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Editorial
mensaje de los jefes de la rama de familias
MOVIMIENTO APOSTÓLICO DE SCHOENSTATT José Benítez No. 2625, Col. Obispado, C.P. 64060 Monterrey, N. L., México.
CONTACTO
Revista ALIANZA
revista.alianza@schoenstatt-mty.org
RAMA DE FAMILIAS
Ramón y Gloria Sepúlveda
CONSEJO EDITORIAL
Son numerosos los problemas que genera una mala comunicación en cualquier ámbito de la vida. Ya sea en el trabajo, con los amigos, en la familia, y más aún en el trato diario como esposos. Todo camina alrededor de lo que digo, lo que no digo, lo que ha entendido, lo que debía haber dicho, lo que no debía de haber dicho... En fin, detrás de una buena comunicación hay más que decir o no decir. Tiene que empezar con el conocimiento propio y el de mi cónyuge, no podemos establecer una buena relación si la basamos en nuestra capacidad de adivinar lo que la otra persona quiere, siente y piensa o si queremos que ella actúe de tal o cuál manera. Por lo tanto, tan importante como preguntar, es expresar nuestros pensamientos y, sobre todo, nuestros sentimientos. Para lograr esto, la única manera es dándonos tiempo... Es curioso que la agenda personal se utiliza normalmente para asuntos de trabajo, diversión, amistades; y, sin embargo, no para el cónyuge. La experiencia nos indica que en numerosas ocasiones solo se hace aquello que ha sido planificado. Si no creamos espacios para la vida de pareja, seguramente queden “los restos del día”
y nuestra vida de esposos merece más que eso. Es muy importante cultivar el sentido del humor: ¿cuántas "tragedias" matrimoniales o amargas discusiones de pareja se evitarían si ante un malentendido, una presunción equivocada, el error inevitable o el despiste habitual, en lugar de la "chispa incendiaria" saltara la carcajada o la sonrisa franca y natural? Tengamos en cuenta que si la comunicación se da con una crítica, recibirá otra crítica; y si lleva odio, recibirá odio. Por el contrario, si es con palabras amables, recibirá palabras amables; si es con una sonrisa, generará otra sonrisa; y si es con amor, recibirá más amor. Es así, como el ambiente que formemos en la familia, con base en la buena comunicación como esposos, será siempre en beneficio de nuestros hijos; y, en definitiva, de la sociedad.
Sara Esthela T. de Treviño Iliana Chávez de Chapa Gabriela De la Garza de Rubio Mónica Guerra de Morales Nora Peña de Villarreal Ma. Esther A. de Velázquez Ignacio Romero R.
ASESOR
Padre Gonzalo Castro
EDICIÓN Y REDACCIÓN
Mireya Elizondo de Treviño
COLABORADORES EXTERNOS Ligie Fougerat de Barragán Patricia de la Gza. de Silveyra
ASESORÍA EN FORMATO Olga Lomelín
FOTOGRAFÍA PORTADA Marie-Hélene Magnan
DISEÑO
Judith Avila Robinson
IMPRESIÓN
Litográfica Matamoros
PUBLICIDAD
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Ramón y Gloria Sepúlveda
DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Con un tiraje de mil doscientos cincuenta ejemplares. “Se prohibe la reproducción parcial o total del contenido de esta Revista”
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Asesor
Palabras del
En el prólogo del Evangelio escrito por San Juan define éste a Jesús, el Hijo de Dios, como “logos”, en griego, lo que se traduce normalmente como “Palabra” o “Verbo”. Es la comunicación del Padre Dios con la humanidad. Comunicarse pertenece a la esencia del ser humano, a quien ya Aristóteles definía como “ser social”; aquél que socializa, que interactúa, comparte.
Comunicarse a distancia es una cosa; muy distinta y más compleja es desarrollar una buena comunicación sea en el matrimonio, o entre padres e hijos, en la familia o en el trabajo. Allí se requiere que las personas se muestren como son, con sus afectos, inquietudes, su propia realidad. Ciertamente es éste un reto, un enorme desafío en el cual con frecuencia naufragamos, no somos capaces, claudicamos. Sin embargo, somos capaces de comunicarnos a pesar de nuestras historias y educación. Sólo que quizás de manera insuficiente.
Todo lo humano está traspasado por ese afán y necesidad de comunicarse. De hecho, la gran revolución tecnológica de los últimos tiempos ha sido precisamente la de los medios de comunicación.
P. Gonzalo Castro C.
La comunicación requiere de un largo proceso personal, de conocerse a si mismo, de valorarse y valorar a los demás, de una madurez afectiva que lleva a la persona a interesarse en la realidad de los otros, a involucrarse con quienes uno ama y quiere amar más. Para todo ser humano es importante haber aprendido esto en su familia; así, somos más personas, más humanas y podemos establecer relaciones personales que influyan en la humanización de nuestra vida, hoy, mañana y siempre.
Es interesante ver que en su momento los jóvenes Bill Gates o Steve Jobs transformaron el mundo que conocíamos y se convirtieron en exitosos empresarios y en personas millonarias. Hoy, aquellos jóvenes que inventaron y desarrollaron herramientas sociales como facebook y muchas otras también, en muy poco tiempo, han desarrollado instrumentos de comunicación importantes y han experimentado un crecimiento exponencial. Esto, sin embargo, no necesariamente se traspasa a nuestras relaciones interpersonales y desarrollo humano.
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LA MANO EN EL PULSO DEL TIEMPO
DISTINTAS CAPACIDADES DE DIÁLOGO
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CAMINOS SEPARADOS, VIDAS UNIDAS
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te amen ¿Efectiv e lo qu amos
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AL COMUNICARNOS... ¿VERDADERAMENTE DECIMOS LO QUE QUEREMOS Y SENTIMOS?
Editorial La comunicación entre hombre y mujer que tienen una relación de novios o esposos, siempre ha sido muy necesaria, pero actualmente ha cambiado la manera, formas y medios de comunicarse. Hoy en día nos enteramos primero de lo que sucede al otro lado del mundo o en las grandes ciudades antes de saber lo que realmente está viviendo nuestro cónyuge, lo que está pasando dentro del hogar, en la propia familia o incluso en la cuadra donde vivimos. Hay personas que piensan que la tecnología y los aparatos modernos están alejando, ensimismando y separando a las personas. Pero la realidad es que dichos aparatos unen a las personas sin importar distancias ni horarios; gracias a estos avances no tenemos que esperar días o semanas para recibir una carta, sino que la recibimos a los pocos segundos que fue enviada; no tenemos que quedarnos en casa u oficina a esperar una llamada, porque con el teléfono móvil nos localizan donde estemos. Admitimos que este tipo de comunicación es muy útil, pero no es suficiente, pues ni las pantallas, ni teléfonos pueden transmitir las muestras de cariño físicas que muchas veces necesitamos. Además, el uso excesivo de estos aparatos puede alejarnos de los
que se encuentran cerca de nosotros. Es fácil mostrar una cara que oculte nuestros sentimientos y estado anímico por medio de estos medios, no necesitamos peinarnos o arreglarnos para usarlos; y lo que es peor, cualquiera de los dos pueden apagarlos o desconectarse en el momento que gusten. En cambio en la comunicación frente a frente nos damos cuenta de muchos detalles, de su estado de ánimo y podemos estrechar una mano, dar un abrazo, o simplemente percibir su aroma. La necesidad de comunicarse entre los esposos es mucha y no ha cambiado hoy en día, así como tampoco la evasión de la misma; sólo que antes el marido la evadía sumergiéndose en el periódico o viendo un juego en el televisor y ahora lo hace en una pantalla personal, mientras que la esposa antes hablaba por teléfono y convivía con las vecinas y ahora con las nuevas redes sociales siempre está en contacto virtual con sus amistades y familiares. En esta edición nos enfocaremos a la comunicación entre hombre y mujer y les presentamos testimonios de matrimonios de diferentes edades, opiniones de profesionales, sin faltar nuestras secciones de costumbre.
