóvedas en ecos y lo pasos que nunca volverán.

Ecos pasos recuerdos destrucciones Todo se aleja ya. Presencia tuya. hueca memoria resonando en vano lugares devastados, yermos, ruinas, donde te vi por último, en la noche de un ayer que me espera en los mañanas, de otro futuro que pasó a la historia, del hoy continuo en que te estoy perdiendo

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Brusco aroma de azufre, repentino color verde del agua bajo el suelo.

Bajo el suelo de México se pudren Todavía las aguas del diluvio.

Nos empantana el lago, sus arenas Movedizas atrapan y clausuran La posible salida

Ojos, ojos, Cuántos ojos de cólera mirándonos En la noche de México, en la furia Animal, devorante de la hoguera: La pira Consume la ciudad.

Y al día siguiente Ni amos ni nada: Tan sólo ojos de cólera mirándonos

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Bar Mirador

“Lalo”, una historia sin final feliz

¢¢ De la contabilidad al periodismo ¢¢ Lalo, una crónica de vida con lección al margen ¢¢ 1973 en la historia: cuando los árabes impusieron a los países industrializados el precio del barril del petróleo

¢¢ Por: Cristóbal Rojas Millán

Bar Mirador

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ra 1973. La música de los Beatles, Rollings Stones, Doors, Credence, seguía dominando en la radio mexicana. Los pantalones acampanados, las playeras estampadas, el cabello largo predominaba en los jóvenes de la época.

1973 fue el año en que el embargo petrolero decretado por el mundo árabe a Occidente provocaría un desorden económico en el mundo capitalista, sólo comparable a la depresión de 1929.

Hasta ese año, los países capitalistas, grandes consumidores del petróleo, aunque parezca increíble eran los que fijaban el precio del petróleo que compraban, el cual por cierto mantenían en alrededor de 10 dólares. De pronto los árabes dijeron al mundo: “o me compras el barril de petróleo a 40 dólares o no te vendo”. Fue increíble, la unión del mundo árabe logró el milagro de poner al gigante estadounidense de rodillas.

Fue el año en que Richard Nixon anunció al mundo que Estados Unidos, la primera potencia económica mundial abandonaba el patrón oro para respaldar a su moneda: “De hoy en adelante será la infraestructura económica estadounidense la que respalde al dólar”. Ante

este anuncio el mundo entró en caos.

“Esas son ch...” se atrevió a escribir uno que otro economista independiente.

Hoy decenas de columnistas pagados por la tecnocracia intentan convencer a los desmemoriados que el inicio de las crisis en México se dio al final del sexenio de Luis Echeverría por los pésimos manejos de su administración.

Sin embargo, y en honor a la verdad, hay que reconocer que el caos fue originado por el mundo árabe y por la voracidad estadounidense. México no quedó a salvo de los vaivenes de la economía mundial y tan sólo tres años después se vio obligado a devaluar su moneda, lo que representó terminar con una estabilidad de 19 años. Fue Luis Echeverría a quien le tocó dar a conocer a los mexicanos, el 31 de agosto de 1976, un día antes de su sexto y último informe de gobierno, el sabor de ese trago amargo. El dólar, que durante casi dos décadas se compraba a 12.50 y se vendía a 12.49, de pronto dio un súbito salto a casi 20 pesos por unidad.

La historia señala que en aquella época, por los precios que a su petróleo impusieron, los países árabes empezaron a tener excesos de liquidez; que esos

miles de millones de dólares fueron depositados en bancos de occidente, principalmente Estados Unidos; que EU se vio obligado a acomodar esa excesiva liquidez; que Estados Unidos ofreció a países en vías de desarrollo cientos de préstamos a un interés de apenas el cuatro por ciento anual (aunque en letras chiquititas de sus contratos se hablaba de que los préstamos estarían sujetos a la variación que impusieran los mercados).

Esta fue la razón por la que los países tercermundistas cayeron en impresionantes deudas. El secreto estuvo en que tan pronto la economía mundial entró en crisis, las tasas de interés se fueron al 20 por ciento... cinco veces más de la tasa con la que se habían pactado los préstamos. Es decir, el costo de las crisis en los países desarrollados, fue echado sobre las espaldas de los países en desarrollo.

Fue cuando Argentina, Brasil, Venezuela, Perú, y entre otros etcéteras México contrajeron la deuda que hoy nos atosiga. Baste señalar que cuando Gustavo Díaz Ordaz dejó la Presidencia de la República, en 1970, el país sólo debía 4 mil millones de dólares,

Luis Echeverría (1970-1976) la elevó a casi 20 mil millones; José López Portillo (1976-1982) la dejó en 80 mil millones; Miguel de la Madrid (19821988) en 120 mil millones; Carlos Salinas (1988-1994) en 150 mil millones, Ernesto Zedillo (1994-2000), aunque muchas cuentas aún no están claras -como el Fobaproa-, la dejó en alrededor de 250 mil millones de dólares.

Hoy con Enrique Peña Nieto, el monto de la deuda externa mexicana es un secreto de Estado, aunque los especialistas aseguran que ya pasa del billón de dólares.

Perdón, por un paréntesis tan largo, pero fue precisamente en ese contexto de crisis el que ha acompañado toda su vida a millones de personas que formamos las últimas tres generaciones de México. Pero vayamos al grano, que esto se trata de una Crónica de Vida.

En agosto de 1973, quien esto escribe era un mozalbete, con cabello largo hasta mitad de la espalda, que usaba pantalones acampanados de los grandes. Esos que llamaban “pata de elefante”. Estudiaba la carrera corta de auxiliar de contador en el Instituto Panamericano de Administración y Comercio.

