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MUCHOPOR HACER MUCHOPOR HACER
Por: José Angel Gurría, Economista, Ex-Director del Banco Nacional de Comercio Exterior, Nacional Financiera, Ex-Secretario de Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público, Ex-Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) por 15 años y Conferencista Internacional, entre otras importantes posiciones.
Todo indica que Claudia Sheinbaum, no obstante, las impugnaciones que se realicen ante el INE y el TRIFE por anomalías en el proceso electoral, será la próxima Presidenta de México a partir del primero de octubre de 2024.
México se ha quedado corto en crecimiento. El PIB crecerá a un ritmo de menos de 1% anual (0.8%) en este sexenio, lo que ha contribuido a acumular déficits de pobreza, de desigualdad, de infraestructura, de agua, de servicios, de seguridad, de impartición de justicia, entre otros. Si usamos el indicador del PIB per cápita (que representa mejor el grado de desarrollo del país), estamos debajo de las cifras previas a la pandemia.
El proceso sexenal debe recuperar la velocidad de crecimiento de crucero 4/5%. Más aún, si se considera que se redujo el presupuesto prácticamente en todas las áreas con el fin de completar los proyectos del gobierno: el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y, en menor medida, el Transístmico.
Habrá que revisar, en el próximo gobierno, cuánto se le dedica (adicional) a estos proyectos, después de un cuidadoso y meticuloso análisis de su viabilidad económica, financiera, ecológica y social, lo cual no se hizo al lanzar su construcción, lo que resultó que costaran, hasta ahora, tres o cuatro veces más que el presupuesto estimado inicialmente. Simplemente cumplir con la Ley.
Habrá que recuperar la dinámica en todos los rubros del presupuesto, dándole a cada sector la importancia que merece y los recursos necesarios para ponerse al día, en cada uno de los rubros, con las demandas de los ciudadanos. Habrá que ver cuanto aguantan las finanzas públicas después del 5.9% de déficit de 2024. El actual (y próximo) Secretario de Hacienda ha sugerido que el déficit de 2025 sería de la mitad del actual (3%), lo cual parece incompatible con un crecimiento deseable.
Revisar finanzas de Pemex
Una de las primeras cosas que habría que revisar son las finanzas de PEMEX. La petrolera oficial es la única que pierde dinero en el mundo. La refinación es fuente de cuantiosas pérdidas, dada la baja eficiencia de las seis plantas refinadoras.
El equivalente de lo que refine Dos Bocas, cuando refine, se podría haber adquirido por una fracción de lo que costó la nueva refinería. Se podrían haber hecho más eficientes y menos contaminantes las seis refinerías restantes, todo por una parte de lo que costó Dos Bocas.
La verdad es que los ingresos no alcanzan para cubrir las necesidades de gasto. Pero no podemos pedirle a la gente que pague más impuestos si hoy no es posible saber en qué se gasta el presupuesto aprobado por el Congreso. Todo es motivo de reserva por seguridad nacional.
Severo escrutinio a contratos
Para realizar una reforma fiscal que le permita al Estado cumplir con todas las prioridades de gasto que exigen los ciudadanos, es necesario, primero, asegurarle a la gente que cada contrato que se suscriba para adquirir bienes o servicios para el sector público deberá ser motivo del más severo escrutinio, de las autoridades mismas para fines de sanción, de los diputados y de cualquier persona de la sociedad.
Recuperar el ritmo de la inversión pública
Otra consideración es recuperar el ritmo de la inversión pública —hoy venido a menos— e intentar que las inversiones públicas sean el disparador de la inversión privada (varias veces más cuantiosa), o en aquellos lugares y servicios que, por su lejanía o su evidente falta de viabilidad económica, merezcan que sea el Estado el que intervenga, dentro de límites razonables y razonados.
Escalofriante estado de la salud
El caso de la salud es escalofriante. Al iniciar el sexenio existían 20 millones de ciudadanos mexicanos que no tenían acceso a los servicios de salud. Hoy esa cantidad es de 50 millones (cifras oficiales). Además, se le recortó el presupuesto a Salud, y por añadidura hubo un subejercicio sustancial de lo que quedó del presupuesto de la dependencia.
