#47, Diciembre 2012 by Movimiento Schoenstatt de Monterrey

Publicación de la Rama Familiar de Schoenstatt en Monterrey, N.L., México / Año X No.47 Diciembre 2012

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. La familia hoy.reino .reino dede amor. pureza.. -

reino de amor..

LOS PRIMEROS AÑOS DE MI VIDA ¿COMO DEBE SER LA FAMILIA? EL ABUELO Y LAS VIVENCIAS FAMILIARES

EDITORIAL mensaje de los jefes de la rama de familias

"....Este día nos hemos levantado un poco tarde....Es fin de semana...¡ Qué rico! Podemos estar juntos en familia.... Papi hoy prepara el desayuno, a ver ahora qué se le ocurre, es un antojado!... Uno a uno bajamos todavía en pijamas... Huele delicioso...." Cada vez con menos frecuencia nos damos la oportunidad a que sucedan momentos como estos, que son los que marcan y dan vida a la familia, salir de la rutina, dar oportunidad para compartir y " compartirnos", dar lo que no tiene precio....nuestro tiempo. Procurarle a nuestros hijos experiencias de amor a través de hechos concretos, simples, y que siendo tan sencillos a veces pareciera que son los que más cuestan; como dedicarles tiempo para hablar, escuchar, jugar, reír o a veces hasta llorar juntos. Interesarnos por lo que les entusiasma, lo que les preocupa, y en ocasiones detenernos para escuchar lo que con actitudes nos dicen aún sin hablar. La familia es el primer ambiente vital que encontramos y las experiencias que ahí adquirimos son decisivas para siempre. Nosotros como padres de familia tenemos la gran responsabilidad y la dicha de formar a nuestros hijos en la afectividad, pues es lo que los va a ayudar a desarrollar su capacidad de amar, formando vínculos capaces de enfrentar las dificultades que se presenten y cuando sea necesario les marquen, como en una pista de aterrizaje, el regreso a casa. La familia hoy se enfrenta a grandes retos, sin duda uno de ellos es el avance de la tecnología, la cual nos da la oportunidad de acercarnos a personas queridas que están lejos y que gracias a esto nos sentimos muy "cerca", nos facilita el trabajo, las tareas de los hijos, nos llena de conocimientos en un abrir y cerrar de ojos. Esto que nos ha traído grandes beneficios pero mal empleado nos hace estar tan "lejos" de los más próximos: ¡nuestra propia familia!. Cada vez es más común ver a familias reunidas "compartiendo" pero cada uno con alguien o algo fuera de ahí... Cada uno "conectado" a su música, amigos, intereses y lo peor es que a veces nosotros mismos los padres somos parte de eso; seguimos conectados en la oficina, compromisos, distracciones, etc. y desaprovechamos esos momentos de diálogo y convivencia, casi sin darnos cuenta el hogar se convierte en muchos casos, poco a poco en una pensión donde un grupo de personas comen y duermen juntas, un lugar donde se ha perdido la comunidad de corazones, donde no se dialoga para saber qué siente y anhela el otro, sino tan solo para ponerse de acuerdo en lo mínimo indispensable y así cada uno vive en la más completa soledad interior, extraños viviendo juntos. Como padres, estamos llamados a luchar contra corriente, a rescatar y defender los valores de la familia, que en ella encuentren nuestros hijos el lugar donde se sientan amados, respetados y aceptados tal y como son, cada uno con sus diferencias. Estamos llamados a construir hoy, en medio del presente, las esperanzas del mañana.

MOVIMIENTO APOSTÓLICO DE SCHOENSTATT José Benítez No. 2625, Col. Obispado, C.P. 64060 Monterrey, N. L., México.

CONTACTO

Revista ALIANZA revista.alianza@schoenstattmty.org

RAMA DE FAMILIAS

Ramón y Gloria Sepúlveda

CONSEJO EDITORIAL

Sara Esthela T. de Treviño Iliana Ch. de Chapa Gabriela De la Gza. de Rubio Ligie F. de Barragán Mónica G. de Morales Nora P. de Villarreal Ma. Esther A. de Velázquez Gloria A. de Sepúlveda

ASESOR

Padre Gonzalo Castro

EDICIÓN Y REDACCIÓN Mireya E. de Treviño

ASESORÍA EN FORMATO Olga Lomelín

DISEÑO

Judith Ávila Robinson

FOTOGRAFÍA PORTADA

Fragmento del Cosmovitral Jardín Botánico de Toluca

IMPRESIÓN

Litográﬁca Matamoros

PUBLICIDAD revista.alianza@schoenstatt-mty.org

DISTRIBUCIÓN GRATUITA

Con un tiraje de mil ejemplares.

"¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!" (Juan Pablo II, FC, 86)

Ramón y Gloria Sepúlveda

PALABRAS DEL ASESOR

Hace algunas semanas apareció en algunos periódicos del mundo (no en muchos, lamentablemente) la historia, contada por ellos mismos, de un joven matrimonio que, en el comienzo del embarazo les dijeron que su hijo tenía una rara enfermedad. No viviría m ás de algun as ho ras s i e s q ue nacía vivo. Que debían interrumpir el embarazo. Sí, así les dijeron, “interrumpir el embarazo”. Ellos cuentan cómo decidieron vivir el embarazo, llenos de gestos de amor para el hijo que esperaban, signo de su propio amor como esposos. Lo sintieron moverse, dar señales de vida y mas fuertes cuando vivían fuertes emociones. Lo llevaron a juegos de niños, a paseos, vivieron conscientemente con él durante esos meses. Finalmente, cuando nació, lo recibieron con amor, lo abrazaron, besaron, se sacaron fotografías con él, subieron las fotos a facebook. Eran una familia. Algunas horas después,

Ser familia es vivir, amar, entregarse con alegría y esperanza, dar vida. En esta vida pasamos y, como dice San Juan de la Cruz, seremos juzgados ﬁnalmente por el amor. En eso consiste nuestra vida; ser familia, amar con generosidad, amar al otro como es y no como yo quiero que sea, entregarme con alegría.