Fue una mañana de ese agosto cuando la secretaria de la dirección de la escuela me anunció con sonrisa coqueta que el señor director quería hablar conmigo. Los peores temores me acompañaron en los 52 pasos que separaban mi salón de clases con la dirección: “Chin, me va a pedir que me corte mi cabello...

Posiblemente me va a prohibir que me besuquee con Amparo (una hermosa rubia a la que con el paso de los años he reconocido como “el amor de mi vida”) en los pasillos de la escuela. Yo creo

que es eso. Me va a pedir que ya no dé ese tipo de espectáculos. Con ese tipo de temores me presenté en la dirección de la escuela.

El director, un hombre mayor de unos 68 años, me recibió con una sonrisa.

-Señor Cristóbal. Resulta que en la tienda “Al Puerto de Veracruz”, que está a dos cuadras de la Plaza de la Constitución necesitan un contador privado. Les pedí a los profesores me dijeran cuál era su mejor alumno y la mayoría aseguró que usted nos representaría bien. Tú nos abrirás esa bolsa de trabajo. Por favor cuídala. En esta hoja anoté el nombre de la jefa de personal. Le dije que hoy mismo iría.

-Pero, señor director, no vengo presentable.

-Tú no te preocupes, les urge un contador, ahorita hablo por teléfono y

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le digo a la licenciada Gloria Nieto que vas para allá. Hoy viernes te harán el examen... en caso de aprobarlo te presentarías el lunes a trabajar... supongo que ya con corte de cabello, saco y corbata.

Como al mal paso había que darle prisa, me apersoné con la licenciada Gloria Nieto. Pareció no sorprenderse de mi cabello largo, mi pantalón de mezclilla pata de elefante, mi medalla de amor y paz en el cuello, ni de mi playera estampada con serpientes que recorrían mis brazos (Eran los años hippies, los años del Amor y Paz, de la sicodelia).

-Pase señor Rojas. Llega usted con excelentes recomendaciones. Me hablaron de su cabello largo, aunque no creí que fuera tan largo, ¿si estaría dispuesto a cortárselo?

-Por supuesto.

-Le voy entregar este examen de 50 preguntas. Tiene una hora para entregarlo. Son las once... a las 12 de la mañana paso por él. Sin importar hasta dónde lo tenga resuelto.

Para no alargar esta parte diré que a la 12:33 minutos de esa mañana de agosto de 1973 conocí al que sería mi jefe durante los siguientes 11 años: “Lalo”, un hombre corto de estatura de 37 años... Él tuvo que ver mucho en mi vida, desde esa mañana de un 4 de agosto, hasta la madrugada del 2 de noviembre de 1984, cuando “Al Puerto de Veracruz”, S.A., de C.V. fue consumido por las llamas.

Lalo tenía el físico de Armando Manzanero. Chaparrito, no más de 1:55 de estatura. Usaba por lo regular trajes obscuros (negro, azul, gris fuerte) con camisas blancas.

-Bienvenido señor Rojas. Me dicen que aprobó el examen. Lo espero el lunes con el cabello corto, saco y corbata.

De regreso a casa la preocupación me invadió... “y ahora cómo le hago.

No tengo saco. No tengo camisas, no tengo corbata...”

Fue la compasión de un tío político la que me sacó a medias del atolladero me regaló un par de sacos viejos, talla 40 (yo era 32) que nadaban en mi cuerpo, “puedes tenerlos siempre abotonados y así se notará menos la talla” (¿?).

Además me regaló dos de esas corbatas 26

gruesas y sicodélicas que en aquella época estaban de moda.

Fue así como el lunes siguiente firmé un contrato por un mes que decía que ganaría el salario mínimo, 38 viejos pesos diarios. Te juro lector que esos 38 viejos pesos, en el sexenio de Luis Echeverría, sí rendían. Recuerdo que yo pagaba mi renta, mis alimentos y una ida al cine quincenalmente, sin mayores problemas) A Lalo, en 1973, a pesar de su estatura, yo lo veía grande, muy grande.

Fue el hombre que me enseñó muchos secretos de la contabilidad y me hizo llevar a la práctica los conocimientos teóricos que en el IPAC me dieron.

El departamento “Control de Ingresos” que en ese momento Lalo jefatu-

raba se componía de 5 personas, dos hombres y dos mujeres, Lalo y yo. Todos ellos eran mayores de 25 años.

La reacción de ese lunes, mi primer día de trabajo, de mis futuros compañeros fue disímbola. Ellas, al darme la mano del “mucho gusto” dibujaron una sonrisa de protección maternal... De ellos pude leer en sus miradas y en su saludo a medio apretar “¿y éste de dónde salió?”

Pronto (siempre he sido muy preguntón) supe que Lalo tenía 20 años trabajando en la empresa. Que igual que yo empezó de 17. Que había entrado como mozo, pero que un contador le tomó aprecio y se propuso enseñarle a escribir en máquina, usar sumadoras, calculadoras, etcétera. Y que con el tiempo había logrado lograr a ocu-

par esa plaza de jefe del Departamento Control de Ingreso de “Al Puerto de Veracruz”, S.A. de C.V. Por ahí dice un refrán que “tiene más el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece”, algo así pasaba con Lalo, pues el trato para con sus subordinados era un poco majadero (sobre todo con las mujeres). Ellas lo despreciaban, “pinche chaparro”, era la frase recurrente cuando se referían a vida y milagros de Lalo.

