REVISTA CMDH Comisión Mexicana de Derechos Humanos A.C. José Abel Flores Ramírez Presidente Natalia Stephens Olivares Directora General
Revista CMDH Ángel de Jesús Díaz Campos Coordinador Editorial Los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores.
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Editorial Los feminicidios que ocurren en nuestro país son muestra clara de la gran ola de violencia que estamos viviendo en México, y no solo hablo de violencia de género, que, dicho sea de paso, ha aumentado radicalmente, si no de la violencia en general, la cual, es un lastre para formar una sociedad avanzada que goce de sus derechos humanos plenos. Hoy más que nunca n e c e s i t a m o s unir esfuerzos entre la sociedad civil organizada e instancias de gobierno para erradicar de una vez por todas la violencia en cualquiera de sus tipos. Los datos son contundentes ya que según datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), entre enero y diciembre de 2019 se registraron
34.582 víctimas de homicidios dolosos en México de los cuales se registraron 1,066 feminicidios durante el 2019, es decir, este delito aumentó un 10.3% con respecto a 2018 con 912 casos registrados, así mismo, los tres estados de la republica con más casos de feminicidio en 2019 fueron: • Veracruz con 163 casos • Estado de México con 125 casos • Ciudad de México con 68 casos Son preocupantes estos datos ya que las cifras parecen ir en aumento, por este motivo, debemos exigir a los gobernantes estrategias claras y concretas para detener la criminalidad en México
José Abel Flores Ramírez Presidente de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos
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Índice Portada la cmdh rechaza las propuestas de la fgr al código penal
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Artículo
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JUSTICIA SOCIAL CONSTITUCIONAL: UN GOBIERNO SIN IDEOLOGÍA
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LOS MALES QUE NOS AMENAZAN
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Directorio
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PortadaPortada
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La
Comisión
Mexicana
de
Derechos Humanos externa su preocupación por la propuesta del
Fiscal
República
General (FGR),
de
la
Alejandro
Gertz Manero, para presentar
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iniciativas en el actual periodo de sesiones para modificar diversos artículos
del
Código
Penal
relacionados con el “feminicidio” su y Lo
clasificación, resolución
de
los
casos.
el
propio
Alejandro
Gertz
expresado
Fiscal
Dr.
investigación
por
Manero, durante la conferencia
fondo del problema, el cual que
mañanera del 10 de febrero,
tiene que ver con la violencia
consiste en igualar todos los
que se está viviendo en muchas
delitos
las
de las comunidades. Tan solo en
mujeres como “feminicidios” a
2019 se registraron 1,006 casos
fin de facilitar la investigación.
de
Nos parece que por lo simple
de Secretariado Ejecutivo del
de la iniciativa puede resultar
Sistema Nacional de Seguridad
un
Pública (SESNSP).
cometidos
despropósito
contra
jurídico
que
feminicidio,
según
datos
llevaría a la frivolización de los crímenes y que no resolvería el
Febrero 2020
Si bien, la propuesta del Fiscal
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podría agilizar las investigaciones
lentitud y falta de pericia lo
de
la
cual genera que en un alto
Comisión Mexicana de Derechos
porcentaje de las ocasiones los
Humanos que preside el Dr. Abel
familiares de las víctimas terminen
Flores, es necesario considerar
abandonando la resolución de
que
los mismos.
