Revista llegás edición 194

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03-04 / 2015 #194 año X www.revistallegas.com.ar

teatro

arte bares noche día letras música buenos aires cine



194 Monicelli y Rap. 100 años de cine, instalación de Chiara Rapaccini en el marco del BAFICI, se expone del 16 al 25 de abril en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), gratis La oscuridad de la razón, obra de Ricardo Monti con dirección de Virginia Innocenti, sábado y domingo a las 19:15 desde el 11 de abril en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), $160 y 130 Tango y folclore, conciertos en el marco del ciclo Museos en vivo, continúa los miércoles a las 18 durante abril en el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo (Bolívar 65), gratis

OBRA DE TAPA Paula Otegui (Buenos Aires, 1974) es licenciada

SUMARIO

en Artes Visuales (IUNA). A lo largo de su carrera obtuvo diferentes reconocimientos, en 2013 obtuvo la beca que otorga la Fundación Pollock-Krasner (Nueva York) y el subsidio del Fondo Metropolitano de las Artes (Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). Sus pinturas construyen mundos exóticos donde siempre hay algo más para descubrir. Lejos de una voluntad contemplativa, los colores y figuras arman un relato barroco que se extiende inevitablemente hacia las esferas más recónditas de la percepción. Entre otras cosas puede visitarse en en una vidriera en el marco del ciclo Una obra, un artista, dirigido por Milagro Torreblanca. Entre otras cosas Acrílico, lápiz, tinta sobre papel, módulos de 120cm x 360cm

4-5 ARTE Osias Yanov se instala en el MALBA por la Bienal de Performance 6-7 BARES Crónica doble de una noche a todo tren, suban a bordo, primera parada en Liniers: parrilla El Ferroviario

8-9 NOCHE El relato a cuatro manos finaliza en el karaoke coreano 007, una extravagante opción para que la madrugada nunca muera

10-11 DÍA Caballito salta como en los locos años 20 durante las sesiones dominicales de swing al aire libre

12-13 LETRAS Entrevista al español Alberto Olmos, de visita durante la Feria del Libro, por su última novela, Alabanza

14-15 MUSICA Gabo Ferro charla sobre el décimo aniversario de su regreso a la música con Canciones que un hombre no debería cantar

Lafinur 4348 Hasta el 15 de abril, 24 horas

16-17 BUENOS AIRES El fotolibro Locales rescata 40 tiendas clásicas 18 CINE Algunas comedias del BAFICI, sonría, por favor, ya las filmaron 20-30 TEATRO Sol Rodríguez Seoane, autora e intérprete, basa Body Art en experiencias personales, Ernesto Marcos en 4.000 caracteres y un repaso a la cartelera alternativa

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? QUIENES SOMOS

Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE CIERRE Armando Camino EDITOR Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Luz Marchio (arte), Armando Camino y Martín D’Adamo (bares y noche), José J. Jiménez (día), Mercedes Álvarez (letras), Martín Caamaño (música y buenos aires), Julián Roqué (cine), Julieta Bilik y Mara Teit (teatro). Esteban Serrano (serie bondi). TIRADA DE ESTA EDICION 12 mil ejemplares Publicidad: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, ricardotamburrano@gmail.com y teatro.llegas@gmail.com) llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. Llegás no se responsabiliza de los mismos.


ARTE

la ley del cuerpo EN EL MARCO DE LA BIENAL DE PERFORMANCE, OSIAS YANOV PRESENTA VI SESION EN EL PARLAMENTO, FIGURAS INQUIETANTES QUE DIALOGAN CON MUNDOS PARALELOS. A veces, cuando la atmósfera se llena de estímulos que interpelan a nuestro propio cuerpo, los movimientos se vuelven descentrados y atraviesan los límites de nuestra propia piel. Algo o alguien interrumpe nuestra porción de aire. No podemos descifrarlo con exactitud pero, en ese momento, lo conocido deja de ser un lugar de confort. Sin palabras ni gestos, un ademán silencioso alcanza para decir “hasta acá”. ¿Pero qué significa esto? ¿Acaso existe la conciencia real del límite? “Hasta acá llegamos, hasta acá te dejo, hasta acá te veo”. Podríamos seguir enumerando infinitas combinaciones para este par de palabras que se materializan en el cuerpo. Lo cierto es que en la historia de la humanidad se han desarrollado innumerables sistemas

simbólicos. Sin embargo, lo corpóreo nos mantiene permanentemente alertas, decodificando un orden que se define en función de cada sujeto. Las posibilidades son infinitas, como infinitos los mundos que sostenemos. En este sentido, la performance VI Sesión en el Parlamento, de Osías Yanov, ubica al cuerpo como generador de un campo semántico sin igual. Como sostiene la curadora Laeticia Mello: “En su producción, el performer y la escultura se unen en un nuevo código gestual arraigado en una dinámica de movimiento entre cuerpo, objeto y espectador presente, desafiando los límites de la representación de la performance y las artes visuales”. La propuesta aborda cuatro núcleos de

acción que ocurren en simultáneo en distintas partes del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Un día a la semana -todos los jueves, hasta el 8 de junio-, diez intérpretes ejecutan una coreografía utilizando esculturas de hierro, realizadas por el artista como partitura de composición. Estas esculturas dialogan desde lo formal con los intérpretes, que para esta exhibición han sido convocados por su particular indagación corporal y personalidad. Acompañan al artista Nacho Arias, Gabriel Bergonzi, Maurox García, Nacho García Lizziero, Joinner Hoyos, Franco La Pietra, Gastón Ledezma Foster Gastón Osiris, Jair Jesus Toledo y Max Vanns. En esta performance el cuerpo se plantea como una pregunta constante. Las figu-


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WAKEFIELD (TWICE-TOLD TALES)

Catalina Schliebener presenta una instalación site specific que concluye un proyecto desarrollado durante los últimos dos años. La obra toma su nombre de un cuento del norteamericano Nathaniel Howthorne, donde se narra la historia de un hombre que vive con su mujer y un día, sin motivo aparente, decide marcharse para alquilar la casa de la esquina y pasar allí los siguientes 20 años, sin dar ninguna noticia ni información de su paradero. Schliebener capta a la perfección el clima de extrañamiento de este relato y logra un nuevo orden del escenario cotidiano. Centro Cultural MATTA de la Embajada de Chile en Argentina, Tagle 2762; hasta el 30 de abril, martes a sábados de 11 a 19; gratis

ras que realizan movimientos estridentes nos obligan a pensar: ¿qué sucede a nuestro alrededor cuando las pautas establecidas se modifican sin aviso? La obra de Yanov transita la frontera entre diferentes temáticas que aluden a lo propio e identitario. De esta manera, la sexualidad, el dolor o el género son algunos puntos de partida para la enunciación. En este juego simbólico, nadie queda exento. Todos tenemos un límite.

CUANDO LAS FLORES

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VI SESION EN EL PARLAMENTO Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) Figueroa Alcorta 3415 Hasta el 8 de junio, jueves a lunes de 11 a 20 y miércoles de 12 a 21 $60 y 30

LUZ MARCHIO

Sobre el artista Osías Yanov (Buenos Aires, Argentina, 1980) se ha formado en prestigiosos centros de estudio de las artes plásticas en la Argentina: Universidad Torcuato Di Tella/ Beca Kuitca 2010-2012, Centro de Investigaciones Artísticas (CIA) 2009-2010, o Intercampos/Fundación Telefónica 20072009, entre otros. En artes escénicas, estudió danza y coreografía en talleres de reconocidos coreógrafos y bailarines:

Florencia Vecino (danza contemporánea) y Vivi Tellas (biodrama). En la búsqueda de una ampliación del concepto de autoría, junto con otros cuatro integrantes de distintas especialidades fundó en 2006 el colectivo de arte Rosa Chancho, que utiliza la performance para la creación de momentos narrativos en los que el discernimiento entre grupo e individuo queda eliminado.

Diego Mariano Fernández presenta una intervención manual sobre su propia fotografía que le permite producir nuevos sentidos, diferentes a aquellos logrados por la toma original. De alguna manera, esta resignificación de la imagen genera un nuevo lenguaje y, por qué no, un nuevo punto de partida. En palabras del artista: “De la experiencia, del trabajo duro y apasionado surge el cambio que expresa aquello que mi sensibilidad demanda. Estos espacios se queman, arden, explotan, se vuelven misteriosos y ambiguos, la pintura se torna una amenaza que acecha, un veneno que flota en el aire”. Alianza Francesa de Buenos Aires, sede Belgrano, 11 de septiembre 950; hasta el 30 de abril, lunes a viernes de 9 a 20 y sábado de 9 a 12; gratis


BARES

bienvenidos al trencito I a.c. A TRASMANO Y CON DEMORA, PERO MERECE LA PENA ABORDAR EL FERROVIARIO, UN BODEGÓN EN LINIERS IDEAL PARA ARRANCAR UNA NOCHE DE PURA CARNE Y MÚSICA A TODO TREN. I a.c.

