HORIZONTES

POR ARTURO PADILLA

ALUMNAS DE TERAPIA FÍSICA

viajaron a la Universidad de Jaén

ara García Campos y Natalia Jiménez Reinoso, alumnas de noveno cuatrimestre de Terapia Física de la Universidad Autónoma de Guadalajara, regresaron de España luego de cursar estudios vinculados con su carrera en la Universidad de Jaén.

Jaén, una ciudad universitaria de la comunidad autónoma de Andalucía, en el sur del país hispano, conocida como la “capital del Santo Reino”, es un centro neurálgico en la región, y las dos estudiantes disfrutaron al máximo su estancia ahí. Ellas fueron las primeras alumnas de la carrera de Terapia Física de la UAG que visitaron esta universidad, una de las más reconocidas en la enseñanza de esta disciplina. El viaje creó un vínculo de amistad entre las estudiantes, que vivieron juntas, se acompañaron y compartieron aventuras y estudios.

Comenta Sara, quien estuvo allá dos cuatrimestres: “Tengo familia en el pueblo de Alcalá la Real, España; mi papá, Antonio García, es de ahí; es español, y mi mamá mexicana, y la familia paterna vive allá. Por eso me animé a irme dos cuatrimestres allá, me gustaría regresar a estudiar la maestría, es una ciudad bella”.

Estudió Terapia Deportiva, Neurología, Masoterapia, Postura y Terapias Alternativas, entre otras materias. “En la universidad tuve oportunidad de conocer a jóvenes de otros países. Vivir sola, ser independiente, ir y volver, es un cambio, conoces quién eres. Me siento más preparada para la vida y la profesión, para salir adelante por mí misma. Resolver situaciones inesperadas nos ayuda a tener más claras las prioridades”, dijo.

Sara pudo visitar otras partes de España, como Granada y Sevilla, así como otras regiones de la península ibérica, como Gibraltar y Portugal. “Me siento agradecida con la UAG, de que tenga esta clase de conexiones con universidades extranjeras, y ojalá todos pudie-

Pran vivir estas experiencias que dan claridad y perspectiva sobre tu vida”, concluyó. Por su parte, Natalia Jiménez estudió un cuatrimestre y coincidió con su amiga Sara en que el viaje la transformó, le dio perspectivas diferentes y fue una experiencia bella, personal, en una universidad con grandes conocimientos y profesores preparados, que permitían hacer prácticas de por lo menos seis horas en cada materia. Estas prácticas le permitieron perfeccionar sus conocimientos del cuerpo humano y la acercó a varios profesionales, con quienes trabó amistad. Ella también visitó Portugal y fue a Italia. Este tipo de experiencias de intercambio académico abona a la preparación de clase mundial que la UAG imparte a sus estudiantes.

Sara y Natalia mejoraron sus conocimientos de Terapia Física.