los
el
asesinatos,
verdadero
para
problema
se encuentra en la falta de profesionalismo y lentitud de la policía de investigación la cual realiza su trabajo con mucha
Redacción Equipo CMDH
Artículo Justicia social constitucional: un gobierno sin ideología José Luis Espinosa Piña 8
La Constitución no es un instrumento del gobierno para controlar al pueblo; es una herramienta del pueblo para controlar al gobierno. Patrick Henry. La polarización que experimenta la sociedad mexicana en este momento del siglo XXI es enorme, y la fractura se ensancha cada día alimentada por la diatriba cotidiana, que tiene en el presidente de México a su principal azuzador. Esta división no puede seguir fomentándose. El discurso que segrega a la sociedad debe parar pues no conviene a nadie. Las posiciones políticas han sido encasilladas en términos bipolares: izquierda y derecha, con sus equivalentes de liberales y conservadores, progresistas y reaccionarios. Para el movimiento en el poder solo hay dos dimensiones de la realidad: “nosotros los transformadores y ustedes los conservadores”. Este Febrero 2020
fatalismo
es
anacrónico y desmesurado. Lo que comenzó siendo una herramienta dialéctica para la campaña electoral, hoy se ha transformado en su identidad, pero a la vez en una camisa de fuerza de la cual no puede liberarse ese grupo político que llegó a la presidencia en 2018. Frente a un escenario de división así, supondríamos que no hay más horizonte que el del populismo socialista o el del capitalismo neoliberal, pero la verdad es que en México puede construirse una alternativa diferente, una tercera vía mucho más equilibrada: la de la Justicia Social Constitucional, una fórmula que le da prioridad a la correcta administración del estado. Esa es la vertiente original que recoge el espíritu de la Constitución de 1917 y más aún, el de los Sentimientos de la Nación que acuñó José
María Morelos. El gobierno no tendría por qué ser ideológico; solo debe ser eficaz y justo. Su obligación es apegarse a la Carta Magna y a las leyes secundarias que de esta emanan para dar a cada cual lo que le corresponde, procurando llevar el bienestar a la población con la mayor eficiencia posible. La fuerza de este modelo de gobierno funcional –que no es nuevo ni desconocido– radica en volver los ojos al origen del estado moderno sustentado en la SUPREMACÍA C O N S TITU C IO N A L : ninguna determinación de cualquiera de los poderes puede estar por encima de la Ley Superior. Nadie puede reducir a la Constitución a un mero instrumento al servicio de un proyecto político. Y más aún, por fuerte y legítimo que sea el origen de un gobernante, siempre habrá una barrera insuperable que le contenga, gracias a la existencia de este mecanismo de protección del estado en favor del pueblo. Esto es irrebatible; hoy que las ideologías están derrotadas por el pragmatismo, un debate de fanáticos nada aporta y mucho abona a
los
nefastos
extremismos.
Es muy importante que el debate político vuelva a centrarse en la clase de nación que necesitamos estructurar para hacer frente al futuro. No podemos retroceder hacia etapas ya superadas. Mucho tiempo vital se pierde en el Congreso mientras se discuten banalidades y coyunturas en un juego de vencidas mediático de nula utilidad. Por ello los legisladores federales deben ser los primeros en exigir el respeto al orden constitucional cuando los otros poderes se aparten de su cumplimiento. Con frecuencia vemos cómo el titular del Poder Ejecutivo incurre en tropiezos –ya por ignorancia o por arrogancia– vulnerando así a la Constitución que juró guardar y hacer guardar. Nada debilita más los cimientos de una república democrática, representativa y federal –lo que México escogió ser– que el desapego de la propia autoridad a nuestro marco jurídico infranqueable, que otorga estructura y orden al país. Así pues, en esta ocasión no se trata de plantear una nueva Constitución; se trata de la urgencia para que todos los
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mexicanos entendamos –principalmente los gobernantes de todas las esferas y niveles– que los poderes del Estado deben someterse a ella. La estabilidad de la República depende de esa permanente exigencia. El asunto impostergable para nosotros es la vigilancia sin tregua a la autoridad gubernamental para que se subordine a la Constitución y respete a las instituciones legales. El México al que debemos aspirar es aquel donde el estado de derecho deje de ser una ficción para convertirse en realidad; un lugar donde haya posibilidades de desarrollo con dignidad para cada ciudadano. Debemos tener claro que la Constitución provee solamente los preceptos generales para el funcionamiento del Estado Mexicano, y la manera de organizarlo y normarlo se especifica en las leyes reglamentarias. Por ello, obligados estamos a otorgar la máxima importancia a la protección de nuestro régimen constitucional como garante de los derechos humanos, la justicia social y la equidad.