Cuando yo llegué, la mano derecha de Lalo (el encargado) era Juanelo, un hombre de 26 años, con 7 años de antigüedad en la empresa, casado y con dos hijos (también había comenzado como mozo, y ahora fue Lalo, tal vez como un pago a la vida quien le dio la oportunidad de convertirse en oficinista). Juanelo era quien más sufría los desprecios de su jefe. Lo humillaba. Lo exhibía.

El conocimiento teórico que de la contabilidad tenía me daba ventaja sobre mis compañeros, por lo que empecé a proponer cambios en la forma en que en el departamento se trabajaba, para hacer las cosas con más certeza, rapidez y seguridad. El caso es que en enero de 1974 Lalo me dio la sorpresa de proponerme la jefatura del Departamento.

Esto porque a Lalo, en una reestructuración de la empresa, se le había encomendado la jefatura del departamento de computación de la empresa.

Juanelo no soportó la humillación de que yo, un joven de apenas 18 años, fuera su jefe… Renunció a los pocos días.

Meses después mis dos compañeras se casaron y también renunciaron, “hartas de este pinche chaparro”, según sus propias palabras.

Total que en pocos meses el departamento que yo “presidía” se renovó completamente. Ahora eran cinco hombres los que estaban a mi encargo.

Caras nuevas. Vidas nuevas, todas ellas con una historia para contar.

En 1976 decidí continuar mis estudios, por lo que a los 21 años de edad ingresé a una escuela secundaria nocturna, tres años después a una preparatoria nocturna y en 1982 a la escuela de periodismo Carlos Septién García.

Aquí vale la pena referir una anécdota. Cuando tenía nueve años en la

empresa (1982) tuve la suerte de tener de novia a la secretaria de la Jefa de Personal, quien una noche, después de una espléndida noche de amor, me dijo que en los registros de su departamento, el examen que yo había presentado en agosto de 1973 había sido el mejor que alguien hubiera presentado para ingresara a trabajar “Al Puerto de Veracruz” en los más de 100 años que tenía de fundada la empresa.

Me dijo que para entrar a trabajar a la empresa era suficiente contestar 34 de las 50 preguntas, “tú contestaste 49... y en realidad la que contestaste mal, era correcta, porque ellos tenían mal su respuesta”.

Yo le dije que me parecía absurdo que la empresa guardara este tipo de secretos. Que no lo hiciera saber a quien había tenido un logro tan extraordinario. Le dije que psicológicamente al interesado redundaría en su seguridad.

Me pidió que no lo divulgara, porque esto era parte de los secretos de la empresa.

Pero retomemos la crónica de vida de Lalo.

Vale decir que el jefazo poco se aparecía por el departamento, si acaso dos veces a la semana bajaba al tercer piso, pues siempre estaba en los pisos superiores, encerrado con las enormes “Maquinas Bull”, como se llamaba su departamento de perforación, antecedente de las computadoras actuales.

Ahora las víctimas de sus prejuicios y complejos nunca superados fueron las perforistas, quienes me decían cuando subía “ya llévate a este pinche viejo de aquí. Ya no lo aguantamos, es un degenerado que aprovecha cualquier momento, cualquier movimiento para intentar vernos las piernas”, para piropearnos.

El reinado de Lalo terminó con el incendio que acabó con “Al Puerto de Veracruz”, S.A. de C.V. del 2 de noviembre de 1984. Encontrar un trabajo para él fue muy difícil, por su edad y sus pocos méritos académicos.

Pocas noticias tuve de Lalo en los años posteriores.

Doce años después, 1996, un día en la vida, revisando la sección blanca de teléfonos domiciliares, busqué su nom-

bre, ubique su teléfono. Lo llamé para saludarlo. Se sorprendió mucho. Dijo que últimamente había intentado contactarme, que preguntó por mí a varios conocidos. También me contó que había instalado una tienda en su casa de la Unidad Habitacional del Infonavit que habitaba. Que ganaba poco. Que sus hijos le habían salido malos, que tan pronto se descuidaba le robaban dinero de la tienda.

“Cristóbal. Estoy mal. Ya soy un hombre de sesenta años y no tengo una pensión asegurada. Traté de arreglar en el Seguro Social lo de mi pensión, y me dijeron que me faltaban cotizaciones.

Es decir que debo trabajar 2 años para completar esas cotizaciones. Cristóbal, por favor, me han dicho que le ha ido muy bien que ya es periodista... que ahora trabaja en la Productora e Importador de Papel (PIPSA) que es subgerente. SI ME PUEDE CONSEGUIR UNA CHAMBA.... sólo para completar esas cotizaciones que me hacen falta...

AUNQUE SEA DE MOZO, no hay problema”.

Intenté ayudar a Lalo en PIPSA, pero la respuesta que me dieron fue que en esta empresa paraestatal ya no había contrataciones, porque estaba próxima a privatizarse.

Así se lo hice saber a Lalo, y en su “gracias por intentarlo”, noté un poco de amargura. Aquí interrumpo la crónica. Por un lado porque creo que me alargué y el editor me va a matar pero también porque, te aseguró lector, que aunque ya pasaron varios años, los recuerdos, al momento de escribir estas líneas, la emoción, por la lección de vida, me vuelven a embargar.

La historia de Lalo demuestra que en realidad no hay que esperar cielos o infiernos al morir para pagar deudas por tus acciones. Así como la vida premia, la vida también cobra.

En el caso de Lalo, al no saber hacer amigos durante su vida, que lo apoyaran en sus momentos difíciles, le pasó como decía John Lennon en una de sus canciones: “COMO VOLVER A EMPEZAR”, pues su primer empleo fue de mozo, y a los 60 años estaba dispuesto a completar sus cotizaciones al IMSS, empleándose de mozo.