No entras. Si no conoces, no entras, ni en pedo. Tras unas calles oscuras y solitarias del barrio de Liniers, al fondo de un enorme y desierto playón de estacionamiento, bajo la elevada y ruidosa autopista Perito Moreno y dentro de un antiguo e industrial galpón ferroviario se esconde un restaurante a todo tren. “Encontrar el lugar es medio difícil, no está una avenida, pero la aventura es parte del programa, del folclore, venir a encontrarlo, descubrirlo, conocerlo”, explica Martín Chaparro, responsable de un local concesión del Club de Personal del Ferrocarril Sarmiento. Bienvenidos al bodegón El Ferroviario. Antes de subir al tren, atención, una advertencia, viajeros, la formación viene con demora, con mucha demora, si no reservaron antes su pasaje por teléfono, aunque solo sean una pareja. Al menos, la espera resulta amena gracias a la existencia de bebidas gratuitas (vino y gaseosas) dispuestas por la empresa, bueno, o la posibilidad de comprar adentro unas cervezas para tomar afuera y, sobre todo, la conversación con los futuros compañeros de trayecto, un pasaje popular de familias y amigos. El predio del club se asemeja a un pueblo en miniatura, algunos niños juegan en las hamacas, los adultos conversan animadamente mientras aguardan ser nombrados por la malabarista de las reservas, y una locomotora tan pintoresca como antigua descansa bajo la autopista. Más allá, el incesante humo de las parrillas subiendo por las chimeneas parece estar a punto de hacer andar al Ferroviario. Junto con la humareda trepa también el olor a asado que se cuela por las ventanas de los vehículos que circulan por la Perito Moreno. La mayoría de los conductores, sin sospechar lo

que sucede abajo, seguramente sentirán unas repentinas e inexplicables ganas de comerse un buen costillar. Una vez a bordo, la espera resulta inversamente proporcional, por suerte, gracias a la eficiente atención de unos “mozos a la antigua”, apuesta personal de Martín Chaparro, 36 años en el seno de una familia con tradición en el negocio. Ocho años atrás, tan solo dos personas trabajaban en El Ferroviario, primer establecimiento propio de Chaparro, pero ahora se afanan ahí una veintena. Al toque desbordan los platos unas piezas de asado ancho (210 pesos), “caballito de batalla de la casa” con alrededor de cinco horas sobre las brasas, aunque la carta excede de la parrilla con una amplia oferta de “comidas caseras tradicionales”. Entre otros platos, chivito ($190), cordero al disco ($90), salmón con salsa de camarones ($180) o las diversas pastas (hasta $70), con porciones siempre para compartir, se presentan como las especialidades del mesón. “Dicho por la gente, los precios son populares”, define su propietario antes de cifrar en poco más de 150 pesos el gasto promedio de un comensal. Con 280 plazas de capacidad en el galpón y 80 en una carpa anexa, aunque una noche de fin de semana cenan casi medio millar de personas en varios turnos, el ambiente se anima tanto, pero taaanto, que se asemeja a un casamiento, y más con el espectáculo de música en vivo a partir de las 23 de cada sábado. Mientras los más tardíos recién comienzan a cenar, muchos que ya lo hicieron siguen de sobremesa esperando el agite que no tarda en producirse. El cantante animador,

primero romántico, luego va subiendo la intensidad hasta que todos bailan alrededor de las mesas y bajo las patas de jamón que cuelgan del amplísimo recinto. El momento sublime, como no puede ser de otra manera, es el de los comensales haciendo el trencito. Tras una copiosa e intensa velada, o madrugada, gastro-musical, resulta imposible, pese a la hora, conciliar el sueño. Justo al lado del restaurante El Ferroviario se yergue el estadio José Amalfitani, sede del Club Atlético Vélez Sarsfield, pero el reloj también impide facilitar la digestión del costillar con saltos de hinchada y satisfacer las ganas de canciones con temas de cancha. Quizá pinte, por tanto, un karaoke, eso sí, no muy lejos, por favor, que recién se marchó el ferrocarril. Pueden venir cuantos quieran, que serán tratados bien. Los que estén en el camino, ¡bienvenidos al tren! Bienvenidos al tren (Confesiones de invierno, 1973) Sui Generis ARMANDO CAMINO Y MARTÍN D’ADAMO

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EL FERROVIARIO Reservistas Argentinos 219 4644 2360 Martes a domingo de 12:30 a 16:30 y de 20 a 3 Ambiente: bodegón atención: eficiente recomendación: parrilla


B/R !

BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar

DOÑA

Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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LA REINA KUNTI

Humahuaca 3461. Abasto. Reservas e informes al 4863-3071. Delicias vegetarianas de la cocina védica. Un rincón para espiritualistas donde el aire que se respira es más liviano. Chutneys, arroces varios, ensaldas y pastas. Deliveryc atering. Martes a sábados de 10:30 a 0:30.

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TIEMPO DE GITANOS

Restaurante - Tablao Flamenco El Salvador 5575, Palermo hollywood, tel.4776-6143 12 años con el mejor show flamenco y la cocina española imperdible, para venir con amigos de tapas, aprovecha y presenta el aviso de esta pagina para obtener un 2x1 en entradas al show. www.tiempodegitanos.com.ar

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Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

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filo

San Martín 975. Retiro. Reservas 4311-0312 / 1871. Cultura gastronómica ítalo-véneta, lugar de diversión, para mirar y ser visto. Música, siempre. Excelentes las pizzas y la mejor barra de tragos. Más información en: www.provision@filo-ristorante.com

Guarda la Vieja!

Musetta Caffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

Doña Una pequeña cantina en una esquina del barrio de Almagro Especialidad en pastas caseras amasadas en el salón Picadas con productos artesanales Abierto de martes a sábados de 12 a 15:30 y de 20 a 00:30 hs Lunes y Domingos de 12 a 15:30 hs Bulnes 802, esquina Humahuaca, Almagro, Buenos Aires reservas al 4862-9278

Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.


NOCHE

licencia para cantar BIZARRO ES POCO. LA EXPERIENCIA DEL KARAOKE COREANO SE PARECE MAS A UN THRILLER DE CHAN-WOOK PARK QUE A UNA SALIDA NOCTURNA.

Quienes gustamos de explorar la noche porteña, debemos reconocer que la oferta de actividades es sumamente variada y abundante. La persistencia de esta sección nocturna a lo largo de los años es fiel testimonio de ello, y la causa de muchas trasnochadas tan particulares como inesperadas. El mes último no fue la excepción: luego de una suculenta cena y unas repentinas ganas de cantar, dos valientes cronistas decidimos ir en busca de los misteriosos karaokes coreanos, o norebang, como se dice en ese idioma. En Corea este divertimento es un furor y podría decirse que ya forma parte de la cultura de ese pueblo. En Buenos Aires, lógicamente, para llegar a alguno de ellos hay que adentrarse en las inmediaciones del barrio de dicha comunidad, dentro de Flores, lo cual ya es una aventura en sí misma. Aplazado el programa tantos meses, casi años, la demora no generó, sin embargo, ni militar planificación ni abundante afluen-

cia, sino todo lo contrario. Una lástima, porque el karaoke suele demandar más un grupo que una pareja, conste, aunque basta si la dupla resulta desvergonzada, como reza el refrán, más vale poco y bueno que mucho y malo. Así, de paso, también se constató otra máxima popular: las noches improvisadas son las mejores. Eso sí, la espera no defraudó, por suerte, como cuando se aguarda por un costillar, ponele, y la carne sabrosa y tierna adquiere matices épicos, míticos, paradisiacos, celestiales, divinos. Lo ideal hubiese sido averiguar previamente de qué va el asunto, pero ni por teléfono ni a través de Internet es posible obtener información suficiente. Cae, ahora, una máxima: no todo está en el ciberespacio. De todas maneras conseguimos un par de direcciones y, ya pasada la medianoche emprendimos la aventura hacia una de ellas, en Bacacay y Nazca, donde supuestamente funciona el karaoke llamado 007. En un primer momento, la corres-

pondencia entre la anotación y el domicilio en cuestión parecía errónea, puesto que nos recibió un portón cerrado. Pero al tocar uno de los timbres la puerta se abrió, atravesamos un pasillo y un ascensor nos invitó a subir. Hasta el momento, no habíamos visto seres humanos, ni afuera ni adentro del edificio, más parecido a una fábrica que a un canto-bar. Subimos tres pisos, y aparecimos en una recepción donde el encargado del lugar nos recibió y trató de explicarnos cómo era el sistema. El norebang no es un karaoke como a los que estamos acostumbrados, donde los cantantes de ocasión se turnan para pasar al escenario en un único gran salón donde todos tienen que escuchar a todos. En el caso de 007, al igual que el de todos los karaokes coreanos, se usa un formato de boxes privados. Es decir, que uno va allí con su grupo y se le asigna una sala con capacidad aproximada para una docena de personas, y con la infraestructura nece-