Sara Esthela de Treviño Los invito a consultar nuestra revista, así como las ediciones anteriores, en la página www.schoenstatt-mty.org donde encontrarán un enlace directo, y a seguir nuestra página de facebook alianzamty Esperamos sus valiosos comentarios. Esperamos sus valiosos comentarios. revista.alianza@schoenstatt-mty.org
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SIEMPRE EN COMUNICACIÓN
EN
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OPINIÓN DEL EXPERTO
TRES PALABRAS FUNDAMENTALES EN EL MATRIMONIO
PARA REFLEXIONAR
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¿Diálogo o
Monólogo?
Todos sabemos que amar y ser amado es una necesidad básica del ser humano y que la vida en común que ofrece el matrimonio es el mejor estado para lograrlo o desaprovecharlo. Si gozamos de una buena relación en nuestro matrimonio, francamente es como gozar “el cielo en la tierra”. No hay nada mejor que tener en casa un HOGAR, donde se nos valora, admira, espera y complementa. Te invito a reflexionar sobre algunos aspectos que nos pueden ayudar a fortalecer la comunicación con tu cónyuge revisando el lenguaje verbal y no verbal en situaciones cotidianas.
Comunicación en la pareja
Actualmente los jóvenes pasan gran parte de su tiempo conectados a los medios electrónicos, ya sea computadora o celulares, lo que es innegable es que nunca como hoy nos enteramos tan rápido lo que pasa en el mundo. Estos medios hacen que también exista el contacto constante entre las parejas a pesar de las grandes distancias en las que se encuentren. Los temas son de un amplio rango y como el conocimiento es muy fácil obtenerlo, la participación activa en cualquier tema es muy probable. Nuestra experiencia nos muestra que la comunicación que existe hoy entre las parejas de novios generalmente es poco profunda y no los lleva a cumplir con una importante meta en el noviazgo: conocerse bien. Es por esto que cada vez más nos encontramos con jóvenes entusiastas que están sedientos de conocer y platicar cara a cara sus experiencias y aprender unos
Patricia de la G. de Silveyra
Foto: Dany Jasso
Foto: Marie-Héléne Magnan
- Cuando mi esposo(a) llega a casa, ¿me es suficiente preguntarle cómo le fue sin buscar ahondar y conocer su día ? - ¿Busco la manera que a nosotros nos resulta mejor para dialogar? (El lugar, la hora, sin interrupciones) - ¿Puedo dejar la pantalla que estoy viendo cuando hablo con mi cónyuge? (teléfono, TV, computadora, etc. ) - Cuando platico con mi cónyuge , ¿lo miro a los ojos ? -¿ Tengo contacto físico cuando conversamos ? ya sea el brazo al hombro, tomarse de la mano, dar caricias - ¿Tengo momentos especiales que solo con él o ella realizo como hacer deporte, orar, compartir un hobbie? Hoy en día, vivimos con muchos compromisos laborales, sociales y familiares y es fácil que descuidemos el tiempo dedicado a nuestro cónyuge pensando que algún día nos vamos a dar la oportunidad de buscar ese regalo que es el tiempo especial para él o ella. Empecemos desde ahora a fomentar que la comunicación entre mi pareja y yo sea un hecho de profunda compenetración entre los dos.
de otros. Cuando observan que la situación de algún matrimonio deja mucho que desear, (ya que ellos realmente desean ser felices con su pareja) los motiva a comunicarse más a fondo, con esfuerzo y confianza “abren su corazón”, se conocen mejor y aprovechan más los medios con los que cuentan. Jesús y Cecilia Lugo Novios en Movimiento
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diálogo
Distintas capacidades de
PADRE JOSE KENTENICH Nov. 16, 1885 - Sept. 15, 1968 Fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt
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l diálogo, en el matrimonio y la familia, es uno de los campos donde con mayor fuerza se manifiesta la tensión entre el modo de ser masculino y el femenino. El hombre se siente normalmente desbordado por las exigencias que la mujer le plantea en este terreno. Están convencidos de que ninguna otra mujer puede tener tal “hambre” de conversación. La mujer, por su parte, siente exactamente lo contrario: que su marido la obliga a vivir en una situación de permanente e injusto “ayuno” en este campo. Sabe que a sus amigas les pasa algo semejante. Pero como siempre mira las cosas a partir de lo que ella está viviendo, también tiende a creer que le ha tocado lo peor: casarse con un “hombre-tumba”, que no abre la boca. Generalmente, cuando un matrimonio se decide a participar en un grupo o comunidad, comienza a entender lo que pasa: que, más allá de la manera de ser personal de él o de ella, el “problema” de fondo consiste en que él es hombre y ella, mujer.
El hombre y la mujer están llamados a complementarse. Cada uno tiene su punto fuerte, donde el otro tiene su debilidad. Los dos se necesitan.
Si los esposos realmente están dispuestos a amarse, deben enfrentar el problema del diálogo a partir de esta actitud: no voy a imponer al otro el ritmo del diálogo que yo deseo, sino que el otro necesita, o aquel que realmente su capacidad le permite. Ello requiere adaptación mutua, respeto y renuncias por lado y lado. Es el precio necesario para poder complementarse y para que, así ambos crezcan. Este esfuerzo de apertura al modo de ser del otro, exige del hombre, en primer lugar, aceptar que no estaba siendo tan excelente esposo y padre como creía, por el sólo hecho de no tener vicios o de traer todo el sueldo a la casa. Porque nunca había entendido que su esposa y sus hijos tenían una necesidad de diálogo mucho mayor que la suya, y los ha hecho sufrir más de lo que imaginaba con su parquedad y su silencio. La manera de reparar el daño causado consiste en decidirse a dialogar más allá de lo que por sí mismo quisiese, aunque le cueste. La mujer, por su parte, debe volverse más comprensiva y no confundir siempre la falta de diálogo con la falta de amor. Debe entender que el hombre tiende a manifestar su cariño más bien de otros modos, por ejemplo, trabajando para ella. Así mismo debe convencerse de que a él realmente le cuesta expresar lo que lleva dentro; que es tarea de ella enseñarle a hacerlo; que para ello necesita tiempo y paciencia, y que debe resignarse a que su marido, por mucho que progrese, nunca llegará a coversarle tanto como ella anhela, pues él nunca se convtirá en una “amiga”.