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La ruta que propongo es irrefutable y simple a la vez, ya que se arraiga en los principios generales del derecho, la legislación y desde luego en nuestra propia historia como nación independiente. Se trata de la construcción de un gobierno eficaz que no esté asfixiado por la ideología, dado que ésta es menos relevante que la ciencia y la técnica para la correcta y pura administración de un estado. La justicia no puede ser ideológica ni puede quedar constreñida por doctrina alguna. Tampoco la eficiencia administrativa puede estar atrapada en la dialéctica de las desgastadas corrientes. La administración de los recursos públicos a lo largo de la historia humana se ha basado en el “mejor hacer para mejor proveer”, lógica elemental para que éstos sean aplicados cabal y honestamente en programas gubernamentales de verdadera utilidad para la gente. Son conceptos básicos para la estabilidad y la equidad. Si el propósito inicial de toda nación civilizada es garantizar una calidad de vida óptima para sus gobernados, el país no puede marchar en sentido contrario a ese ideal. Estamos hablando de la
posibilidad de que la Nación Mexicana se sacuda de los lastres que la agobian y aspire a tener el mejor gobierno posible; uno que propicie la justicia sin distingo y preserve la identidad que como pueblo nos hemos forjado. Por desgracia estamos encarando una triste realidad. Sin temor a equivocarme puedo afirmar que desde 1917, la generación de políticos actuales es la que menos aprecio tiene por su Constitución y menos la conoce. Las pruebas son demoledoras e inocultables: ya sea en una entrevista de prensa, una declaración casual, una comparecencia o en un simple cuestionario, la inmensa mayoría de los legisladores sucumben. Y ni que hablar del Ejecutivo Federal, que da muestras a cada rato de su ignorancia de la Ley Fundamental. Es tiempo de sacudirnos los viejos polvos del radicalismo para poder buscar la eficiencia en la administración pública con las personas adecuadas, es decir honestas pero preparadas y capacitadas
para las delicadas tareas que se les asignen. Si se llegan a necesitar nuevos cuadros, habrá que formarlos con un criterio de especialización, blindando el proceso contra fanatismos ideológicos. El país sigue sin valorar cabalmente el servicio público de carrera y por consecuencia al personal que ha adquirido destrezas y experiencia. Eso debe cambiar. Sería una locura que el rasero para su continuidad al servicio de la nación sea la afinidad política, el temor por la amenaza o el sometimiento partidista. La Constitución puesta al servicio de la justicia social –esa es su naturaleza– precisa de la mayor eficacia gubernamental posible. Acogiendo los sentimientos de la nación mexicana, tiene que ser letra viva, superior, inquebrantable para que regule al poder público. Debe ser la expresión genuina de la democracia para la justicia en la libertad. Su defensa a toda costa, es la tarea más importante que tenemos.
Redacción José Luis Espinosa Piña
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Artículo Los males que nos amenazan Salvador Abascal Carranza 12
La inteligencia y la creatividad humanas pueden resolver los problemas a los que nos enfrentamos local y globalmente. Hoy en día estamos rodeados de innumerables miedos, tanto en México como en el mundo: miedo al calentamiento global, miedo al avance tecnológico, miedo a la huella de carbón que imprime nuestra sola existencia en la Tierra, pánico al coronavirus y a una colección de enfermedades, miedo al próximo terremoto, etc. Hace poco, una adolescente noruega nos hacía culpables, desde la tribuna de la ONU, de haberle robado su niñez (si a alguien habría que culpar sería a la propia ONU, difusora de una especie de histeria internacional sobre el cataclismo medioambiental) y profetizó el fin del mundo en el 2030;
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esto, claro, si no hacemos algo eficaz en los próximos 10 años para detener el calentamiento global. Hace un mes, una adivina profetizó un terremoto de 9 grados, que va a destruir parte de México, incluyendo su capital. Estos miedos no son nuevos, han acompañado a la humanidad (por lo menos a la humanidad que se deja amedrentar) desde el principio de los tiempos. En vísperas del año 1000, después de Jesucristo, los milenaristas, presos del pavor por la insulsa profecía del fin del mundo, vendieron todos sus bienes, mismos que fueron comprados como baratijas e hicieron la fortuna de quienes no fueron presas del pánico. Ya me imagino