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Manantial de Serendipias

¢¢ POR: Mar Peralta Zamora

E

n este mes del amor y la amistad, no hay nada mejor que escribir.

La colección de palabras de este mes no solo te harán sentir nuevas emociones, también te harán abrirte a nuevas oportunidades en donde no únicamente se habla de la conexión que se tiene con una persona, sino también en la unión que se tiene con tu “yo” interno.

Todas estas palabras relaciones con el acercamiento humano, con el conocer, con el verte en los ojos de alguien, la felicidad pasajera y entrar a la habitación principal de una casa.

Manantial de Serendipias

Choque de éxtasis: La oleada de energía cuando ves a alguien que te gusta. El estremecimiento que empieza en tu estómago, sube a tus pulmones y encandila en forma de sonrisa. Que estremece tus circuitos dejándolos fuera del suelo, y te tienta para perseguir ese sentimiento con un cometa y una llave.

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Opia: La ambigua intensidad de mirar a alguien a los ojos, lo que se puede sentir simultáneamente invasivo y vulnerable. Mirando sus pupilas, sin fondo y opacos como si alguien estuviera mirando a través de un agujero en la puerta de una casa, capaz de decir que hay alguien allí de pie, pero incapaz de decir si estas mirando hacia dentro hacia afuera.

Kairosclerosis: El momento en que te das cuenta de que estás realmente feliz tratando de saborear el sentimiento. Que impulsa a tu intelecto en identificarlo, categorizarlo y ponerlo en contexto, y mientras todo eso pasa, te vas dando cuenta de que ese momento de felicidad pura se ha ido y lo único que queda es el recor-

dar cómo se sentía, un recalentado de la comida anterior.

Adronnitis: La frustración por el tiempo que se tarda en llegar a conocer a alguien. Pasando las primeras semanas hablando con la fachada de una casa y con cada conversación que pasa, entras a un cuarto diferente cada vez más cerca del centro de la casa, pero deseando que pudiera ser al revés; primero empezando en el centro, intercambiando los más profundos secretos antes de retroceder a la indiferencia, hasta que te despidas años después preguntándoles de dónde son y en qué trabajan.

Tristesse Catoptric: La tristeza que te da porque nunca sabrás qué es lo que realmente otras personas piensan de ti, ya sea bueno o malo. Que aún cuando nos reflejamos con una nitidez tan limpia como un espejo, la realidad es que la imagen verdadera de cómo somos es distorsionada, suavizada, y desabrida por cada uno de los espectadores. Ènnouement: Ese sabor agridulce de haber llegado al futuro, donde finalmente puedes obtener todas esas respuestas que hace mucho tiempo atrás tenías: en qué se iba a convertir tu hermana menor, en dónde terminaron tus amigos, a dónde te llevarían esas elecciones que tomaste, cuándo fue el momento exacto en el que perdiste a esas personas que tomabas por sentado. Y que instintivamente quieres compartir con todos aquellos que van empezando ese viaje, como si una pequeña parte de ti se hubiera ofrecido a quedarse atrás, que se quedó estacionado en alguna parte del pasado, y que espera con ansias las noticias del futuro.

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Vinos

URUGUAY

¢¢ Apreciar un buen vino, es apreciar un buen momento de la vida°° Anónimo.

¢¢ POR: JORGE VALERIO ÁVILA GÓMEZ

(Chef y Somellier)

Vinos

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os amerindios charrúas, fueron los primeros pueblos en habitar el actual Uruguay. La llegada de los europeos data de 1516, cuando el territorio fue descubierto por un explorador español quien navegó en el río de La Plata. Sin embargo, las tentativas de colonización europea fueron desalentadas un largo tiempo por los charrúas.

La historia del vino en Uruguay tiene más de 250 años y ha tenido un desarrollo progresivo en los últimos 100 años. Es la historia de la tradición europea traída por los inmigrantes, como herencia cultural de la uva Tannat que se ha consolidado en el país como la principal variedad, por su adaptación muy buena al suelo y clima.

Los vinos uruguayos tienen una larga tradición y son reconocidos en el mercado internacional, Uruguay es el cuarto país más importante en producción de vinos en Sud América, después de Chile, Argentina y Brasil. Cuenta con una cultura básicamente europea, actualmente los uruguayos son tercera y cuarta generación de descendientes europeos, mayormente españoles, italianos y franceses.

En cuanto a sus variedades de uvas,

desde hace algunos años se han introducido principalmente las variedades típicas francesas. Entre las variedades tintas podemos encontrar, principalmente, las Tannat, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Franc, Petit Verdot, Isabella y Garonet. En cuanto a las cepas blancas, se cultivan las Sauvignon Blanc, Muscat y Riesling.

El Tannat es, sin duda, el vino con mayor tradición en este país. Es más, se puede decir que es la propia historia vitivinícola de Uruguay. Es la historia de la inmigración europea y de su intercambio cultural con las costumbres uruguayas. Al igual que con la gastronomía, se fue creando entorno al vino una cultura propia, enriquecida por elementos de ambos lados del Atlántico.

Esta cepa es la pasión del viticultor, del enólogo y de todos los uruguayos.

Tanto amor se pone en este vino, único e inconfundible, que concentra toda esa energía para deleitar con su color rojo muy oscuro, morado, azul o negro, su olor intenso a fruta, tabaco y cuero, su sabor a taninos maduros, su boca amplia y untuosa, su temperamento fuerte, siempre apacible y afable.