Sumergido en un mundo de cosas, el hombre necesita hablar poco: sólo de lo que hay que Ambos deben encontrarse, con esfuerzo, en un “hacer” con las cosas. Ese estilo de punto medio, equidistante conversación que se da en el trabajo de lo que cada uno le basta; y tiende a seguirlo en la A veces la mujer piensa desearía. El “tira y afloja” casa. A la mujer, esto evidenteque quizás su esposo es durará siempre, pues así lo mente no la satisface. El mundo algo sádico y que se quiere Dios: para que, en de personas en que ella vive se calla a propósito para Muchos hombres medio de él, el esposo hacerla sufrir sustenta a partir de relaciones piensan que les tocó vaya personalizándose y la personales, de diálogo profundo, casarse justo con la mujer vaya aprendiendo a que muestre lo que el otro lleva más habladora de las ser menos sentimental. dentro. Esto, ella lo necesita mujeres * Tomado del libro urgentemente, porque es lo “FE Y VIDA MATRIMONIAL” que alimenta su mundo inteP. Hernán Alessandri M. rior.
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Caminos separados, vidas unidas Esa mañana, como cada día, Juan se levantó a preparar el desayuno para todos. Como siempre, primero fue al jardín a recoger el periódico; cerca de él había un sobre, cosa que le extrañó, era como esas cartas antiguas, esas que ya no existen. Le brotó la curiosidad pero los titulares del periódico llamaron más su atención. Entró y vio los titulares, el comportamiento bursátil, los resultados deportivos mientras preparaba el café, los cereales, los huevos pasados por agua. Sonó su celular, rarísimo a esa hora, vio, era su hermana. -Hola, ¿supiste algo de papá? –No, ¿qué sería? –Me llegó una carta suya en que me dice cosas rarísimas. Mientras, con un ojo supervisaba los avances, saludaba a su hijo, le daba un distraído beso a su esposa y gritaba a los niños que no bajaban; y con el otro, miró el sobre: era la letra de su papá. ¿Cuánto que no vemos a papá? ¿2 ó 3 meses? Dice su esposa en voz alta: -como 4. -¿Algo importante? -Bueno, no sé si será importante para ti. Es extraño, dice que quiere que vayamos a verlo el próximo domingo, que es sobre la herencia y que necesitaremos todo el día. -Raro, porque vive a una hora solamente, dice ella. -En fin, deja la leo y te llamo luego. Toda esta conversación ya lo atrasó mucho, tenía que irse al trabajo. De hecho, llegó tarde y la mirada del jefe lo sobresaltó.
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El día pasó muy rápido y al regresar a casa ve la carta olvidada esa mañana, que su señora se la había dejado donde la viera. No había nadie en casa, comienza a leerla y no podía creer lo que estaba leyendo. Hablaba sobre la necesidad de juntarse el domingo, todo el día para arreglar la herencia. -“Raro”, como decía mi hermana. La llamó, recibió reproches por dejar pasar todo el día y quedaron de ir el domingo a mediodía, a comer y ver qué ocurría con su padre. Ella se encargaría de todo y después arreglaban. La semana pasó rápidamente. Al llegar a casa de su padre los niños corrieron a saludar al abuelo, a los perros y luego se alejaron corriendo, felices con todas las novedades: conejos, brincolines etc.. Después de los saludos fueron ellos 3, la hermana, él mismo y el papá a encerrarse en su “oficina”. -Tengo algo que decirles, dijo él. Es sobre la herencia familiar. -¿Por qué hablas de eso y nos llamas para esto? dije yo. Mi hermana, mas suave, lo regaña diciéndole que no necesitan hablar de herencias y qué bueno que los invitó para estar una tarde juntos, como antes. Nadie habló de por qué se habían distanciado desde que murió su mamá. -Les quiero pedir perdón por todo lo que hice y por lo que no hice. Quisieron interrumpirlo pero él, con un gesto, los calló. -No, déjenme que termine. He hecho mal muchas cosas y me duele que haya dejado pasar
lo más importante y haberme alejado de quienes más quiero: ustedes y mis nietos. Desde que mamá murió yo me encerré en mi mismo; no quería hablar, no quería ver a nadie, mucho menos reír, ¡no quería nada! me dejé envolver por la tristeza y la soledad. Fui duro e injusto con ustedes, queridos hijos, al apartarlos y me han hecho mucha falta. No, no se los estoy reprochando, dijo al intentar yo decir algo, es a mí a quien hay que reprocharle este distanciamiento. Y ahora, que me queda muy poco tiempo de vida, me pesa mucho. Quiero dejarles como herencia éste, nuestro encuentro de hoy. Los médicos me dan poco tiempo de vida: el cáncer está ya muy avanzado. Yo soy quien se los he ocultado y les pido perdón. Mi hermana ya lloraba y se estremecía. Yo no podía decir nada, no creía que mi papá estuviera viejo y enfermo. Continuó diciéndonos: He sido egoísta porque me encerré en mi dolor, no los hice partícipes de todo esto que me ha tocado vivir estos últimos meses; me encerré en mi mismo. Su mamá, en el cielo, no estará contenta de esto, de mi orgullo, egoísmo, terquedad y necedad. La herencia no es lo material, ustedes dos son buenos hermanos y sabrán cómo hacerlo. Lo esencial es compartir el tiempo, las necesidades, las alegrías…dejarse tiempo para todo ello y privilegiarlo por sobre otros aspectos de la vida, importantes también. Habló largamente con emoción. Al verlo frágil, necesitado, lo quise. En ese momento solo queríamos llorar, abrazarnos, cosa que hicimos, y nada más. Después de un tiempo, no sabría decir cuán largo fue, nos dijo que había preparado un escrito que quería dejarnos, sonriendo nos lo entregó, ¡esa era la herencia!
Eran pocas líneas, decía: “les dejo como herencia estas tareas para ustedes y para que compartan con sus hijos y su cónyuge”: 1. Búsquense siempre para estar juntos, compartir lo bueno y lo no tan bueno. 2. Perdónense, cada día si así es necesario y corresponde. 3. Antes que nada, escúchense mutuamente. 4. Hagan juntos actividades entretenidas. 5. Compartan sus sentimientos. 6. Procuren estar siempre cerca de Dios, no nada mas cada uno por su lado, sino juntos. 7. Somos familia, cultivemos esta herencia cada día, hoy y siempre. Fueron los meses mas bonitos que tuvimos con él. Lo pasamos muy bien, reímos juntos, lloramos juntos, platicamos muchas cosas, como nunca antes. Los niños disfrutaron a su abuelo y lloraron cuando partió. Su herencia nos acompaña y nos compromete.