la frustración de Greta Thunberg y de todos los que han creído en sus patrañas, el 1° de enero de 2031. ¡Cómo, el mundo no se acabó! Pero no porque se hayan cumplido las medidas que los profetas de la destrucción del mundo exigían como indispensables. Por ejemplo, dejar de comer carne de res, por aquello de las flatulencias de las vacas y otras cosas disfrazadas de “científicas”. El calentamiento global es el miedo fundamental de la humanidad actual. Los profetas de este fenómeno, que sí existe, ignoran lo que dicen los escépticos del calentamiento (más de 500 científicos), empezando porque el fenómeno no es nuevo, es recurrente, es cíclico en la vida de este planeta y se registra de manera clara en la historia. Ejemplo, cuando los vikingos colonizaron Groenlandia, es porque la tierra se había calentado tanto (sin existir autos, ni fábricas, ni “huella de carbón” de siete mil quinientos millones de habitantes), que los
hielos se retiraron, dejando al descubierto una gran isla verde (eso significa Groenland). Después vendría lo que se llama “la pequeña era del hielo”. Para mayor abundamiento, hay que saber que actualmente Groenlandia pertenece a Dinamarca, de donde salieron los vikingos colonizadores. Otro profeta del cataclismo mundial, sólo que del siglo XIX fue Thomas Maltus, quien decía que la población mundial aumentaría geométricamente, mientras que la producción de los alimentos aumentaría sólo aritméticamente, lo cual provocaría, al mediano plazo, la hambruna de tres tercios de la población y, de no bajar la tasa de natalidad, la extinción del género humano o la sobrevivencia de unos pocos. Desde mediados del siglo XIX (desde T. Maltus), la humanidad se ha multiplicado exponencialmente y los alimentos no escasean, sino que están mal distribuidos. Hay millones de toneladas de
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comida que se desperdicia, aun en los países en vías de desarrollo como México. Sin embargo, según los economistas de Harvard, de La Sorbonne y de Oxford – por mencionar solamente a algunas universidades– la humanidad ha abatido la pobreza extrema en un 80 por ciento en tan solo dos siglos. Mientras Greta Thunberg provoca histeria y miedo generalizado, un joven, de nombre Bojan Slat, tenía también 16 años cuando, preocupado por la contaminación de los mares, empezó a trabajar, con otros compañeros de escuela (que sí asistían los viernes a clase), y a los 25 años de edad puso en operación un sistema de limpieza que se llama “The Ocean Cleanup”, que aprovecha las corrientes marítimas para barrer la basura que flota en los mares. Este es el sistema que usan muchos países en la limpieza de sus mares, pero este joven no es famoso, simplemente es eficiente y eficaz. Mientras Greta Thunberg tiene millones de seguidores en
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las redes sociales, sin hacer nada de provecho, Bojan Slat solamente tiene 750 mil seguidores (cualquiera puede verificarlo). Otro caso (entre muchos más) de éxito en defensa del medio ambiente, es el de un sistema de producir papel que no requiere de agua ni de madera. Se fabrica con carbonato de calcio, producido por piedras calizas recicladas y molidas, combinadas con resinas. Actualmente, una empresa australiana produce este papel, llamado Stone Paper*, que es resistente al agua, es limpio y muy blanco. Por lo pronto, ya se producen cuadernos, bloks de dibujo y agendas. Únicamente por hacer el contraste, debemos saber que para fabricar una tonelada de papel, se necesitan 100 mil litros de agua y, por lo menos, 15 árboles grandes. Esto son sólo algunos ejemplos de cómo la inteligencia y la creatividad humanas pueden resolver los problemas a los que nos enfrentamos local y globalmente.
Sin embargo, no deja de ser muy preocupante que los mares, los ríos y los bosques de buena parte del mundo estén contaminados y la tierra erosionada. Lamentablemente, esto lo encontramos, principalmente, en los llamados países en desarrollo (antes del tercer mundo), incluyendo a México. Y no necesariamente nos debe importar porque se vean muy feos los mares, los ríos y los bosques contaminados, sino esencialmente porque la basura y la contaminación e n g e n e r a l S O N C O N TRARIO S A LA N ATURA L E ZA DE LA N ATURA L E ZA (valga la expresión).
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Defendamos la pureza de la naturaleza que nos ha sido dada por Dios para su cuidado y administración, no para su contaminación y destrucción, pero poniendo por delante la fe en la inteligencia y la creatividad humanas que también nos dio Él.
Redacción Salvador Abascal Carranza
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Morelos Presidente
Edo. Méx. Oriente Presidente
Querétaro Presidente
Maciel Alfaro
Fernando Salinas
Edo. Méx. Norte Presidente Pablo Escudero
Guanajuato Presidente
Virginia Arellano
Michoacán Presidente
Alejandro González
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Domingo Tena
Ricardo Navarro
San Luis Potosí Presidente Beatriz García
Zacatecas Presidente
Vania Vaquera
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