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saria para creerse un rock star por un rato, consistente en dos micrófonos, elementos de percusión, pantallas donde se suceden videoclips asiáticos con las letras de los temas seleccionados, un control remoto sobreexcedido de teclas y dos carpetas repletas de canciones, la más grande dominada por composiciones en coreano, chino y afines, además de un porcentaje menor en inglés, y la otra más chica con opciones latinas, aunque sin demasiada variedad, de lo contrario jamás hubiésemos terminado cantando música de Shakira. Un timbre interior es la forma de llamar al mozo o asistente para pedir ayuda o algo para tomar. Comida no ofrecen, pero cada grupo puede llevar si lo desea. Desde el pasillo se escuchan otras salas en funcionamiento, en su mayoría ocupadas por voces orientales, que si no cantan, están jugando a la Play Station, otra de las alternativas que ofrece el karaoke del súper agente secreto. Fuera de lugar, total. Así se siente un

cliente primerizo en un karaoke coreano. Fuera de lugar por idioma, con cientos de hojas en caracteres ilegibles; por raza, con predominio casi absoluto de parroquianos orientales; y edad, todos muchachos en la veintena, bueno, menos los dos responsables del local, tan tranquilo y quieto uno como hiperactivo y servicial otro. Bueno, coincidencia en el sexo, eso sí, ya que solo se vislumbró una joven entre tanto público masculino. De todas formas, tampoco importa tanta desubicación personal, en verdad, porque la ausencia de un espacio común con barra, como en los bares de toda la vida, impide cualquier atisbo de interacción social más allá del propio grupo. Al menos, ningún desconocido se ríe del ocasional cantante. Si ya de por sí el programa es extravagante, esta cualidad se veía potenciada por los dos cronistas-noctámbulos bebiendo cerveza en el box y desafinando a más no poder. Cuando consideramos que la tera-

pia musical había cumplido su cometido y una nueva noche iba llegando a su fin, emprendimos la retirada. El encargado nos despidió amablemente y, seguramente confundido por la composición del grupo que ocupó una de sus salas, intercambiamos algunas palabras y varias gesticulaciones antes de descender nuevamente a la esquina de Bacacay y Nazca, que aún continuaba desolada. Volveremos, coincidimos, con un grupo más numeroso y tal vez igual de desafinado, pero este es apenas un detalle. MARTÍN D’ADAMO Y ARMANDO CAMINO

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007 Bacacay 2919 3º Todos los días desde las 19 $ 200 la hora


DÍA

Caballito loco I j.j.j

ENTUSIASTAS DEL SWING SE REÚNEN LAS TARDES DE DOMINGO EN PARQUE CENTENARIO EN SESIONES DE BAILE MULTITUDINARIAS QUE SUMAN NUEVOS ADEPTOS AL RITMO DE LOS AÑOS 20. Los pies vuelan a un ritmo frenético. Buenos Aires. Bien entrada la segunda década del XXI. Pero en el aire suenan los acordes de viejos temas. Contrabajo, guitarra, clarinete, metales vintage; sonidos que nos trasladan a la década de los 20, 30 ó 40 del pasado siglo y que siguen provocando que, hasta los menos diestros, muevan el cuerpo al compás de la música. Es un domingo cualquiera en el Parque Centenario, pulmón verde del barrio porteño de Caballito. Y cuando el sol cae tras las azoteas caóticas del skyline capitalino, una multitud de curiosos se agolpa junto a la entrada que da a la calle Lillo. “Normalmente vienen unas cuarenta personas a bailar cada tarde”, nos comenta en un descanso Eduardo, uno de los promotores de estas sesiones de Lindy hop al aire libre que cada vez son más populares. Alrededor de la pista de baile se amontonan los curiosos. Algunos se atreven a dar el paso y cruzan la frontera que media entre el cemento y el hule multicolor dónde las parejas bailan. Es el primer paso del habitual flechazo. “No sólo es que la música es linda”, explica Eduardo, “el swing tiene una energía difícil de explicar y después está la camaradería del grupo”. “Yo he bailado otros estilos y la verdad es que el ambiente que se respira con el swing no lo

he vivido en otros lados”, añade Florencia, su compañera de danza. Y algo debe tener la música para que cada vez sean más los jóvenes que se acercan a bailar temas que tienen más de ochenta años de existencia. “La media de edad de los que formamos el grupo supera la treintena, pero cada vez son más los pibes y pibas que bailan con nosotros”, señala Eduardo. La mecánica del enamoramiento es habitual: “Muchos nos descubren durante un paseo por el parque; después se apuntan a alguna de las clases y después se animan a venir a bailar con nosotros los domingos”, relata Florencia. “Es una fiebre”, añade Eduardo. Y debe serlo, porque desde hace tres años, cuando los primeros entusiastas de este estilo empezaron a darle a la cadera de la mano de Christian Darío Sanz, el número de adeptos no deja de crecer. Sanz fue uno de los precursores de esta verdadera edad del oro del swing porteño y el primero que se atrevió a sacarlo más allá de las salas de baile y clubes al socaire del éxito callejero de otras músicas (como el tango o la milonga). Fue la chispa del fenómeno actual: “Gusta y mucho; antes no había más de una o dos clases por semana y ahora raro es el día que no hay cuatro o cinco clases en diversos puntos de Capital Federal. Y

en cada clase, la media de asistencia suele superar la cincuentena de alumnos”, asegura Eduardo. Las sesiones en el parque son un auténtico espectáculo. Más allá de disfrutar de las evoluciones de bailarines más o menos experimentados, está la música. “Tiene algo especial; es capaz de atraer a gentes de todas las generaciones a lo largo de todo un siglo”, comenta Eduardo. A los sones del jazz más genuino se apelotonan los curiosos; y del enorme parlante salen sonidos que nunca pasan de moda. Heaven, I’m in heaven, y los cuerpos se acercan en un juego de saltitos graciosos y acompasados; And my heart beats so that I can hardly speak, las cabriolas se suceden y nos trasladan de inmediato a escenarios en blanco y negro; And I seem to find the happiness I seek, cerrando los ojos dibujamos las siluetas de dos bailarines de leyenda; When we’re out together dancing cheek to cheek… Los clásicos se suceden y la muestra contundente de su inmortalidad es que hasta los niños, sentados junto a la pista, permanecen quietos y atentos a los movimientos de los bailarines. Multitud. “las veces que hemos tenido la suerte de traer bandas para tocar en directo, se pueden concentrar doscientas o trescientas personas”, comenta Eduardo


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mientras recupera el aliento tras dos temas de pura adrenalina. Aunque la actividad insignia de este grupo de locos por el baile son las sesiones de Lindy hop al aire libre de los domingos, también organizan fiestas. La más multitudinaria se celebra cada 24 de mayo, fecha en la que se celebra el cumpleaños de Frankie Manning (1914-2009), uno de los mitos de esta forma particular de entender el movimiento y la música. La efeméride se celebra de forma simultánea en más de 100 ciudades de todo el mundo y, en la edición de 2015, el escenario porteño es el Palermo Club (Borges 2450). Será una oportunidad única para dejarse llevar por el ritmo y, de paso, protagonizar un verdadero viaje en el tiempo. JOSÉ J. JIMÉNEZ

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LINDY HOP AL AIRE LIBRE Parque Centenario Domingo de 18 a 20:30 Gratis

Un ejercicio físico explosivo El swing nació en Estados Unidos a finales de los años 20 como una evolución del jazz. Los ritmos se aceleraron de manera progresiva hasta desembocar en el lindy hop, un baile frenético que tuvo al charleston como uno de sus puntos de partida. Aseguran los historiadores que este estilo de baile se originó como homenaje a la gesta del aviador norteamericano Charles Lindbergh, primero en cruzar el Atlántico a los mandos de una aeronave (El Espíritu de San Luis). El significado sería algo así como el salto de Lindy y de ahí el carácter acrobático de un estilo que, sólo diez años después, se consideraba como el baile nacional de Estados Unidos (en plena Gran Depresión) y precursor de otros estilos como varios tipos de swing y, posteriormente, el rock and roll. El salto es el elemento fundamental de un estilo con paso básico de ocho tiempos en el que los dan-

zantes se mueven describiendo círculos y movimientos de alejamiento y aproximación sobre un eje que queda anclado a la pista. Más allá de la técnica, el lindy hop es un ejercicio físico ideal para mantenerse en forma; y muchísimo más divertido que levantar trozos de metal de pesos imposibles en un gimnasio. El colectivo Swing Argentina ofrece clases para todos los niveles en varios puntos de Buenos Aires y para todos los niveles. La mejor forma de conectar con estos colectivos de entusiastas del baile es a través del Facebook (facebook.com/groups/swingargentina y facebook.com/domingosalairelindy).