Por Gerardo Celerino Cordes
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Cómo educar la actitud de
Tiempo
LA MANO EN EL PULSO DEL
El Padre José Kentenich afirma que cuando dos personas se aman de corazón se van haciendo más semejantes entre sí. El amor se proyecta en gestos, miradas, tonos de voz, actitudes y expresiones. “…cuando un corazón se ha unido a otro, la mirada que se intercambie será totalmente distinta a las que se hayan dispensado anteriormente” . John Gottman, especialista en matrimonios, afirma que el futuro de ellos es muy predecible. Como psicólogo de la Universidad de Washington, lleva veinte años estudiando parejas. Su método va más allá de los interrogatorios y de los tests. Es capaz de interpretar el lenguaje no verbal de las parejas y extraer su radiografía emocional . Gottman habla de cuatro problemas profundamente destructivos en un matrimonio: la crítica, el desprecio, la actitud defensiva y el poner una pared en la comunicación. La crítica implica atacar a una persona en su personalidad más que en un comportamiento específico y se culpa a la persona por los hechos y situaciones. Se expresan mensajes como este: “siempre hacés cosas como ésta porque sólo pensás en vos mismo y en lo que te interesa”. Es muy distinto a una expresión de enojo o desacuerdo, que puede ser muy sana en un matrimonio. Inclusive el quejarse, que es un deseo de que algo se haga o se diga de manera distinta es diferente al ataque personal. La crítica tiende a hacer generalizaciones: siempre, nunca… Y suele ser el desencadenante de muchas situaciones no atendidas. El paso del tiempo no dejó espacio para atender a los reclamos… El desprecio surge cuando las relaciones se van deteriorando significativamente. Y se tiene la intención de insultar y abusar psicológicamente del cónyuge. Con las palabras, las actitudes o el lenguaje no verbal se
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insulta al otro diciéndole que es tonto, inútil, egoísta o cualquier otro descalificativo. El problema tiene la raíz en el pensamiento: cuesta pensar en positivo frente al otro. La objetividad ha sido capturada por las emociones negativas. La admiración por el milagro de la otra persona se ha deteriorado en lo profundo del corazón. El otro ya no vale lo suficiente. Cada insulto es un retroceso muy difícil de revertir por las heridas que ocasiona. Si se quiere medir de modo cuantitativo, dicen que se necesitan cinco piropos dichos con sinceridad para recuperar un insulto. Muchas veces, si ha lastimado en profundidad, no alcanzan... Una vez que el insulto está instalado en el hogar, viene la actitud de defensa, como una coraza para protegerse de los ataques. Se corta la comunicación. Ya no se atiende a las razones del otro ni se considera que se pueda abrir el corazón a alguien que ha lastimado tanto. Quizás todo empezó con diferencias en los hábitos para manejar el dinero, o en la relación con los amigos, o en los horarios de trabajo, pero los problemas en la comunicación hicieron que el conflicto llegara a una escalada de muy difícil retorno. En la actitud de defensa se niegan responsabilidades, se acusa, se asumen sentimientos o pensamientos negativos por parte del cónyuge aunque éste no los exprese verbalmente. Se establecen excusas para todo y cada uno repite su versión de los hechos y sus puntos de vista sin abrirse al otro. La luz de los ojos se desvanece y el desbordamiento de falta de comunicación, malos entendidos, situaciones de stress y sentimientos negativos se vuelven amenazantes. La confianza se desmorona y ya no se comparte la alegría de la vida. Se levanta entonces, una pared de piedra que no permite filtrar las emociones, los sentimientos, los anhelos del otro. Cada uno empieza un camino independiente dando por sentado
que conoce y le es obvio, la situación de su pareja. No hay lugar para nuevas posibilidades en la relación. El amor decía San Pablo, todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta. En la interioridad del corazón crece la desconfianza o la confianza, se tejen acusaciones o se desatan nudos, se construye en la esperanza o se interpretan suposiciones, se ahonda el egoísmo o se dan nuevas oportunidades. Como dice Jesús: “El Reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí; porque mirad, el Reino de Dios está dentro de vosotros” . José Kentenich tenía muy clara la idea del Reino de Dios en la educación del hombre para llegar a ser el hombre nuevo. En un lunes por la tarde afirmaba: “Les repito que no hay otro amor humano que genere una biunidad tan profunda como lo hace el amor conyugal. ¿Por qué? Porque presupone y entraña una biunidad corporal, psicológica y espiritual. De ahí que también podamos afirmar que no existe otro amor terreno que sea reflejo tan fiel del amor divino intratrinitario como el amor conyugal. Luces que encienden Confiar y esperar en el compañero de la vida es parte esencial para avanzar en el camino. Poder ver lo complementario que él o ella aportan a una situación posibilita una visión enriquecida y permite valorarse mutuamente. La actitud desconfiada va limando pilares para construir proyectos juntos. Existe mucha investigación sobre matrimonios que construyen un gran amor . La explicación más relevante es que siempre esperan lo mejor del otro. Buscan encontrar en todas las situaciones los aspectos positivos del cónyuge y los creen. Nutrir los lazos con tiempo para los dos. Los compromisos y las demandas nos hacen olvidar lo más importante: el gozo de la relación. Nos absorben las urgencias y postergamos el gustar la gratificación. Detenerse en esa contemplación es crecimiento para la motivación. Practicar la escucha activa con el otro para estar involucrado en la comunicación: mirar al otro cuando me habla, escuchar sin enjuiciar, atender al mensaje verbal y no verbal. Para que la comunicación pueda fluir tenemos que moderar las emociones permitiendo que los dos puedan expresarse con libertad.