El país esta ubicado en la franja sur de los países productores de vino, en la misma línea como Australia, Sud África, Nueva Zelanda, Chile y Argentina.

Su clima, suelo y topografía son muy parecidos a la región de Bordeaux en Francia, le favorece la cercanía que tiene con el océano Atlántico, que con sus brisas marinas modera la temperatura durante los meses de verano, con una buena amplitud térmica en los meses de vendimia que asegura una excelente maduración de la uva.

Su calidad de vida de los uruguayos es muy característica, su tierra, su gente, gastronomía y sus vinos se lo han demostrado al mundo entero, cuidar su estilo de elaboración de vino con su uva representativa Tannat, significa dejar un legado para futuras generaciones para mantener la cultura del vino.

No es de extrañar que, según la opinión de algunos expertos internacionales, la viticultura uruguaya sea considerada una de las más tecnificadas del mundo. °° Amor al vino y pasión a la comida… Dudas y sugerencias: mail: va.vinoycomida@hotmail.com

EXCELE N

NOMBRE: Don Adelio Ariano VARIEDAD DE UVA: Chardonnay PAÍS: Uruguay PRECIO APROXIMADO: $360 IDEAL PARA ACOMPAÑAR: Pescado blanco con setas o champiñones en mantequilla

C TE

ALIDAD

NOMBRE: Bouza VARIEDAD DE UVA: Albariño PAÍS: Uruguay PRECIO APROXIMADO: $375 IDEAL PARA ACOMPAÑAR: Ensalada con espinacas y fruta como durazno, piña y manzana verde

recomendaciones recomendaciones

NOMBRE: Cuna de Piedra VARIEDAD DE UVA: Tannat PAÍS: Uruguay PRECIO APROXIMADO: $483 IDEAL PARA ACOMPAÑAR: Guisados a base de cordero

URUGUAY

NOMBRE: Bouza VARIEDAD DE UVA: Tempranillo y Tannat PAÍS: Uruguay PRECIO APROXIMADO: $510 IDEAL PARA ACOMPAÑAR: Quesos maduros y pasta con salsa especiada de tomate

RECOMENDACIÓN DE VINOS DE

NOMBRE: Don Adelio VARIEDAD DE UVA: Tanat y Cabernet Suvignon PAÍS: Uruguay PRECIO APROXIMADO: $590 IDEAL PARA ACOMPAÑAR: Corte de res a las brasas

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¢¢ POR: Jorge Carrasco V.

Desapariciones forzadas

Butaca Butaca 32

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os 43 muertos de Atyozinapa han vuelto a las primeras planas de los diarios las desapariciones forzadas, un tema que ha dado lugar desde hace muchos años a valientes denuncias fílmicas, que muestran el dolor y la incertidumbre de los familiares.

Entre las más recordadas está Missing (1982) del recientemente

galardonado director Costa Gavras, que narraba la historia del periodista norteamericano Charlie Horman, quien desaparecía durante los primeros días de la dictadura chilena de Augusto Pinochet, y que era buscado infructuosamente por su padre (Jack Lemmon) y su esposa (Sissy Spacek). El filme obtuvo el Óscar al mejor guión adaptado y la

PANTALLA GRANDE Cincuenta sombras de Gray. Llega a la cartelera comercial la primera adaptación de Jamel Wade de este best seller de E.L James que narra la historia de la estudiante Anastasia Steele (Dakota Johnson), después de conocer al millonario Christian Grey (Jamie Dornan). Como en el caso de la mayoría de los best sellers, la adaptación se hace con un ojo en la taquilla y el otro en las secuelas, y generalmente resultan decepcionantes.

recomendaciones

entregar el cuerpo de alguna de las víctimas a sus afligidos familiares.

La guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno de Felipe Calderón dejó un saldo trágico en el que abundaron las víctimas inocentes, calificadas por el régimen como “daños colaterales”.

En Retratos de una búsqueda, la periodista tapatía Alicia Calderón sigue los pasos de Natividad, Guadalupe y Margarita, tres madres que luchan por encontrar a sus hijos desaparecidos Dalia, José Luis y Yahaira.

Ignoradas sistemáticamente por las autoridades, estas valientes mujeres son capaces de interpelar al Presidente Calderón, o de hacer una huelga de hambre frente a Gobernación, para ser escuchadas.

En Ausencias la salvadoreña Tatiana Huezo hace un filme más personal retratando la lucha de una saltillense por continuar con su vida, sin abandonar la esperanza de encontrar a su esposo y a su hijito, Tema de actualidad desaparecidos desde hace cuatro años.

La X Gira de Documentales Dolorosos retratos de una Ambulante 2015 que se celebra a realidad que nos desborda y cuyas partir del 29 de enero en la capital consecuencias tendremos que y en 11 estados de la República trae soportar en los años venideros. unos documentales estremecedores sobre el tema.

El cuarto de los huesos de Marcela Zamora, sigue los pasos de un grupo de personas que buscan a sus familiares desaparecidos en El Salvador, arriesgando su vida, pues son amenazados de muerte “si siguen investigando”.

Un antropólogo peruano denuncia que “se encuentran parados sobre fosas clandestinas”, y es que El Salvador se ha convertido en el segundo país más violento del mundo.

Desgraciadamente las autoridades no hacen nada por ayudar a estas personas, y los encargados del Instituto Forense, trabajando con los pocos medios que tienen a su alcance, envían a las fosas comunes de cinco a diez cadáveres por semana.