LETRAS

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los lectores y el hábitat EL ESPAÑOL ALBERTO OLMOS, DE VISITA durante LA FERIA DEL LIBRO, CHARLA SOBRE LITERATURA Y AMOR, BUENO, Y TAMBIÉN DE SEXO ANTE LA PUBLICACIÓN DE ALABANZA.

Alberto Olmos (Segovia, 1975) es autor, entre otras obras, de las novelas El talento de los demás, Tatami y El estatus (premio Ojo Crítico RNE, 2009), editadas con el sello Lengua de Trapo. Penguin Random House ha publicado sus últimos trabajos, Ejército enemigo en 2011 y Alabanza en 2014. La revista Granta lo seleccionó en 2010 como uno de los 22 mejores escritores en español menores de cuarenta años. Gestiona la web malherido.com. El 30 de abril participará en el Día de España en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires junto a su compatriota Jesús Carrasco, y los argentinos Selva Almada y Hernán Ronsino, en una conversación moderada por la librera Natu Poblet y organizada por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA). ¿La literatura está tan muerta como el amor? Me centraré en la literatura, que es quizá de lo que sé algo (no soy cantante para un público adolescente y, por ello, no hablaré de amor). La literatura, lo que entendemos

por literatura (arte que ahora ha tenido además que echar mano de la redundancia para significarse: literatura literaria), vive en estos días un proceso de orillamiento muy claro, tanto como forma de ocio como en su función generadora de mitos que nos expliquen. A ambos achicamientos contribuyen principalmente las series de televisión, que van a conseguir que Walter White sea más conocido que Walt Whitman. También tenemos, en un nuevo flanco, a la tecnología haciéndole la Pascua a los libros. Todo entretenimiento comercial (y, desde que un libro se vende en una tienda, es un producto de entretenimiento: no olvidemos eso) puede a día de hoy disfrutarse en compañía (la música, el cine, los videojuegos), incluso si uno está solo: siempre puedes echar mano de las redes sociales. Un libro, no. Un libro obliga a estar solo, que es una cosa que da bastante miedo; un libro no se puede leer entre veinte personas, al menos no todos los días o en transportes públicos muy concurridos. Así, tenemos que los lectores están quedándose

sin hábitat, y que, como digo en Alabanza, la lectura puede acabar siendo un placer minoritario como a día de hoy encontramos en la ópera. De todos los pueblos posibles para aislarse a escribir un libro, el protagonista de Alabanza elige uno sin internet, el único en toda España, y da la casualidad de que es, justamente, el suyo. ¿Qué es este pueblo de Alabanza? (un título como este no permite obviar fácilmente las simbologías) ¿Por qué el pasado es el futuro? El título de Alabanza procede de un ensayo del siglo XVI, firmado por Antonio de Guevara: Menosprecio de corte y alabanza de aldea. Con eso, están dichas muchas cosas. Escribo mis novelas buscando puntos de fricción entre los elementos que las componen, y dado que quería ambientar el relato en 2019, con la tentación tecnicista que eso suponía, me pareció simpático hacer que en 2019, en el lugar al que viajan los protagonistas, no hubiera ni siquiera internet. También las apelaciones que en el libro se hacen al sexo y a la pareja y la fidelidad me sugerían que el marco natural, sin tecnología básica, era el más adecuado o sugerente. Cortázar dice en un ensayo de Último round que los argentinos tenemos vedado a nivel literario el tratamiento “natural” del humor y de la sexualidad. Tengo la sensación de que lo mismo les ocurre a los españoles, y sin embargo el tratamiento de lo sexual en tu libro es extraordinario. ¿Considerás que se trata de un caso inédito? ¿Los españoles follan mal (en los libros)? Menudo elogio: casi me has desarmado por completo. Mi anterior novela, Ejército enemigo, era más explícita y, sí, sucia en cuanto a contenido sexual. En Alabanza los encuentros amorosos están tratados yo diría que con pudor. Eso no impidió que algún crítico considerara su estilo como “pornográfico”, pero hay críticos que saben demasiado de pornografía intelectual como para no verla en todas partes. Creo que en España escribe muy bien el sexo Rafael


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Reig, pero no me atrevería a estimar una media nacional en ese sentido. Con todo, tengo claro que la narración del sexo debe ser más explícita que lírica, pues me parece casi más obsceno llamar “cetro” a la polla erecta (como hace Nabokov en Lolita) que llamarla como yo la acabo de llamar. A fin de cuentas, creo que está más cerca de nuestra concepción de la carnalidad la palabra basta que la palabra poética. Tu novela termina con una epifanía. Me pregunto cuánto hay de los narradores norteamericanos en Alabanza, o si tuviste una formación muy católica. En definitiva, me gustaría preguntarte por tus influencias. Al escribir Alabanza, y esto se reconoce en un momento dado de la historia, tenía en mente Corazón tan blanco, de Javier Marías. Creo que es la última gran novela de la historia de la literatura española. Mis reco-

“Algún crítico consideró el estilo de la novela como ‘pornográfico’, pero hay críticos que saben demasiado de pornografía intelectual como para no verla en todas partes” vecos más provocadores -así los llaman: en realidad, se trata sólo de una visceralidad verdadera que no puedo quitarme de encima-, tienen que ver con esos autores quizá adolescentes que son Henry Miller y Charles Bukoswski, amén de con Michel Houellebecq. Creo que el arranque del libro, con frases de una página y media entreveradas con diálogos, suena al Cortázar más festivo y material; lo mismo ocurre con el final. También he tenido mucho cuidado con la elección de las palabras propias del entorno rural (Castilla, como si dijéramos), para las cuales me habrán venido bien mis

lecturas de viejos autores españoles olvidados, como Eduardo Zamacois o Gonzalo Torrente Ballester. Supongo que los pasajes más exactamente narrativos (donde se muestra más que se cuenta) recordarán un punto a los cuentos de Raymond Carver. MERCEDES ÁLVAREZ

ALABANZA Alberto Olmos

Penguin Random House, 2014 376 páginas $125, en libro electrónico


MÚSICA

“falta poner en crisis el canon de belleza” EL HISTÓRICO GABO FERRO CHARLA SOBRE EL DECENIO DE SU REGRESO CON CANCIONES QUE UN HOMBRE NO DEBERÍA CANTAR, DISCO que interpreta EN UN CONCIERTO DE ANIVERSARIO. A comienzos de los años 90, Gabo Ferro formó Porco, una banda de corte hardcore que, gracias a sus aventuras por el under porteño, alcanzó el estatus de culto. En el 97, en medio de un espectáculo en el Hotel Bauen, dejó de cantar y se fue del escenario tal vez sin saber que ese silencio de una noche se extendería por casi siete años. En el medio se puso a estudiar Historia, logrando una exitosa carrera académica. En el 2004, con las brasas de Cromagnon todavía candentes, pidió una guitarra prestada y en una semana compuso –en el mismo orden que meses después serían editados– los temas de Canciones que un hombre no debería cantar, dándole inicio a una provechosa carrera solista. Justo ahora se cumplen diez años de la edición de aquel disco y el 18 de abril volverá a tocarlo en el Xirgu-Espacio Untref. ¿Cómo surgió la idea de este show?

Surgió como celebración de un regreso a algo inesperado. Cuando en el año 97 me voy de la música y empiezo una carrera académica nunca sospeché siquiera que iba a volver. Y en la celebración de los diez años de este disco está la celebración del regreso. La celebración por animarse a la vuelta, por animarse otra vez sin cobardía a hacer algo que no sabía cómo iba a resultar, porque yo no volví a hacer música con la fórmula con la cual me había ido, al contrario. Y yo creo que lo que se celebra es este gesto de regreso a pesar de todo. ¿Y qué podés adelantar del concierto? Voy a tocar el disco completo como hace años que no toco. Y también voy a tocar material de los otros ocho discos. ¿Vas a tocar los temas en sus versiones originales o pensás reversionarlos? En un momento pensaba invitar a los músicos que me acompañaron en la grabación

pero bueno se da que en el caso de Ariel [Minimal], Pez ese día justo toca en La Plata, y medio que se empezó a enturbiar todo y la verdad que no tenía sentido recrear tímbricamente. Para mí el instrumento y el timbre pasa por quien lo ejecuta, entonces si no eran ellos, la verdad que no me animaba. Y además me cerraba mucho volver a tocar ese disco de la manera y el modo del cual yo toco hoy. Atravesado por todo lo que yo fui conectando. Creo que llegué a un lugar pequeñito pero original. Entonces me gusta mucho y me da mucha ilusión tocar el disco completo de la manera que sueno hoy. ¿Qué recordás de la época en que sacaste el disco? Desde el 97 al 2004 había sucedido una revolución en cuanto a la producción discográfica. Cuando me fui, para el último disco que había grabado con la banda, ha-