Ofrecer una apreciación sincera y positiva a nuestro cónyuge. Crear una atmósfera de cariño y respeto admirando lo maravilloso del otro. En la medida que voy reconociendo mis limitaciones, admiro más al que está a mi lado. Elegir hablar los conflictos cuando son prioritarios. No dejar pasar frustraciones o problemas graves, pero saber elegir el momento de tranquilidad y apertura conveniente. Aprender a crecer a través de los errores o las dificultades es una parte esencial de la vida que luego transmitimos a nuestros hijos. Si planteamos la comunicación de manera positiva, por ejemplo: “hoy tengo dos horas para acompañarte al supermercado. De dos a cuatro de la tarde.” Evitamos decir todo lo que no podemos hacer o lo que no vamos a poder realizar. La comunicación honesta, directa, educada y que expresa afecto, gana el corazón de ambos. En la alianza matrimonial lo que gana uno gana el otro, y lo que pierde uno, pierde el otro. Tiran los dos del mismo yugo. José Kentenich, hablándoles a los matrimonios de la Obra de las Familias les pregunta: “ ¿Qué es la alegría” El reposo de la apetencia en la posesión de un bien. Este bien puede ser sexual, sensible, espiritual o religioso. A los matrimonios se les abre todo el reino de la alegría. No renuncien a la alegría. Se puede renunciar temporariamente, pero no permanentemente. Gozar juntos de los hijos y de las cosas de todos los días, tener proyectos en común, estar uno en el otro y orar en comunión, son parte de una vida conyugal que va construyendo su amor a medida que avanza entre dificultades. Cada uno sabrá poner la sal que le resulta a su matrimonio. Sabemos que las características de la sal son: dar sabor a los alimentos, preservarlos para que no se destruyan y dar sed. Cada paladar es diferente, pero, “… si también la sal se vuelve insípida, ¿con qué se la sazonará?” . Extracto del artículo La luz de los ojos María G. de Fernández Aráoz Buenos Aires, Argentina CIK Círculo de investigación kentenijiano
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Al comunicarnos... ¿Verdaderamente decimos lo que Queremos y sentimos? Nos comunicamos constantemente, a través de redes sociales, blogs, diferentes medios electrónicos; verbalmente, con nuestras expresiones, incluso escribimos, pero… ¿realmente nos comunicamos? Es sencillo hacernos a la idea de que el tema de la comunicación con nuestra pareja, está cubierto con el hecho de vernos todos los días y hablar de las cosas cotidianas, del día a día. Pero, ¿será realmente suficiente? En esta edición nos gustaría compartir con ustedes de una manera muy sencilla, nuestras impresiones sobre un estilo especial de comunicación sugerido por el Padre Rafael Fernández de A. en el libro, Manual del dirigente, y que hemos adaptado a la comunicación entre esposos. La comunicación, depende mucho del vínculo entre las personas que genera un ambiente cálido y de confianza propicio para platicar o discutir temas importantes, debemos además, intuir con nuestro corazón aquello que no se expresa en palabras. Podemos equiparar a la comunicación con un edificio, que piso por piso desde los cimientos, debe de construirse sólidamente para que los frutos sean reales:
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. La voluntad de comunicarse: primer piso del edificio de la comunicación. Primeramente es importante contar con un terreno adecuado, que es mi propia voluntad de comunicarme, si no cuento con esto, entonces no es momento de construir este edificio. Ya teniendo el terreno, los cimientos son muy importantes, de ellos depende que nuestro edificio no se caiga; la aceptación incondicional de la otra persona, nos da la base firme para poder entender y aceptar lo que el otro es, necesita y quiere decirnos. Escuchar, dejar de lado todo lo mío, hacer silencio exterior e interior, evitar pensar en la respuesta que le daré, cuando hago esto solo pienso en mi perspectiva y no en la necesidad del otro. Debo evitar ser YO el centro, e intentar centrarme en la necesidad de mi pareja.
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Es necesario además tener una actitud corporal determinada, que abra a la comunicación, sentarse frente al otro (sin invadir su espacio vital), mirar sus ojos, su cara, tratar de percibir el mensaje total que nos envía a través de su tono de voz, posición de su cuerpo. Creando siempre una atmósfera de confianza que garantice la confidencialidad de todo lo que se está platicando.
2. La empatía: segundo piso “la comprensión más
cercana de lo que le sucede al otro”. No puedo ser el otro, pero puedo hacer un esfuerzo por ponerme en sus zapatos, por tratar de comprender los sentimientos que la otra persona experimenta, por acercarnos más a su realidad. La empatía se expresa en una respuesta en la que va involucrado el sentimiento de la otra persona y la posible razón por la cual está experimentando ese sentimiento; en muchas ocasiones no es verbal, puede representarse en un abrazo, una sonrisa, una palmada en el hombro, esto a veces dice más que las palabras. Un diálogo empático adecuado nos ayuda a ver los verdaderos sentimientos del otro, y le ayuda al otro a descubrir que es lo que realmente le sucede y así, juntos podemos encontrar una salida. Escuchando atentamente y captando los sentimientos del otro para después hacérselos ver adecuadamente, es como llegamos al corazón y logramos conectarnos.
3. Mensaje-yo: este es el tercer piso del edificio, es
la expresión de mis propios sentimientos. Para ser escuchados y comprendidos, debemos nosotros dar al primer paso en hacerlo por los demás. Es aquí en el mensaje-yo, en donde se centra el proceso de comunicación en “mí”. ¿Efectivamente escuchamos lo que nos quieren decir o sólo lo que queremos oír? Es importante hablar claramente de cómo me siento, sin ofensas y tranquilamente. Esto hará que la otra persona se incomode y al darse cuenta de su mal comportamiento, lo cambie; esto solo sucederá, si es que hemos generado un vínculo y si es que anteriormente yo he tenido la delicadeza de considerar los sentimientos de la otra persona.
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. Nadie pierde- todos ganan: prevención y solución de conflictos mediante este sistema. Cuarto piso del edificio de la comunicación. Es recomendable, antes de enfrentar un problema hacer un poco de oración en la que pidamos al Espíritu Santo nos ayude a abordar la situación de la manera adecuada. Es necesario hacer una reunión especial para tratar el problema en particular; llevar a esta reunión un diagnóstico previo de la situación, plantear tranquilamente el problema, pedir opiniones e impresiones para poder llegar a un diagnóstico conjunto de la situación. Después ya estando de acuerdo en que es exactamente lo que buscamos resolver, iniciamos un proceso de búsqueda de soluciones a través de una “lluvia de ideas”. Es sumamente importante que ninguna idea sea rechazada ni mucho menos criticada, se requiere total respeto por las aportaciones que haga la otra persona. Entonces, haremos una evaluación de las propuestas de acuerdo a los siguientes criterios: - De urgencia: ¿cuál de estas alternativas soluciona más rápidamente el problema? - De relevancia: ¿cuál de ellas va más al fondo? - De factibilidad: ¿es posible hacerlo? Aquí nos daremos cuenta, cuales de nuestras alternativas de solución son las que nos permiten avanzar. Tal vez la alternativa que elijamos en un principio no sea la que yo sugerí, pero si libremente acepto tomarla como alternativa de solución, cediendo un poco a mi egoísmo para lograr un bien común, entonces yo también gano. El problema surgiría si me siento forzado (a) a aceptar cualquier opción. Esto no debe suceder, es mejor seguir explorando.
5. Guía positiva: quinto y último piso, ser buenos
orientadores. Nos hemos sido confiados el uno al otro. La forma más saludable de sacar lo mejor de la otra persona, es el reconocimiento de sus comportamientos positivos. Otra forma es el uso de consecuencias lógicas: permitir que cada persona asuma las consecuencias de sus propios actos, dando así al otro la libertad de
actuar, pero a la vez siendo lo suficientemente fuertes para dejarlo vivir las consecuencias naturales siempre y cuando no atenten contra su integridad psíquica o moral. Es necesario para ejercer la libertad establecer algunas reglas, siempre bajo los criterios que el P. Kentenich recomendaba: “Obligaciones, solo las necesarias; libertad tanta cuanto sea posible; pero sobre todo, el máximo cultivo del espíritu.” Las reglas claras, sencillas, positivas, sensatas y conocidas establecen los límites necesarios para una sana convivencia.