El abuelo y las vivencias familiares

Encontramos a nuestro alrededor familias felices, bien equilibradas, desenvolviéndose en un clima de amor y cariño, desarrollándose con seguridad y confianza donde los hijos son el fruto del amor de sus padres y ese amor les deja una marca imborrable para toda la vida. Familias que son testimonio y fermento de vida cristiana en su entorno, en la medida que los esposos viven las exigencias de su vocación matrimonial y transmiten su entusiasmo por el matrimonio y la familia. Todos deseamos haber nacido en una familia con estas características, pero si no la tuvimos, nosotros podemos esforzarnos en formarla para nuestro bien y el de nuestros seres queridos, ya que el desarrollo físico, intelectual, espiritual y moral de las personas se logra en la familia, pues es ahí en donde encontramos el ambiente propicio para desarrollarnos y realizarnos plenamente. No podemos negar que también existen las familias que están en crisis, tal vez desestructuradas, divididas, desintegradas, desorientadas. Nuestra sociedad necesita hoy familias unidas, generosas, alegres y con metas y objetivos bien definidos que sean capaces de defender los valores, la unión y las costumbres familiares. El desafío de formar una familia que cumpla con esta finalidad es cada día más difícil, aún

Con el apoyo de mi familia

Reﬂexión P. Heinrich Walter

cuando él muere, lloraron abrazados y lo entregaron a Dios. Antes lo bautizaron, con la conciencia viva que era un hijo de Dios y que regresaba donde Él. Quedaron felices y en paz; felices de haber recibido con amor el regalo del hijo, de haberlo cobijado. Ya eran una familia y lo seguirían siendo por toda la eternidad.

EDITORIAL

Los primeros años de mi vida

La familia hoy

cuando los cónyuges compartan la misma fe e ideales, ya que actualmente el medio ambiente es muy hostil y adverso. Para los que se desarrollaron en una familia llena de amor es fácil transmitirlo a sus hijos, pero para los que en su familia original carecieron de amor es un gran reto vivir e inundar de amor la familia que forman con la persona amada. Yo imagino a la familia en una balsa sobre el mar. Todos los miembros apoyándose mutuamente y remando hacia la misma dirección para poder llegar a donde se han propuesto; pero si se hace un agujero en la barca, se hunde con todos sus tripulantes, a menos de que entre todos se esfuercen y tapen el oriﬁcio y continúen remando para seguir su camino. Si a alguien de la familia le va bien o le va mal, repercute en todos, pues van en la misma barca y no pueden evitarlo, esa barca viene siendo lo que solamente ellos comparten o tienen en común, como los lazos familiares que sólo los que pertenecen a esa familia los tienen.

Sara Esthela de Treviño

Les agradezco que todos los comentarios, sugerencias, observaciones los hagan llegar a: revista.alianza@schoenstatt-mty.org

donde les daremos seguimiento.

Testimonios actuales de algunas familias de nuestra localidad, entrevistas, interesantes artículos que aparecen en esta edición nos ampliarán la visión de la Familia Hoy.

¿Cómo debe ser la familia?

Reﬂexión S.S. Benedicto XVI

José María y Carmen Corominas

Para reﬂexionar

P. HEINRICH WALTER

Intervención del P. Heinrich Walter Superior General de los Padres de Shoenstatt, Sínodo de los Obispos 2012 Sábado 13, Octubre 2012.

P. Heinrich Walter

Si pensamos a largo plazo, entonces la iglesia en el mundo occidental no tiene futuro sin una renovación de la familia. Quienes tienen hijos tienen futuro. Los padres con muchos hijos resultan en las estadísticas como las personas más felices de la sociedad. El matrimonio y la familia deben ser reconocidos hoy como una vocación. Es aquí donde se produce la evangelización. Los creyentes siguen el camino del seguimiento de Cristo, yendo contracorriente respecto a la sociedad. Por este motivo necesitan recibir todo el apoyo posible en la preparación al matrimonio. El Sacramento del Matrimonio es muy valioso. El fracaso del matrimonio muchas veces tiene unas consecuencias trágicas. Debemos preguntarnos de manera más clara cuáles son las condiciones en las que se realiza el Sacramento del Matrimonio. Aquí es necesario hacer una correcta distinción por el bien de la familia. La familia sigue siendo la base para el aprendizaje de la fe. La familia entiende su casa como casa de Dios.

Los hijos recorren con los padres un largo camino en el aprendizaje de la fe. La vitalidad de una comunidad está unida a estos hogares cristianos. Las familias no son sólo un lugar privilegiado de evangelización, sino que, en cuanto laicas, también son agentes de la evangelización. En Sudamérica he conocido el proyecto de las misiones familiares. Algunas familias se reúnen y, durante las vacaciones, se van una semana a una comunidad. Aquí viven en unas condiciones muy sencillas y, como familia, van de casa en casa para dar testimonio de su fe. Así se evangelizan pueblos y barrios de ciudades. Es un signo de esperanza ver a estas familias que testimonian en público su vocación.

CON EL APOYO DE MI FAMILIA

El año pasado tuve la oportunidad de ir a Estados Unidos por un año a trabajar de Au Pair (nani). Cuando les dije mis planes a mis papás no estaban de acuerdo en dejarme ir, fué difícil, pero poco a poco se fueron convenciendo y se tornó en una muy bonita experiencia para todos. La familia americana, con la que compartí esta experiencia es de origen judío. Gady nació en Israel y Elana en los Estados Unidos, ambos son médicos, él ortodoncista y ella dermatóloga, tienen 2 hijos Alexa y Jordán. Aún y cuando sus creencias religiosas y culturales son muy distintas a las mías, siempre me respetaron. Tuve la oportunidad de vivir con ellos la festividad de Hannuka, tal y como ellos la viven por tradición, fué una bonita experiencia. Después de esto al igual como yo viví esta experiencia, ellos celebraron conmigo la Navidad, invitándome a una cena navideña.