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bía tenido que estar comprando cintas carísimas, en estudios que tenían grabadora de cinta abierta y todos los etcéteras costosísimos que hacían de una producción independiente algo inviable prácticamente. Entonces, cuando me asomo otra vez en el 2004, me cuentan que habían entrado los discos duros al estudio de grabación y que se podía demear bárbaramente en tu casa. Y bueno yo había vendido mi guitarra, mi micrófono y pedí una guitarra prestada para ver si todavía funcionaba este asunto. Yo ni siquiera había vuelto a cantar y no sabía si podía. Y en ocho días escribí el disco. La verdad es que mis expectativas eran muy pero muy pocas. Pero la cosa tomó un color muy fuerte y yo me empecé a sentir muy bien y empecé a sentir que era un lugar que no tenía ese compromiso y esa atadura que tenía mi experiencia anterior con la música. Y así fue como salió. Se grabó en un

encuentro nada más, en los estudios ION. Tenía ganas de que fuera más bien un registro documental más que la grabación de un disco. Y se presentó en lo que era el ciclo Nuevo en el San Martín, en abril del 2005. Disfruté cada momento si no te aseguro que me hubiera retirado. ¿Y qué cambió de esa época a la de ahora? Yo no soy el mismo. Cuando empecé a tocar este disco el grado cero era muy alto, había que tener una banda, todavía no me había llegado lo que aprendí con el trabajo de los últimos años, que tiene que ver con apropiarme de dos cosas. Primero, cargar a la voz con toda la historia de la música; que no fuera una voz ahistórica sino histórica, que estuviera atravesada por el barroco, por lo medieval, por el grunge, por el punk, por el postpunk, por el pop. Una voz que tuviera sedimentos de todo eso, para hacerle un hachazo arqueológico y encontrar capas

de eso. Y era algo que en el 2004/2005 todavía no estaba. También la forma de tocar la guitarra. En ese momento tocaba la guitarra como un mal guitarrista y ahora digamos que la guitarra la preparo como todo un cuerpo: la estiro, la golpeo, la dejo, la vuelvo a tocar, la desafino. Digamos que empecé a ver todo no desde lo dado, desde lo aprendido, sino desde cero. Desde todo eso es que hoy recreo Canciones que un hombre no debería cantar. Creo que a los músicos de la música popular les falta jugarse más. Les falta poner en crisis el canon de belleza. Los músicos en esta falta de experimentación tienen cierto temor a la no belleza, a que le digan que tocan feo, que cantan feo, que sus canciones son feas. Es un comentario absolutamente personal. Probablemente haya algo que me esté perdiendo. MARTÍN CAAMAÑO

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Viernes 10 y sábado 11

Con su mezcla de estilos que van del folk al reggae, del rock al hip hop, del pop al jazz, el cantautor oriundo del estado norteamericano de Virginia se presenta en suelo porteño con su espectáculo en versión acústica junto con Raining Jane. A las 21 en Teatro Gran Rex (Corrientes 857).

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Sábado 18

El cantautor celebra 10 años de canciones. Será un recorrido por su carrera como solista, para disfrutar de su historia recreando su primer disco, el inolvidable Canciones que un hombre no debería cantar. A las 21 en Espacio Xirgu-Untref (Chacabuco 875).

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Sábado 18 y 25

Después del año pasado lanzar su disco Saga Instalación, la banda de Sebastián Carreras se presenta con un show musical y conceptual en el marco de una nueva edición del BAFICI. A las 19 en Planetario Galileo Galilei (Sarmiento s/n).

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Viernes 15

Tras agotar entradas en todos sus shows en Europa y en el marco de su nueva gira mundial, el secreto mejor guardado del Reino Unido llega a Buenos Aires con su combinación única de funk y electro-pop. A las 21 en Niceto Club (Niceto Vega 5510).


BUENOS AIRES

la ciudad ausente EL FOTÓGRAFO GUSTAVO SANCRICCA Y LA DISEÑADORA LUCIANA GUERRERO RECORREN TIENDAS CLÁSICAS DE BUENOS AIRES A TRAVÉS DE LAS IMÁGENES DEL LIBRO LOCALES. “La imagen que tenemos de la ciudad siempre es algo anacrónica”, escribe Jorge Luis Borges en el comienzo de un cuento. “El café ha degenerado en bar; el zaguán que nos dejaba entrever los patios y la parra es ahora un borroso corredor con un ascensor en el fondo”. La apreciación, sin dudas, es tan cierta como es igual de cierto su reverso: el anacronismo de la ciudad no se da solo por lo que cambia y se transforma sino también por aquello que permanece; rincones que dentro de la escenografía urbana resisten al avance del progreso. Una prueba de esto es el libro Locales, que hace muy poco acaba de lanzar el fotógrafo Gustavo Sancricca junto con la diseñadora gráfica Luciana Guerrero. Encuadernado como si se tratara de un viejo cuaderno de actas, Locales es un catálogo fotográfico

sobre diversas tiendas clásicas de Buenos Aires; lugares que, como los mismos autores explican en el prólogo, “parecen haber quedado mágicamente detenidos en un espacio-tiempo distinto”. ¿Cómo surgió la idea del libro? Gustavo: Antes de conocernos cada uno tenía una gran atracción por este tipo de espacios. Yo los usaba para el trabajo. Siempre retraté mucho rock, moda y publicidad. Y lo que pasó en un momento es que empecé a fotografiar a los espacios en sí mismos, a dejar de usarlos como locación, y también a sus empleados sin ningún fin determinado. Y después, con el paso del tiempo, teníamos ese material y ella [Luciana] vio en eso una posible serie que luego la pensamos para formato libro. Luciana: De vez en cuando, él le hacía un

retrato a una de las personas que trabajaba ahí y empezamos a ver que eso estaba bueno en sí mismo, más allá del trabajo, el artista, la banda o la modelo que Gustavo tenía que retratar. ¿Y, siendo dos, de qué manera se distribuyeron los roles para armar el libro? L: La producción de encontrar los lugares, encontrar las personas, pedir los permisos, todo eso lo hicimos a la par. G: Lo mismo la edición. L: Y después lo que nos sirvió para laburar de a dos fue que Gus se autoeditó, pero de alguna forma yo también lo edité a él. La posibilidad de empezar a ver qué fotos sí, qué fotos no, cuál iba con cuál, el orden… En el libro hay cuarenta y cuatro tiendas pero en total Gus habrá hecho más de cien y la verdad es que fue difícil después empe-


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zar a darle forma de libro. Y eso lo hicimos en conjunto. G: Sí, la verdad es que más allá de que nosotros somos pareja y vivimos juntos fue muy bueno el trabajo, justamente por eso de que nos complementamos. Lu hizo el diseño gráfico y obviamente yo opinaba o me preguntaba cosas; yo hice las fotos pero la pre producción de eso la habíamos hecho juntos. Además lo que me pasaba con ese material es que yo ya estaba un poco como saturado, para lograr las fotos muchas veces iba a visitar a los dueños de los locales, había una cosa como de insistencia también, no era que ellos fácilmente accedían a sus retratos, entonces era muy bueno tener otra mirada para editarlo y darle a todo ese material una coherencia. ¿Qué les aportó que además de los negocios aparecieran los empleados? G: Era súper importante incluir a los dueños o los empleados porque creo que ya son parte del lugar. Cuando alguien hace algo con mucha dedicación, eso que hace va a tener mucho de la persona. Y este tipo de locales, que muchas veces la decoración

fue hecha bajo la supervisión o en algunos casos por las propias manos del dueño, claramente muestran una unión muy directa entre la persona y el espacio, a veces hasta están muy mimetizados. Y me parece que las personas terminan de contar la historia del espacio y viceversa. Hay fotos de algunos lugares en que no hay personas pero que hay señales de su presencia. En todo el libro se notan que son lugares habitados y en funcionamiento. ¿De qué nos hablan estos lugares? L: Hay algo de la vinculación entre el comercio y el cliente, que es bien diferente de lo que está pasando, de lo que pasa cada vez más, con las cadenas o los shoppings. Esto es todo lo contrario. Hay otros tiempos, otra tranquilidad para la compra, otra relación con el cliente, que es alguien a quien se conoce. G: También en relación con lo que se vende. Me parece que lo que se nota en lo que ellos producen, en la mercadería que venden, es dedicación, cariño, amor, años. L:Hay una relación completamente distinta a la de cambiar un bien por dinero. Es

otra forma de comprar. G: La verdad es que también me pasaba que iba a hacer fotos y me quedaba charlando con las personas y por momentos me contaban anécdotas muy entretenidas y trataba de disfrutar de ese tiempo también, y tratar de aprender de que puede haber una vida un poco más tranquila, más enfocada a lo que estás haciendo en ese momento, ¿no? Me parece que una de las particularidades de este tipo de lugares puede ser esa. MARTÍN CAAMAÑO