6. El techo.
Esta listo nuestro edificio, solo falta el techo; éste, es el ser humano que en nuestro camino juntos hacia la santidad queremos llegar a ser; un ser humano vinculado armónicamente consigo mismo, con las demás personas, con Dios y con el mundo. El hombre nuevo que el Padre Kentenich desea hacer surgir en cada uno de nosotros. Esta es nuestra misión como esposos, ayudar al otro a que surja el hombre nuevo. Equipo Editorial
¿Efecti vamen te escuch amos l o que n
os qui
eren de cir
querem
os oír?
o sólo
lo que
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Si lo está diciendo, es porque realmente es importante para él o ella... Por Javier y Netta González
Por Eugenio y Martha González
Somos Javier y Netta González, tenemos cuatro hijos varones entre 17 y 6 años y este año celebraremos nuestros primeros 20 años de matrimonio. Desde el 2003 pertenecemos al Movimiento Apostólico de Schoenstatt, donde hemos crecido espiritualmente, en lo personal, pareja y en familia. Hemos tenido siempre retos, los dos trabajamos fuera de casa, Netta es maestra y yo continuamente estoy viajando. Mantener la comunicación al día y a distancia es difícil, utilizamos la tecnología para vernos y platicar sobre lo vivido durante cada día. Muchas veces las llamadas son rápidas; hacerlas y escuchar lo que la otra persona necesita decir, es muy importante y el ver su cara y reacción, ayuda mucho a compartir los sentimientos. Hemos aprendido a escuchar y respetar lo que el otro dice dándole la importancia que merece y aceptando que existen varios puntos de vista, además del nuestro. Creemos en el “tiempo de calidad”. El ritmo de vida tan acelerado nos deja poco espacio para compartir, por lo que es bueno dedicarnos tiempo a solas como pareja así como otros para convivir en familia. Desafortunadamente no existe una escuela que nos enseñe a ser “la familia perfecta” o “papás o hijos perfectos”. Sin embargo, mantener y fomentar una comunicación abierta, de respeto de ambos lados nos ha permitido enfrentar los retos, creciendo y madurando juntos. No siempre estamos de acuerdo, pero al final reconocemos que todos, como miembros de la familia González Kormendy somos importantes y que las decisiones que se toman son, las que en su momento, fueron las mejores. Otra parte que creemos fundamental en la comunicación es el momento de oración. El hablar con Dios juntos, nos hace compartir nuestra felicidad y preocupaciones. Es ese momento que dedicamos antes de dormir y en las mañanas en el que agradecemos las bendiciones recibidas día con día como familia. Nos dijo un muy querido amigo, cuando ves en tu prójimo a Dios, cambia tu forma de ser para con esa persona.
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Duramos de novios 4 años antes de llegar al altar, actualmente llevamos 1 año 5 meses de ser felizmente esposos, cada día aprendemos más y nos enfrentamos a retos nuevos; este año, con la bendición de Dios, estaremos recibiendo a nuestra primera hija y nuestras vidas ya no serán las mismas. Lo que nos ha ayudado a mantener nuestra relación firme, creciendo día a día, es la comunicación que tenemos, es muy importante saber darnos prioridad a nosotros como pareja sin olvidar los detalles de cariño y el soporte que uno necesita del otro. Durante esta etapa que hemos vivido juntos, gracias a la comunicación, hemos conocido muchas cosas uno del otro, hemos sabido complementarnos y aprendido a apoyarnos mutuamente en lo que necesitamos, siempre hablando de frente sin esconder detalles y gracias a esto, hemos logrado obtener una confianza entre los dos en la cual compartimos todos los aspectos positivos y negativos sabiendo que el otro estará para escucharnos y apoyarnos. Aprendiendo a caminar juntos, siempre de la mano de Dios, nos dimos cuenta que compartimos los mismos valores y las mismas metas, esto siendo un factor importante para levantarnos todos los días luchando juntos por lo mismo, salir adelante en las dificultades y disfrutar los momentos alegres, siendo dos personas convertidos en una sola familia. Algo que creemos que es muy importante para los dos es la autoeducación, tener la mentalidad de todos los días aprender y compartir experiencias nuevas. En nuestro caso, llegamos al acuerdo de entrar a un grupo de matrimonios de Schoenstatt, el cual nos ha enriquecido con experiencias de otros matrimonios y lograr lo que los dos queríamos, crear una familia cerca de Dios.
El nos ha acompañado en todo momento desde el principio de nuestra relación... Por Armando José y Melva Orta
Por Jesús y Patricia Barocio
Somos Armando y Melva y hoy Dios nos da la oportunidad de compartir un poco de nuestra vida como matrimonio. En julio cumpliremos 17 años de casados los cuales han sido de aprendizaje pero sobre todo de mucho amor y comprensión de uno hacia el otro. Así como nosotros hay miles de parejas que durante el noviazgo sueñan con formar una familia consolidando su amor en los hijos, pero a veces Dios nos tiene destinado otra forma de vida y debemos aceptar de corazón sus mandatos.
Hace 39 años decidimos casarnos deseando compartir nuestras vidas por el profundo amor que sentíamos el uno por el otro y gracias a Dios así ha sido.
Soñamos desde el inicio de nuestra relación con tener 3 hijos a los cuales les daríamos todo nuestro amor pero no fue así. No es una situación fácil de superar ya que la misma familia y amigos, en ocasiones, presionan tanto que se llega a un punto en que te enojas, entristeces y reclamas por no lograr lo más hermoso que puede existir en el mundo "SER PADRES".
Al inicio fue difícil ya que se extrañan mucho y siempre esperas su llegada o una llamada de ellos, pero terminas por darte cuenta que si fuiste un padre amoroso, tus hijos buscarán tener tu compañía.
A pesar de esto hemos podido superar con nuestro gran amor el dolor que al principio nos consumía. El compartir nuestros sentimientos y apoyarnos en todo momento nos ha ayudado a seguir adelante. No somos perfectos pero de lo que sí estamos seguros es que Dios no se equivoca y nos manda situaciones que podemos solucionar, que siempre está junto a nosotros para ayudarnos a resolverlas, sólo es cuestión de tener voluntad, paciencia y juntos de su mano seguir adelante.
Tuvimos la bendición de tener dos hijos maravillosos a quienes educamos en los valores que habíamos obtenido de nuestros padres. Sabíamos que así como nosotros un día salimos de nuestras casas en busca de la felicidad, ellos también lo harían y tomarían su camino.
Esta nueva etapa en el matrimonio es un reencuentro como pareja. Hemos vuelto como al principio de nuestro matrimonio…, a empezar una nueva vida. Durante todos estos años nos fuimos acompañando en cada momento de nuestras vidas: en la alegría y en el dolor, en la enfermedad, en algunas pérdidas, en fin…, todo aquello que es parte del día a día. Y gracias a que nunca nos descuidamos como pareja nuestro amor fue creciendo. Finalmente nos amamos y deseamos estar juntos por siempre. La fe en Dios y en Nuestra Santísima Madre nos ha fortalecido para seguir adelante en nuestra unión y tomados de la mano vivimos con nuevas ilusiones.
