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MENSAJE DEL RECTOR
EDUCACIÓN Y PANDEMIA: EL CASO DE LA UAG
LIC. ANTONIO LEAÑO REYES
Rector de la Universidad Autónoma de Guadalajara
Frente a la irrupción de la pandemia causada por el coronavirus, las instituciones de educación superior podrían simplemente haber parado y mantenerse a la espera de la evolución de la crisis, pero no fue así; no podían quedarse atónitas, paralizadas por la sorpresa, porque la educación forma parte esencial de la vida y no puede detenerse.
En México, como en todo el mundo, las acciones prioritarias de las autoridades sanitarias se vincularon directamente con los daños que provoca la emergencia: primero, la salud, y enseguida, la economía. No obstante, la educación superior es un elemento que incide transversalmente en ambos campos, y se le considera uno de los principales motores de bienestar y progreso de la sociedad.
Desde los primeros embates del covid-19, las universidades se dieron a la tarea de dimensionar el problema, explorar alternativas y aplicar soluciones, para lo cual ha sido necesario adaptarse, cambiar y reforzarse con herramientas tecnológicas, capacitar a sus maestros en dichas herramientas, reconfigurar estructuras académicas e inclusive detectar nuevas oportunidades dentro de la crisis en beneficio de los estudiantes.
En este inusitado proceso de cambio forzado se han encontrado obstáculos como la brecha digital, un grave problema que debe empezar a corregirse a la brevedad, anticipándonos al futuro tecnológico que se nos avecina.
Cabe resaltar que cada universidad ha hecho su propio diagnóstico y aplica las soluciones que considera pertinentes ante dicho cambio. Como muestra de ello, las instituciones de educación superior asumieron inmediatamente su responsabilidad en medio de la pandemia.
La Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) reaccionó en forma temprana a la crisis sanitaria, teniendo como prioridad la seguridad de la comunidad universitaria.
A mediados de marzo de este año, al darse a conocer los primeros casos de covid-19 en nuestro país y acatando las disposiciones de las autoridades locales, la UAG suspendió las clases y actividades presenciales, aplicando de inmediato las medidas necesarias para evitar la interrupción del ciclo escolar en todos los niveles de nuestro sistema educativo.
Nuestros profesores y el personal académico han hecho esfuerzos extraordinarios, y continúan trabajando y capacitándose arduamente, preparando materiales innovadores para impartir sus clases y realizando las acciones pertinentes para seguir brindando un servicio educativo de alta calidad a distancia o en forma híbrida, y cuentan en todo momento con el fuerte respaldo de la Dirección de Innovación Educativa de nuestra casa de estudios.
Es muy alentador observar que nuestros alumnos se han comportado con un elevado nivel de responsabilidad y madurez, como lo demuestra su participación en las clases no presenciales y la realización de trabajos, tareas y otras actividades académicas, que han tenido resultados sumamente satisfactorios.
Nuestro personal administrativo y de servicio, que en su mayoría trabaja desde casa, también se ha destacado por su compromiso para garantizar la operatividad de la univer-
● Lic. Antonio Leaño Reyes Rector
sidad de manera muy eficiente y organizada, cumpliendo diligentemente las estrategias establecidas.
La pandemia no cambia la esencia de nuestra filosofía educativa, pero sí es necesario modificar la forma de hacerlo; por ello, la UAG ha desarrollado un sólido modelo denominado B-Learning UAG para hacer frente a los retos que implica el momento histórico que vivimos.