Gracias a la tecnología siempre estuve en comunicación con mi familia, la valoré, valoré a mis amistades, me volví más responsable y madura; pero sobre todo crecí como persona. Me encantó vivir en Estados Unidos tuve muchas experiencias inolvidables como por ejemplo ver nevar, ir a esquiar, viajar por Estados Unidos. Le agradezco a Dios por esta oportunidad tan grande que me dio y también a mi familia que me apoyó en todo momento.

Al principio no fue fácil, todo era nuevo para mí, pero recibí mucho apoyo de ellos y eso me ayudó a sobrellevar las diﬁcultades como el estar fuera de mi casa y pasar todo el tiempo con los niños. Les gustaba mucho convivir en familia, pero como una típica familia americana, todo era comprado, a Elana no le gustaba cocinar. Todos los ﬁnes de semana comíamos fuera de casa y en las mañanas no podían vivir sin un café. Siempre estuvieron al pendiente de mí, me trataban como una hija, incluso cuando viajábamos, yo era parte de su familia. Nos tomamos mucho cariño y el momento de la separación fue más difícil de lo que yo suponía. Seguimos en contacto por medio de Skype y correos electrónicos. Ellos me dicen que puedo volver cuando quiera y por supuesto que sé que tengo una familia más con quien contar. Espero pronto poder volver.

LOS PRIMEROS AÑOS DE MI VIDA

Hablar de familia es hablar de amor, es hablar de construir lazos perdurables que, como el trigo, la miel y la leche, nutren y nos permiten vivir. Cuando mi marido y yo nos casamos, deseábamos formar una familia. Ese fué nuestro proyecto de vida. Nuestros hijos y nuestra hija son, y han sido siempre, motivo de unión y esperanza. Cuando mis hijos estuvieron pequeños, cada evidencia de su desarrollo y de su crecimiento era para mí motivo de alegría, pero pronto me di cuenta que al paso que llevaban, un día dejarían el hogar, como en su momento, lo hice yo. Entonces decidí que quería conservar esas evidencias, que esos detalles harían que yo atesorara un trocito de sus infancias, que de ese modo yo podría, además, saber si lo que ellos iban logrando era lo que queríamos: hijos buenos, hijos nobles, hijos con una moral alta, trabajadores y productivos.

El mayor de mis hijos comenta: El libro “Los Primeros Años de mi Vida” fué el primero de los cuatro - no me lo esperaba - ni me lo imaginaba... Tengo mucha emoción y sentimiento de recordar esos momentos, la entrega fue en una cena por mi graduación, mis papás, mis hermanos y abuelitos, estaban presentes, nunca había escuchado hablar tanto a Tito (mi abuelo paterno) en público como esa vez. El libro lo tengo aquí en la sala, lo veo al menos una vez al mes, lo ven mis hijos y salen de ahí muchas historias... Otro de mis hijos expresa lo siguiente: El libro “Los Primeros Años de mi Vida” que me preparó mi mamá es una compilación desde mi nacimiento hasta mi graduación como abogado, con fotos, documentos, tareas, cartas a santa claus donde pedía el toys’r’us entero, los retratos de personajes históricos en libros de la primaria ultrajados por mi pluma con cuernos y bigotes, entre otras cosas. El libro es un recordatorio permanente de los mejores recuerdos con mi familia y amigos, los cuales sin lugar a dudas guardan un lugar privilegiado en mi mente, pero que por circunstancias de la vida profesional u otras cuestiones, es común que estos recuerdos sean relegados a un cajón viejo de nuestra mente y temporalmente reemplazados por preocupaciones, pendientes etcétera. Es aquí donde el libro toma un gran valor, ya que es un recuerdo físico y material

que con una simple hojeada, nos hace revivir esos gratos recuerdos y emociones. El libro es un puente emocional directo e instantáneo a ese cajón, a esos recuerdos.

Dar un buen ejemplo es bueno, dejar huella en nuestros hijos, ﬁrme y sólida, en papel, un día servirá para anclar todas nuestras emociones y nuestras vivencias, y proyectarnos al futuro.

El segundo de mis hijos opina que tradicionalmente se ha definido a la familia como el grupo de personas formado por una pareja y sus hijos en caso de que hubiese, en una misma residencia. Recibir el libro de mis primeros años me enseñó en aquel momento y me sigue recordando hoy que una verdadera familia es algo mucho más profundo que eso. Estoy seguro que para cada uno de nosotros tiene un significado diferente, pero seguramente buscando el mismo fin: ser felices, como dice mi papá incansablemente "estamos aquí para ser felices". En mi caso fué y sigue siendo un lugar donde con disciplina y amor se nos ha dado la libertad de ser auténticos y es ahí donde está el secreto de la verdadera y plena convivencia. El sentirte no solamente libre de actuar, sino también con un fuerte respaldo, ha creado un ambiente donde cada uno de mis hermanos nos hemos desarrollado como seres humanos muy diferentes, pero al mismo tiempo muy respetuosos de nuestras diferencias.

Cuando yo estaba en el colegio me decían: los escritos son maniﬁestos, las palabras… se las lleva el viento. Eso lo aprendí muy pronto y por eso preﬁero escribir y dejar patente lo que siento.

Este libro no se trata de los primeros años de mi vida, sino de los primeros años de la vida de mi familia, pues no solamente se ve mi paso por el kinder y la primaria, sino es mi paso por esas etapas con mi

Así fuí juntando poco a poquito tantos trozos que hablan de cada uno de ellos, acariciaba sus primeras letras, besaba sus fotografías, me enorgullecía de sus logros, gozaba cada etapa de su vida. Cuando llegó el momento ineludible, cuando el primero de mis hijos se graduó, me dije, ahora voy a hacer un libro con todo lo que fuí guardando, para que él tenga también el testimonio de cómo fuimos forjando con tanto esfuerzo a ese gran profesionista, a esa gran persona que es ahora, para que vea lo que para mí ha signiﬁcado ser su madre.