Nuestro gran amor ha sido el principal motor de cada día y lo que hemos experimentado para lograr una buena relación ha sido la confianza y la comunicación. Por eso nos comprometemos día a día a conversar sobre nuestros triunfos, tropiezos y sueños para juntos ver la mejor manera de lograrlos. Damos gracias a Dios por lo que nos da día a día porque sabemos que caminando de su mano todo es más fácil. Esperamos de corazón que nuestro testimonio ayude a otros matrimonios a seguir adelante con su relación y fortalezcan cada día más el amor que se tienen.
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Experto
OPINION DEL
Entrevista a Migdalia Macías Psicoterapeuta Gestalt ¿De acuerdo a tu experiencia, crees que exista una buena comunicación en las parejas? No, no existe una buena comunicación en las parejas, y creo que esto se debe a la falta de educación en el tema de comunicación. Primero debe haber una buena comunicación interpersonal, esto es tomar conciencia de que la fuente más vital y efectiva de seguridad y nutrimento emocional, está disponible dentro de nosotros y se construye a base de amor a uno mismo y auto aceptación de que todos somos seres duales con cualidades y defectos, esto es un proceso, no es algo estático y tenemos que estar trabajándolo toda la vida. Se trata de descubrir cómo relacionarnos primero con nosotros mismos y después cómo relacionarnos con otras personas. Desafortunadamente, tanto escuchar como expresar, son elementos escasamente promovidos en las familias y en los sistemas educativos actuales. Es necesario entender la comunicación como un proceso de dos vías, tanto expresar como escuchar; esto implica, en lo interior, saber escucharnos a nosotros mismos para poder escuchar al otro, saber expresar nuestras propias necesidades, sentimientos, miedos, deseos, anhelos, para poder estar abiertos a la expresión del otro.
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-Reconocer a la pareja como un ser diferente a mí. -Atreverse a expresar con honestidad y a escuchar con respeto y empatía. -Permitir expresar a uno mismo y al otro lo que siento y no lo que debería sentir. -Reconocer que la pareja no viene a llenar nuestras expectativas. -La comunicación, el encuentro y la confianza son un proceso y se construyen. -Evitar siempre el juicio y la crítica - Comunicar abierta, auténtica y directamente lo que queremos y necesitamos. - Ser más tolerante de mi mismo, incluso de aquellos aspectos que no me gustan o deseo cambiar. -Ser flexibles y adaptarnos a los cambios, la vida es un constante cambio y movimiento. -Ser más tolerante con el otro, aún cuando no estemos de acuerdo. - Propiciar tiempos y espacios de libertad para expresar y un genuino interés para escuchar. - Descubrir la capacidad para aceptar que detrás de los errores existen verdaderas áreas de oportunidad
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¿Cuáles son los obstáculos para una buena comunicación? -Falta de claridad para detectar nuestros pensamientos, sentimientos y deseos. - Experiencias pasadas dolorosas relacionadas con el intento de comunicarse. - Hacer suposiciones y tomarlas como realidades. - Utilizar acusaciones, amenazas o exigencias. - Hacer uso frecuente de reproches y sermones. - Utilizar etiquetas. - Volver a tocar problemas anteriores no resueltos.
Algunos consejos:
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Matrimonio
Tres palabras fundamentales en el
gracias mutuamente, por todo. No es una palabra amable que usar con los extraños, para ser educados. Hay que saberse decir gracias, para avanzar bien juntos».
S.S. FRANCISCO, FEB. 14, 2014
Hablando ante 30 mil jóvenes comprometidos para casarse el pasado 14 de febrero, el Papa Francisco recomendó tres palabras para lograr la comunicación en la pareja: Permiso, Gracias, Perdón, que había indicado en otras ocasiones como fundamentales para una familia. «¿Permiso? Es la petición gentil de poder entrar en la vida de otro -dijo el Papa-, con respeto y atención. Hay que aprender a preguntar: ¿puedo hacer esto? ¿Está bien si hacemos así? ¿Que tomemos esta iniciativa, que eduquemos así a los hijos? ¿Quieres salir esta noche..? Es decir, pedir permiso significa saber entrar con cortesía en la vida de los demás. El amor verdadero no se impone con dureza ni agresividad… Y hoy, en nuestras familias, en nuestro mundo, a menudo violento y arrogante, se necesita mucha más cortesía». «Gracias. Parece fácil pronunciar esta palabra, pero sabemos que no es así -explicó el Papa. ¡Pero es importante! La enseñamos a los niños, ¡pero luego la olvidamos! La gratitud es un sentimiento importante: ¿se acuerdan del Evangelio de Lucas? Jesús cura a diez enfermos de lepra y sólo uno vuelve atrás para decir gracias a Jesús. Y el Señor dice: ¿y dónde están los demás? Esto vale también para nosotros: ¿sabemos dar gracias? En su relación, y mañana en la vida matrimonial, es importante tener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, del que siempre hay que dar gracias. Y en esta actitud interior decirse
Y, finalmente, «Perdón». « En la vida cometemos muchos errores, muchas equivocaciones, lo hacemos todos. Quizás no haya un día en el que no hagamos algún error. Por eso la necesidad de usar esta sencilla palabra», observó Francisco. «Aprendamos a reconocer nuestros errores y a pedir perdón, “perdona, si he levantado la voz”; “perdona si he pasado sin saludar”; “perdona si he llegado tarde”; “si esta semana he estado tan silencioso”; “si he hablado demasiado sin escuchar nunca”; “perdona si me he olvidado”… También así crece una familia cristiana. Sabemos todos que no existe la familia perfecta, ni tampoco el marido perfecto o la mujer perfecta. Existimos nosotros, pecadores. Jesús que nos conoce bien nos enseña un secreto: no acabar nunca un día sin pedirse perdón… Es normal discutir entre esposos, ¡pero nunca acabar el día sin hacer las paces!» Si no actuamos de esta manera, insistió el Papa Francisco, «lo que tienes dentro, al día siguiente está más frío, más duro…».
Permiso...
...Gracias Perdón...
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Familia
Para disfrutar en
w
Nuestra sugerencia
w Lectura
MATRIMONIO, ´ UNA VOCACION DE AMOR Autor: P. Jaime Fernández M. Editorial: Nueva Patris
Análisis del desarrollo del amor que une a dos personas por el vínculo del matrimonio. El autor presenta la relación conyugal a partir de la psicología del hombre y de la mujer y de sus relaciones normales. Un valioso aporte sobre el matrimonio, el diálogo matrimonial y la fidelidad en la época que vive la sociedad actual.