Crisis hídrica severa
Otro caso evidente, que se puede constatar día a día, es la inversión en infraestructura del agua. Hoy vivimos la crisis hídrica más severa de la historia reciente del país. Se dice que entre 65 y 75% del país está expuesto a una sequía severa. Se debió empezar por lo obvio: reparar las fugas, pero no se hizo. No era políticamente rentable. Hoy, se desperdicia —solo por fugas— alrededor de la mitad del agua que se destina a las ciudades. Si se reparan las fugas se podría duplicar el abasto de agua a las ciudades del país. Esto, además de las obras para captar el agua de lluvia (tampoco se hizo), y los recursos necesarios para reparar y poner en pleno funcionamiento las numerosas plantas, hoy inutilizadas en toda la república, por falta de mantenimiento y de nuevas inversiones.
Abrazos, no balazos, insostenible
Una de las demandas más sentidas de la ciudad es el tema de la seguridad —o más bien la falta de ella—. Hacerle frente se requieren recursos, una estrategia de mediano y largo plazos (tomará varios sexenios) y un cambio en la estrategia de seguridad empezando el primer día de la próxima administración.
Abrazos, no balazos, simplemente no es sostenible. Tenemos ya una gran parte del territorio donde hemos perdido la soberanía, y donde las reglas de convivencia las dictan los narcotraficantes o el crimen organizado. El Estado no parece capaz de poner orden. El tema de la seguridad, por supuesto, va de la mano del tema de la impartición y administración de justicia.
Reforma Judicial
Pero, quizá, la mayor y más significativa demanda a la nueva administración es recordarle que Mexico, a lo largo de gestas heroicas y de décadas, escogió la democracia y la división de poderes como forma de gobierno.
Hoy, la llamada Reforma Judicial echaría por tierra esos principios. Al igual que la Reforma Eléctrica, de la Guardia Nacional, la del INE y muchas otras reformas que anunció el actual gobierno el 5 de febrero pasado. Ello, junto con la posibilidad de elegir a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la medida en que sean ideológicamente afines en lugar de ser independientes y autónomos, sería lo que habría que impedir a toda costa.
Si fuera una sola solicitud, sería esa. ¡Pensarle una vez, tres veces, si eso es lo que conviene a México!
Inversi N Estrat Gica
La Pol Tica Exterior Requiere Inversi N Estrat Gica La Pol Tica Exterior Requiere
Por: Miguel Ruíz Cabañas. Embajador del Servicio Exterior Mexicano. Fue embajador en la OEA, Japón, Italia, la FAO y Subsecretario de Asuntos Multilaterales en SRE. Dirige la Iniciativa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el Tec de Monterrey.
México es una potencia. Somos la 14ª economía del mundo. Formamos parte del G20, el selecto grupo que reúne a las veinte economías más grandes del globo. Somos el 12 país con más exportación global. Formamos parte del T-MEC en América del Norte, y nos hemos convertido en el principal exportador a Estados Unidos.
Con 130 millones de habitantes, somos el 11º país más poblado del mundo. Nuestra población sigue siendo mayoritariamente joven, con un promedio de edad de 29 años. El territorio de 2 millones de kilómetros cuadrados nos convierte en el 13º país más extenso del mundo. También somos una potencia cultural y turística. La nación más grande de habla hispana.
México es también el 7º país en el mundo, y el 1º en América, con más sitios reconocidos (37) como patrimonio mundial por la UNESCO. Es el 7º país que recibe más visitantes.
pobreza, salud y educación, desafíos
Es cierto. Enfrentamos enormes desafíos. El primero es la pobreza, aunque es justo reconocer que en los últimos años logramos reducirla de 41.9% a 36.3% del total de la población. Pero la pobreza aún afecta a alrededor de 47 millones de mexicanas y mexicanos. Tenemos enormes desigualdades económicas, sociales y regionales. Los sistemas de salud, educación y acceso a una vivienda digna presentan enormes rezagos. La seguridad se ha convertido en un reto formidable por la presencia del crimen organizado. El medio ambiente se ha deteriorado. El territorio padece alto estrés hídrico y es vulnerable al cambio climático.