Tres de mis hijos nos comparten lo que para ellos signiﬁcó recibir el libro:

hermano mayor como modelo y aunque, algunas veces, con pocas ganas, siempre a mi lado. Es también ver como fui creciendo con mi hermano menor que, a menos de que fuera estrictamente obligatorio estar en lugares separados como en el salón de clases, aparecemos juntos en todos los demás lugares, en ocasiones vestidos iguales en contra de mi voluntad. Es ver como las fotos se equivocan al mostrar que mi hermana fue creciendo y ya no es una pequeña, pues para mí siempre será mi hermanita y la responsabilidad de protegerla la sigo sintiendo hoy como la sentí en cualquiera de los momentos plasmados en este libro. Y en este momento me queda más claro que también fueron los primeros años de mis papás como papás y aunque nunca fue evidente, ellos también fueron creciendo y aprendiendo en el camino. Me parece increíble que yo algún día fui para ellos, lo que mi pequeña nena es para mí. Volver a ver como vivieron conmigo cada etapa, las buenas y las no tan buenas, me ha hecho apreciar algo que en aquel momento no pude apreciar, que el amor de los padres es inmenso y realmente incondicional. Dicen que uno no escoge a su familia, yo estoy enormemente agradecido de haber tenido la familia que tengo y me siento muy afortunado al decir que, de haber tenido la opción los hubiera escogido a todos y cada uno de ellos un millón de veces.

EL ABUELO Y LAS VIVENCIAS FAMILIARES

El abuelo se muere. Rectifico porque me regañan: está muy enfermo, en el hospital. Su esposa, curiosamente se trata de mi abuela, me pide a mi, su nieto, que hable con algunos parientes para que le escriban algo. Que sean relatos relacionados con vivencias familiares. Seguramente me lo pide a mí porque soy periodista, o porque algún día le dije que quería ser escritor. Dejé pasar los días porque estaba cansado, o porque me preocupaba por mi precaria situación financiera, lo que me hacía dependiente de la abuela. Ella quería extender esa dependencia a otros aspectos de mi vida. Todo esto se agravó cuando esta mañana me despierta el teléfono: es la abuela que deja muy en claro que su aportación a mi sustento está relacionado directamente a que le lleve al abuelo lo que ella me exige. Me repite, “te lo he pedido muchas veces”. Bueno pues, ante esta circunstancia me puse en campaña y aquí me tienen. Llamo a las primas con las que me veo más. Recojo algunas frases que transcribo: “De mi familia aprendí y sigo aprendiendo que cuando los cimientos son sólidos, firmes y llenos de amor, ni el huracán más fuerte puede separarnos. Aprendí que no hay nada más importante en la vida que el amor hacia los padres y hermanos; que cuando uno sufre, todos los demás sufrimos; que la alegría de uno es la alegría de todos. Aprendí que no hay adicción alguna que pueda ganarle al amor de los hijos, del cónyuge. Aprendí que los errores se cobran caro, pero que también los aciertos se pagan a muy buen precio. Aprendía que uno no escoge a su familia pero sí puedes hacer de ella una verdadera familia”. Reconozco que me emocioné al leer lo que escribió Vero, mi prima favorita. Claro, mi abuela quería más. Sigamos. Dice Clau: “Aprendí de mi familia que no es el dinero lo más importante, ya que éste va y viene. Que lo más importante es la unión familiar, el apoyarse siempre, el juntos superar toda adversidad. Que la familia es el apoyo necesario, siempre”. La verdad es que esto lo repiten 3 de las primas. Son sinceras; ellas lo han vivido así, toda su vida. Debe entonces ser cierto. O al menos es lo que me parece. “De mi familia lo central han sido los abuelos; siempre nos acogieron, nos llevaban al rancho, siempre había mucha gente, comida, olores, sonidos…, vida. Fueron y son esenciales en nuestra vida e historia”. Quise poner este testimonio de mi otra prima Claudia, ya que aparecen los abuelos en los tiempos de nuestra infancia y adolescencia. Nos dejaron huellas imborrables.

Otra de las primas, que fué muy especial para todos nosotros dice, textualmente (o casi): “Lo que nos enseñaron en casa fue la importancia de perseverar en todo, del esfuerzo, la dedicación, la preocupación por los demás, por las obligaciones y por todo”. Seguí mi recorrido por la familia y me encontré con que todos, primos y primas decían lo mismo: la familia consiste en el amor mutuo, el apoyo, en permanecer unidos en la vida, siempre…Que los padres son formadores, para bien y para mal, dependiendo de las opciones que ellos mismos hayan tomado. Que en la vida, cuando vienen las tormentas, separaciones, enfermedades o incluso muerte, uno recurre a los valores, vivencias, verdades y experiencias con las que se sustentan las propias decisiones. Que la familia permanece y que si no es así, es una desgracia. Que lo que nos dejan son sus propias vidas, sus propias opciones, sus amores hecho vida y realidad. Otros decían que la austeridad les ha ayudado a valorar el esfuerzo y el trabajo, que las enfermedades los han acercado más a Dios, a conﬁar en Él y a valorar la vida, la familia; lo que son y tienen. Algo que me llamó la atención de lo que dicen todos, ellas y ellos en realidad, es que han aprendido que la unión de los abuelos hizo que sus hijos aprendieran a compartir, a ser solidarios unos con otros, a valorar el esfuerzo, el compartir, el superar adversidades. No sé si es esto lo que la abuela quería, o si se lo va a mostrar al abuelo. Espero que sí, porque esto es lo que él nos ha dejado a nosotros, como herencia familiar. Gracias inﬁnitas a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros hermanos. Quizás no le cobre a la abuela por haberme permitido realizar este recorrido por nuestra familia. Eso sí, me gustaría sugerirles a ustedes, mis lectores, que hagan lo mismo; que se dejen tiempo para mirar a sus familias, preguntarse qué les dejaron ellos a Uds. como herencia de vida, no material, sino de vida simplemente; de enseñanza, de sabiduría para vivir bien la vida. Esta vida que Dios pone en nuestras manos.