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LOCALES Gustavo Sancricca y Luciana Guerrero Forma, 2014 103 páginas $350 pesos, a la venta en MALBA, Figuero Alcorta 3415; Reunión, Conde 2127; Kabinett, Gurruchaga 1744; Libros del Pasaje, Thames 1762; y Marq, Libertador 999


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cine

tras la sonrisa independiente ANTE LA DESBORDANTE CARTELERA DEL BAFICI, NO SE ASUSTEN, SONRÍAN, POR FAVOR. ACÁ TIENEN UNA SELECCIÓN DE LAS COMEDIAS MÁS INTERESANTES DE LA 17º EDICIÓN. Llega la edición 17º del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). Como ya es una grata costumbre para esta época del año la cartelera de cine porteña brillará durante diez días en un certamen con competencia internacional, nacional, de vanguardia y género, música y Baficito. En total, se proyectarán más de 400 películas, incluyendo la selección oficial fuera de competencia. Estamos acostumbrados a pensar el cine independiente como un cine dramático, conceptual, intelectual. Suele atribuirse un carácter nerd al público que se apasiona con este cine, y si bien más de uno caminará por los pasillos de las salas aparentando ser amigo de Jim Jarmusch muchos entendidos pueden disfrutar de obras que de otra manera nunca jamás podrían ver en la pantalla gigante. Pero, ¿podemos pensar el cine independiente desde otro lugar? ¿Podemos intentar derribar ese mito? ¿Podemos buscar la risa, la carcajada, la sonrisa del BAFICI? Para esta edición del festival, ese será el camino que intentaremos realizar. Algún trasnochado habría dicho que es una aventura quijotesca. Comenzamos nuestro camino con Raiders of the lost ark: The adaptation. (domingo 19 de abril, Arte Multiplex Belgrano, sala 6, a las 19.30), tres amigos se proponen recrear la primera película de Indiana

Jones. ¿Cine bizarro? Garantizadas las primeras risotadas. Arriesgando un poco más tenemos Eat, de Jimmy Weber, (jueves 16, Arte Multiplex Belgrano 1, a las 22:30), película gore de horror indie con una importante cuota de humor negro, tal vez no resulta la forma más tradicional de acercarse a la risa, pero no es un mal plan aceptar la diversidad en nuestro recorrido. Y entonces nos dispersamos con una curiosidad que nos llama la atención: Ela volta na quinta, de André Novais Olivera (jueves 16, Village Recoleta 6, a las 20), nos sorprende con la novedosa idea del director de trabajar junto a su madre y su padre como actores protagónicos. Alejados del destino cómico, para retomar el rumbo elegimos Atomic heart, de Ali Ahmadzadeh, (jueves 23 Village Recoleta 6, a las 16,30), con la esperanza de encontrar momentos de mucha gracia y diversión alucinante. Se trata de un director iraní que rompe con el prejuicio de un cine de la antigua Persia estático y nos trae esta especie de road movie; con tan solo 28 años presenta su segundo largo luego de Kami’s party. Misma sala, mismo día: Double happiness, de Ella Raidel (a las 19), película con paisajes impactantes, una muy bella fotografía y un lenguaje innovador que seguramente nos deje con una sonrisa en el rostro. Es un mar inagotable de películas, nos

vamos dando cuenta que, en cualquiera de los géneros, en el BAFICI abundan las opciones, pero para sellar el éxito de nuestra misión, encontrar la sonrisa del BAFICI, aparecen dos películas excelentes. En primer lugar, Casa Vampiro, de Jemaine Clement (sábado 25 Arte Multiplex Belgrano 1, a las 22:15), una comedia magistral sobre la convivencia de cuatro chupasangres en una vivienda. Absolutamente recomendable, si queremos disfrutar de un humor sutil, absurdo y delirante, no podemos dejarla pasar. Y por ultimo, en la sección de clásicos restaurados, se exhibe de nuevo una de las comedias mas divertidas de la historia: Hechizo del tiempo, de Harold Ramis (Jueves 23 Village Recoleta 6, a las 14), también conocida como El día de la marmota. ¿Estará cumplida la misión al final del festival? ¿Podremos afirmar que el cine independiente es una opción para quienes buscan divertirse un rato experimentando risotadas? Ojalá podamos comprobar que sí. JULIÁN ROQUÉ

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BAFICI Del 15 al 25 de abril Diversas sedes y horarios $30 y 25



teatro

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un ejercicio para la memoria autora e intérprete, sol rodríguez seoane narra la historia de una maestra y su discípula en la obra body art, con dirección de miguel israilevich. Body Art es la historia de dos mujeres, Élène y Aimée, que buscan desesperadamente el reconocimiento. Atormentadas por la mirada de la otra, fluctúan entre la histeria juvenil y las preguntas del existencialismo más ortodoxo. La trama es simple: son dos artistas plásticas que organizan una performance sobre su vida a la que llaman “exposición arqueológica” y en la que, a través de souvenirs, reconstruyen las versiones sobre su relación. Como dos huérfanas, las protagonistas deambulan contando su historia: un encuentro inesperado, la necesidad que las unió y un accidente que provocó el amor en el tiempo de la no memoria. Porque para amar -nos enseñan- hay que ser olvidadizo, desprejuiciado, ajeno a la historia, adicto al presente. Siguiendo cánones del melodrama, con giros inesperadamente trágicos, versiones paralelas, desamor y hasta un triángulo amoroso, la trama se va deshilvanando con un timing preciso que mezcla la intimidad de los relatos con la frialdad del estilo racional más estereotipado del arte contemporáneo. Pero, más allá de su forma, es una obra que provoca en el espectador preguntas universales. Para Miguel Israelevich, su director, “la confrontación sobre el recuerdo de los diferentes personajes nos muestra que nuestro pasado es una construcción, una selección de momentos en la que dejamos afuera detalles. Entonces, si somos consecuencia de nuestro pasado, y éste es una construcción relativa, quizás nosotros no somos quienes creíamos ser”. Sol Rodríguez Seoane, autora de la obra y una de sus protagonistas junto con María Colloca, recuerda cuando a sus precoces 21 años empezó a delinear la trama en un ta-

ller de escritura teatral con Lola Arias: “Al ser la historia de una maestra y su discípula, refleja ese momento de pasar de la teoría a la práctica. En lo personal, dejar de ser estudiante para ejercer mi profesión como dramaturga y actriz”. Por eso reconoce que hay mucho de sí misma en la obra, “Élène es un conglomerado de todos los maestros que tuve en mi vida, quienes hicieron mella en mí y siempre llevo conmigo”. Pero, como “siempre hay un pasado anterior al pasado que recordamos”, es necesaria también la reconstrucción arqueológica de Body Art como evento artístico. Pues bien, la semilla la plantó Sol en 2005 cuando comenzó el proceso de escritura. Luego, se cosecharon los reconocimientos. Ganadora del primer premio en el concurso Primera obra, organizado por Argentores e INT en 2007, hizo temporada durante 2008 y 2009 en el Kafka y participó del FIBA en 2009. Además, fue publicada por Interzona en Off! Novisima dramaturgia argentina, una compilación coordinada por Ricardo Dubatti. Entonces, llegó el impasse para el grupo y los nuevos desafíos. Pero Body Art siempre estuvo presente y quedaron impregnadas las ganas de volver a hacerla. Además, “los amigos la pedían”, recuerdan. Sol y Miguel coinciden en que la historia de Body Art sigue vigente. Sol explica los motivos desde un punto de vista históricosociológico: “Con el advenimiento del Facebook, todo el mundo publica historias y fotos de sí mismo y arma un relato de su pasado. Hacer de la vida una obra de arte o un ready made hoy es moneda corriente”. Mientras que para Miguel las razones de la vigencia son de tipo filosóficas-ontológi-

cas. “El amor y la reconstrucción de los recuerdos son temas universales que siempre encuentran resonancia”, desliza. Con respecto a los cambios entre la puesta original y la que ahora se presenta en el Abasto Social Club, Miguel comenta que, a nivel técnico, mantuvieron el equipo de trabajo y sólo tradujeron la propuesta a las condiciones que les ofrecía la nueva sala. Mientras que en el orden performativo, siente el cambio y la maduración. “Cuando la hicimos por primera vez hace siete años el pasado era únicamente el tiempo ficcional al que referían los personajes. En esta temporada, el pasado referido de la ficción y de la realidad se unen potenciando lo que sucede en la escena”. Y en su faceta de actriz, Sol reconoce la memoria del cuerpo. “Al actuar recordé sensaciones y como pasó tanta agua bajo el puente fue un verdadero revival. Como leer anotaciones de un sueño que olvidaste”. Las mismas anotaciones que debe decodificar el espectador en el ejercicio de memoria que le propone Body Art. Julieta Bilik