La única recompensa que obtienen, es que en ocasiones logran

PANTALLA CHICA Departamento 23. Esta divertida serie de comedia que se exhibe al filo de la medianoche por canal 7, narra la historia de una pueblerina June Colburn (Deanna Walker) quien llega a la ciudad y tras quedarse sin novio y sin trabajo comparte departamento con la sofisticada Chloe (Krysten Ritter), quien sin duda se roba el show, con sus maldades y travesuras.

LIBRO Ahora que en la Cineteca Nacional se efectuó una retrospectiva muy completa sobre la obra del genial realizador soviético Serguei Mijailovich Eisenstein (1898-1948), es una buena oportunidad de leer la biografía que le dedicó la periodista Marie Seaton. Además de información de primera mano, el libro contiene copiosas fotografías, dibujos del realizador del Acorazado Potemkin, además de algunas de sus cartas. Fondo de Cultura Económico 536 páginas.

recomendaciones

Palma de Oro del Festival de Cannes.

Primera cinta argentina ganadora del Óscar, La historia oficial de Luis Puenzo (1984) mostraba a los militares como Héctor Alteiro, quienes se quedaban con los hijos de los desaparecidos. El tema se ha repetido en muchos filmes argentinos que resaltan la lucha de Las madres de la plaza de Mayo.

En el plano nacional, la lucha de Rosario Ibarra de Piedra por recuperar a su hijo, se ha retratado en documentales como Los encontraremos de Salvador Díaz (1983) o en Rosario de Shula Erenberg (2013).

Terminadas las dictaduras en el continente, uno podría pensar que el tema de las desapariciones políticas se hubiera superado.

Desgraciadamente la violencia sigue proliferando, debido a la lucha contra el narcotráfico o la guerra entre pandillas y los desaparecidos se han multiplicado.

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Los viaje Ilustran Los viaje Ilustran 34

Domingo, sol y castillos,

una fórmula de locura ¢¢ POR: Abigail Hernández

O

Castillo de Chenonceau.

tro día de visitas comenzaba en el Valle del Loira, otros tres castillos de la zona nos esperaban.

Sin perder mucho tiempo nos dirigimos hacia el poblado de Amboise.

Era domingo y las calles estaban llenas de gente.

Mientras ellos estaban en busca de un restaurante que tuviera espacio en la terraza para poder disfrutar del sol, que ese día brillaba sin un solo rastro de nubes que pudieran ocultarlo, nosotros comenzamos a caminar hacia lo alto de la colina para poder iniciar con nuestra visita dominical.

Una vez que compramos los boletos, entramos al castillo medieval de Amboise.

El castillo fue en un principio una fortificación medieval y en el siglo XIII el rey Carlos VII ordenó la construcción de la capilla San Huberto.

Hacía ella nos dirigíamos, cuando mi marido me dijo que ese lugar tenía un valor particular en la región.

Al dar los primeros pasos dentro de la capilla pude ver que estaba completamente vacía, pero en una de las esquinas alcancé a ver una inscripción en el suelo; al acercarme me di cuenta que era el lugar que una vez había acogido los restos del famoso artista del renacimiento italiano, sí, el mismo Leonardo Da Vinci, aunque hoy sus restos no están ahí porque fueron profanados durante una revuelta.

Después caminamos hacia el interior del castillo, en el cual, como en muchos otros de la región, aún se puede observar parte del mobiliario, camas, sillones, pianos, mesas, en los que reyes como Luis XII, Francisco I, Enrique

Castillo de Clos-Lucé, residencia de Da Vinci.

III y Luis Felipe I pasaron alguna época de su vida en este lugar, y claro cada uno de ellos hico alguna modificación a su estilo y gusto.

Uno de los detalles del castillo es su jardín que tiene unos pequeños arbustos cortados como si fueran pequeñas pelotas, dándole una vista particular.

Salimos del castillo, pero no dejamos la ciudad, pues en ella hay aún otro tesoro que no se debe perder.

Comenzamos a caminar por las calles, el palacio quedó detrás de nosotros y aproximadamente medio kilometro después, llegamos a otro recinto, una gran barda pintada con el color rojo tabique no permitía ver lo que había dentro, pero una gran manta me ayudó a saber dónde estábamos.

El lugar es conocido como el castillo de Clos-Lucé.

Había una fila considerable de visitantes deseosos de entrar y no era para menos, pues la gran mansión fue el lugar en el que Leonardo Da Vinci pasó los últimos tres años de su vida y en la misma que falleció.

Al entrar, fue notorio ver el gran espacio verde que se conserva dentro del territorio, era el pequeño bosque privado del artista italiano desde donde se tiene una vista privilegiada sobre el Castillo de Amboise, mismo con el que se está conectado a través de un conducto subterráneo, así cuando el rey Francisco I necesitaba ver a Da Vinci, él tenía un acceso directo a los aposentos reales.

Clos-Lucé no es propiamente un castillo sino una gran mansión con una fachada en tabique rojos y techos con tejas obscuras.

Dentro se conserva la cama que perteneció al notable italiano, y nuevamente encontramos muebles y detalles que datan de la época.

Pero la parte más excitante de la casa se encuentra en el sótano.

Bajando encontramos una gran sala de exposición en la que se pueden admirar las maquetas y libros con las anotaciones de los inventos de Leonardo.

Estar ahí, admirando el ingenio de uno de los personajes más brillantes de la historia de la humanidad, fue un momento de gran emoción.

Era ya mediodía y el estómago comenzaba a exigir algo de comida, y mientras la gente peleaba por un lugar en la cafetería del lugar, nosotros caminamos hacia el auto.