Gerardo Cellerino Cordes

LA FAMILIA HOY

Han cambiado los retos a los que como individuos integrantes de una familia nos enfrentamos

Hablar de familia hoy, es todo un reto, pues actualmente deﬁnir a la familia se ha tornado un poco complicado. Estamos inmersos en una confusión, pensando que la estructura y los valores que rodearon a las familias en el pasado han cambiado, sin darnos cuenta que no es así, sino que nos hemos dado a la tarea de despojarnos de ellos, para llevar una vida más “cómoda”. Han cambiado los retos a los que como individuos integrantes de una familia nos enfrentamos; pero los valores de unión familiar, honestidad, justicia, respeto, responsabilidad, lealtad etcétera, con que debemos enfrentarnos a esos retos, son los mismos de hace 10, 15, 20 ó 30 años. Los papás no hemos dejado de ser los primeros educadores que imprimimos en nuestros hijos el sentido que le damos a nuestra vida, que servimos de modelo de comportamiento, de devoción y de convicción, dándoles con nuestro ejemplo los recursos que nuestros hijos tendrán a la mano para enfrentar lo que Dios les depare en su vida. Los hijos no hemos dejado de buscar en la familia el refugio necesario para encontrar las fuerzas y la guía para descubrir y seguir nuestro camino. ¿Quién de nosotros no añora de repente volver a los recuerdos de nuestra infancia y/o nuestra juventud?, ¿Cuántos de nosotros replicamos esos recuerdos en nuestras propias familias? , atesoramos los momentos compartidos en familia en un ambiente cálido, armonioso. La Familia nos imprime una propia dignidad que nos hace ser, como hijos de Dios, únicos e irrepetibles, amados tal y como somos. Esta clase de amor nos permite darle al mundo una entrega absoluta, por amor; porque somos y nos sentimos amados, podemos amar.

Es así como nos alejamos del colectivismo en donde todos somos iguales, en donde lo importante es tener y poseer. El colectivismo, nos impide llegar a la plenitud del alma, nos impide entregar amor, ya que no tenemos amor en nosotros mismos para dar a los demás. El hombre moderno está perdiendo su capacidad de amar y por ende su condición de persona. El mal no le viene al hombre desde afuera, sino desde adentro, del propio corazón. El pecado no es sino la falta de amor, la inconsciencia de lo que podemos provocar al otro. Esto que sucede en nuestra sociedad actual no es más que un indicador de las carencias que se viven dentro de las familias, es necesario combatir de raíz todo aquello que nos asecha.

Es necesario combatir de raíz todo lo que nos asecha.

Es en la familia en donde debemos de poner el termómetro de la sociedad, en donde debemos de empezar a medir qué clase de personas se están formando, ya que estas personas son quienes construirán el mundo del mañana. Todas las veces que nos hemos cuestionado qué mundo queremos para nuestros hijos, tomamos la postura equivocada, pues en la realidad deberíamos de reﬂexionar que personas estamos dejándole a este mundo. La sociedad depende de la familia, ya que dentro de ella es en donde se crean los vínculos de amor, lo que nos debe de unir dentro de la familia viene de adentro del corazón, somos aceptados en ella por el simple hecho de ser lo que somos, hijo, padre, madre, no hay que demostrar nada mas, es un vínculo afectivo. Esta situación solo sucede en este grupo social. En cualquier otro grupo social los vínculos que se crean son funcionales, es decir en virtud de, mi capacidad de apreciar lo mismo que tu como es el caso de las

La sociedad depende de la familia, ya que dentro de ella es en donde se crean los vínculos de amor

artes, de tener la misma habilidad como es el caso de los deportes, de perseguir los mismos intereses como en el caso de la política. En teoría, estos vínculos virtuales deberían estar inﬂuenciados por el amor, para no perder de vista que todas aquellas personas con las que nos relacionamos a través de estos vínculos tienen una dignidad intrínseca, merecen ser respetados y considerados. Igualmente puede sucedernos que el vínculo que se genere en la familia en lugar de ser afectivo, sea funcional. Entonces existimos como familia en virtud de lo que podemos aportarle a la misma y no solo por el simple hecho del ser. Y la familia se convierte en una especie de pensión en donde un grupo de personas comen y duermen juntas pero no se sientan a preocuparse por los sentimientos y las necesidades del otro. Dejamos de sentirnos amados

solamente por nosotros mismos y esto nos vacía, pues es en la familia en donde llenamos el tanque del amor que necesitamos para repartir afuera y no quedarnos vacíos. Si queremos una sociedad humanamente sana, tenemos de manera imperativa que hacer un esfuerzo por formar familias sanas, familias enfocadas en el amor y en la preservación de los valores universales que se aprenden desde el seno familiar; puesto que de ellas deben de emanar los hombres que puedan tener una gran capacidad de amor personal que les permita irradiar una fuerza personalizadora a los ámbitos más funcionales de su vida, su trabajo, la economía, la política.

Si queremos una sociedad humanamente sana, tenemos de manera imperativa que hacer un esfuerzo por formar familias sanas

Equipo Editorial

La familia hoy.. 13

´ ¿COMO DEBE SER LA FAMILIA? Extracto tomado del libro del P. José Kentenich “La Obra de las Familias en el Corazón de Schoenstatt” La familia es un reino de pureza

P. José Kentenich

La familia es un reino de amor

El amor debe ser un amor que ampare, que tenga fuerza cobijadora.

Nuestra familia debe llegar a ser un reflejo de la gloria de Dios, de la Santísima Trinidad. Nosotros, hombres de hoy, tenemos que acostumbrarnos a que la mesa familiar no es una mesa de placeres. No me caso para disfrutar, sino para hacer sacrificios. ¡Hacer sacrificios! El matrimonio es y seguirá siendo una comunidad de sacrificios. ¿Qué amor es éste, que nos une y reúne? El amor debe ser un amor que ampare, que tenga fuerza cobijadora. El amor es y dice: “Yo en ti y tú en mí y ambos el uno en el otro”. El verdadero amor no es estar simplemente el uno junto al otro sino estar el uno en el otro en mutua felicidad y cobijamiento. Obsérvenlo en la vida práctica. Necesitamos tener un hogar en el corazón de un hombre noble. Así quiere Dios que sean las familias. ¿Quién forma y modela el amor de esta manera? Nosotros nos amamos como Dios se ama a Sí mismo en el seno de la Sma. Trinidad.