´ DIALOGO CONYUGAL Autor: Javier Ortiz Editorial: Buena Prensa
El diálogo es la clave del éxito en el matrimonio. Reflexiones y consejos sobre el amor conyugal, los valores humanos y cristianos del matrimonio orientados a brindar ayuda a los esposos en el crecimiento y la maduración diaria, propia de la vida en común.
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Rec Nuest ra om e PEL ndaci ón ICU LAS
A PRUEBA DE FUEGO Estados Unidos, 2008. Director: Andrew Kendrick Reparto: Kirk Cameron, Erin Bethea Clasificación: Jóvenes
Historia de un joven matrimonio en crisis a un paso del divorcio, que presenta las dificultades por las que pasan para buscar salvar su matrimonio y cómo con la ayuda de Dios logran salir adelante, vencer los perjuicios, mentiras y cómo aprenden a perdonarse y aceptarse. Se tratan los valores del amor, la fe, el respeto y el diálogo.
´ COMPROMETETE Italia, 2002. Director: Alessandro D’Alatri Reparto: Stefania Rocca y Fabio Volo Clasificación: Jóvenes
Comedia romántica sobre dos jóvenes que se enamoran y se casan. Después de tener un hijo, surgen diferencias en la convivencia, la rutina diaria, la vida social, la presión laboral y las intervenciones familiares que crean problemas entre ellos, ponen a prueba y condicionan su amor. Invita a la reflexión sobre el matrimonio, el amor verdadero, la comunicación y el compromiso.
Recetas Pie de plátano
Jugo verde clásico
Por Mariana Balderas de Prado
Ingredientes: 1 queso crema grande 1 lata de leche condensada ¼ taza de jugo de limón 3-4 plátanos rebanados costra de galleta dulce de leche para decorar y nuez picada (opcional)
Por Lic. Ignacio Roel
Preparación:
Preparación:
Batir el queso con la leche a que se mezcle bien y después agregar el jugo de limón. En un molde para pie preparado con costra de galleta, acomodar una capa de rebanadas de plátano y vaciar encima la mitad de la mezcla de queso. Poner otra capa de plátanos rebanados y cubrir con el resto de la mezcla. Decorar con dulce de leche y nuez picada al gusto. Poner en el congelador y se saca unos minutos antes de servir para que se suavice un poco.
Licuar todos los ingredientes y si se desea, incluir fibra, que sirve para dar sensación de saciedad, limpiar tracto digestivo y dosificar la entrada de glucosa a la sangre.
Ingredientes: ½ pepino (sin piel a menos que sea orgánico) 2 puños de hojas de acelga / espinaca o Kale (col rizada) 2 tallos de apio jugo de 2 limones una pizca de sal marina ½ taza de manzana o piña (para endulzar)
Farfalle con espinacas, naranjas y almendras
6 C. aceite vegetal ¼ taza jugo de naranja natural 3 cebollines finamente picados 3 C. vinagre de arroz 1 C. miel 1 C. estragón fresco 1 C. ralladura de naranja 4 naranjas 255 g. espinaca baby 2/3 taza almendras tostadas 500 g. de Farfalle (Pasta de moñitos)
(Este jugo desintoxica alcaliniza el organismo)
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Salpicón de res
Por Adriana Jiménez de Salinas
Por Silvia Náder de Gallegos
Ingredientes:
Si por el contrario se desea alcalinizar y desintoxicar más rápidamente, preparar en extractor agregando agua al gusto.
Preparación:
Preparación:
Cocer la pasta al dente en agua salada hirviendo, colarla y enfriarla rápidamente. Mezclar los primeros siete ingredientes en un recipiente pequeño, sazonar con sal y pimienta.
Cocer la carne en agua con ajo, cebolla y sal y después deshebrarla.
Pelar las naranjas y separar los gajos; combinar las espinacas, la mitad de las almendras y los gajos de naranja en un recipiente grande. Agregar la pasta y revolver, añadir suficiente aderezo (mezcla de aceite). Servir y espolvorear con el resto de las almendras.
Ingredientes: 1 kg. de carne de res para deshebrar 1 papa grande cocida y en cuadritos 3 zanahorias grandes cocidas y en cuadritos ½ manojo de cilantro picado aceitunas picadas al gusto apio picado al gusto ½ lechuga romana picada 1 taza de aderezo de mayonesa 1 C. de mostaza rebanadas de aguacate 2 tomates guaje en rebanadas ½ lechuga romana
Agregar la papa, zanahoria, cilantro, aceitunas y apio. Mezclar bien. Por separado, unir la mayonesa con la mostaza y añadir a lo anterior. Servir sobre la lechuga partida, lavada y desinfectada, el aguacate y el tomate en rebanadas. Acompañar con tostadas deshidratadas y chiles jalapeños.
Si deseas compartir tus recetas con nuestros lectores, envíalas a: revista.alianza@schoenstatt-mty.org Con gusto las publicaremos con tu nombre en las siguientes ediciones.
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Reflexionar
Para
ORACIÓN
Los Esposos por su Matrimonio
Oración del Papa Francisco a la Sagrada Familia Angelus del Domingo de la Sagrada Familia Diciembre 29 de 2013
Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor del amor verdadero, a ustedes nos dirigimos con confianza. Sagrada Familia de Nazaret, haz que también nuestro matrimonio sea lugar de comunión y cenáculo de oración, auténtica escuela del Evangelio y pequeña iglesia doméstica. Sagrada Familia de Nazaret, que nunca más en el matrimonio se vivan experiencias de violencia, cerrazón y división: que todo el que haya sido herido o escandalizado conozca pronto el consuelo y la sanación. Sagrada Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los Obispos pueda despertar en todos la conciencia del carácter sagrado e inviolable de nuestro matrimonio, su belleza en el proyecto de Dios. Jesús, María y José, escuchen y atiendan nuestra súplica. Amén.
•Un hogar es mucho más que una casa....... •Dialogar es mucho más que contarnos lo que pasa.... •Reunirse es mucho más que estar juntos..... •Compartir es mucho más que prestarse cosas..... •Vivir felices es mucho más que estar contentos...
Juan Carlos Pisano
El diálogo... Desata los nudos, disipa las suspicacias, Abre las puertas, soluciona los conflictos, Engrandece a las personas, es vínculo de la unidad y “madre” de la fraternidad.
P. Ignacio Larrañaga 20
Para los
Peques
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DR. JOSE LUZ ALANIS LEAL Traumatólogo - Ortopedista Fracturas y lesiones articulares Cirugía de cadera - rodilla - columna
LIC. MARIA ELENA PEÑA DE ALANIS
Centro Médico San Lucas Ave. Sertoma #205 Despacho 303 Cruz con Ave. La Clínica
PSICOLOGA TERAPEUTA TEL: 83-48-41-72 CEL: 811-039-83-34 manenapp@prodigy.net.mx
(lado ote. a Hospital San José)
Tel. 83-48-41-72 Cel. 811-630-03-96 Ced. Prof. 214535 Reg. S.S.A. 412869
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