Con la economía más abierta del mundo
México es un país norteamericano. Compartimos una larga frontera con Estados Unidos, una de las dos grandes superpotencias en el siglo XXI. Pero también forma parte de Centroamérica, el Caribe y de Latinoamérica. Además, mantenemos vínculos históricos, económicos y culturales con Europa, así como la región de Asia-Pacífico.
Somos una nación vinculada a lo que sucede en el mundo. No nos podemos aislar. Debemos prestar más atención a los grandes cambios mundiales y regionales que están ocurriendo. Tenemos una de las economías más abiertas del mundo. Según el Banco Mundial, el valor de nuestro comercio exterior, la suma del total de nuestras exportaciones e importaciones representó el 88% de nuestro Producto Interno Bruto en 2022. Es decir, la mayor parte de lo que producimos está directamente conectado con lo que importamos y exportamos.
Dependencia del exterior
Además de la dependencia del comercio exterior, la Inversión Extranjera Directa (IED) es un componente importante de nuestro PIB. En 2023, la IED sumó 35 mil millones de dólares, lo que representó 12% de la inversión total, y casi 15% de la inversión privada, o sea un porcentaje superior a 2.3% del PIB.
La dependencia exterior de México se acentúa con los 60 mil millones de dólares de remesas que recibió el país en 2023, equivalentes a 4.62% del PIB. Nuestra profunda vinculación con el mundo, y particularmente con Estados Unidos, se aprecia aún más por el hecho de que alrededor de 38 millones de mexicanos, o descendientes de mexicanos, 11 de ellos nacidos en México, viven en el país vecino del norte.
Por una política exterior proactiva
Los retos internacionales inmediatos: la migración regional irregular, el crimen organizado, el tráfico ilegal de armas, la distribución de agua en la frontera norte, y el acelerado cambio climático, requieren soluciones bilaterales, regionales o globales. El control efectivo de estos riesgos y amenazas depende de nuestra capacidad de negociación internacional.
Con políticas públicas acertadas, incluyentes y de largo plazo podemos hacerles frente a nuestros grandes desafíos. La de mayor impacto es la política exterior. Aunque pocas veces se aprecia, tiene una influencia real en la vida diaria de las y los mexicanos.
Para México es vital poseer una política exterior proactiva y preventiva, no reactiva. México demanda un servicio exterior con profesionales altamente calificados, comprometidos en identificar oportunamente oportunidades y riesgos para la seguridad y el desarrollo del país.
Nuestros diplomáticos deben continuar con la protección de millones de mexicanos en el exterior, atraer más y mejores inversiones que nos ayuden a crecer sin contaminar, a promover más exportaciones, así como la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, atraer más turismo, a proyectar nuestra cultura, y a alentar la cooperación regional e internacional.
Sin embargo, desde hace décadas invertimos poco en nuestra política exterior. La proporción de recursos del presupuesto federal destinados a este rubro ronda el 0.15%, por debajo de lo que invierten Alemania (0.80); Argentina (0.21); Australia (1.30); Canadá (2.05); Colombia (0.46); Corea del Sur (0.50); España (0.41); Francia (1.20); Israel (0.50); India (0.20); Italia (0.40); Japón (0.70); Países Bajos (1.00); Noruega (1.20); Suecia (1.10); Sudáfrica (1.00), o Turquía (0.30).
El Servicio Exterior Mexicano con profesionales calificados no ha crecido desde hace décadas, pues cuenta con 1,066 profesionales (720 diplomáticos y 346 técnicos y administrativos). Atienden 84 embajadas, 67 consulados (53 en EU), 7 misiones ante organismos internacionales, y 3 oficinas especiales.
México tiene menos personal diplomático que los países del G20, de la OCDE y de países latinoamericanos como Argentina (1,200), oBrasil (1,500). Nos faltan diplomáticos profesionales calificados para la defensa y promoción de nuestros intereses.
La inversión en política exterior que se requiere es, en realidad, reducida, pero sería altamente redituable. Las grandes potencias siempre han invertido en su política exterior. Es lo que hacen potencias medias: Corea del Sur, Brasil, Turquía, India, Israel, o Sudáfrica. México debe invertir de manera estratégica en su política exterior con la finalidad de satisfacer sus objetivos nacionales.