Tomando en cuenta que la entrada a casa castillo era de aproximadamente 10 euros, nosotros teníamos nuestra manera de ahorrar: las comidas.

Con un horno portátil conectada en el carro podíamos cocinar por las mañanas y así no tener que gastar de más para las comidas.

Así que después de nuestro refrigerio que tomamos sentados en la cajuela, estacionados justo frente al río, continuamos nuestro camino hasta que llegamos a Chenonceaux.

No habíamos todavía estacionado el auto cuando nos dimos cuenta que el lugar estaba “a reventar”.

Todo el estacionamiento estaba ocupado y veíamos camiones llegando repletos de visitantes como nosotros.

Nos dirigimos a la entrada y ya con boletos en mano, caminamos unos minutos hasta que por fin pudimos ver el castillo.

Chenonceu, un castillo que destaca por su belleza, su arquitectura, sus jardines y sus viñedos capturan la vista de cada visitante.

Este castillo tiene como particularidad el hecho que está construido sobre un río, no a la orilla, como muchos otros de la región.

Sus bases están fundadas en los antiguos cimientos de un molino fortificado sobre el río Cher.

Sus grandes arcadas se dibujan como un objeto en un espejo debajo del agua que corre sobre ellas.

Nosotros comenzamos a caminar para llegar a su interior, había gente por todos lados.

Siendo este la propiedad privada más visitada de Francia, es también uno de los mejor conservados.

Estando dentro el ambiente era aún peor, los estrechos pasillos estaban llenos de personas que peleaban por pasar de un lado a otro, nosotros continuamos hacia su gran cocina.

Ahí aún se conservan las antiguas estufas, cacerolas y utensilios de la época, pero no pudimos detenernos a ver con detalle pues había que moverse con rapidez si no queríamos ser aplastados y teniendo a un bebé esa no era opción.

Lo mismo pasó en cada una de las habitaciones que intentamos visitar, todas repletas, la mayoría personas jubiladas que venían en grupo y que esperaban a sus guías para que les explicaran cada detalle.

Se escuchaban comentarios en inglés, italiano, ¡hasta ruso!

Parecía una locura, así que sin más opción nosotros pasábamos de un lado a otro con prisa, no sólo porque parecíamos sardinas, sino porque con tanta gente ni podíamos ver bien las habitaciones.

Recuerdo que cada espacio está conservado de manera meticulosa, se conservan muebles, artículos de decoración, tapicería, retratos, todo con gran celo para mostrarlo al mundo.

Luego de la visita exprés al interior, decidimos dar un pequeño paseo por los jardines, que también son notables por su belleza, y de esta manera alejarnos del bullicio, pues en ellos no había tantas personas.

Desde ahí pudimos admirar la belleza externa del sitio.

El contraste de sus blancas piedras con sus tejas obscuras que parecían brillar con el reflejo del río, ponía ante mis ojos el hecho de por qué este sitio fue objeto de celos entre Catalina de Médicis, esposa del Rey Enrique III y su amante Diana de Poitiers, a quien después de su muerte, el rey le dejó como regalo dicho castillo.

Sin poder aceptarlo, Catalina luego de la muerte de su marido, obligó a Diana a intercambiarle dicha joya arquitectural por el modesto castillo de Chaumont.

Pero para nosotros era suficiente por un día, así que decidimos regresar para disfrutar de lo que quedaba de la tarde.

Después de tal agitación necesitábamos de un buen reposo y nada mejor que ir a la piscina para lograr nuestro objetivo y otro día más vendría con más palacios y monumentos que recordar.

Detalle de la entrada de la capilla de San Huberto.

Entrada del castillo de Ambiose.

Sótano con las maquetas de los inventos de Da Vinci.

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Gadget

Especial

Gadget

El menú de inicio regresa

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Cortana integrado Cortana es el asistente de voz que llegó con Windows Phone haciéndole competencia a Siri y Google Now. A pesar de que solo es un beta por ahora, al parecer en el evento pudo demostrar que ya es muy estable, y que puede ser una lucha seria para las dos empresas líderes y creadoras de Android e iOS.

Uno de los iconos de Windows siempre fue el menú de inicio; sí, ese que estaba en la esquina superior de todas las computadoras con este sistema operativo. Pero con el nuevo Windows 7 este desapareció y dio paso a una ventana tipo tableta donde estaban todas las aplicaciones, el cual era muy malo y poco sencillo de usar. Pues esta función ya antigua y muy conocida, vuelve con unos nuevos toques de modernidad y clasicismo.

App

del Mes: Esta vez le toca a Windows ser el protagonista de nuestra entrega de 451efe Gadget, y es que después de mucho tiempo al parecer la marca de Bill Gates estaba en picada al lado de sus competidores como Google y Apple; esta vez Windows 10 viene con muchas mejoras y grandes noticias para los que usan este sistema operativo.

El evento tuvo lugar en Washington, y se cree por muchos expertos en el tema que ha sido la mejor conferencia de Windows en varios años, así que comencemos con las nuevas características que traerá este Windows 10.

Duolingo

Precio: Gratis Plataformas: : iOS, Android, Windows Phone, Chrome y Ordenadores Sin duda la aplicación por excelencia para el aprendizaje de idiomas; es, creemos, la mejor manera de conocer un idioma nuevo de una forma totalmente fácil, divertida e intuitiva, y sobre todo gratuita. (ponerl el código qr para enviar al video)

Adiós Explorer, Hola Spartan

Xbox App Con Windows 10, los usuarios podrán jugar a los juegos de XBOX desde sus propios ordenadores e incluso retar a sus amigos desde ahí; ejemplo, en caso de que una televisión esté ocupada para usar el Xbox, el usuario tendrá la posibilidad de pasar el juego a un ordenador.