Teniendo en cuenta la naturaleza del ser humano, no debemos aspirar al amor cobijador y enaltecedor sin estar a la vez dispuestos a ofrecer un amor que sostenga y sobrelleve. El tiempo de noviazgo suele ser hermoso. Por lo común en él se ama a una idea que se ve encarnada en el otro. Recién más tarde se manifiesta lo que es el amor real, cuando la esposa conoce al esposo y el esposo a la esposa; cuando ambos se conocen mutuamente con todas sus debilidades y miserias. Allí el amor comienza a convertirse en un verdadero amor al tú. Sin un mutuo sostenerse y sobrellevarse por parte de los esposos, a la larga, no será posible cultivar un amor verdadero y auténtico. No creamos que porque hemos establecido un vínculo de amor hemos sido librados de todas nuestras miserias. En muchos casos no queda más remedio que sobrellevarse mutuamente. La actitud de sostenerse y sobrellevarse fomenta el respeto mutuo. Cuantos más sacrificios ofrezcamos el uno por el otro, tanto más felices seremos. La esposa no debe preguntarse: “¿Cuánta alegría me ha procurado mi esposo?” sino más bien: ¿Cuántos sacrificios he hecho para que mi esposo sea feliz?” Quien busque la felicidad con actitud calculadora, acabará en el egoísmo. Jesús decía que quien quiera ganar su vida, la perderá (Mt 16, 25). Si pretendo conservar algo para mí, me perderé, pero si me entrego íntegramente, recibiré al “tú”.

Hemos fundado nuestras familias para que sean un reino de pureza, alegría, libertad, verdad, valentía y victoriosidad. ¿Quién logrará que ellas alcancen esta meta? Si decimos que sólo nosotros somos los responsables de ello, nos desalentaremos y dejaremos caer los brazos. Es la Sma. Virgen quien lo hará, por eso queremos darle un lugar de honor en nuestra familia. Desde allí, Ella formará y modelará; formará padres y madres auténticos.

Sentido de las crisis y necesidades

La actitud de sostenerse y sobrellevarse fomenta el respeto mutuo.

Las necesidades y crisis ocupan su lugar en el plan de salvación divino.

¡Qué difícil es modelar padres y madres católicos! Pienso en la terrible crisis de hoy, en todas las diﬁcultades económicas y en el gran peligro que corremos de perecer en ellas. Dios ha tenido en cuenta las crisis económicas y las utiliza para atraernos más fuertemente hacia sí. Una conﬁanza heroica es un medio de vida de primera categoría. Se quiere crear un mundo sin necesidades; pero siempre las habrá. ¿Qué quiere Dios con ellas? Las necesidades y crisis ocupan su lugar en el plan de salvación divino. A través de ellas, Dios quiere llamarnos la atención sobre sí. No debemos preocuparnos con angustia por esas necesidades. Ellas nos ayudan a comprender que todo lo exterior es pasajero y transitorio. La fuerza del amor del hombre es limitada y Dios quiere captarla llamándonos la atención sobre sí mismo.

de que más allá de todo acontecer se esconde un designio divino. Hace falta heroísmo para seguir siendo honestos, para no robar, no mentir ni hacer cosas por el estilo. No ir en contra de nuestra conciencia…ahí comienza el heroísmo. Obrar según la conciencia, he ahí un heroísmo de primera clase, un verdadero espíritu de confesores de la fe.

Hace falta heroísmo para seguir siendo honestos, para no robar, no mentir ni hacer cosas por el estilo.

Nuestra misión y la misión de María María transforma nuestra familia, para que sea cada vez más una imagen de la Sagrada Familia y del Dios Trino. Ella nos envía al mundo. ¿Cuál es nuestra misión? Procurar que la mayor cantidad posible de células germinales de nuestro pueblo recobren su salud y se reforme la familia. Lo más importante que podemos hacer para renovar el mundo es concentrarnos en la reforma de nuestras familias.

Dios permite la necesidad para demostrarle al hombre que si El no interviene, esas necesidades no se pueden asumir ni solucionar. En nuestros días hace falta mucho heroísmo para tener la fe de que Dios está detrás de todo,

S.S.BENEDICTO XVI LA FAMILIA DE NAZARET, “PROTOTIPO” DE CADA FAMILIA CRISTIANA

¡Queridos hermanos y hermanas! En este último domingo del año celebramos la ﬁesta de la Sagrada Familia de Nazaret. Con alegría dirijo un saludo a todas las familias del mundo, deseándoles la paz y el amor que Jesús nos ha dado, viniendo entre nosotros en Navidad. En el Evangelio no hallamos discursos sobre la familia, sino un acontecimiento que vale más que cualquier palabra: Dios quiso nacer y crecer en una familia humana. De esta manera la ha consagrado como camino primero y ordinario de su encuentro con la humanidad. En la vida que pasó en Nazaret, Jesús honró a la Virgen María y al justo José, permaneciendo sometido a la autoridad de ellos durante todo el tiempo de su infancia y adolescencia (Lc 2,51-52). De tal forma puso en evidencia el valor primario de la familia en la educación de la persona. Por María y José, Jesús fue introducido en la comunidad religiosa, frecuentando la sinagoga de Nazaret. Con ellos aprendió a realizar la peregrinación a Jerusalén, como relata el pasaje del Evangelio que la liturgia del día propone para nuestra meditación. Cuando cumplió doce años, se quedó en el Templo, y sus padres necesitaron tres días para encontrarle. Con aquel gesto, les dio a entender que Él se debía “ocupar de las cosas de su Padre”, esto es, de la misión que le había conﬁado Dios (Lc 2,41-52).

