Nuria Murillo

Nuria Murillo Lara

En el archipiélago de Svalbard, Noruega, se encuentra el lugar habitado más septentrional del planeta, donde conviven 2000 personas junto a 3000 osos polares.

En estas latitudes, las temperaturas no superan los 5ºC, y pueden llegar hasta los -50 ºC. Durante varios meses al año el sol no llega a salir. Hay una noche oscura que dura meses, hasta la nueva llegada de la luz, el sol de medianoche. Y es ahí, en el solsticio de verano donde nos encontramos con tres únicos colores: Blanco, Negro y Azul.

Al observar este paisaje, llegamos a sentir que quizás el alma de Amundsen, explorador polar que acabó sus días allí, perdido pilotando un avión en una misión de rescate, haya logrado reunirse con Frankenstein, personaje literario que Mary Shelley hizo también desaparecer entre los hielos del Norte.

Tanto la fragilidad de este entorno y su fauna como la vida de estos dos personajes, uno real y otro imaginario pero ambos con historias increíbles, son los que me han inspirado para realizar esta serie de imágenes.

Todo es posible en las aguas del Ártico…