DirectX 12 se encargará de mejorar la calidad gráfica, mientras que la consola de videojuegos va más allá del salón.

Estas son solo algunas de las grandes novedades que incluirá el nuevo

sistema operativo de Microsoft ,sin comentar las HoloLens, que son unas gafas de realidad virtual y que están en desarrollo, pero se espera que salgan para poderlas usar en Windows 10. Sin duda excelentes noticias para una empresa que estaba teniendo muchos problemas en seguir al día, pero lo más interesante es que la actualización será totalmente gratuita, cosa que no se veía en Microsoft desde hace 10 años.

Un sistema operativo por igual Sin duda una movida de Microsoft muy audaz e inteligente. Windows será el sistema operativo para todas las plataformas que hay, desde las computadoras, laptops, incluso los te-

Por fin y después de mucho tiempo, Microsoft le dice adiós a Internet Explorer, el navegador más obsoleto del mercado, y da paso a un nuevo explorador para competir con Safari, Chrome, Firefox entre muchos otros.

Dentro del navegador ―el cual tiene un look bastante similar a Opera― podrás dibujar y destacar los contenidos mostrados como si se tratara de un dibujo en MS Paint, cuando estés ocupando un dispositivo con pantalla táctil. La gracia de esto es que su aplicación no se limita sólo al uso de un stylus, como se mostró en la conferencia, sino que también se pueden ocupar los dedos libremente.

También se han incluido listas de lectura offline, las cuales guardarán las páginas que quieras leer más adelante, y te las mostrará sin problema alguno cuando no tengas conexión a Internet.

Cabe destacar que Cortana igual funcionara dentro de Spartan.

léfonos móviles. ¿Esto que significa?, ni más ni menos que la integración que existirán en diferentes dispositivos será absoluta. Sin duda una excelente noticia.

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¡Mi paciencia por una foto! ¢¢ Por: GERARDO BORBOLLA GONZÁLEZ

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a Ciudad de México fue testigo de una de las exposiciones más concurridas que haya tenido la capital mexicana. Obsesión Infinita de Yayoi Kusama. Una muestra de arte contemporáneo en el Museo Rufino Tamayo, uno de los espacio más importantes del DF, que ha presentado proyectos de verdad interesantes, además de contar con una colección particular bastante exquisita.

Según los datos, los visitantes superaron las 300 mil personas, que abarrotaron las salas, formaron largas filas, esperaron prolongadas horas y disfrutaron esos breves momentos donde podían tomarse una foto… sí, tomarse una foto. No es que este fenómeno sea nuevo o de sorprender, quién no se tomaría una foto frente a sus cuadros o esculturas predilectas en el MoMA de Nueva York, el Louvre de París o el Guggenheim de Bilbao.

La diferencia es que en esas ciudades, grandes capitales al igual que la Ciudad de México, existe una educación y un interés, tanto de los locales como de los visitantes, por asistir al museo como espacio de educativo, más allá de ser meramente un spot turístico.

Intenté tres veces entrar a ver la muestra, en ninguna mi paciencia fue suficiente para soportar las enormes

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colas de gente. O hacía un frío terrible o el sol estaba insoportable, en fin, no fui uno de los cientos de miles que vieron la obra de la japonesa, figura de culto e icónica del Nueva York de los 60, artista representativa del llamado avant-garde.

He ido otra ocasiones al Museo Tamayo a ver retrospectivas y exposiciones de figuras emergentes o consolidadas del “mundo del arte”, y en ninguna la afluencia era tal como en esta ocasión. Solamente recuerdo la exposición de Magritte y la de El Greco, ambas en el Palacio de Bellas Artes, con grandes cantidades de visitantes, claro, ninguna se acercaba mínimamente a la de Kusama. La diferencia es que en las dos que menciono la gente observaba los cuadros, leía los títulos y la información, los datos y las referencias, pocos eran aquellos que se peleaban (aclaro que es una hipérbole) por sacarse una foto. El arte como objetivo contemplativo, y no el arte como fondo de pantalla.

No soy un experto en la materia (ojalá!) pero, cualquier sin serlo, debería estar de acuerdo que una exposición como esta, con una concurrencia tan nutrida es algo engañoso. Que hayan asistido tantas personas no significa que la gente cada vez se interese más

en el arte y la cultura, si bien es un gran esfuerzo por ampliar la oferta cultural (de la ciudad y del país) no siempre, nos dicen las matemática, más por más igual a más. No. En este caso creo que la fórmula fue otra: más (gente) por menos (verdadero interés en la obra) igual a menos valor real de la exposición.

Es de celebrar el hecho de que las personas acudan a los espacios culturales, pero que acudan con interés por aprender y conocer, cuando el único interés que hay es sacarse una foto el fin primero de esos espacios desaparece. Claro que los museos, galerías o edificios históricos son lugares de referencia y turísticos para las ciudades, pero antes que eso son lugares de promoción y exhibición de ideas, de historia, de propuestas.

Espero, algún día, tener la oportunidad de ver la obra de Yayoi Kusama nuevamente en México o bien en alguna de las otras sedes donde se alberga su trabajo. Me hubiera gustado ir al Museo Tamayo, ¿me arrepiento de no haber esperado 4 horas para entrar?

Para nada. En fin, si quiero conocer más sobre el tema, hay más de 300 mil personas, con foto incluida, que me pueden explicar y contar sobre la muestra. ¿O no?

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