Este episodio evangélico revela la más auténtica y profunda vocación de la familia: la de acompañar a cada uno de sus miembros en el camino del descubrimiento de Dios y del proyecto que Él ha dispuesto para ellos. María y José educaron a Jesús ante todo con su ejemplo. En sus Padres, Él conoció toda la belleza de la fe, del amor por Dios y por su Ley, así como las exigencias de la justicia, que halla pleno cumplimiento en el amor (Rm 13,10). De ellos aprendió que en primer lugar hay que hacer la voluntad de Dios, y que el vínculo espiritual vale más que el de la sangre. La Sagrada Familia de Nazaret es verdaderamente el “prototipo” de cada familia cristiana que, unida en el Sacramento del matrimonio y alimentada de la Palabra y de la Eucaristía, está llamada a llevar a cabo la estupenda vocación y misión de ser célula viva no sólo de la sociedad, sino de la Iglesia, signo e instrumento de unidad para todo el género humano. Invoquemos ahora juntos la protección de María Santísima y de San José para cada familia, especialmente para aquellas en diﬁcultad. Que las sostengan para que sepan resistir a los impulsos disgregadores de cierta cultura contemporánea que mina las bases mismas de la institución familiar. Que ayuden a las familias cristianas a ser, en toda parte del mundo, imagen viva del amor de Dios.

Ciudad del Vaticano, 1 de Enero 2007 Intervención de S.S. Benedicto XVI al rezar el Ángelus

ENTREVISTA A JOSE ´ MARIA ´ Y CARMEN COROMINAS Presidente y Directora General del Instituto Europeo de Estudios de la Educación, institución sin ﬁnes de lucro cuyo objetivo es ayudar a los padres a educar a sus hijos en una libertad responsable basada en la integridad de la persona.

¿Cuáles son las dificultades de las familias hoy? Carmen: para mí, es la falta de tiempo, pues ahora es común que ambos padres trabajen fuera de casa y llegan cansados, por lo que tienen que aprender a utilizarlo de una manera más efectiva, acomodándose a su realidad familiar. Los hijos necesitan tiempo de papá y mamá, no solo calidad, eso es una equivocación. Necesitan calidad y tiempo. Además, los padres acuden mucho a la televisión para que los chicos estén tranquilos, les resulta cómodo, pero es un error. Cuando es mal utilizada, la televisión es dañina pues mantiene a los niños muy quietos, lo que hace que se queden con toda la energía que deben desfogar. José María: en mi opinión, una dificultad actual es que las familias se encuentran más aisladas. Antes las familias eran más grandes y más cercanas. La abuela, el tío, el sobrino, todos ayudaban a educar. Creo que las grandes ciudades han aislado a las familias y además, ahora son más pequeñas. Los abuelos eran una figura esencial en la transmisión de valores a los niños, pero ahora no conviven tanto con ellos, entonces se pierde esa sabiduría. ¿Cuáles son los retos para las familias cristianas de nuestros días? Carmen: un reto en las familias es proponerse que en sus casas, en sus familias, se note la presencia de Dios. Yo les pregunto a muchos papás que son católicos y creyentes qué cuántas veces al día mencionan a Dios. Se ha perdido la costumbre de decirle a los hijos: “me acordaré de pedir por ti”. O decirles: “pídeselo al Espíritu Santo”, o “vamos a darle un beso a la Virgen”. Que desde muy pequeños los hijos vivan el amor a Dios. Que lo vivan, que lo palpen. Todos los padres de familia quieren tener hijos buenos, personas de bien, que sean rectos, que practiquen los valores universales. ¿Cómo abordar a estas familias que quieren educar a sus hijos pero en un ambiente laico? José María: Si te apoyas en las creencias de una persona, simplemente con que tenga el concepto de Dios, le da solvencia y solidez a las leyes sobre el bien y el mal, a la justicia. Entonces, si tú tienes el concepto de Dios, pones en perspectiva las cosas que haces, le ves sentido o no. Por ejemplo, si le planteas el tema de la sexualidad a un joven que no cree, el único instrumento que tiene es el miedo, el temor, la enfer-

medad, lo desagradable. Pero si tú lo pones en un contexto de Dios, entonces es la esperanza, la colaboración, el contar contigo, el hacer algo más, el ver más allá de lo tuyo. Los padres son fundamentales, son la primera catequesis para los hijos. No pueden dar lo que no tienen, necesitan formación constante. Carmen: yo puedo contar mi experiencia en las escuelas de familia. Cuando vienen papás que a veces ya ni van a misa o han dejado un poco toda la religión y empezamos a hablar de virtudes y de que hay un por qué, ven la necesidad. Es curioso pero quieren que sus hijos crean en Dios, pero no les hablan de Él, que tengan virtudes, que tengan valores. Si quieres que tu hijo tenga una familia sólida, dale unas buenas creencias, que ame a Dios por encima de todo. Si quieres que tu hijo sea feliz y que tenga una familia y fe, para eso tienes que primero empezar por ti. ¿Qué mensaje les gustaría dar a nuestros lectores? José María: para terminar, yo diría que existe la ley natural, y en base a esta ley vas a descubrir a Dios. Aplicar lo que está bien y lo que está mal. Lo fundamental es si los católicos viviéramos realmente como tales, si nos preocupáramos de transmitir nuestra fe a los hijos, yo te garantizo que dábamos la vuelta al mundo. Con el ejemplo, más que hablarles de Dios a los que te rodean, con el ejemplo, gritarles Dios. No es problema de creer en Dios, sino ser un buen cristiano, ve a misa, compórtate con caridad, se buena gente, trata a todos con cariño, cuida la relación con tus hijos. Esto habla a gritos. En vez de preocuparnos tanto por convencer a otro que vaya a misa, practica tu propia fe. En un caso de un ambiente no cristiano, simplemente con la razón y con el ejemplo.