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Body Art Abasto Social Club, Yatay 666 Viernes a las 23 $120 y 100 Dramaturgia: Sol Rodríguez Seoane Interpretación: María Colloca, Ramiro Gimenez y Sol Rodríguez Seoane Dirección: Miguel Israilevich



teatro / 4.000 cC

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la factoría selenita

Fade in Espectro del primer jefe de la factoría (machetea generando los espacios): Alienígenas, ya lo decía yo, gran edificio en un claro construido de caña hábilmente con galería por los cuatro costados, ya lo decía yo, tres habitaciones, la del centro es la sala de estar, dos mesas toscas y unas pocas banquetas, las otras habitaciones son los dormitorios de los hombres blancos, ya lo decía yo, sendas armaduras de cama y mosquiteros, pertenencias de los hombres, cajas abiertas y medio vacías, ropa de ciudad, viejas botas, cosas sucias y rotas, todo se acumula en torno a estos hombres desalineados. Ya lo decía yo, al fondo, otra residencia, una cruz que ha perdido su perpendicularidad, allí yo descanso sin paz, yo era el proyector, yo era el supervisor de la construcción de esta avanzada del progreso, ya lo decía yo, un pintor sin éxito que cansando de perseguir la fama con el estómago vacío llegué acá acomodado, apenas terminé mi casa morí de fiebre. Ya lo decía yo. Los encargados actuales de la factoría son dos hombres blancos como yo, a uno lo llamaremos Callo, porque su dureza daña lo que protege, es el jefe actual, ven, alto, ven piernas largas, ven, delgadas, ya lo decía yo, el otro es Carlín, su ayudante, bajo y más gordo, hay un tercer personaje que es un negro, como ustedes, llamado Enrique Guana Precio, y que vagabundea por este planeta negro tipo Sierra Leona, Enrique Precio, alias Guana, como lo llamaban los alienígenas como ustedes, nativos del río, abajo, seco, cultor el ne-

de Ernesto Marcos

gro, como ustedes de los malos espíritus, hermosa caligrafía, y además entiende de contabilidad, su esposa, obviamente, negra muy grande y ruidosa, viven en cabaña con sus tres hijos, negritos, como ustedes, ya lo decía yo, Guana nos desprecia, pero más lo desprecia Carlín a Guana, administra un pequeño almacén de barro con techo de hierba seca y pretende que lleva bien las cuentas de los abalorios, telas de algodón, pañuelos rojos, cables de cobre y otras mercancías, ya lo decía yo, que el espíritu maligno gobierna las tierras al sur del paralelo 0°, Guana quiere entregarle a los hombres blancos para que juegue más adelante, para que se entretenga con los hombres blancos, mis queridos negros alienígenas, ya lo decía yo, el director de la gran compañía comercial llega una vez en una nave que parecía una enorme caja de sardinas cubierta por un tejadillo (hace las veces del director), el negro proactivo, todo está en orden, pongan la cruz y usted, Callo, es el nuevo jefe, Carlín, usted es su segundo. Carlín: Qué despiadado pero qué eficiente. Y qué humor Espectro del director: Son cabalmente conscientes del prometedor aspecto de esta factoría, éste es el último puesto comercial y el más cercano está a trescientas millas, es una oportunidad excelente para distinguirse y conseguir porcentajes de comisiones sobre el comercio, este nombramiento es un favor para dos principiantes como ustedes. No llore, Carlín, que me voy a arrepentir de tanta bondad con ustedes.

Callo: Lo haré lo mejor que pueda, intentaré merecer tan halagadora confianza, qué le parece a mi antiguo y querido suboficial de caballería de un ejército de reserva del centro de Europa… Director: Fíjense, alienígenas negros, observen El Impenetrable que aísla la factoría espacial del resto del planeta. Carlín: Lo veremos muy pronto. No soporto que el negro hable inglés y francés con ese acento cantarín y además tiene una caligrafía bella Callo: Y qué nos dejó, algunos atados de algodón, y unas pocas cajas de provisiones y se fue para no volver en otros seis meses ¡Adiós, adiós, gracias, muchas gracias, hasta pronto¡ ¡Buen viaje! (El director toma una gorra y hace de capitán) Espectro de capitán: Miren, alienígenas negros, esos dos imbéciles, deben estar locos allá para enviarme semejantes especímenes. Planten una huerta. Levanten nuevas cercas y almacenes, construyan un embarcadero flotante. No harán nada, no van a saber por dónde empezar. La factoría en este río es inútil, está mal ubicada, y estos son dos inútiles. Acá se formaran a sí mismos, acá se harán hombres. Sea como fuera, no tengo que verlos por seis meses. Fade out Callo: Siento que hace mucho tiempo que estamos acá. Carlín: Hace poco que estamos. Callo: Tan vasto y oscuro. Y siempre estuvimos rodeados de gente linda, gente bien y con un jefe... ¿Quién es el jefe ahora? ¿Usted o yo? Carlín: Por qué no abrís tu sensibilidad al sutil influjo de todo lo que nos rodea… Callo: No, peor, me siento muy solo y desamparado. El satélite es muy extraño. Incomprensible, vislumbro los misterios vigorosos de la vida que alberga. Me siento insignificante e incapaz. Necesito estar rodeado de multitudes civilizadas. Allí sólo es posible mi existencia. Carlín: Vos sos el único hombre… que conozco… que es consciente… de que su carácter y su audacia… son… la expresión de su confianza… en la seguridad de su ambiente… (Se duerme.)



TEATRO

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AL MUNDO

I daniela flores

Para pensar Al Mundo es preciso recordar su cuna, tanto de la obra escrita como de esta puesta en particular. El texto de Joel Pommerat fue escrito a partir de los fragmentos varios que repartió e improvisó con sus actores franceses, y tiene la leve y gélida cadencia de su origen. La puesta de Natalia Casielles ha participado del Festival de Dramaturgia Europa+América, donde

la invitación era este “generar un encuentro” con aquello ajeno, foráneo, ambiguo que, aunque estimule a evidenciar ese híbrido, también implicase generar un lenguaje propio, un espacio personal. En el texto se ponen en juego discursos acerca del mundo moderno, el consumo y el exceso de comunicación, y estos personajes a penas parecen comprender lo que

sucede, incluso el contacto físico es mínimo. Desde la fragmentación y esta deshumanización, este grupo creativo entiende la complejidad de apropiarse de ciertos decires, de ciertas temáticas, y en lugar de caer en el tomo reflexivo que en un principio propone la obra, componen un instante estético, desde donde ironizar la cuestión. El padre invadido por el cansancio y la senilidad, en el cuerpo de un adolescente; la lectura de los conflictos potenciada desde la puesta y atravesada por el impacto visual y la música; fugas constantes en el relato. Así Al Mundo escapa de una mirada única y exclusiva. MARA TEIT Dramaturgia: Joël Pommerat Traducción: Jorge Dubatti y Marta Taborda Dirección: Natalia Carmen Casielles Interpretación: Valeria Giorcelli, Gabriela Irueta, Facundo Livio Mejías, Camila Peralta, Brian Sichel, Alfredo Staffolani y Sol Tester Teatro La Carpintería, Jean Jaures 858; viernes a las 22:45; $100 y 80

DEMASIADO CORTAS LAS PIERNAS Desde la propuesta del festival que en 2014 trenzó autores europeos con directores argentinos, nace esta obra dirigida por Diego Faturos. El texto de Katja Brunner, escrito cuando ella tenía menos de 20 años, es abrumador y hermoso. Trata del amor “especial” entre un padre y una hija, una historia de abuso infantil meticulosamente detallado por la “víctima” y corrido de toda mirada moralizante. La voz cantante es la de aquella que ama y que, ya mujer, con una convicción que perturba debido al tema y a la “imprudencia” de su relato, no teme caer en detalles que podrían resultar abominables si no nos movemos del lugar que ella denuncia, defendiendo una historia categorizada de abuso. Pero ella está enamorada de su papá y sabe que todo lo que él ha hecho con ella fue fruto de un amor incomprensible, que protege con toda intensidad. La madre de esta familia normal, con una paz de las que advierten tormenta, desde un recoveco relata su cuentito de hadas como intentando resguardar(se), quizás por culpa, o por la

I christian inglize

simple imposibilidad de comprender, y atraviesa los espacios comunes en la vida de esta familia burguesa absolutamente convencional. Hay montones de voces que instalarán su propia idea acerca del hecho y barajarán teorías que justifiquen o intenten exponer de manera práctica y concluyente aquello que nunca será tan claro, generando que cada nuevo encuentro con la niña y su ver-

sión de los hechos, nos tome desprevenidos y ancle más profundo aun. M.T. Dramaturgia: Katja Brunner Traducción: Carla Imbrogno Dirección: Diego Faturos. Interpretación: Julieta Vallina, Julián Krakov, Matías Labadens, Francisco Lumerman, Lala Mendia, Javier Rodríguez Cano y Cinthia Guerra Teatro Timbre 4, Mexico 3554; jueves a las 21; $120



TEATRO

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LOS COSOS

I leandro rodríguez

Sofía comprende el mundo a través de lo cotidiano desde la terraza de su departamento y va construyéndolo instante a instante, imagen a imagen para Roberto. Su cuerpo libre y liviano pero vibrante, desea transitar esta tarde particular, esta ultima tarde junto a él. Sofía lo ama y él también ama a Sofía. Y es un amor tan intenso como puro, demasiado aséptico para una mujer, demasiado perturbador para una niña. En esa intimidad comparten su última tarde juntos con nosotros, los testigos infames que espiamos desde un balcón cercano, desde alguno de los que ella encuentra de excusa para generar historias nuevas para él. Roberto es un helecho. No por nada, la planta del amor y la protección, el espacio seguro, el de la paz y la comodidad. Pero es que justamente la placidez pareciera temerle a ese remanso y por esta razón Roberto desea morir porque es feliz, por fin.