Carmen y José María Corominas

PARA REFLEXIONAR Oración a la Sagrada Familia Sagrada Familia de Nazaret Enséñanos el recogimiento, la interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros; enséñanos la necesidad del trabajo, de la preparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto; Enséñanos lo que es la Familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable. Amén

PARA LOS PEQUES

“Mi casa”

(S.S. Paulo VI)

El espíritu de la familia no pregunta: ¿qué recibo yo? Solo vive del pensamiento: ¿qué puedo y debo regalar? P. José Kentenich Tal vez en el dinero encuentres un poco de felicidad, en las amistades encuentres alegrías, en las medicinas la cura pare tu enfermedad, pero el amor solo lo encontraras en tu familia. Anónimo Los mejores momentos de mi vida han sido aquellos que he disfrutado en mi hogar en el seno de mi familia. Thomas Jeﬀerson La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración. Juan Pablo II No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos. Friedrich Schiller. Poeta y dramaturgo Alemán La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida. Juan Pablo II

Con un lápiz, decora esta casa siguiendo el modelo de los recuadros. Después píntala. 19

PARA DISFRUTAR EN FAMILIA Rec Nuest ra om end PEL a ICU ción LAS

Autor: P. Hernán Alessandri Editorial Patris

Este libro tiene como propósito ofrecer un amplio programa de formación y profundización de la vida matrimonial y familiar. Quiere dar respuesta a los desafíos de nuestro tiempo y contribuir a forjar una nueva cultura impregnada por los valores del Evangelio.

Varios Autores Editorial Patris

Uno de los grandes desafíos que tenemos como padres es entregar a nuestros hijos una educación integral. ¿Cómo educamos a nuestros hijos de tal forma que los principios y actitudes que tratamos de fomentar en ellos verdaderamente arraiguen en lo más profundo de su ser? Las vivencias familiares sanas y positivas educan más que mil palabras, abarcando la educación de su sensibilidad, afectividad e inconsciente.

Los libros se pueden adquirir en José Benítez 2625, Col. Obispado, Monterrey, N.L. Tel. (81) 8347-1990

RECETAS ROLLO DE HOJALDRE

UN SUEÑO POSIBLE Estados Unidos, 2009. Director: John Lee Hancock Clasiﬁcación: Todo público Reparto: Sandra Bullock, Tim McGraw, Quinton Aaron, Kathy Bates

Relata la historia real de Michael Oher, un adolescente abandonado por su madre drogadicta, adoptado por una familia acomodada que le proporciona afecto y educación. Lo que comienza como un gesto de bondad termina convirtiendo a Michael en un miembro de la familia Tuohy. Al vivir en este nuevo entorno, la familia le presenta al joven la posibilidad de estudiar, de desarrollarse intelectualmente y en el deporte, lo motiva a sacar de él todo su potencial, dentro y fuera del campo de juego, hasta llegar a convertirse en una estrella de la NFL americana.

PIZZA DE PEPPERONI

HAMBURGUESAS

Historia familiar común en el mundo moderno: padres y hermanos que viven lejos, demasiado inmersos en su vida, no encuentran tiempo para llamarse ni convivir. Un padre viudo, ya abuelo que, una vez alcanzada su jubilación, se da cuenta del poco tiempo que le ha dedicado a sus cuatro hijos y que su esposa era el punto de contacto con ellos. Decide retomar la relación con sus hijos y hacerles una visita sorpresa a cada uno de ellos descubriendo una realidad muy diferente a la que se había imaginado.

Preparación:

- ¼ de kilo de pasta hojaldrada - 4-6 rebanadas de jamón - queso blanco en rebanadas - 1 huevo batido - Un poco de harina

En una mesa enharinada extiende con un rodillo la pasta hojaldrada formando un rectángulo. Coloca encima una capa de jamón y una de queso. Enrolla la pasta y pega las orillas con agua. Corta en rebanadas

Ingredientes:

Preparación:

- ½ kg de masa para pizza - ½ frasco de salsa de Tomate para pizza - Queso mozzarela rallado - Pepperoni (150 grs. o al gusto) - Jamón (opcional)

Precalienta el horno a 200°C. Pon unas cuantas gotas de aceite de oliva en una charola para hornear y espárcelas. En una superﬁcie enharinada extiende la masa de pizza y después pasa la masa a la charola para

Ingredientes: - 700 gramos de carne molida pulpa negra - ½ taza de cebolla picada - 1 huevo - ¾ tazas de pan molido - 1 cucharada de Knorr suiza - 1 cucharada de mostaza

´ BIEN TODOS ESTAN Estados Unidos, 2009. Director: Kirk Jones Clasiﬁcación: Jóvenes Reparto: Robert De Niro, Drew Barrymore, Kate Beckinsale, Sam Rockwell

Ingredientes:

BROCHETAS DE POLLO

de aprox. 2 cms y colócalas en una charola para hornear sobre papel encerado. Barniza cada rebanada con el huevo batido y hornea a 150° en una charola alrededor de 20 minutos.

hornear. Marca con los dedos lo que será la orilla de la pizza y agrega la salsa de tomate, el queso, pepperoni y jamón al gusto. Hornéala por 15 minutos o hasta que la masa este cocida y el queso derretido.

Preparación: - ½ cucharada de salsa maggy - ½ cucharada de salsa inglesa - una pizca de pimienta - 2 pizcas de sal

Ingredientes:

Preparación:

- Pechugas de pollo - Cebolla - Pimiento morrón - Tocino - Salsa inglesa

Corta los ingredientes en cuadros grandes. En palitos de madera para brochetas, inserta el pollo, la cebolla, el pimiento y el tocino, alternando uno por uno.

Revuelve todos los ingredientes y haz bolitas con la mezcla. Coloca cada bolita entre dos pedazos de papel encerado y dale la forma de hamburguesa. Asa las hamburguesas y prepáralas como más te guste.

Condimenta la brocheta con sal, pimienta y salsa inglesa. Asa las brochetas en la parrilla.