Y ella necesita dejarlo ir para enfrentarse a un mundo quizás más áspero, quizás más cruel. Este instante casi surreal se ve interrumpido con la llegada del anclaje con lo verdadero, con el cuerpo tosco y plomizo del hombre real. Juan también ama a Sofía pero con una humanidad sucia y defectuosa. Este cruce de amores distintos, ese segundo, ese confluir es Los cosos. Los cosos que somos todos, y todos siendo cosos: Seres sensibles con ganas de encontrar, por fin, aquella felicidad de la que huiremos siempre. MARA TEIT Dramaturgia: Paula Baró Dirección: Nicolás Lodigiani. Interpretación: Giselle Motta, Luciano Ledesma y Ernesto Donegana Club Cultural Matienzo, Pringles 1249; jueves y viernes a las 20:30; $80 y 60

JACKELIN TIENE UN LÍMITE Jackelin es una mujer sola que hace 20 años espera que el amor de su vida por fin tome la decisión de hacerse cargo de la relación y comparta su vida con ella. En esos 20 años, toda una vida plena de situaciones ha pasado… para él, ya que Jackelin ha quedado anclada al lugar de la espera, de la silenciosa e invisible amante eterna. Pero Jackelin tiene un límite, y las torturas psicológicas, la humillación, el abandono, las promesas nunca cumplidas, la han llenado de frustración. Esa noche decide matarlo. La noche en que comienza a relatarnos su historia. El problema es que Alfredo ya está muerto. Jackelin indaga acerca de las relaciones obsesivas, enfermizas, del duelo y de encontrar el momento adecuado para poner finalmente un límite a las situaciones de desprecio y manipulación, y empezar a vivir. Situación que se torna casi imposible ante la idea del amor que todo lo perdona. A partir de un personaje generado en un espacio de creación de Guillermo Angelelli, Ariana Caruso se ha calzado el traje de Jackelin desde hace seis años como interventora, clown, anfitriona en festivales y varietés. De la mano de Sergio Lobo y Ge-

rardo Cardozo, todo aquello que la improvisación había generado, encauza en un espectáculo pequeño pero con una dinámica más que intensa. La historia de Jackelin es una tragedia plagada de humor y patetismo, una reflexión divertida acerca de la muerte y la soledad,

ideal para abrir la trasnoche del sábado. M.T. Dramaturgia: Ariana Caruso y Sergio Lobo Dirección: Gerardo Cardozo. Interpretación: Ariana Caruso No Avestruz Humboldt 1855; sábados a las 23:59; $100 y 80


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TEATRO teatro.llegas@gmail.com

CIRCUITO ALTERNATIVO

ABASTO SOCIAL CLUB Yatay 666 Tel: 4861-7714 ANDAMIO 90 Paraná 660 Tel. 4373-5670 APACHETA ESTUDIO TEATRO Pasco 623 Teléfono 4941-5669 apachetasalaestudio. blogspot.com BECKETT TEATRO Guardia Vieja 3556 Tel. 4867- 5185 teatrobeckett.com BELISARIO CLUB DE CULTURA Av. Corrientes 1624. Tel: 4373-3465 facebook.com/ belisarioclub BUENAVIA TEATRO ESTUDIO Av. Córdoba 4773 4771-8901 buenaviaestudio. blogspot.com CELCIT Moreno 431. Tel. 4342-1026 celcit.org.ar CENTRO CULTURAL

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MATIENZO Pringles 1249 Tel: 156-610-1520. ccmatienzo.com.ar CLUB DEFENSORES DE BRAVARD Bravard 1178. Tel: 156-677-7050 Facebook: teatro. defensoresdebravard DEL ARTEFACTO Sarandí 760 Tel: 4308-3353 teatrodelartefacto. com.ar DEL BORDE ESPACIO TEATRAL Chile 630 Reservas: 4300-6201 delborde.com.ar EL BRIO Av. Álvarez Thomas 1582 Tel: 4551-6213 EL CAMARIN DE LAS MUSAS Mario Bravo 960. elcamarindelasmusas. com EL CRISOL Av. Scalabrini Ortiz 657 crisol.org.ar EL CUBO Zelaya 3053 Tel: 4963-2568 cuboabasto.com.ar EL ESPION

Dirección: Sarandí 766. Tel: 4943-6516 teatro-el-espion. com.ar EL EXCENTRICO DE LA 18º Lerma 420. Tel: 47726092. elexcentricodela18. com.ar EL EXTRANJERO Valentín Gómez 3378. Tel: 4862-7400 elextranjeroteatro. com EL FINO ESPACIO ESCENICO Paraná 673. Piso 1. Reservas 4372-2428 teatroelfino.com.ar EL KAFKA ESPACIO TEATRAL Lambaré 866 4862-5439 elkafkaespacioteatral. blogspot.com EL MÉTODO KAIRÓS El Salvador 4530. Tel: 4831-9663. elmetodokairos. com.ar EL PORTON DE SANCHEZ Sánchez de Bustamante 1034 Reservas: 4863-2848 portondesanchez. blogspot.com

ELEFANTE CLUB DE TEATRO Guardia vieja 4257. Reservas: 4821-2136 ESPACIO ABIERTO Carabelas 255 Tel: 4328-1903 roxanarandon.com.ar ESPACIO CALLEJON Humahuaca 3759. Tel: 4862-1167 espaciocallejon. blogspot.com ESPACIO CULTURAL PATA DE GANSO Zelaya 3122 Tel: 4862-0209. patadeganso.com.ar ESPACIO POLONIA Fitz Roy 1477 ESPACIO TOLE TOLE Pasteur 683, espaciotoletole.com. ar GUAPACHOZA Jean Jaurés 715 Tel: 6091-4890. HASTA TRILCE Maza 177 Tel: 48621758 hastatrilce.com.ar KORINTHIO TEATRO Mario Bravo 437 Tel: 2072-8803 korinthioteatro. blogspot.com LA CARPINTERIA Jean Jaures 858

Reservas: 4961-5092. lacarpinteriateatro. com.ar LA CASONA ILUMINADA Av. Corrientes 1979. Tel: 4953-4232 LA TERTULIA Gallo 826 Tel: 6327-0303 latertulia.on.to LA VIEJA GUARIDA Guarda Vieja 3777. Tel: 3535-1609 laviejaguarida.com.ar NO AVESTRUZ Humboldt 1857 4777-6956. noavestruz.com.ar ONÍRICO Fitz Roy 1846 Tel: 4776-5241. PATIO DE ACTORES Lerma 568. Tel: 47729732 SILENCIO DE NEGRAS Luis Sáenz Peña 663. Tel: 4381-1445. silenciodenegras. wordpress.com SPORTIVO TEATRAL Thames 1426. Palermo. Tel: 48333585. sportivoteatral.com.ar TEATRO TADRÓN Niceto Vega 4802. Tel: 4777-7976.

tadronteatro.com.ar TEATRO ANFITRION Venezuela 3340 4931-2124 anfitrionteatro.com.ar TEATRO DEL ABASTO Humahuaca 3549 Tel. 4865-0014 teatrodelabasto.com TEATRO DEL PUEBLO Av. Roque Sáenz Peña 943 Tel: 4326-3606 teatrodelpueblo.org.ar TEATRO DE LA FABULA Agüero 444 Tel 4862-6439 TEATRO EL POPULAR Chile 2076 Tel: 2051-8438 teatroelpopular.com. ar LA NAVE Lavalle 3636 Tel: 4867-4689 TEATRO PAYRO San Martín 766 Reservas: 4312-5922 teatropayro.com.ar TEATRO TIMBRE 4 Boedo 640 timbre 4/ México 3554 Tel: 4932-4395 timbre4.com VERA VERA Vera 108 Tel.: 4854-3655


ESTUDIAR PERCUSIÓN Fabian Tejada Director de Kamaruko Percusión

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